Entrevistas

Daniel Martínez constata proceso de renovación generacional en el Partido Socialista

Daniel Martínez constata proceso de renovación generacional en el Partido Socialista

En el marco de varios cambios a nivel del gabinete, el socialista Daniel Martínez dejará su puesto al frente del Ministerio de Industria para dedicarse "100% a la campaña electoral", según manifestó a En Perspectiva. El jerarca, que encabezará las listas al Senado de su partido, dijo que no está "desplazando" a algunas figuras históricas como Reinaldo Gargano y que el cambio se debe a un nuevo perfil que la gente entendió necesario otorgar a su fuerza política. "Esto es electoral, no se discutían ideologías ni jefaturas en el partido", afirmó. Por otra parte, aseguró que oficialmente no hubo conversaciones sobre una futura candidatura suya a la Intendencia capitalina, a lo cual agregó: "Hoy el trabajo es concentrar todo para ganar y pelear voto a voto para octubre".


(emitido a las 7.42 hs.)

EMILIANO COTELO:
El presidente Tabaré Vázquez anunció ayer en el Consejo de Ministros algunos cambios que se producirán en el gabinete con motivo de la campaña electoral. El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Enrique Rubio, se encargó luego de complementar la información en diálogo con la prensa. Los jerarcas que dejarán sus cargos son José Bayardi y Jorge Menéndez, ministro y subsecretario de Defensa Nacional; Daniel Martínez, ministro de Industria; Felipe Michelini, subsecretario de Educación; Fernando Puntigliano, presidente de la Administración Nacional de Puertos, y el propio Rubio.

El matutino La Diaria anota hoy que este será el quinto recambio ministerial del gobierno frenteamplista, y el segundo que involucra a más de un integrante del gabinete. Recuerda que en febrero de 2008 Vázquez anunció formalmente la sustitución de seis ministros, invocando motivos similares a los actuales: todos ellos compartían un perfil de líderes de sector que contrastaba con la orientación más técnica de algunos de los relevos.

Más de un año después, y a menos de tres meses de las elecciones nacionales, los cambios anunciados ayer obedecen a las mismas razones. Vázquez ya había advertido a sus ministros que aquellos que quisieran dedicarse a la campaña electoral debían alejarse del gabinete.

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EC - Estamos en diálogo con el ingeniero Daniel Martínez, ministro de Industria, Energía y Minería.

En el fin de semana el Partido Socialista (PS) resolvió cómo van a estar conformadas sus listas, en particular su lista al Senado. Y en esa decisión hubo una novedad importante, que el primer lugar le corresponderá a usted. La lista tendrá a Daniel Martínez en el puesto número 1, a Mónica Xavier en el 2, a Reinaldo Gargano en el 3, a Daisy Tourné en el 4.

¿Se veía venir algo así?

DANIEL MARTÍNEZ:
Por lo menos parecía, sobre todo después del último período, de los últimos acontecimientos, que en la gente del partido en todo el país había un espíritu mayoritario de proponerme en primer lugar.

EC - Le hacía la pregunta porque hace cinco años, en la campaña electoral anterior, usted no era un dirigente de primera línea en el PS. ¿Ocupó algún lugar en las listas al Parlamento?

DM - No, en las últimas elecciones no. Yo nunca ocupé un lugar "salible", siempre estuve más bien del sexto al octavo lugar para abajo, o, si no, de suplente.

EC - Se lo recuerda porque fue presidente de la Federación Ancap en el momento de la salida de la dictadura, integró la Generación 83 de dirigentes sindicales y estudiantiles, pero después, si bien se sabía que era socialista, pasó varios años dedicado a la actividad privada.

DM - Exactamente, trabajé como ingeniero, como empresario, 12 años. En el 91 dejé la presidencia de la Federación Ancap, en el 92 o 93 me fui de Ancap y estuve 12 años trabajando como empresario, como ingeniero, haciendo tecnología, máquinas de mucho valor, bienes de capital, cosas muy lindas como ingeniería, hasta que el presidente Tabaré Vázquez me llamó para asumir la presidencia de Ancap.

EC - El cambio en cuanto a su proyección se produjo a partir de la decisión del presidente Vázquez, que en el verano 2004-2005 lo llamó para ocupar la presidencia del directorio de Ancap.

DM - Yo nunca dejé de militar como miembro de un núcleo del PS y del comité de la Coordinadora N del Frente Amplio (FA), pero lo mío era ser fiel a mis principios, pero militando en la base.

EC - Y ahora no solo encabeza la lista al Senado del PS, sino que desplaza al tercer lugar al senador Reinaldo Gargano, la principal figura del PS desde el retorno a la democracia. ¿Cómo hay que interpretar esa novedad?

