Entrevistas

Mieres: "No vamos a ayudar a ganar, pero vamos a ayudar a gobernar"

Mieres: "No vamos a ayudar a ganar, pero vamos a ayudar a gobernar"

Entrevistado por En Perspectiva, Pablo Mieres, candidato presidencial por el Partido Independiente, aseguró que su fuerza política no negociará con ninguno de los partidos antes de un eventual balotaje, pero subrayó que una vez definido el resultado de las elecciones será el momento de conversar y ayudar a "dar gobernabilidad". "Vamos a ser los únicos con capacidad de diálogo con el bloque del Frente Amplio y con el bloque de blancos y colorados", agregó. Además, criticó fuertemente a la "maldita mayoría absoluta" por disminuir la capacidad de control por parte de la oposición y afectar "la calidad de la democracia". En ese sentido, destacó la importancia de que en el próximo gobierno haya heterogeneidad política, "sobre todo tratándose de Mujica y Lacalle, que representan a los extremos políticos del país".


(emitido a las 7.40 hs.)

EMILIANO COTELO:
"El Partido Independiente (PI) es una realidad nacional que crece y el próximo domingo dará una señal muy fuerte de desarrollo con una bancada parlamentaria numerosa que marcará la cancha del futuro político del país".

Con estas palabras, en un mensaje pautado por la confianza en su agrupación, Pablo Mieres cerró ayer el acto final de su campaña aquí en Montevideo.

En su alocución también se dirigió a los indecisos, de quienes dijo que "no son ningunos giles sino que simplemente están pensando y hay que respetarlos".


(Audio Pablo Mieres.)

"Nosotros, los del PI, los entendemos perfectamente porque ese mismo sentimiento de desamparo, de falta de representación, de insatisfacción, de sentirse a la intemperie, fue lo que nos llevó a fundar este partido hace unos cuantos años. Por eso les decimos a los ciudadanos indecisos que tienen en el PI una casa, un refugio, un lugar para expresarse, para sentirse representados por un partido coherente".

(Fin del audio.)


El PI ha insistido en la importancia de estas elecciones nacionales de octubre porque más allá de definir eventualmente al presidente son las que conforman el Parlamento.

Entonces, a seis días de las elecciones, ¿cómo queda plantada esta colectividad? Vamos a conversarlo con su candidato presidencial.


***


EC – Ayer en el acto de cierre usted habló de "la maldita mayoría absoluta". ¿Por qué utiliza ese término tan fuerte?, ¿a qué se refería concretamente?

PABLO MIERES:
Me refería a que en un país donde hay una mayoría absoluta en manos de un solo partido el rol del Parlamento decae, la capacidad de control por parte de la oposición también se vuelve débil, se atenúa fuertemente. También se pierde el espacio del debate y del diálogo y por lo tanto la calidad de la democracia se ve afectada. Por supuesto la mayoría absoluta es muy legítima porque surgió del mandato popular.

EC – Sí, justamente mientras dábamos esta noticia más temprano venía este mensaje de Washington, de Salinas, que decía: "¿Cómo es eso, por qué ese cuestionamiento? Fue la gente la que votó así".

PM – Sin ninguna duda y obviamente siempre hemos respetado y creemos que la mayoría absoluta obtenida por el Frente Amplio fue legítima. Lo que sí le decimos a los ciudadanos que están por resolver su representación el próximo domingo es que no es bueno que haya mayoría absoluta, que genera efectos negativos incluso para el propio partido de gobierno. Creemos que esa mayoría absoluta quita reflejos de autocrítica, de revisión de lo actuado, de diálogo y de pluralismo, lleva fácilmente a la soberbia o a la omnipotencia. Por lo tanto es advertirle a los ciudadanos, porque el Frente Amplio está pidiendo continuar con esta mayoría absoluta, y atrás de la consigna de ganar en primera vuelta lo que hay obviamente es volver a tener mayoría absoluta.

