(emitido a las 7.43 hs.)


EMILIANO COTELO:
Este fin de semana que pasó estuvo muy cargado por el lado electoral, debido a que -según prevé la Constitución de la República en su última reforma- tenían que reunirse las convenciones nacionales que fueron elegidas en las internas del 28 de junio para proclamar oficialmente a los candidatos a vicepresidente de la República por cada uno de los partidos.

En ese contexto, hubo varios discursos, hubo puestas en escena, hubo apuestas al marketing, a la imagen y al posicionamiento. Pero en particular se destacó un choque, particularmente serio, entre Jorge Larrañaga y José Mujica.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
El antecedente de este episodio del fin de semana arranca en la convención del Partido Nacional (PN).

Allí, Jorge Larrañaga aseguró que Danilo Astori y José Mujica "están unidos por el espanto a la derrota". Larrañaga consideró que en las próximas elecciones se van a enfrentar dos modelos: "uno inclusivo, el del PN, y otro confrontativo, el del Frente Amplio (FA)". También criticó a la coalición de izquierda por "realizar promesas mientras aún está en el gobierno".

Por otra parte Mujica, ayer domingo, restó importancia a las críticas de Jorge Larrañaga a quien calificó de "perro faldero" de Lacalle por cambiar su discurso de moderado a confrontativo.


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JAE – Estas declaraciones fueron formuladas tras la Convención Nacional del FA que oficializó ayer por unanimidad a Danilo Astori como candidato a vicepresidente en la fórmula liderada por José Mujica. Vamos a recibir a partir de este momento al candidato a vicepresidente por el PN, Jorge Larrañaga. ¿Cómo ubica este enfrentamiento verbal entre su discurso del sábado y la reacción de Mujica el domingo?

JORGE LARRAÑAGA:
Yo creo que hay que ubicarlo en un marco de pena por como va transitando esta campaña electoral. A críticas políticas nunca pueden corresponderse descalificaciones personales. El senador Mujica cambió el traje pero no cambió la intolerancia, lamentablemente no puede responder de esa manera, un día descalifica al periodismo, otro día descalifica a los empresarios, otro día descalifica a los políticos. Es como si yo lo hubiera tildado de perro faldero porque fue a pedir unas ‘chapas’ a Brasil cuando se entrevistó con Lula o cuando tenía amistades vinculadas a Chávez o a los Kirchner. No me parece que sea esta la forma de responder porque además hay que ver el día después. El propio senador Mujica ha dicho que hay que cuidar el día después, ¿y el día después cuál puede ser el escenario? El escenario puede ser Mujica presidente, y va a tener que hablar con el PN y con nosotros, o que el PN gane la elección, y el senador Mujica va a tener que hablar con quien va a ser vicepresidente de los uruguayos.

Me parece que todo esto es muy malo porque nosotros lo único que expresamos fue que el FA estaba unido por la intención de no perder. Después, la otra crítica política fuerte que realicé en la convención de mi partido fue la de decirles que no es lógico que se prometa a futuro pudiendo cumplir en presente, no es lógico que se estén generando promesas a futuro cuando se ha sido gobierno y cuando el propio senador Mujica expresó cuando se fue del Ministerio de Ganadería que no había podido hacer absolutamente nada al frente de la cartera, cumpliendo un anodino papel. ¿A eso puede corresponderle una descalificación tratando a un candidato a la Vicepresidencia de otro partido como "perro faldero"? Me parece que este tipo de ataques dan pena, lo cual demuestra -lo digo con cierto pesar- que el senador Mujica no está capacitado para ser presidente de los uruguayos.

JAE – Pero usted también, el mismo sábado, hizo referencias personales a Mujica, por ejemplo cuando señaló que "no basta con un candidato que ante las preguntas difíciles diga ‘ta, ta’. Hay que dar respuestas, no basta con un candidato que diga lo que al otro día sus compañeros se encargan de corregir, no basta con un candidato que diga que debatirá cuando se le antoje, en una expresión de soberbia inadmisible". Aquí usted está dirigiéndose directamente a Mujica y de algún modo tratándolo de soberbio.