DM - Yo no hablaría de desplazar, simplemente la gente entendió que para esta contienda electoral, creo que también asumiendo una serie de ponderaciones en cuanto a la imagen que el partido debía poner y tal vez a un cambio generacional, y recogiendo y a su vez valorando el aporte histórico de un montón de gente que en el pasado ha estado y ha tenido un protagonismo en el partido, la mejor conformación de la lista era esta. Es eso, son procesos propios y valoraciones que hace la gente democráticamente en cuanto a quién debe representarla y cuál es la mejor propuesta electoral que debe tener el partido. Esto es electoral, no se discutían ideologías ni jefaturas en el partido, que, aclaro, no son cosas que me interesen. Desde los 16 años he militado políticamente, soporté los 11 años de dictadura militando todos los días, y lo que me importa es ser consecuente con mis ideas. La vida me ha puesto en esto de la gestión pública, no porque lo haya buscado sino porque siempre quise ser consecuente con lo que pienso, pero no intento ocupar una posición de referencia dentro del partido en cuanto a la estructura interna, sino básicamente aportar con mi experiencia de vida a este proceso de construcción de un modelo de sociedad y de un proyecto nacional.

EC - Entiendo la posición personal, pero la pregunta iba a si de esta forma, por la vía del armado de las listas, en este caso de la lista al Senado, termina procesándose en el PS una renovación que viene muy demorada y de la que se habla con insistencia desde hace tiempo.

DM - Ha sido el reflejo de una búsqueda de encontrar quién en esta situación, para estas condiciones, representa mejor al partido y puede aportar más a la fuerza política a la que pertenecemos todos los grupos de izquierda, que es el FA. Es mostrar unas caras nuevas y gente con un perfil etario más joven. La gente siempre busca alguien para seguir avanzando en un proyecto de cambio en el país y para representar al PS para que aporte a ese proyecto de cambio, y también hay valoraciones de quién puede aportar más en lo electoral. Los procesos de renovación hay que publicarlos, hay que hacerlos y se tienen que dar; después las conclusiones que las saque la gente.

EC - El año pasado su nombre fue uno de los que se manejaron con fuerza como precandidato presidencial cuando se buscaba una fórmula de acuerdo para el Congreso del FA que se reunía a fin de año y se veía muy polarizado entre Mujica y Astori. ¿Qué le dejó aquella experiencia?

DM - Primero, el reconocimiento de un montón de gente, muchísima gente dentro y fuera del PS. Yo creo en los proyectos colectivos, pero creo que es un error pensar que la realización individual no es parte de los proyectos colectivos; es más, a todo el mundo le gusta ser reconocido. Lo que no debe pasar nunca es que el reconocimiento o la realización personal vayan contra el proyecto colectivo, cosa que lamentablemente en política pasa mucho; pero es arena de otro costal.

Tuve el reconocimiento de un montón de gente, incluso de gente del Partido Nacional que a veces me paraba y me expresaba su apoyo en una buenísima, en esa cosa tan bella que tiene Uruguay, que la gente te para y te expresa lo que siente, que por suerte en el 99% de los casos es positivo, al menos en mi caso, casi no me han pasado cosas negativas. Primero eso, creo que hay que mirar las cosas positivas de la gente, después la experiencia. Y que haya habido uruguayos y gente de la calle y gente militante que haya pensado que uno podía llegar a ser candidato del FA, de la fuerza política a la que pertenezco desde el 71, cuando con 14 años me hice partícipe de ella, es algo hermoso. Lo otro fue un proceso de discusión que terminó en esto. Está bien, llegamos a una excelente fórmula.

EC - Hablando de la fórmula, hace muy poco su nombre volvió a sonar, porque después de las internas, y cuando estaban teniendo lugar esas conversaciones entre Astori y Mujica que parecía que se trancaban, circuló la posibilidad de que la fórmula terminara siendo Mujica-Martínez. Hasta parece que Mujica en una visita que hizo a la dirección del PS le comentó a usted que por las dudas se preparara, o algo por el estilo.

DM - Sí, pero yo en particular, los socialistas en general y José Mujica teníamos claro que lo importante era que la fórmula fuera Mujica-Astori, esa era la fórmula que más le servía al FA. Y por suerte todos los hechos se dieron para que eso pasara. Ese era para mí el objetivo fundamental.

EC - ¿Por las dudas se preparó?

DM - No; la conversación fue: lo importante es hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para que la fórmula final sea Mujica-Astori. Eso es lo que importa al FA. No creo en los proyectos personales, es importante que el individuo se sienta satisfecho y pueda crear con pasión en lo que hace, pero lo importante en este caso es que el FA gane en octubre.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
¿Cómo se ve en el Senado? Usted es ingeniero, no tiene formación de abogado, ha estado en la empresa privada, ha sido muy pragmático en su actividad, en actividades concretas. ¿Se imagina en el Parlamento, en el Senado, participando en sesiones? ¿Forma parte de su personalidad, de su estilo de vida?

DM - Tampoco me imaginaba de presidente de Ancap y tampoco me imaginaba de ministro.