Yo me imagino cinco años más con un gobierno del Frente con mayoría absoluta y es muy distinto a cinco años más de un gobierno del Frente sin esa mayoría. Creo que es la garantía que podemos dar nosotros desde una oposición independiente. Tampoco queremos mayoría absoluta de blancos y colorados, durante años gobernó una suerte de mayoría absoluta compuesta por blancos y colorados. Creemos que es bueno que haya pluralismo, que haya diversidad, que haya heterogeneidad política, sobre todo tratándose de Mujica y Lacalle, que son los dos que pueden ganar. Cada uno de ellos representa a uno de los extremos políticos del país, con más razón necesitamos que ese presidente -sea cual sea el que resulte electo en noviembre- deba dialogar con el imperio de la representación política que el próximo domingo los uruguayos establezcan.

EC – El PI insiste mucho con su discurso en dirigirse a quienes no se sienten representados ni por Mujica ni por Lacalle. Pero en ese intento está acompañado por el Partido Colorado que a veces realiza un discurso similar, con un énfasis parecido. ¿En qué se diferencia la propuesta suya de la de Pedro Bordaberry?

PM – La gran diferencia es justamente la independencia. Porque por más que Bordaberry resalte y pretenda ocupar ese lugar los hechos son porfiados –como decía Seregni–, y blancos y colorados conforman un bloque y van a seguir conformándolo. No hay ninguna duda al respecto y los hechos van a demostrarlo muy rápidamente después del 25 de octubre; más allá de que el candidato colorado haya resuelto no decir nada sobre su opción en el balotaje, está muy claro que blancos y colorados son otro bloque. Mal se puede jugar un papel de puente, de articulación, de gobernabilidad, si un partido forma parte de una de las dos mitades. Entonces siento que el rol de gobernabilidad que va a ser necesario y que va a ser imprescindible depende de la  fortaleza político-electoral que tengamos nosotros el próximo domingo. Porque vamos a ser realmente los únicos con capacidad de diálogo con el bloque del Frente Amplio pero también con el bloque de blancos y colorados. Ese rol es nuestra peculiaridad, por un lado somos un partido todavía más chico que los otros pero por otro lado tenemos una posición en el sistema político que nos permite jugar ese papel. Incluso por eso mismo, pensando en eso, es que el partido ha resuelto no volcarse, ni inclinarse, ni sugerir un voto en la segunda vuelta.

EC – Justamente ese es un tema de polémica con usted por ejemplo en el discurso del candidato presidencial del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, que no entiende cómo puede ocurrir que un partido no se pronuncie llegada la instancia del balotaje, si esta se da. Lacalle ha dicho en estos días que si se da el escenario de balotaje, que es por el cual trabaja, después del 25 de octubre va a iniciar negociaciones con el Partido Colorado y con el PI. Y dijo en especial que con usted siente que existe una sintonía, por ejemplo porque su familia es de origen blanco o porque hay coincidencias en algunos temas programáticos, ha citado el caso de la seguridad pública. ¿Qué responde usted?

PM – Yo creo que el doctor Lacalle tendría que preocuparse por su propio partido y no tratar de andar buscando incidir o aconsejarnos sobre lo que tenemos que hacer o no tenemos que hacer, nosotros ya decidimos lo que vamos a hacer. Lo que vamos a hacer es no pronunciarnos, que se queden tranquilos todos los uruguayos que están pensando en votarnos, no va a haber sorpresas, no va a haber acuerdo ni con el doctor Lacalle ni con el senador Mujica en esta segunda vuelta. Es más, los dirigentes del PI no vamos a pronunciarnos sobre cuál va a ser nuestro voto en la segunda vuelta porque si no borraríamos con el codo lo que escribimos con la mano. Si por un lado decimos que el PI no se vuelca pero después alguno de nosotros, Iván Posada o quien habla, decimos qué pensamos hacer, estaríamos trampeando esa misma decisión.

