Entrevistas

Nuevo jefe de Policía de Montevideo exhorta a oficiales a "salir a la calle"

Nuevo jefe de Policía de Montevideo exhorta a oficiales a "salir a la calle"

Entrevistado por En Perspectiva, el jefe de Policía de Montevideo, comisario inspector (r) Alberto Toscanini, propuso incrementar la presencia policial en la vía pública e instó a los oficiales a acompañar a los agentes para brindarles "respaldo" y "garantías". El jerarca reclamó a los policías que presten más atención en sus tareas de vigilancia y patrullaje, reivindicó la figura del policía comunitario y mostró preocupación por el creciente nivel de violencia registrado en las nuevas modalidades delictivas.


(emitido a las 9.03 hs.)


EMILIANO COTELO:
"El delito hoy sube en un barrio y mañana baja. Lo que es seguro es que si hay presencia policial, baja".

Con esa consigna como lema, el comisario inspector (r) Alberto Toscanini asumió la semana pasada como nuevo Jefe de Policía del departamento de Montevideo.

Toscanini, que viene de cumplir una gestión de un año y medio al frente de la Jefatura de Policía de Cerro Largo, tendrá ahora la responsabilidad de ejercer la autoridad en la principal ciudad del país.

¿Cuáles son sus planes? ¿Qué estrategias se trazará para combatir el delito en Montevideo?

Vamos a conversarlo con él.

***

EC - ¿Dónde lo hemos ubicado?

ALBERTO TOSCANINI:
Me estoy trasladando de Jefatura a la Escuela Nacional de Policía, en camino Maldonado, donde se inaugura hoy el nuevo Centro de Formación de Personal Subalterno.

EC - Usted nació hace 59 años.

AT - Sí nací el 18 de octubre del año 50 en la heroica Paysandú.

EC - Está casado, tiene tres hijos... ¿Cuántos nietos?

AT - Soy casado dos veces, tengo cinco hijos en total; de este matrimonio tengo dos nietas y del anterior tengo cinco.

EC - Ingresó como cadete a la policía hace 40 años y, entre las funciones que ha desempeñado durante su carrera, tuvo a su cargo el Cuerpo de Policía de Tránsito de la Jefatura de Montevideo, ocupó la Jefatura de Inspección de Grupos de Apoyo, y fue encargado del despacho de la Dirección de Grupos de Apoyo de la Jefatura de Policía de Montevideo. Así que, entonces, ¿cuántos años vivió acá?

AT - Desde el 11 de marzo de 1969 hasta el 25 de febrero de 2008, cuando fui destinado a prestar servicio en la Jefatura de Policía de Cerro Largo.

EC - El 31 de enero de 2008 pasó a retiro y pocos días después, en febrero, lo nombraron Jefe de Policía en Cerro Largo. ¿Esperaba un nombramiento de ese tipo?

AT - No, ya había pasado a retiro y estaba concientizado de que iba a descansar, pero la autoridad ministerial me dio la confianza de comandar una unidad ejecutora del interior, y con mucho gusto asumí la responsabilidad, con –valga la redundancia– responsabilidad, como siempre he trabajado a lo largo de mi carrera.

EC - Usted fue jefe de Policía en un departamento donde viven 86.000 personas, y ahora tendrá a cargo la capital del país, donde residen 1.300.000 personas. Montevideo tiene 15 veces más población que Cerro Largo. ¿Qué implica para usted un desafío de ese tipo, un salto de ese tipo?

AT - Es un desafío muy grande. Me siento muy honrado por la designación; que la autoridad ministerial haya depositado en mí la confianza de comandar esta unidad ejecutora, la más importante del país, es un privilegio y un honor, es un honor ser el jefe de Policía de Montevideo.

EC - ¿Cómo se enfrenta a realidades tan distintas? Porque usted tiene experiencia como jefe en un departamento 15 veces más chico que este. ¿Cómo le resulta la comparación?

AT - Es una diferencia abismal, pero yo siempre me distinguí por ser laburador, siempre trabajé, soy una persona netamente operativa, me gusta andar en la calle. En lo posible voy a andar en la calle, aunque también es importante atender la parte administrativa de la Jefatura. Tenemos personal, ayer tuvimos una reunión con los comisarios, vamos a sacar la mayor cantidad posible de personal a la calle, apostamos a la prevención, es decir que cada titular de comisaría sepa administrar debidamente los medios y el personal que tiene disponibles a los efectos de apostarlos en lugares y zonas conflictivos para bajar los índices de delincuencia.

EC - Justamente, usted tuvo ayer esa reunión con los comisarios de las distintas seccionales. ¿Ha podido realizar una evaluación del escenario en el que le toca actuar? ¿Ha podido identificar los principales problemas de seguridad que aquejan Montevideo?

