Alberto Breccia: Mujica "ha instalado en la sociedad una forma de hacer política"
El presidente de la República, José Mujica, no enviará al Parlamento el proyecto que otorgaba a los jueces la potestad de disponer prisión domiciliaria para los presos mayores de 70 años. En diálogo con En Perspectiva, Alberto Breccia indicó que se trata de "una posición filosófica y personal" del mandatario. El secretario de la Presidencia de la República señaló que Mujica "ha instalado en la sociedad una forma de hacer política", al tiempo que "ha logrado instalar la idea de que desde la izquierda se tiene que analizar en profundidad la relación con las Fuerzas Armadas".
(emitido a las 07.37 Hs.)
EMILIANO COTELO:
"El pasado genera diferencias entre Mujica y el Frente Amplio (FA)", ese es el título que figura en la portada del diario El Observador. Por supuesto el tema está como asunto principal en varias de las tapas de diarios de esta mañana. En El País dice: "El FA quiebra voluntad de Mujica de beneficiar a militares presos". La República elige este otro encare: "Mujica preservó la unidad del FA pero fijó su convicción de integrar a las Fuerzas Armadas al país de todos".
Me detengo ahora en la crónica de otro de los diarios, el matutino La Diaria, encabezada con este título: "Lógica del repliegue. Apenas llegó a despegar la propuesta del presidente José Mujica de otorgar a los jueces la posibilidad de disponer prisión domiciliaria para los mayores de 70 años, una iniciativa que habría incluido a los procesados por violaciones de los derechos humanos en dictadura. Mujica les transmitió ayer a los 50 diputados del FA que no enviará ningún proyecto al Parlamento que innove en esa materia, y centró su intervención en la reinserción de las Fuerzas Armadas en la vida del país. A la salida del encuentro, que se realizó en la residencia de Suárez y Reyes, los legisladores evaluaron que fue un intercambio "frontal y sincero", y saludaron la voluntad presidencial de darle prioridad a la unidad interna, después del trancazo de varios sectores del FA a la idea lanzada por Mujica pocos días después de asumir (pero esbozada antes de las elecciones).
La reunión comenzó a las 9.00 y terminó poco después del mediodía. Compartieron apenas café, agua y galletitas. El encuentro lo abrió Mujica con una intervención de unos 15 minutos, en la que citó pasajes de su discurso del 16 de marzo en la base de Santa Bernandina; luego abrió la cancha para que hablaran 17 diputados y todo finalizó con un agradecimiento presidencial por la "sinceridad" de la discusión. Prometió otros encuentros similares en el futuro, como un mecanismo para garantizar la unidad de la fuerza política.
Antes, el presidente propuso "redimensionar" la relación de la izquierda con las Fuerzas Armadas, reconoció que éste siempre ha sido un "tema difícil" para el FA y reclamó propuestas para facilitar los "caminos de reinserción" de los militares en la sociedad. El presidente reiteró su opinión de que éstos "no tienen que cargar con una mochila" por los hechos del pasado reciente, aunque fue enfático al aclarar que no enviará al Parlamento un proyecto de ley que permita aplicar penas alternativas a los violadores de los derechos humanos (cuatro veces señaló que eso no ocurriría)".
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EC Estamos con el doctor Alberto Breccia, secretario de la Presidencia de la República. Usted participó de la reunión de ayer; en primer lugar, ¿cuál es su balance?
ALBERTO BRECCIA:
Es interesante porque algunas crónicas dan cuenta de que el FA quebró la voluntad del presidente, pero eso queda para los enfoques periodísticos, está bien. Creo que en realidad.
el presidente ha obtenido con este debate que se ha dado en la interna de la fuerza política y en la sociedad exactamente los objetivos que quería
EC ¿Cuáles eran esos objetivos, en qué sentido Mujica gana con este resultado?
AB El presidente Mujica gana con este resultado porque ha instalado en la sociedad una forma de hacer política, que yo creo que no es suficientemente analizada en profundidad desde diversos sectores, que es la política que yo llamaría "la política del abrazo" tanto en lo interno como en lo internacional.
