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Primeras impresiones de la votación en la interna nacionalista

Informe de Elena Risso


(emitido a las 8.00 hs.)

"El objetivo es que la diferencia no sea de ocho puntos sino de cuatro"

Esa era una idea que estaba en la cabeza de los principales dirigentes del Partido Nacional en los días previos a la votación del domingo pasado.

Cuando ya estaba "todo dicho" y se daba por descontado que José Mujica sería el ganador en la segunda vuelta, los dirigentes blancos confiaban en lograr una votación que ubicara a Luis Alberto Lacalle relativamente cerca de la fórmula frenteamplista.

Sin embargo, el margen entre uno y otro superó aquel techo de los ocho puntos y hasta los más pesimistas quedaron de boca abierta. Porque de acuerdo a los datos de la Corte Electoral, la fórmula José Mujica y Danilo Astori logró el 52,6% de los votos, frente al 43,3% que obtuvo la dupla Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga.

Y la sorpresa, además, fue doble. Porque en la noche del domingo, cuando bajo la lluvia los dirigentes y militantes blancos abandonaron la sede de su comando electoral, la diferencia entre las dos fórmulas era menor, según lo que habían anunciado las encuestadoras con sus proyecciones de escrutinio.

Ayer, con el correr de las horas, y a medida que se fueron conociendo los datos finales, se configuró un escenario que muchos no habían ni siquiera imaginado.

El día después

Lacalle y Larrañaga estuvieron alejados de los medios durante toda la jornada de ayer y, de acuerdo a las distintas consultas realizadas por En Perspectiva, prácticamente no tuvieron contacto con otros dirigentes.

La idea es que el Directorio del Partido Nacional se reúna el próximo lunes y ahí comenzar a hacer las "primeras evaluaciones".

¿Qué se puede esperar de la reunión del Directorio del lunes? Se procura que no haya una "carnicería" pública hacia lo que fue la campaña de Lacalle, porque se entiende que detrás él estuvo todo el Partido Nacional y que, llegado el momento, a nadie favorece que el ex presidente quede en el ojo de la tormenta por su desempeño.

Pero, por lo bajo, todos reconocen que el resultado del domingo vino a confirmar los peores temores y algunas cosas que se venían manejando desde el día siguiente a la interna de junio: Lacalle no logra captar adhesiones extrapartidarias y además se asesoró y rodeó mal para esta instancia.

¿Por qué no se quiere "caer con todo" sobre Lacalle? En primer lugar, porque ganó "en buena ley" la interna y eso le permitió no sólo ser el candidato sino también el presidente del Directorio del Partido Nacional. Además, en octubre Unidad Nacional volvió a superar a Alianza Nacional en la interna. Si bien en Alianza Nacional hay quienes estiman que tal vez debería dejar ese puesto, la idea fue descartada de plano por dirigentes herreristas.

Por el momento, tampoco es viable que Lacalle deje de asumir su banca en el Senado, algo que se había manejado en las últimas semanas. Es más, todo indica que irá a ocupar el despacho que hoy utiliza el senador Gustavo Penadés y que perteneció a su abuelo, Luis Alberto de Herrera. Un detalle: Lacalle ya utilizó ese despacho cuando fue senador y también lo usó su esposa, Julia Pou. Está ubicado en el primer piso, entre el ambulatorio y la antesala del Senado.

Y ya que mencionamos a Julia Pou, vale la pena señalar que su papel en esta campaña fue un punto que generó diferencias en filas blancas entre el herrerismo y Alianza Nacional.

La ex senadora tuvo un papel muy activo en el proceso que volvió a llevar a Lacalle a pelear por la Presidencia de la República, desde antes de la interna, cuando participó en reuniones con mujeres que se reunían a escucharla hablar de política, hasta en el asesoramiento directo a su marido. De todas maneras, no asumió protagonismo público en la campaña, entre otras cosas porque todavía está vivo el recuerdo de la campaña de 1999, cuando su incidencia generó divisiones en la interna del propio herrerismo.

