(emitido a las 8.49 hs.)


EMILIANO COTELO:
El Consejo de Educación Secundaria está analizando el retorno al uso obligatorio de los uniformes.

La directora general de Secundaria, Alex Mazzei, dijo ayer al diario Últimas Noticias que: "Las autoridades están analizando aplicar las normas al respecto, que si bien se encuentran vigentes, han caído en desuso". Mientras tanto, el anuncio ya provocó discusiones; estudiantes y docentes se oponen, según los testimonios que recogió ese mismo matutino.


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EC – Estamos justamente con la profesora Alex Mazzei, directora general de Secundaria. ¿Cómo es que reaparece este tema del uniforme?, ¿por qué ahora?

ALEX MAZZEI:
Nosotros consideramos que el uniforme también es un recurso para lograr una mayor seguridad para los estudiantes, para fortalecer la identidad de las instituciones educativas y de los estudiantes, para generar este marco de instituciones que queremos fortalecer, con personal estable, con estudiantes con uniformes. Creemos que es un buen recurso para mejorar las instituciones educativas y por cierto el compromiso y la identidad de los jóvenes con las instituciones.

EC – Hay quienes sostienen que el uniforme es una herramienta que democratiza, es una herramienta que permite que todos luzcan igual, independientemente de sus posibilidades de comprar ropa mejor o ropa peor, o independientemente de sus posibilidades de ir cambiando la indumentaria día a día. Esa es una manera de verlo y esa es una de las razones por las cuales el uniforme ha existido, ¿no?

AM – Es muy cierto. En nuestro país el uso del uniforme es bastante desigual. Si viajamos por el interior, encontramos que hay centros educativos y departamentos que tienen muy arraigado el uso del uniforme.

EC – Usted está refiriéndose a centros educativos públicos.

AM – Públicos de secundaria. En Paysandú, por ejemplo, todos los estudiantes de secundaria usan túnica blanca.

EC – Sí eso nos decían más temprano algunos oyentes que justamente no entendían cómo era que esto estaba debatiéndose ahora.

AM – Claro, en algunas instituciones se usa, tienen su propia identidad. En el caso de Maldonado una institución empezó a exigir un uniforme, que es un equipo deportivo, y luego inmediatamente los demás liceos también se sumaron a esta iniciativa. Hoy los estudiantes de Maldonado tienen sus equipos deportivos de distintos colores, con la identificación del centro educativo.

Es cierto que hay posturas desiguales pero los primeros que lo demandaron y nos hicieron pensar en este tema fueron los estudiantes.

EC – ¿Cuándo fue eso?

AM – En noviembre del año pasado, cuando nos reunimos con una delegación de estudiantes, uno de cada liceo, en Paso Severino, donde recogimos muchas sugerencias. Allí también los estudiantes de Ciclo Básico reclamaban el uniforme como regla común para todos.

EC – ¿Pero con qué argumento lo reclamaban?

AM – Lo reclamaban con el argumento de que para ellos constituye un elemento de identidad con el liceo, de sentirse iguales, de algún modo los argumentos que manejamos todos.

Por otra parte, días atrás recibimos una delegación de padres y de docentes del Liceo 19 que también nos manifestaba su interés por que se estableciera por resolución la obligatoriedad del uniforme, cosa que nos parece que no es posible hacer porque con una norma de esta naturaleza tiene que haber también mecanismos de control con el mismo rigor.

EC – ¿Desde cuándo no se exige el uniforme? Porque las normas existen.

AM – Las normas existen, es una norma del año 1993 que establece que en los centros educativos todos deben ir con camisa lisa o blanca o celeste, corbata y un pantalón o pollera en el tono que se acuerde en la institución. Algunos directores son más rigurosos en la exigencia de ese uniforme, otros menos, y en los hechos se ha ido debilitando en muchos centros educativos.

EC – Pero por lo que usted cuenta la norma que existe es muy flexible, no habla estrictamente de un uniforme.

AM – No, la salida de la Dictadura marcó una resistencia fuerte al uniforme y desde entonces las autoridades de secundaria fueron flexibilizando el tipo de uniforme y cada comunidad ha ido dándole mayor o menor fuerza a esta medida.

EC – Hay liceos donde directamente no se usa nada parecido al uniforme.

AM – Bueno, en general -decían el otro día los profesores del 19- utilizan algún buzo distintivo; el liceo 21 hizo unas camisetas con logos para sus alumnos. Quizás los problemas más grandes son que tiene que haber un fuerte convencimiento para que se cumpla y qué se hace con el que no lo cumple, de manera que en eso se está trabajando.

