Entrevistas

Programa de Transparencia Internacional aterriza en Uruguay para apoyar a la ciudadanía

Programa de Transparencia Internacional aterriza en Uruguay para apoyar a la ciudadanía

Brindar asistencia legal e incidir en distintos organismos estatales son los objetivos del programa ALAC de Transparencia Internacional, ONG dedicada a combatir la corrupción. Alejandro Salas, director del Departamento Regional de las Américas de dicha organización, indicó a En Perspectiva que ALAC busca "abrir un canal" para los ciudadanos que no saben hacia dónde dirigir sus demandas. "No estamos para confrontar con el gobierno ni con los organismos públicos sino para acompañar y generar buenas instancias de diálogo", puntualizó. Salas repasó la historia y los ideales que impulsa Transparencia Internacional y explicó cómo funciona en casos particulares como el de Haití, tras el devastador terremoto del 12 de enero, donde llegan enormes sumas de dinero que no siempre son utilizadas de la manera más eficiente. Lara Robledo, directora ejecutiva de Uruguay Transparente, y Gonzalo Pérez del Castillo, miembro de la misma institución, complementaron sus puntos de vista.


(emitido a las 9.00 hs.)

EMILIANO COTELO:
Si usted fuera testigo de un caso de corrupción, ¿sabría cómo hacer para denunciarlo?

Seguramente ha ocurrido que un ciudadano se enfrenta a un caso de corrupción pero después esa situación no llega a la justicia. Puede ocurrir que ese testigo no se anime a formular denuncia. O puede ser incluso que ni siquiera sepa cómo tiene que proceder o a dónde debe acudir.

Desde fines del año pasado funciona en nuestro país un servicio no gubernamental que se encarga de asesorar a cualquier particular en esta materia.

Estoy hablando del Programa ALAC que lleva adelante Uruguay Transparente, el capítulo local de Transparencia Internacional (TI). Es un programa que se inspira en otros de características similares que se desarrollan en distintos países donde está presente esta organización.

Esta mañana, les proponemos conocer qué es el Programa ALAC de TI, pero además vamos a averiguar cómo trabaja esta institución en distintos países del mundo. Por ejemplo cómo trabaja en Haití, cuyo gobierno es considerado uno de los más corruptos del mundo, pese a lo cual hoy está manejando cientos de millones de dólares que están llegándole para colaborar con la reconstrucción de lo devastado por el terremoto que ocurrió hace un mes.

Nuestra entrevista será con Alejandro Salas, director del Departamento Regional de las Américas de TI.


***


EC – Alejandro Salas, mexicano, es politólogo por la Universidad Iberoamericana en México y cuenta con una maestría en Políticas Públicas. Recibo también con mucho gusto a quien es directora ejecutiva de Uruguay Transparente, Lara Robledo, y a un hombre de la casa, Gonzalo Pérez del Castillo, integrante de nuestras tertulias y miembro de Uruguay Transparente.

Empecemos con la historia, alguna vez la hemos hablado pero conviene recordarla en el comienzo de la entrevista. TI tiene menos de 20 años, nació en el 93, ¿cómo y por qué se creó?

ALEJANDRO SALAS:
Muchas gracias por empezar por ahí. Creo que es importante hablar de nuestro origen porque eso marca mucho la tendencia que seguimos ahora y nuestras líneas de trabajo. Esta organización fue creada por Peter Eigen un alemán que trabajó durante muchísimos años en el Banco Mundial (BM) y que estuvo en África y América Latina en los años 80, principios de los 90, una época en la cual en el BM estaba prohibido hablar del tema de corrupción. Era uno de esos temas vistos como política interna, el banco no lo mencionaba y no se metía en él. El argumento era "somos una banca de desarrollo, no nos metemos en esos temas", pero sin embargo era conocido todos los problemas que había.

Entonces Peter sale del BM con el ánimo de poner este tema en la agenda pública, esa es su primera tarea, su lucha inicial. Se reúne con otra serie de personas, amigos, colegas de trabajo que también venían de otras instituciones multilaterales, de agencias de cooperación, etcétera, y montan esta ONG que tiene su base en Berlín. Y la lógica de trabajo parte de considerar que no basta con identificar y sancionar a algún funcionario o algún individuo que comete un acto de corrupción. Lo que es importante es que una vez que el individuo ha sido identificado, sancionado, sacado del puesto por las autoridades correspondientes, hay que blindar esa oficina de manera que no pueda llegar el siguiente y hacer lo mismo o hacerlo peor, o que nosotros como ciudadanos estemos solamente con la esperanza de que el tipo que venga sea más bueno que el anterior. Tiene que haber un sistema de blindaje para que no pase eso. Ese es el corazón del inicio de TI: corregir los sistemas, protegerlos.

