Entrevistas

Comisionado Álvaro Garcé: "En la cárcel de Las Rosas se abre una nueva etapa"

Comisionado Álvaro Garcé: "En la cárcel de Las Rosas se abre una nueva etapa"

Tras el violento motín registrado en el penal de Las Rosas, el juez de la causa, Gabriel Ohanian, no hizo lugar al pedido de procesamiento de un funcionario policial por la muerte de uno de los internos. El comisionado parlamentario para las cárceles, Álvaro Garcé, quien prefirió no comentar la sentencia, estimó que la situación en el establecimiento penitenciario "es de un equilibrio precario" pero se vislumbra un "nuevo período" motivado por el cambio en las autoridades del mismo. Entrevistado por En Perspectiva, Garcé señaló que la utilización de efectivos militares para la custodia del perímetro carcelario es positiva y refirmó su opinión con respecto a la fuerte incidencia del consumo de pasta base en el origen de los hechos. Asimismo, alertó sobre un posible incremento de la población presidiaria, lo que llevaría a una "situación extrema".


(emitido a las 7.43 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Los defensores de oficio de Maldonado van a plantear la situación de la cárcel de Las Rosas a la OEA y van a exigir que un juzgado especializado en crimen organizado busque responsabilidades en el motín del pasado 21 de octubre.

"Como defensora penal quiero y necesito que el Estado tenga nombre y apellido porque si no se diluyen responsabilidades y estamos hablando de una muerte", expresó la abogada María Eugenia Elso, defensora de oficio que habló con el diario El País. Esto tiene que ver con el fallo del día anterior: el juez Ohanian rechazó el pedido del fiscal Luis Pacheco que había entendido probada la responsabilidad de un agente policial en la muerte de uno de los dos reclusos abatidos durante el violento motín de octubre.

La abogada Elso afirmó que para el verano se espera que haya unos 200 presos más en Las Rosas y que "si un juez justifica una muerte en estas condiciones, habilita a que se asesine un preso porque un policía se descontrola".


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JAE – Estamos con el doctor Álvaro Garcé, comisionado parlamentario en temas carcelarios. ¿Qué opina usted del fallo del juez? ¿Qué efectos puede generar esto en el caso de Las Rosas?

ÁLVARO GARCÉ:
Yo tengo claro que no me corresponde, desde la posición de asesor del Parlamento, emitir opinión pública sobre un pronunciamiento, en un caso que está abierto además, porque mientras exista plazo para que el ministerio público apele –y es probable que esa impugnación exista– el tema formalmente está abierto, es decir, cabe la posibilidad de una revisión por un tribunal de apelaciones.

Por lo tanto yo prefiero no realizar un comentario público sobre la decisión judicial. Todo lo que tenía para expresar en relación al caso ha sido ya planteado por escrito al Parlamento en ocasión del informe especial sobre Las Rosas.

JAE – Más allá de si el fallo está bien o está mal –que es opinable– uno se puede preguntar sobre los efectos que puede generar un fallo de estas características en el propio funcionamiento de la cárcel de Las Rosas: cómo se podrían plantar los policías frente a posibles hechos futuros, si existe un margen de movimiento y de mayor respaldo por parte de los policías ante eventuales motines o no. ¿Usted piensa que puede haber algún efecto concreto, algún cambio de actitud de los policías que están trabajando en Las Rosas?

AG – La situación en Las Rosas es de un equilibrio precario, delicado todavía. Ayer estuve nuevamente por allí y da la impresión de que se inicia un nuevo período, una nueva etapa, con elementos nuevos, por ejemplo la presencia del Ejército en la seguridad externa, un cambio en la dirección y una adopción de medidas distintas para reencauzar la vida en el establecimiento.

Yo tengo buenas razones como para continuar mirando muy de cerca la situación de la cárcel. Es más, ayer tuve una reunión muy extensa con el director y con la señora subjefa de Policía, que estaba presente en el establecimiento, y luego también tuve la ocasión de dialogar con delegados de todos los pabellones, de todos los sectores de la cárcel.

JAE – ¿Y con qué se encontró?

AG – Me da la sensación de que se abre una etapa nueva en la vida del establecimiento.

JAE – Usted habló de un cambio de dirección, ¿a qué se refiere?

AG – Cambio de dirección porque el director que estaba hasta hace unos días no está en este momento –por razones médicas, según tengo entendido–, hay una dirección provisoria –por lo menos por el próximo mes, según se me ha informado–, y entonces han habido algunas medidas distintas, han habido modificaciones a la rutina en el establecimiento y...

JAE - ...¿cuáles, por ejemplo?

AG – Hay algunas cuestiones que tienen que ver con la realización de tareas internas en el establecimiento, medidas que tienen que ver con la circulación dentro del mismo, cuestiones en las que uno, por estar yendo habitualmente a la cárcel, nota que ha habido un cambio.

JAE - ¿Cambio para bien, cambio positivo?

AG – Es un intento por reencauzar la vida en una cárcel que se ha visto conmovida, porque convengamos que un motín, dos muertes y dos reclusos heridos gravemente no es un hecho menor. Entonces da la impresión de que se inicia una etapa diferente; habrá que esperar, habrá que estar muy atento en los próximos días.

