Entrevistas

Castillo: "Para que prosperen nuestras reivindicaciones hay que cambiar el sistema"

Castillo: "Para que prosperen nuestras reivindicaciones hay que cambiar el sistema"

El dirigente del PIT-CNT, Juan Castillo, llamó a los principales candidatos a aprobar ahora las normas necesarias para crear empleo, aumentar los salarios y las jubilaciones e implantar el impuesto a la renta, ya que en los discursos proselitistas parecen estar de acuerdo. "En época electoral todo el mundo es progresista", ironizó.

(Emitido a las 08.55)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Para hablar a propósito del acto conmemorativo del 1º de Mayo organizado por el PIT CNT recibimos a Juan Castillo, dirigente del PIT-CNT.

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Castillo, ¿por qué comenzó su discurso diciendo "queda poco tiempo para comenzar a ser dueños de nuestro destino, trabajadores"?

JUAN CASTILLO:
Así nos sentimos, es el estado de ánimo de los trabajadores. Con la fuerza del movimiento sindical, con la fuerza del conjunto de las organizaciones sociales, sentimos que estamos empujando, efectivamente empujando, para generar un estado de debate público y las condiciones para que los sectores políticos que hoy están pugnando por el gobierno de nuestro país tomen muy en cuenta nuestras propuestas y nuestras demandas. Porque no solamente dije eso, acto seguido dije, en una parte de la proclama elaborada por nosotros, que efectivamente sentimos que hoy no hay diferencias en los tres o cuatro primeros puntos que colocan los que están pugnando por la Presidencia de Uruguay, que son temas que salen del movimiento sindical.

JI - Alguien podría pensar que usted también hacía referencia a la posibilidad cierta de que la izquierda sea gobierno.

JC - ¿Quién no piensa eso? En la China están pensando eso, en la Luna los marcianos están pensando que la izquierda puede ser gobierno en Uruguay.

JI - Pero usted no estaba en un acto político.

JC - ¡Cómo que no!

JI - En un acto político partidario.

JC - Eso es muy distinto. La jornada del Día Internacional de los Trabajadores es un acto político, hace 118 años del asesinato de los ocho obreros en Chicago, pero en realidad en nuestro país hay 110 años de historia de celebración del Primero de Mayo ininterrumpidos, por lo cual se transforma en una jornada política. Las reivindicaciones de nuestra clase son políticas y la única forma de que prosperen es cambiando el sistema, con gobiernos más próximos a los intereses de los trabajadores y que se comprometan más con las proclamas que levantamos.

Yo te voy a poner cuatro ejemplos de eso. Quienes colocan primero en las plataformas de los Primero de Mayo las consignas centrales por las que se movilizan los trabajadores, lo del Uruguay productivo con justicia social, fue la central sindical. Hoy hay que leer casi todos los preprogramas, las preelaboraciones o los discursos: todos coinciden en que hay necesidad de gestar un Uruguay productivo con justicia social. Lo colocamos nosotros. Muchas propuestas en cuanto a reformas que son necesarias, reformas en cuanto a políticas de Estado de las que hoy todos hablan.

JI - Si todos hablan, ¿por qué usted destaca que la proximidad de la izquierda al poder es importante para la central sindical?

JC - No lo digo yo, lo dicen las encuestas, lo dicen todos los politólogos.

JI - Pero si todos los candidatos hoy de alguna forma recogen los planteos del PIT-CNT, el PIT-CNT tendría que estar contento porque todos los candidatos representarían lo que piden los trabajadores.

