¿Hay un nuevo escenario electoral? ¿Cambian las chances del Encuentro Progresista - Frente Amplio?
Análisis político del director de Factum, Oscar A. Bottinelli.
{{b}}EN PERSPECTIVA Viernes 26.03.04, 08.08.{{/b}} EMILIANO COTELO: En estas últimas semanas se han producido varias novedades políticas que llevaron a políticos y analistas a hablar de que se había conformado un nuevo escenario electoral: por un lado la {{a href='http://historico.espectador.com//perspectiva/per2004-03-10-6.htm' target=_blank}}{{font color='#333399'}}aparición de la candidatura común del Foro Batllista y la Lista 15 a cargo del escribano Stirling{{/font}}{{/a}}; por otro el alto {{a href='http://historico.espectador.com//perspectiva/per2004-03-12-2.htm' target=_blank}}{{font color='#333399'}}posicionamiento de Jorge Larrañaga en el Partido Nacional{{/font}}{{/a}} (PN), empezando a superar a Lacalle; paralelamente se ha hablado también en estos días del impacto que pudiera tener en la decisión de voto la recuperación económica con guarismos relevantes que se dio a fines del año pasado y continúa en éste. ¿Cuál es el impacto de estos hechos? ¿Hay un nuevo escenario electoral? ¿Cambian las chances del Encuentro Progresista - Frente Amplio (EP-FA)? De esto vamos a conversar con el politólogo Oscar A. Bottinelli, director de Factum, que además tiene los datos de la última Encuesta Nacional Factum. Ubiquémonos primero en el punto de partida. OSCAR A. BOTTINELLI: El punto de partida es que en Uruguay efectivamente se produjo un cambio de escenario a mediados de 2002, en medio del shock, esa especie de paridad entre EP-FA o la izquierda de un lado y los partidos tradicionales del otro, se rompió con un desnivel fuerte a favor del EP-FA, con crecimiento de la izquierda, mucho mayor caída aún de los partidos tradicionales; la izquierda se mueve en torno al 50 por ciento, a veces algo más, a veces algo menos, y esto se manifiesta estable también a lo largo de todo 2003, lo cual planteó un escenario de una izquierda con altísimas probabilidades de éxito, incluso con mayoría parlamentaria. Se habla de un nuevo escenario porque efectivamente hubo dos hechos. El primero, la aparición de Larrañaga, es un poco más antiguo; la novedad es la potencialidad que empezó a demostrar Larrañaga en la competencia dentro del PN, y la posibilidad de un escenario en que el PN tenga a Lacalle o a Larrañaga hacia la elección de octubre. Por otra parte en el Partido Colorado (PC) se concreta la candidatura común de Stirling, que lo ha transformado de hecho en el candidato único del PC. Veamos la encuesta que se hizo los días 5 y 6 de marzo; hay que tener algunas reservas sobre la misma porque se hizo el mismo fin de semana en que la gente se empezó a enterar de que se había producido o estaba en camino a producirse el acuerdo en torno a la candidatura de Stirling, por lo tanto no era el Stirling ya oficialmente definido que aparece a lo largo de la semana siguiente. EC - Estaba gestándose la proclamación de Stirling. OAB - Sí, recordemos que el día domingo los diarios ya titulaban con Stirling, se daba por definido que iba a ser el candidato. La encuesta cayó a caballo de ese fenómeno. EC - Esa encuesta daba: - EP-FA-EP-NM: 53% - PN: 18% - PC: 14% - Indefinidos/otros: 15% OAB - Pero hay un tema interesante: que nosotros, además de este escenario clásico, presentamos los dos posibles escenarios personalizados hacia octubre: Vázquez Lacalle - Stirling o Vázquez Larrañaga - Stirling. El primer dato es interesante: en cualquiera de los escenarios personalizados, Vázquez queda en el 49 por ciento, hay un 4 por ciento que inicialmente se pronuncia por lo que ahora se llama Encuentro Progresista - Frente Amplio - Nueva Mayoría (EP-FA-NM), pero cuando se personaliza cuando se personaliza no dice Vázquez, se traslada a indecisos o a otras opciones. El escenario Vázquez Lacalle - Stirling da: - Vázquez: 49% - Lacalle: 18% - Stirling: 17% - Indefinidos/otros: 16% Es decir, Vázquez baja 4 puntos, Lacalle queda igual que su partido, en 18 por ciento, no gana ni pierde, y Stirling aumenta 3 puntos en relación a lo que venía dando el PC. Para el escenario Vázquez Larrañaga - Stirling da: - Vázquez: 49% - Larrañaga: 20% - Stirling: 13% - Indefinidos/otros: 18% Es decir, Vázquez tiene también 4 puntos, Larrañaga aumenta 2 puntos en relación al PN, mejora, y Stirling da 13, en la competencia con Larrañaga no sólo no gana sino que no retiene lo que originalmente daba el PC. Repito que son cifras de arranque, más que nada para tener en cuenta como comparativo más adelante, para ver cómo se fueron modificando las cosas, de ninguna es un escenario pronosticable. Es importante ver que en este arranque inicial no parece que los cambios de figuras cambien en nada significativo el escenario al EP-FA-NM. EC - Salvo por ese detalle, que cuando se pasa a dar nombres de candidatos presidenciales, Vázquez tiene 49 y no 53 por ciento, como tiene el EP cuando la pregunta se hace por partidos. ¿Qué consecuencias puede tener eso? OAB - Exacto, pero lo mismo ocurre con Lacalle, no es un episodio de cambio de candidatos sino que hay un electorado que se vuelca a la izquierda, no está convencido del todo y evidentemente en la izquierda estaría buscando más el nombre de Astori que el de Vázquez. Cuando se maneja la competencia entre partidos en principio iría a la izquierda, pero si la izquierda queda con este candidato Vázquez, se