PIT-CNT: "Es una farsa decir que la Ley de Negociación Colectiva no pasó el examen de la OIT"
El Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugirió modificar algunos puntos de la Ley de Negociación Colectiva, lo que motivó que la Cámara de Comercio uruguaya considerara que dicha norma es inválida en su formulación actual. Entrevistados por En Perspectiva, Marcelo Abdala y Fernando Pereira, dirigentes del PIT-CNT, manifestaron que el organismo realizó puntualizaciones menores y cuestionables, particularmente en lo referido al respeto del derecho al trabajo de los no huelguistas durante una ocupación. "Algunas cosas que dice la OIT son impracticables, son de gente que nunca pisó el mundo del trabajo", sostuvieron. Los sindicalistas recalcaron la necesidad de lograr más negociación colectiva "en el sector público y en el privado", y compartieron sus expectativas para el próximo Primero de Mayo.
(emitido a las 8.55 Hs.)
EMILIANO COTELO:
"Esto no es un capricho del sector empresarial. El Estado debe modificar la ley de negociación colectiva, porque no pasó el examen de la OIT (Organización Internacional del Trabajo)."
La frase pertenece al doctor Juan Mailhos, gerente jurídico de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, y fue dicha cuando estuvo aquí en En Perspectiva junto al presidente de la gremial, Alfonso Varela, el pasado 5 de abril.
En esa ocasión, los dos dirigentes empresariales analizaron el fallo del Comité de Libertad Sindical (CLS) de la OIT, que se había conocido unos días antes, en el que se sugería al gobierno modificar la legislación con respecto a las ocupaciones de los lugares de trabajo y promover el diálogo entre las partes a efectos de mejorar la ley de negociación colectiva aprobada en el período anterior.
¿Qué dice el PIT-CNT? ¿Cómo observa esta novedad? ¿Desde qué lugar empezará a dialogar con el sector empresarial? ¿Qué opina del documento de la OIT en el que se afirma que "el ejercicio del derecho de huelga y la ocupación del lugar del trabajo deben respetar la libertad de trabajo de los no huelguistas, como el derecho de la dirección de la empresa de penetrar en las instalaciones de la misma"?
Por otro lado, ¿cómo vienen los preparativos para el acto del Primero de Mayo?, ¿qué diferencia a un Primero de Mayo con presidente José Mujica de los primeros de Mayo del gobierno de Tabaré Vázquez?
De estos y otros temas vamos a conversar con los dirigentes Fernando Pereira y Marcelo Abdala.
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EC - Fernando Pereira es coordinador del PIT-CNT, secretario de Finanzas de la central y viene de la Federación Uruguaya de Magisterio. Marcelo Abdala es secretario de Organización del PIT-CNT y viene de la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines.
Vamos en primer lugar al tema del pronunciamiento del CLS de la OIT. Las cámaras empresariales iniciaron esta querella ante la OIT alegando que a instancias del gobierno se había dictado una serie de normas laborales sin consultar o sin tener en cuenta los aportes del sector empleador y, al mismo tiempo, objetaban un proyecto de ley (que luego se convirtió en la ley nº 18.566) que creaba un sistema de negociación colectiva. A fines de marzo el CLS de la OIT se expidió.
En general, en primer lugar, ¿qué análisis hicieron ustedes de esa resolución?
MARCELO ABDALA:
Naturalmente no compartimos la resolución de la OIT en este caso. Y eso en función de una opinión que no tiene que ver tan siquiera con la defensa de los intereses de los trabajadores, sino con un concepto que tiene consecuencias en un doble sentido.
Si uno analiza la historia de las relaciones laborales, cualquier proceso de expansión de los derechos sociales ha ido en desmedro de los derechos patrimoniales y de los derechos del capital. Cuando se inició la revolución industrial no había una limitación de la jornada de trabajo, no estaba prohibido el trabajo infantil, y es conocido que la población obrera, la población trabajadora, se veía condenada a más de 16 horas de trabajo, comía al pie de la máquina, e incluso niños se quedaban a dormir en los establecimientos. Forma parte de una corriente civilizatoria que tiene que ver con una expansión de los derechos sociales, que sí, efectivamente, va en desmedro o acota los derechos patrimoniales, los derechos de propiedad y los derechos del capital.
