Entrevistas

De Posadas: "Lacalle ha demostrado enorme madurez y evolución como ser humano"

De Posadas: "Lacalle ha demostrado enorme madurez y evolución como ser humano"

El líder de Concordia Nacional, Ignacio de Posadas, restó trascendencia a las afirmaciones de Jorge Larrañaga, sobre que su rival en la interna, Luis A. Lacalle, procura "maquillarse" con una postura de centro. El ex ministro de Economía dijo a En Perspectiva que siempre habrá "diferencias de estilo" y consideró que lo que ha hecho Lacalle es "mirarse hacia adentro y ver por dónde puede mejorar". De Posadas agregó que el país "de a poquito y sin darse cuenta ha ido dejando por el camino valores fundamentales, ya no apuesta a la excelencia y ha ido degradando sus niveles culturales". Por eso, quien gane las elecciones debe tener claro que "la gran batalla que hay que dar es la de la educación". Hay que "oxigenar el sistema educativo", sentenció.

(Emitido a las 9.06 horas)


EMILIANO COTELO:
La interna del Partido Nacional (PN) va subiendo de temperatura a medida que se acerca el 28 de junio.

En momentos en que Luis Alberto Lacalle lidera la intención de voto entre los blancos, Jorge Larrañaga decidió salir a marcar fuertemente sus diferencias con el ex presidente.

En la entrevista que le realizamos el lunes aquí en En Perspectiva, Larrañaga fue muy crítico al plantear cómo considera que recuerda la población el gobierno de Lacalle.

(Audio Jorge Larrañaga)

"En el imaginario de la gente hay la percepción de un gobierno que tuvo posturas conservadoras, de derecha, que no estuvo de acuerdo con la negociación colectiva, con los Consejos de Salarios, que en el sector productivo tuvo atraso cambiario, ajuste fiscal, políticas que desde muchos sectores políticos del país se decía que eran muy cercanas a posturas neoliberales, con una conducción que muchas veces terminó siendo soberbia y distinta".

(Fin)

EC – Este jueves, en un reportaje en Búsqueda, Larrañaga dio un paso más y habló de un tema que hasta ahora había estado prácticamente al margen en el debate entre los dirigentes nacionalistas: la corrupción.

Según el líder de Alianza Nacional (AN), el Frente Amplio (FA) utilizará ese tema si Lacalle gana la interna, y agregó: "Vamos a no chuparnos el dedo. Si a De Posadas Mujica le llegó a decir cometero, imagínese lo que puede terminar diciendo de Lacalle".

Sobre este nuevo escenario vamos a conversar en los próximos minutos con el doctor Ignacio de Posadas, ex ministro de Economía y líder de Concordia Nacional (CN), uno de los sectores que respaldan la precandidatura de Lacalle en Unidad Nacional (UNA).

***

EC - Lo encontramos en la ruta, ¿no?

IGNACIO DE POSADAS:
Sí, estoy en Colonia para hacer el lanzamiento de CN, la 747, aquí en este departamento fantástico.

EC - ¿La actividad empieza de mañana?

I de P - Sí, arrancamos en Palmira, y de ahí seguimos a Colonia; tenemos prácticamente todo el día.

EC - Hace 10 días, ante una pregunta que le hizo un periodista, Larrañaga dijo que ahora sí estaba dispuesto a debatir con Lacalle, pero Lacalle contestó que no, que mantenía su negativa a esa posibilidad. Después de eso Larrañaga subió el tono de las críticas. ¿Cómo observó ese giro?

I de P - Hay que mirar el escenario grande. El PN está próximo a recibir otra vez la responsabilidad de gobernar, y para poder hacerlo como el país precisa en épocas muy difíciles, difíciles ahora y con visos de empeorar, la unidad del Partido en el gobierno es esencial. Ese es el foco que no debemos perder. No solo unidad para ganar la elección, que no es poca cosa, sino para gobernar. El Partido ha tenido alguna experiencia en ese sentido y también la tenemos personalmente. Ese es nuestro foco y nuestra preocupación fundamental.

EC - La pregunta era cómo había analizado el tono y el tipo de declaraciones de Larrañaga.

