Entrevistas

Jorge Vázquez: "Uruguay es uno de los países más seguros de la región"

Jorge Vázquez: "Uruguay es uno de los países más seguros de la región"

El prosecretario de la Presidencia, Jorge Vázquez, afirmó a En Perspectiva que gracias a la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero Uruguay pasó a ser uno de los países más seguros de la región en el año 2009. El futuro subsecretario del Interior también señaló que en períodos anteriores de gobierno se destinó más personal para la seguridad de la Presidencia pero el mismo estaba menos profesionalizado que ahora. Por otra parte, el hermano del primer mandatario justificó el préstamo que le otorgó el Banco Hipotecario por 130.000 dólares para adquirir una nueva casa: según expresó, en la lucha contra el narcotráfico hubo "amenazas y organización de algunos hechos que podían poner en riesgo la vida de algunos de los que estamos involucrados [...] Yo estoy en el frente de batalla", remarcó.


(emitido a las 8.45 hs.)

EMILIANO COTELO:
En los últimos días de 2004, cuando lo entrevistamos por primera vez, cuando el entonces presidente electo anunció que lo nombraría como prosecretario de la Presidencia, se hablaba de él como "el hermano de Tabaré Vázquez".

Con el correr de los meses, el "hermano de Vázquez" fue tomando mayor protagonismo, porque su cargo de prosecretario lo puso al frente de la lucha contra el tráfico de drogas, uno de los temas que esta administración ha definido como prioritarios.

Comenzó a aparecer con más frecuencia en los medios hablando de incautaciones millonarias, pero también de otros temas, como la seguridad presidencial o la coordinación de medidas del Sistema Nacional de Emergencias.

Además, en setiembre del año pasado Jorge Vázquez quedó en el medio de un confuso episodio en ANTEL cuando una persona inventó una recomendación suya para ser contratada como asesora de seguridad en el directorio de la empresa.

Dos meses más tarde la oposición cargó contra él por un préstamo especial del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) que recibió para mudarse por razones de seguridad, una resolución que luego el propio presidente de la República salió a defender.

Finalmente, en diciembre Jorge Vázquez volvió a ser noticia porque se confirmó que en el nuevo gobierno acompañará a Eduardo Bonomi como subsecretario del Interior, aunque solo por algunos meses, porque está previsto que ascienda a ministro cuando se cree el Ministerio de la Presidencia y Bonomi pase a ser el titular de esa nueva cartera.

Para hablar de todos estos temas, recibimos al licenciado Jorge Vázquez, prosecretario de la Presidencia y futuro subsecretario y ministro del Interior.

***

EC - ¿Para usted fue una sorpresa que el presidente electo, José Mujica, le ofreciera el cargo de subsecretario del Interior, que implica asumir como ministro poco tiempo después?

JORGE VÁZQUEZ:
Más que una sorpresa para mí significó el reconocimiento a una actividad realizada durante cinco años, en mi opinión con bastante éxito, en una relación muy fluida sobre todo con funcionarios del Ministerio del Interior (MI), hemos encarado una actividad bien importante con respecto a la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero, pero además el reconocimiento de un trabajo en equipo, un trabajo sistemático que ha dado buenos resultados al cabo de cinco años. Para mí fue un reconocimiento personal bien importante, sobre todo, como usted decía en la introducción, ya no por ser el hermano del presidente de la República, sino porque creo que por mérito propio he ganado la responsabilidad que se me adjudica.

EC - A partir de su respuesta me quedan dos preguntas. La primera: ¿se manejaba esta posibilidad durante la campaña electoral?, ¿usted había tenido algún comentario?

JV - No, para nada, esto surgió como un planteo después de la campaña electoral. Yo me enteré primero por los medios y después oficialmente cuando se me hizo la propuesta.

EC - Y la otra pregunta. Usted ingresó a este gobierno porque gozaba de la confianza de su hermano, el presidente de la República, no se lo identificaba con ninguno de los sectores del Frente Amplio (FA); ¿sigue siendo esa su realidad?

JV - Sí, sigo siendo independiente.

EC - ¿Usted es un independiente dentro del FA, o pertenece a alguno de los grupos?

JV - No, yo sigo siendo independiente, me he mantenido independiente, estratégicamente me he mantenido independiente.

EC - Entonces si le pregunto a qué lista votó el 25 de octubre, ¿qué contesta?

JV - Me reservo el derecho a no contestarle. Estratégicamente me he mantenido independiente, porque estando en un cargo de gobierno y en la situación particular de ser hermano del presidente de la República, me pareció bien importante mantener una equidistancia saludable, terapéutica con los grupos políticos.

En aquel momento la fuerza política había definido algunos criterios para hacer las designaciones: primero la responsabilidad en cuanto a compartir el programa del FA, segundo tener la idoneidad técnica para desempeñar el cargo y tercero tener la idoneidad moral. En ese momento se consideró que yo reunía las condiciones, se me designó y creo que al cabo de los cinco años demostré que era así.