EC – TI no se dedica a hacer denuncias.

AS – No, no somos, ni pretendemos, ni podemos, ni tenemos los recursos para sustituir a la policía o convertirnos en una fiscalía. Nosotros trabajamos en la prevención y ese es nuestro enfoque.

EC – Gonzalo, tú sos un enamorado de TI, te gusta el sistema, la forma de trabajo, ¿qué agregarías a esto que mencionaba recién Alejandro?

GONZALO PÉREZ DEL CASTILLO:
Casi nada porque está bien lo que él dijo. Para mí el mérito enorme que tiene TI, y que algún día será debidamente reconocido, es que efectivamente puso en la agenda del desarrollo internacional el tema de la corrupción. Que era un tema enormemente importante pero del cual todos los funcionarios internacionales –en Naciones Unidas (ONU) estábamos en la misma situación que el BM– no podíamos referirnos a ellos.

EC – ¿Qué quiere decir haber puesto el tema de la corrupción "en la agenda del desarrollo", ¿qué es esa agenda?

GPDC – Quiere decir que cuando uno estaba en un país identificando los obstáculos para que ese país, ese gobierno, esa administración fuera para adelante y combatiera la pobreza, el tema de la corrupción no se podía mencionar. Queda un tema tabú que es el gasto militar, eso tampoco se puede mencionar. En este momento en América Latina estamos gastando 50.000 millones de dólares en gasto militar, ¿para qué? Ojalá que no sea para nada, ojalá que sea inútil, es lo mejor que nos puede pasar.

Son temas que por algún motivo no logran romper la barrera que hace que los organismos multilaterales y los gobiernos establezcan un diálogo.

EC – Ahora sí entonces el problema el de la corrupción forma parte de la agenda, ¿y eso qué implica?

GPDC – Implica que el BM, el BID, la ONU, en los programas que contemplan con el gobierno pueden incorporar programas que combatan la corrupción. O, para ponerlo en positivo, que fomenten la transparencia.

EC – ¿Pero puede incluso condicionar la asistencia, condicionar determinados desembolsos, programas o créditos, que haya mejoras en esta materia?

GPDC – Yo pienso que sí, que por lo menos una vez que estás hablando del tema y que la cosa sale a la luz es posible. Yo no conozco de casos que se haya hecho...

EC - ...¿pasa eso Alejandro?

AS – Lo que yo añadiría ahí es que hay que ser muy cuidadosos porque, si bien es fundamental que exista un sistema que pueda tener la capacidad de recibir y ejecutar estos grandes recursos que llegan a través de la cooperación internacional, tiene que haber un buen sistema para medir la corrupción. No puede basarse solamente en índices, como algunos que producimos nosotros u otras organizaciones, que son de percepciones. Tiene que haber indicadores, datos más duros que permitan observar el comportamiento institucional. Y desde luego que si no está funcionando una institucionalidad poner un dinero que no esté bien fiscalizado es una apuesta casi perdida.

EC – Ustedes justamente producen ese IPC (Índice de Percepción de Corrupción). ¿Qué es básicamente?

AS – Es un conjunto de encuestas que se aplican mundialmente por instituciones de mucho prestigio: la Unidad de Inteligencia de The Economist en Londres, la Universidad de Columbia, el BM, etcétera. Son encuestas que llegan a diversos países en el mundo que nos donan, nos prestan o nos venden parte de los resultados que tienen que ver con cómo es percibida la corrupción por empresarios, inversionistas, analistas de mercado, especialistas, y cómo ven ellos la corrupción del sector público en un país. Eso es bien importante, es cómo lo perciben en ese nicho muy específico. En ese sentido, en un índice donde 10 corresponde a los países percibidos como menos corruptos y 1 los que son considerados como más, si vemos como se comporta Latinoamérica va desde los países que califican más alto –entre ellos Uruguay junto con Chile que están en el 6.7, 6.9–, los que califican más bajo –Haití y Venezuela que están en el 1.1, 1.2– y ahí todo el rango. Latinoamérica en general, como bloque, es una región de media tabla, y diría que de media tabla hacia abajo.

GPDC – Sos generoso, porque creo que hay sólo tres países que pasan de 5: Costa Rica, Uruguay y Chile; todos los demás están por debajo de 5.

