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Alfie: este gobierno tiene una falta absoluta de republicanismo

Alfie: este gobierno tiene una falta absoluta de republicanismo

Entrevistado por En Perspectiva, el senador colorado Isaac Alfie señaló que en la actual administración hay "una falta de república y de libertad" que se ve "en el manejo agresivo con los medios de prensa, en el manejo terrible que se está haciendo en materia de justicia". Consideró que el debate legislativo es "bastante poco edificante y de bajo nivel" y que "no hay discusión profunda de los temas". "No hay nada pensado a largo plazo", agregó. "El país precisa un Partido Colorado más fuerte", ya que siempre fue "el impulsor de los cambios y la modernidad", enfatizó.


(emitido a las 8.57 hs.)

EMILIANO COTELO:
Hace ya varias semanas que el debate electoral acapara gran parte de la agenda política y de los medios de comunicación.

Y si bien a veces parece que eso es lo único que existe a nivel político, mientras tanto el gobierno continúa su marcha, siguen tomándose decisiones. Sin ir más lejos, ayer en el Senado se aprobó el proyecto de ley para licitar una segunda terminal de contenedores en el Puerto de Montevideo.

¿Cómo se observa desde la oposición este último año de la presidencia de Tabaré Vázquez? ¿Cuáles son los temas más urgentes?

Sobre estos temas vamos a conversar con el senador Isaac Alfie, economista y ex ministro de Economía en el gobierno del doctor Jorge Batlle.

***

EC - ¿Está haciendo algo en materia de campaña electoral?

ISAAC ALFIE:
No estoy metido de lleno en la campaña; sí estoy ayudando a algunas personas que me han pedido que les encabece las listas o que sea segundo detrás de José Amorín en las listas a la Convención Nacional, y de hecho he recorrido algunos departamentos y también en Montevideo voy a algunas reuniones, con diversa cantidad de gente, para tratar de explicar y fundamentar por qué hay que votar al Batllismo.

EC - Hay una versión que dice que terminaría encabezando una lista al Senado bajo el lema Partido Colorado (PC), que sería una parte de la 15 llegado el momento de las elecciones de octubre, algo que el doctor Jorge Batlle impulsa. ¿Qué dice de eso?

IA - En estos momentos no hay nada concreto, hay que esperar por lo menos los resultados de junio y que el partido y la 15 decidan cuál es la mejor estrategia a seguir. Las encuestas dicen que la votación va a ser magra para todo el partido, además cuando pase junio para el PC lo importante va a ser octubre, porque tiene que recuperar cantidad de bancas, tiene que recuperar espacios en el escenario político, porque el país precisa el PC más fuerte, precisa ese centro que hace de bisagra siempre, que siempre fue el centro abarcativo y moderador de la sociedad uruguaya, el impulsor de las políticas sociales racionales, el impulsor de la distribución del ingreso con racionalidad, el impulsor de los cambios y la modernidad, que siempre fue el PC. Entonces la estrategia tiene que basarse estrictamente hasta octubre, cuando se juega que el PC tenga esa mayor representatividad, y esos sean los votos que falten o los votos bisagra para la próxima administración, para de ese modo moderar la próxima administración.

EC - Notoriamente el doctor Jorge Batlle lo está impulsando, a partir de diferencias que tiene con José Amorín Batlle. ¿Va a jugar ese papel?

IA - Hay que esperar hasta después del 28 de junio, ahí hablaremos sobre el papel que vamos a jugar. No me niego a jugar ningún papel, pero no hay que adelantarse a los hechos. Hay que evaluar las opciones, si hay opciones mejores. Esto es por votos, no es un problema de personalismo, el PC y la Lista 15 tienen que evaluar quién va a representar mejor al partido y al sector, y quién tiene el apoyo de la gente y puede lograr esa representación, eso es lo fundamental.