AT - Sí, tuvimos una charla y primero les solicitamos a los comisarios a la brevedad un informe referente a las necesidades básicas en cuanto a vehículos y personal, y luego hicimos una evaluación muy superficial, porque después lo vamos a hacer con grupitos de comisarios de zonas, para conversar con menos cantidad de gente e interesarnos más profundamente en la problemática de cada comisario. Hicimos un relevamiento por intermedio de la Oficina Centralizadora de Información Táctica (OCIT), mostramos las estadísticas de los delitos, cómo se venían cometiendo en las distintas zonas de Montevideo, y les pedimos a los comisarios, hablando pronto y mal, que pusieran toda la carne en el asador, en determinar los lugares y horarios donde se cometen los delitos a los efectos de apostar los efectivos que cada uno tiene, reforzados por otros de otras direcciones, como la Dirección de Investigaciones, la Dirección de Grupos de Apoyo, el Regimiento de Guardia Republicana, apostar el máximo de personal en esas zonas.

EC - Es muy fuerte la preocupación por la inseguridad y la violencia. Por ejemplo, hay un foco de delincuencia que afecta a comerciantes, con asaltantes que suelen comportarse de manera muy agresiva. ¿Qué piensa hacer en esa materia?

AT - Sí, es alarmante la delincuencia, cómo ha florecido la violencia al comerciante o al transeúnte o al ciudadano, no tienen ningún problema en actuar con violencia, en lastimar e incluso llegar a matar a las personas para lograr sus cometidos.

EC - ¿Esa realidad no se daba en este grado en Cerro Largo?

AT - No, esto es completamente distinto, lo máximo que había allá era pegar un cachetazo, una patada o una amenaza con un arma, pero nunca una agresión como sucede en la capital del país. Es distinto, incluso el actuar de los delincuentes. Además en una ciudad chica como Cerro Largo todo el mundo se conoce, salvo que vengan de otros lados a efectuar hurtos o daños, la gente es conocida. El año pasado cerramos el año con 200 procesados, con y sin prisión, cantidad a la que nunca se había llegado. Estaba relativamente tranquila la situación, salvo casos muy aislados, algún robo de ganado, pero nada que ver con Montevideo.

EC - Volviendo a la pregunta acerca de la inseguridad en el comercio, y sobre todo en pequeños comercios, ¿qué líneas de trabajo piensa plantear?

AT - Disponer más gente, exhortar al comerciante a que tenga más precaución, que no reaccione ante un delincuente armado, porque ellos están propensos a lastimar y a matar. Y al personal policial, poner más atención en las recorridas a los efectos de ubicar a los autores de las rapiñas y detenerlos, como recientemente, cuando el personal de Hurtos y Rapiñas ubicó y puso en riesgo su propia vida al utilizar las armas de reglamento y abatir al delincuente.

EC - ¿Qué quiere decir que "los funcionarios presten mayor atención en su recorrida"? Eso es muy general.

AT - Que pongan más cuidado también en el actuar, porque ellos están armados y están dispuestos a todo, estas personas tenían dos armas de fuego, una pistola de 9 milímetros y un 357, que son armas potentes, e incluso tenían munición extra en el bolsillo, lo que muestra que estaban predispuestos a todo. Entonces más precaución, más atención cuando asumen un procedimiento, no descuidarse.

EC - ¿Y a los efectos de prevenir este tipo de hechos?

AT - Mediante la implementación de recorridas en lugares y horarios en los se comete la mayor cantidad de delitos, reforzar, que se note la presencia de policías uniformados, y algunos de particular que pasan desapercibidos entre el público que transita por la calle. Los móviles de radiopatrulla, el plantel de perros, las unidades operativas como la Guardia Metropolitana y la Guardia de Coraceros, que los efectivos salgan a la calle con la atención debida y las precauciones del caso.

EC - ¿Tiene cálculos de la cantidad de efectivos policiales que puede agregarse a las calles a partir de un lineamiento como este que ha enviado?

AT - No, la reunión fue ayer; esperaremos unos días para luego hablar con cada zona y preguntar: "Comisario, ¿cuántos efectivos sacó?, ¿con qué reforzó la calle?".

EC - ¿Qué tipo de funcionarios policiales pueden sacarse a la calle? ¿Cuánto se puede ganar en ese sentido, teniendo en cuenta que ya ha habido anuncios de este tipo en este mismo período de gobierno? Hoy en la prensa se reseñan al menos dos fechas, una durante la gestión de José Díaz como ministro del Interior, y otra el año pasado, cuando era ministra Daisy Tourné, cuando también se dispuso un mayor patrullaje en la ciudad. ¿Con cuántos policías hoy instalados en oficinas se puede contar? ¿Cuánto puede mejorar efectivamente el patrullaje?