En general, por tanto, creemos que es una cuestión de profundización de la democracia la generación de mecanismos que permitan a las partes que intervienen en la relación laboral sentarse y discutir cuánto del ingreso generado por el trabajo va para el capital como rentabilidad y cuánto va para los trabajadores.
Pero en segundo lugar, desde el punto de vista más específico, en este caso el problema es que no es cierto que no se hayan tenido en cuenta los puntos de vista del sector empleador. Incluso en contra de opiniones originarias del movimiento sindical, más o menos en esta época del año pasado hicimos una reunión con nuestra delegación del Secretariado en Ginebra con los miembros del Secretariado que estábamos aquí en Montevideo y se cambió nada más ni nada menos que lo siguiente. El proyecto original de negociación colectiva establecía que la tripartita debía laudar sobre el salario y las condiciones de trabajo, pero como al sector empleador le parecía excesivo que se votara sobre cuestiones que tienen que ver con las condiciones de trabajo, en la ley quedó establecido que se lauda, si es necesario por voto, sobre el salario, pero para que rijan cambios en las condiciones de trabajo deben existir acuerdos entre las partes. Eso no estaba planteado en el proyecto original. Significa que el sector empleador pudo hacer sus comentarios, que, con independencia de la opinión del movimiento sindical, fueron tenidos en cuenta en el proyecto final.
EC - En definitiva, estamos ante un fallo que elaboró una organización en la que están representados los tres sectores, los empleadores, los empleados y los gobiernos. De ese ámbito surge una resolución que el PIT-CNT cuestiona. ¿Cómo es eso? Porque los sindicatos también intervinieron en esta resolución.
MA - Sí, en un cuadro paradójico, porque uno de los aspectos que se critican en el planteo de la OIT es la ponderación que existe entre los representantes del Poder Ejecutivo, los representantes patronales y los representantes de los trabajadores en el ámbito de negociación, cuando en la OIT hay mucha mayor ponderación de la participación del sector gubernamental.
EC - Si entiendo bien, usted alude a uno de los cuestionamientos que surgieron del CLS de la OIT con respecto a la ley de negociación colectiva, en especial a cómo la ley prevé la integración del Consejo Superior Tripartito.
MA - Claro, que es mucho más equitativa que la integración de la propia OIT.
EC - Según lo que dice la ley, el Consejo va a estar integrado por nueve representantes del gobierno, seis del sector empresarial y seis de los trabajadores. El Comité entendió que no corresponde una integración de este tipo, propone que haya un número igual de miembros por cada uno de los tres sectores y que como presidente sea elegida una personalidad independiente, preferentemente nombrada por trabajadores y empleadores conjuntamente. Hay una discrepancia con este modo de integración, a esto aludía usted recién; quería aclararlo para los oyentes. ¿Entonces?
MA - Nosotros queremos que se instale inmediatamente el Consejo Superior de Salarios.
EC - Pero usted dice que en esta opinión que emite el CLS de la OIT hay una contradicción con el funcionamiento de la propia OIT.
MA - Nos llama la atención que la propia OIT tenga una ponderación aún más exageradamente sesgada hacia los estados que la participación de trabajadores y empleadores. Nos llama la atención que venga esa observación porque la OIT principalmente, más allá de que es un órgano tripartito, está compuesta por los gobiernos.
FERNANDO PEREIRA:
Yo diría algo más: las recomendaciones de la OIT debilitan a la OIT. Por lo siguiente, en Uruguay durante 15 años no existió ley de negociación colectiva, pero lo que es peor, no se fijaron los salarios mínimos por categoría ni nacionales por diálogo tripartito, no había ley de servicio doméstico, por lo tanto los salarios los fijaba el dueño de la casa con un autoritarismo terrible, no existían ocho horas para el trabajador rural, el "trabaja de sol a sol", que parece una cosa maravillosa, en realidad es una estafa a la salud del trabajador. Y ese organismo de la OIT observó a Uruguay unas 100 veces por no fijación de salarios, por violación a los convenios 87 y 98 todavía se siguen violando algunos principios. Ese CLS le pide al Uruguay diálogo.