EC - Si vamos a los temas que están en la agenda de gobierno, en la agenda del Parlamento en particular, que es donde usted se desempeña, ¿qué impresión tiene, en general, de cómo viene el debate a nivel legislativo en este último año del gobierno del Frente Amplio (FA)?

IA - El debate ha sido bastante poco edificante y de bajo nivel en términos generales. Este año casi no ha habido debate, salvo ayer, que fue una sesión bastante buena al principio y luego terminó degenerando, como siempre.

EC - Alude a la sesión en la que se discutió el proyecto de ley para la concesión de la segunda terminal de contenedores en el puerto.

IA - Sí; personalmente dijimos que votábamos con pena en contra del proyecto de ley, porque entendemos la necesidad de hacer eso, como lo entendimos en su momento. Votamos los dos primeros artículos de la ley en particular, aunque son totalmente innecesarios, para expresar nuestro deseo y nuestra voluntad de que el puerto tenga una política de competencia. Pero teníamos enormes reservas con toda la ley, los artículos eran o innecesarios o malos, entonces era imposible votar.

EC - Por ejemplo, ¿cuáles son algunas de las discrepancias fundamentales?

IA - Tenemos varias discrepancias. No estamos de acuerdo con que un síndico de la sociedad anónima sea designado por la Unión de Exportadores, quizás me gane la antipatía de los exportadores, pero en nuestra concepción de gobierno republicano, democrático y representativo no podemos poner en una ley en que representantes de un lobby, cualquiera sea, estén representados. Eso lo hace un gobierno corporativista fascista, no un gobierno republicano y democrático. Y así como votamos en contra eso, hace poco votamos en contra de algo en el tema de los armadores pesqueros o las patronales de la pesca. Que después el Poder Ejecutivo de turno entienda que la mejor persona es alguien que justo está en la Unión de Exportadores es una cosa distinta, pero no que esté en representación de, en representación del lobby que legítimamente va a defender sus intereses.

En segundo lugar, la ley hace la licitación con los pies, no con la cabeza.

EC - ¿Por qué?

IA - Primero se licita y se rematan las acciones, y después el que gana tiene que demostrar la solvencia económica y en materia técnica y operativa, y tiene que constituir las garantías. Si usted quiere embromar el asunto, manda, gana alguien, y después no tiene garantías, no tiene operadores portuarios en el mundo, etcétera.

Tercero, se prohíbe la competencia de Katoen Natie en esta terminal. Eso se puede hacer por resolución, porque la Ley de Puertos lo habilita, se puede hacer por ley. Estoy de acuerdo, me parece correcto que no pueda participar, porque si no sería un monopolio. Pero dijimos ayer en sala –y legisladores del FA nos apoyaron, entre ellos Fernández Huidobro–, y marché preso después, que también hay que prohibir determinadas otras competencias, eso lo tiene que hacer la reglamentación, porque uno no puede hacer todo. Por ejemplo, si alguien es un operador enorme en el puerto de Río Grande, en Itajaí o Paranaguá o en La Plata o Buenos Aires, que son los competidores, viene, gana para bloquear la competencia y hacer un monopolio medio regional, y a nosotros nos da lo que nos da y si quiere tener el otro puerto lo tendrá mejor. Eso también hay que bloquearlo, esta competencia no es solo nacional, es en un radio de muchos kilómetros.

Y cuarto, el tema del canon es una cosa totalmente de locos. No se puede fijar un canon por decreto, por ley, ni poner un canon en el que un contenedor de 40 pies paga el doble que el contenedor de 20 pies, cuando hoy se mueven casi al mismo precio. Tampoco se puede pretender, según aparece en un plan de negocios de este emprendimiento que alguna persona del puerto o no sé quién habrá hecho, que la tasa de retorno sea de entre 11 y 13%, cualquiera sabe que con eso va al fracaso.

EC - ¿Qué va a pasar entonces con este proyecto de ley? Todavía falta la instancia de la Cámara de Diputados.

