Entrevistas

Conflicto bilateral por Botnia: Bustillo aboga por "quitarle presión" al gobierno electo

Conflicto bilateral por Botnia: Bustillo aboga por "quitarle presión" al gobierno electo

El presidente electo, José Mujica, ya comenzó las gestiones con Argentina para avanzar en acuerdos bilaterales desde el 1º de marzo, cuando asuma el máximo cargo. El embajador de Uruguay en Argentina, Francisco Bustillo, señaló a En Perspectiva que el diferendo por Botnia ha profundizado otros problemas, como el dragado del Canal Martín García, por lo que consideró que el conflicto no es parte del pasado. "Sí estamos transitando caminos que llevan a la solución final", apuntó. En este sentido, afirmó que hay "quitarle un poco de presión al gobierno que entra" y no agotar la instancia de diálogo aunque "podamos incurrir en caminos de hartazgo". Por otra parte, indicó que "se ha avanzado" en la inversión conjunta para una planta regasificadora en Montevideo.


(Emitido a las 8.59 horas)


EMILIANO COTELO:
José Mujica realizó la semana pasada su primera salida del país desde que es presidente electo, y el destino elegido para la primera visita fue Argentina.

Acompañado sólo por su esposa, Lucía Topolansky, y sin asesores o secretarios que lo asistieran, Mujica cruzó el martes de Colonia a Buenos Aires, donde permaneció durante 72 horas. Pero el día que generaba la mayor expectativa era el jueves. En esa jornada se reunió en la Casa Rosada con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Durante el encuentro, que duró algo más de una hora, Mujica y la mandataria argentina acordaron la creación de una comisión binacional que analizará aquellos temas de la relación bilateral que se encuentran pendientes de solución.
 
Uno de esos puntos, obviamente, es el conflicto generado por la instalación de la planta de celulosa de Botnia-UPM en Fray Bentos.

(Audio José Mujica)

"No tenemos ninguna solución en la mano. Tenemos la voluntad de luchar palmo a palmo por encontrar salidas y mejorar en todo lo posible la relación entre nuestros dos países".

(Fin)

EC - En la conferencia de prensa realizada en la Casa Rosada, Mujica explicó que la comisión binacional se instalará una vez que él asuma el 1º de marzo, y deberá analizar, por ejemplo, el dragado del Canal Martín García y del Río Uruguay; las trabas comerciales que se dan en el intercambio entre los dos países y la interconexión eléctrica entre Uruguay y Brasil, cuyo financiamiento está pendiente del voto de Argentina para que puedan emplearse en el proyecto Fondos de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem).

(Audio José Mujica)

"No pretendemos tocar el cielo con la mano de la noche a la mañana, pero pretendemos sí, pausada y sistemáticamente, ir enfrentando esos problemas y tratar de negociarlos, y de negociarlos con el espíritu más creador posible".

(Fin)

EC - Esta mañana les proponemos analizar esa lista de asuntos pendientes. Y, más en general, ¿cómo queda la relación Uruguay-Argentina al término del gobierno de Tabaré Vázquez?
    
Vamos a conversarlo con el embajador saliente de Uruguay en Argentina, Francisco Bustillo.

***

EC - ¿Lo hemos encontrado en Buenos Aires?

FRANCISCO BUSTILLO:
No, casualmente este fin de semana me trasladé a Uruguay a levantar a la familia, que había venido a pasar unos días de vacaciones. Hoy –lunes- a primera hora de la tarde ya me la llevo nuevamente a Buenos Aires.

EC - Usted está por terminar cinco años como embajador en Argentina. Cinco años que coincidieron con la crisis por la instalación de la planta de Botnia-UPM y todas sus derivaciones: el juicio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el bloqueo de los puentes y, en particular, el piquete que tiene cortado el puente Fray Bentos-Puerto Unzué desde hace más de tres años.

Con todos esos antecedentes a cuestas, ¿cómo observó el resultado de la reunión que el presidente electo, José Mujica, mantuvo el jueves con la presidenta Cristina Fernández?

FB - Efectivamente, estamos concluyendo cinco años de gestión –en la rotación natural del servicio exterior son cinco años en el exterior y dos en Montevideo–, que han estado signados por las diferencias a propósito de la instalación del emprendimiento de Botnia sobre el Río Uruguay.