EC - ¿Cómo va a jugar el hecho de que usted sea un independiente dentro del FA cuando le toque ser ministro del Interior? ¿Es saludable para un ministro no contar con un respaldo político directo dentro del partido de gobierno?

JV - Durante estos cinco años para mí ha sido saludable no tener ninguna vinculación directa con ningún partido, con ninguno de los grupos del FA. Yo me debo al gobierno, a mi fuerza política, pero eso me permite tener la autonomía necesaria como para desempeñar el cargo sin tener que rendir muchas cuentas o ajustarme o someterme a ningún tipo de sugerencias. Me ha permitido desempeñarme con bastante autonomía, cosa que es bien importante cuando uno quiere separar las acciones de gobierno de las acciones del partido.

EC - De todos modos se puede decir: está bien, no tiene el respaldo de ningún sector del Frente, pero de hecho tiene el respaldo de Tabaré Vázquez, que cuando deje la Presidencia va a conservar una importante cuota de poder dentro del Frente.

JV - Sí, pero lo más importante para mí ha sido contar con el respaldo de la fuerza política. Hemos ido a la Mesa Política a rendir cuenta de nuestras actividades en la Prosecretaría, y sobre todo en la Junta Nacional de Drogas, y hemos tenido el respaldo unánime de todos los grupos en cuanto a la gestión. Tanto es así que finalizando este período de gobierno, en octubre viajé con Milton Romani y Ricardo Gil invitados por el gobierno de Estados Unidos, y correspondía que yo hiciera una consulta a la fuerza política sobre, si se volvían a ganar las elecciones, qué línea se iba a seguir en lo referente a narcotráfico y lavado de dinero, y recibimos el total respaldo de la fuerza política, nos dijeron: "Vamos a seguir trabajando en la misma línea en que se ha trabajado hasta ahora, porque los resultados han sido realmente muy buenos, pueden comprometer una opinión de que se va a seguir trabajando en la misma línea". Fue un respaldo unánime de la fuerza política, lo cual me da mucha más tranquilidad que estar respaldado por solamente uno de los grupos.

EC - Pero usted tiene el peso de Tabaré Vázquez en el próximo gobierno, tiene esa representación detrás.

JV - No me lo han planteado en esos términos, nadie me ha planteado "te proponemos tal cosa porque sos el hermano de Tabaré"; para nada.

EC - ¿De dónde viene su vinculación con los temas de seguridad? Se lo pregunto porque según su currículo usted es licenciado en Enfermería y se ha especializado en administración de servicios de salud y en gestión de recursos humanos, y hasta el año 2005 su actividad profesional se desarrolló en hospitales o sanatorios. De todos modos, en todas las campañas electorales en las que su hermano fue candidato presidencial –1994, 1999 y 2004– usted estuvo junto a él en los asuntos logísticos, y en particular en lo relativo a la custodia. Y ahora, en este período de gobierno asumió algunas tareas que van más allá de lo que es tradicional en un prosecretario de la Presidencia, por ejemplo ha sido el responsable del servicio de seguridad presidencial, fue responsable de la coordinación de la seguridad en la XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en noviembre de 2006, fue responsable de la coordinación de la seguridad en las visitas de presidentes extranjeros y en particular en la del presidente de Estados Unidos George W. Bush y el presidente de Brasil, Inácio "Lula" da Silva. ¿De dónde vienen sus conocimientos en esta materia?

JV - El tema seguridad es muy amplio, no está vinculado solamente a los aspectos policiales o delictivos. Al trabajar en el área de la salud uno trabaja aspectos de seguridad, sobre todo en el área prevención, la seguridad hospitalaria es un tema muy importante. Pero siempre he entendido, porque así me lo han enseñado, que la seguridad hay que encararla desde el punto de vista holístico, tiene una serie de connotaciones, y falla en general cuando uno trata de enfocarla desde un solo punto de vista. Y funciona sobre todo cuando uno tiene un enfoque preventivo.

Una de las cosas que yo he aprendido en mis vinculaciones con gente de distintos países es aquello de que la única guerra en la que uno pierde nada es aquella que no se hace, entonces en seguridad uno debe tratar de no hacer guerras. Y en lo que tiene que ver con la seguridad de los mandatarios uno tiene que tratar de generar ambientes seguros donde los mandatarios, ya sean nacionales o extranjeros, puedan desarrollar su actividad con total normalidad sabiendo que no les va a pasar nada, no solamente que no van a sufrir un atentado sino que no van a tener un accidente, nada que afecte su imagen como presidentes. Tiene mucho de un enfoque preventivo que en nuestro medio y en general en el mundo se conoce poco o se ha utilizado poco, es un enfoque bastante moderno. En los viajes internacionales he constatado que este enfoque es el que está predominando.

EC - Pero usted ya estaba metido en estos temas antes de llegar al gobierno, lo demuestran los antecedentes que mencioné de las campañas electorales, cuando estuvo en el armado de la custodia del Tabaré Vázquez candidato. Incluso dicen algunos frenteamplistas que participaron en aquellas campañas que a usted se lo veía como un "exagerado" en las preocupaciones por los problemas de seguridad que podía tener Tabaré Vázquez. ¿De dónde esa sensibilidad y esa especialización?