IA - Sí, falta esa instancia. O vamos al fracaso o vamos a no hacer nada, porque además se dispone que el próximo gobierno tiene que rematarla entre el 1º de marzo y el 1º de junio, tiene tres meses para hacer el remate, con lo cual las bases tienen que estar prontas antes del 1.º de marzo. Si el gobierno es de distinto partido político yo quiero saber cómo va a ser eso. El gobierno perdió la oportunidad de hacerlo en su momento, les dijimos en su momento al ministro Rossi y al ingeniero Puntugliano, en una reunión en la que estábamos el doctor Sanguinetti y yo: nosotros apoyamos decididamente la política de puertos y una terminal más; solo queremos que no fracase y condiciones de competencia.

***

EC - Decía que la sesión de ayer, al menos al principio, fue una excepción en materia de debate en comparación con lo que venía siendo desde el comienzo de este año a nivel parlamentario, decía que no se discute, que se discute mal. ¿Cuál es su objeción?

IA - No se da solo en el plenario del Senado, también se da en las comisiones. No hay discusión profunda de los temas, no hay racionalidad, el partido gobierna con la mayoría absoluta, la aplica de una manera absolutamente errónea, porque la democracia no es solo el gobierno de las mayorías, no es solo ir a votar y que la mayoría después haga lo que quiera y cambie lo que quiera. La democracia republicana son las instituciones, las instituciones de largo plazo, el respeto y la defensa de los derechos de la minoría en toda su extensión. Y eso no se da.

EC - El FA consiguió mayoría parlamentaria propia en las últimas elecciones.

IA - Sí, pero usted puede aplicar la mayoría luego de tener cierto intercambio de ideas. No hay intercambio de ideas, en todo caso las discusiones son internas; por ejemplo en este último proyecto fue buena la discusión en el plenario pero no hubo discusión en las comisiones. En la comisión el proyecto cambiaba en 24 horas, cambió tres o cuatro veces en 24 horas por discusiones internas del FA, y terminó en esa mezcla de cosas que nadie entiende bien qué quiere decir. Ese es el problema fundamental, no se discute, no se discute racionalmente; algunos temas sí, excepcionalmente, se discuten racionalmente, pero hay cosas que son cantadas, y gente con experiencia advierte y la quedan mirando, no puede porque la ideología domina todo.

EC - ¿A qué se refiere?

IA - En cantidad de temas, sobre todo en derecho laboral, en materia de salud, incluso en materia de economía, de energía, no hay forma de discutir racionalmente. No hay forma de tratar de entender el tema, de ver si efectivamente es como se dice; y cuando uno demuestra que no es así, dice "miren que dos más dos es cuatro", lo quedan mirando: "no, dos más dos es cinco", y le hacen ver que no entendió que a partir del 1º del marzo de 2005 las cosas cambiaron y dos más dos no ya no es más cuatro sino que es cinco. Terminamos mal con eso.

Esa forma de hacer las cosas es lo que yo llamo falta de república y la falta de libertad, que luego se traslada a una cantidad de elementos fuera del ámbito del Senado y de la Cámara de Diputados. Lo vemos en el manejo agresivo con los medios de prensa, en el manejo terrible que se está haciendo en materia de justicia, porque yo no me expreso, no tengo idea sobre el tema del vicepresidente, y quizás para la fiscal Ferrero el cambio sea un ascenso, pero por cuestiones nada más que de imagen no se puede cambiar a una fiscal que está actuando de determinada manera en un caso en que está el vicepresidente en medio del asunto. Solo por cuestiones de imagen, no me expreso para nada sobre el fondo. Esa es la idea de falta absoluta de República, de falta de republicanismo, que es lo que define a la democracia. Si no, no tiene democracia, tiene una semidictadura con voto, un semirreinado. Es muy jorobado.

EC - Para entender mejor su preocupación: el FA mientras fue oposición denunciaba que las mayorías de colorados y blancos en los períodos de gobierno anteriores ignoraban a esa fuerza política, que no tenían en cuenta sus planteos y sus posiciones. ¿Qué diferencia hay entre aquello y esto?