Creo que tenemos que quitarle un poco de presión al gobierno que entra, en este caso al presidente electo, el senador Mujica, más allá, por supuesto, de augurar la mejor relación con la República Argentina y los mayores éxitos.

EC - ¿Qué quiere decir con "quitarle presión"?

FB - Se ha generado una gran expectativa, de hecho uno la vivió en la visita que hizo días pasado el presidente electo, en cuanto a que pudiera resolver por sí mismo el diferendo con Botnia. Y lo cierto es que más allá de las expectativas que se había generado mucha gente en Uruguay, la visita fue muy buena en términos personales; creo que el objetivo de la visita del senador Mujica, presidente electo, no fue otra que seguir profundizando la buena relación que viene gestando con la presidenta de los argentinos.

EC - ¿Es un avance la creación de una comisión binacional para analizar los problemas de la agenda bilateral?

FB - En todo caso es una herramienta más...

EC - ...Muchas veces se dice que la creación de una comisión suele ser el entierro de lujo de un tema.

FB - En este caso es una herramienta más. Yo soy muy afecto a la institucionalidad y debo precisar que ya hay algunas comisiones que son los ámbitos naturales de discusión de estos temas, como la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) y la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). Sin perjuicio de lo cual, bienvenida sea, ante una crisis como la que vivimos con la República Argentina, la creación de una comisión que procura dar por solucionado o al menos empezar a desandar un camino de desencuentros. De modo que en ese sentido en principio es una herramienta y esperemos que sea una muy buena herramienta que utilicen quienes les toque actuar en los próximos años.

EC - Le propongo repasar uno a uno algunos de los temas que, según ha dicho Mujica, Uruguay propone para esa comisión, aparte del conflicto por Botnia-UPM.

Por ejemplo, el dragado del Canal Martín García y del Río Uruguay. ¿Qué pasa en esta materia?

FB - A propósito del emprendimiento de Botnia, a la natural diferencia que hemos tenido históricamente con la República Argentina cuando se trata del Río –hay intereses, no hay ninguna duda de que hay muchos intereses en juego– se le sumó todo lo que conlleva el emprendimiento de Botnia. En ese sentido, la CARU y la CARP han venido enfrentando dificultades. En el caso de la CARU tenemos dos grandes planes, el Programa de Prevención y Control de la Contaminación (Procon) y el Plan de Monitoreo de la Calidad Ambiental del río Uruguay en Áreas de Plantas Celulósicas (Procel), que lamentablemente a partir del diferendo han sido dejados de lado y poco se ha podido avanzar...

EC - ... O sea que en la CARU hay varios problemas.

FB - Exactamente, sobre todo que a partir del diferendo Argentina ha hecho saber que cualquier tipo de emprendimiento, nuevo proyecto que se presente –lo cual ha dejado constancia en actas en reiteradas oportunidades– se podrá considerar en el entendido de que no tenga vinculación directa o indirecta con el emprendimiento que consideran ilícito, que es Orión, el caso de Botnia. Ese es el primer elemento a tener en cuenta. Eso es moneda corriente en las discusiones en la CARU.

Y en la CARP tenemos los problemas históricos. Allí se tratan todos los problemas que hacen al dragado, en este caso del Canal Martín García. Para nosotros es trascendente, habida cuenta de la competencia natural con el Canal Mitre, que se encuentra en aguas argentinas...

EC - ...¿Cuál es la utilidad del Canal Martín García? ¿Por qué es importante avanzar en su dragado?

FB - Cuando uno habla del Río Uruguay y del Río de la Plata, tendría que hablar de la comunidad de los ríos, con lo que ello implica desde el punto de vista económico y comercial para ambas orillas y en particular para nosotros. En ese sentido, el Canal Martín García compite necesariamente con el Canal Mitre, que está en aguas argentinas. Esto fue materia de discusión durante mucho tiempo y son problemas de vieja data.