El período en el que existió más diálogo en el Uruguay fue el período 2005-2010, sin discusión alguna. Se citó a las cámaras empresariales y a los sindicatos a discutir no solo esta ley, también la ley de libertad sindical. ¿Qué dijeron los empresarios en este mismo programa? Que la ley de libertad sindical iba a hacer que los sindicatos dirigieran las empresas por supuesto que esto no sucedió, es parte de cierto terrorismo verbal y que el desempleo iba a subir en términos escandalosos cuando el desempleo ha ido en caída libre y va a seguir cayendo. Entonces es ridículo y habla mal de la recomendación de la OIT. No podemos santificar a la OIT, la OIT es un organismo tripartito.
EC - Pero lo cierto es que el PIT-CNT, los sindicatos, en innumerables ocasiones ha recurrido a la OIT para defender determinadas posiciones. Se ha basado en pronunciamientos de la OIT para esgrimir determinados reclamos.
FP - El presidente de la OIT probablemente tenga que reunirse con este comité acaba de decir que el Uruguay es un modelo en relaciones laborales, un modelo para América Latina, y tal vez para el mundo, de diálogo tripartito y de salidas a las crisis a través del diálogo. Hay demostraciones más que suficientes de que esto es real: año 2002, en medio de una crisis en que el Uruguay se caía el movimiento sindical negociaba con sectores empresariales, gobierno, entidades sociales para salir lo mejor posible, y de hecho no hubo un conflicto social extendido. Y en esta crisis internacional mundial el PIT-CNT hizo una serie de propuestas al gabinete productivo, al gabinete social, al Estado, a los empresarios a los efectos de que la crisis no impactara sobre todo en los sectores más débiles de la sociedad.
Entonces, si la OIT nos toma como modelo de relaciones laborales, como modelo para negociar colectivamente salidas a situaciones inesperadas o para negociar condiciones de trabajo y de salarios, y el CLS toma esta posición, a nosotros nos parece que es para bajar las expectativas progresistas que se vienen dando en materia de relaciones laborales en Uruguay y que a un grupo de empresarios que dirigen las cámaras empresariales no les gustan.
EC - ¿Ustedes están hablando de una decisión detrás de la cual hay intereses políticos?
FP - Clarísimamente.
EC - ¿Una decisión del CLS de la OIT detrás de la cual hay intereses políticos?
FP - Hay que ver cómo se mueven los empresarios en la OIT, no los empresarios uruguayos, los empresarios a nivel mundial. Por ejemplo para evitar que se voten convenios internacionales para mejorar la situación de la maternidad, hay que ver la fortaleza con que se mueven. Y hay que ver cómo se mueven los gobiernos, que, como dijo Marcelo, tienen una ponderación mayor en la OIT. Y no es que el movimiento sindical en el mundo tenga una posición única, hay sindicalistas que son claramente de derecha. Dicho esto así debe de sonarles mal hasta a mis compañeros del movimiento sindical, pero no me importa, toman posiciones que no tienen nada que ver con defender la vida y la mejor calidad de vida de los trabajadores.
En ese marco el fallo no me gusta y lo vamos a recurrir jurídicamente y esperamos que el gobierno lo haga, y vamos a ir a Ginebra con una delegación potente. Pero además queremos informarle a la gente que cuando le hablan de una ley que tiene un número, le están hablando de los consejos de salarios, es decir, lo que le permitió en este período de cinco años aumentar 25% su salario real. Cuando le expliquemos bien a la gente de qué le están hablando, posiblemente tengamos un colchón social lo suficientemente fuerte como para defender esta ley como la hemos defendido siempre.
EC - ¿Eso quiere decir que a la hora de participar en los ámbitos de diálogo que el propio ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, ha anunciado ustedes no van con una posición de apertura? ¿Cómo enfrentan la posibilidad de volver a conversar sobre la ley? Porque el propio gobierno está abriendo ese canal.
MA - Para mí la pregunta es: ¿en realidad hay que conversar de la ley? ¿Cuál es la agenda real del mundo del trabajo en una perspectiva de desarrollo y partiendo de la base de lo que decía Fernando? Porque el funcionamiento de los consejos de salarios al promover la recuperación del salario real operó como un mecanismo anticíclico con respecto a la crisis mundial del capitalismo, dicho por pequeños y medianos empresarios: "Bueno, se nos complicaron un poquito las exportaciones en función de esta crisis internacional, pero por suerte teníamos un mercado interno que pudo absorber una parte del trabajo". Y en función de eso, de los consejos de salarios y de un proceso de redistribución de la riqueza que tiene que acelerarse, no solamente los trabajadores sino las empresas pudieron sobrevivir en medio de una crisis muy compleja de la cual todavía no hay salida. Ustedes estaban conversando de la situación de Grecia antes de que entráramos nosotros.