IA - La diferencia es bastante notoria y obvia en muchos aspectos. En primer lugar, en años anteriores el FA era minoría, pero usted iba a cualquier lugar en el sector público y había absoluto respeto por personas del FA, y hoy muchas personas del PC y del Partido Nacional están muy complicadas en el sector público.

Segundo, este manejo de los fiscales y demás no se hizo nunca. Tercero, yo nunca escuché que un periodista le dijera "gusano" a otro periodista, nunca en mi vida lo había escuchado en Uruguay, y que además después se le diera un premio a ese periodista. En cuarto lugar y más importante, en respuesta concreta a su pregunta, los últimos gobiernos tuvieron que acordar, eran coaliciones, acordaban dentro de las comisiones y a veces fuera de las comisiones, y muchas veces tenían en cuenta planteos del FA. Pero el planteo siempre era "estamos en contra, en contra, en contra"; el FA votó en contra de la playa de contenedores, se opuso a todo. Es más, bloqueó la Ciudad Vieja cuando se hizo el remate, en una cosa en que el Estado mantenía el 20% del paquete accionario, que es la mejor forma de hacerlo porque seguramente los privados le darán más valor a esto en el futuro, y los fondos iban a la ANEP para construir escuelas de tiempo completo, que fue lo que hizo. (Este gobierno no hizo ninguna, y después hablamos de educación.) Acá van los fondos directamente para la Administración Nacional de Puertos (ANP) y no pasa nada, y cambiamos de posición. Y no cambiamos de posición en 30 años, cambiamos en siete u ocho años, y los argumentos son exactamente los mismos que nosotros teníamos en su momento.

Nosotros no bloqueamos por bloquear, cualquier legislador le puede decir que yo personalmente no dilato las cosas; es más, cuando soy presidente de una comisión -porque toca por rotación- no dilato los temas. Ahora, por ejemplo, la Comisión de Industria no se reúne porque no va la gente del FA, y hay que votar una ley de eficiencia energética, que vamos a votar en parte sí y en parte no. No somos los que dilatamos las cosas ni los que ponemos palos en la rueda. Personalmente entiendo que debemos colaborar porque aun en minoría todos los legisladores son gobierno igual, porque los gobiernos tienen tres poderes. Esa es la diferencia sustancial.

***

EC - Usted ha manifestado su preocupación por lo que ve como falta de políticas estratégicas en grandes asuntos. Ha hablado de energía, de transporte, de comunicaciones. ¿A qué se refiere concretamente? Por ejemplo en el caso de la energía.

IA - Los últimos gobiernos –en los cuales primero fui asesor y terminé siendo ministro, pero empecé como asesor en el año 90 en el Ministerio de Economía– tenían sus ideas y sus estrategias claramente delineadas. Así la Ley de Puertos, así la ley del marco regulatorio de la energía, así la liberalización de la generación de energía eléctrica por particulares, y un intento del que quedó una pequeña apertura de liberalización de las telecomunicación con excepción de la telefonía básica, que de hecho va a desaparecer sola por la tecnología. Algunas fueron bloqueadas por el FA, otras fueron bloqueadas por la vía de los hechos y otras se concretaron.

Acá no vemos nada de eso, cualquier persona del sector privado con la que hable del sector privado le va a decir que la política en materia de energía de la última administración estaba bien diseñada. En el tema del gas estaba todo bien hecho, los contratos estaban bien hechos; claro, nadie pensó que a un país se le ocurriría violar todos los contratos en determinado momento. Cuando vimos eso, en el nuevo diseño las opciones eran nuclear, gas congelado que se descongela y la interconexión por Brasil. En la nuclear pasamos discutiendo y no pasa nada, hasta que no quitemos la prohibición nadie va a venir a hacer nada, no vamos a poder empezar un camino que en el mejor de los casos va a llevar siete años, trayéndolo llave en mano, que es lo que habría que hacer. Las interconexiones que estaban en todos los informes de las comisiones interdisciplinarias –en las que había catedráticos de la Universidad, gente de UTE, gente del ministerio y técnicos independientes– eran con Brasil y por el lado de Salto Grande. Se dijo que íbamos a hacerla por el lado de Yaguarón y Río Branco, en un lugar donde costaba el triple; seguimos esperando los fondos estructurales, no se hace, y hoy traemos la energía por ahí, con el agravante de que si Argentina la deja pasar, bien, y si no, no, y pagamos el derecho de uso de la conversora y el costo del peaje, además de la energía, que entonces es mucho más cara. No hay nada pensado a largo plazo.