JC - Está clarísimo. Está tan claro que terminamos interpelando a los políticos de nuestro país, a los partidos políticos y a los aspirantes al gobierno. Les dijimos muy claramente: si es cierto, si no nos están mintiendo, si esto no es pura demagogia electoral, promesas que luego se olvidan, ¿por qué nos prometen que todo va a ser a partir del 1 de marzo de 2005? Si a los tres grandes partidos políticos y a los cuatro o cinco precandidatos que tienen alguna expectativa de ser candidatos presidenciales es cierto que les preocupa la desocupación en nuestro país y prometen generar puestos de trabajo, si es cierto que les preocupa la caída de salarios de trabajadores de jubilados y pensionistas en nuestro país y prometen aumentar los salarios, si es cierto que les preocupa la alta carga tributaria que tenemos sobre nuestros lomos los que menos tenemos, y entonces prometen no solamente eliminar el impuesto a los sueldos sino incluso -se lo escuché decir al señor Lacalle- disminuir el IVA, si en eso coinciden las tres fuerzas políticas fundamentales y sus cinco precandidatos presidenciales con aspiración a llegar a ser presidentes, uno suma, por un simple raciocinio elemental, que están prontas las voluntades políticas en el Parlamento. Entonces que lo concreten ahora, a partir de hoy va a salir un coro -me imagino- a confrontar con nosotros, a debatir, a criticarnos, a poner el énfasis en determinados lugares, pero que reúnan las voluntades en el Parlamento porque Uruguay lo necesita ahora. Si no cambian esto que denunciamos ayer, dentro de un año va a estar profundamente...

JI - Usted habló de candidatos que no se disfracen. ¿A quién refería?

JC - Lo dijimos porque efectivamente en esta campaña electoral vemos que ahora todo el mundo es progresista, todo el mundo, acompañando la crisis importante del país, promete cosas y en algún momento -yo lo dije- se ponen tan a la izquierda que hay que agrandar los estrados para ese lado para que no se caigan. Algunos van a encontrar que la lógica del mundo redondo supone que si uno se pone demasiado a la izquierda permanece en la derecha. Esto está ocurriendo hoy.

Si no hay diferencias entre los principales dirigentes políticos a la hora de prometernos cosas y criticar al actual gobierno, ¿quién nos ha estado gobernando hasta ahora? Es una gran pregunta que nos hacemos los trabajadores.

JI - Con ese planteo por parte de una central de trabajadores es muy difícil que en el estrado del Primero de Mayo puedan estar sentados representantes del Partido Colorado o del Partido Nacional (PN).

Entreviste de José Irazábal con Juan CastilloJC - Es una autocrítica de ellos, entonces están reconociendo que tenemos razón en lo que estamos criticando. Si yo no tengo nada que esconder, si yo no tuviera nada que andar ocultando, voy a dar la cara siempre, como la he dado. Pero si me mando una macana y en vez de hacerme una autocrítica pública trato de echarle la culpa a todo lo que me rodea, es difícil. Yo vi que en el estrado de todas formas estaba el diputado Julio Lara, que es del PN y acompaña a un precandidato presidencial y yo lo saludé con normalidad.

JI - ¿No leyeron un saludo que envió Jorge Larrañaga?

JC - Es cierto; yo vengo de dos medios de comunicación y lo voy a repetir cada vez que pueda: es tan cierto ese reclamo como que no se leyeron 62 saludos más que teníamos. Fuimos absolutamente claros con todos: las reglas de juego son iguales para todas las organizaciones sociales, políticas e internacionales. En el mundo se sabía que el 1 de mayo caía sábado, por lo tanto todo lo que recibimos en la central hasta el viernes mediante fax, correo electrónico, cartas llevadas de mano, fue colocado en las carpetas para que quienes hacían de amenizadores del acto lo fueran leyendo. Llegaron 108 mensajes hasta el viernes a las 10 y 30 de la noche; el sábado decíamos: todo lo que llegue que no podamos leer, porque no íbamos a leer todos los comunicados, porque algunos aprovechan la oportunidad para mandarse un discurso escrito... Eso no, se guarda en la carpeta.

JI - ¿No se iban a pasar mensajes de dirigentes políticos o de candidatos?

JC - No, se leyó uno de la Unión Cívica, se leyó uno -no quiero cometer un error- que creo que estaba firmado por la lista 1922, del PN, se leyeron mensajes de varias fuerzas que integran el Encuentro Progresista (EP), del Nuevo Espacio... Se leyeron comunicados.

JI - Volviendo sobre la proclama, en algún momento se dijo: "Vamos a taparlos de votos, como lo hicimos en el último referéndum", ¿eso no es estarle trazando una línea política a la gente: "Votemos a la izquierda"? ¿Corresponde que una central sindical haga eso?

JC - En ningún momento dije que se votara a la izquierda, en la proclama en ningún momento dice...

JI - ¿A quién se refería entonces? Porque si no se trata de un mensaje muy difícil de seguir.