Pero desde el punto de vista del trabajo, en una agenda de desarrollo de punta de nuestro país para resolver una base productiva sostenible, que permita incluso cambiar la matriz demográfica del Uruguay, sin la cual están cuestionados nuestra viabilidad y cualquier sistema de seguridad social, ¿cómo superamos en su base las enfermedades profesionales nuevas y sus accidentes? Hoy es el Día Mundial de la Lucha contra los Accidentes de Trabajo, todavía se están produciendo muertes en el mundo del trabajo. ¿Cómo desarrollamos los mecanismos para promover una formación profesional que permita generar los trabajadores del siglo XXI para las cadenas productivas de punta que se vienen en distintos sectores, como por ejemplo la industria automotriz, la industria de la construcción naval, el montaje industrial? ¿Cómo desarrollamos mecanismos que permitan que la riqueza generada en un producto bruto interno (PBI) que va a tener un rápido desenvolvimiento sea compartida con toda la sociedad? Con más democracia y profundizando los mecanismos de la negociación colectiva. Esa es la agenda real que requieren no solamente los trabajadores en un sentido estrecho, corporativo; un aumento sostenible de los ingresos de los trabajadores repercute en la inmensa mayoría de los núcleos familiares, las amas de casa, los estudiantes, los jubilados que regulan sus ingresos por el índice medio de salarios, y hasta en los propios empresarios la mayoría de los cuales vende para el mercado interno.
EC - Pero la negociación colectiva, justamente, está regida por esta ley.
MA y FP - Sí.
EC - Entonces, ¿hay que rediscutirla o no? ¿Hasta qué punto ustedes están dispuestos a participar en una modificación de esta ley?
FP - Hasta todos los puntos, vamos a ir a todos los ámbitos a los que nos convoque el gobierno, a todos. En la diferencia o en la coincidencia, hemos ido a todos los ámbitos. Ahora, ustedes que tienen mucho archivo y que además investigan, fíjense cómo fue el proceso de discusión de la ley de negociación colectiva: el sector empresarial se retiró de la negociación sencillamente porque no compartía hacia dónde se dirigía la ley. Entonces, si para los empresarios el diálogo es "si no me dan la razón, me voy", no hay diálogo posible. Fueron al Parlamento 27 cámaras empresariales esto está documentado en el Parlamento, el Parlamento las escuchó en la sala 17, que dieron su posición y se retiraron, es decir, no escucharon la posición de los parlamentarios.
Ha sido una posición muy hostil y politizada, claramente politizada, claramente en función de una posición política. Tanto que recomendaron no ir al hotel Conrad cuando Mujica iba a hablar a los empresarios. Del movimiento sindical fueron dos compañeros que tuvieron dificultades para entrar porque dentro del Conrad había 1.500 empresarios y, según me cuentan, cientos no pudieron entrar. Empresarios de punta, los que llaman a los sindicatos desde hace semanas para ver cuándo firman el nuevo convenio para seguir generando renta propia. Es decir, empresarios de punta del Uruguay.
Esta discusión nos puede separar de la discusión más importante que tiene el movimiento sindical en este año, que es cómo se discuten salario, condiciones de trabajo, desarrollo productivo, formación profesional para aquellos sectores de la sociedad que tienen escasa educación formal y nula y casi nula educación profesional, formación profesional para el mundo del trabajo, cómo se tienen políticas desde el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional y en acuerdo con los empresarios y el gobierno, y en la UTU, cómo efectivamente empezamos a desarrollar un país de punta. Esta es la discusión central, o nos podemos quedar discutiendo lo mismo que discutió la doctora Ana Lía Piñeyrúa al frente del Ministerio de Trabajo, si es importante la obligación de negociar o no. Esto se descalificó solo, cuando el empresariado no tuvo obligación de negociar solo negociaron los sindicatos que tenían mucha potencia o los sectores que estaban obligados a negociar. ¿Cuál era la voluntad entonces de negociar del sector empresarial?
Además creo que algunas cosas que dice la OIT son impracticables, son de gente que nunca pisó el mundo del trabajo, nunca.