EC - El gobierno dice que en este período se hizo la primera inversión en generación de energía eléctrica en muchísimos años. Se refiere al caso concreto de la central de Punta del Tigre.

IA - Me molesta que me tomen el pelo, tanto allí como en esta liberación energética de ALUR, que en el mejor de los casos no pone ni 0,6% del total de la energía que el país necesita, y hacemos propaganda como si fuera la liberación energética. La central de Punta del Tigre estaba prevista, se iba a dar una adjudicación de una manera distinta en el tema de combustibles y de ciclos, pero en los primeros meses de 2005 el gobierno pidió que no se hiciera. Terminamos generando energía con motores de avión y de las seis turbinas cuando andan muchas andan cuatro, porque siempre se rompen, siempre tenemos problemas por el tema del combustible, básicamente el gasoil, y de los repuestos y demás. No es un problema de hacer o no hacer, de hecho aunque se diga que no había más inversión en energía, sí había, porque hasta los años 95, 96, la central de Salto Grande cada año nos daba un plus que más que cubría la demanda incremental de energía.

EC - ¿Cómo que daba un plus cada año?

IA - Salto empezó con muy poca energía para Uruguay y mucha para Argentina, porque Argentina había pagado casi toda la central, entonces a medida que Uruguay pagaba, que lo hacía con energía, nos daban más derecho de uso. Eso es incorporar centrales, y centrales mucho más grandes que esta. Pero además, cuando llega a una situación en la cual le sobra energía y no tiene ningún problema, no tiene que invertir, invertir es tirar el dinero, porque las inversiones tienen un momento óptimo. Si usted va a hacer un edificio para venderlo dentro de 10 años, cualquiera le va a decir que lo empiece dentro de ocho. Esto es más o menos así. Ya a fines de 2003 estaba claro que había que empezar a hacer algo, y de hecho a principios de 2005 ya estaba pronto para hacer. Entonces esta cuestión refundacional y de mirar las cosas solo desde una ventana, como que antes no había nada y ahora está todo, o viceversa, no me cierra. Se hizo eso, fue un error, estamos pagando la energía carísima de base.

¿Cuáles son los grandes planes del gobierno? El buque insignia del gobierno a esta altura es el Plan Ceibal, que no estaba pensado, surgió de una casualidad. La actual ministra María Muñoz en un congreso en Brasil se enteró de esta historia, se la contó al doctor Vázquez o al ingeniero Brechner, y vieron que era una cosa muy buena. Yo creo que es bueno, todavía no sé si es muy bueno, porque no hay evaluaciones, pero por lo menos bueno seguro que es, y lo toman como una cosa insignia, cuando fue fruto de una casualidad, no de un plan de gobierno, en el plan de gobierno no había nada. Es más, en la reforma tributaria, que supuestamente estaba en el plan de gobierno, se demoró un año y pico en mandar la ley porque no había nada hecho, y es más, se compró un paquete internacional que ya era conocido.

EC - Usted dice que no hay políticas estratégicas. Se refirió a la energía, pero también menciona transporte y comunicaciones. ¿Qué ve en transporte?