A partir de acuerdos concretados con la República Argentina se intentó que ambos canales fueran competitivos, para lo cual se previó que cada vez que se dragara a equis pies uno de los canales se hiciera lo propio con el canal de la otra parte. Además, se previó que ambos sean compatibles desde el punto de vista comercial, por ejemplo, vía el cobro de peajes. Lamentablemente, desde los primeros tiempos se generaron problemas no solo porque en este caso el Canal Mitre ya se está dragando a 36 pies y se pretende llevarlo a mayor profundidad, sino porque en el caso del Canal Martín García no hemos logrado avanzar más allá de los 32 pies de profundidad. Las desventajas para nosotros surgen naturalmente.

EC - Son desventajas para el acceso ¿a qué puertos?

FB - A todos los puertos del litoral, en particular al puerto de Nueva Palmira, que es un punto neurálgico para la hidrovía y por todo lo que significa en materia económica y comercial para el Uruguay todo. Y a eso se suma el cobro de los peajes. Concretamente, según notas reversales intercambiadas oportunamente, se destina un 30% de lo recaudado por peaje en el Canal Martín García a cubrir supuestos gastos de la República Argentina en el drago de la vía hacia el Paraná y su señalización, obras que no son necesarias, y ese 30% supone en la práctica una transferencia de financiamiento a la República Argentina.

Insisto, son problemas de vieja data, sin solución de continuidad, y que se han visto profundizados a propósito de la llegada de Botnia al Río Uruguay.

EC - ¿Usted dice que el conflicto por Botnia ha incidido en el trancazo en torno a estos dragados?

FB - Sí, definitivamente ha sido así...

EC - ...Se lo pregunto porque cada tanto se sostiene –la semana pasada lo discutíamos en La Tertulia– que el puente cortado Fray Bentos-Puerto Unzué, pese a que lleva tres años en esa situación, a esta altura ya es algo asimilado, el turismo de argentinos a Uruguay ha crecido en estos años y los comerciantes de Fray Bentos están satisfechos porque la población de Río Negro ya no va a Gualeguaychú a hacer sus compras. Se tiende a decir que "el conflicto ya pasó" en cuanto a sus impactos en Uruguay. Sí está que se alargan algunos fletes, sí está la situación de las familias que trabajan en torno al Puente, en la cabecera del Puente, pero en general se tiende a pensar que es una situación ya digerida. Pero usted nos está contando de proyectos muy importantes para nuestro país, como el dragado del Canal Martín García y del Río Uruguay, que estarían demorándose como consecuencia de este conflicto.

FB - Definitivamente. En la relación bilateral hay temas coyunturales como el advenimiento de Botnia, y temas estructurales como los dragados. En ese sentido, estos son vitales, deberían ser para cualquier uruguayo el primer tema en la agenda, al menos a tener en cuenta y de particular sensibilidad.

EC - El dragado del Río Uruguay permitiría darles mayor actividad al puerto de Fray Bentos, por ejemplo, y al puerto de Paysandú.

FB - Exactamente, a todo el litoral del país. Por eso insisto en que hay temas estructurales en la relación y temas coyunturales. Y definitivamente, más allá de las buenas intenciones que hemos tenido todos, de abrir un paraguas sobre el conflicto para que otros temas no estén contaminados, lo cierto es que toda la problemática que hace a la relación bilateral ha estado contaminada por este conflicto...

EC - ...Que, si entiendo bien, lo que ha hecho es agravar una problemática histórica. Siempre se sostiene que son los intereses argentinos ligados al puerto de Buenos Aires los que están frenando estas otras inversiones.

FB - Sí, muchas veces nos referimos a la República Argentina y a las relaciones entre Uruguay y Argentina como "una rica historia fraterna en común". Pero esa rica historia fraterna en común no es tal, hemos tenido muchos desencuentros; por supuesto que hemos tenido también puntos de encuentro, pero han sido muchas las diferencias históricas y esta es una más. Es algo que está incorporado, algo estructural a lo que debemos prestar particular atención. En este caso, digamos que Botnia ha sido la punta del iceberg, pero debajo de las aguas hay otros problemas muchos más trascendentes para Uruguay.

EC - Otro de los puntos que ha mencionado Mujica para incluir en esta agenda de temas a tratar en esa comisión es el apoyo pendiente de Argentina para que en el Mercosur puedan utilizarse fondos del Focem para financiar la obra de interconexión eléctrica Uruguay-Brasil. ¿Cuáles son los argumentos para la resistencia argentina a ese voto?