JC - Sí, nuestro lenguaje es muy especial; el del movimiento sindical no, creo que el mío en particular. Dijimos que vamos a salir a defender el agua de la misma forma que defendimos Ancap el año pasado y los vamos a tapar de votos igual que con la papeleta rosada. Estamos convencidos de que la defensa del agua es muy importante. Específicamente, convocamos a todos a votar la papeleta que va a impedir que se privatice el recurso hídrico de Uruguay.

***

JI - Se llegaba a este Primero de Mayo con un clima muy particular, con algunas polémicas que surgieron de algunos sectores que habían criticado duramente a los representantes del Secretariado Ejecutivo que hablaron con un representante del gobierno estadounidense. ¿Fue casualidad que los oradores del Primero de Mayo fueran justamente los dirigentes criticados por ese sector?

JC - No, no hay nada por casualidad en Uruguay. Siempre se emiten mensajes, por acción y por inacción también. Aquí objetivamente hace un mes y medio que nos tienen en la picota a los tres coordinadores del PIT-CNT, más el compañero Eduardo Fernández, a partir de que a algún sector político de la vida del país no le gustó que tuviéramos esa actitud e hiciéramos lo que resolvieron los organismos.

Cuando vinieron las críticas desde afuera de la central, desde un sector político, nosotros proclamamos dos cosas: primero la independencia de clase y segundo reafirmamos lo que hicimos y dijimos que vamos a volver a hacer. No es un problema de gustos, es un problema de qué debe hacer el movimiento sindical uruguayo en este momento histórico de la vida del país.

El resultado fue que cuando se sometió a consideración como último punto a la Mesa Representativa quiénes iban a ser los oradores, hubo -creo- una intención de otra vez reafirmar el carácter de esa decisión y se encomendó que Eduardo Fernández fuera el orador principal del acto internacional de Rivera y que los tres coordinadores lo fuéramos aquí, repartiéndonos la proclama en la ciudad de Montevideo. Me parece que fue ése el gesto de la Mesa Representativa.

JI - Jorge Zabalza decía aquí el viernes: "Se ha opinado que si había que hablar con un funcionario de la embajada yankee en un momento en el cual su gobierno, el gobierno de Estados Unidos, está llevando adelante una ofensiva como nunca se ha visto, con consecuencias tremendas y terribles, tanto en Medio Oriente, en Irak, en Afganistán, contra el pueblo palestino, dado que es aliado de Israel, como en América Latina en Colombia, preferentemente con el bloqueo a Cuba. En un momento de ésos si un funcionario pretende entrevistarse con los dirigentes de la central de trabajadores hay que decirle: 'Sí, señor, venga usted a la sede del PIT-CNT', llamamos a la prensa y hacemos esto de una manera muy abierta y transparente para que todos los trabajadores sepan qué se va a tratar, qué vamos a decir y qué nos viene a decir y a pedir alguien que hasta puede ser -como decían antes los compañeros del Partido Comunista- un agente de la CIA disfrazado".

Este tipo de planteo como el que hace Zabalza, ¿lleva a que ustedes puedan rever ese episodio por si se llega a presentar otro de las mismas características?

JC - Para nada; Zabalza tiene todo el derecho a opinar como opina, que siga pensando así, él no integra la central sindical. Nosotros vamos a hacer y acatar lo que resuelva la central sindical, vamos a debatir y a discutir allí.

De todas formas, ¿alguien piensa que hubiera cambiado la polémica... más que polémica, la satanización que hicieron de nosotros, el linchamiento público que se hizo con nosotros si hubiese ido a la central en vez de haber ido al restaurante a comer? Para nada, hubiese sido lo mismo. Nosotros no somos angelitos, pisamos con los pies sobre la tierra, conocemos el profundo sentimiento antiimperialista que existe en nuestro país y fundamentalmente en la organización sindical; tanto lo sabemos que fuimos extremadamente cuidadosos de los pasos que fuimos dando, en el tiempo de hacer la reunión, en los temas que íbamos a incluir para discutir. Eso está todo celosamente cuidado.

JI - ¿Cómo surgió esa reunión? ¿Pedida por...?

JC - Solicitada por este funcionario de la embajada. Cuando la solicitó, la analizamos, la discutimos, le pedimos que la hiciera por escrito, que cumpliera una formalidad que ellos cumplen y nosotros no somos menos. Luego le dijimos que incluyera allí qué temas quería debatir y le contrapropusimos discutir otros temas, que fueron los que se incluyeron, que más que nada pasan todos por la condena a la política exterior del gobierno de Estados Unidos de América.