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EC - Una de las disposiciones que aparecen en la resolución del CLS de la OIT tiene que ver con el tema ocupaciones. En cuanto al reclamo que las cámaras empresariales presentaron contra el decreto 145 del año 2005 que derogaba los decretos que existían hasta ese momento sobre ocupaciones de lugares de trabajo, el fallo del CLS de la OIT dice:
"El Comité estima que el ejercicio del derecho de huelga y la ocupación del lugar del trabajo deben respetar la libertad de trabajo de los no huelguistas, así como el derecho de la dirección de la empresa de penetrar en las instalaciones de la misma. En estas condiciones, el Comité pide al Gobierno que vele por el respeto de estos principios en las normas reglamentarias que se dicten y en la práctica".
¿Cómo reaccionan ustedes ante esa recomendación?
FP - Pienso que muchos de los que hicieron esta recomendación no pisaron un lugar de trabajo jamás, mucho menos un lugar de trabajo ocupado. Nosotros hemos pasado por decenas de ocupaciones, algunas muy duras, la mayor parte de ellas para evitar que el empresariado se llevara la maquinaria del lugar de trabajo y la unidad productiva desapareciera. De ese tipo fue la mayoría de las ocupaciones en las que al menos yo participé.
Se genera un clima de defensa del puesto de trabajo, y el que está defendiendo su puesto de trabajo en definitiva está defendiendo su vida, su dignidad, su lugar en el mundo, y lo defiende con mucho fervor. Entonces creer que se puede incluir en ese lugar a algunos trabajadores que quieren entrar igual es un disparate práctico.
EC - Pero lo cierto es que existe el derecho al trabajo de quienes discrepan con la medida.
FP - Sí, y existe el sistema de realismo. Lo lógico sería que las hinchadas de Peñarol y de Nacional fueran a la misma tribuna como cuando yo tenía 12 años. Pero el principio de realidad hizo que los trabajadores fueran a la Ámsterdam y otros a la Colombes. No es porque nos guste que sea así, es porque la vida indicó, la realidad indicó que era imposible lo otro. Esto es absolutamente impracticable para cualquier trabajador que haya estado de un lado y del otro.
EC - Entonces estamos ante una medida que no está contemplada como derecho, porque el propio CLS evita decir que existe el derecho a la ocupación como extensión del derecho de huelga, no lo dice. Ante una situación de hecho como es la ocupación, ¿hay otros derechos que caen, como el derecho al trabajo y el derecho a la propiedad del empresario? ¿Cómo es eso?
MA - Podemos hacer un paralelismo con otras materias, si en física se dice "júntense en el mismo fluido el agua y el aceite", no hay forma. En particular Ermida estuvo trabajando en algunos conceptos que están referidos a esto que yo decía al principio.
EC - Usted se refiere al doctor Ermida, uno de los expertos uruguayos en derecho laboral.
MA - Exactamente. Una expansión de los derechos sociales necesariamente va en desmedro de los derechos patrimoniales. Nosotros tenemos otra propuesta, esta propuesta es impracticable.
EC - ¿Cuál es la propuesta del PIT-CNT?
MA - En primer lugar, no existe el derecho al trabajo en el capitalismo, no puede ser que cuando los trabajadores están en huelga, muchas veces defendiendo el trabajo, se agite el derecho al trabajo cuando en definitiva no se aplica el mismo derecho con respecto al despido unilateral sin discusión previa, etcétera. En realidad nosotros, que no queremos un desarrollo exacerbado de la conflictividad, tenemos una posición que nos llama a analizar cuáles son las causas de los conflictos. La inmensa mayoría de los conflictos que han terminado en ocupación han sido conflictos de carácter defensivo en los que a los trabajadores no les quedaba otra alternativa, o bien porque la unidad productiva había cerrado, el propietario se había ido y la gente había quedado sin cobrar sus créditos laborales y trataba de buscar alguna manera de recuperar la empresa, o bien porque había habido una reestructura unilateral, inconsulta y sin ninguna negociación.
Ya que algunos representantes del sector empleador ahora están tan afines con la OIT, nosotros decimos: eliminemos las causas de los conflictos, eso va a ayudar mucho a un desarrollo más civilizado de las relaciones laborales. Reglamentemos en Uruguay el convenio 158 de la OIT, que por ejemplo dice que ningún patrón puede despedir a nadie sin antes recorrer determinados pasos de negociación previa y buscar las alternativas con los trabajadores para ir campeando la crisis, ir resolviendo. Si eso se pudiera resolver en este país en algunos convenios de rama de actividad ya está consagrado, se eliminaría la mayoría de los conflictos, porque en vez de enterarte de que estás sin trabajo en la puerta de la empresa cuando vas a trabajar, deberían darse pasos previos de negociación a los efectos de encontrar una salida.
