Entrevistas

Lacalle Pou: "Al que decidió fumar marihuana le tenemos que dar la posibilidad de hacerlo"

Lacalle Pou: "Al que decidió fumar marihuana le tenemos que dar la posibilidad de hacerlo"

Entrevistado por En Perspectiva, Luis Lacalle Pou, líder de la lista 400, enfatizó que el tema de las drogas debe ser encarado "en serio" y "sin demagogias". El diputado nacionalista consideró que la pasta base es un punto ineludible en esta discusión por su poder destructivo y su vinculación al delito y se mostró permisivo con el consumo de marihuana por ser menos nociva. "Si mañana me dan para elegir, primero que la gente no se drogue, pero si optó libremente por consumir alguna droga, yo elijo marihuana, no pasta base". Sin embargo, no se mostró favorable a la legalización de la Cannabis sativa. Por otro lado, habló tanto de sus comienzos en política como de sus proyectos a futuro y sobre la posibilidad de postularse a intendente de Canelones.


(emitido a las 8.58 hs.)

EMILIANO COTELO:
En febrero de 2000 ingresó al Parlamento, y para muchos era simplemente "el hijo de Lacalle", que alcanzaba la banca de diputado de la mano de su madre, la ex senadora Julia Pou, que en ese momento tenía un papel activo en la política de Canelones.

En las elecciones siguientes, las de octubre de 2004, fue el propio Luis Alberto Lacalle Pou quien encabezó la lista 400 de Canelones y validó en las urnas su asiento en la cámara baja. Con el tiempo, "el Cuqui chico", como muchos le dicen, se fue ganando un espacio en la interna nacionalista, y ahora, en la votación del 28 de junio, su caudal electoral se convirtió en una sorpresa: en Canelones fue el dirigente más votado de todos los partidos, con más de 17.000 sufragios. Y a nivel nacional, en los cinco departamentos en los que se presentó cosechó 38.000 votos.

¿Qué pasó? ¿Cómo se interpretan esos resultados? Y, sobre todo, ¿qué viene ahora?

Vamos a conversarlo con Luis Alberto Lacalle Pou, diputado del Partido Nacional (PN) por Canelones.

***

LUIS ALBERTO LACALLE POU:
Me hace gracia lo de "Luisito", "el Cuqui chico", "el Lacallito"... Tengo más apodos ya que...

EC - ¿Cómo le dicen? ¿Cuál es el apodo oficial?

LALP - El que me gusta a mí con los compañeros es "Luisito", porque trae aparejado un sentimiento familiar y de cercanía. Así que, lejos de ser un diminutivo –aparte de que soy chiquito–, me gusta "Luisito" porque es algo cercano.

EC - Usted ingresó al Parlamento como suplente de su madre, en la elección del 99 usted tenía 26 años y era el primer suplente de Julia Pou en la lista 400 de Canelones; como su madre paralelamente salió electa senadora, a usted le correspondió ocupar aquella banca en Diputados. Esa es la historia.

LALP - Sí, yo era coordinador de la lista 400 desde el año 98, la lista existía en Montevideo y en Canelones; yo fui el coordinador en Canelones, llegamos a una buena votación en la interna, 7.413 votos, y por algunos acuerdos que hicimos, con la posibilidad de sacar dos bancas, al final la lista se distribuyó de esa manera.

EC - En la elección siguiente, la de 2004, usted ya era el titular de la lista 400 en Canelones, confirmó de manera personal su banca en las urnas, y ahora en las internas acaba de ser el dirigente político más votado en Canelones con 17.500 votos.

LALP - Un poco más, casi 17.900.

EC - ¿Cómo explica esta peripecia?