IA - En la última administración quisimos volver a poner el tren en funcionamiento para la carga, es una política estratégica que necesariamente complementa al puerto. Hay que tener interconexión, sobre todo con el sur de Brasil, para que el puerto siga creciendo, sin transporte de carga por ferrocarril no funciona. Y no es una contradicción con que antes se hubiera anulado el transporte, es un problema de volumen de carga, había una pérdida en términos actuales del orden de los 45-50 millones de dólares anuales en AFE, sin ninguna carga posible, pero después vinieron la madera y la revolución agrícola y se vuelve a precisar la carga. El tema de los trenes está en una declaración, no se hizo nada en cinco años. Estaba la habilitación a la llamada Corporación Vial en la ley de presupuesto del año 2005. En la administración pasada se sacó de cada lugar el tema de la autorregulación de los trenes y demás y se pasó todo a un órgano regulador que estaba en el Ministerio de Transporte; ahora se volvió cada uno a sí mismo, y usted no puede autorregularse y generar competencia y esas cosas. No hay nada.

Y está claro que Uruguay tiene telecomunicaciones caras y no tan eficientes como parece, pese a que la tecnología es tan imponente que nos parece razonable. Por ejemplo, con respecto a Argentina, internet en Uruguay a igual velocidad cuesta entre ocho y 12 veces más; se ve los avisos por televisión, se hace la cuenta y se sabe. Y es imponente lo que las telecomunicaciones desarrollan y aumentan la productividad. Pero Uruguay tiene una internet lenta, muy lenta, que dificulta los negocios. Por eso en la zona franca están con otro tipo de asunto y por eso se desarrollan. Pero ¿por qué hay que ir a la zona franca si podemos hacerlo internamente? ¿Por qué queremos evitar la competencia en el llamado triple play, que puede ser de cuatro? Yo lo vi hace ya 12 o 13 años en algunos países de Europa del norte, donde pasan internet, la telefonía, la televisión por cable y la distribución de energía eléctrica. Con esto se rompe el monopolio de distribución, no de trasmisión, que es claramente monopólico, pero sí de distribución. Puede tener competencia en la generación y en la distribución de energía, le queda el tramo de trasmisión del medio libre. Nada de esto se ha hecho. Esto es lo que tenemos que recrear, lo que tenemos que avanzar, tenemos que impulsarlo, ahí está la esperanza del país, ahí está el trabajo de los uruguayos, eso es lo que hay que hacer para que volvamos a ser una sociedad de clase media fuerte, que es a lo que todos aspiramos.

EC - ¿No hay margen en el Parlamento para estas discusiones?

IA - No hay margen, ese es el problema. En los años 2005, 2006, el senador Abreu propuso eliminar la prohibición de generación de energía nuclear –lo íbamos a presentar nosotros, pero lo presentó Abreu y está fenómeno– y empezar a discutir esto. No se discute.

EC - Se ha creado una comisión con representantes de distintos sectores políticos para evaluar qué posibilidades tiene la energía atómica en Uruguay.

IA - [Se ríe.] Disculpe que me ría bastante, pero está el viejo dicho: "si no quiere hacer nada, cree una comisión". Y es lo que hemos hecho, esa comisión tiene más de dos años y medio en el tiempo.

EC - No, la comisión se creó el año pasado.

IA - No, estoy seguro de que se creó antes. Se empezó a hablar en 2005 y se creó en 2006 o principios de 2007, estoy seguro de que fue así, pero no importa. No hizo nada, por supuesto, y nadie –por lo pronto yo no la tenía– tenía ninguna esperanza de que hiciera nada.

EC - Su impresión es que no se va a hacer nada.

IA - Mi impresión es que lamentablemente este gobierno no va a hacer nada, pese a que creo que el presidente de la República está a favor, como estuvo a favor del tratado de libre comercio con Estados Unidos y del tratado con Corea, pero estamos bloqueados totalmente en todos los aspectos. Y esas son las cosas de avance.