Ahora estamos ante el lanzamiento de "Pintó deporte", un programa deportivo muy fuerte, que involucra a más de 100.000 estudiantes, que se realiza desde hace más de tres años en la educación secundaria. Estamos viendo la posibilidad de empezar por allí a instalar algunos uniformes, equipos deportivos que identifiquen a los liceos a la hora de las competencias.

Luego hay que trabajar con directores, docentes y estudiantes para identificar a aquellos que estén dispuestos a controlar y hacer cumplir.

EC – Pero concretamente, ¿qué tipo de criterio se está evaluando tomar?

AM – Tratar de que las instituciones educativas respondan a estas demandas y establezcan mecanismos o uniformes que crean que son los más adecuados para esa institución. Queremos que esté vinculado con la identidad de las instituciones, con la identidad de los centros educativos.

EC – La crisis por la que atraviesan los liceos en el Uruguay es un detalle nada menor...

AM – Sí, yo no diría que atraviesa una crisis como a veces se dice. Creo que hay liceos que funcionan muy bien, hay otros que tienen otras dificultades y por sobre todo, cuando todavía tenemos que seguir trabajando con instituciones que tienen tantos números de alumnos, el uniforme también es una ayuda muy grande hacia los docentes y los directores para la propia identificación del alumno.

EC – Usted hablaba de ventajas incluso en el plano de la seguridad, ¿por qué?

AM – Exactamente, por eso que decía recién: porque es fácil identificarlos, es fácil reconocer cuáles son alumnos de cada centro educativo. Las puertas de los liceos constituyen encuentros de muchos jóvenes, a veces es difícil identificar cuáles son alumnos nuestros y cuáles no lo son, de manera que todos esos elementos los estamos considerando a la hora de ir aceptando y de ir estableciendo criterios para la vuelta a los uniformes

Yo fui alumna del liceo Zorrilla, todos usábamos uniforme y realmente nos sentíamos muy orgullosos de nuestro liceo y de nuestro uniforme.

Por eso creo que ante la demanda -también de los estudiantes- es la oportunidad para empezar a discutir este tema que va a ayudar mucho, va a ser un gran elemento organizador en las instituciones educativas, y va a contribuir a dar esta pauta de identidad, de equidad, de igualdad, dentro de todos los alumnos que pertenecen a un mismo centro.

EC – Este trascendido ya ha dado pie a algunos rechazos. Por ejemplo, Martín Hramilovic, miembro de la Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media de Montevideo (CEEM), catalogó de "absurda" esta posibilidad de establecer un uniforme, y en caso de que se haga dijo: "Debería suministrarse el mismo así como el material de estudio para que realmente sea una educación pública y gratuita". Fue más allá y consideró que: "Esta iniciativa desconoce las condiciones en las que vivimos, dado que no estamos en una sociedad equitativa con igualdad de clases, es un intento de ocultar esas diferencias". ¿Qué dice usted?

AM – Yo lo invitaría a que recorra muchos liceos del interior y a que conozca también opiniones de otros estudiantes como hablábamos recién del encuentro de Paso Severino donde los delegados de cada uno de los liceos del país se pronunciaron por el uniforme como una medida favorable. Yo admito que esto genera debate y que hay posiciones encontradas como en todas las cosas; cada vez que uno piensa en una propuesta indudablemente hay maneras de pensar en otras. Pero no estamos pensando, y de pronto es lo que piensa este estudiante, en jóvenes de Bachillerato; estamos pensando en el Ciclo Básico, que son más chicos y que creemos que es allí donde necesitamos ir fortaleciendo y vinculando más al estudiante con el centro educativo.

EC – Hramilovic dijo algo más: "Hay gente que no tiene dinero para pagar el boleto; menos podrá pagar un uniforme".

AM – Bueno él se refiere seguramente al Bachillerato. En primer lugar, en el Ciclo Básico el boleto es gratuito; también los materiales didácticos en la mayoría de los casos los proporcionamos desde el centro educativo; y en donde se han hecho propuestas de uniformes obligatorios en los centros educativos, siempre se encuentran soluciones para resolver los problemas de aquellos que no lo pueden adquirir.

Recuerdo que en el caso de Maldonado se hizo una licitación a distintas empresas, los costos del uniforme fueron suministrados a los padres y en ese mismo llamado también se solicitó la posibilidad de que quedaran en el centro educativo un número determinado de uniformes para que se pudieran administrar a aquellos que no tenían posibilidades de adquirirlo. En general las comunidades educativas manejan muy bien este tema.