LALP - Es cierto, en el 99 era el hijo de Lacalle, el hijo de Julia Pou, el bisnieto de Herrera, y había que legitimarse en un electorado. Entonces me subí arriba del auto esos cinco años y recorrí, recorrí, recorrí, di audiencias, recorrí, di más de 6.500 audiencias en mi despacho. Y visitaba 52 localidades mensualmente. A tal punto que en noviembre mi mujer me dijo: "Pará, porque no vas a dormir más", pero sabía que tenía que legitimarme en el electorado, y era mediante la cercanía. Quizás no tanto como un legislador de fuste en el Parlamento –si bien interpelé a un ministro en mis primeros años, fui el único diputado de la coalición que interpeló a un ministro–, quería estar cercano a aquellos problemas que son pequeñas grandes cosas que una localidad, una comunidad, un barrio sienten como una gran problemática aunque para el país no lo sea. Esa cercanía nos fue legitimando, es una agrupación basada en el afecto; si no, no se explica cómo en 2004 en la interna, cuando Lacalle perdía nosotros sacamos 11.858 votos, de interna a interna crecimos 70%, perdiendo. ¿Qué fue eso? Una adhesión no personal a Luis Lacalle, una adhesión a la lista 400 en Canelones.

EC - ¿Cuánto y cómo juega en esta carrera el ser hijo de Lacalle?

LALP - Es una pregunta que he contestado muchísimas veces, y no sé si lo que digo es la realidad desde el momento que hace 35 años que tengo el mismo nombre y los mismos padres, me cuesta verme en otra situación. Calculo que tengo un nivel de reconocimiento mayor que otros nombres, cuando se dice "Luis Alberto Lacalle" es un nombre conocido, entonces la gente recuerda más mi cara y mi cédula. También, supongo, me ha pasado y me está pasando hoy, te exigen más. Te exigen más los compañeros y me exijo yo más, porque no quiero que nadie diga: "A este le dieron porque es el hijo de". El día que sienta eso, rechazo lo que me estén dando.

EC - ¿Y cuánto juega el ser hijo de Julita, "el hijo de Julita", como también se lo presenta? En su momento, en el año 1999, aquella lista 400 que puso en marcha Julia Pou no fue bien vista por la dirigencia del herrerismo, generó sus roces con el propio herrerismo.

LALP - La génesis fue bien vista, y no solo bien vista, fue impulsada. Después derivó que a quien empieza un proyecto político no se lo puede extinguir después de una interna, quizás haya sido la falta de previsión de muchos dirigentes que olvidaron que después de la interna había una elección en octubre y esa era de las que duelen, donde se ocupan los cargos legislativos. Me parece que ese fue el roce, la falta de previsión de todos, yo también tengo mi cuota parte de responsabilidad.

EC - Tenía una cosa rara, era una lista, una agrupación que salía de la familia del líder del herrerismo, pero que salía a competir con los dirigentes del sector, que impulsaba su padre.

LALP - Creo que nadie pensó eso. Se pensó que iba a convocar gente distinta, y creo que convocó gente distinta. Por supuesto, después los electorados se chocan. ¿Qué tan distintos? ¿Era gente que nunca iba a votar otras listas dentro del herrerismo? ¿Sí o no? Quizás un 50 y un 50. Son roces naturales, lo bueno es que el tiempo pasó y el sector sigue todo junto, cuando muchos auguraban la muerte, la pelea, la destrucción.

EC - ¿Hoy la 400 es herrerismo? ¿Cómo la define?

LALP - Si yo no fuera herrerista estaría negando mis genes, mi ADN.

EC - Pero usted ha utilizado el eslogan "aire fresco".

LALP - Sí, pero ese es un eslogan. Mi composición política no puede ser herrerista 100%, para empezar porque no conviví con Herrera; para mí es una figura a seguir, un visionario, leemos hoy lo que escribió en el 34 y se adecua perfectamente a los tiempos nacionales e internacionales. Herrera fue una persona inspiradora, romántica, hizo todo, se jugó la ropa. Fue a pelear a Paraguay con 50 años para vengar la Triple Alianza, eso es propio de una novela romántica. Y fue a la primera línea, no fue a quedarse en la carpa con quienes estaban atrás. Es una persona, o un personaje, que lamentablemente en Uruguay no se estudia. Fíjese lo que tiene la vida, el otro día en el diario El Observador salió un artículo –con la foto del viejo Herrera en el medio– que decía que los dos posibles presidentes de la República salieron del mismo lugar. Vaya si será una reivindicación histórica del pensamiento de Luis Alberto de Herrera varios años después.

EC - Entonces la 400 es herrerismo.