Lo dije mil veces, no andamos con el balde en la cabeza y sabemos muy bien que el pueblo estadounidense es una cosa muy distinta del gobierno que tiene, y por lo tanto nosotros, con las resoluciones que toman los congresos de la central, con las resoluciones que hemos heredado de este movimiento sindical uruguayo, con su historia arriba, no tenemos ninguna duda, ningún miedo, ninguna vacilación política ni ideológica, ni tememos mancharnos de nada, por tanto...

JI - ¿Qué quería saber el funcionario de la embajada sobre el movimiento sindical?

JC - No sé si quería saber algo, me parece que se jugó tan mal que se cambió una cosa que podría haber sido buena. Ahora no sólo la Embajada de Estados Unidos, a esta altura del año (fueron) siete embajadas. En 90-100 días (tuvimos) siete reuniones con distintas embajadas preocupadas por conocer la opinión del movimiento sindical, el análisis que hacemos de la coyuntura, de la perspectiva del país. Hay una pregunta en común que todos nos hacen: ¿qué pasará en un gobierno de izquierda? ¿Cómo nos moveremos? Esto es una buena cosa, se está leyendo fuera de Uruguay, en el resto del mundo, que existen posibilidades de un cambio político histórico en la vida del país. A todos les decimos: pregúntenselo a los sectores políticos; nosotros sabemos cuál va a ser nuestra actuación, qué significa la independencia de clase, qué significa tener una central única con trabajadores que piensan políticamente totalmente distinto.

JI - Un oyente, Víctor, quiere saber qué tiene que ver un acto de los trabajadores con la dictadura del gobierno cubano. Creo que hace referencia a la presencia de un sindicalista cubano en el arranque del acto.

JC - Entiende bastante de lo que es democracia y lo que es dictadura, supongo, para poder hablar así. Nosotros invitamos a un dirigente de la central de trabajadores de Cuba. Cuba es un país liberado, un país donde se practica el socialismo, un país donde hay revolución, donde se está gestando todos los días la revolución, que es dueño de su destino. Eso, lejos de ser dictadura, es mucho más democrático que lo que tenemos acá; seguramente él está llamando desde su Internet, desde su trabajo, desde su casa, cuando en nuestro país hay 250 mil hombres que no tienen trabajo, muchos niños que en este momento están pasando frío, están sufriendo la humedad, tienen enfermedades, no tienen para comer. Entonces le cambio una cosa por la otra; esto en Cuba no se ve.

Entrevista de José Irazabal con Juan CastilloPero nuestra relación con la central de trabajadores de Cuba es una relación histórica del movimiento sindical uruguayo, de actitudes solidarias. Cuando acá a los dirigentes sindicales uruguayos se los corría, se los mandaba presos, se los torturaba y se los mataba porque vino la dictadura y queríamos defender la democracia en nuestro país -esta democracia, con toda la situación que tiene hoy-, Cuba les dio asilo a muchos uruguayos, les dio trabajo, les dio comida, les dio salud. De eso no nos vamos a olvidar nunca en la vida porque no somos malagradecidos, por lo tanto en todos los actos del Primero de Mayo va a estar con nosotros un compañero cubano, si tenemos las posibilidades de invitarlo.

JI - Un acto del Día de los Trabajadores que nace, sin embargo, en Estados Unidos.

JC - Increíblemente es el único lugar del mundo donde no se hacen actos de celebración. En la cuna de la democracia lincharon a ocho obreros por defender una ley de ocho horas, porque antes se trabajaba de sol a sol. Uno dice antes, hace 118 años; hay que ir al interior más profundo de Uruguay: se sigue trabajando de sol a sol en los hornos de ladrillo, en los montes, en la forestación, mujeres que trabajan en las casas, porque ahora no habrá grandes talleres de costura pero les dan para hacer las mangas, los cuellos, los pantalones en la casa y están de sol a sol ellas y toda la familia trabajando.

JI - ¿Y por qué no invitaron a sindicalistas estadounidenses, por ejemplo?

