Fondos de Incentivo Cultural: una alianza entre el Estado, empresarios y artistas
Hugo Achugar, director nacional de Cultura, explicó a En Perspectiva el funcionamiento de los Fondos de Incentivo Cultural que implementó el Ministerio de Educación y Cultura. "Se hace una especie de matrimonio entre el sector empresarial y el sector artístico de la sociedad", señaló el jerarca sobre este mecanismo por el cual las empresas que apoyen proyectos artísticos podrán deducir luego lo donado de sus impuestos. Con respecto al Jurado de Viabilidad, que es quien juzga si un proyecto es viable o no, dijo que el mismo se guiará por el criterio de búsqueda de la diversidad, y agregó: "No hay sesgos, se premia calidad, no ideología. El Estado no tiene interés en ser comisario estético ni político en lo que refiere a reparto de premios artísticos".
(emitido a las 9.00 hs.)
EMILIANO COTELO:
¿Cómo hace un artista que tiene una buena idea pero no tiene capital para llevarla a cabo? Ese tema, el acceso al financiamiento, es un aspecto fundamental en la realización de un artista, y sin embargo conseguir esos fondos en un país tan pequeño como el nuestro termina siendo una tarea muy difícil.
Para facilitar ese camino, el gobierno ha establecido algunos mecanismos que de a poco se han ido poniendo en marcha. Por ejemplo, ya se han otorgado recursos públicos a través del sistema de los Fondos Concursables. Pero todavía faltaba una pieza, que puede llegar a ser muy importante en estos engranajes, si funciona adecuadamente.
Estoy hablando del mecenazgo privado. Esta posibilidad quedó disponible en marzo pasado, cuando se lanzaron los Fondos de Incentivo Cultural (FIC), el sistema que permitirá a las empresas financiar proyectos artísticos y deducir luego lo donado de sus impuestos.
La semana pasada se supo que en el primer llamado a aspirantes se presentaron 269 proyectos, que ahora van a ser evaluados por los jurados correspondientes. Paralelamente, el mecanismo viene siendo difundido en el mundo empresarial a través de conferencias como la que organizó ayer la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU).
Para conocer en qué consiste este mecanismo de los FIC, qué alcance tiene, cómo se hacen estas donaciones, vamos a conversar con el director nacional de Cultura, del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), profesor Hugo Achugar.
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EC - ¿Tenemos en Uruguay ahora una ley de Mecenazgo?
HUGO ACHUGAR:
La tenemos desde hace ya un tiempo, pero hace poco terminaron de redactarse las bases, porque primero fue aprobada la ley, hace cerca de dos años, luego se reglamentó, y en marzo se hicieron el lanzamiento y el llamado a inscripciones. En este momento los jurados están por fallar y próximamente, el 13 de julio, si no me equivoco, se anunciará qué proyectos fueron aprobados.
EC - Antes de pasar a los FIC en sí, una precisión: ¿qué diferencia hay entre este instrumento y los Fondos Concursables, que funcionan desde hace ya un tiempo?
HA - Hay una diferencia básica. Los Fondos Concursables manejan un dinero que el Estado destina a distintas categorías para apoyar proyectos de artistas sin necesidad de que participen los empresarios. En cambio, en los FIC se hace una especie de matrimonio entre el sector empresarial y el sector artístico de la sociedad. Que no son solo artistas individuales, pueden ser museos, teatros, no es solamente un pintor, un poeta o un mimo.
EC - ¿Qué tipos de contribuyentes pueden realizar estas donaciones? ¿Solamente las empresas?
HA - Pueden hacerlo aquellos que pagan el IRAE (impuesto a las rentas de las actividades económicas) y el impuesto al patrimonio. Es ese tipo de personas jurídicas que puede contribuir al fondo. De hecho ya hay un contribuyente que ha aportado al Fondo. Se trata de un empresario de Florida que ya vertió sus fondos al FIC.
EC - La posibilidad está abierta desde marzo, cuando se lanzó el sistema.
HA - Exactamente. Desde hace un tiempo estamos haciendo una campaña de difusión con la Cámara de Comercio, con las cámaras empresariales, con distintos grupos, para explicar los mecanismos. Por eso ayer, además de la ministra de Educación y Cultura, María Simón, y del ministro de Industria, Daniel Martínez, estaba presente una delegada de la Dirección General Impositiva (DGI), Elizabeth Blanco.