JV - Lo de exageración puede ser una sensación que tenga alguna gente. Los años han demostrado que yo tenía razón con mi supuesta exageración. Cuando empezamos en el tema narcotráfico era una exageración organizar determinadas actividades o prever determinado tipo de cosas, y los años nos dieron la razón, en Uruguay pasaban muchas más cosas que las que se suponía que pasaban. Los que están del otro lado siempre van a tratar de hacerle pensar que no pasa nada para que uno no tome medidas de control ni cuide ni proteja, entonces ellos se pueden mover con total impunidad.

[Se dice que] Uruguay es un país tranquilo donde no pasa nada, no hay narcotraficantes importantes, no hay organizaciones importantes, no hay lavado de dinero; sin embargo empezamos a investigar, empezamos a indagar, partimos de la base de que estas cosas en Uruguay pasaban, porque Uruguay no está aislado del mundo, es parte del mundo, y estas cosas pasan. Reconocimos que en Uruguay se lavaba dinero, salimos a buscarlo y lo encontramos; reconocimos que en Uruguay trabajaban organizaciones importantes, salimos a buscarlas y las encontramos. No solamente han sido desarticuladas y procesadas en Uruguay organizaciones y personas nacionales, sino nigerianos, serbios, europeos, bolivianos, mexicanos; tenemos más de 3.000 personas procesadas por narcotráfico y lavado de dinero en un contexto de cerca de 8.000 personas que fueron detenidas en el transcurso de cuatro años. Con las medidas que fuimos tomando Uruguay pasó de ser un país muy expuesto, muy vulnerable en el año 2005, a ser uno de los países más seguros de la región en el año 2009. Así que no estábamos exagerando, estábamos enfocando el tema con muchísima responsabilidad.

***

EC - Cuando se instaló este gobierno a usted le correspondió crear el Servicio de Seguridad Presidencial, pero esa custodia del presidente resultó más grande que las que tuvieron los presidentes anteriores. ¿Por qué?

JV - No fue más grande. Muchas veces se manejó públicamente que era más grande que las que habían tenido los presidentes anteriores, pero no es así, numéricamente no ha habido variaciones sustanciales.

EC - Por ejemplo, una nota del diario El País de agosto de 2007 decía que ese servicio llegó a contar con 89 miembros, 49 de ellos incorporados después de la asunción de Vázquez.

JV - En períodos anteriores llegó a haber más personas. Además le hemos dado una característica diferente. Trabajamos muchísimo en lo que tiene que ver con la prevención, y hay que tener en cuenta –en general no se dice– que la seguridad de la Presidencia de la República tiene la responsabilidad de la seguridad de los mandatarios extranjeros que vienen al país. Cuando vino el presidente Bush, si bien se coordinó con el MI, la responsabilidad primera fue de la seguridad de la Presidencia de la República. Todos los mandatarios o personalidades importantes que han visitado este país en los últimos cinco años han sido cubiertos por el Servicio de Seguridad de la Presidencia de la República, con un altísimo nivel de profesionalidad, y ha habido un excelente reconocimiento de esas personas en cuanto al nivel de seguridad que se les ha brindado.

Cada vez que está por venir un mandatario extranjero al país en general se manda una avanzada que, entre otros aspectos, toca el de seguridad. El aspecto seguridad actualmente en el mundo no está vinculado al tema guardaespaldas, nada que ver, los presidentes o los mandatarios que han tenido guardaespaldas todos han sufrido atentados, muchos de ellos con éxito. En general en aquellos lugares donde se aplican criterios de prevención uno le resta al enemigo la posibilidad de tener la iniciativa de hacer alguna cosa.

Utilizamos el criterio de trabajar en la prevención e ir quitando la iniciativa al otro, ir generando ambientes seguros, porque el tema de la seguridad hay que verlo como un producto, la seguridad se genera, se produce, hay que trabajar para tener ambientes seguros, lugares de trabajo seguros, lugares seguros donde desarrollar las actividades, lugares seguros para hacer los traslados, lugares seguros para hacer reuniones, lugares seguros para comer. Todas esas son cosas que hoy el mundo pide y Uruguay está en condiciones de dar excelente respuesta.

EC - ¿Usted dice que hasta este período de gobierno la custodia presidencial, con todas esas variantes que implica, no estaba al día, no estaba suficientemente profesionalizado y con los criterios que hoy se utilizan en el mundo?

JV - Sí, con el mayor respeto por las personas que trabajaron en el tema seguridad en gobiernos anteriores, yo puedo decir –es mi opinión personal– que hoy la seguridad de Presidencia de la República tiene un altísimo nivel de profesionalidad, nos hemos preocupado por capacitar a la gente en muchísimos aspectos que antes no eran encarados. Eso ha permitido que todos los mandatarios que han visitado Uruguay en los últimos se hayan ido muy conformes.