FB - No son argumentos técnicos, de hecho todas las instancias técnicas que debió atravesar la República Argentina en la consideración del préstamo a otorgarse por el Focem, a los efectos de la interconexión eléctrica entre Uruguay y Argentina, fueron debidamente sorteadas. Así que en este caso es una decisión política de acompañar la solicitud del préstamo uruguayo o no. Se trata de fondos no reintegrables...

EC - ...Esa es la gran ventaja de recurrir a esos fondos.

FB – Sí. Es un fondo que integran los cuatros países miembros originarios del Mercosur: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, en el cual los aportes están divididos porcentualmente de acuerdo al potencial económico y comercial de los países. Uruguay aporta 2%, Paraguay 1% y la participación mayor es de Argentina y Brasil. Cuando un país pretende hacer uso de esos fondos necesita el okay de todos los países involucrados. En este caso Uruguay los ha solicitado para llevar adelante la interconexión eléctrica con Brasil, pero hasta ahora no ha obtenido la aprobación de la República Argentina.

EC - Mujica también mencionó trabas al comercio bilateral. En este capítulo ha habido distintos episodios. ¿Cuáles reseña como más relevantes hoy?

FB - Lo que ha tomado estado público son las famosas licencias no automáticas de importación, que han generado un problema serio a todos los empresarios uruguayos que pretenden exportar a la República Argentina. Concretamente lo que surge rápidamente, así como cuando uno habla de Brasil habla de los lácteos, en el caso de Uruguay habla de los textiles. Alguna vez algún colega suyo dijo que yo me he transformado en una suerte de gestor de los empresarios uruguayos en la República Argentina, luchando palmo a palmo con ellos, presentándome con ellos en los corredores de los ministerios a los efectos de destrabar estas distintas dificultades, que no solo surgen de las decisiones políticas del gobierno argentino, sino además de manos de la Unión Industrial Argentina, que protege su industria con herramientas que son lícitas, pero que permiten ciertas picanas en cuanto a manejos de tiempos y demás.

EC - Otro tema en la agenda es la inversión conjunta Argentina-Uruguay en una planta regasificadora que se instalaría en Montevideo para abastecer a los dos países. ¿Se ha avanzado allí?

FB - Se ha avanzado, pero no con la celeridad que uno habría deseado. Las autoridades uruguayas han trabajado bien, tanto Ancap como UTE. Es un proyecto por demás ambicioso, creo que va a ser uno de los proyectos más importantes que tendrán entre manos las próximas autoridades. Están las etapas de estudio concretadas y entiendo que en los próximos meses se va a avanzar y van a empezar a aparecer hechos concretos ante la opinión pública.

Se ha intentado darle un buen marco tanto legal como jurídico, sin perjuicio de lo técnico, y la citada iniciativa, la planta regasificadora, se enmarca en lo que en ese momento se convino, que fue el Convenio de Cooperación Energética con la República Argentina, firmado en julio de 2007, y el acuerdo para la implementación y operación del proyecto de regasificación.

EC - Nuestro país es muy dependiente de Argentina en cuanto al suministro de gas natural, lo que ha provocado en los últimos años que en algunos momentos críticos el precio de ese combustible subiera y tuviéramos que asumirlo, cuando se aplicaban detracciones a las exportaciones, etcétera. Por esta vía, trayendo gas licuado de otras partes del planeta y regasificándolo en una planta de este tipo, ganaríamos en independencia, pese a que se trata de un acuerdo con Argentina, porque para una planta regasificadora se necesita escala en el consumo, que se conseguiría distribuyendo la producción entre los dos países.

FB - Efectivamente, es impensable que Uruguay pueda encarar solo una obra de esta naturaleza, no solo por los altos costos que implica, sino porque después hay que atender una demanda que en el caso de nuestro país es pequeña para una planta de ese porte. En ese sentido, es de las cosas positivas que se han generado con la República Argentina, más allá de los dolores de cabeza que hemos sufrido todos con epicentro en el famoso tema de Botnia.