JC - Los sindicalistas estadounidenses estuvieron en nuestro congreso acá, abrieron el Congreso del PIT-CNT, la central de trabajadores estadounidenses abrió el VIII Congreso del PIT-CNT, el acto del Paraninfo, además tenemos buenas relaciones con ellos. El movimiento sindical no tiene fronteras ni se divide por idiomas. Por eso el Primero de Mayo es un acto internacionalista y la solidaridad para nosotros es con la única clase en el mundo que es explotada y reprimida.

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JI - En la proclama del día sábado se hablaba de la necesidad de crear un Ministerio de Desarrollo Productivo y otro de Inclusión Social; también se reclamó un organismo que regule los precios internos.

(Audio.)

"Un organismo responsable de la regulación de precios del mercado interno y de garantizar el consumo popular, que debería coordinarse con los ministerios de desarrollo y de la Inclusión Social, uniendo a la producción con el consumo a partir de la definición de una canasta de productos básicos y de un sistema de distribución para que toda la gente pueda acceder a ellos."

(Fin audio.)

JI - ¿No está demasiado gordo el Estado para dos ministerios más?

JC - Ahora está gordo, fofo, inflado y lleno de gente que está currando.

JI - ¿Qué quiere decir? ¿A quién se refiere concretamente?

JC - A gente que está en organismos o en lugares adonde solamente puede llegar a partir de un acomodo político, lisa y llanamente. Desde ese punto de vista no está solamente gordo, está inflado; una política real de reforma del Estado en nuestro país tiene que hacerlo notablemente más eficiente, más competitivo, más efectivamente inserto en la vida nacional. Para nosotros tiene que ser un Estado motor, un Estado locomotora, un Estado que impulse el desarrollo del país. Lejos de hacer lo que lo mandan hacer los organismos crediticios internacionales, en Uruguay en la visión que tenemos los trabajadores y en las propuestas que hicimos en la jornada del 1 de mayo tendría que jugar un papel relevante.

En cuanto a la creación de un Ministerio de Inclusión Social (nos referimos a) un ministerio que objetivamente ordene los malos repartos y malos gastos que se hacen en el país. Hace más o menos un año hicimos una experiencia un conjunto de sectores sociales y la propia Universidad de la República con el tema de la emergencia social. Yo escuché que estuvo aquí uno de los compañeros para hablar del resumen que se hizo después de seis meses de trabajo en el que participaron los partidos políticos y se hacían esta autocrítica: que habíamos visto, advertido a partir de la experiencia del año 2002, cuando el hambre empezó a ser una cosa generalizada en Uruguay y era necesario ayudar, empujar, ser solidario en la práctica con los comedores populares, con las ollas populares. Veíamos que el Estado en diversas áreas, en diversos medios invertía y gastaba mal porque había sectores que todavía padecían hambre aun con determinada cantidad de gasto. Dicen que en el tema de la salud nuestro país gasta el 10 por ciento del Poducto Bruto Interno, sin embargo todos lo que están en el servicio mutual perciben lo mal que está el mutualismo en Uruguay, han cerrado ocho mutualistas en lo que va de este período de gobierno y se sabe lo mal que están los usuarios de Salud Pública.

EC - Cuando hacen el planteo de un Ministerio de Desarrollo Productivo, ¿a qué se refieren?

JC - Un desarrollo productivo efectivamente vinculado a un Ministerio de Desarrollo Exterior. En vez de ser solamente un Ministerio de Relaciones Exteriores para tener gente viajando por todo el mundo y representando no sé qué, porque hay más de 100 representaciones de Uruguay en distintos países con un mismo salario de varios miles de dólares. ¿Qué están haciendo? ¿A quién le rinden cuentas? ¿Están solamente para hacer algún reporte o algún comunicadito si en algún momento hay algún problema social en ese país? Creo que habría que pagarles en función de la competitividad, de la productividad. ¿Están ofreciendo productos uruguayos? ¿Están abriendo mercados allí para el turismo, para la producción uruguayos? Algunos se alarmarían de saber en qué lugares tenemos embajadores, consulados, agregados culturales y edecanes militares, es increíble la cantidad de gente. Para nosotros es una forma bastante desleal de currar con el Estado porque no le rinden cuentas a nadie.

