Análisis Político

La carrera hacia octubre desde la largada

Análisis político de Oscar A. Bottinelli


(emitido a las 8.35 hs.)

EMILIANO COTELO:
Quedan 86 días para la segunda de las tres etapas del ciclo electoral nacional 2009.

Ya han pasado 33 días desde las elecciones internas, están conformadas prácticamente todas las fórmulas presidenciales y la gente comienza a mirar el panorama en una elección en que todos tienen que concurrir a votar ya que es obligatoria.

Hoy el politólogo Oscar A. Bottinelli, director de Factum, presenta y analiza la fotografía de los competidores ahora que ya se produjo la largada hacia octubre. Botinelli trae la primera encuesta con todas las fórmulas presidenciales.


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EC – ¿Empezamos aclarando la ficha técnica de esta encuesta?

OSCAR A. BOTTINELLI:
Sí, recordemos que hace tres semanas exactamente, aquí en El Espectador, difundimos la encuesta que habíamos dicho previo a la largada cuando para la gente ya estaban las fórmulas presidenciales, no para los propios integrantes pero sí para la gente. Previo al 28 de junio ya se dio un primer panorama de la intención de voto hacia octubre, directamente se había preguntado: "¿Qué votaría el 25 de octubre si estas fueran las fórmulas presidenciales?".

Ahora lo hicimos con las fórmulas presidenciales oficializadas y con algunas completadas como las del Partido Colorado (PC) y el Partido Independiente (PI).

Esta es la Encuesta Nacional Factum de todo el país tanto urbano como rural y asentamientos, puerta a puerta, representativa del 100% del electorado.

EC – ¿Y se hizo en qué fechas?

OAB – Hecha entre el viernes 24 y el miércoles 29 de julio. La pregunta es: "El próximo 25 de octubre se realizan las elecciones de presidente y Parlamento, ¿a qué partido político y a qué fórmula presidencial votaría?".

EC – Y los resultados son estos: Frente Amplio (FA), fórmula Mujica-Astori, 45%; Partido Nacional (PN), fórmula Lacalle-Larrañaga, 38%; PC, Bordaberry-De León, 9%; PI, Mieres-Posada, 1%; otros, indefinidos, en blanco, anulados 6%.

OAB – "Otros" corresponde a Asamblea Popular, con la candidatura de Raúl Rodríguez Leles da Silva -no tenemos conocimiento de que tenga candidato a vicepresidente- lo que sumado a los votos en blanco y anulados da 1%. Los indecisos, los indefinidos propiamente dichos, son el 5%.

Respecto a la encuesta anterior tomemos alguna prevención porque anteriormente hicimos dos encuestas con dos metodologías distintas. Una, la clásica: "Imagine que haya elecciones el próximo domingo". Y otra, la que difundimos hace tres semanas: "Si esta fuera la fórmula presidencial, ¿qué votaría el 25 de octubre?".

El FA nos dio un 46% en las dos y un punto menos ahora. El PN nos había dado para elecciones el próximo domingo 37%, para el 25 de octubre 39% y ahora 38%, es decir que prácticamente está en el medio de los dos. Lo mismo pasó con el PC, que para el próximo domingo daba 8%, para el 25 de octubre 10% y ahora da 9%, con lo cual ni sube ni baja. Con respecto a la largada hay un punto menos de cada uno de los tres partidos. El PI estaba en 2%, ahora está en 1%, no es una caída sino una flotación que tiene el PI hasta el momento en que se estabilice o logre un despegue.

EC – ¿Y cómo viene la evolución si consideramos un período más largo?

OAB – Si consideramos un período más largo tenemos que ver lo siguiente: el FA hace dos años, en julio del 2007, registraba el 52% y venía de un 55% al empezar el año. Ahí cae para no tocar nunca más el 50% en estos 24 meses siguientes. Recordemos que ahí empieza el impacto de la reforma tributaria, nosotros creemos que la reforma tributaria operó no solamente como causa sino también como gota que desbordó el vaso, como esos elementos detonantes que llevan a que otras disconformidades acumuladas se manifiesten. Y ahí el FA estuvo desde el 47, 48, 49% a un mínimo de 42%, que lo registra tanto en marzo como en noviembre del año pasado. Este año había repuntado, ese 42% fue subiendo, entre abril y comienzos de junio estuvo en el 49%, en el correr del mes fue bajando al 46% y ahora al 45%.