LALP - No me gusta encasillarme; si me obligan a definirme, me defino como herrerista.

EC - ¿Qué papel juega su madre hoy en la 400?

LALP - Ninguno.

EC - ¿Se ha retirado?

LALP - No, tiene un rol mucho más importante, que es el de acompañar a Lacalle. Es una persona que Lacalle escucha, yo lo puedo decir con certeza, y se ha dedicado a otros roles dentro de la familia. Y la familia es política, en la mesa del domingo en nuestra casa no se habla de cualquier cosa, se habla de política, es una familia ampliada, y cada uno ha ido encontrando el rol en el que se siente más cómodo.

EC - Le preguntaba lo de si "aire fresco", ese lema que usted utiliza, es herrerismo o no, también a partir de esta última jugada, la de este año 2009, cuando usted se asoció con Carmelo Vidalín. Vidalín se había ido del herrerismo, llegó a ser uno de los precandidatos presidenciales blancos, pero finalmente abandonó la precandidatura y volvió a alinearse con Lacalle. ¿Por qué hizo ese acuerdo con Vidalín?

LALP - El término "asociarse" quizás no sea exacto. Primero, como dirigente tengo un respeto por Carmelo, puso a Durazno en el mapa de Uruguay cuando nadie lo mencionaba, salvo por el aeropuerto de alternativa de Santa Bernardina. Con lo etéreo, lo abstracto, el arte, ha hecho de Durazno un lugar atractivo económicamente, turísticamente. Cuando Carmelo decidió volver con Lacalle puso como condición que yo integrara una lista al Senado con él en segundo lugar.

EC - ¿Cómo se entiende esa condición? ¿De dónde sale?

LALP - No sé, habría que preguntárselo a Cacho. Pero yo tenía dos posibilidades, decir que sí o decir que no, y evalué qué era lo importante en la vida del sector, del país y en mi vida personal, y se puede imaginar que por los vínculos sanguíneos que me unen con el candidato a presidente no tenía otra opción.

EC - Eso implicó que usted terminara respaldando la candidatura de Luis Alberto Lacalle, pero no dentro de Unidad Nacional (UNA), que fue el movimiento que Lacalle puso en marcha esta vez para mostrar que su nombre no era solo del herrerismo, sino que estaban Correntada Wilsonista, etcétera. Luis Alberto Lacalle armó eso, y usted va fuera de eso.

LALP - No le cuento lo raro que me sentí, porque no fui ni una cosa ni otra. Yo encabecé las listas 400 de Lavalleja, Canelones y Florida, y la 404 de Montevideo y Maldonado, puse mi foto, mi nombre, y no puse ni UNA ni Soplan Vientos Nuevos (SVN). Fue una cosa muy rara.

EC - Es interesante que lo anote así, porque repasando archivo para la entrevista de hoy ese era un gran enigma que encontraba cuando revisaba carteles, afiches. ¿Qué es esto? ¿Cómo lo encuadramos en el partido?

LALP - No le voy a decir que no estuve medianamente incómodo, pero el fin último era lo más importante, y en la vida a algunos se nos exige más sacrificio. Si yo me llamara Juan Pérez, habría tenido otra opción, pero no la tuve, y me alegro de no haberla tenido.

EC - ¿Usted no integra SVN, el grupo de Vidalín?

LALP - No, nunca tuve intención ni lo pensé. Si mañana me tengo que definir, yo soy del herrerismo, en el sentido más amplio posible; a quienes integran nuestras listas nunca les pedí una definición ideológica, que se encasillaran en wilsonismo, herrerismo, o lo que sea. Estoy seguro, me consta que si hablamos de la posición internacional de Uruguay, va a saltar herrerismo sin saberlo.

EC - ¿Va a seguir trabajando con Álvaro Delgado, el diputado de SVN?