JAE - Pero en esos cargos usted ha sido gestor, que es lo que ha hecho siempre.

DM - Entiendo, pero yo nunca planifiqué mi vida en el sentido de voy a hacer esto, después voy a alcanzar esto y después esto otro. En todo caso del lado de la ingeniería sí, siempre tuve una pasión marcada, si no, no me habría recibido a los 24 años, pese a trabajar desde que entré a la facultad, haberme casado en segundo de facultad y ya tener dos hijas cuando me recibí. Eso sí lo tenía claro, desde los 9 años quería ser ingeniero.

JAE - ¿Y senador?

DM - En la política siempre fui llevado por los hechos. Lo que tengo claro es que parte de mi vida es ser consecuente con mis ideas, desde que voy al baño hasta que trabajo, hasta que voy al partido de fútbol, a todos lados. Mi historia de vida ha sido enamorarme de muchas cosas, de la ingeniería, de mi familia, del fútbol, y también del socialismo y del sueño de aportar a la construcción de una sociedad mucho más justa y solidaria. Eso me ha llevado a ocupar lugares que jamás pensé. Tampoco pensé ser dirigente sindical, ni remotamente, y fui dirigente estudiantil en la clandestinidad. Uno tiene que hacer lo que la vida lo lleva a hacer, y si ser consecuente con tus ideas te implica llevar adelante esa tarea... Y de repente uno puede poner un poco de dinamismo al Senado; no soy soberbio, no voy a cambiar nada en particular, pero de repente uno puede aportar un poco más de fibra y de dinamismo.

JAE - ¿Y como candidato a la Intendencia Municipal de Montevideo? En averiguaciones que hemos hecho en algunos círculos su nombre suena como posible candidato para las elecciones de mayo del año que viene.

DM - Nunca nadie, más que gente en la calle –eso sí, muchísima–, me ha planteado nada. Ningún grupo político, ni aún se ha discutido en el PS la posibilidad de mi candidatura. Sí, todos los días en la calle hay gente que me para y me dice: "Meté para adelante, está precioso, ni que hablar, pero vamo’arriba".

JAE - ¿Gente que le dice que sea candidato a intendente?

DM - Sí, exacto, pero en una buena, eso que pasa en Uruguay.

EC - ¿El tema no se ha hablado a nivel político, a nivel de dirigentes?

DM - No.

EC - ¿Usted dice que no?

DM - No, oficialmente y conmigo nadie ha hablado absolutamente nada. Lo que yo creo, y se lo he dicho a todo el mundo, incluso en ese maravilloso instrumento que es el Facebook lo he dicho unas 100 veces, es que en este momento me parece mal, no creo que aporte nada hablar de candidaturas a la Intendencia; hoy la tarea en la que hay que concentrar el 100 o el 200% del esfuerzo es ganar en octubre. Cualquier cosa que genere debates o suspicacias o que afecte sensibilidades o sanas y justas aspiraciones de otra gente no aporta. Hoy el trabajo es concentrar todo para ganar y pelear voto a voto para octubre.

EC - ¿Qué va a hacer cuando deje el ministerio hasta octubre? ¿En qué va a dedicar su tiempo?

DM - Y... 100%.

EC - ¿100% a la campaña electoral?

DM - Sí, 100% a la campaña electoral, lo tengo decidido.

EC - ¿O vuelve al sector privado paralelamente?

DM - En noviembre sin duda, algo hay que hacer, hay que vivir, y aparte no sirvo para estar quieto y sin hacer nada, pero ahora 100% a la campaña.

Dos cosas de tu introducción. Primero, a Puntigliano no lo pongas en la lista de gente que va a hacer campaña política, porque lamentablemente la situación económica y los bajos sueldos en el Estado de los ministros hacen que haya casos como el de Puntigliano, sobre todo por lo que le significó el cambio de la venida de Alemania a Uruguay. Fernando Puntigliano se va a la actividad privada, no deja la actividad pública para participar en la actividad política. En mi caso no fue tan dramático, aunque yo gano hoy cinco veces menos que en la industria privada.

EC - Eso está claro, quizás se explicó de manera confusa ahora.

DM - Y segundo, a mí el presidente no me conminó a irme. Yo siempre pensé que no era correcto, creo que la actividad política de una campaña —y más en este caso en que hay que poner toda la carne en el asador para permitir seguir adelante con la transformación y modernización reales y con justicia social en este país— implica dedicarse full time a ella. Con lo cual ni se me pasaba por la cabeza seguir de ministro. Si uno se dedica a la campaña, está trabajando en la campaña. Yo le dedico 12 a 14 horas todos los días al ministerio, no se me ocurre —y no me da el tiempo, me gustaría tener más tiempo— otra cosa que trabajar de ministro. Entonces me parece totalmente correcto, y era lo que yo pensaba hacer en el caso de ser candidato, como soy ahora.

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Transcripción: María Lila Ltaif