Henry Engler: la asunción de Mujica a la Presidencia "tiene rasgos de surrealismo"
En la década del sesenta, el presidente José Mujica integraba el MLN-Tupamaros con el objetivo de llegar al poder a través de la lucha armada. Cuarenta años después, completamente integrado a la vida democrática y con un masivo apoyo popular,"queda la esencia, porque la motivación y el interés de cambiar la situación y tratar de beneficiar a los más desposeídos no han cambiado un ápice". Esta es la opinión del doctor Henry Engler, compañero de Mujica en algunos de los momentos más duros, quien agregó que la asunción del viejo guerrillero "tiene rasgos de surrealismo". El científico repasó algunos de las características de la personalidad del mandatario que se han mantenido con el tiempo, como "la honestidad clara de lo que busca y la falta de dogmatismo", y expresó sus deseos para el período de gobierno que comienza. "Lo fundamental es la erradicación de la miseria en este país [...] Para mí significa que logremos una sociedad de bienestar", indicó a En Perspectiva.
(emitido a las 8.42 hs.)
EMILIANO COTELO:
Cuando en la prensa internacional se informa sobre quien asumirá hoy la Presidencia de la República en Uruguay, uno de los aspectos que más se destaca es el pasado guerrillero de José Mujica.
El Mujica de hoy está bastante alejado de aquel tupamaro que tomó las armas antes de la dictadura, y también de aquel que pasó 13 años preso en condiciones infrahumanas.
En los próximos minutos vamos a hablar de aquel Mujica y de cómo fue adaptándose a las reglas del sistema político hasta conseguir el voto de más del 50% de la población y, con ello, llegar a ser el primer mandatario.
Para eso, dialogamos con el doctor Henry Engler, que en estos días se prepara para la inauguración del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (CUDIM), del cual es director, y que durante la dictadura fue, junto con Mujica, uno de los llamados "rehenes" del MLN (Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros).
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EC - ¿Qué fue lo que pensó, cómo reaccionó cuando se confirmó que José Mujica sería presidente de la República?
HENRY ENGLER:
Fue una satisfacción muy importante. Es una situación que ninguno de nosotros podía siquiera imaginar, tiene rasgos de surrealismo.
EC - Hace 40 años Mujica y usted integraban el MLN, un movimiento que entonces era notoriamente minoritario y que procuraba llegar al poder por la vía de la lucha armada. ¿En aquellas épocas, alguna vez pensaron que Mujica u otro de ustedes podía terminar siendo presidente de la República por medio de las urnas, con el respaldo de más del 50% de la población?
HE - No, creo que ninguno de nosotros siquiera imaginó que podía suceder así, de esa manera.
EC - No había un derrotero político de este tipo en los planes.
HE - No, pero tampoco era algo que estuviera totalmente fuera de lo que se podía evaluar. En aquel momento la situación era que no veíamos ningún tipo de salida de la situación terrible en la que estaba Uruguay, el despotismo era impresionante. En ese momento todos considerábamos que era el camino, pero no significaba que íbamos a ser para siempre un movimiento guerrillero; lo que se quería era cambiar la situación. La utilización de armas fue un momento histórico, no implicaba de ninguna manera que no fuéramos a buscar otras medidas que fueran pacíficas, porque no se puede hacer una guerra para siempre, ¿verdad?
EC - En aquellos años sesenta, setenta, ¿cuán cerca estaba usted de Mujica en las acciones del MLN?
HE - Con Pepe estuvimos juntos en la dirección del MLN en las épocas finales.
EC - Usted tiene 10 años de diferencia con Mujica, tiene 64 años.
HE - Tengo 63.
EC - Si compara, si vemos al Mujica de hoy, año 2010, y lo ponemos junto a aquel que usted conoció, con el que trataba en el año 1970, ¿qué queda de aquel Mujica guerrillero en este ya casi presidente de la República?
HE - Pienso que queda la esencia, porque la motivación y el interés de cambiar la situación y tratar de beneficiar a los más desposeídos no han cambiado un ápice. Ha habido todo un proceso de madurez que significa la adaptación a circunstancias de realidad. Me parece un proceso muy dialéctico, yo no noto un cambio de esencia de ninguna manera, pienso que el interés sigue siendo el mismo, y evitar confrontamientos armados es una cosa esencial. Uno no toma las armas porque piensa que es divertido.
EC - ¿Qué lugar ocupaba Mujica en la estructura jerárquica del MLN?
HE - En el último período estuvo en la dirección del MLN con Sendic y conmigo. Eso fue a partir de la caída de Marenales. Fue una época muy difícil, dormíamos en cualquier lado, donde nos encontrara la noche, muchas veces por el campo en los alrededores de Montevideo, teníamos reuniones en chircales; nos encontrábamos en las afueras de Montevideo, alguna vez nos reunimos incluso atrás de algún cuartel entre chircas y matorrales.