EC - ¿Cómo es el mecanismo de aporte? ¿De qué manera contribuye una empresa a estos fondos?
HA - Hay dos maneras. La iniciativa puede ser del empresario, o del artista que busca asociarse con un empresario. Y hay distintas categorías, está el aporte al fondo global, en ese caso el empresario no apoya un proyecto específico sino al Fondo en general. Allí el beneficio fiscal es mucho mayor, de 100 pesos que tendría que pagar de impuestos, paga 18,75, y el resto es aportado por el Estado, que resigna esa parte para volcarla al fondo global del FIC.
EC - Eso es lo que puede deducir de impuestos el empresario. En el caso de que el aporte sea al fondo general, puede deducir el 71,25% de los impuestos.
También puede contribuir a alguno de los fondos sectoriales.
HA - Así es, por ejemplo a las categorías Museos, Teatro, Música, Audiovisual, etcétera; en este primer llamado se llamaron ocho categorías. Ahí baja el porcentaje.
Luego también puede hacerlo a un proyecto en particular, no a la categoría Museos, Teatro, Música, Cine, sino a esta película en particular o a este museo en particular. En este caso la exoneración de impuestos baja, pero el beneficio para el empresario sube en la medida del retorno, porque está asociado a un proyecto que le interesa y en el que su aporte va a ser identificado directamente con ese producto.
Y existe una última categoría en la que pueden ser emprendimientos públicos, con una diferencia según se radiquen en Montevideo o en el interior; en este caso se favorece a los proyectos que estén radicados en el interior.
EC - ¿Hay un monto máximo que una empresa pueda aportar a estos fondos?
HA - Hay un monto máximo en general que el Estado está dispuesto a resignar, no por empresas. Estamos todavía en el proceso de instrumentación uno va aprendiendo sobre la marcha, esto para el país es una novedad, aunque para el mundo sea una práctica de décadas, esto está en proceso de terminar de ser reglamentado por el Consejo Nacional de Evaluación y Fomento de Proyectos Artístico-Culturales (CONAEF), que es el organismo al que la ley, el Parlamento, los legisladores le dieron la misión de custodiar o de dirigir a estos FIC.
EC - Usted alude al espacio fiscal que el Ministerio de Economía está dispuesto a ceder este año por este tipo de concepto, que tengo entendido que es una cifra de 18.450.000 pesos.
HA - La cifra puede ser un poco mayor, pero eso todavía no está definido.
EC - ¿No está definida todavía?
HA - No públicamente; está en proceso de ser definida, no me corresponde a mí difundirla todavía. Deme 10 días y le digo la cifra exacta.
EC - En marzo, cuando se hizo el lanzamiento de este mecanismo de los FIC, la coordinadora general de estos fondos, Mariana Weinstein, dijo al matutino La Diaria que "un indicador muy positivo para el proyecto será que el propio sistema fomente que los productores vayan tendiendo lazos con el empresariado, a fin de ir asegurándose la financiación una vez aprobados sus proyectos por el Consejo".
Usted aludió a esta posibilidad, que ya exista un contacto previo, por ejemplo entre los productores de una película que están preparando su proyecto y determinadas empresas. Puede haber contactos en lo previo, mientras el proyecto de la película concursa, mientras pasa por el jurado. Y usted decía que es bueno que esto ocurra.
HA - Por supuesto que sí. Por otra parte, algo que fue además señalado y destacado ayer por ambos ministros, la responsabilidad social de las empresas y los empresarios es algo que ya está instalado en la sociedad uruguaya, y no ha impedido que algunos empresarios apoyaran proyectos culturales o artísticos. Esta modalidad va a seguir.
EC - De hecho ya hay aportes de empresas a proyectos culturales y artísticos. Ahora podrá hacerse en un marco legal en el que por esos aportes las empresas obtendrán beneficios tributarios.
HA - Exactamente. Dentro de unos días, cuando se sepa cuáles proyectos fueron aprobados... ¿Qué quiere decir "aprobados"? Es importante que esto quede claro, sobre todo para los empresarios y los artistas. Aprobados son aquellos que superaron la evaluación de un tribunal que va a determinar el alto contenido cultural o artístico del proyecto, y además del jurado de viabilidad, que vio si era factible económicamente o factible de ser realizado tal como estaba planteado. Esos proyectos que van a ser aprobados son los que pueden ser exonerados en este primer llamado.