EC - ¿Esa es la propuesta alternativa a la que usted aludía?
MA - Esa es una de las propuestas. En realidad es más negociación colectiva; que en vez de que los patrones despidan en forma unilateral a los trabajadores, procesen una reestructura sin discutir, haya un período de negociación previa en el que se puedan encontrar alternativas.
EC - Volvemos a cómo se desarrolla la ley de negociación colectiva que está regida por esta ley que ha quedado cuestionada y sobre la cual el CLS de la OIT pide nuevas conversaciones. Pereira decía hace un rato que varias de las recomendaciones de la OIT son impracticables.
FP - Y menores.
EC - Por ejemplo, ¿qué otras?, ¿a cuáles está aludiendo?
FP - El sector empresarial lo que ha hecho con esto, en cierta forma inteligentemente, ha sido agarrar una serie de recomendaciones muy débiles y de poca práctica en la sociedad uruguaya para decir que esta ley está jaqueada, que no pasó el examen de la OIT. Es una verdadera farsa, lo que va a pasar en pocos días es que la negociación colectiva se va a extender a todas las ramas de actividad porque es necesario discutir condiciones de trabajo, salarios y todo lo que mencionamos.
EC - ¿A cuáles de las recomendaciones del CLS de la OIT alude?
FP - Más que entrar en el detalle, quiero insistir en lo que me parece central.
EC - Porque usted dice que algunas no son realistas.
FP - La de la ocupación es obvia.
EC - ¿Qué otras?
FP - Y la del diálogo, nos mandan modificar la ley por falta de diálogo. Hay que revisar lo que fue el diálogo en estos cinco años. Se pidió que la ley de libertad sindical se sacara del Parlamento para volverla a discutir y se le modificaron aspectos. Esta ley de negociación colectiva tenía 24 artículos y quedaron 20, ¿sabe por qué?, porque el lobby de las cámaras empresariales le solicitó a Tabaré Vázquez que retirara los cuatro artículos que estaban vinculados con la ocupación de los lugares de trabajo.
Y otras cuestiones que mencionan las observaciones. Por ejemplo se recomienda que la negociación sobre condiciones de trabajo se haga en forma bipartita y eso ya se modificó. Nos recomiendan modificar algo que ya se modificó. Entonces me parece que hubo una práctica que va a tener resultados mínimos. Ojalá nos convoquen al diálogo porque vamos a tratar de incorporar algunas cosas que todavía no están en esta ley de negociación colectiva.
Pero mire qué curiosidad: entre los años 1995 y 2000 el ministerio de Trabajo de Ana Lía Piñeyrúa hizo esfuerzos por que se aprobara en Uruguay una ley de negociación colectiva. ¿Dónde se trabó? En que los empresarios no aceptaban la obligación de negociar no de acordar, de negociar, la obligación de ir y sentarse en una mesa de diálogo, y la ultraactividad, es decir que aquellos derechos que los trabajadores conquistan en un convenio no se pierdan, lo cual parece tan de sentido común que ni en los peores años del neoliberalismo cuando se caía un convenio les quitaban los derechos a los trabajadores, porque eso produce un conflicto ya no de carácter colectivo, de carácter humano, inmediato. Si a uno le quitan las conquistas por las que peleó durante años eso genera un malestar en el lugar de trabajo que hace impracticable el mundo del trabajo real.
Entonces, muy bien, la OIT hace una serie de recomendaciones, nosotros vamos a asistir a todos los ámbitos a que nos convoque el Ministerio de Trabajo, que es el que regula las relaciones laborales en Uruguay, y vamos a ir con la mejor buena voluntad. Tanta buena voluntad que el año pasado en Ginebra nuestros compañeros Castillo y Cachón les plantearon a los empresarios uruguayos que también estaban allí la posibilidad de seguir negociando en Uruguay los que nos habíamos quedado. Fue muy difícil encontrar un ámbito de diálogo, fue muy difícil definir cuáles son las negociaciones reales que quieren tener, porque en realidad la ley que les gustaría sería una que no existiera.
