Después de ser una de las figuras centrales de la administración frenteamplista de Montevideo durante nueve años, María Julia Muñoz decidió abandonar la gestión pública.

Ma. Julia Muñoz: "retiro espiritual" de la política

Ma. Julia Muñoz: "retiro espiritual" de la política

Después de ser una de las figuras centrales de la administración frenteamplista de Montevideo durante nueve años, María Julia Muñoz decidió abandonar la gestión pública. Su "retiro espiritual" lo hará al frente del Casmu. Tomó esta decisión por desgaste y "desencanto con algunas personas" sobre todo tras "el caso Areán".

(Emitido a las 09.05)

EMILIANO COTELO:
La doctora María Julia Muñoz ha sido una de las figuras centrales de la Intendencia de Montevideo (IMM) en los últimos 14, casi 15 años. Más de una vez se la presentó como la "dama de hierro", a raíz de las posiciones frontales que asumió en diferentes situaciones críticas, por ejemplo en los conflictos con el sindicato Adeom.

Ocupó varios cargos de responsabilidad en la época en que el intendente fue el doctor Tabaré Vázquez, entre 1990 y 1995; fue, entre otros, directora de Recursos Humanos, pero después asumió como secretaria general, cuando asumió el arquitecto Mariano Arana; hace nueve años desde entonces hasta hoy.

Y digo hoy, porque hoy, entre hoy y el lunes, deja su cargo y deja la Intendencia para pasar a desempeñarse en el sector privado, concretamente en el CASMU.

¿Por qué se va? ¿Qué ocurre con sus discrepancias dentro de la Vertiente Artiguista? ¿Qué lecciones le dejó su experiencia en el gobierno municipal? Vamos a conversar con ella en los próximos minutos.

¿Cuál es su edad? ¿No tiene problema en decirla?

MARÍA JULIA MUÑOZ:
No, no, 54 años, muy bien vividos en una heterogeneidad de actividades que me han dejado todas enseñanzas muy positivas en la vida.

EC - Yo decía que usted es doctora; pero como se la identifica con el cargo de secretaria general muchos tienden a pensar que es abogada.

MJM - No, no, doctora en Medicina; toda mi carrera fue primero como especialista en enfermedades infecciosas y después como administradora de servicios de salud y dirigí uno de los sanatorios del Casmu; cuando llegué a la Intendencia estaba en ese cargo.

EC - ¿Cuáles fueron sus puestos en la Intendencia entre 1990 y 1995? Fueron varios.

MJM - Entré en la División Servicios de Alimentación con el doctor Tabaré González y Jorge Basso, lo que antiguamente se llamaba el Departamento de Higiene; ahí colaboré en desarmar los entonces expendios municipales para la construcción de la Comisión Administradora del Mercado Modelo; después pasé al directorio de Conaprole, donde estuve unos pocos meses; y a la Prosecretaría General, donde aprendí a conocer el municipio y a quererlo, y me formé al lado de una persona maravillosa, que es la doctora Azucena Berrutti, a quien recuerdo siempre como mi maestra, que me enseñó a entender la actividad municipal dentro del municipio mismo y lo que es como servicio hacia la comunidad.

EC - Pero siguió después.

MJM - Después seguí como directora general de Recursos Humanos.

EC - Y luego como secretaria general, que es el puesto con el que más se la identifica.

MJM - Exactamente, durante todo el período del intendente Arana desempeñé ese cargo.

EC - ¿Qué es la secretaria general de la Intendencia?

Entrevista con un María Julia MuñozMJM - En realidad, como dice el hijo de un amigo, es algo así como la reina de las hormigas, no trabaja pero hace trabajar.

EC - ¿Qué quiere decir eso?

MJM - Fue una definición de un niño que me pareció muy graciosa y acertada cuando me preguntó: "¿Y vos qué hacés?". Yo en realidad tengo que coordinar el trabajo de los demás directores para que se cumpla lo que el intendente quiere, o sea que más que trabajar tengo que hacer trabajar a los demás.