LALP - Sí, habría que preguntarle a Álvaro cuál es su encasillamiento; yo no se lo he preguntado ni quiero hacerlo, lo considero un diputado técnicamente muy bueno, una persona joven que tiene un lindo grupo de gente. Fuera de micrófonos le contaba que en Semana Santa de 2008 estábamos en México con el diputado Enciso y el diputado Delgado, y yo le dije: "Voy a sacar una lista en Montevideo; creo que me va a ir bien, creo que voy a sacar un diputado, pero no tengo nombre". Después él se fue a Estados Unidos y le tocó la habitación 404, y me dijo: "Me tocó la 404", y yo le contesté: "Los astros se están alineando". Y los astros se alinearon tanto que hoy es el segundo en la lista 404 de Montevideo, que nació –eso es lo más interesante– el 11 de setiembre con el impulso de tres chicos, uno de 17 años y dos de 24. Ahí está la génesis de la lista 404, y por eso se adecua bien "aire fresco". Es la única agrupación del partido que no surgió de veteranos o de gente con experiencia, surgió de tres chicos locos, atrevidos, con una sana rebeldía que dijeron: "El PN tiene un espacio para nosotros".

EC - A esa lista también le fue bien, en Montevideo le fue bien.

LALP - Sacó 15.170 votos, fue la tercera lista del PN. Del 11 de setiembre a junio hay nueve meses, en ese parto que fue esta campaña electoral, los chicos, quien habla y Álvaro Delgado, por orden de importancia, sacaron 15.170 votos.

***

EC - Luis Lacalle Pou tiene 35 años.

LALP - Hasta dentro de unos días.

EC - Es abogado, está casado y tiene tres hijos.

LALP - Luis Alberto, Aparicio y Violeta que son mellizos, y Manuel.

EC - Usted nació en Montevideo y vivió en la capital hasta fines del año pasado. ¿Por qué, siendo tan urbano en ese sentido, tan capitalino, eligió Canelones como lugar para trabajar políticamente?

LALP - Lo de capitalino está en discusión. Yo nací en Montevideo, fui bautizado en Tarariras, departamento de Colonia, viví los momentos más felices de mi vida en Cerro Colorado, Florida, y en Maldonado, y después la actividad política y social en el departamento de Canelones. Si algún día tengo la oportunidad de conocer a mi ángel de la guarda, si me toca ir para arriba, le voy a preguntar por qué –yo no lo recuerdo– saqué mi credencial en Canelones. A los 18 años saqué la credencial en Canelones. Después, en el año 96, me vinculé políticamente a través de un amigo que se llama Tomás, en la Universidad Católica, a la vida política activa en la reforma constitucional en Las Piedras. El otro día hice un acto en el Centro Comercial como parte de la gira de agradecimiento que estamos haciendo en todo el departamento y recordé mi primera reunión: éramos 14. Y lo más lindo es que de esos 14 el otro día en el acto había ocho, algunos no estaban porque están en el extranjero. Esa fue mi primera reunión, a la que fueron "a ver qué dice este botija", y fue en el 96, en Canelones. Ante la opción de las listas 400 [...] en Canelones no me quedó la menor duda de que tenía que arrancar por ahí. Quizás sin preverlo, fue un derrotero que nos llevó siempre por el departamento de Canelones, que me tiene como conciudadano desde principios de diciembre del año pasado.

EC - ¿A dónde se mudó?

LALP - A camino de los Horneros. Es la interbalnearia, kilómetro 24,5 para arriba.

EC - ¿Por qué? ¿Tenía que formalizar con Canelones?

LALP - No, porque yo dormía en Montevideo y vivía en Canelones. A la familia nos gustó, es un lugar donde podíamos tener un jardín y al que económicamente podíamos acceder. Estamos locos de la vida.

EC - ¿Cuáles son sus temas en el Parlamento? Son varios, hay uno que está muy ligado a Canelones, que es la granja; por otro lado los temas de inseguridad, y en particular las drogas. Con respecto a la marihuana ha dicho que está "en contra de legalizar la distribución y comercialización, y a favor de legalizar el autocultivo".

