(emitido a las 7.38 hs.)

EMILIANO COTELO:
La jueza en lo penal Graciela Gatti dispuso ayer el procesamiento con prisión del hombre que, haciéndose pasar por el prosecretario de la Presidencia de la República, Jorge Vázquez, consiguió que lo designaran como adscripto al Directorio de Antel.

El auto de procesamiento redactado por la magistrada relata los hechos tal como pudieron reconstruirse a partir de las declaraciones del propio prosecretario de la Presidencia de la República, Jorge Vázquez, el ahora ex presidente de Antel Edgardo Carvalho, el ex vicepresidente Gonzalo Perera, uno de los funcionarios que estaban adscritos a la oficina de Perera y los propios imputados.

En el escrito se dispone el procesamiento aunque se advierte que es necesario seguir profundizando en la investigación ya que "no puede aceptarse sin más, al menos no sin antes agotar todas las posibilidades probatorias, que el individuo no haya actuado con la participación de otras personas además de su esposa, o que sólo buscara obtener un empleo público. El riesgo parece ser desproporcionado para ese fin", concluye la Dra. Gatti.

¿Qué fue lo que logró reconstruir, en primera instancia, la jueza? ¿Cuál es la versión más completa que ahora, después de sus actuaciones, se conoce a propósito de estos hechos que tanta intriga y debate han provocado? Les propongo que lo repasemos en los próximos minutos.


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En el comienzo, el documento indica que, aprovechando la difusión del caso vinculado con Perera, haciéndose pasar por Jorge Vázquez, el individuo, de iniciales E.J.R.S. (Elbio Román), se comunicó telefónicamente con Arturo Fredy Terradas, uno de los funcionarios que por ese entonces estaba adscrito a la oficina del vicepresidente de Antel.

Ese mismo funcionario, Arturo Terradas, fue designado pocos días más tarde como adscrito a la oficina de la contadora Graciela Uranga. La resolución por la cual se hizo efectiva esa medida es la misma que nombró también a quien luego resultara ser el impostor. El auto de procesamiento consigna, además, que Terradas es amigo personal de Perera.

Terradas creyó efectivamente que estaba hablando con Jorge Vázquez. Por eso accedió a recibir el 14 de julio a una persona que supuestamente vendría recomendada por el prosecretario "para coordinar la custodia de Perera en Antel e investigar las eventuales irregularidades que Perera afirmaba estar investigando y por las que habría recibido amenazas".

Luego de varias llamadas se acordó que Elbio Román concurriera a Antel ese mismo día. Así ocurrió y, dice la jueza, "sin exigirle documentos ni nada que lo identificara ni acreditara la derivación efectuada por el supuesto Jorge Vázquez, ni menos aún chequear con el verdadero Jorge Vázquez o su oficina, se le permitió el ingreso al despacho de Perera".

Luego, el impostor y Terradas "fueron juntos hasta el Juzgado de Ciudad de la Costa donde el ex vicepresidente de Antel estaba detenido"; eran los días siguientes a aquella denuncia que había hecho Perera sobre que había sido víctima de un intento de homicidio que luego se comprobó que había sido una simulación. "Más tarde ese día, recogieron dos computadoras portátiles (laptops), propiedad de Antel, afectadas al uso por parte de Perera, y que estaban en su casa", continúa diciendo la jueza.

"Al día siguiente se le facilitó a Elbio Román el ingreso a las laptops de Perera así como a su despacho. A posteriori, ya estando Perera en libertad y cuando se encontraba en el domicilio de Terradas, se recibieron dos llamadas del falso Jorge Vázquez –es decir, de Román- interesándose por Perera. La primera vez habló con Terradas y la segunda con Perera".

Luego de ello, Elbio Román continuó yendo todos los días a Antel donde se le permitía permanecer en lo que había sido el despacho de Perera y, según sus dichos, asesoraba a Carvalho en cuanto a la repercusión que el caso podía generar en la empresa pública.