Quizás lo que más nos preocupó fue la seguridad del presidente Bush, y un criterio que compartimos con el embajador de Estados Unidos en Uruguay cuando la visita fue que la seguridad del presidente Bush era responsabilidad de Uruguay, que Uruguay iba a poner todos los recursos necesarios para darle las condiciones de seguridad adecuadas, y que ellos complementarían con aquellas cosas que no teníamos. Trabajamos excelentemente, no fuimos avasallados para nada por la seguridad del presidente Bush, coordinamos excelentemente, y nos sentimos muy reconfortados porque recibimos felicitaciones no solamente del presidente Bush sino de los responsables de su seguridad. Y de otros mandatarios también.

EC - Usted decía que se han manejado cifras equivocadas; ¿cuántos miembros tiene el servicio de seguridad presidencial?

JV - Por razones de seguridad no se lo voy a decir. Pero ¿qué debe hacer la seguridad de la Presidencia? Por ejemplo, la seguridad de los edificios. Tenemos para custodiar el edificio José Artigas, la Torre Ejecutiva, la residencia de Suárez, la casa del presidente de la República. No olvide que los funcionarnos hacen turnos de ocho o 24 horas, que descansan, que se enferman, que hay que sustituir. No tenemos más gente que la que ha habido en otras oportunidades. Sí estamos trabajando con muchísima más profesionalidad que antes.

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EC - Usted ha ejercido el cargo de presidente de la Junta Nacional de Drogas (JND) y Prevención en el Lavado de Activos, que le corresponde al prosecretario de la Presidencia, de una forma particularmente activa, al punto de que pasó a ser algo similar al "zar" de la lucha contra el narcotráfico que existe en otros países. ¿Cómo fue eso? ¿Por qué se dio ese cambio?

JV - No me dé el título de "zar de la lucha contra el narcotráfico" porque me genera otro problema más. El cambio se dio fundamentalmente porque nos pareció que era un trabajo que había que realizar en equipo, que tiene múltiples facetas y es de enorme complejidad, entonces había que encararlo no solamente desde el punto de vista nacional sino también internacional. En la prevención del lavado de activos –como estaba tipificada hasta ese momento en Uruguay– existía el Centro de Capacitación y Prevención del Lavado de Activos, que cambiamos por la Secretaría Nacional Antilavado, le dimos un rango mucho mayor, lo llevamos a la magnitud que realmente debería tener.

Ya no tenemos que trabajar en la prevención del lavado de activos sino en el combate del lavado de activos, porque si usted trabaja solamente en la prevención, capacitando gente para ponerles algunas dificultades a las personas o a las organizaciones que lavan dinero, se queda medio corto. La Secretaría Nacional Antilavado es un organismo altísimamente especializado, que ha trabajado mucho con el Poder Judicial, con el Poder Legislativo, que tiene técnicos. Tiene una estructura muy chica pero trabaja en forma coordinada con muchísimos técnicos, y ha llevado a que Uruguay hoy tenga una legislación de primer nivel, muy buena, y sea uno de los países mejor conceptualizados en cuanto al control del lavado de dinero.

Quizás este sea un tema poco conocido para el común denominador de la gente, pero en el mundo el lavado de dinero está muy vinculado a la financiación del terrorismo, y en los países del primer mundo el tema terrorismo es realmente importante. Como hemos dicho en reuniones a nivel internacional: Uruguay va a trabajar muy fuerte en ese tema, porque es un tema importante, no para hacer buena letra, no para quedar bien con los demás; en Uruguay no hemos detectado financiación del terrorismo, pero si a Uruguay le va bien a otros países les va a ir mejor, porque a nosotros no nos voltearon torres gemelas, las torres gemelas se voltean en otro lado.

EC - Usted lo mencionó, el gobierno ha exhibido logros importantes en la lucha contra el narcotráfico y el lavado de activos, ha habido varias incautaciones voluminosas de drogas, ha habido detención y procesamiento de miembros de organizaciones de narcotraficantes, ha habido arrestos y procesamientos de culpables de lavado de activos. ¿Cuál ha sido la clave de estos buenos resultados? ¿Ha estado en el nuevo marco legal? ¿Ha estado en la introducción de nuevas tecnologías para vigilancia electrónica? ¿Ha estado en la formación y la renovación de los recursos humanos? ¿Dónde pone usted el foco?

JV - Ha estado en todas esas cosas que usted dice, pero además en la preocupación política por este tema. Como usted dijo, esto fue declarado prioritario por este gobierno, y los organismos vinculados a este tema reconocen que son más eficientes porque se les ha dado más tecnología, más personal, pero sobre todo porque se le han dado mucho más respaldo político y la tranquilidad de que ningún miembro de este gobierno va a pedir nada por nadie.

EC - ¿Qué quiere decir eso?

JV - Aquello de que al que le toca le toca, ningún teléfono se va a levantar para pedir que no se haga tal investigación o que se suspenda tal otra investigación. Eso es un mensaje fuerte y bien importante, sobre todo para la policía.