I de P - Larrañaga es un compañero de partido, y uno siempre se preocupa más por los próximos que por los ajenos. Además, para él la política es muy importante, ha hecho su vida de eso. Yo me hago cargo de que las temperaturas suben en las campañas electorales, y yo no le voy a agravar una situación, está dentro de lo que ocurre en estos casos.

EC - ¿Se mantiene el debate en una temperatura aceptable o anda en la frontera de lo complicado y lo peligroso?

I de P - No, que uno diga que le parece que determinadas políticas no son las que le gustan más o las que le gustan menos... Si fuéramos idénticos, no habría una elección interna.

EC - Lo que sigue es un ejemplo del discurso que está manejando el doctor Larrañaga.

(Audio Jorge Larrañaga)

"El doctor Lacalle ha venido haciendo enormes esfuerzos por maquillarse con una postura de centro; pero si centro es tener el influjo económico de las posturas de De Posadas, de Caumont o de Végh Villegas, quizá yo esté equivocado, si me demuestran lo contrario.

EC - Para usted, Lacalle procura "maquillarse" como de centro.

JL - Es lo que ha procurado hacer. Si alguien dice que ahora es más humilde, está reconociendo que antes tenía posturas de soberbia; si alguien expresa que ahora es mucho más sabio, está reconociendo que antes tuvo enormes equivocaciones. Muchos referentes políticos de mi partido que en aquel gobierno ocupábamos cargos como jefes departamentales, como intendentes municipales, teníamos una postura contraria a la orientación de la política económica. Se han magnificado muchas cosas...".

(Fin)

EC - Como verá, su nombre aparece con frecuencia en los alegatos de Larrañaga cuando argumenta por qué Lacalle representa a la derecha. ¿Qué responde?

I de P - Habría que hablar larguísimo tiempo para tratar de definir qué es derecha y qué es izquierda. Empecemos por lo fundamental. Yo estoy en defensa de la vida, y estoy seguro de que Jorge también; yo considero que para limitarle la libertad a un ser humano tiene que haber causas muy poderosas, y estoy seguro de que Jorge está en la misma línea; yo creo que para despojar a alguien de la propiedad también tienen que haber razones muy poderosas y un marco legal, y estoy seguro de que Jorge también está en esa línea. Y si seguimos así, sucesivamente, como es lógico porque pertenecemos al mismo partido, que tiene raíces muy profundas y una larga tradición, en el cerno vamos a estar en la misma línea. Que haya diferencias de estilo, por supuesto que las va a haber. Y que alguien tenga la madurez de decir, mirando para atrás, "tuve tales y tales defectos y estoy tratando de corregirlos", todo ser humano inteligente hace eso, todos llevamos una mochila al hombro, por eso un cristiano se cuida de no criticar al otro, es aquello de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio.

EC - Larrañaga dice que Lacalle está "maquillándose" de centro.

I de P - Es un verbo, yo qué sé...

EC - ...¿Hay algún tipo de maquillaje, algún tipo de preocupación por correrse al centro en UNA?

I de P - No, quizá maquillaje no sea el término. Lo que ha habido, y es propio de un hombre inteligente, es un mirar la realidad, mirarse a sí mismo, mirar lo que uno ha hecho y ver por dónde puede mejorar. Eso es muy encomiable, y sí, Lacalle ha hecho ese ejercicio. Y además, volviendo al tema de la humildad, que siempre es difícil para todos nosotros –al fin y al cabo no somos ejemplares franciscanos en todo esto–, también indica que es una persona que tiene cierta introspección, que se analiza a sí misma y sabe darse cuenta en qué ha estado bien y en qué no. Lacalle en eso ha hecho una demostración de enorme madurez y de evolución como ser humano. Es una buena cosa.

EC - A propósito de usted mismo como objeto de debate, como referencia en los discursos –porque, como lo habrá notado, escuchado, leído, eso se da a menudo, por ejemplo en el discurso de dirigentes de AN–, ¿qué dice cuando se lo pone como símbolo y responsable del atraso cambiario que ocurrió durante el gobierno del doctor Lacalle y que resultó perjudicial para varios sectores de la producción nacional?