El otro día, yo, en una conferencia de prensa que di desde Presidencia decía que no se está analizando esto en profundidad. No se está viendo que, por ejemplo, en el ámbito internacional a pesar de no expresarse a través de leyes la política presidencial, la política que se está instaurando desde el Ejecutivo, es una política de hechos extraordinariamente importantes que están colocando al Uruguay, como un país todo, en primera línea como actor regional, como actor subregional. Ustedes lo van a ver el 18 de mayo cuando Mujica participe en la cumbre Iberoamericana que también lo va a hacer en el plano internacional a nivel global. Además, en el plano interno el presidente Mujica ha iniciado una política de diálogo profundo, sincero y abierto con todos los sectores de la sociedad.
El tema es que el diálogo a nivel de la izquierda con uno de los sectores importantes de la sociedad que son las FFAA ha padecido a lo largo de los cinco años anteriores a pesar de las mejoras en ese sentido. El diálogo de la izquierda -ya no digo del gobierno de la izquierda- con las FFAA ha padecido serias dificultades porque como dice el presidente Mujica muchas veces se encara desde las heridas y no desde la consideración objetiva de las FFAA como un sector importante de la sociedad.
En ese sentido, el presidente gana porque ha logrado instalar la idea de que desde la izquierda se tiene que analizar en profundidad y sin lógicas binarias, sin la lógica de blanco y negro, esa relación con las FFAA.
EC ¿En ese objetivo que Mujica se trazó en este tema particular, FFAA, cuánto importaba un proyecto de ley que permitiera a los jueces otorgar prisión domiciliaria a presos mayores de 70 años?
AB En primer lugar, esa era una posición filosófica y personal; sigue siendo una posición filosófica y personal más allá de la decisión del presidente de no enviar el proyecto al Parlamento, era una posición filosófica y personal del presidente Mujica con la que él quería ser coherente.
En segundo lugar era, como ayer incluso se recalcó en la discusión, un símbolo y ese emblema fue justamente el que estuvo en discusión ayer en una parte de la entrevista con los parlamentarios. Significa que de alguna manera obedecía a una idea sincera y filosófica profunda del presidente Mujica. Él lo ha expresado en términos que creo son bastante claros y contundentes como para un titular: "no quiero ser verdugo de mis verdugos". Pero al mismo tiempo esa idea fuerza le sirvió para instalar con una claridad meridiana el debate a la interna de la izquierda. En ese sentido, los objetivos del presidente fueron plenamente logrados.
EC ¿Puede decirse que si bien el proyecto no existirá el gesto queda?
AB El gesto queda, exactamente.
EC La iniciativa del presidente Mujica queda como un dato de la realidad en el tablero político para el análisis de la sociedad uruguaya y en particular para el análisis de las FFAA.
AB Exactamente, pero además queda como lo que fue, o sea una voluntad expresa, explícita, y sincera del presidente. Si esto hubiera sido una estratagema para instalar un tema en el debate no tendría ningún sentido. Pero todos sabemos, todos quedamos absolutamente convencidos, porque además lo dijo y lo reiteró a lo largo de la campaña electoral y siguió insistiendo con ese tema después de ella. Esta era su voluntad explícita, o sea esta era su voluntad sincera. Entonces el gesto queda instalado aunque no se mande el proyecto al Parlamento.
EC - ¿Por qué no optó el presidente Mujica por redactar el proyecto, enviarlo al Parlamento, y que fuera lo que el Parlamento resolviera? Además, era probable que el proyecto se aprobara porque si bien dentro del FA el proyecto no tenía mayoría había grupos que sí lo respaldaban y se había anticipado el voto favorable de varios sectores del Partido Colorado, del Partido Nacional, del Partido Independiente.