EC - Para los miembros del jurado ¿no es una presión enterarse de que un cierto proyecto está esperando que ellos lo aprueben para acceder a un financiamiento que ya tiene negociado con cierta empresa?
HA - No veo por qué tiene que ser una presión. En todo caso, ningún miembro de los tribunales expresó que sentía una presión en ese sentido. Yo creo en la madurez de nuestros jurados, todos calificados y con relevancia en el medio, y que actúan con independencia. La presión sinceramente no la veo. O será que a mí no me hace efecto y supongo que los demás son como yo.
EC - ¿Cuántos jurados hay?
HA - Hay tres jurados por categoría, en algunos casos un poco más, depende de cada una de las categorías, más cinco jurados del Jurado de Viabilidad, que revisan los proyectos. En algún caso cuando el proyecto tiene alguna dificultad pero tiene un alto contenido artístico, el Jurado de Viabilidad le da un plazo de 48 horas para que lo ajuste, y vuelve a ser evaluado junto con el tribunal de contenidos, y allí pasa a la etapa final.
EC - ¿Por qué tiene que existir un jurado que elija qué proyectos pueden ser financiados por este mecanismo y cuáles no?
HA - Suponga que mi sobrino o mi sobrina, que hacen muy bien otras cosas pero no son especialmente buenos pintando o la sobrina del vecino, estoy poniendo un ejemplo cualquiera, se presentaran a pedir un apoyo para realizar una exposición o una gira por Europa o por el interior del país o por distintos museos de América Latina. Si ese proyecto plástico no tiene calidad, o si el proyecto de película no es bueno, ¿por qué lo va a apoyar? Si un empresario lo quiere apoyar con independencia de lo que los jurados han evaluado, tiene todo el derecho, este es un país libre, lo puede hacer como lo ha venido haciendo hasta ahora. Pero si además quiere tener un beneficio fiscal, entonces tiene que tener ciertos estándares de calidad que son determinados por este tribunal.
EC - Hay quienes opinan que el mecanismo es discutible.
HA - Todo es discutible.
EC - Me han mencionado un par de objeciones que me gustaría que usted contestara. Por ejemplo, el jurado puede tener un sesgo que determine que un proyecto sea más válido que otro por razones que no necesariamente tengan que ver con su calidad artística o su valor cultural.
Otra objeción. Que el jurado podría elegir proyectos que desde el punto de vista artístico-cultural fueran muy buenos pero no contaran con un respaldo institucional que asegure su concreción, o que no asegurara que los fondos a los que acceda se utilizarán adecuadamente.
¿Qué contesta?
HA - Justamente por eso funciona el Jurado de Viabilidad. Si el Jurado de Viabilidad entiende que no es viable o que el proyecto no tiene el respaldo suficiente, seguramente no será aprobado. No es que se apruebe a la ligera. En internet están las bases, se pueden ver los criterios generales con los cuales se juzga, que son totalmente transparentes, como los de los Fondos Concursables. Allí se verá que aquellos que no tienen viabilidad, no la tienen, eso es clarísimo.
Con respecto a lo primero...
EC - Cómo se define si un proyecto tiene valor artístico-cultural.
HA - Ese tema se viene discutiendo desde la época de Aristóteles y Platón.
EC - Justamente; ¿entonces?
HA - Es un poco viejo. Uno tiene que decidir, y de hecho hemos venido haciéndolo, no solamente los uruguayos sino todas las sociedades del mundo. Desde los premios en Cannes, pasando por las becas Guggenheim, por los premios en Argentina, los Florencio en Uruguay, para hablar solo de cine. Es decir, ese riesgo de lo debatible que es el gusto o la calidad estética o artística para unos y otros es algo con lo cual la sociedad uruguaya y la sociedad humana han vivido y van a seguir viviendo por los siglos, no es un problema solucionable. Lo único que se puede decir con respecto a eso es que en la conformación de los jurados buscamos diversidad, está expresamente establecido en el llamado.
EC - Esa precisión es importante. Tengo un mensaje de la audiencia, de Joaquín, de Punta Carretas, que dice: "Esto es para que los gobiernos controlen la producción artística del país".