AT - No tengo esa cifra todavía. Varía según la ubicación de la comisaría y de la atención que tenga la parte administrativa. No podemos comparar una comisaría, como les he dicho a todos sus colegas, como la 20, allá en Santiago Vázquez, con otra como la 10; la diferencia es enorme debido a la población que vive en el lugar y la tarea administrativa que se debe cumplir. Les pedimos a los comisarios una buena administración de la gente que cumple tareas administrativas, si tiene dos y es necesario uno, que ese uno salga a la calle, no que tenga dos policías en el local policial, que muchas veces no son necesarios, y sí es necesario que salgan a la calle a patrullar.

EC - A propósito de la actitud de los policías llegan varios mensajes de los oyentes. Uno de ellos es este, que seguramente está basado en lo que usted comentó hace un rato, que el policía debe estar más atento, incluso por su propia seguridad, en la medida que se está enfrentando a delincuentes que portan armas poderosas.

Dice Eduardo: "Que los policías dejen de mandar mensajes por celular y miren efectivamente lo que ocurre alrededor. Uno los ve muchas veces y parecen gurises jugando".

AT - Ese tema se habló ayer en la reunión, la actitud del policía, que esté atento, que esté alerta, que no esté recorriendo y mirando vidrieras o parado en una esquina mandado mensajes por el celular, como usted decía. Se hizo hincapié en eso en los titulares para que hablen con el personal, que tengan otra actitud cuando estén cumpliendo servicios de recorrida o de patrullaje, la atención, que miren y vean, no que miren y no vean. Que estén atentos a lo que sucede alrededor.

EC - Otro problema grave de la capital es el consumo de pasta base, que destruye por dentro a los jóvenes que se drogan con ella, que desestabiliza y destruye a las familias de esos jóvenes, pero que además incide en la delincuencia, porque muchos roban para tener algo de dinero que les permita comprar sus dosis de pasta base, y además este tipo de ladrones son particularmente violentos. Entonces, ¿cómo va a atacar las bocas de distribución de pasta base, que en varios barrios los vecinos conocen perfectamente dónde funcionan y se quejan de que la policía no las desarticula?

AT - Eso es muy importante. Tenemos el policía comunitario, ayer se habló de potenciarlo, que es aquel policía que recorre cada jurisdicción, se acerca al vecino, se presenta, va a los comercios, deja su número de celular. Según lo que me han informado ya se han asumido y se han concretado operativos, se han desbaratado bocas de venta de drogas mediante el sistema de información que da el vecino al policía comunitario. El policía comunitario es el equivalente al viejo guardia civil, aquel policía que salía de la seccional, se le asignaba un barrio y el hombre era reconocido y era un referente de la zona, el vecino se acercaba a él y le hacía sus planteamientos, ya sea desde el punto de vista delictivo como también "tengo la vereda rota", "tengo un caño roto", era variada la información que el policía recibía y después derivaba al canal correspondiente. Por otra parte, existe una Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas, y a su vez Jefatura tiene constituidos en las tres zonas tres equipos que se dedican específicamente a combatir el flagelo del tráfico de drogas.

EC - ¿Y qué dice a propósito de esa queja: le damos la información a la policía, y sin embargo no siempre se desarticula la boca de venta de pasta base? Hay mucha frustración en vecinos que reiteradamente exponen ese tipo de casos.

AT - Toda información proporcionada por los vecinos amerita una investigación, una comprobación, y una vez que se comprueba el hecho, hay una vía a seguir que es la solicitud a la justicia competente de las órdenes respectivas de accionamiento a los efectos de poder ingresar a los lugares y en lo posible incautarse de la droga y detener a los responsables. Hay todo un trámite a seguir, no porque un vecino diga que en su casa venden droga yo voy a entrar a su casa, tengo que hacer una investigación, tengo que comprobarlo; muchas diligencias no llegan a ese término porque no se puede establecer fehacientemente que esa persona esté vendiendo droga. Es todo un trámite de investigación dar cuenta a la justicia competente, que es la que autoriza la orden de allanamiento para que el policía ingrese al domicilio del presunto traficante, vendedor o suministrador de droga. No es cosa de ir, entrar, sacar y detener, lleva todo un trámite a los efectos de que el procedimiento llegue a buen término.

EC - Las explicaciones que usted da se entienden perfectamente; la pregunta sería qué ideas maneja para que esa tarea resulte más efectiva, para que la justicia reciba pruebas contundentes, para aprovechar esa información que los vecinos suministran.