EC – ¿Cuál es la utilidad de un índice como este? Porque, como ustedes mismos mencionaban recién, no se mide la corrupción, se mide la percepción de corrupción. ¿Por qué un indicador indirecto?

AS – Por su naturaleza, el fenómeno de la corrupción es muy difícil de medir, quienes participan tienen un incentivo muy grande para no hacerlo visible. En temas de seguridad ciudadana por ejemplo es realmente sencillo tener encuestas de victimización, porque la víctima reporta que le robaron su automóvil, que se metieron a su casa; hay temas más delicados que tienen que ver con violaciones, etcétera, pero en general sobre crimen común es fácil recolectar esa información porque hay siempre uno que quiere denunciar y que quiere hacer patente que le robaron algo. El tema de corrupción no, porque generalmente para bailar se necesitan dos, y ninguno de los dos tendría un interés. Quien da un soborno, quien lo recibe, quien comete cualquier acto vinculado a la corrupción, prefiere mantenerlo oculto entonces tenemos que apoyarnos mucho en la percepción.

Ahora, vinculado a lo que tú preguntabas antes, tampoco podemos confiar plenamente en la percepción y sobre todo si tiene sesgos. Entonces, un instrumento para tomar decisiones tan importantes como alocación de fondos a países, etcétera, no puede ser solamente con percepciones. TI es muy claro, nuestro índice no se debe de usar para eso, puede complementar el trabajo de otras instituciones pero no debe ser tomado como una bandera.

Y la otra utilidad que tiene es que como al origen de TI había que poner el tema en la agenda, un índice que compare países es una herramienta muy atractiva y además genera una cierta competencia entre países. Quienes lo toman bien, quienes lo saben aprovechar, no se cruzan de brazos y dicen "qué bueno, yo estoy mejor que los últimos lugares", sino que, al contrario, lo toman como inspiración y como fuente para mejorar.

EC – Con los últimos informes del IPC, ¿qué surge a propósito de Haití, en qué lugar está?

AS – Haití está entre los cinco más bajos del mundo. En general aquellos países que tienen una institucionalidad que se ha visto afectada por guerras civiles son los que aparecen más abajo y Haití está en esa categoría, previo al terremoto.

EC – Y ahora, que pasó un mes desde el terremoto y que está llegando a Haití toda esta cooperación internacional, estas donaciones, incluso en efectivo, no solamente en especies y en trabajo, ¿como se involucra una institución como TI, sabiendo la situación de Haití en materia de percepción de corrupción?

AS – Sí, claro, creo que tenemos una responsabilidad hasta casi moral por estar ahí ayudando, no solamente nosotros. Visto en este contexto, hablando de tantos millones y de tantos actores, somos una organización relativamente pequeña pero tenemos algo que hacer y que decir. Tenemos experiencia acumulada en el tsunami en Asia en 2004, donde hubo un trabajo muy fuerte del secretariado en Berlín en colaboración con los capítulos de la región y ahí se logró acumular bastante experiencia.

EC - ¿Por qué? ¿Porque fue un caso emblemático de lo que no debe ocurrir?

AS – No, lo que pasa es que nos vimos en una situación similar, incluso en países con una institucionalidad más sólida que la de Haití. Pero de repente había cantidades y cantidades de fondos que llegaban a través de ONG globales, a través de cooperación de gobiernos, es una inundación de fondos brutal que el país y los sistemas no están preparados para recibir.

EC – Pueden ocurrir dos cosas: uno, que se robe parte de ese dinero; dos, que se lo utilice mal. ¿Cómo se involucra TI entonces?

AS – Nosotros promovemos diferentes mecanismos. Hay uno que puede parecer muy simple, muy obvio, pero cuando hay estas emergencias y cuando hay tanta gente de buena voluntad que quiere ayudar, apoyar, desde el ciudadano que hace una pequeña donación hasta las organizaciones preparadas para esto, no están pensando en el tema del desvío de fondos. Hay que ayudarles a incorporarlo en su propio pensamiento. Parece muy obvio, muy simple, pero en esas situaciones de emergencias el paso número uno es qué provisiones tienen, qué mecanismos. Muchas de las agencias globales tienen mecanismos regulares para los temas de corrupción pero cuando vienen las emergencias parece que se olvidan, parece que pasan a un segundo plano.

Y después hay una serie de mecanismos en los que se puede pensar. Por ejemplo abrir ventanillas para que los ciudadanos y los líderes de comunidades puedan canalizar sus quejas, sus opiniones, que observen que se está desviando la información y que haya todo un sistema detrás que no solamente abra la ventanilla para recibir quejas sino que se establezca un procedimiento para atenderlas y monitorear.