I de P - Ahí podemos discutir algo objetivo, más allá de las personas –que son episódicas–, si hubo o no hubo atraso cambiario. Para eso, lo primero que tendríamos que discutir o intentar ponernos de acuerdo es qué es atraso cambiario, porque es una cosa que se repite, se repite, se repite, se repite, pero quien lo dice no necesariamente sabe de qué está hablando. Por ejemplo, si el peso uruguayo está caro con relación al yen japonés, ¿eso es atraso cambiario? Usted me va a decir que no, porque a nosotros no nos interesa el yen japonés. Y lo que ocurrió en el período del gobierno del PN fue que si bien frente al dólar estábamos apreciados, frente al real brasileño, al peso argentino y a algunas otras monedas no lo estábamos, y eso era buena parte de nuestro comercio. De modo que lo del atraso cambiarlo hay que hilarlo más fino.

En segundo lugar, ¿por qué se producía eso? No era que el gobierno estuviera atrasando el tipo de cambio; se producía porque había una enorme confianza en el país, el país había reperfilado y reducido enormemente su endeudamiento y empezaron a entrar dólares. El tipo de cambio se maneja por reglas de mercado, por compra y venta, en eso el Banco Central del Uruguay (BCU) y el Banco de la República (BROU) son algunos de los agentes, pero no los únicos. El Estado uruguayo no atrasaba el tipo de cambio a través del BCU y el BROU; teníamos aquel sistema de piso que veníamos adelantando todo el tiempo, pero era tal la confianza que había en el país que nos inundaban de dólares.

Y por último, había esa realidad en el mercado cambiario, y ¿qué consecuencias tuvo? ¿Las exportaciones de Uruguay en ese período se redujeron? No, Uruguay exportó mucho más en ese período, porque el tipo de cambio es uno de los factores en los costos, hay otros más. Desde el punto de vista de su comercio exterior, en ese período el país fue muy exitoso.

Y además, cuando se les pone nombre a las cosas se las hace muy efectivas como herramienta o como arma política, pero se las distorsiona, porque la contracara del atraso cambiario fue que los bienes importados, los bienes de capital, los intermedios y los de consumo se abarataron, y eso mejoró la calidad de vida de la gente. Eso fue lo que ocurrió en ese período de gobierno. Esos cartelitos que se ven por ahí que dicen "con los blancos se vive mejor" dicen la verdad, y en parte fue por eso.

EC - Por otro lado, también se lo pone a usted como ejemplo de una conducción soberbia. ¿Qué dice sobre eso?

I de P - No estoy fascinado conmigo mismo, sé perfectamente que en muchas cosas tengo grandes defectos, y uno hace esfuerzos por mejorar; otra vez, es la tarea de un cristiano. Pero nadie tiene por qué preocuparse, porque desde el primer día cuando volví a la política dije que no iba a ser ministro de Economía.

EC - ¿Nadie tiene que preocuparse?, ¿no se corre ese peligro?

I de P - El primero que no tiene ganas soy yo, así que de eso no se van a morir.

EC - Ya que usted menciona eso, cuando Lacalle presentó hace pocos días su equipo de colaboradores en temas económicos, usted no figuraba –es más, el coordinador es el economista Andrés Pieroni–, y la explicación que dio Lacalle fue que no estaba porque el equipo estaba integrado por técnicos "químicamente puros, que no se plebiscitan" en estas elecciones, y ese no era su caso, porque usted sí va a ser candidato. ¿Efectivamente, va a ser candidato al Senado?

I de P - Primero, yo nunca fui técnico, y no soy economista...

EC - ...Usted es abogado, pero fue ministro de Economía.

I de P - Y tampoco soy químicamente puro. Pero además, cuando resolví volver a la política activa, por toda una serie de motivos que nacen de la situación preocupante que tiene Uruguay, lo primero que le dije a Lacalle fue: "Yo vuelvo y te voy a dar una mano, pero no se te ocurra el Ministerio de Economía". Lo dije desde el primer día. Nunca hubo ninguna especulación en ese sentido.

EC - De todos modos, ¿está en contacto con ese equipo de asesores económicos, se reúne eventualmente con ellos?

I de P - Sí, no hay compartimentos estancos. Y la economía no es una especie de cosa esotérica.

EC - Le preguntaba si va a ser candidato al Senado.