Hay una cantidad de cosas para hacer, en el tema de la educación hay que reformular muchas cosas, y hay contradicciones absolutamente increíbles en el gobierno, porque por un lado tenemos el Plan Ceibal, que nos parece bueno, pero al mismo tiempo que tenemos el Plan Ceibal por fuera de la ANEP, a la ANEP se le ocurre bajar las horas de inglés y de computación en secundaria. Es absolutamente contradictorio. Al mismo tiempo, secundaria es cada vez menos un ciclo en sí mismo, como en todos lados del mundo, en todos lados usted tiene que sacar de secundaria muchachos que puedan hacer una cosa terciaria de un año, medio año, dos años, aparte de la universidad, preparar técnicos paraindustriales, que sepan determinadas cosas y se adecuen rápidamente, técnicos en determinadas especialidades y servicios, pero seguimos preparando como hace 70 años, exclusivamente para la universidad. Los bachilleratos tecnológicos fueron una innovación de la reforma y dieron enorme resultado; no digo ampliar todo a bachillerato tecnológico, porque no es así, pero hay que hacer símiles de eso, que secundaria sea un ciclo en sí, porque hoy los muchachos llegan a tercero de liceo, se dan cuenta de que no van a aprender mucho más, que no les sirve mucho más y abandonan. Y todos sabemos que en el mundo actual un muchacho con nueve años de estudio es un analfabeto funcional, que cualquier muchacho necesita 12, 13, 14, 15 años de estudio para tener un empleíto, para regenerar la esperanza del crecimiento por sí mismo, que es lo que queremos. [...]

[...] El gobierno actual, la administración actual y el país, afortunadamente, gozó de la mejor situación conocida creo que desde la época de la independencia, porque en Argentina –que hay más registros- es de la época de la independencia, así que en Uruguay no puede ser muy distinto. En medio de esa mejor situación conocida la cosa ha mejorado claramente, era imposible que no mejorara, pero los resultados han sido magros. Me dicen que el salario real creció, por supuesto que creció, bueno sería que no hubiera crecido en un período en que el hubo un enorme aumento de la producción y una enorme ganancia por los precios internacionales. Pero, de hecho, los salarios crecieron menos que el producto. Ese es el punto clave, y ahí usted ve determinadas políticas que al final terminan en eso, cuando se da vuelta la tortilla no tiene el problema, el problema lo tiene si no ha puesto las bases de desarrollo a largo plazo. En algunos casos se siguen poniendo bases de desarrollo a largo plazo, pero cuando faltan estas cosas de base es un castillo con cimientos muy débiles que se puede venir abajo en cualquier momento. Es muy difícil de ver, ¿sabe cuándo se les cobra la ficha a los gobiernos? Cuando la cosa viene mal y viene la crisis financiera, sobre todo, porque las crisis económicas son más llevables.

EC - ¿Está haciendo autocrítica?

IA - En parte sí, yo soy muy crítico de muchas cosas. Todos los que me conocen saben que dije que buena parte de la gente de los gobiernos anteriores creía en el discurso del FA pese a que estaba en otros partidos, y no tenía confianza en que había que hacer las cosas de otra manera, había que demostrárselo. Hicimos una cantidad de cosas pese a que muchos nos miraban con recelo, se demostraron. Cuando se hizo lo del puerto no había muchos dentro de los partidos tradicionales a favor de rematar la terminal de contenedores. Lo mismo con Antel, no había mucha gente. Con los combustibles es claro que hay que liberalizar rápidamente ese sector y dejarnos de fantasías y paranoias. Ahora estamos haciendo una planta de desulfurización de combustibles cuando la planta es ineficiente de por sí, el volumen de producción es absolutamente ineficiente y por tanto esto agrega un costo más que va a hacer más caros los combustibles en Uruguay. Esas cosas las terminamos pagando, son cosas que no se ven pero se sienten.

Creo que Uruguay debe mirar al futuro con ilusión y con esperanza, la esperanza de Uruguay está en romper estas ataduras en materia de educación, dejar que la gente progrese por sí misma, que es el verdadero batllismo y es el verdadero progreso del país.

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Transcripción: María Lila Ltaif