EC - ¿Quiere decir que en gobiernos anteriores sí había permeabilidad a este tipo de pedidos?

JV - No, yo digo que desde el día en que yo asumí y tuve reuniones con miembros de la policía les dije: "Nosotros tenemos una responsabilidad política, ustedes tienen una responsabilidad ejecutiva; hemos declarado este tema prioritario y vamos a trabajar intensamente; dígannos qué necesitan para tener buenos resultados, porque les vamos a exigir buenos resultados".

En una reunión en el MI un oficial importante de la policía dijo: "En esta oportunidad nos hemos encontrado políticos honestos con policías honestos". Y con esa combinación, reconociéndole a la policía la profesionalidad que tiene en estos temas, es que hemos tenido muy buenos resultados. Y la otra clave para tener buenos resultados ha sido tener gente comprometida con este tema, gente que va para adelante, que se compromete y lo hace en serio, que asume el riesgo, que asume la responsabilidad del riesgo. Y el trabajo en equipo, ir viendo paulatinamente las dificultades desde el punto de vista jurídico y trabajar con el Poder Judicial y con el Parlamento e ir mejorando paulatinamente las leyes; no aquello de que como no tenemos leyes no hacemos nada, como nos falta personal no podemos hacer, como no tenemos tecnología tampoco.

Con lo que tenemos vamos a empezar a trabajar, hagamos un plan de trabajo. Ese plan de trabajo nos va a decir cuáles son las dificultades que tenemos, qué es lo que nos falta, entonces vamos a ir cubriendo las necesidades y vamos a tener mejores resultados. Pero tenemos que tener resultados. Y los resultados aparecieron. Fue el resultado de muchísimas cosas, del trabajo en equipo, del compromiso político, de tener policías muy bien capacitados, honestos y muy preocupados por este tema, que se las juegan.

EC - ¿Cuánto pesa la tecnología para intervención de llamadas telefónicas, para filtrar correo electrónico, mensajes de texto? Porque parece que esto ha sido una herramienta, un factor importante en todo esto.

JV - Usted dice muy bien, es una herramienta. Eso pesa, pero pesa mucho más la inteligencia de las personas, pesa mucho más el compromiso de las personas. Todos estos son elementos que ayudan a que la gente haga un trabajo de inteligencia. Esa es otra de las cosas bien importantes, que nos dieron muy buenos resultados: hacer trabajar en forma coordinada la represión del narcotráfico con el lavado de dinero. Se complementan las operaciones, nuestros técnicos vinculados con el tema lavado de dinero trabajan mucho sobre la información que se obtiene en los procedimientos de narcotráfico. Hoy se cruza información, se ha sistematizado mucha información, equipos de trabajo de inteligencia se han especializado en estos temas, como se han especializado jueces y fiscales, como se ha capacitado a nuestra policía para tener una buena prueba, lo que nos permite ser más eficientes en la detención y en el procesamiento de las personas vinculadas. Fue un trabajo que se hizo en equipo, al que se le incorporaron tecnología y personas, porque lo más importante son los hombres.

EC - La buena noticia tiene su cara de preocupación: hay gente inquieta por el alcance de las escuchas telefónicas y la posibilidad de intervenir correo electrónico, celulares. Si se pueden lograr las cosas que se han logrado en algunos casos tan sonados, algunos se preguntan: ¿no se estará usando la tecnología más allá de esos casos, para otros tipos de espionaje?

JV - Esa ha sido una preocupación nuestra bien importante. Hubo algunas cosas que nos preocuparon. Por ejemplo, el tema de los Derechos Humanos, porque esto tiene que ver con Derechos Humanos. A partir del año 2008 integramos la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, fuimos con Milton Romani y planteamos el tema Derechos Humanos y narcotráfico, y nos dijeron: "No, tema Derechos Humanos, Ginebra, acá no". "No, tema Derechos Humanos acá también", porque les damos a los narcotraficantes una serie de garantías desde el punto de vista jurídico, pero a las personas que consumen no les damos el mismo tipo de garantías, en muchos lugares hay reticencias para atenderlas. Trabajamos en el tema de los Derechos Humanos y logramos mejores niveles de atención. Hay todo un aspecto muy importante que tiene que ver con la prevención, el tratamiento y la reducción de daños, porque no solo hay que trabajar sobre los que venden droga, sino también sobre los que consumen, porque si logramos reducir el consumo vamos a reducir el tráfico. De este tema se habla poco.

También se habla poco de la financiación de este tipo de delito. Se habla mucho de las personas que consumen y cometen delito, que roban, rapiñan para comprar pasta base –aunque no todos los que roban lo hacen para drogarse–, pero se habla poco de las personas que financian estas actividades y después salen con un discurso paralelo a decir: "qué inseguridad tenemos en el país, esto es espantoso, no se puede vivir, nos roban en la calle", cuando ellos mismos financian los delitos.