I de P - La óptica es ir volteando los muñecos de a uno. El tema ahora es la interna, y sobre todo tratar de aprovechar este momento, en un país que está muy descreído de la política, o desinteresado, o las dos cosas, que al menos de cinco en cinco años la gente no tiene más remedio y pone atención. Es importante utilizar ese período para hablar de algunas cosas muy serias y muy graves que le están sucediendo a Uruguay, que no es el termómetro de la humildad de Ignacio de Posadas o de Juan Pérez, sino que es un país que se ha ido deteriorando, degradando, que ha ido retrocediendo. Estamos muy mal, no en el atraso cambiario, que existe, no pasa por ahí lo grave de Uruguay. Hemos perdido la apuesta a la excelencia, vamos para atrás, tenemos un sistema educativo pésimo, no somos lo que éramos y lo que quizá todavía creamos que somos. Eso es lo que estamos tratando de hacer, ver si podemos ayudar en ese sentido. Lo demás ya se verá.

EC - Para cerrar con lo que han sido declaraciones de Larrañaga en estos días, yo decía que ayer dio un paso más en esa estrategia de confrontación dura, cuando dijo que siempre va a defender a los blancos, y no va a ser él quien destape el tarro de las denuncias de corrupción...

I de P - ...Estoy seguro de que es así...

EC - ...pero que es probable que el FA lo haga después de junio si el candidato es Lacalle. ¿Cómo observó ese tipo de comentario?

I de P - Yo nunca dudé de que Jorge Larrañaga es un blanco y no va a jugar sucio, no tengo ninguna duda, no es ninguna sorpresa para mí.

EC - Pero el tema aparece, y de esta forma, por la negativa, se termina discutiendo en la interna del PN.

I de P - Quizá, pero yo no me voy a poner a atribuir intenciones a Larrañaga, para nada. Lo que él dice en cuanto a que el Frente va a jugar sucio después de junio, ojalá que no, pero puede suceder.

EC - Larrañaga, cuando contesta preguntas sobre este tema, puntualiza que no fue él quien sacó el tema, sino que fue usted, que fue Ignacio de Posadas en una entrevista en el diario El Observador que se publicó el 13 de marzo, cuando dijo que el tema de la corrupción, si se introduce, no perjudicará solo a Lacalle, que puede terminar pegándole también a Larrañaga. ¿Por qué hizo aquella advertencia?, ¿por qué puso ese asunto arriba de la mesa?

I de P - Tampoco tiene nada en particular. Yo dije exactamente lo que él está diciendo, que de parte del PN no va a haber este tipo de juego sucio, que si ocurre, va a venir de afuera. Es lo mismo que está diciendo Larrañaga.

EC - Sí, pero ¿por qué hizo aquella advertencia en aquel momento? Casi no se hablaba de eso en la interna del PN. ¿Por qué creyó que era necesario poner esa alerta?

I de P - Tampoco me parece que haya habido una especie de losa sobre el tema. No creo que tenga nada en particular, lo importante es el contenido, y en eso estoy de acuerdo con Jorge.

EC - ¿Y la forma en cómo el tema se discutió, por ejemplo en esta entrevista de ayer de Búsqueda? ¿Para usted también está dentro de lo razonable?, ¿no lo preocupa?

I de P - No sé, usted sabe mejor que yo que en la dinámica de una entrevista, y después de cómo se construyen las entrevistas, no necesariamente se refleja 100% lo que la persona dijo. No me voy a poner a hacer análisis de si cuando Larrañaga dice A quiso decir Z y cuando dijo B era porque no quería decir C. Tomo lo que dijo, y estoy de acuerdo, estoy absolutamente seguro de que va a seguir siendo como ha sido hasta ahora, blanco de ley, nunca tuve la menor duda, y no va a venir de ahí ningún juego sucio, cualquiera sea el tema. Si viene, viene de afuera.

EC - Para terminar esta recorrida por declaraciones, dichos –esta semana hubo unos cuantos y varios de ellos muy ruidosos–, resulta que también en su grupo, CN, se hicieron declaraciones fuertes. Me refiero a los dichos de Gonzalo Aguirre en el acto del Club Defensor cuando habló de Mujica, Hitler y Chávez. El propio Lacalle salió 24 horas después a pedirle disculpas a Mujica en nombre de UNA. ¿Cómo tomó a usted, que encabeza CN, aquel discurso de Gonzalo Aguirre?

