Entrevistas

Senador Sergio Abreu desestimó disculpas de Patiño Mayer

Senador Sergio Abreu desestimó disculpas de Patiño Mayer

El senador nacionalista Sergio Abreu manifestó a En Perspectiva que las disculpas del embajador cesante argentino Hernán Patiño Mayer tras su polémica comparación entre José Artigas y José Batlle y Ordóñez con José Mujica sólo tienen valor a título personal y no enmiendan su intromisión en asuntos internos del Uruguay. El legislador señaló que es fundamental mantener el principio de no intervención para evitar actitudes que afecten la soberanía y la dignidad nacional. "Somos un país pequeño que ha hecho del Derecho un escudo y que por tanto no va a aceptar ni que este embajador ni cualquier otro, ni agente diplomático de la naturaleza que fuere, tenga este tipo de comentarios porque son una injerencia en los asuntos internos del Estado".


(emitido a las 7.37 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Fueron casi dos horas de reunión en el Palacio Santos entre el canciller Pedro Vaz y los nacionalistas Jorge Larrañaga y Sergio Abreu.

Este encuentro tuvo lugar como consecuencia del artículo del embajador Hernán Patiño Mayer publicado en el semanario Perfil de Buenos Aires el fin de semana, en el que el diplomático elogió al presidente electo José Mujica, lo comparó con José Artigas y con el presidente colorado José Batlle y Ordóñez e hizo mención a los tres "Pepes" del Uruguay.

Nuevamente aparece en escena un entredicho a nivel político entre el embajador de Argentina en Uruguay por un lado y el Partido Nacional por el otro.


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JAE – El diplomático, protagonista de una larga lista de desencuentros, pidió disculpas públicas a quienes pudieron sentirse ofendidos, durante una entrevista en radio Sarandí, pero parece que no consiguieron aplacar los ánimos en el Partido Nacional. Estamos con el doctor Sergio Abreu, que participó en este encuentro en el día de ayer. ¿Estas disculpas no son suficientes?

SERGIO ABREU:
El tema no es disculparse frente a un partido político, creo que tenemos que ubicar el problema en sus verdaderos términos. No es que un partido político se sienta agraviado, ignorado o marginado por un comentario de esta naturaleza, le guste o no. El tema es la posición que debe asumir un agente diplomático, representante de un Estado, frente al Estado receptor –el Estado uruguayo– al hablar sobre cosas que le parezcan rechazables o no a cualquier otro de los actores políticos del Estado, en este caso el Estado uruguayo.

JAE – Hablamos de disculpas frente al gobierno, frente a la ciudadanía, ¿alcanza con esto?

SA – No, en este caso las disculpas no tienen ningún otro alcance que lo que pueda ser simplemente una expresión de carácter personal. Lo importante acá es una conducta política que desde el punto de vista del derecho diplomático, del derecho internacional, significa una intromisión en los asuntos internos de un Estado receptor, ya sea hablando por este artículo con algunos personajes o ya sea hablando de cualquier otro tipo de circunstancia que sea un asunto interno del Estado.

Entonces la disculpa o incluso la excusa de que sus dichos se expresaron fuera del territorio del país no tiene ninguna validez.

JAE – Es un argumento que Patiño ya ha manejado, por ejemplo cuando estuvo en el acto del Frente Amplio en Buenos Aires; allí también señaló que estaba participando como ciudadano y no como representante diplomático porque era en su país, en la República Argentina. Esto puede llevar a otras consideraciones, por ejemplo, ¿por qué son relevantes los dichos de Patiño y los reclamos del Partido Nacional?

SA – Los dichos de cualquier embajador son relevantes cuando se entiende que se han introducido en asuntos relativos a la jurisdicción doméstica de los Estados. Los temas internos de los Estados son de resorte exclusivo de cada uno de los Estados. Un ejemplo típico es vincular una determinada opinión de un diplomático sobre la política interna electoral de otro país, lo cual está dentro de lo que considera la Convención de Viena de 1961, a la que tiene que estar ajustado cada agente diplomático.

De manera que lo primero que tiene que hacer cada diplomático no es buscar las excusas sino ajustarse a lo que dice la norma, y la norma para Uruguay es muy importante y de interpretación estricta porque Uruguay no ha aceptado la intervención como una conducta política de recibo. Nosotros somos un país pequeño que ha hecho del Derecho un escudo y que por tanto no va a aceptar ni que este embajador ni cualquier otro embajador ni agente diplomático de la naturaleza que fuere tenga este tipo de comentarios porque son una injerencia en los asuntos internos del Estado.