Otra cosa que se puede hacer no tiene que ver tanto con las primeras semanas de la emergencia en sí, con la parte de ayuda humanitaria, sino sobre todo con la parte de reconstrucción, que dura muchos años después de la desgracia y que probablemente recibe muchos más millones que la emergencia en sí. Por ejemplo monitorear las compras y contrataciones: quién va a construir esa escuela, quién va a levantar ese puente, tiene que pasar no por mecanismos burocráticos sino por mecanismos serios, sólidos y transparentes.

Lo que TI hace en emergencias y en general no es necesariamente decir que el sistema A, el sistema B, o el sistema C son los mejores; eso es decisión de los países, de los gobiernos, dependiendo de las características propias. Lo que nosotros insistimos, recomendamos y ayudamos a poner en la mesa es que esto sea transparente, abierto a la ciudadanía, que pueda participar el ciudadano, que la prensa pueda tener acceso, etcétera. Ese es el elemento central.


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EC – Gonzalo, ¿algún apunte extra sobre la situación concreta de Haití?

GPDC – Hablando por mi experiencia en la ONU sobre estos casos –también tuve que atender emergencias, aunque no de esta magnitud que es espantosa–, en la primera etapa de la emergencia, cuando se están salvando vidas humanas y se está rescatando gente posiblemente todavía con vida de bajo los escombros, tratar de introducir mecanismos de verificación es prácticamente imposible. Hay que empezar –como bien decía Alejandro– a sembrar la semilla de que en el caos no se tiene que olvidar que en algún momento va a haber que dar cuenta de los fondos que llegan. Pero es muy difícil en la primera etapa.

Lo que sí es importante es que quede sembrada la semilla, porque la etapa de reconstrucción, que lamentablemente ya no es primera página de todos los diarios entonces la ayuda no llega como debería llegar, es tan importante como la etapa de emergencia y hay tiempo y formas de establecer mecanismos.


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EC – Alejandro, si bien el IPC es probablemente el producto más conocido de TI está claro que esta coalición –porque ustedes la llaman coalición– no se limita a hacer mediciones. Recién veíamos un ejemplo, el caso concreto de Haití, de cómo participa. Pero también lleva adelante otro tipo de programas. Detengámonos en ALAC, un sigla que viene del inglés y que traducida al español significa Centro de Asesoría Legal e Incidencia. ¿Qué son estos centros que ya existen en varios países?

AS – Esta es una metodología que surge en Europa del Este, empezó en Bosnia Herzegovina, en Rumania. Los capítulos de nuestra organización empezaron a trabajar este tema y básicamente lo que hacen es abrir un canal para que los ciudadanos que no conocen hacia dónde dirigir sus demandas o que han intentado a través de ciertas instituciones establecidas llevar demandas de casos de corrupción y no han tenido acceso, encuentran en la sociedad civil, encuentran en TI, un canal para hacerse escuchar. Entonces tiene un primer efecto de ayudar al ciudadano a canalizar una preocupación, una queja, un caso. Se les recibe, se les escucha, se observa su documentación para ver si es un caso de corrupción o no, porque tal vez no lo es y se le canaliza a otra parte, al defensor del vecino o a alguna instancia que sea adecuada. Cuando es un caso que efectivamente tiene que ver con algo que se considere corrupción, se analiza su situación, se le da asesoría legal en términos de cuáles son sus opciones, cuáles son las leyes que aplican y se le puede dar un acompañamiento, no en términos de representación legal porque nosotros no nos metemos directamente a trabajar casos, no somos una policía, una fiscalía, pero sí ayudamos a ese ciudadano a entender cuál es su situación, sus opciones, qué trámites tiene que hacer, por dónde van las cosas.

EC – ¿Pero siempre en definitiva la denuncia va a ser del ciudadano? Pregunto porque puede pasar que el ciudadano no quiera presentar la denuncia porque quizás enfrenta riesgos demasiado grandes y le pregunte a Uruguay Transparente si no la pueden presentar ellos. ¿Cómo manejan una situación como esa?