retira. Es más un tema interno de la izquierda que de la izquierda confrontando con el escenario. Hablemos claro: nadie especula con la posibilidad de que en el escenario de octubre esté Astori en lugar de Vázquez. EC - Esos son los números de partida en la opinión pública cuando se estaban consolidando los nuevos datos en cuanto a los candidatos del PC y el PN. *** Entonces, a partir de este nuevo escenario electoral y de noticias como, por ejemplo, la de la recuperación económica, ¿cambian las chances del EP-FA para octubre y noviembre? ¿Qué elementos están en juego? OAB - En primer lugar, no olvidemos fue el centro de nuestro {{a href='http://historico.espectador.com//perspectiva/per2004-03-05-5.htm' target=_blank}}{{font color='#333399'}}análisis del 5 de marzo{{/font}}{{/a}} que hay una tendencia estructural de caída de los partidos tradicionales y de crecimiento de la izquierda que empieza de la elección de 1966 a la de 1971. Hasta 1966 los partidos tradicionales oscilaban entre el 89 y el 91 por ciento del electorado y empiezan a caer en 1971 hasta llegar al balotaje de 1999 con un 52 por ciento y, si tomáramos el referéndum de Ancap, allí exhibieron una potencialidad del 36-37; probablemente esa potencialidad sea mucho más alta en las elecciones nacionales, pero evidenció este tipo de caída. Así que por un lado hay una tendencia que es estructural. Por otro lado, en relación a la recuperación económica, hay que analizar muy bien lo que pasó en 2002. EC - ¿En qué sentido? OAB - En 2002 pasó toda una serie de cosas: la devaluación, la crisis bancaria y todos los shocks subsiguientes. Analizar lo que pasó ese año en cuanto a que no se lo debe tomar como un año malo, como que ese año la economía no anduvo, ese año hubo algún problema social, sino como un año en el que se produjo un shock sobre la sociedad. EC - Tú llegaste a hablar en algún análisis de "trauma". OAB - Exacto, yo menciono la palabra "trauma", fue traumático para la sociedad. Así como en la vida todos hemos vivido hechos traumáticos que nos marcaron, hechos de distinta naturaleza que no son solamente un golpe del que uno se repone, sino cosas que lleva muchísimo tiempo asimilar y superar. Lo mismo ocurrió con la sociedad en su conjunto. Y no se sale de un trauma ni se reacciona porque inmediatamente aparezcan algunos signos positivos; no es que haya cambiado el escenario radicalmente, se haya dado vuelta todo y estemos igual que en 1998. Lo que hay son indicadores de que se está saliendo de ese fenomenal pozo en el que se cayó, y se está saliendo colectivamente, pero no es igual para todos los hogares, probablemente no lo sea para la mayoría. Entonces, aunque todos los hogares estuvieran recibiendo en este momento un mejoramiento, no hay que olvidar ese concepto de trauma, de que lo que hubo en 2002 o entre 2001 y 2002 y que el 2002 machacó, fue la pérdida de las certezas, la pérdida de expectativas claras, ciertas. Ahora se está recuperando el optimismo, la confianza en el país, en el futuro, pero es un proceso muy lento. A los partidos tradicionales no les van a dar los tiempos de recuperación económica (si ésta fuera vertiginosa y llegara a todos los hogares), sobre todo por este tema de shock o de trauma. EC - ¿Qué otros elementos hay en juego? OAB - Por otra parte existe en la sociedad una responsabilización de la crisis no particularmente a este gobierno presidido por Jorge Batlle, sino que uno nota que es globalmente a los últimos gobiernos. Hay una responsabilización colectiva de la sociedad estamos hablando de una mayoría; hay una minoría que no sólo no los responsabiliza sino que defiende a los gobiernos y considera que actuaron muy bien, o que actuó bien uno o el otro a blancos y colorados de la crisis, y no está particularizando en liderazgos, sino en el conjunto, "blancos y colorados": por lo tanto no culpabiliza tanto al gobierno sino a los gobiernos. Cuando analizamos el {{a href='http://historico.espectador.com//perspectiva/per2003-12-08-7.htm' target=_blank}}{{font color='#333399'}}resultado del referéndum de Ancap{{/font}}{{/a}} lo primero que dijimos aquí fue que fue un voto contra los gobiernos, no sólo contra el gobierno. EC - ¿Y los nuevos liderazgos? OAB - El impacto de los nuevos liderazgos es una incógnita, pero está en este contexto; además el desgaste de liderazgos del PC y el PN se da no sólo sobre figuras de nivel de liderazgo presidencial, sino también sobre actores intermedios y departamentales y locales. Es profundo el nivel de descreimiento que ha avanzado en la sociedad sobre los partidos tradicionales. Estos son fenómenos más de carácter estructural, lo que lleva a que relativicemos mucho los impactos de los nuevos escenarios en cuanto a candidaturas o desde el punto de vista económico. EC - ¿En definitiva? OAB - Esto nos lleva a un tema que va a dar para un análisis mucho más profundo: que la izquierda, el EP-FA, depende mucho más de sus propios aciertos, o al revés, de arriesgar sus posibilidades por errores propios que por desafíos ajenos. Los desafíos ajenos podrán desestabilizar dentro del Frente, hacerlo trastabillar y cometer errores, pero uno diría, como se dice a veces en el fútbol, que en este campeonato el EP-FA depende de los puntos que gane por sí mismo, no tanto del resultado de los otros partidos. --------------------------------------- Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo Edición: Jorge García Ramón