Más tarde, Terradas fue nuevamente contactado por Elbio Román, que se hacía pasar otra vez por Jorge Vázquez, para plantearle la conveniencia de que el impostor permaneciera en el cargo, y así examinar las posibles repercusiones del "caso Perera". Como Terradas no contaba con potestades para resolver este planteo, su interlocutor -Elbio Román simulando ser Jorge Vázquez- le dijo que, en caso de duda, Carvalho se comunicara con él a un número de celular que le proporcionó.

Elbio Román le explicó a Terradas que ese celular era un número personal a donde siempre podrían ubicarlo. En realidad, era el celular de su esposa, quien haciéndose pasar por la secretaria de Vázquez decía que el prosecretario no se encontraba y pedía que dejaran un mensaje. Luego, Elbio Román devolvía la llamada desde ese mismo teléfono.

A ese número llamó Carvalho acordándose con el supuesto Lic. Vázquez que Elbio Román ingresaría como funcionario adscrito a la secretaría de la directora Uranga, lo que se concretó unos días después.

El auto de procesamiento consigna que "ya designado como adscrito desde el 22 de julio de 2009, Román comenzó a trabajar en Antel, recibió vales por taxis, los que utilizó en su provecho, un adelanto por $ 6000 que entregó a su esposa, Giovanna Jacqueline Ballestero García, y el día de su detención, 1º de setiembre de 2009, acababa de cobrar su sueldo por la suma de $ 17.582".

En los primeros días de agosto Román solicitó una computadora portátil para su uso, y como se le indicó que la gestión debía hacerse a través del Lic. Jorge Vázquez en calidad de préstamo para la Prosecretaría de la Presidencia, fue en ese momento que Román creó una nota apócrifa, en la que falsificó la firma de Jorge Vázquez.

Dado que las computadoras no eran retiradas por la Prosecretaría de la Presidencia pese a que pasaban los días, desde Antel se comunicaron con la oficina de Jorge Vázquez. Es ahí que se constató que la nota era falsa y se decidió formular la denuncia policial en forma conjunta por Jorge Vázquez y Edgardo Carvalho.

Con todos estos elementos a la vista es que la magistrada resolvió finalmente el procesamiento y prisión de Elbio Román bajo la imputación de un delito de estafa en reiteración real, con un delito de falsificación de documento público. También dispuso el procesamiento sin prisión de su esposa bajo la imputación de un delito de estafa en calidad de coautora.


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EC – La jueza dice que "los elementos de convicción recabados a la fecha permiten concluir con la provisoriedad propia de este tipo de pronunciamientos y sin perjuicio de las resultancias definitivas del proceso que en efecto con estratagemas y engaños artificiosos, ayudado por su esposa quien le daba cobertura haciéndose pasar por la secretaria de Jorge Vázquez, Román engañó, indujo en error a la jerarquías de Antel, entre ellas al presidente y actual vicepresidenta, logrando ser admitido primero como una suerte de asesor en materia de seguridad y luego ingresado formalmente como adscrito a la Secretaría de la entonces vicepresidenta del ente, Gladys Uranga, obteniendo con ello un claro provecho personal, e injusto en daño de la administración, lo que tipifica su accionar prima facie en las previsiones del artículo 347 del Código Penal en el caso de Román como autor y en el caso de su esposa como co autora"; son dos delitos los que se imputan, el primero de ellos es el de estafa. "Asimismo, surge reconocido por el propio indagado, Román, que falsificó un documento público, creando una falsa hoja membretada de Presidencia de la República y falsificando la firma de Jorge Vázquez lo que encuadra, en consecuencia, su accionar prima facie en el delito de falsificación de documento público. Sobre el punto debe señalarse que la sede considera que el documento apócrifo pretendió ser un documento público y por lo tanto debe ser aplicada esta figura y no la requerida por la señora fiscal todo ello sin perjuicio de lo que disponga al momento de dictarse sentencia la autoridad correspondiente".

Lo otro que aclara la jueza es que no comparte otro de los delitos que solicitaba la fiscal, el delito de usurpación de funciones, y hace un análisis a propósito de por qué no se habría configurado. En particular subraya que Román fue primero autorizado por el director y luego legalmente designado por el Directorio de Antel para cumplir funciones. "Si bien esa designación se motivó en la inducción en error provocada por él, de todas formas no puede negarse que la designación existió y por tanto mal puede hablarse de usurpación de funciones".