***

EC - Y el conflicto por Botnia en particular, ¿cómo entra en esa agenda bilateral delicada? ¿Qué puede esperarse de esa comisión que acordó el presidente electo, José Mujica, con la presidenta Cristina Fernández?

***

EC - A comienzos de 2010 confluye una serie de razones que hacen más fácil que nunca la concreción de una salida al conflicto por la planta de Botnia. Primero, se sabe que la fábrica en sí no contamina y está bien controlada; segundo, el piquete sobre Arroyo Verde, con más de tres años a cuestas, se está cayendo por su propio peso; tres, está cercano el fallo de la CIJ con sede en La Haya, y cuatro, en Uruguay asume como presidente José Mujica, que tiene una buena relación con la presidenta Cristina Fernández.

¿Cómo lo ve? ¿Se puede decir que el conflicto "ya es parte del pasado", como dijo el embajador argentino (renunciante) Hernán Patiño Mayer?

FB - No me animo a decir que sea parte del pasado. Sí que estamos transitando caminos que llevan a la solución final, de eso no tengo ninguna duda desde hace ya un tiempo. Hay dos aspectos que corren en forma paralela y no deberían haberlo hecho, que son los siguientes: por un lado está la problemática planteada en el ámbito jurídico en La Haya, donde tenemos las mejores expectativas respecto al fallo, que esperamos, según las estimaciones, llegue en abril, más o menos.

Pero yo siempre he destacado que no me han preocupado las instancias de La Haya. Es algo que debemos reconocerles a quienes legislaron respecto al Río como una de las grandes virtudes. Esto es, plantearnos la posibilidad de una instancia de alzada a efectos de evitar males mayores en el buen relacionamiento que deberíamos tener con la República Argentina. Es algo sano que exista esa instancia de La Haya; ahí debe discutirse este tipo de temas. Por supuesto, lo deseable habría sido no llegar nunca a esa instancia.

En forma paralela tenemos el problema del piquete en Gualeguaychú. Eso no debió haber existido nunca y lamentablemente en este caso es poco lo que podemos hacer en Uruguay, habida cuenta de que está instalado en territorio argentino y no nos corresponde a nosotros, sino al gobierno argentino darle solución.

EC - La comisión empezará a funcionar cuando en Uruguay se instale el gobierno de José Mujica. De todos modos, en el caso concreto del conflicto por Botnia, ¿puede pensarse en algún avance antes de que se conozca el fallo de la CIJ de La Haya?

FB - Primero quiero resaltar hay algo que ha dicho el presidente electo: que esa comisión se instalaría a partir del 1º de marzo...

EC - ...Sí, y el fallo de la CIJ se espera para abril-mayo. Entonces, ¿puede haber algún avance de esta comisión antes del fallo de La Haya, en la relación Mujica-Fernández?

FB - Estimo que sí, que la relación va a seguir creciendo, va a seguir profundizándose...

EC - ...Pero ¿puede haber una solución a la parte política del diferendo?

FB - No me animo a decir que sí ni que no; estimo que va a ser muy dificultoso hallar una solución. En todo caso –ahí me guío por las palabras del canciller designado–, primero hay que esperar el fallo de La Haya, sin perjuicio de empezar a trabajar en forma conjunta, como creo que es la intención a propósito de la creación de la comisión, ir dando pasos concretos, soluciones positivas en los distintos problemas que tenemos en la relación bilateral, y por supuesto en este caso con respecto al problema de Botnia. El fallo va a ser un elemento fundamental, y después seguirán otras etapas, otros pasos a dar a efectos de la solución definitiva del conflicto.

EC - ¿Cómo observó la renuncia de Patiño, presentada a principios de diciembre pero divulgada a principios de este año?

FB - Teníamos conocimiento de que había presentado la renuncia, no nos sorprendió...

EC - ...Se lo pregunto porque el viernes pasado, en un informe del semanario Brecha, se cita que en la Cancillería argentina hay quienes sostienen que Patiño "fue el fusible de la transición" que se está procesando en el manejo de este conflicto. Incluso se habla de que podría ser un gesto político negociado entre Cristina Fernández y Mujica para quitar presión sobre el tema en algún frente complejo, concretamente a partir de los roces que Patiño tuvo con los asambleístas de Gualeguaychú y con el reclamo de la Asamblea Ambientalista de que saliera.