Así que el doctor Lacalle tiene todo el derecho a opinar lo que opina sobre nosotros pero que se saque de arriba la idea de que va a poder buscar en esta instancia, entre la primera y la segunda vuelta, un acuerdo con el PI. Si después le toca ganar, igual que en el caso de que sea Mujica, obviamente ahí sí; después de la segunda vuelta, cuando haya que conversar sobre la gobernabilidad, sobre las posibilidades de sacar el país adelante, cuando el candidato triunfador sea el presidente de los uruguayos y no ya el candidato de un partido u otro, ahí sí por supuesto estaremos en disposición de diálogo y de ver cuál es el rumbo que en definitiva se elige por parte de cada uno de estos candidatos, y ahí sí podremos conversar y ver hasta dónde hay acuerdo.

EC – Justamente, ¿qué posibilidades hay de que el PI termine teniendo alguna forma de incidencia? Se lo pregunto teniendo en cuenta un antecedente muy cercano. Ahora, en plena campaña electoral, ustedes propusieron a los otros partidos crear comisiones para discutir sobre algunos asuntos clave en busca de políticas de Estado pero ese proyecto no prosperó, nunca llegaron a sentarse a conversar.

PM – Sí, yo mantuve una conversación con Lacalle del mismo modo que la mantuve con Mujica y con Bordaberry y los tres dijeron que sí, pero luego lamentablemente el Partido Nacional decidió que no era el tiempo del diálogo.

EC – ¿Por qué después de las elecciones sí podría haber espacio para algunas políticas de Estado?

PM – Porque nosotros no vamos a ayudar a ganar pero sí vamos a ayudar a gobernar, y vamos a estar disponibles para conversar sea con Lacalle o con Mujica, con el que le toque ganar las elecciones. Ahí sí estamos dispuestos a hablar, a estudiar cuál es el rumbo que cualquiera de ellos dos pretenda imponerle al país, y en ese sentido sí estamos dispuestos a ayudar a gobernar, a dar gobernabilidad.

EC – ¿Pero usted piensa en políticas de Estado o en acuerdos que involucren a algunos partidos, entre ellos al propio PI?

PM – En las dos cosas, yo creo que es muy importante. El óptimo sería que hubiera acuerdos que incluyeran a la mayor cantidad de sectores políticos posibles, ojalá a todos, y pudiéramos tener algunas zonas de políticas de Estado. Obviamente tampoco hay que descartar acuerdos más acotados, pero eso va a depender tanto de las cosas que plantee el nuevo presidente que nosotros no nos queremos adelantar. Está claro que hay coincidencias en algunas cosas y hay diferencias en otras, tanto con el Partido Nacional como con el Frente Amplio, y por supuesto también está claro que el peso que tenga el PI con sus votos el próximo domingo va a ser decisivo para que nosotros tengamos la capacidad de "condicionar" o influir en el rumbo político del futuro gobierno, y lo vamos a hacer con total compromiso con el país.

EC – La meta es llegar al Senado, es tener un senador.

PM – Sí, yo creo que es tener una bancada parlamentaria lo más numerosa posible, el objetivo de llegar al Senado es un dato muy probable de acuerdo a los datos que ha habido en estos días, veremos los últimos. Sentimos en la calle, en la sensación térmica con la gente, que hay un vuelco creciente de gente indecisa que nos quiere dar una mano porque siente que este partido sintoniza con esa insatisfacción que la ciudadanía indecisa tiene con respecto a los partidos mayoritarios. Nosotros somos una suerte de referencia porque nuestro origen es el mismo, en el fondo el PI nace de una gran insatisfacción con los partidos mayoritarios y de la necesidad de crear un espacio independiente. Por lo tanto los indecisos de hoy son gente que está sufriendo esa misma circunstancia, y a esos los invitamos a que se sumen y a que vengan a construir un partido nuevo que el país necesita.

***