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La reinserción de las FFAA en la sociedad uruguaya en la visión del presidente Mujica

Informe de En Perspectiva


"No consideramos que los responsables de los golpes de Estado sean directamente los cuerpos armados. En el fondo hay otros factores que juegan".

La frase pertenece al presidente José Mujica y se escuchó ayer en su audición radial "Habla el presidente".

Mientras se emitía ese mensaje, grabado previamente, Mujica se encontraba reunido con los diputados frenteamplistas en la residencia de Suárez y Reyes, en un encuentro en el que les comunicó que no va a remitir al Parlamento un proyecto de ley que permitiría a los jueces otorgar prisión domiciliaria a los mayores de 70 años, incluidos los procesados por violaciones a los Derechos Humanos en la dictadura.

Elegíamos esa frase de Mujica como la frase de hoy para volver sobre lo que dijo el mandatario en su programa radial, ya que allí se concentró en lo que parece ser es una de sus preocupaciones centrales: la reinserción de las Fuerzas Armadas en la sociedad uruguaya.

El presidente expresó: "Absolutamente ningún economista puede vaticinar que en el mundo venidero habrá crisis. No sabemos cuándo ni sabemos cómo. Pero es prudente que pensemos que eso que pasamos puede volver a pasar. Eso tiene enorme importancia porque tenemos que hacernos otra pregunta. Esa pregunta es cuál es la última garantía en una sociedad de juego y de resistencia institucional de la democracia de derecho que conocemos".

Mujica sostuvo que en momentos de crisis social, son los cuerpos armados los que deben defender la estabilidad institucional.


(Audio Mujica.)

"Pero la gran garantía es que los cuerpos armados, en la hora de las tensiones sociales defiendan la estabilidad institucional. No permitan ser arrastrados a la aventura. No permitan alinearse atrás de aventuras golpistas o semi golpistas. Esta cuestión pasa a ser vital.
No consideramos que los responsables de los golpes de Estado sean directamente los cuerpos armados. En el fondo hay otros factores que juegan. Pero esos factores hondos si se quedan sin instrumento práctico serán fuerzas negativas de nuestra sociedad pero no mucho más. La verdadera garantía para una nación es que sus cuerpos armados, en los grandes momentos de tensión, cuiden y respeten el funcionamiento institucional. Esto no tiene vuelta y no hay que disimularlo.

En la cultura de las naciones las armas, nos guste o no nos guste, han tenido históricamente una enorme participación política. Si no, no se podría entender que casi una buena parte de los héroes latinoamericanos fueron militares. Y nuestros partidos frecuentemente se sienten orgullosos de haber tenido entre sus ilustres a ciertos militares. No es esta una afirmación guerrerista ni cosa que se parezca. Es la importancia que tiene en momentos cruciales el servicio de las armas. Y es torpe una nación si una nación no se ocupa de la salud política, moral, ética y del grado de compromiso de sus cuerpos armados.

¿Qué nos pasa en Uruguay? Nos pasa que hemos vivido una dictadura muy dura, con todas sus condiciones, entonces tendemos a estas, a nuestras Fuerzas Armadas de hoy, a endilgarles la responsabilidad de cosas que pasaron hace muchos años. ¿Y qué nos pasa desde el punto de vista práctico con esta actitud? Que dejamos de costado, como despreciados, a nuestros cuerpos armados. Lo tenemos en todo caso como un perro peligroso, atado en el fondo; no lo queremos ni mirar mucho. Y, sin embargo, está integrado por hombres de nuestra sociedad, que tienen en los hechos nada más y nada menos la responsabilidad de llevar las armas del país".

(Fin del audio.)


Mujica dedicó varios minutos a defender la importancia de que un país cuente con fuerzas armadas. "Los cuerpos armados tienen una gravitación tremenda en la historia de un país. Y la tienen para bien o para mal. Será para mal si atropellan, si arrasan con las garantías elementales de convivencia. Será para bien si las garantizan en el medio de la penuria. Pero para esto, los soldados y policías nunca deben dejar de ser ciudadanos. Y esta no es una cuestión de palabrerío. Es un problema nacional que tenemos que comprenderlo", señaló.

Agregó que ese es uno de los puntos centrales para discutir que se deben discutir, pero se lamentó de que en algunos casos se habla sólo de lo "circunstancial" y se termina "discutiendo las pavadas".
 

(Audio Mujica.)

"Así como en una sociedad se precisan médicos y enfermeros también necesitamos gente armada. Porque a veces el peor enemigo del hombre es el propio hombre. Y si esto es necesario, hay que darle la integridad y la seriedad que estas cuestiones tienen.
Nada de esto se arregla con órdenes de mando. Nada de esto funciona a prepo.

Esto es parte de los hondos problemas que tenemos que discutir en nuestra sociedad. Pero a veces lo meramente circunstancial y anecdótico se transforma en lo central. Y aunque uno tenga la partitura de lo central delante de los ojos, es inútil. Terminamos discutiendo las pavadas y no le dedicamos ni un minuto a estas cosas que son tan esenciales y que no se arreglan sólo con los ritos institucionales o con algunos discursos altisonantes sino con una política integradora que construye, construye y construye, y hace participar y termina influyendo a todos. Y responsabilizándonos a todos.

No te digo estas cosas, querido pueblo, así porque sí. Te lo digo convencido. Porque hoy, con tranquilidad, en paz, con una economía que tiene problemas pero que funciona, con una perspectiva integradora de esperanza, hay que tener la inteligencia de no tragarse el porvenir. Porque algún día habrá horas críticas. No se cuándo, y cuánto más lejos mejor.
 
El hoy relativamente positivo y de progreso debe servirnos como un dato integrador y preparatorio para poder solventar como sociedad los momentos dramáticos y difíciles que vendrán algún día. Y también se irán, porque siempre amanece".  

(Fin del audio.)


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