FB - Lo primero que debo apuntar es que me cuesta y no corresponde que yo hable ni de la actuación de un colega ni, por supuesto, de lo que generó su salida. En todo caso debo apuntar que es una de las personalidades más trascendentes en lo que hace a la relación bilateral Uruguay-Argentina y por su actuación referida al problema de Botnia. Conocíamos la presentación de la renuncia del embajador Patiño y no nos podía llamar a sorpresa cuando le fue aceptada. De repente la oportunidad coincidió con el pedido del senador (nacionalista) Larrañaga, pero la renuncia estaba presentada y no nos corresponde comentar las razones por las cuales el gobierno argentino decidió aceptarla.

EC - Lo cierto es que entre los obstáculos para la solución de este conflicto hay un capítulo que tiene que ver con el relacionamiento entre personas...

FB - ...Definitivamente.

EC - Está claro que en su momento Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner tuvieron un distanciamiento muy fuerte. A eso aludo con que quizá todo el recambio de actores que se está dando en estos días probablemente ayude. Fíjese que coincidiendo con el cambio de gobierno, también usted, el embajador uruguayo en Buenos Aires, va a cesar en el cargo, se da la asunción de Mujica en lugar de Tabaré Vázquez -y Mujica tiene buena comunicación con Cristina Fernández-. Entonces, si comparamos marzo de 2005 con marzo de 2010, vemos un recambio total de los protagonistas: en marzo de 2005, el presidente uruguayo era Tabaré Vázquez, el argentino era Kirchner, el embajador uruguayo era Francisco Bustillo, el argentino Hernán Patiño; en marzo de 2010 vamos a tener en Uruguay como presidente a Mujica, en Argentina a Cristina Fernández, y de los dos lados embajadores nuevos.

FB - Efectivamente, y dadas las instancias que se van a recorrer a partir de marzo, es muy sano el refresco de las distintas caras que hemos estado sentadas de un lado y otro de la mesa. De modo que en ese sentido auguro el mejor relacionamiento, habida cuenta de los pasos que ha dado el presidente electo, Mujica, con respecto a la presidenta Cristina Fernández.

Siempre es bueno que exista buena química en este caso entre los presidentes de Uruguay y Argentina. Sin perjuicio de ello, yo mencionaba el otro día que más trascendente aún que la propia química que pueda existir entre los dos presidentes, que vaya si es importante, es que haya una relación sana desde el punto de vista institucional. Y digo no por casualidad sana, sino porque entendemos que en estos años hemos vivido el diferendo y la firme posición exhibida por Uruguay a lo largo de todo el conflicto en defensa de los altos intereses del país, de parte ya no solo del Ejecutivo, sino de todos los partidos políticos que integran el espectro político uruguayo. Uruguay renovó no solo en lo bilateral, sino en lo internacional el respeto y el reconocimiento que se ha sabido granjear en la comunidad internacional toda. Este es el elemento fundamental a tener en cuenta para cualquier relación que se procure establecer, y reitero, una relación sana sobre todo desde el punto de vista institucional; me refiero a restablecer una relación entre iguales.

EC - Vuelvo a una pregunta que hacía en la introducción de esta charla. Habiendo recorrido este punteo, que es incluso incompleto, de asuntos pendientes en la relación bilateral, ¿qué evaluación hace usted? ¿Cómo queda la relación Uruguay-Argentina al término de este período de gobierno?

FB - Atendiendo a la problemática histórica, en los últimos años lamentablemente hemos tenido que administrar la relación y ya no generar hechos nuevos. Eso es lo preocupante, y seguramente ese va a ser el mayor signo diferencial respecto a quienes asuman en marzo. Yo abrigo esa expectativa, esperemos que la relación sea de mano dada, como se dice vulgarmente, y se puedan generar hechos nuevos en la relación entre ambos países, ya no solo administrar las diferencias que tenemos con la República Argentina. Y cuando hablo de diferencias no me refiero a problemas que no tengan solución; hemos dado pasos positivos, algunos no pero otros sí, y nos merecemos seguir generando hechos nuevos. Esa es la mayor expectativa que todos tenemos respecto al nuevo gobierno.