EC - Claro, pero en algunos casos se la ha observado casi como una intendente adjunta, jugando un papel de primera línea en debates, en resolución de conflictos.

MJM - Una vez que el intendente Arana da las directivas sobre los distintos temas me toca el rol de hacer realidad sus programas o sus propuestas. Naturalmente yo soy vehemente para actuar, me gusta trabajar y estar en aquellos proyectos de los que me enamoro y a los que me da pasión defender y llevar adelante.

EC - Pero justamente, tomando en cuenta que usted ha jugado ese papel tan relevante en la estructura de gobierno encabezada por el arquitecto Arana, llama la atención que deje el cargo, que no lo acompañe hasta el final de este período. Usted deja la Secretaría General para asumir como gerente general técnico en el Casmu. ¿Por qué; por qué se va y por qué se va ahora?

MJM - Me voy ahora porque me designaron ahora. Se hizo un llamado a concurso el año pasado, yo presenté una propuesta de trabajo en el mes de enero, había otros cuatro competidores, o sea éramos cinco que aspirábamos a un cargo, el tribunal tuvo dificultades para reunirse, después le llevó tiempo el trabajo... Desde hace dos o tres años tenía la opción de continuar en la política o explorar la vuelta a la medicina...

EC - Por ahí iba la pregunta, usted decía: "Me voy ahora porque me nombraron ahora", pero la consulta siguiente iba a ser por qué se presentó a ese llamado del Casmu, por qué ya hace meses pensaba en ir por otro lado.

MJM - Porque realmente continuar en la vida política, en el cargo que tuve y en las situaciones que viví, sin lugar a dudas lleva a un desgaste personal, de los afectos familiares, a dejar compromisos de amigos y de familia de lado, y también a dejar una carrera que me costó mucho trabajo, en la que concursé desde los primeros momentos, di todos los pasos y sentía como una cosa trunca, como que siempre había llegado al 4, pero nunca al 5. Y de verdad el Casmu es una institución a la que quiero, creo que es el pilar para cualquier sistema nacional de salud, no va a haber presidente ni ministro de Salud Pública que pueda prescindir de lo que pueda hacerse como modelo de atención en el Casmu; me gusta mucho, lo quiero, es de las cosas que de verdad me apasionan, y hoy por hoy no sería sincera conmigo misma si no dijera que me da pena dejar sobre todo a Mariano Arana y a un equipo de compañeros con el cual nos conocemos las luces y las sombras y nos hemos acostumbrado a ponernos del lado de las luces cuando es necesario sacar problemas adelante.

EC - Si entiendo bien, por un lado está el cansancio después de tantos años en este tipo de responsabilidades políticas...

MJM - Exacto, sí, estoy muy contenta por la oportunidad que tuve en el Casmu. De verdad no pensé que podía lograrlo después de casi 10 años alejada de la medicina. Me dio trabajo preparar el concurso, pero me dio satisfacciones, hubo compañeros que me ayudaron y realmente me siento muy contenta.

EC - Entonces ya está bien con la política; ¿ese es el resumen?

MJM - Sí, exactamente; creo que la política, como todas las actividades públicas, tiene satisfacciones y sinsabores, uno conoce amigos, conoce traiciones, conoce sentimientos potentes de los seres humanos que lo ponen a prueba y en algún momento cansa un poco.

EC - ¿Es sólo cansancio, sólo desgaste? ¿O es además desencantos, frustraciones?

MJM - Algunas personas me desencantaron. El desencanto con algunas personas da una frustración personal: uno creía que alguien era mejor de lo que después le resultó, por lo tanto en el balance siempre hay desencanto.

EC - Pero mi pregunta es si ese tipo de factores inciden en esa decisión.

MJM - Creo que no, inciden en que no me da la misma pasión, la misma fuerza, las mismas ganas -como les dije a mis compañeros de militancia en una carta- de salir a gritar en una feria; me dan más ganas de salir a gritar en una feria que la gente se afilie al Casmu y a la [emergencia] 1727 [risas].