JAE – Se supo que el canciller Pedro Vaz se anticipó a la reunión que ustedes mantuvieron con el embajador, llamó por teléfono a Patiño Mayer y lo citó antes para entregarle una nota de observación por su actitud. ¿Esa nota de observación no es suficiente como respuesta del gobierno?

SA – Es importante deslindar la actitud del Poder Ejecutivo y del ministro de Relaciones Exteriores, que nos recibió en forma inmediata, con gran deferencia, y dispuso de un tiempo para poder hablar de este tema. Además hablamos de todos los temas políticos y jurídicos, porque acá no está sólo el tema jurídico sino también el hecho de haber realizado comentarios que incluso de alguna forma no contemplan hasta la propia figura del presidente Vázquez, que termina su mandato presidencial y aquí parece como que el agente diplomático involucrado comienza a dejarlo de lado, haciendo un análisis de carácter político más allá de un gobierno que está terminando.

JAE – ¿Qué valoración hacen ustedes con respecto a esta nota de observación?

SA – Nos parece que la parte diplomática y la parte jurídica corren por cuenta del Poder Ejecutivo, que lo hará dentro de la Convención de Viena. Puede llamarlo y pedirle determinada explicación, puede hacerlo por escrito, puede observarlo o puede presentar una nota de protesta al gobierno argentino sobre la conducta de su agente diplomático.

JAE – Pero esto de entregarle una nota de observación por su actitud ¿es satisfactorio para el Partido Nacional?

SA – Es importante que en este caso el Poder Ejecutivo haga una clara expresión de su disconformidad o un llamado de atención sobre la conducta del agente diplomático. Como dijo el doctor Larrañaga ayer y es el sentir de todo el Partido Nacional, para nuestra colectividad política el embajador argentino no es persona grata porque viene insistiendo en forma reiterada en una actitud que no se ajusta a lo que el derecho diplomático y el país tienen como tradición.

JAE – ¿El Partido Nacional analizó esto? Porque el Directorio se reúne recién el lunes en su primera sesión de 2010. ¿Cómo llegó el doctor Larrañaga a sostener que el Partido Nacional declara persona no grata a Patiño Mayer?

SA – El doctor Larrañaga hizo una consulta; conversó telefónicamente con el doctor Luis Alberto Lacalle y conversó conmigo, de manera que los dos grandes sectores representados en el Directorio del partido están contestes en este tipo de conducta. Es muy importante seguir insistiendo en que esto no se aplica exclusivamente para Argentina, es para todos: ya sea Estados Unidos, Inglaterra, Europa, Cuba, Brasil, Chile, Tailandia, o el que fuere, acá lo importante para el país es mantener el principio de no intervención y preservar actitudes de esta naturaleza que terminan siendo violatorias del derecho y afectan la soberanía y la dignidad nacional.


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JAE – Dejando de lado este hecho político hay un elemento deportivo que lo tiene a usted, entre otros, como protagonista: la Corrida de San Fernando, en la que usted tiene el número 1.057.

SA – Exactamente, yo generalmente corro con el número 400 que es la vieja lista de Washington Beltrán con la cual yo me inicié.

JAE – ¿Y qué pasó con el número 400?

SA – Usted sabe que ahora algunos se anotan por internet y resulta que llegué tarde; tarde no, en realidad ya había sido adjudicado.

JAE – Ya no tiene posibilidad de pedir que le reserven el número.

SA – Sí, pero esas cosas no son las más adecuadas, igualmente el número lo tengo en el corazón. Pero además hay otra cosa importante, hace 25 años que corro esta carrera y siempre comparo a estas maratones con la vida política: hay que correrlas con dignidad. A pesar de los años hay que llegar a hacer los tiempos, y sobre todo es parte de una disciplina que me ayuda no sólo física sino espiritualmente a ajustarme a los requerimientos.

JAE – La maratón de San Fernando arranca a las 21.15 horas y son 10.000 metros, ¿cuánto tiempo le lleva a usted?

SA – Los años pasan, yo generalmente hacía 47, 48 minutos, ahora estoy haciendo una hora, una hora dos minutos, es un tiempo como para recorrerla dignamente. Pero entreno, son 10 kilómetros, y mire que son miles de personas.

JAE – Sí, son 5.000 por lo que se maneja.

SA – La corría cuando era canciller. Tengo una famosa anécdota de alguien que venía corriendo al lado mío y no creía que el transpirado y agotado competidor que estaba al lado fuera el canciller del país, y eso también es parte de esa tradición republicana del Uruguay.


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