I de P - No es extraño que en los discursos políticos a veces se deslicen cosas que cuando se sacan como un pedacito son explosivas. En Uruguay, el desempleo, la economía, las preocupaciones de la gente van por otro camino. Eso que ocurrió hace dos días dentro de un día y medio nadie lo recordará, la realidad del país no pasa por ahí. Otra vez, estamos tratando de aprovechar este período para poner el foco y la atención, y que la gente ponga la atención, en los temas de fondo. Estos otros son temas episódicos, son un divertimento para los que andamos en la vuelta, pero al grueso de la gente no le interesan y no le atraen.

EC - Pero un discurso como ese de Gonzalo Aguirre ¿no es contradictorio hasta con el nombre del grupo, "Concordia Nacional"?

I de P - No, la figura fue infeliz. El argumento de fondo es "pongan atención en esta campaña electoral, porque el país se juega mucho", ese es el argumento y tiene razón. Después, las hipérboles a veces son más felices y otras no lo son.

***

EC - Usted ya dijo algo a propósito de qué es CN, este movimiento que ha estado impulsando y en el que también figuran el doctor Gonzalo Aguirre y la doctora Ana Lía Piñeyrúa. Mencionó recién cuáles son los asuntos que lo preocupan y que lo han empujado a armar un grupo, algo que no había hecho antes, ¿no?

I de P - Así es, es la primera vez.

EC - Entonces, cuando recorren el país con vistas a las elecciones internas, ¿qué tipo de planteos hacen?

I de P - Le agradezco la pregunta. Es lo que le decía, los tres, Ana Lía, Gonzalo y yo, estábamos en vías paralelas, estábamos lejos de la política, pero veníamos, sin saberlo, con las mismas inquietudes y preocupaciones. Hay un fenómeno que nos está ocurriendo, que no empezó con este gobierno, para ser justos, pero que sí se agravó, que es un país que quizá de a poquito y sin darse cuenta ha ido dejando por el camino, en jirones, valores fundamentales, y que ya no apuesta a la excelencia, que ha ido degradando sus niveles culturales, su calidad de vida, hasta en cosas tan esenciales como tener miedo de andar por la calle de noche. Para nosotros, eso es lo fundamental y en eso estamos tratando de concentrarnos.

Yo a propósito no hago hincapié en temas económicos, porque preocupante como es e importante como es en la vida de la gente la economía, estas otras cosas son mucho más graves. La situación de la enseñanza en Uruguay, en la que también, como en el tema de la seguridad, hay una pérdida de jerarquías, una pérdida de autoridad, un desnorteo. Esas cosas son las que nos preocupan, nos angustian.

EC - Ese es el diagnóstico. ¿Cuál es la propuesta?

I de P - Hay que apostar a la excelencia, hay que elegir; quien asuma el gobierno va a tener que elegir, en la realidad que vivimos, cuáles son las grandes batallas que hay que dar. No voy a ser yo quien va a tener la decisión, pero creo que la gran batalla que hay que dar es la de la educación; hemos ido para atrás en eso, nos estamos contentando con un más o menos, estamos haciendo de la mediocridad nuestro día a día. Y además, ya va permeando a todo, la mediocridad en el hablar, en el vestirse, en el pensar, en el trabajo, en la seguridad, en el ejercicio de los poderes públicos, en legislar: en todo. Eso es gravísimo, estamos en un deterioro cultural muy profundo, vamos camino a convertirnos en el país del más o menos, del pasarlo bien. Es espantoso.

EC - Concretamente, ¿cuáles son las iniciativas en el terreno de la educación que ustedes están propugnando?

I de P - De nuevo, no soy yo quien lo va a resolver, pero creo que lo que se precisa, más allá de las discusiones de planes de estudio, horario completo, no horario completo, es oxigenar al sistema. Tenemos un sistema educativo que se abroqueló, la autonomía terminó deformando la realidad; el sistema educativo tiene que estar en la línea, como en toda democracia, en que se pueda exigir rendir cuentas, no puede ser una especie de reino autónomo, una baronía. Hay que abrir, hay que transparentar, hay que comparar y hay que exigir.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Imagen: www.concordianacional.com.uy