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EC - Abdala, ¿queda algo por decir sobre la resolución del CLS de la OIT?
MA - Sí, dos cuestiones muy breves. Que nosotros obviamente vamos a participar en cualquier ámbito de diálogo que se genere, pero nuestro centro no son las veleidades jurídicas o los detalles jurídicos de la ley de negociación colectiva, nosotros vamos a actuar para que se instale la negociación colectiva en el sector público y en el sector privado. Porque esto también puede ser toda una discusión abstracta sobre la ley a los efectos de inhibir que funcionen este año los consejos de salarios. Y en segundo lugar una reflexión que tiene que ver con que el desarrollo de la negociación colectiva es conveniente para la inmensa mayoría de la sociedad. Yo decía naturalmente los trabajadores, sus familias, los jubilados, y también para vastos sectores de la producción de la ciudad y el campo que viven del mercado interno.
EC - Es que creo que las ventajas de la negociación en colectiva no están en cuestión, lo que se está discutiendo son determinados aspectos, determinadas normas que se incluyeron en la ley votada el año pasado. Sobre eso se está polemizando.
MA - Pero el centro es la negociación tripartita por rama de actividad que establece determinados parámetros de salarios, de salarios mínimos por categoría, y que permite también discutir sobre otras cuestiones. Yo sostengo que incluso desde un punto de vista capitalista, si uno quiere desarrollar un país en la punta de todos los sectores productivos, de alta de producción de calidad, de inteligencia incorporada a los procesos de producción, no puede sostenerse una concepción del siglo XIX, tiene que pensar en los trabajadores participando a pleno en la organización del trabajo y en la gestión de la empresa, con nuestros puntos de vista, etcétera.
EC - ¿No es una caricatura eso, hablar de una concepción del siglo XIX? Parece que eso no es lo que está en juego. El propio presidente José Mujica ha hecho por todos lados llamados a la conciliación, llamados a la unidad nacional, a la búsqueda de acuerdos, a trabajar en conjunto.
MA - Para buscar acuerdos hay que negociar. Entonces lo que nosotros sostenemos es que en una perspectiva de desarrollo para un país que no puede producir cantidad, sino que tiene que apostar fuertemente a la calidad, es imposible pensar una gestión de punta, otro concepto de competitividad que implique a los trabajadores, sin un desarrollo generalizado de la negociación colectiva. Ese camino de la negociación colectiva tiene que ver con el desarrollo genuino; el otro ya lo probamos, la inmensa mayoría de los trabajadores sin ningún derecho, la desregulación y el quiebre del 2002.
EC - Mi impresión es que no es eso lo que está en juego. Mi pregunta es si la negociación puede ser fructífera si tiene que basarse en una ley que una de las partes cuestiona, con la cual no está de acuerdo, tiene diferencias serias.
MA - También habían cuestionado el funcionamiento de los consejos de salarios. Y cuando la crisis general el aguante del mercado interno no sería explicable sin muchas cosas: el Plan de Emergencia, los consejos de salarios, etcétera. Cuando se definió el salario mínimo nacional algunos sectores empleadores, algunos de empleadores concretos por eso quiero decir ojo, no generalicemos ni siquiera al sector empleador dijeron: "Yo estoy de acuerdo con el aumento del salario mínimo nacional, porque después yo vendo ahí".
EC - En general, si ahora pasamos al Primero de Mayo, el Día de los Trabajadores que se viene, el próximo sábado, parece claro que estos temas que hemos estado conversando van a figurar entre las prioridades de la plataforma. ¿Qué más? ¿Cómo es este Primero de Mayo en el primer año de un gobierno de José Mujica? ¿Cómo se diferencia de los primeros de Mayo del período de gobierno anterior, que también fue del Frente Amplio, pero con Tabaré Vázquez presidente?
FP - Está muy bien la pregunta, porque nosotros todos los primeros de Mayo decimos la misma frase, "este primero de mayo es muy especial", y siempre encontramos que es especial por algo. Este porque comienza el gobierno de Mujica. Y yo creo que es especial en verdad. Por varios aspectos, lo primero es que se instala en el Uruguay un segundo gobierno progresista, que desde mi punto de vista le exige al movimiento sindical ir a la profundización de algunos de los cambios que comenzó el gobierno de Vázquez y con los que nosotros hemos estado enfáticamente de acuerdo.