LALP - El consumo está legalizado, es el artículo 31 de la Ley de Estupefacientes. A este tema uno puede no aproximarse, hacerlo con demagogia o hablar en serio, y yo en mi vida he tratado de hablar en serio de todos los temas y no ocultar ninguna de las situaciones. Pertenezco a una generación que convivió con las drogas, con la marihuana, después de la generación de los sesenta la mía fue seguramente la que más convivió con las drogas. Y cuando salíamos de la adolescencia, de la juventud, irrumpió fuertemente una droga que no puede estar debajo de la mesa cuando discutimos estos temas, que es la pasta base, que es totalmente distinta de cualquier estupefaciente que ande en la vuelta. Le hago una definición no técnica: las drogas hacen todas o casi todas, en distintas medidas, mal desde la piel hacia dentro del ser humano, pero hay una que hace mal a ambos lados de la piel, es peligrosa y dañina y casi no tiene vuelta atrás, que es la pasta base.

Se mata uno mismo, porque te va ‘quemando fusibles’. Tiene un poder adictivo como pocas, lo que hace que el comercio se abastezca rápidamente, las malas personas que se dedican al narcotráfico enseguida fidelizan al cliente. Estos chicos por lograr los 25 pesos que vale una lágrima hacen cualquier cosa, primero destruyen su familia –por lo general las madres sufren más que los padres porque están más cercanas a esos temas–, y después terminan matando, y entran en el círculo de vendedores. Es como esos productos que se venden por catálogo, sos consumidor y al mismo tiempo vendedor.

Entonces el tema de la pasta base no puede no estar en la discusión de las drogas. El artículo 31 de la Ley de Estupefacientes pena todas las actividades relacionadas, y en una de las partes dice "la posesión cuando no sea para consumo", es decir que el análisis estricto establece que el consumo está legalizado. Pero en Uruguay no hay ni un método ni un medio idóneos para conseguir, te tiene que caer un piano en la cabeza con marihuana dentro para poder fumarla, porque no la podés cultivar, no la podés comprar, no la importa el Estado, no la expende –como se hace en otros países– Salud Pública, nada. Tenemos dos opciones: o prohibimos el consumo –cosa que parece bastante ilógica, no porque uno esté a favor del consumo de drogas, sino porque está claro que no es por ahí que hay que hacerlo– o pensamos en métodos idóneos.

Para mí el narcotráfico no es la forma de que se acerque la gente que optó por fumar. La primera es que no fume, darle deporte, vida sana, expectativas de vida. Muchas veces las drogas están vinculadas a las angustias, yo he estado angustiado, y estoy seguro de que los que nos están escuchando han tenido angustia. Algunos la arreglan durmiendo un poco más, otros con alguna píldora, otros con un vaso de vino o de whisky más, otros con un porro, y otros, lamentablemente, por vivir en determinados lugares y tener acceso a otras drogas, entran en la pasta base.

EC - Pero ¿por qué tolerar la marihuana?

LALP - No partimos de cero en esto, hay un mundo que ya está andando fuera de este vidrio. Y si mañana me dan para elegir, primero que la gente no se drogue, pero si optó libremente por consumir alguna droga, yo elijo marihuana, no pasta base. Este fin de semana estuve en una localidad chica, y pueblo chico, infierno grande, nunca tan cierto como cuando entra la droga.

EC - ¿Cuál es la idea? ¿Darle una alternativa a aquel que tiene una cierta propensión a drogarse?

LALP - Claro, porque con la legalización en Uruguay sería legal que la gente vendiera y comprara, pero el 90% de las drogas que entran a Uruguay, sale; Uruguay es un puerto hub, vienen del norte argentino, de Perú, Bolivia, Colombia, Brasil, entran a Uruguay, se quedan un poquito y salen hacia Europa. Entonces si legalizáramos la marihuana, Uruguay se convertiría en una zona franca marihuanera. Por eso no estaríamos combatiendo el narcotráfico; al revés, el narcotráfico tendría aquí un lugar donde estar a salvo para después exportar de manera ilícita a Europa.

Por esa razón, al que decidió fumar marihuana le tenemos que dar la posibilidad de hacerlo, si no, va a ir derechito a la pasta base. Es más, en algunas instituciones cuando agarran chicos enfermos de pasta base –no lo pueden decir ni se lo van a comentar– lo primero que hacen es prenderles un porro, porque si a ese chico enfermo de pasta base lo sometés a la abstinencia se come la lengua, se mata contra las paredes, entonces el primer afloje, el primer aterrizaje, el primer freno es darle un porro uno, dos, tres días, una semana, para después empezar el proceso de desintoxicación.