AS – Ese es un punto muy importante, en verdad es el ciudadano quien tiene que tomar la decisión y nosotros lo podemos acompañar hasta donde así lo quiera. También hay muchos casos en los que se puede buscar apoyo directamente con las autoridades; no tenemos que ponernos necesariamente en un plano de un antagonismo por naturaleza, vienen muchos casos que llegan de provincias por ejemplo, entonces hay que entender qué está pasando, hay que dialogar con autoridades acá en la capital, etcétera. Hay una serie de opciones, se puede también canalizar a través de la prensa, se le puede dar un perfil un poco más público, todo depende de la opción que quiera tomar este ciudadano y así también serán los mecanismos de protección o de visibilidad que se decida tener en esto.

EC - ¿Gonzalo?

GPDC – Tú mencionaste la palabra "incidencia" como parte del título, y yo creo que lo que Alejandro está diciendo apunta en esa dirección.

EC – Capaz que el oyente ni siquiera entiende por qué está la palabra "incidencia" ahí: Centro de Asesoría Legal e Incidencia.

GPDC – Supongamos que una persona tiene a su hijo encarcelado y dice que en esa cárcel hay corrupción. Pero claro, no lo va a ir a decir él porque el hijo la puede pasar muy mal. Entonces informa el caso a este Centro ALAC, el centro toma nota, él dice que quiere mantenerse en el anonimato y eso se respeta. Ahora, si viene 35 más en el mismo mes a decir que eso sucede y todos quieren permanecer anónimos, el centro en ese caso puede hablar con las autoridades correspondientes y decir "mire, nosotros de esto no tenemos pruebas pero tenemos 35 casos en el mes pasado, 47 este mes, ahí algo está pasando". Eso es el trabajo de incidencia. No necesariamente ir al tribunal sino enfrentar la autoridad y decir "mire, son gente anónima por motivos obvios, sin embargo usted tiene un problema ahí, nosotros no pensamos que esto sea una casualidad".

EC – ¿Y cómo está funcionando ALAC acá en Uruguay?

LARA ROBLEDO:
En Uruguay estamos desde diciembre con la línea 0800-ETIC (3842), estamos trabajando también a través de la web, a través del correo electrónico, a través del teléfono o a través de la vía presencial. Aproximadamente tenemos unas 40 llamadas o 40 contactos iniciales que no necesariamente son todos casos de corrupción; son 40 casos en donde pueden estar pasando cosas, en donde hay algunas bien identificados en algunas áreas concretas. Lo que podemos hacer es acercarnos al organismo y ver qué está sucediendo.

¿Para qué queremos ALAC en Uruguay, para qué queremos sumarnos a esta iniciativa tan interesante de TI? Hay más de 50 ALACs en casi 30 países. En Uruguay necesitamos saber qué es lo que está pasando, generar ese canal desde la sociedad civil. La ciudadanía también tiene eso de "¿para qué voy a ir al organismo al que corresponde denunciar si quizás...?". Es el respaldo, acompañar al ciudadano, mostrarle el camino y cuáles son las opciones.

Nosotros hemos identificado que tenemos un gran problema en Uruguay: falta difusión de la Ley de Acceso a la Información Pública, que está aprobada pero la gente no sabe que existe. Entonces no es un caso de corrupción, es ir y pedir información acerca de determinada cosa, "usted tiene el derecho de recibir tal información".

Básicamente ALAC tiene tres grandes vertientes. Una, la denuncia del caso particular. Otra la incidencia; por acumulación de casos que no necesariamente son corrupción o no necesariamente van a llegar a la justicia, hacer incidencia en los organismos, acercarnos. ALAC no está para confrontar con el gobierno ni con los organismos públicos que tienen problemas sino para acompañar y para mejorar, para generar buen gobierno, buenas políticas, buenas instancias de diálogo. Y otro componente fundamental que da esta red de más de 50 ALACs es la información que se genera. No la información de tal persona, tal caso, tal organismo, sino poder empezar a ver dónde están los cuellos de botella, donde están las banderitas rojas, los puntos negros en el mundo. Hay problemas que no son de Uruguay sino que son globales, o que son problemas de países con ciertas características, con ciertos niveles de ingresos, con ciertos niveles de inversión.

EC – Tú estuviste trabajando en el diseño de esta versión uruguaya de ALAC.

GPDC – Sí efectivamente. Yo estaba en la Comisión Directiva y me nombraron director ejecutivo interino, por cuatro meses, para poder redactar, formular, y pasar por todos los procesos de aprobación de ALAC, que se aprobó en marzo del año pasado. Esa fue mi última actividad como director ejecutivo y después de eso hubo toda una renovación de directiva.