Sin embargo, en el Partido Nacional todos sabían que Julia Pou estaba asesorando a Lacalle. Y la mayoría de los dirigentes presentes en la sede de 18 y Martín C. Martínez repararon en que Lacalle terminó su discurso en la noche del domingo dando "gracias especiales" a "Julita, a Pilar, los chicos, los nietos".

A los dirigentes blancos no sólo les molestó el papel activo que tuvo Pou en esta campaña. Tampoco se avaló la estrategia de comunicación que llevó adelante Lacalle, asesorado por los dos integrantes de su equipo de prensa: Mariano Berro y Noelia Franco.

De acuerdo a las consultas realizadas por En Perspectiva, ambos fueron sugeridos por la esposa del candidato, y en filas nacionalistas se atribuye, en parte, la mala votación de Lacalle, a la campaña "errática" y "sin rumbo" desde el punto de vista comunicacional.

Un detalle: pasadas las 23 horas del domingo, cuando ya no quedaba nadie en la sede partidaria y los dirigentes blancos habían retornado a su hogar, Noelia Franco actualizó su perfil Facebook, haciendo el siguiente comentario: "Que Pedro Bordaberry ni sueñe con un voto blanco en las elecciones del 2014".

Ese comentario coincide con una visión que estuvo dando vueltas en el entorno más cercano de Lacalle, que sintió que Bordaberry no había asumido un accionar nítido e intenso a favor del presidenciable nacionalista.

Sin embargo, la gran mayoría de la dirigencia no piensa así, y el propio Bordabery se encargó, hasta último momento, de enfatizar que respaldaba a Lacalle. Por eso, fue bien visto que concurriera el jueves al cierre de la campaña del ex presidente, en la Plaza Independencia.

Además, según supo En Perspectiva, el Partido Colorado puso a disposición 500 delegados para las mesas electorales, y hubo dirigentes que prestaron medios de transporte para apoyar los traslados de votantes el domingo.

De ahora en más

Con estos antecedentes, el próximo lunes sesionará el Directorio blanco. Y sobre el 15 de diciembre, está programado que la dirigencia nacionalista comience a definir su estrategia hacia las municipales de mayo.

En ese sentido, se prevé que Larrañaga recorra el país para saludar a sus adherentes y agradecerles el trabajo realizado.

¿Qué papel jugará Larrañaga de ahora en más? Varios dirigentes consultados estiman que el líder de Alianza Nacional salió fortalecido con el resultado, porque la votación confirmó algo que él repitió en muchas ocasiones: si Lacalle era el candidato blanco, no lograría ganarle a Mujica.

De todas maneras, no se quiere "hacer demasiado ruido" con eso y tampoco cargar demasiado las culpas a Lacalle, porque se entiende que llegado el momento, la derrota también le pega a él como compañero de fórmula. Según se indicó, exponer públicamente los problemas no haría más que seguir perjudicando a un golpeado Partido Nacional que ahora debe consolidarse como segunda fuerza en el país.

Además, hay una realidad incuestionable: Larrañaga no le pudo ganar la interna a Lacalle.

Por eso, el ex candidato a vicepresidente se encargará ahora de reagrupar a sus caudillos de Alianza Nacional, confiado en recuperarse para mayo. En ese sentido, muchos recordaron ayer que en 1999 los blancos, de la mano de Lacalle, entraron terceros en las elecciones, pero luego, en mayo, Larrañaga y su grupo lograron una importante recuperación en las municipales.

Para trabajar en esa dirección, hay una idea que está dando vueltas desde hace tiempo y que en las últimas horas volvió a cobrar fuerza: la posibilidad de sellar alianzas con dirigentes colorados, para imponerse sobre el Frente Amplio en algunos departamentos.

Ese será uno de los tantos temas que comenzará a conversarse una vez que haya quedado atrás el resultado del domingo pasado.

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Respuesta de Noelia Franco