JL – Yo estoy haciendo una crítica política, no estoy entrando en una adjetivación personal, en una descalificación. Yo puedo expresar que lo sostenido por Mujica con respecto a que va a debatir cuando se le antoje y cuando le convenga puede ser una expresión de soberbia, pero eso no le pone una adjetivación ni una calificación peyorativa. En todo caso no es cuando le convenga al senador Mujica, tiene que convenirle a todos los uruguayos, y es lo que tenemos que procurar hacer en cuanto a mejorar la calidad del debate político, darle transparencia y que se pueda debatir sobre programas, sobre propuestas, sobre ideas, pero no entrar en la descalificación de "perro faldero". Me parece que eso es una descalificación ordinaria, es una descalificación que no le aporta nada a la calidad de una democracia, la gente está harta de esos epítetos, de esas descalificaciones, de esas chabacanerías, de esa forma de intentar poner en ‘offside’ al adversario y al contrario.

JAE – Ahora, por ejemplo el domingo el diario El País y el diario El Observador interpretaron la convención del día sábado en la misma dirección. El título de El País dice: "Larrañaga asumió rol de ataque a Mujica y al Frente, mientras que Lacalle se presenta con un tono más conciliador y hablando en forma más pausada y con propuestas". ¿Usted qué señala? ¿Efectivamente han separado las aguas, han distinguido dentro de la fórmula del PN estrategias distintas para plantarse en la campaña y para marcar diferencias con el FA?

JL – No hay una estrategia donde uno sea el duro y el otro el blando, simplemente cada uno cumple el rol que tiene que cumplir. Yo no he asumido el posicionamiento de atacar al FA y a los candidatos del FA, porque también hemos venido diciéndole al país cuales son las respuestas frente a los temas que hoy agobian a los uruguayos en el trabajo, en la salud, en la educación, en los jóvenes que se van, en la falta de inserción internacional, no se trata de eso. Quizás el entorno de los discursos políticos o las expresiones puedan conducir a eso, pero no forma parte de una estrategia meditada.

JAE – Pero hubo una diferencia muy clara. Viendo los discursos del día sábado, los tonos, las expresiones y los planteos fueron distintos.

JL – El doctor Lacalle y quien habla somos distintas personas, yo siempre he tenido una forma de hacer política muy frontal. Está bien que el candidato a la Presidencia de los blancos lleve adelante una campaña en donde impulse sus respuestas y está bien que el candidato a la Vicepresidencia también diga lo que tenga que decir. Nosotros hemos hablado de un Uruguay que no puede seguir confrontando uruguayos contra uruguayos, nosotros hablamos de un país con todos los uruguayos, de una visión inclusiva, que convoque a un pacto nacional, que convoque a todos los partidos, que busque entendimientos. Ahora, si se agravia a quien está todos los días atacando de manera sistemática al PN como el senador Mujica y todo el FA, si se agravia a quien está permanentemente descalificando a sus adversarios políticos, un día al PN otro día al Partido Colorado otro día elige otro frente de ataque, yo creo que vamos por mal camino. Además, lo único que hemos expresado es por qué no se debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, que me parece que sería algo que nos sacaría de esta forma de hacer política a través de los medios de comunicación. Y si el senador Mujica saliera de esa posición de decir "voy a debatir si me conviene y cuando se me antoje" y pudiera introducirse en un debate político que la gente está reclamando, que diera contenido a esta campaña y no entremos en esta situación que le hace mal a la política. No corresponde que un candidato a la Presidencia de la República termine con esa forma tan baja de hacer política a través de la descalificación de los adversarios.

Yo lo siento mucho, espero una rectificación del senador Mujica, espero que diga que fue un momento de calentura personal. Realmente no esperaba que el senador Mujica contestara en esos términos hacia quien siempre ha sido un adversario del que no pueden esperar ataques alevosos sino críticas frontales y directas, que es lo que me parece que corresponde en la actividad política.