El PN fue la inversa, hace dos años estaba en 32%, en setiembre estuvo en 31%, ahí sí ya tuvo un ascenso. Recordemos que Larrañaga tuvo un ascenso personal muy grande desde fines de 2007 hasta mediados de 2008. En 2008 fue también la aparición y ascenso de Lacalle y el PN ahí ya se fue consolidando en niveles del 35 al 37%. Sin embargo, en medio del boom que tuvo el FA a principios de año el PN tuvo otra vez un registro de 32-34%, pero desde abril tiene un crecimiento que ha sido permanente hasta junio de 32, 34, 35, 37, 39% y ahora se ha estabilizado en el 38%.

El PC estuvo prácticamente entre el 7 y el 9% en todo este período. En este momento está en el techo de la banda, tocó el 10% en junio, por ahora tiene una estabilidad ya consolidada en su nivel más alto.

Si analizamos los bloques, es decir el FA de un lado y los partidos tradicionales del otro, lo que observamos es que el FA tuvo hasta setiembre de 2007 una gran ventaja sobre los partidos tradicionales. Y ahí empieza una carrera pareja donde el FA aparece unos puntos arriba, luego algún punto arriba los partidos tradicionales, en abril el FA volvió a una distancia de 10 puntos que se fue achicando. Llegó a tener una ventaja de un solo punto al arrancar junio y ya sobre las elecciones quedó debajo de los partidos tradicionales. Ahora se mantiene debajo de los partidos tradicionales achicando un poco la diferencia.

EC – ¿En cuántos puntos de diferencia estamos hoy?

OAB – Dos puntos: 47% los partidos tradicionales sumados, 45% el FA. El cambio más grande de la última encuesta es una cosa bastante curiosa: todo el mundo tiende a definirse pero no todo el mundo, sino mucho menos, fue a votar. Es decir, había una dicotomía entre lo que la gente tenía decidido o pre decidido hacia octubre y el levantarse e ir a votar el 28 de junio, donde fue a votar prácticamente la mitad del electorado residente en el país.


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EC – ¿Qué ha pasado en estos 33 días desde las internas?

OAB – Hemos visto que hay dos tiempos en este mes. El primer tiempo queda protagonizado por la propia noche del 28 de junio en donde hay tres elementos a registrar. El primero, el resultado de la votación entre los partidos, donde el PN queda cómodamente por encima del FA, lo que fue inesperado, un shock para el FA y un gran empuje de entusiasmo para el PN. En segundo lugar, que el PN esa noche compone rápidamente la fórmula, que es lo que la gente esperaba. Y tercero, el FA no recompone la fórmula, no se ven los candidatos, no hay abrazo; el decir que esto implicaba una ligereza porque no se habían hecho negociaciones puede ser muy cierto pero no tiene que ver con lo que esperaba la gente. La gente quería la fórmula esa noche con el candidato a presidente y a vice abrazándose, el primero y el segundo, como lo hizo el PN.

El FA además está nueve días en negociaciones, tires y aflojes, dando una imagen que la gente recibió muy mal. Estoy hablando de la gente frenteamplista o la indefinida.

El PN aprovecha ese momento, sale fuerte, gana muy bien. Luego hay un cambio en que el FA aparece con la fórmula más solidificada, hay mensajes más sólidos de Mujica y Astori, empieza a posicionarse mejor y el PN ya no puede continuar con ese impacto visual exitoso que tuvo. Ahí ya hay algún tipo de errores que llevan a que se iguale la polémica entre unos y otros. El resumen final de estos movimientos es que el escenario queda más o menos como estaba un mes atrás, aumentando los indefinidos. ¿Por qué aumentan? En un momento de mucho impacto electoral, o en el momento que la gente ya tiene que decidir, es cuando se decantan las dudas y la gente empieza a decir "bueno, yo me inclino más para tal lado". Cuando empieza a alejarse -y faltan prácticamente tres meses para las elecciones- hay un montón de gente que empieza a dudar. Empieza a dudar porque no le gusta mucho un candidato a presidente o no le gusta mucho un candidato a vicepresidente. Esta es una elección en la que los candidatos a vicepresidente tienen un impacto superior al de elecciones anteriores, esta es una campaña donde la gente está analizando fórmulas y expresando preferencias o rechazos no sólo a Mujica, Lacalle, Bordaberry sino también a Astori, a Larrañaga; Hugo de León aparece recién, es una figura que no viene del mundo político y requiere más tiempo para que la gente lo evalúe. Mieres-Posada es una fórmula reiterada de la elección anterior.