Sobre lo que usted mencionaba, la posibilidad de un incremento de la población en los próximos meses, comparto esa estimación porque si uno analiza los años anteriores se da cuenta de que efectivamente en diciembre y enero hay un incremento acelerado. Eso tiene que ver con la temporada de turismo, también con la feria judicial, y si eso ocurriera se estaría llegando a una situación extrema porque en este momento el punto de comienzo ya es muy elevado, Las Rosas está en cerca de 450 internos.

JAE – Sobre los dichos de la doctora Elso usted coincide en que pueden haber 200 presos más en Las Rosas pero no se quiere pronunciar sobre si el fallo de la Justicia habilita que se asesine un preso porque un policía se descontrola.

AG – No sé si 200 más pero que va a haber un incremento no tengo ninguna duda, si no se toman medidas que compensen ese aumento habrá un incremento. Existe la posibilidad por la vía de los traslados voluntarios, no estoy hablando de traslados compulsivos; hay gente dentro de esa población de 450 internos en Las Rosas que es de otros departamentos, que tiene buena conducta, y se puede hacer como en años anteriores un estudio caso por caso y que sea derivada hacia sus departamentos de origen. Eso sumado a una derivación de los nuevos ingresos, porque puede pasar por ejemplo que se disponga que en lugar de entrar a Las Rosas sean derivados hacia otros establecimientos, se me ocurre que ni Rocha ni Lavalleja, que son las cárceles más próximas, podrían estar recibiendo porque ya tienen densidad, tienen una situación interna de desborde.

JAE - ¿Y entonces?

AG – Entonces habrá que estudiar otras alternativas dentro de un sistema que presenta sobrecarga en varios de los establecimientos pero que todavía tiene opciones para canalizar nuevos ingresos sin que eso signifique un descontrol, un desborde dentro de esas cárceles.

JAE – Ayer se esperaban 50 efectivos del Batallón de Infantería Nº 12, uno ve por ejemplo las fotos en El País de hoy y parece una zona de guerra, hay hasta tanques o tanquetas en el perímetro. ¿Esto puede tener algún efecto positivo en la interna? ¿Cómo evalúa usted la participación militar en la custodia perimetral?

AG – Hace 10 meses, en ocasión de una situación similar y advirtiendo las dificultades para dar una buena respuesta en la seguridad exterior, habíamos hecho la recomendación de que el Ejército se hiciera cargo del perímetro exterior. Efectivamente, a lo largo de toda la cárcel hay una cinta amarilla que dice "Pare" y eso delimita la zona militar, a partir de estos días el perímetro es zona militar. Ahí hay un cambio muy importante. Se habla además de construir un alambrado que delimite la zona de exteriores de la zona militar, es decir un doble vallado. Yo no tengo ninguna duda de que esto modifica las condiciones de seguridad dentro del establecimiento.

JAE – ¿Por qué dentro del establecimiento?

AG – Porque la fuerza policial que antes estaba aplicada al perímetro exterior ahora va a ser reasignada al establecimiento con lo cual es posible que la relación numérica entre guardias e internos mejore. Esto también es algo que estábamos reclamando porque la cantidad de internos a custodiar por cada uno de los policías era excesiva.

JAE – A propósito del incidente de octubre, ayer el ministro del Interior, Jorge Bruni, discrepó con usted con respecto a la incidencia de las drogas en la situación interna de Las Rosas. Le propongo escuchar brevemente lo que decía el ministro Bruni.

(Audio Jorge Bruni)

"No tenemos indicios serios de que exista tanta influencia de la pasta base, eso está en contradicción con lo que dice el informe del señor comisionado, son visiones diferentes. Existe la visión diferente en cuanto a la existencia o no de una posible fuga del día de los hechos, hay ahí alguna divergencia de opiniones. Dijo que había muchísima cantidad de droga, pero por los informes que tenemos -que pueden ser controvertibles, yo no digo que sean 100% seguros- la visión que se tiene desde la propia Jefatura de Maldonado es que la pasta base, de existir, no ha jugado un papel relevante".

(Fin del audio)

JAE – ¿Doctor Garcé?

AG – Bueno, efectivamente como dice el señor ministro aquí hay lecturas o apreciaciones distintas de los hechos, esto no es grave ni dramático. Yo no tengo ninguna duda de que el consumo de drogas ha sido determinante en el origen de los hechos, pero reitero que no me parece nada grave que puedan haber visiones y lecturas diferentes. En todo caso yo creo que más allá de lo discutible, de las distintas apreciaciones que pueda haber con respecto al intento de fuga masiva, mantengo la percepción de que si bien hubo actividad de los internos frente a dos de las tres puertas a los que ellos pudieron llegar, esa actividad no tendió a derribar la puerta e intentar salir al perímetro exterior sino que por el contrario parecería que el esfuerzo se centró en impedir que ingresara la guardia, impedir que hubiera una respuesta policial. Pero es verdad que esto es una cuestión opinable.


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