Creemos que hay que incentivar la producción uruguaya, defender la industria nacional, terminar con la política indiscriminada, abierta al exterior, que permite la entrada de productos de cualquier parte del mundo a precios irrisorios a competir deslealmente con la producción uruguaya. Es la única forma que tenemos de garantizar trabajo digno para los uruguayos.

JI - Escuchábamos recién en el audio de la proclama que usted decía que debería existir un organismo responsable de la regulación de precios en el mercado interno.

JC - Sí, acá existió una forma que no resultó muy feliz en cuanto a regular los precios, la Coprin; después desapareció. Ahora no sabemos si el organismo que debe hacerlo efectivamente hace el control. Poníamos como ejemplo el precio de la carne, ¿a qué se ata, a qué tenemos que ligar que la carne en nuestro país tenga el precio que está teniendo y que un día sí y el otro también está subiendo y subiendo porcentualmente? Lo que más hay acá es vacas, lo que más hay en el país es ganado...

JI - El planteo que hacen el gobierno y los frigoríficos es que el precio de la carne es ese porque se han abierto mercados y posibilidades internacionales que a su vez generan trabajo en el país a partir de esa industria.

JC - ¡Pero que no mientan! Uno tiene que cuidar mucho lo que dice, es como cuando señala la luna y le miran el dedo pero, realmente, nos tratan como bananas. Las encuestas nos dicen que hay más de 10 millones de ganado vacuno y 14 o 15 millones de cabezas ovinas; dicen que se está vendiendo más, que se está colocando el producto en el exterior, pero yo que trabajo en el puerto veo que las vacas y las ovejas están subiendo a pie, se están vendiendo en pie, quiere decir que ya ni siquiera usamos los frigoríficos uruguayos, las curtiembres, los saladeros, ni siquiera generamos trabajo a partir de la lana, de las textiles, ni siquiera trabajamos a partir del cuero, los zapatos. Lo dicen los números. ¿De qué trabajo me hablan cuando se está colocando más ganado? No lo estamos sintiendo así, no lo estamos viendo así, no lo dicen las mediciones que hace el propio gobierno, que dan cifras de más de 250.000 hombres y mujeres sin trabajo en nuestro país. Nosotros estamos reclamando que haya otro tipo de políticas de Estado en esa materia que generen trabajo, que generen valor agregado. Lo que más sale del puerto ahora son palos pelados, los productos de la forestación. ¿Qué valor agregado le pone a eso Uruguay? Es uno de los pocos sectores que ha sido generado a partir de sacarle todo tipo de impuestos, de gravámenes, incentivado con préstamos blandos que todavía están pagando algunos de ellos y ya empezaron a salir los palos al exterior.

JI - Otro planteo del PIT-CNT estuvo centrado en el tema impositivo. Vamos a escuchar esa parte de la proclama.

(Audio.)

"Una reforma fiscal para eliminar la estructura regresiva de los impuestos, sustituyendo el impuesto a los sueldos y el valor agregado por el impuesto a la renta de las personas físicas. Y que no se alarme nadie con las propuestas de los trabajadores: estamos proponiendo que haya impuesto a los que tienen plata para que empiecen a pagar más y saquen la (...) que tenemos metida."

(Fin audio.)

JI - Ese planteo le costó caro a la izquierda en la última elección nacional.

JC - Es un problema de la izquierda. Nosotros lo vamos a seguir repitiendo, lo vamos a seguir peleando y lo vamos a seguir exigiendo. Le costó caro a la izquierda en las elecciones pasadas antes de las elecciones, porque después, en estos cuatro últimos años, he visto pasear a Lacalle, el candidato del PN, por todo el país diciendo que tiene que haber impuesto a la renta. Me parece que ahora lo metió otra vez debajo de la alfombra, porque hablar de impuestos y de creación de impuestos para la gente que tiene más es pecado, te cocinan, te cortan los víveres, no te dan más plata para las campañas electorales. Es un problema político muy grande. Hace poco hubo otro problema político por alguien que habló de impuestos.

Cada vez que se intenta cambiar de raíz el mal formulado sistema tributario de Uruguay, hay problemas. Atchugarry trabajó creo que un año en un cambio de sistema tributario: allí está, archivado en un cajón, no tuvo los votos.