EC - Cuando yo le preguntaba qué queda de aquel Mujica hoy en el año 2010, usted prefería centrarse en el pensamiento de Mujica, en sus inquietudes; pero si vamos a la personalidad, ¿era como ahora? Cuando uno ve a Mujica hoy encuentra un hombre de cabeza abierta, que tiene buen diálogo con casi todo el espectro político, un hombre él mismo lo reconoce calentón, obsesionado por la austeridad, y que habla de esta manera tan particular, descuidada incluso. ¿Esos rasgos ya estaban en aquel momento?
HE - Sí, por supuesto, en eso es idéntico. Yo no noto ningún cambio, en esa parte de personalidad lo veo igual, habla de la misma manera. Además tuvo siempre esa modalidad de buscar convencer, de buscar la discusión, de ver dónde está la verdad de las cosas. Y otra cosa es que estando en la cárcel era un lector increíble, tiene una cultura autodidacta que es impresionante. Siempre fue un apasionado de la historia, de todos los procesos que se dieron en el país, de la historia de blancos y colorados, eso siempre fue motivo de charlas. En un tiempo estuvimos presos en el cuartel de Artillería 1, y ahí en un período tuvimos la posibilidad de charlar, y conversábamos muchísimo de historia. Tiene conocimientos de historia muy detallados y profundos.
EC - Pero más específicamente, y teniendo en cuenta que usted lo conoce tan de cerca, ¿dónde están las claves del triunfo personal de Mujica, dónde están los secretos, las explicaciones de que se haya convertido en un líder que tiene el arrastre popular que tiene?
HE - Pienso en, primero, la honestidad clara de lo que busca, segundo, la falta de dogmatismo, nunca se encerró en una idea dogmática, nunca siguió una idea política como si fuera una religión, pero sí siguió como religión las convicciones y los principios que lo movían. Una mente muy abierta a todos los cambios. Considero que las dos personas más abiertas mentalmente en el aspecto político, en un momento en que había mucho marxismo y muchas discusiones marxistas, eran Sendic y Mujica, dos personalidades muy parecidas.
EC - En un artículo que publica hoy el diario El Observador se hace notar que hasta mediados de los noventa Mujica no tenía el protagonismo que luego tuvo dentro de su propio sector incluso, hasta esas fechas Mujica estaba siempre por detrás de Eleuterio Fernández Huidobro, Helios Sarthou y Jorge Zabalza. Las diferencias políticas de Sarthou que terminó a la izquierda del Frente Amplio, y Fernández Huidobro, que surgieron en el año 1998 sobre el rumbo del Movimiento de Participación Popular (MPP), fueron las que permitieron el surgimiento de Mujica como figura de referencia.
¿Coincide con ese análisis?
HE - No estoy muy compenetrado en los detalles políticos.
EC - Claro, en esos años usted vivía en Suecia.
HE - Sí. Pero hay que pensar cuando salimos en libertad y se hizo un acto muy grande, el que habló fue Mujica. Y dio las pautas de cuál debería ser la actividad y cuál era la función que debían tener los rehenes. A mí me pareció meridianamente claro, él planteó en ese momento que tendíamos que ser como las abejas cuando vuelan para reproducirse, que teníamos que ser como ese palito donde se juntan para formar nuevas colmenas. De manera que no tenía un papel totalmente secundario en esa época. Pienso que la flexibilidad política es sumamente importante, y además él tiene una manera muy explícita, eso de hablar con comparaciones es una forma filosófica que permite expresar un pensamiento de forma muy clara, eso llega mucho a la gente.
EC - Sí, parece claro que el carisma y la capacidad de comunicación de Mujica han sido factores claves.
HE - Lo ha ido desarrollando, pero es algo que siempre tuvo. Yo recuerdo momentos difíciles del MLN en que había que tomar decisiones importantes estando Sendic y yo en la dirección, Sendic me decía siempre: "Tenemos que hablar con Mujica". Es una persona con mucha amplitud para analizar las cosas y nada dogmática; si tuviera algo de dogmático, lo que está pasando no sería posible.
EC - Parece también bastante claro que esas características de Mujica que usted destaca permearon en la población, entre otras cosas porque el MPP puso en marcha por aquellos años, la estrategia de las mateadas, una modalidad de actos no necesariamente grandes, muchas veces pequeños, hechos simplemente con un micrófono y un cajón de verduras para charlar con la gente. Fue una infinidad de actos de ese tipo que desde entonces se hicieron a lo largo y ancho del país. Una herramienta que, ahora es evidente, fue muy útil.
HE - Sí, por supuesto. Además hay una forma de empatía que me parece muy importante. Yo defino la empatía como la habilidad de ponerse en el lugar de otra persona y tratar de entender cómo piensa, cómo siente, y de alguna manera identificarse con eso. Es una capacidad fantástica para alguien que trabaja socialmente, y es obvio que él la tiene muy desarrollada.
