Discrepancias con dichos de César Aguiar
(Mensaje enviado el miércoles 31 de marzo, a propósito de {{a href='http://historico.espectador.com//perspectiva/per2004-03-25-0.htm' target=_blank}}{{font color='#333399'}}la entrevista con el politólogo César Aguiar{{/font}}{{/a}})
Estimado Emiliano, Hace ya unos días que vengo pensando en una entrevista que le hiciste a César Aguiar, a propósito de su presentación en el almuerzo de ADM. Tengo un par de comentarios que quería compartir contigo y eventualmente los oyentes. Aguiar afirma dos cosas que me parecen importantes, pero al mismo tiempo equivocadas. Por un lado, afirma que si el Frente Amplio pierde la elección es muy probable que se rompa, dado que su permanencia en la oposicion hará que el liderazgo de Vazquez no pueda contener a los sectores radicales. Esta es una interesante hipótesis contraintuitiva, pero es muy improbable. Contrariamente a lo que afirma Aguiar, el Frente Amplio corre con serias chances de romperse en el gobierno, precisamente por la dificultad que seguramente tenga el liderazgo de Vázquez para sostener a los sectores más radicales (asumiendo que estos logren una representacion razonable). La evidencia comparada así lo indica: los partidos que nacen en la oposición y se institucionalizan como oposición tienen serios problemas para mantenerse cohesionados cuando son gobierno, no sólo en el Parlamento sino también en el plano programático o estratégico. Cuando los partidos de oposición se acercan al gobierno sufren deserciones importantes como así lo muestra la historia de numerosos partidos de izquierda en Europa y más recientemente los partidos ecologistas (algunos de ellos electoralmente exitosos). La razón es muy pero muy sencilla, para acceder al gobiero los partidos de izquierda deben moverse hacia el centro. Este movimiento implica abandonar ciertos principios y bases electorales (sindicatos, votantes, etc.). El Frente Amplio no ha verificado este proceso en su camino hacia el gobierno porque su programa es omnicomprensivo y complaciente con todos los sectores de la izquierda. Pero las políticas que deba implementar le van a costar esos apoyos que ha mantenido firmemente hasta ahora. En suma, la unidad del Frente no corre riesgo alguno en la oposición. Por el contrario, es la cercanía al gobierno y su acceso al mismo lo que hace peligrar su unidad. Por otra parte, respecto al Partido Colorado, Aguiar afirma que su desaparicion se asienta en un cambio en las "bases de socializacion política de los votantes del partido". Básicamente, Aguiar cree que el remplazo generacional hace que este partido (y por exetension el Partido Nacional) decrezcan en una suerte de función vegetativa. Su evidencia es que de cada 10 nuevos votantes, 6 de ellos votan al Frente Amplio. Desde este punto de vista, es ralativamente fácil inferir que la suerte electoral del Partido Colorado parece oscura. En suma, dado que el remplazo generacional es inevitable, el Partido Colorado es un candidato natural a desaparecer. Esto es determinismo puro. La pregunta es por qué otros partidos en otras partes del mundo son capaces de sobrevivir los remplazos generacionales? Por que el Partido Colorado (y eventualmente el blanco) no pueden lograr mantenerse electoralmente a pesar de ser dos de los partidos mas viejos en la historia de los partidos del mundo? Me parece que la explicación no hay que buscarla en las caracteristicas de los votantes u otros factores socioeconómicos, sino en la propia política. En concreto, estos partidos que a juicio de Aguiar desaparecen por el recambio generacional, cambiaron en 20 años un modelo de representacion politica fuertemente asentado en el uso del Estado como recurso para la competencia politica hacia un modelo notoriamente más programático. Los partidos compiten hoy sobre bases programáticas. El Estado dejo de ser una fuente de recursos para la competencia política y particularmente electoral. El clientelismo y otros comportamientos particularistas de blancos y colorados están en total desuso, no sólo por sus propias preferencias de lo que quieren del Estado y la administracion, sino porque sencillamente se agotó el modelo de Estado proveedor de recursos. En ausencia de ellos, sus bases electorales cambiaron y como dice Luis Eduardo González, los votantes estan cansados y dispuestos a votar por otras políticas. Para muestra un boton: hoy es más costoso llamar a un diputado, tomarse un ómnibus, faltar al trabajo y esperar dos horas a que lo atienda par pedir que le hagan un trámite de jubilación, que el tiempo que le insume al mismo individuo ir al BPS y hacer el trámite regularmente. Lo mismo ocurre con un teléfono, la UTE, la OSE, etc... No digo que haya terminado el clientelismo, pero ya hace muchos años que no es la base de la competencia electoral en Uruguay. El virage desde un modelo de representación clientelista o particularista a uno programático es una mejor y más razonable explicación de la crisis electoral de los partidos tradicionales, que el simple reemplazo generacional. En fin, sólo quería hacer estos dos comentarios que me quedaron colgados de la entrevista del otro dia.... Un abrazo, -ja