Va a haber que generar las condiciones. Los trabajadores decimos que estamos hartos de pagar todo tipo de impuestos, somos los que menos tenemos, los que menos ganamos y los que más impuestos pagamos. ¿No tenemos derecho a rebelarnos algún día? Si somos los más. Los que son menos pero tienen la mayor cantidad de plata y de riquezas van a tener que empezar a devolverle al país en función de esas ganancias que tienen.

JI - ¿Cómo ve la situación -usted la nombraba al pasar- que se dio dentro del Frente Amplio con el economista Viera en base a esos planteos que hace el PIT-CNT sobre el tema impuestos?

JC - Es un tema muy difícil; lo nombramos al pasar, pero no me quiero meter directamente en la interna política partidaria, de la misma forma que nosotros marcamos...

JI - Hay una idea muy concreta del economista sobre la mesa.

JC - Sí, ha puesto una idea sobre la mesa. El problema es que atrás de la idea tiene que ir la propuesta concreta en el tiempo más justo, me parece que lo que se midió es que en tiempos electorales algunas cosas están vedadas, no se pueden hablar ni discutir y en todo caso -me parece que fue el segundo mensaje que se dio- el papel de los asesores, de los técnicos queda relegado al trabajo interno, orgánico, y son los dirigentes políticos quienes en su lenguaje tienen que trasladarlas de manera que no sean mal utilizadas. Me parece que eso ha sido gran parte de la polémica que se vivió por el caso de Viera.

JI - ¿Qué pasa con el PIT-CNT con estos temas?

JC - El PIT-CNT no tiene pelos en la lengua porque nosotros no somos gobierno ni aspiramos a serlo. Nosotros aspiramos a tener un país donde podamos crecer y donde nuestros hijos crezcan y se desarrollen, aspiramos a tener trabajo digno y salarios decorosos, y para eso esta situación del país tiene que cambiar. Y objetivamente hemos aprendido que no cambia solamente por nuestras luchas y movilizaciones, también cambia si cambia el sistema político, el sistema que han aplicado los sectores que han gobernado en los últimos años, donde el neoliberalismo ha metido una concepción muy fuerte de que es mejor romper toda la industria que existe en el país, abrir las puertas del mercado indiscriminadamente y dejarnos en esta situación. Entonces hay que cambiarlo y para eso hay que cambiar varias cosas, entre ellas el sistema tributario.

JI - ¿Va a ser candidato en las elecciones?

JC - El Congreso del Partido Comunista del Uruguay resolvió que sí, que como todos los años y en todas las elecciones yo fuera candidato. Recién en el mes de setiembre se va a resolver en qué lugar de la lista voy, pero hay una clara indicación del Congreso. Para nosotros no importa solamente ser gobierno y quiénes van a estar integrando algunas estructuras de ese gobierno, nos importan también los principales instrumentos que tiene nuestro pueblo, y uno de ellos, fundamental para nosotros, es el movimiento sindical, como lo es la estructura interna de los demás sectores sociales y de la propia fuerza política. Hay un gran mensaje en el sentido de que ocupe algún lugar importante como referencia, pero que no vaya a hacer tareas netamente parlamentarias.

JI - ¿No correspondería que los dirigentes sindicales que son candidatos salgan de la orgánica del PIT-CNT?

JC - No, nuestra gente lo tiene muy claro. El Pepe D'Elía comienza su mensaje diciendo: "Yo tengo 70 años de intensa vida política y sindical". El Pepe D'Elía es una de las figuras más importante para nosotros, y a partir de él es innumerable la cantidad de ejemplos de dirigentes sindicales que también han sido representantes parlamentarios, de todos los partidos políticos, que por suerte nos han representado bien. No me canso de repetir: ¿quién recuerda hoy de dónde salió Alberto Bensión cuando fue ministro de Economía, que hundió al país? Fue presidente de la Asociación de Bancos del Uruguay, la gremial de los banqueros. ¿Entonces los patrones pueden tener dirigentes gremiales en el gobierno y los trabajadores no? ¿Por qué? La Constitución dice que todos los uruguayos somos electores y elegibles, así que hoy un desocupado, un ama de casa, un cooperativista, un jubilado, un estudiante y también un trabajador pueden ser candidatos, y creo que además deben serlo. Y una tercera cosa: los sectores que se han caracterizado por ser la clase dominante se van a tener que ir acostumbrando a esto, van a tener que largar un poco la teta.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Caterina Notargiovanni