Todo esto lleva a que el indefinido -indefinido implica las personas que no están inclinándose por ningún partido político, otra cosa es el indeciso o dudoso, es decir, la persona que aún inclinándose por alguien todavía tiene dudas en esa inclinación-...

EC – ¿...y cuál es el nivel de los indecisos?

OAB – Esos indecisos o dudosos andan en torno al 20% del país. 80% tiene absolutamente decidido a qué partido votar, esto es bastante claro.

Se puede decir que en el FA más de 9 de cada 10 tiene decidido el voto al FA. Sobre el PN y el PC...

EC – ...o sea, tú allí estás desagregando los números que dimos recién.

OAB – Sí.

EC – Dentro de cada uno de esos porcentajes que habíamos manejado, cómo es la cosa entre aquellos que están absolutamente decididos y los que todavía tienen dudas.

OAB – Claro, el 80% de todo el país que decidió a quién vota, obviamente en cinco partidos.

EC – ¿Y qué pasa dentro de cada uno de los partidos?

OAB – Dentro de cada uno de los partidos, 9 de cada 10 frenteamplistas tienen claro que van a votar al FA más allá de toda duda. Es decir, si el FA tiene el 45%, más del 41% tiene absolutamente decidido votar al FA y habrá dos o tres puntos porcentuales de gente que marcó el FA en forma bastante consistente en los últimos meses pero todavía le falta afirmar el voto.

En los partidos tradicionales –el PN y el PC–, cada uno por separado, lo absolutamente decidido es más bajo. Hay gente que está primariamente inclinándose por el PN, por ejemplo, pero que todavía no está del todo segura de votar al PN o al PC. Este no es un individuo que vaya a cambiar de bloque político sino que hay un segmento del electorado que mira a los partidos tradicionales como un solo conjunto. Se ubica de ese lado y luego la opción entre el PN y el PC, entre Lacalle-Larrañaga, Bordaberry-De León la hace como una segunda opción. Entonces, cuando uno considera por separado el PN y el PC tiene más gente dudosa pero el bloque blanco-colorado como uno sólo no tiene más dudosos que lo que tiene el FA, esa gente no salta para el otro lado.

Entonces, si analizamos como conjunto los partidos tradicionales y del otro el FA, el nivel de gente firme y el nivel de gente dudosa que tiene cada uno es más o menos lo mismo: un poco más de 9 de cada 10 votantes del FA están seguros de votar por ese lado, y más de 9 de cada 10 votantes de los partidos tradicionales están seguros de que votan a algún partido tradicional. El FA tiene seguro más o menos el 42% de su electorado y tres puntos dudosos, los partidos tradicionales como conjunto tienen seguro un 42% del electorado y los dudosos son un poco más que en el FA, llegando a un 5%.

EC – Para terminar, ¿qué conclusiones dejamos?

OAB – La conclusión es que mirando el panorama tenemos un escenario relativamente estable hacia delante -estoy hablando de las próximas cuatro, cinco, seis semanas-, una competencia muy fuerte, muy pareja donde en grandes números se plantea un escenario relativamente incierto, donde la campaña electoral va a incidir, yo creo que va a incidir no por los jingles o los discursos sino por las señales que dé cada uno de los candidatos en afirmar dudas o afirmar certezas que la gente tiene hacia uno u otro lado.

En particular, uno lo que observa es que esta es una elección donde quizás el voto final -el de los últimos, el de los que vuelcan la balanza- se termine decidiendo un poco más por la negativa que por la positiva. Es un poco más enfocado en cuáles cosas rechaza de los candidatos, y eso lleva a que el que obtenga menos rechazos lleve la inclinación de la gente. Porque a nivel de indefinidos hay un nivel de elementos negativos fuerte, sobre todo hacia las dos fórmulas presidenciales y los dos partidos principales.