Uno de ellos es cómo se desarrolla el Uruguay, cómo efectivamente vamos hacia un desarrollo productivo; mirando cualquier indicador nos damos cuenta de que la producción en el Uruguay ha mejorado sustancialmente e incluso ha mejorado el acceso a la ciencia y la tecnología.
Lo segundo es cómo se construye trabajo decente, es decir, cómo construimos un salario que a la gente le permita vivir dignamente de su trabajo. Por eso nos reímos mucho cuando nos dicen: "¿No les parece mucho pedir 100% de aumento del salario mínimo?". Eso es menos de 10.000 pesos, 9.600 pesos; con eso apenas se puede vivir en Uruguay. Si los dos miembros de una familia tipo trabajaran vamos a hacer de cuenta de que existe la familia tipo, no llegarían ni mínimamente a la canasta básica, desde ningún punto de vista. Esta es una de las cuestiones que vamos a reivindicar.
La otra no nos parece menor, aunque parecería que es corporativo pedir aumento salarial. No, se trata de vivir mejor, ¿quién no quiere vivir mejor? Si el Uruguay está viviendo, estamos viviendo, por suerte, otra etapa de crecimiento que aparentemente va a llevar a un crecimiento del producto de cerca de 20%, sería bueno que ese crecimiento acompañara dos situaciones. Una, abatir la pobreza y eliminar la indigencia, cuestiones con las que estamos absolutamente de acuerdo con Mujica, cualquier uruguayo con mínima sensibilidad está de acuerdo con esto, y la otra, atender los salarios, sobre todo los de aquellos sectores que están más sumergidos. Y después habrá que ir a una negociación sectorial, porque es claro que hay sectores que están en explosión, en los que la rentabilidad empresarial fue gigantesca, que habrían tenido que hacer una campaña para que continuara el gobierno de izquierda porque los resultados fueron fantásticos se los mirara por donde se los mirara.
Y después hay una serie de aspectos que nos preocupan como trabajadores, pero sobre todo como parte de la sociedad, y que vamos a marcar en este acto con especial énfasis: no pueden seguir muriendo mujeres y niños producto de la violencia doméstica. La mayoría de esas muertes son de mujeres trabajadoras y la producen hombres trabajadores, muchos de ellos de nuestro movimiento sindical, entonces no nos queremos poner una careta y disimular que tenemos como sociedad y en particular como movimiento sindical este problema. El Primero de Mayo vamos a empezar una campaña para tratar de abatir este mal que parece que se ha metido en la sociedad a sangre y fuego.
EC - Una novedad en lo que es la forma de actuar del PIT-CNT, salir con un tema de estos que no figura en las agendas habitualmente.
FP - Ya hace un par de años lo habíamos propuesto como tema central, pero quedó disimulado entre tantos otros temas. Por eso, tanto en la previa como en las etapas posteriores al Primero de Mayo vamos a tener este tema arriba de la mesa.
EC - ¿Y qué otros?
FP - Hay otros Derechos Humanos que, claro, dan menos réditos políticos. Uno es la situación carcelaria; no es una cuestión novedosa, hace años que estamos trabajando en el tema carcelario en el sentido de mejorar las condiciones de vida de aquel que violentó la ley para darle la posibilidad de que se rehabilite en la cárcel. Por suerte hemos escuchado hoy algunas posiciones incluso en esta misma radio comunes con respecto a mejorar la situación carcelaria y darle la posibilidad al preso de que construya lugar de trabajo o que construya estudio a los efectos no solo de disminuir su pena, sino sobre todo de construir un ser humano capaz después de reinsertarse en la sociedad.
Un tercer aspecto está vinculado al trabajo infantil. Uruguay tiene que encontrar formas para que el trabajo infantil se extinga. Y un punto que para nosotros va a seguir en la agenda, independientemente de las encuestas, es que Uruguay no merece tener dentro de su ordenamiento jurídico una ley como la de caducidad, que condona militares que violaron los Derechos Humanos, que cometieron delitos de lesa humanidad, que mataron y desaparecieron a uruguayos y uruguayas. Por lo tanto hay que buscar una solución, la mejor posible, para que Uruguay encuentre rutas de salida en el tema derechos humanos.
Y por supuesto va a haber otros temas.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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