Por otra parte, hay instituciones en el Programa de Impulso a la Universalización (PIU), que lo llevan adelante 76 liceos, donde se les asignan recursos también para vestimenta, alimentación y recursos didácticos para aquellos estudiantes que no tengan posibilidades de adquirirlo.

EC – ¿Qué se dice en la Federación Nacional de Profesores (Fenapes)? Elena Risso, ¿tú estuviste haciendo averiguaciones?

ELENA RISSO:
Sí hablé hace minutos con José Olivera, de Fenapes, que estaba un poco sorprendido porque dijo que el viernes en la tarde ellos tuvieron una reunión con las autoridades del Consejo de Educación Secundaria y no se les hizo ningún comentario sobre este punto y que ellos tomaron conocimiento de esta noticia ayer por la prensa. También nos decía que es habitual que en algunos liceos, en particular del interior, se utilicen uniformes, no el característico uniforme que se usaba antes, sino por ejemplo un jean con un determinado buzo. También dijo que a priori no hay una evaluación definitiva; él considera que si hay acuerdo en cada centro educativo entre docentes padres alumnos y autoridades, sea cada centro educativo el que defina si usar o no uniforme.

EC – ¿Su comentario profesora?

AM – Bueno ya lo hice antes. Seguramente es cierto lo que dice José Olivera, ese tema no se trató, pero sí se trataron otros que igualmente dieron lugar a esta declaración de paro de parte del gremio que nos sorprende. Porque se trataron los otros temas que hoy constituyen la base de una plataforma de paro cuando se hizo explícita y claramente la presentación del plan de obras, del plan de grupos, etcétera, y sin embargo esa reunión no dio lugar aparentemente a satisfacción de los gremios.

No obstante, se ha discutido y se está discutiendo con los distintos órdenes del sistema educativo, y por cierto va a ser una medida flexible y de convencimiento de las comunidades. No es posible hacerlo de otra manera porque el control del uniforme luego nos acarrearía un conflicto adicional si es que no hay convencimiento de que todos lo quieran utilizar.

EC – Sí, el uniforme no sirve de nada si después unos lo usan y otros no.

AM – Y más si después tenemos que tomar medidas coercitivas, como ha pasado anteriormente, que no dejan entrar a los chicos porque no vienen con uniforme y el uniforme puede traducirse en mayor ausentismo de los estudiantes. De manera que esto, indudablemente y como lo dijimos siempre, no es una medida de resolución sólo administrativa sino que es una medida de convencimiento en este nuevo marco de instituciones educativas más fortalecidas y más organizadas.

EC – Tengo una cantidad de mensajes, preguntas y comentarios de los oyentes, es curioso, es un asunto que moviliza mucho por lo visto, que genera mucha participación de la audiencia. Voy a citarle nada más un último mensaje, que viene con tono irónico. Dice Jorge, de Marindia: "Me siento muy gratificado al ver que la calidad de educativa ha llegado a su nivel óptimo ya que sus autoridades se dedican a discutir cosas tan banales como el uso de uniformes".

AM – Realmente me gustaría poder conversar con Jorge de Marindia todas las medidas que ha tomado esta administración para mejorar la calidad de la educación, para lograr la universalización de los jóvenes en la educación secundaria y para tratar de realmente darle un estatus a la educación secundaria que hacía mucho tiempo no tenía.

La mejora de la calidad de la educación depende de muchos factores, e indudablemente que el uniforme es uno menor. También ocurre que a veces lo que interesa y lo que se divulga no es seguramente lo que a ese señor o de pronto a mí nos puede parecer lo más importante.

Seguramente hay programas especiales de inclusión, hay actividades especiales en las distintas asignaturas que hoy nos están dando cuenta de una preocupación de las autoridades por mejorar la calidad de la educación que no siempre tenemos tiempo de difundir. Y a veces nos convocan temas como estos, y son bienvenidos. Siempre tenemos abierto un debate sobre estos temas y lo invitamos al señor a que manifieste sus preocupaciones a través de el "0800 Diga", que se habilitó hace alrededor de un mes a efectos de escuchar todas las propuestas que puedan tener padres, o ciudadanos en general, para mejorar la educación secundaria.

EC – ¿Cómo es el 0800?

AM – "0800 Diga", con las letras del teléfono que corresponden a la las letras D-I-G-A.