EC - ¿Cuál es su balance?

FB - En lo personal, con un equipo que nos constituimos en la Embajada de Uruguay a partir del 1º de marzo –y lo quiero destacar particularmente, he tenido excepcionales colaboradores que vinieron de Montevideo para acompañarme, son todos diplomáticos de carrera–, el balance es positivo, pero sobre todo por la contracción al trabajo que todos han exhibido. Hemos hecho lo debido para intentar remover obstáculos y no generar nuevos.
    
EC - Pero mi pregunta iba al balance de la relación en este período de cinco años. Si usted traza una raya, ¿qué encuentra?

FB - Respecto al balance de la relación no nos podemos dar para nada por satisfechos. Todos estos temas que hemos estado conversando esta mañana y algunos otros que quedaron por conversar hacen a la sustancia de la relación bilateral, temas que hemos heredado todos. Y quiero dejarlo bien claro: no es que los hayamos heredado porque hayan tenido un mal tratamiento o no hayan sido concluidos por otras administraciones; no, son temas que necesariamente, como el fluir de las aguas de los ríos, tendrán que seguir recorriendo el espinel en lo que hace a la relación bilateral y sin duda los va a heredar la siguiente administración una vez que concluyan los cinco años del hoy presidente electo, José Mujica...

EC - ...Me llamó la atención una frase que usted dijo en una entrevista con Búsqueda hace pocos días: "Del conflicto por Botnia queda una enseñanza para el futuro. Habrá que tener presente que muchas de las acciones que Uruguay legítimamente realice en procura de lograr su desarrollo seguirán colisionando con intereses argentinos, que, con paciencia e inteligencia, deberemos sortear".

FB - Sí, yo apuntaba ahí a dos aspectos. El primero es que creo que la gran enseñanza que nos deja este conflicto es a propósito de la sensibilidad que tenemos que tener particularmente presente cuando tratamos temas con la República Argentina. Creo que el gobierno anterior, el gobierno del doctor Jorge Batlle, trabajó sobre las bases ciertas de legitimidad y legalidad en el tratamiento de la relación con Argentina y puntualmente con respecto a Botnia. Así que en ese sentido nada tendría que objetar a quienes trabajaron en su momento los distintos temas que hacen a la relación, y particularmente el tema de Botnia. Sin perjuicio de lo cual, y más allá de los aspectos que legítimamente reivindicamos como derechos –esto es, referidos a la instalación de Botnia–, creo que estatutariamente necesitábamos darle 10 páginas de información a la República Argentina. En este caso la enseñanza que nos queda es que tenemos que darle 10 páginas, y 10 más y 10 más, si fuera necesario, y no agotar nunca la instancia de diálogo, seguir insistentemente proveyendo información, aunque podamos incurrir en caminos de hartazgo. Creo que es la primera gran enseñanza, no importa si nos asiste la razón o no, tenemos que dialogar siempre con nuestros vecinos, en toda instancia. Esa es la primera gran enseñanza que nos deja este conflicto.

EC - Sobre la base de que con frecuencia hay que vencer intereses creados.

FB - Sobre la base de que hay que vencer intereses creados que van a seguir existiendo. No olvidemos que hace no muchos años teníamos que discutir incluso algunas apetencias que existían en el gobierno argentino sobre la base de lo que se llamó la Doctrina Zeballos, la tesis de la "costa seca", por la cual uno bajaba a bañarse y cuando se sumergía en aguas del Río de la Plata -en Pocitos, Carrasco, Ramírez, por ejemplo-, supuestamente estaba bañándose en aguas argentinas. Hasta ese punto se llegó en estos largos años de desencuentro con la República Argentina...

EC - ...Estamos hablando del pasado.

FB - Sí, se llegó a discutir sobre lo que se llamó la Doctrina Zeballos, un ex canciller argentino, sobre lo que era la "costa seca".

A partir de esos elementos tenemos que ser particularmente sensibles y saber de las dificultades con que nos vamos a encontrar siempre. Y por supuesto, existen intereses de todo tipo, no solo en Argentina, también en Uruguay, que muchas veces colindan con la pretensión de los gobiernos de avanzar armónicamente en su relación bilateral.

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Transcripción: María Lila Ltaif