AB Usted toma otro aspecto de la cuestión que también está reflejado en algunos órganos de prensa. El presidente en este caso privilegió la unidad de la fuerza política, esto es clarísimo. Ustedes se acuerdan que el presidente en sus discursos preelectorales ha insistido con el concepto de unidad. En algunas de las piezas oratorias él dijo: "unidad, unidad, unidad", lo reiteró hasta el cansancio. El presidente sabía que de alguna manera ese análisis que todavía no está concluido dentro de las fuerzas de izquierda con respecto a la relación que deben tenerse con las FFAA, que debe tener la sociedad toda, pero que debe tenerse fundamentalmente de la izquierda, no está concluida. El presidente optó en este caso por privilegiar la unidad de la fuerza política. Esperemos que ese gesto encuentre eco también en la fuerza política.
EC ¿Qué quiere decir con esto último? ¿Qué es lo que usted en particular espera como actitud de la fuerza política del FA luego de que Mujica ayer aceptara no enviar el proyecto al Parlamento?
AB Hay muchas oportunidades en que yo como ex legislador sentía en lo profundo que algunas iniciativas desde el Poder Ejecutivo quizás violentaban alguna de mis convicciones, sin embargo, por un factor de unidad de la fuerza política a veces uno tiene que votar. Yo ahora ya no soy más legislador, por lo tanto, no me veo enfrentado a esos esquemas y estoy haciendo este análisis ya no desde lo partidario que no me corresponde- sino desde el sistema político en general, pero también eso se aplica a la izquierda, muchas veces debe privilegiarse la unidad más allá de algunas convicciones personales que uno tiene.
JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
El propio Mujica ha dicho que cuando él era legislador y el presidente era Vázquez, tuvo que avanzar con algunas cosas, incluso puso el ejemplo de Bush viniendo al Uruguay que no recibió ningún cuestionamiento, apoyando al presidente, ¿esto quiere decir que hay que esperar que en algún momento Mujica va a hacer jugar esta carta -la de ayer- a favor de él marcando un perfil sobre otros que pueden discrepar?
AB Otro de los rasgos que caracterizan al presidente y del cual yo exhortaría es que la sociedad entienda claramente cuál es la actitud política del presidente Mujica, que es una actitud política excepcional. El presidente Mujica muchísimas veces da cosas a cambio de nada; no espera nada. En este caso, no creo que a partir de lo que usted me dice el presidente Mujica pretenda hacer jugar esto. Es un hombre que insiste en el concepto absoluto de libertad de conciencia. Estos son temas muy poderosos que el presidente pretende instalar en la sociedad, yo no sé si muchas veces se aprecian este tipo de conductas.
Entonces, yo no creo que el presidente Mujica mañana vaya a pretender cobrar esta factura, de ninguna manera. No es una factura que el presidente pase, es una actitud que el presidente pretende instalar en el sistema político y en la sociedad toda. No creo que mañana el presidente diga "recuerden que yo como un gesto de unidad hice tal cosa", simplemente instala el concepto en la sociedad para que todos lo pensemos. El presidente Mujica nos está instando a pensar en grande. Si nosotros logramos pensar en grande vamos a poder soñar en grande y si soñamos en grande, estoy absolutamente convencido, vamos a tener una sociedad mejor y realmente vamos a estar instalando las bases para ese país de primera que anunciamos.
JAE Hay algunos politólogos que han mencionado en los últimos días: "Mujica no avanza con su idea porque no tiene poder sobre su fuerza política, es un presidente sin poder porque no marca la cancha en función de sus convicciones". ¿Usted qué dice al respecto?
AB Es interesante los análisis de los politólogos. El presidente Mujica fue por primera vez como presidente a hablarle a todas las FFAA en Durazno. Estuvo instalado frente a 300 oficiales en Durazno. Planteó una política de consideración. El presidente Mujica en un gesto que tuvo muchísimo de simbólico cuando se asume el 1º de marzo en la Plaza Independencia, baja y en una actitud que a mí particularmente me emocionó, en una actitud que desde algunos medios de prensa internacionales se mencionó como el símbolo auténtico del fin de la reconciliación, saluda uno por uno a los oficiales que presentaban su saludo. Todo este tipo de gestos implican que son mucho más profundas las actitudes del presidente Mujica que lo que muchas veces los politólogos analizan.