EC - O sea que no está con entusiasmo, por ejemplo, para hacer campaña electoral.

MJM - No estoy con entusiasmo, exactamente. Además creo, y lo hice siempre, que cuando me dedico a la actividad privada debo dedicarme a ello, o sea que me voy a privatizar durante cinco años de manera absoluta.

<xzx>EC - Yendo a ese tema de los desencantos o las frustraciones, la semana pasada en una entrevista en el semanario Búsqueda usted dijo que se retira "porque no me sentí apoyada en varias decisiones que tomamos dentro de la Intendencia".

MJM - Yo no me sentí apoyada y es real que en algunas situaciones que se dieron...

EC - ¿Por ejemplo el caso Areán?

MJM - Exactamente.

EC - ¿Por ejemplo los choques con Adeom?

MJM - No, siempre tuve un marco de discusión en el propio equipo de gobierno; no es una situación extragobierno: creo que la IMM desde el doctor Tabaré Vázquez para adelante ha sido muy estricta en no politizar sectorialmente las decisiones. Los conflictos con Adeom se dirimieron entre compañeros de distintos sectores, pertenecientes al EP o no, porque hay directores que no son frenteamplistas y participaron con la misma posibilidad de opinión que cualquier frenteamplista.

EC - O sea que el problema básicamente es el caso Areán.

MJM - No, en esa situación se hicieron, desde la propia Vertiente o desde el propio sector al que perteneció el compañero, valoraciones erróneas y sobre todo que llevaron a que fuera un proceso muy desgastante para el propio Areán (para mí también), no se pudo resolver de una manera más rápida el tema. Debo reconocer que me produjeron un desgaste y un desencanto las actitudes de algunos compañeros.

EC - Usted ha dicho que a Arana le faltó respaldo en algunos momentos...

MJM - No...

EC - ...concretamente aludiendo a la VA, o que desde la VA le faltó respaldo.

MJM - En realidad desde la VA han señalado los compañeros que Arana siempre fue respaldado y quizás sea así y ellos tengan razón. Yo les he dicho que cuando uno respalda a un líder, en el acierto en el error de ese líder para elegir a sus colaboradores, o le hace comprender que debe sacar colaboradores o respaldarlos. Yo soy una colaboradora de Mariano Arana y voy a seguir admirando a un hombre de su talla, que creo que ha transformado la ciudad de Montevideo, en lo personal me llevo de Arana el haber incorporado la tolerancia como un valor muy importante.

EC - Arana sin embargo dice que no, que no tiene esa percepción.

MJM - No, es que Arana es una persona de verdad muchísimo más buena. Claro...

EC - Arana tiene compromisos, hay que entender, en la medida que continúa siendo el intendente, que sigue en la política, no puede decir todo lo que siente. ¿Eso es lo que se desprende de sus palabras?

MJM - Puede ser, pero además de verdad es mucho más bueno, es mucho más exigente consigo mismo, se exige un ritmo de trabajo que lo lleva hasta el límite del desgaste de la salud, pero es mucho más bueno y tolerante con las actitudes o el trabajo de los demás. Es de verdad un hombre bueno.

EC - Hay que entender que su desgaste con la política pasa, entre otras cosas, por su relación con el sector político al cual usted y el intendente han pertenecido, que es la VA.

MJM - Claro, con algunos de los integrantes; puede ser que en el futuro me vuelva a sentir muy cómoda o no, la vida dirá. Ahora me voy a dedicar a mi carrera.

EC - Esa es una precisión importante: usted no se va de la VA.

MJM - Yo no integro... Yo soy una adherente más.

EC - Por ejemplo, no va a ser candidata, ha decidido no correr por los lugares de las listas.

MJM - No corro con ningún lugar en las listas, ni en las internas ni en las nacionales.

EC - ¿Está como en suspenso su relación con la Vertiente?

MJM - Yo le digo en retiro espiritual.