HA - [Se ríe.] Es muy divertido. No, que se quede tranquilo. Entre otras cosas, hay diversidad de género, de ubicación entre Montevideo y el interior, etaria y en lo posible de ideas o gustos estéticos, en lo cual uno puede presumir o intuir. Eso por un lado.
Pero hay otra cosa que quizás valga la pena, y espero que el autor de esas palabras me autorice a decirlas públicamente. Ayer me visitó en la Dirección Nacional de Cultura un antiguo director de Cultura que acababa de cobrar su premio por un libro que había presentado. Y me dijo: "Gran alegría, Hugo, comprobar que a pesar de las diferencias ideológicas que tengo con este gobierno, y que planteaba en este libro, haya recibido el premio. Esto habla de la transparencia, de cómo se ha portado la Dirección".
En ese sentido no hay sesgos, se premia calidad, no ideología. El Estado no tiene interés en ser comisario estético ni político en lo que refiere a reparto de premios artísticos.
EC - Pero a los efectos de la conformación de estos jurados que usted decía van a estar pautados por la diversidad ¿también se tiene en cuenta la diversidad política?
HA - Alcanza con que los interesados entren en la página y vean la conformación de los jurados. Si me dicen que no hay diversidad ideológica y política, sería interesante que me lo probaran. En lo que a mí respecta y por lo que he visto y conozco de los jurados, hay una gran diversidad.
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EC - Le pedí algunos comentarios sobre este instrumento al doctor Leonardo Costa, que es experto en derecho tributario y que integra nuestras tertulias. Y me decía que ya existe algún antecedente en Uruguay de mecanismos parecidos a este, concretamente la posibilidad de que empresas privadas realicen aportes con destino a escuelas públicas, que en su momento impulsó el doctor Alejandro Atchugarry. Y parece que ese sistema no ha despertado demasiado interés en los empresarios porque en general los mecanismos de aporte y, sobre todo, de deducción son muy engorrosos y burocráticos.
¿Se ha previsto este aspecto? ¿Cómo se lo maneja en el caso de los FIC?
HA - Esto es diferente de eso otro. Ayer la representante de la DGI, Elizabeth Blanco, lo explicó con claridad, hay un formulario, el empresario presenta el recibo de haber depositado en la cuenta del Banco de la República (BROU) de los FIC la cantidad que ha depositado, y en el momento de hacer el pago de impuestos presenta ese recibo, que inmediatamente se procesa. La representante de la DGI habló de un plazo mínimo, creo recordar que dijo de 10 días o dos semanas para hacerse efectivo el trámite. Es muy simple.
EC - En el sitio web del Fondo dice que "el CONAEF entregará al donante un comprobante con el porcentaje del beneficio fiscal al que accede, contra la presentación de la boleta del depósito en el BROU, en la que deben constar el monto donado y el destino de la donación. Luego los donantes canjearán tales documentos por certificados de crédito en la DGI".
Hay por lo menos tres pasos: primero hacer el depósito en el BROU, después ir al MEC a obtener el certificado, y finalmente ir a la DGI.
HA - Sí, conociendo cómo funciona y ha funcionado durante 100 años nuestro Estado, tres pasos es maravilloso.
EC - ¿Usted dice que es poco?
HA - Sí, con ocho o nueve meses que llevo en la administración pública es casi instantáneo. Hay que ver otros procedimientos en otros ámbitos del Estado o de la administración que tienen trámites mucho más largos. Este es un trámite muy sencillo y algunos empresarios ya lo han empezado a usar. Es importante recalcarlo, no solamente este empresario de Florida, sino que hay grandes empresas que todavía no lo han hecho pero se han acercado a la oficina que administra los FIC a interiorizarse sobre los resultados y demás para saber cuándo van a estar los proyectos específicos aprobados, porque están dispuestas a depositar. El interés está, y además está creciendo.
EC - En otros países, por ejemplo en Estados Unidos, las empresas donan a fundaciones que son las que se encargan de seleccionar los proyectos culturales o artísticos. El donante da el paso guiado por la confianza que le tiene a una cierta fundación sobre cómo va a utilizar esos recursos. ¿Acá no está previsto ese mecanismo?