EC - Me falta preguntarle si Mujica cambió después de los 13 años de cárcel, especialmente del período más duro, el período de rehén, en el que también estuvo usted. ¿Nota en el caso de Mujica si esas condiciones de reclusión que obviamente los afectaron dejaron alguna huella especial?
HE - No puedo decir eso, debería ser Lucía, que convive con él, quien podría decirlo; para ver las huellas de algo que ha pasado hay que tener una convivencia muy estrecha. Yo pienso que es imposible salir de una experiencia como la nuestra sin que queden marcas o cicatrices. Cada uno de nosotros tiene su parte de cicatrices, eso es casi inevitable. En el caso de Pepe no sé; yo tengo mis pesadillas que son muy difíciles de erradicar. No sé, no puedo contestar esa pregunta.
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EC - ¿Usted le pide algo a Mujica en este momento en que asume el gobierno? ¿Qué le pide cuando va a convertirse en presidente de la República?
HE - Lo fundamental es la erradicación de la miseria en este país. No pienso que lo pueda hacer una sola persona, pero pienso que si se sigue procediendo de esta manera y si todo Uruguay se compromete blancos, colorados, todo el mundo, podemos erradicar la miseria del país, que me parece la cuestión fundamental. La redistribución de la riqueza es muy importante, sin los impuestos progresivos cuando uno gana más tiene que pagar más no se puede hacer esto. Me baso en experiencias prácticas como la de Suecia; en Suecia ha sido continua la lucha entre pagar o no pagar impuestos, y en este momento Suecia está pasando mal porque se decidió ir para atrás y no pagar impuestos, se está pagando el precio.
EC - Teniendo en cuenta las posiciones que el MLN tuvo en los años sesenta y setenta, que usted esgrimió, al punto de llegar a la lucha armada, teniendo en cuenta aquel pasado y aquellas posturas, ¿qué siente cuando escucha un discurso de Mujica como el que realizó hace pocos días, en febrero, en el hotel Conrad ante empresarios uruguayos pero sobre todo de la región y de otros países? ¿Qué siente cuado Mujica en su audición de M24 llama a la población a no discriminar a los empresarios?
HE - Este es un tema de discusión, es un tema que hay que investigar, porque hay experiencias internacionales muy importantes. La mayor parte de las compañías que invierten en capitales tienen la meta de ganar dinero, ninguna de ellas es la Cruz Roja ni el Ejército de Salvación, vienen a buscar ganancias. Entonces, si podemos tener ganancia pienso que sirve, pero abrir las puertas solo para que haya inversiones, sin control y sin que haya además una ganancia para el país, no va a ayudar mucho a crear una sociedad de bienestar.
EC - ¿Es un llamado de atención que le hace a Mujica?
HE - No, yo tengo experiencia de trabajo con compañías privadas y soy totalmente consciente de que el punto número uno de ellas es ganar dinero, nadie viene a invertir porque Uruguay es lindo, buscan ganar capital. Ese es el motivo número uno, no son organizaciones de solidaridad, tenemos que tenerlo claro; luego depende de nosotros cómo hacemos los negocios. Pero esto es una cuestión pura de negocios, tenemos que ver de sacar la mayor ganancia posible.
EC - ¿Qué es hoy el MLN y cómo se hará sentir en el gobierno? [...] Una de las posibilidades que existen, que para algunos es un temor, es
que el MLN tironee a Mujica hacia posiciones más radicales, hacia un
giro más a la izquierda que otros grupos de Frente y quizás que el
rumbo que el propio Mujica quiere llevar adelante.
HE - Yo no pertenezco al MLN, no puedo opinar. Pienso que la tarea que nos queda a la gente dentro de la izquierda es tratar de que el desarrollo vaya lo más posible hacia la izquierda. Yo tengo ese convencimiento de que hay que trabajar todo el tiempo. Para mí significa que logremos una sociedad de bienestar. No pido un modelo extremo, me baso en modelos que existen en otros países, no vengo a plantear modelos de fantasía. Un tipo de modelo es Suecia, cuando la socialdemocracia estaba en Suecia era un modelo que le sirve muy bien a Uruguay. Tendríamos que erradicar la pobreza y tratar de hacer una redistribución de la economía en el país.
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EC - Desde la audiencia le preguntan cuándo se abre oficialmente, cuándo comienza sus actividades el CUDIM.
HE - Nos planteamos hacer una inauguración el día 17, pero eso no implica inaugurar todas las actividades, lo que planteamos es poner el punto el día 17 para mudarnos a una parte del edificio y comenzar a poner a punto toda la maquinaria, lo que nos exigirá un tiempo más.
EC - ¿Cuándo se comenzarán a prestar los servicios?
HE - Estamos barajando diferentes posibilidades, porque hemos tenido determinado tipo de retrasos que pasan cuando uno trabaja con una organización tan compleja como esta. Nos va a llevar por lo menos un mes más poder comenzar lentamente con los exámenes.
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Transcripción: María Lila Ltaif