AT - Claro, pero hay que comprobar primero, verificar que hay un tráfico de estupefacientes para poder actuar, no es una cosa de entrar y sacar. Lleva un trámite policial y principalmente judicial, porque el juez por una mera información, un rumor o una información de un vecino, que puede ser cierta o puede ser errada, no va a autorizar un allanamiento en una morada.

EC - Más en general, estamos en campaña electoral, y la seguridad pública es uno de los temas centrales de debate entre los partidos y los candidatos. Y una crítica que se reitera desde la oposición respecto a la actuación policial es que no se ejerce correctamente la autoridad. En definitiva, que la policía no es lo suficientemente severa con la delincuencia. ¿Cómo evalúa un cuestionamiento como ese?

AT - La policía actúa cuando hay un hecho delictivo, actúa dentro de los canales normales y de la legislación, respetando los derechos de todos. Ante la presencia de un delincuente que haya cometido un delito, se lo detiene y todo queda a resolución judicial; la policía no procesa, la policía detiene y somete a la justicia. En la justicia está que esa persona que cometió un delito, un hecho delictivo, sea procesada o no. La policía está trabajando bien, ajustada al Derecho, se maneja con las normas legales que corresponden.

EC - En algunas declaraciones usted se ha manifestado partidario de que los oficiales y comisarios recorran los barrios y estén junto a los subalternos durante las recorridas. ¿Por qué? ¿Qué utilidad tiene esa forma de trabajo?

AT - Generalmente el que trabaja en la calle, el que se ve en la calle, es el policía, el subalterno. Entonces yo exhortaba ayer a los comisarios a que salgan a la calle, que no estén sentados en el escritorio, lo mismo que los subcomisarios y los oficiales de guardia, tienen que salir y darle respaldo al personal subalterno que está trabajando. No para controlarlo, sino para respaldarlo ante un procedimiento, esa es la idea. Es muy importante que el personal subalterno vea que el oficial está trabajando con él, que le está prestando garantías, que lo está respaldando en el procedimiento. Esa es la idea.

EC - ¿Eso no ocurre suficientemente en Montevideo?

AT - He visto pocos oficiales en la calle en este tiempo en que estado. Por eso yo decía que los exhortamos a que salgan a la calle, que caminen, que estén junto al policía.

EC - Veía en las crónicas de esta mañana que en la reunión de ayer los comisarios le explicaron que enfrentan carencias de personal y de medios materiales para poder cumplir las órdenes que usted dio, que los oficiales y comisarios salgan a la calle, y poner en la calle la mayor cantidad posible de funcionarios que habitualmente realizan tareas administrativas. Tienen dificultades de personal y de medios materiales. El titular de una seccional dijo que tenía seis móviles, pero cuatro de ellos rotos; también señaló que tiene menos personal que cuando asumió, hace casi un año; la mayoría de sus subalternos pidieron pases en comisión a oficinas administrativas en la propia Jefatura o en el Ministerio del Interior. ¿Cómo tomó esta devolución que le hicieron los comisarios?

AT - De eso no hablamos nada ayer, ninguno me hizo ese planteamiento.

EC - Lo estoy leyendo en la crónica de El País de esta mañana.

AT - Nadie me planteó eso ayer en la reunión. Pero es evidente que tenemos un problema referente a los móviles que están fuera de servicio. Cuando me hice cargo de la Jefatura se me informó que fue autorizada para el Ministerio del Interior una partida de dinero para la reparación de móviles que se encuentran radiados en los talleres policiales. Se está pidiendo presupuesto a firmas comerciales para solucionar ese problema, que los móviles vayan a una pronta reparación.

Por otro lado, se tomó conocimiento del problema de cubiertas, y ya se asignó una licitación que se había tramitado meses atrás en la jefatura, la firma adjudicada ya está en condiciones de comenzar a entregar las cubiertas para los vehículos que están fuera de servicio. Porque tenemos que ver la parte de seguros, porque si un vehículo de esos tiene un accidente, un choque o algo, y las cubiertas no están en condiciones, el seguro no lo cubre, es algo muy importante también.

Con referencia a los pases en comisión, hace pocos días que estoy a cargo de la Jefatura y no he tomado conocimiento profundo y cabal de la problemática interna.

EC - En este operativo de saturación que usted ha anunciado, ¿esa mayor presencia policial en la calle implicará también un mayor control de los ciudadanos? Se lo consulto a partir de mensajes que llegan de la audiencia. Dice Sergio, de Progreso: "Se necesita actuar en los asentamientos para prevenir. Hay que desarrollar registros de personas en cada casa, no permitir ventas o cambios de casas, etcétera". ¿Cómo le suena un planteo como este?

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EC - La entrevista terminó porque el jefe de Policía de Montevideo, comisario inspector (R) Alberto Toscanini, llegó al acto en el que tenía que participar.

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Transcripción: María Lila Ltaif