EC - Y ha adelantado que ahora en las internas, en junio, va a votar a Astori.

MJM - No, no adelanté que voy a votar a Astori; siempre que esté Arana en una lista lo voy a votar. Yo dije que Astori tuvo una actitud excelente cuando se dio cuenta de que no debía presentarse en las internas en esta ocasión contra Vázquez, porque creo que al progresismo uruguayo le hubiera hecho daño tener que dirimir entre dos personalidades que tienen muchísimo para aportar al país. Y creo que también hizo un sistema de valor, que encaró un sistema de democracia interna, el de hacer listas, que en realidad salda muchas veces eso que yo siento como desencanto de algunas personas cuando uno piensa que le molesta la posición de uno y de otro, él lo ha saldado por elecciones internas.

EC - ¿Entonces?

MJM - Siempre que esté Arana voy a votar a Arana.

EC - ¿Y ahora en junio?

MJM - Si está Arana voy a votar a Arana.

EC - Yo le entendí, en el reportaje de Búsqueda, que usted votaba a Astori.

MJM - En el reportaje de Búsqueda... no puedo decir que la periodista no recogió todo lo que dije porque realmente es una excelente periodista, grabó dos casetes y medio, en los cuales yo como siempre... no es una buena cualidad, pero soy muy frontal, le dije todo lo que pensaba de muchas cosas y se recogió, por supuesto, lo que le resultó más interesante, o sea que todo es de mi autoría.

***<xzx>

EC - Llegan mensajes de la audiencia de distinto tenor, por un lado hay un mensaje de María, una abonada del Casmu que está muy feliz con la novedad de que usted va a desarrollar esa tarea en esa mutualista. Y por otro aparecen objeciones, críticas, por ejemplo de Teresa, que pregunta si usted es la misma que en las elecciones pasadas habló del doctor Batlle diciendo que era demasiado mayor como para postularse a la Presidencia, como que de alguna manera estaba matando al candidato.

MJM - No: en realidad estaba apelando a que los uruguayos no lo votaran; desgraciadamente lo votaron y creo que durante estos casi cinco años nos ha ido muy mal. Entonces, otra cosa que se me ocurría, que también es una broma y me decía un amigo ayer: "Qué suerte que no llegaste a los 15 años dentro de la Intendencia", porque se ha transformado en un número maldito.

EC - ¿Pero usted no se arrepiente de aquellos dichos tan duros a propósito del doctor Batlle, entonces candidato?

MJM - No; en realidad yo dije que no era bueno votar a una persona tan mayor, yo no deseé que el doctor Batlle falleciera. Creo que de verdad nos ha demostrado que ha tenido actitudes con las que uno no sólo puede discrepar en el terreno político, sino que yo he sentido vergüenza por mi país porque hubo cosas muy duras. De verdad no pretendí en ningún momento cometer la irrespetuosidad de pensar o desearle la muerte a ningún ser humano, menos a un candidato a la Presidencia: todos los candidatos de alguna manera tienen una trayectoria reconocida públicamente y por eso son candidatos a la Presidencia. Para nada: fue una chanza o una broma que pudo haber sido interpretada como de mal gusto; el sentido fue "No voten a esta persona", dentro de una campaña electoral, todos decimos cosas duras y algunos decimos más disparates que otros habitualmente, ...

EC - ¿Usted suele decir disparates?

MJM - Algunos sí, claro; debe haber muchos más arrepentidos de haberlo votado que yo que únicamente dije que era un señor muy mayor para ser presidente. Y en verdad demostró que a esa edad hay que cuidar los nietos.

EC - La relación entre la Intendencia y Adeom ha sido sin duda uno de los puntos más críticos de esta gestión municipal. En ese frente usted jugó un rol importante; al mismo tiempo este asunto de la relación con los sindicatos parece ser uno de los desafíos principales de la izquierda de cara a un eventual triunfo en las elecciones nacionales. ¿Qué lecciones se lleva usted; qué lecciones debería o podría trasmitirle al EP sobre este tema?