El tema de las escuchas, que ahora es una ley, se discutió con el Poder Judicial, se discutió ampliamente en el Parlamento y fue aprobado. No se hace ninguna escucha que no sea autorizada por la Justicia, lo que llega al centro de escuchas es lo que la Justicia autoriza, la escucha no se inicia en los centros de escucha sino con una solicitud al juez, al que hay que darle motivos y fundamentar muy bien. El juez autoriza la escucha, la autorización va a las empresas que manejan las comunicaciones telefónicas y estas derivan al centro solamente las conversaciones de los teléfonos autorizados. La totalidad de la escucha es analizada desde el punto de vista de la inteligencia y va a la Justicia, el juez decide qué cosa va al expediente y qué cosa no, la totalidad de la escucha queda en poder del Poder Judicial. Así que en ese sentido les hemos dado a los ciudadanos la mayor garantía posible. Hoy tenemos muchas más garantías que hace un tiempo, el tema fue discutido ampliamente en el Parlamento, hay un involucramiento del Poder Judicial, y además tenemos jueces y fiscales que se han especializado en estos temas, para quienes este tema es una preocupación y se encargan de controlar muy bien qué se hace en este sentido.

***

EC - En noviembre el semanario Búsqueda reveló que usted había obtenido un crédito de unos 130 mil dólares de una línea especial subsidiada que existe a partir de un convenio entre el BHU y la JND destinada a los funcionarios involucrados en la lucha contra el narcotráfico. Según se supo en ese momento, el crédito era para adquirir una casa en Punta Gorda que le permitiría mejorar las condiciones de seguridad en las que usted vivía entonces.

¿Puede explicar este trámite?

JV - Cómo no. Primero debo decir que esto se personalizó en mí, pero fue una medida que tomaron la JND y el gobierno, que se inició con una propuesta que se elevó al Parlamento en el artículo 51 de la última rendición de cuentas. Allí planteamos la necesidad de tomar medidas de protección para la gente que trabaja contra el narcotráfico y lavado de dinero por la dimensión que estaba tomando el nivel de resultado que teníamos. Si lo hubiéramos planteado en 2005 habría sido una exageración, en 2010 es una necesidad.

EC - En ese momento, cuando se discutió políticamente el tema, el diputado Jaime Trobo dijo que según lo que establecen las normas, usted, el prosecretario de la Presidencia, no podía ser beneficiario de este régimen especial que apuntaba a los funcionarios involucrados directamente en el frente de batalla.

JV - Yo estoy en el frente de batalla. El diputado Trobo estaba equivocado en la interpretación de la ley.

EC - Indicó que el decreto 967, que remite a su vez a la ley 18. 362, establece que será preservada la identidad personal de esos funcionarios y sus familias. El decreto incluso exhorta a los medios de comunicación a evitar la identificación de estas personas. Y agregaba Trobo: "El prosecretario no puede ser preservado en su actividad personal ya que sale en forma asidua en los medios de comunicación. Se trata de una persona pública y de confianza".

JV - Más razón para tomar medidas de precaución, a nadie le es extraño que soy el presidente de la JND. Pero vamos a despersonalizarlo, porque acá la idea fue cómo proteger a todas las personas involucradas en la lucha contra el narcotráfico, porque sabemos que en la medida en que vamos teniendo mejores resultados nos vamos generando más cantidad de enemigos. Miremos lo que pasa en el resto del mundo. No pensemos que en Uruguay no pasa nada, porque en Uruguay no se lavaba, y se lavaba plata; no había organizaciones internacionales vinculadas al narcotráfico, y las hay; no había grandes cosas vinculadas al delito, y las hay; no hay vendettas ni asesinatos vinculados al narcotráfico, y los hay; en Uruguay no hay problemas vinculados con el tráfico de armas, y parece que también los tenemos. En Uruguay pasan más cosas de lo que la gente cree. Entonces dijimos: si les exigimos a los funcionarios que cumplan con todas estas tareas, vamos a protegerlos. Es una muy buena medida protegerlos, el Parlamento lo entendió así y lo aprobó en esos términos. Todas las personas involucradas en la lucha contra el narcotráfico van a recibir medidas de protección. Eso es lo que tratamos de hacer.

EC - ¿No fue políticamente incorrecto que usted, el prosecretario de la Presidencia y hermano del presidente de la República, fuera el primero o uno de los primeros en acogerse a ese régimen especial de créditos hipotecarios?

JV - No fui uno de los primeros, ya se han entregado cerca de 30 viviendas a funcionarios de narcóticos; a este beneficio se han acogido jueces y fiscales, y entre todos los que se han presentado también me he presentado yo. El trámite no fue tan rápido como dice todo el mundo, me llevó los meses que le lleva a cualquier persona que hace un trámite de este tipo en el BHU, y si hubo alguna excepción, pero para todos los que estamos en este tipo de tareas, fue con respecto a la edad, porque los que estamos en estos cargos ya somos mayores, y además en ese momento estábamos pasando por una situación de riesgo creciente.

EC - ¿Por qué razón usted tenía que mudarse? ¿Qué pasaba?, ¿cuál fue el motivo que desencadenó el pedido de préstamo para una mudanza de un apartamento en Pocitos a una casa en Punta Gorda?