Pero sí tuve que ver con esto y tengo que agradecer a Alejandro porque en la reunión en que estuvimos juntos en Grecia el año pasado, en que tuvimos una serie de conversaciones sobre la oportunidad de ir adelante o no con un proyecto de esta naturaleza en Uruguay, Alejandro nos apoyó mucho. Hemos recibido un financiamiento del Reino Unido que fue a TI, y TI eligió algunos países en los cuales le parecía que esto podía ser oportuno y por suerte Uruguay quedó incluido.

Eso le dio mucha vida a Uruguay Transparente porque nos permitió tener una sede, contratar personal y empezar a trabajar más allá de hacer publicaciones y seminarios, que eran las cosas que veníamos haciendo porque eran los recursos que teníamos para trabajar.

EC – Acá hay un servicio concreto a la población que no es del todo conocido. ¿Ustedes se proponen difundirlo de manera más fuerte?

LR – Nosotros estamos difundiendo aprovechando esta maravillosa infraestructura que tenemos a nivel de TICs, a través de las tecnologías de la información. Estamos publicitando en Facebook y nos está yendo muy bien. El 70% de las llamadas vienen de Facebook, y el total de las llamadas de las que son del interior profundo urbano vienen de este fenómeno que está surgiendo con la conectividad en esos pueblos chiquitos. Cuando a la ciudadanía le das la oportunidad en términos de infraestructura y en términos de servicio, todavía hay espacios. No como en las grandes ciudades que se dice "¿para qué voy a hacer algo?". Todavía tenemos esperanza de movilizar a la ciudadanía desde lo local.

EC – Alejandro, ¿tú ibas a agregar algo?

AS – No, solamente quería resaltar que efectivamente este es un servicio bien importante y además ya se están gestando nuevos planes en Uruguay Transparente para no quedarse solamente con eso. En estos días que he estamos por acá hemos tenido una serie de entrevistas tanto con funcionarios públicos como con personas vinculadas a la cooperación internacional, con otras organizaciones de sociedad civil, para explorar mejor junto con ellos, para no ser sólo nosotros en TI quien estén proponiendo. Ver qué expectativas, qué ánimo hay de que haya una organización como TI en este país, que comparativamente con la región no está en una posición tan vulnerable, no parece estar plagado, no es de los primeros tres temas de la agenda pública, pero eso no quiere decir que esté completamente neutralizado.

EC – ¿Cuáles serían otras líneas de acción?

AS – Estamos pensando mucho en el sentido de fortalecer tanto el entendimiento que tiene el gobierno como el que tiene el ciudadano de lo que es la rendición de cuentas. Simplificando mucho digamos que el ejercicio democrático no termina con el día en que pongo mi voto y después doy carta blanca a las autoridades. Y las autoridades también tienen un interés por legitimarse, por mostrarse más transparentes, entonces hay mucho ánimo de hacer sobre todo labor de modernización del Estado, de mejorar la gestión. Es por ahí por donde estamos viendo las opciones de trabajo y promoviendo la Ley de Acceso a la Información y otros temas.


EC – "¿Cómo denuncio un intento de soborno de Policía Caminera? Me pasa muy seguido pero no tengo cómo probarlo", dice el oyente. Les repito las vías de comunicación para este programa ALAC. Por un lado, hay una línea telefónica gratuita: 0800 3842. El horario de atención es de lunes a viernes de 10.30 a 16.00 horas...

LR – ...pero no es excluyente porque hay una contestadota. Pueden dejar el mensaje con su nombre y su teléfono. Tenemos un asistente que se encarga de ese primer contacto y un equipo de profesionales que lo van a recibir en la medida que el ciudadano quiera formalizar.

EC – También hay un correo electrónico: alac@uruguaytransparente.org.uy

LR – Y en la página web: www.uruguaytransparente.org.uy tienen toda la información, lo que se pretende hacer desde TI, lo que se está haciendo en otros países, hay videos, hay mucha cosa interesente.


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(*)

 
Información brindada por Uruguay Transparente respecto a las personas que se comunicaron con el Programa ALAC:

Datos de Contactos Iniciales

Áreas principales:

·        Impuestos Finanzas

·        Seguridad Pública

·        Sector Privado

·        Contrataciones Públicas

·        Salud

 
Lugar geográfico:

·        Montevideo 63%

·        Interior 37%

 
Ubicación:

·        Urbano 87.5%

·        Suburbano 8.3%

 
Medio de contacto:

·        Línea 0800 45.8%

·        Formulario de Internet 37.5 %

·        Email 8.3%

 
Cómo supo de ALAC:

·        Publicidad en Facebook 71%

·        Otros  (entrevistas en medios, afiches, derivación) 29%