EC - Esta es su posición. ¿Cómo está dentro del herrerismo y la UNA?

LALP - Lacalle tiene la misma posición. Si hay algo que respeto y admiro de Lacalle es la capacidad de escuchar.

EC - ¿Esto va a ser posición del PN?

LALP - Del PN no sé; de UNA y de Lacalle ya lo es, lo hemos conversado. Esto no es una idea mía, yo he hablado con psicólogos, con psiquiatras, con clínicas, hay una experiencia del INAU en San José que hay que ir a ver. He tenido la posibilidad de darles una mano a algunos chicos, tengo un chico que se llama Diego en la cárcel de Campanero, en Minas, que está saliendo de la pasta base. Lo conocí y conocí a su familia cuando él estaba con neumonía en la cárcel de Canelones, donde consumía drogas. Y hoy, después de distintas etapas, está en la cárcel de Campanero, que es una cárcel modelo que les recomiendo conocer.

EC - ¿Esa es "la" fórmula para salir de la pasta base, o para enfrentar a la pasta base?

LALP - No, hay muchas formas. La primera es que no se fume, o que no se drogue, y ver cuándo es que uno opta por drogarse. No me cabe la menor duda de que es cuando uno se siente desamparado o angustiado. Entonces, si bien yo no creo en chicos amarrados a mayores, sí creo que la sombra tiene que estar para alguna gente que no tiene anclaje. Muchos chicos y chicas en nuestro país hoy no tienen un anclaje, no tienen una referencia, no tienen una luz prendida al final del camino. Esos chicos se van a dormir para levantarse al otro día y después para irse a dormir, no tienen una visión de qué es lo que quieren hacer.

Entonces lo primero es eso, con deporte, con educación, sin venderles espejitos de colores, porque las frustraciones a veces son angustias más profundas. Ahí es donde tenemos que ir. Si optaron por consumir alguna droga, no digo elegírsela, pero al menos que no consuman la que los va a matar a él y a su gente. Hay más de 1.500 personas jóvenes presas en nuestro país que no es gente que se dedica a la delincuencia, es gente que está enferma por las drogas y que para seguir consiguiendo esa droga cometió un delito. En la rendición de cuentas pasada propusimos gastar 4 millones de dólares –menos del 10% de lo que gastó el Frente Amplio (FA)– para tratamiento en el Centro Nacional de Rehabilitación de chicos y chicas que están presos en virtud de las drogas. Lamentablemente fue como los monos que no ven, no oyen ni hablan, el FA lo votó en contra.

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EC - ¿Qué pasa con su futuro político? ¿Qué viene ahora?, ¿la Intendencia de Canelones?

LALP - Primero viene ganar el gobierno nacional, mi aspiración es que Lacalle sea presidente de la República, primero el país y después el departamento, sobre todo el departamento de Canelones, que yo he definido como de interés nacional. Porque el 70% de la producción granjera está en nuestro departamento, el 70% de los frigoríficos está en Canelones, el 80% de la vitivinicultura está en Canelones, el 70% de la avicultura está en Canelones, los predios intensivos de granja y explotación familiar –que aparte de dedicarse a la producción son hogares– están en Canelones. También está el 30% de los asentamientos, Canelones crece a 1,6%, mientras Uruguay crece a 0,8%. Canelones no puede tener un gobierno nacional que le dé la espalda, ya lo hemos vivido. Entonces, primero, gobierno nacional para todo el país.

EC - ¿Ya mismo va a competir por la Intendencia? Porque el diputado Alberto Perdomo, de Alianza Nacional, ya se largó a esa carrera. ¿Usted?

LALP - Primero, no hay nadie en Canelones que tenga los convencionales para proclamarse candidato a intendente.

EC - Pero ¿usted tiene ese proyecto o no?

LALP - Yo aspiro a que en octubre o noviembre exista un gobierno del PN. Y luego tengo sentimientos encontrados: me tienta, pero vamos a ver qué hago, no me gusta comprometerme a una cosa que no sé si voy a hacer. Creo que no hay dirigente político a quien no le gustaría un desafío de ese tipo.

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Transcripción: María Lila Ltaif