JV - Muy fácil: yo vivía en un primer piso, las ventanas de las habitaciones donde dormían mis hijos daban todas a la calle, era un riesgo muy importante. Todo el mundo me decía "tenés que mudarte de ahí". Y efectivamente, yo debo brindarle a mi familia tranquilidad. Porque es muy fácil pedir que uno trabaje, que uno obtenga resultados.

EC - ¿Había ocurrido algo en particular?

JV - Habían ocurrido muchas cosas en este país, no solamente lo que le conté, sino además una serie de cosas que hemos ido poniendo en conocimiento de los jueces, una serie de denuncias hechas en los juzgados especializados que tienen que ver con situaciones de riesgo, tanto amenazas –no en mi caso particular, sino en general de las personas que estamos involucradas en estos temas– como algunos hechos que podían poner en riesgo la vida de algunos de los que estamos involucrados en estos temas.

EC - ¿Atentados, concretamente?

JV - Sí, atentados. Pero le quiero decir una cosa –quizás por esto el tema se maneja en forma parcial–, hay dos conceptos de la JND que no queremos manejar públicamente. Uno es el tema guerra a las drogas, porque el día que declaremos guerra al narcotráfico se desencadena la guerra, y el día que se dispare el primer tiro no sabemos adónde vamos a parar. Hasta ahora solamente en un par de procedimientos hubo que hacer algún disparo para que alguien no huyera y en uno para detener un avión que tenía intenciones de irse.

Y el otro tema son las amenazas y los atentados. Si a este problema le agregamos el factor miedo nos va a ir muy mal, este tema debe ser encarado con la responsabilidad que corresponde, hay que asumir los riesgos que corresponden, hay que tomar las medidas de precaución que corresponden, pero tenemos que seguir adelante. No podemos tener policías que trabajan en el tema drogas y vivan en Paso de la Arena, Cerro norte, en lugares periféricos. Por ejemplo, el inspector Guarteche cada vez que tiene que hacer un procedimiento, un trámite administrativo para mudarse, el expediente pasa por el MI, por el Tribunal de Cuentas, quiere decir que cuando el inspector Guarteche se muda ya todo el mundo sabe dónde vive. Estas cosas no deben suceder.

Cuando yo me mudé la intención fue tener un nivel de protección que todo el mundo me estaba pidiendo o exigiendo. ¿Y qué fue lo primero que hicieron? Hacerles un enorme favor a los narcotraficantes, decirles adónde me iba a vivir, con lo cual me complicaron la vida. Pero esto fue más de manejo político que de manejo técnico, porque desde el punto de vista técnico a esta altura del campeonato si uno suma las cosas incautadas más las cuentas bloqueadas, si todo esto cierra en la línea que pensamos, le estamos devolviendo a la ciudadanía más de 30 millones de dólares incautados al narcotráfico. Ya le hemos devuelto a la sociedad en tecnología para los hospitales, para el MI, para la brigada de narcóticos, para la Facultad de Química, para la Facultad de Enfermería, para el hospital Maciel, para el Poder Judicial, compramos la sede de los juzgados especializados, van a tener una excelente tecnología para trabajar. Estamos hablando de la parte menos importante desde el punto de vista económico, pero tenemos que definir bien: ¿qué estamos defendiendo acá: la protección de las personas que se están jugando en este tema, o la poca plata que estamos invirtiendo para que la gente viva en lugares adecuados?

EC - ¿Esos lugares están diseñados y construidos tomando en cuenta ese tipo de requerimientos especiales?

JV - Sí; podríamos haber utilizado parte de lo incautado para comprar casas y decirles a los funcionarios: "Vaya a vivir allí hasta el final del ejercicio de su actividad", pero nos pareció bueno que así como uno asume la responsabilidad, asuma la responsabilidad de pagar su propia vivienda. Los policías van a acceder o están accediendo a viviendas del Ministerio de Vivienda y pagan de acuerdo al número de hijos y sus ingresos, es decir, pagan una cuota que les hace posible vivir en forma digna y que no va más allá de sus posibilidades económicas. Lo malo sería darles una vivienda que después no pudieran pagar y se la remataran, quedarían en la calle, que es un drama peor. Además, ¿qué pasa si un día matan a alguien? Alguien va a decir "no fueron capaces de protegerlo". En otros países hemos visto que se hace eso, se les dan las garantías totales para vivir, incluso viven en lugares especializados, con determinada protección.

Nosotros optamos por un mecanismo que con la legislación que teníamos podíamos aplicar. Nos parece que es muy bueno, aunque nos parece que deberíamos extenderlo más, tenemos que darles a los trabajadores –no importa el trabajo que estén realizando– las mayores garantías posibles; así como a un trabajador de la construcción se lo obliga a andar de casco, con arnés, con esto y lo otro, a los policías tenemos que darles la garantía de que puedan realizar su actividad con total tranquilidad. Mire que nadie se queda tranquilo cuando se va a hacer determinado tipo de procedimiento y deja a su familia, a su mujer y a sus hijos, en el mismo lugar donde se están cometiendo los delitos. Nadie se queda tranquilo cuando sale a realizar determinado tipo de actividades y está pendiente de que algún día le pueda pasar alguna cosa.