HA - Lo pueden hacer, si la fundación se presenta y de hecho creo que se presentaron un par de fundaciones pueden hacerlo. Un ejemplo cualquiera, digamos que el Museo Torres García o el Museo Gurvich hayan decidido presentarse no sé si se presentaron, es un ejemplo, y un empresario quisiera donar específicamente a uno de esos museos; lo haría, y allí el propio proyecto es un respaldo, porque la seriedad y entidad del emprendimiento cultural son suficientemente conocidas. En el caso de los proyectos que no tienen la magnitud y el prestigio de estas instituciones si es que se hubieran presentado, la garantía de la calidad artística se la dan el tribunal y el CONAEF, que es la comisión nacional que administra estos fondos. En ese sentido actúa el CONAEF, como un elemento de garantía de calidad y viabilidad del proyecto.
EC - ¿De qué tipo de proyectos estamos hablando? Hemos hablado de una película, de un determinado emprendimiento en un museo; ¿cuál es la variedad que está en juego? Porque ya hay 269 interesados, compitiendo.
HA - Exactamente, en ocho categorías. Hay emprendimientos en Audiovisuales, que es la categoría que tiene mayor número de presentados, pero hay también en Museo, Teatro, Música, Danza, Artesanía, Orfebrería y Afines, Letras y Cine. En esas ocho categorías se han presentado proyectos.
EC - ¿Cómo sigue la historia? ¿Qué pasa con esas 269 candidaturas?
HA - Serán algunas menos, algunas quedarán por el camino, porque no habrán cumplido con algunos de los requisitos, ya sea la calidad del contenido artístico o la viabilidad, y las que queden integrarán un registro para que el empresario elija alguna de las modalidades: asociarse al fondo global, donde simplemente apoya todos los proyectos, o una categoría específica, por ejemplo danza o cine, o un proyecto específico, este museo, este proyecto de danza, este proyecto de letras.
EC - Si un determinado proyecto cultural, digamos una película, no recibe luego donaciones específicas de algún empresario...
HA - Recibe del fondo global o de la categoría.
EC - Queda a la espera de lo que ocurra con los fondos sectoriales o el fondo global. ¿Qué pasa si no hay dinero suficiente, si no aparecen donaciones suficientes? Ese proyecto puede llegar a no recibir nada o muy poco, ¿es así?
HA - Sí, es así, recibirá muy poco porque no logró convencer o entusiasmar a los empresarios o el fondo global no es lo suficientemente grande. Esos son los riesgos de este tipo de emprendimientos.
Usted cumple con su función, Emiliano Cotelo, de hacer de abogado del diablo y de ver el vaso medio vacío. Yo cumplo con mi función de verlo medio lleno, y tengo la esperanza no solamente de que el fondo global tenga grandes aportes, y lo mismo las categorías, sino también de que esto entusiasme a los empresarios y a los artistas para buscar alianzas entre ellos y hacer que esto sea posible.
EC - Mi pregunta apuntaba a saber si usted ya tenía información sobre una buena disposición del sector empresarial a participar en estos mecanismos.
HA - Sí, la tengo, y tengo nombres de empresas muy importantes que están muy entusiasmadas, pero hasta que no depositen no es correcto que yo dé nombres.
EC - Estamos hablando del primer paso que se da tras el llamado que se hizo en marzo, al que se presentaron 269 proyectos que ahora están siendo evaluados. ¿Cómo continúa esto? ¿Cuándo habrá nuevos llamados?
HA - Esas son cosas que se van a ir pautando. Hasta ayer teníamos una idea para que vea que esto es dinámico, estamos en proceso de implementación en algunos aspectos, pero en la sesión de preguntas y respuestas que se hizo después de la conferencia de prensa en la CIU surgió una pregunta respecto a un proyecto vinculado al Carnaval que planteaba que este llamado se hizo cuando el Carnaval ya estaba en proceso este año, y que si no se hace en determinada fecha los proyectos vinculados al Carnaval no se podrían presentar. El Consejo va a evaluar eso para determinar la fecha del próximo llamado, si lo hacemos en la fecha que teníamos prevista o antes, atendiendo a estas sugerencias.
Esto es lo que tienen de bueno las presentaciones y los diálogos que estamos haciendo, y las observaciones y preguntas, porque nos hacen ver algunos mecanismos que hay que ajustar y que estamos dispuestos a ajustar.
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Transcripción: María Lila Ltaif