MJM - En primer lugar creo que no hay que mitificar el sindicato como el lugar donde se juntan todos los buenos que tienen razón en los pedidos.

EC - ¿Hay una tendencia en la izquierda a esa mitificación?

MJM - Ah... Creo que hay una tendencia a creer que todos los reclamos de los sindicatos pueden y deben ser atendidos. Debemos entender que cuando se ejerce el gobierno éste debe tener como prioridad la satisfacción de todos los gobernados, que el nivel de salarios de los trabajadores no puede ser tan exageradamente alto que permita que una corporación prime sobre el resto de la sociedad. Si hay que elegir entre calidad de servicios, buenos servicios a la gente y salarios a los trabajadores, hay que saber elegir equilibrando.

EC - ¿Cómo es esto?

MJM - Equilibrando: cuando no se puede dar más aumento porque hay que brindar servicios, no se puede dar más aumentos.

EC - Aquí usted está aludiendo, por ejemplo, al episodio que se dio cuando la Intendencia tuvo que anular, no ejecutar, un incremento por IPC que estaba previsto en el convenio. Un tema que sigue latente, que hoy mismo está pautando las relaciones entre la Intendencia y Adeom porque el sindicato ha decidido hacer un juicio por ese tema.

MJM - Exactamente; el sindicato eligió la vía judicial; en el conocimiento de que en 2002 Uruguay quebró, y que si quebró estamos ahora frente a otro país y estuvimos ese año frente a otro país, tuvimos que decir claramente que no se podía cumplir con ese convenio, que no se podía hacer ese aumento de salarios, porque no podíamos cargar sobre los bolsillos de los montevideanos más aumentos en la contribución y en las patentes. Incluso no se cobró el 100 por ciento de IPC en los tributos: usted recordará que la IMM ni aumentó lo que tenía pautado a los trabajadores, ni aumentó lo que había pautado la Junta Departamental para los vecinos, porque tratamos de adaptarnos a la situación que vivía el país.

Y la otra cosa es que tenemos que tratar de que todo trabajador tenga un salario digno, pero que todo trabajador cumpla con dignidad su trabajo.

EC - ¿Y allí hay todavía un déficit en la relación entre la Intendencia y su sindicato?

MJM - Entre la Intendencia y su sindicato sí, entre la Intendencia y el colectivo de trabajadores es muchísimo menor, la gran mayoría de los trabajadores trabaja correctamente, aspiran a un salario digno y hacen un trabajo digno.

EC - Desde la propia Intendencia se cometieron errores en la materia, ...

MJM - Desde la propia Intendencia; sí, sí.
 
EC - ... Lo han reconocido autoridades de la Intendencia. Por ejemplo aquel primer paso que se dio cuando asumió el doctor Vázquez, de reducir la jornada laboral de ocho a seis horas conservando la misma retribución, a cambio de nada.

MJM - Sí, sí.

EC - Sin exigir nada a cambio.

MJM - Ahí está: esa es una gran lección que todos aprendimos; que cuando se da la contrapartida debe ser una mejora en la calidad del trabajo y en la prestación de los servicios. La otra cosa es que hemos aprendido es que dar una disminución de carga horaria para tener otro trabajo afecta la calidad del trabajo y la calidad de vida del trabajador.

EC - Porque al pasar a seis horas el funcionario puede tener otra tarea en otro lado.

MJM - Eso desgasta al trabajador, desgasta la calidad del trabajo. Realmente creo que volver a decir pleno empleo, a querer que la gente tenga un solo trabajo y que ese trabajo le dé para vivir es una consigna, no una consigna política sino una consigna de calidad de vida para la gente. Deja un trabajo para otro y él y su familia tienen más tiempo para estar juntos, para descansar, para recrearse, como he aprendido con Arana, para apropiarse de la ciudad y disfrutarla.