De ese discurso de Durazno ninguno de los politólogos reparó en lo que realmente significaba como una actitud de integrar a un sector importante de las FFAA y vaya si lo es cuando el presidente Mujica -ayer, antes de ayer y de larga data- dice "estamos hablando con el aparato armado de la sociedad y el aparato armado de la sociedad es la garantía de la democracia". Entonces de ese tipo de análisis profundo yo he visto absolutamente carente a los políticos.
EC Para terminar doctor Breccia...
AB - ...Qué lástima que terminemos porque son temas...
EC - ...¿Pero usted iba a agregar algo más sobre este último...?
AB - ...No, que lástima que terminemos porque estos son temas que nos van llevando en cadena a las cosas que la sociedad tendría que empezar a pensar seriamente a partir de las actitudes del presidente Mujica.
EC ¿Qué deja la reunión de ayer? Más allá de lo que fue el rechazo a ese eventual proyecto de ley de Mujica, ¿los legisladores del Frente qué dijeron sobre la cuestión de fondo?
AB Se trató fundamentalmente sobre este tema. El análisis se centró mucho en la elaboración del proyecto que se está trabajando dentro de la fuerza política con respecto a la eventual anulación de la Ley de Caducidad. Yo creo que el mensaje en sí que dio el presidente Mujica de que las FFAA son parte de esta sociedad, los integrantes de las FFAA son parte de esta sociedad, entonces más allá de decirlo estamos dispuestos, se está dispuesto a asumir eso. Se está dispuesto a que muchas veces por identidad socioeconómica -yo no quiero hablar de identidad de clase- la inmensa mayoría de los integrantes de las FFAA son parte de un sector progresista de la sociedad por provenir de donde provienen, ¿se está dispuesto a asumir esa situación? Entonces ayer se centró mucho el debate en "bien, estamos conformes", algunos legisladores lo dijeron, otros adelantaron lo que hubiera sido su apoyo al proyecto del presidente Mujica, lo quiero aclarar porque no es un rechazo unánime que se dio dentro del FA.
¿Pero se está de acuerdo en lo sustancial, o sea en que debemos integrar a las FFAA realmente a ser un sector de la sociedad? Esa es una parte del debate, pero le reitero, es una parte importante pero no es el todo del debate. El todo del debate es: ¿Aceptamos una sociedad definitivamente integrada, seguimos al presidente Mujica en entender que somos todos parte de una misma sociedad y que tenemos que practicar la política de la conciliación, de que juntos podemos ir todos para adelante y que no podemos seguir presos de muchas cosas que nos están dividiendo? Ese es esencialmente el debate que está planteando Mujica en esta sociedad a lo interno y por supuesto le reitero también lo ha planteado en sus encuentros con los presidentes de la región que han tenido además una importancia sustancial en el logro de objetivos concretos económicos para el país. Entonces cuando se dice "es un gobierno que a 40 días no ha enviado proyectos de ley" yo creo que se está manejando un concepto absolutamente reducido, acotado, de lo que es la realidad. O sea, el Poder Ejecutivo se expresa no solamente por proyectos de ley, le diría que no principalmente con proyectos de ley, sino con hechos sustanciales como los que está poniendo el presidente Mujica con todas sus actitudes.
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EC Dos apuntes para terminar por ahora con el tema. El diario El País en su crónica recuerda hoy que "en la campaña electoral José Mujica dijo más de una vez que un presidente debe tener marcha atrás". ¿Se acuerdan? Era parte de la discusión con Astori en la campaña de las internas, implícitamente estaba señalando que Astori era demasiado rígido, un presidente debe tener marcha atrás; ayer demostró que tiene marcha atrás.
Y otro apunte también con memoria, dice el informe que "ayer varios diputados recordaban que Tabaré Vázquez, en el período de gobierno anterior, los recibió tres veces en cinco años y generalmente fue para dar un speech y decirnos que había que hacer. En cambio ayer Mujica habló apenas veinte minutos y escuchó a los parlamentarios durante más de dos horas".