***

EC - ¿Usted no se tomó licencia todavía?

JV - Todavía no.

EC - ¿Se la va a tomar en febrero?

JV - En febrero me voy a tomar unos días.

EC - Vamos a ver si puede, porque están los preparativos de la instalación del nuevo gobierno, y usted va a ser subsecretario del Interior con el anuncio de que pocos meses después va a ser el ministro. ¿Ya ha estado reuniéndose con el senador Eduardo Bonomi para definir los lineamientos?

JV - Sí, ya hemos tenido algunas reuniones con Bonomi y con el ministro Bruni de intercambio de algunas ideas más o menos generales.

EC - El senador Bonomi ha dicho en estos días: "En este período de gobierno que está terminando la seguridad pública no fue prioridad; en el presupuesto se establecieron otras prioridades, concretamente la educación y la salud, por ejemplo. En el próximo gobierno sí la seguridad pública será prioridad". ¿Usted tiene esa visión?

JV - Sí. Yo creo que durante este gobierno en el tema seguridad se hizo mucho.

EC - Pero ¿es una asignatura pendiente de este gobierno?

JV - Hay que seguir trabajando en el tema seguridad, es un tema que tenemos que tener siempre presente. Pero además tenemos que trabajar intensamente en hacer entender a la gente que la seguridad no es un tema exclusivamente policial. La seguridad pasa por muchas cosas; como le decía, hay que generarla, es un producto. Creo que vamos caminando hacia un Uruguay más seguro, ya en estos cinco años hemos hecho muchas cosas y tenemos un Uruguay mucho más seguro que hace unos años. Un Uruguay mucho más seguro incluso comparado con otros países de la región. Vaya hoy a Punta del Este y va a ver la cantidad de gente, de extranjeros, que se mueven por los boliches, que andan de noche, que mandan a sus hijos a la playa, cosa que en otros países no pueden hacer. Nosotros los uruguayos no valoramos eso, pero en otros países se valora mucho.

Además, en Uruguay hay gente que financia el delito, cuando usted financia el tráfico de drogas está financiando no solamente el tráfico de drogas, sino el robo de radios de autos, el robo de la señora que sale de la Caja de Jubilaciones, el robo del guarda de ómnibus, todo ese tipo de cosas. Entonces por un lado tenemos gente con muy buen nivel económico que está financiando este otro tipo de delincuencia que es la que más molesta, la que más se siente, la que hace que la gente se sienta más insegura.

Tenemos que seguir trabajando bien en el tema educación y en incorporar a los jóvenes al sistema educativo, tenemos que seguir trabajando en los proyectos que tenemos con la Intendencia de Montevideo y algunas intendencias del interior en fomentar la integración y la participación de los jóvenes en programas concretos, sobre todo en lo que tiene que ver con la parte de hábitos de vida saludable; tenemos que seguir mejorando los índices de desocupación, que la gente tenga más trabajo, más trabajo digno; hay que generar una expectativa de vida en que el robar o el vivir delinquiendo no sea un estilo de vida sino la excepción. No vamos a tener nunca un país con cero delito, no existe en el mundo, en aquellos países que han recrudecido las penas, incluso en los que existe la pena de muerte, es donde encontramos los niveles de violencia más altos. Entonces tenemos que trabajar en forma conjunta, en forma integrada, creo que una de las buenas cosas que hizo la JND ya en el año 2005 fue definir que el problema drogas es un compromiso de todos y tenemos que comprometer a todos para tener un país cada vez más seguro.

EC - Cuando dice "un compromiso de todos", ¿está hablando de herramientas como las que enfatiza el senador Bonomi: la Policía Comunitaria, las Mesas de Convivencia y Seguridad y la Dirección de Información e Inteligencia dedicada a detectar eventuales delincuentes?

JV - También. Un aspecto más: durante este gobierno se inició un trabajo muy bueno que fue el Gabinete de Seguridad, integrado por los ministerios de Educación y Cultura, de Economía, del Interior, de Desarrollo Social, de Salud Pública. Ahí se generan políticas tendientes a mejorar las condiciones de seguridad. Por supuesto, lo que usted me pregunta vinculado al tema servicios de inteligencia es fundamental, los servicios de inteligencia tienen que recibir permanentemente información de lo que está pasando, jerarquizar los problemas y trabajar en la parte preventiva del delito. Lo mejor que podemos hacer es aquello de que la única guerra en la que no perdemos nada es la que no hacemos: el delito en el que no vamos a perder nada es el que no se comete. En ese sentido vamos a trabajar.

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Transcripción: María Lila Ltaif


Luego de la entrevista, Jorge Vázquez conversó con algunos integrantes de la Tertulia del lunes.

 
 Leonardo Costa y Jorge Vázquez