EC - Mabel Lolo, secretaria general de Adeom, dijo ayer que el sindicato tiene una visión de país distinta de la de la administración municipal; y no es la declaración más fuerte que ha hecho, hubo otras.

MJM - Realmente yo no tengo ninguna visión coincidente con Mabel Lolo, ni la visión de país, ni la visión de cómo se debe realizar el trabajo, ni como... Tenemos visiones totalmente diferentes.

EC - Sí, ha llegado a señalar, por ejemplo, que la Intendencia de Arana sigue lineamientos de los organismos internacionales...

MJM - Esa es una falacia que se usa para no incorporar mecanismos de modernización en la gestión municipal que la gente necesita, porque yo debo reconocer que uso la computadora para mandar un correo electrónico y casi como una máquina de escribir; pero reconozco que mi hijo aspira a pagar sus cuentas, comprar sus libros y sus discos por Internet. Y yo le debo dar al ciudadano montevideano la posibilidad de que pague su contribución inmobiliaria y su patente de rodados por Internet, si así lo desea. Yo debo incorporar, porque es deber de un Estado moderno, todos aquellos mecanismos que hagan a la felicidad de los ciudadanos y modernicen una gestión. Si escuchara a Mabel Lolo creo que todavía estaríamos recogiendo la basura con mulas. <xzx>

EC - Detrás de declaraciones como estas de Mabel Lolo hay también otro de los problemas que pautan la relación entre un gobierno de izquierda y sindicatos, y hay varias experiencias en el mundo: lo que pueden llegar a pesar en la conducta sindical, en la conducta de un gremio o de una central, aquellos sectores más radicales, los más ultra. Es uno de los puntos críticos de ese tipo de relacionamiento. Usted, en esa materia, ¿qué enseñanza se lleva?

MJM - La conflictividad de por sí no es mala cuando de ella se sacan enseñanzas para las dos partes. Los conflictos muchas veces no son porque uno tenga la absoluta razón y el otro esté totalmente equivocado. Creo que a la izquierda se le adjudica mucho más, porque ha mitificado más que los sindicatos siempre tienen la razón, porque ha habido gobiernos que no han aumentado salarios por dos y tres años a los trabajadores, la protección del trabajador y cualquier conflicto en un sector gobernado por la izquierda se mira mucho más que otro. Si bien los conflictos no son deseables, creo que ...

EC - Pero un gobierno encabezado por Vázquez, por ejemplo, puede llegar a tener una desestabilización social promovida no por los sindicatos sino por aquellos sectores de los sindicatos más radicalizados.

MJM - Ah, no. Estoy segura de que no porque son sectores minoritarios. Para el trabajador municipal los sectores minoritarios han tenido muchas menos conquistas que aquellos que se sentaban a dialogar y sabían negociar: conquistas de salarios, beneficios sociales. El sector minoritario molesta, hace ruido, pero el resto del mundo sigue trabajando normalmente, los servicios se prestan con calidad y eficiencia.

EC - Pero se generan crisis, crisis incómodas.

MJM - Se generan crisis pero de baja intensidad, yo antes pensaba que eran mucho más incómodas de lo que la vida me enseñó a soportar. Quizás me he acostumbrado.

EC - Usted, por ejemplo, si hay un gobierno encabezado por el doctor Vázquez, ¿no va a asumir en él ningún tipo de responsabilidad? Este cargo que ahora toma en el Casmu, ¿por cuánto tiempo es?

MJM - Tuve que presentar un proyecto de trabajo a un año, en el que me van a evaluar a dos y a cinco. Espero ser bien evaluada y poder continuar.

EC - Digo porque ese tipo de conocimiento o experiencia supongo que es útil en una etapa de ese estilo.

MJM - Claro, pero creo que Vázquez precisa una María Julia Muñoz de 39 años, como la que entró a la IMM; de la misma manera que Arana tiene ahora una secretaria, Laura Fernández, de 28 años, recién recibidita de abogada. Esa es la gente que tiene que hacer la trinchera.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Caterina Notargiovanni