Análisis Político

La competencia por la candidatura presidencial del Partido Nacional

Análisis político del director de Factum, Oscar A. Bottinelli.

(Emitido a las 09.05).

EMILIANO COTELO:
Hemos iniciamos con el politólogo Oscar Bottinelli y Factum una etapa que se extenderá desde ahora hasta fin de año, en la que los espacios de análisis político van a privilegiar el manejo de cifras, de datos de las encuestas de intención de voto relacionadas con este proceso electoral que estamos recorriendo en 2004.

Hoy nuestro tema es especialmente la interna del Partido Nacional (Partido Nacional), pero para eso vamos a manejar los datos más recientes relevados por Factum.

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Y vamos a empezar por suministrar el resultado de la última Encuesta Factum de intención de voto.

OSCAR A. BOTTINELLI:
Vamos a ver la última Encuesta Nacional Factum al domingo 16, para compararla con la de fines de abril.

EC - Vemos los números rápidamente en el comienzo:

- Encuentro Progresista - Frente Amplio: 48%
- Partido Nacional: 25%
- Partido Colorado: 14%
- Partido Independiente y otros: 1%
- Indefinidos: 12%

OAB - Las variaciones con respecto a fin de abril, la encuesta anterior que vimos aquí también, son pocas pero importantes.

El EP-FA está igual; el Partido Colorado cae 1 punto; y lo más relevante es que

el Partido Nacional sigue creciendo e incrementa 2 puntos, es decir que pasó de los 18 que tenía a fin de año a 25;

el Partido Independiente y otros redondean el 1 por ciento

y los indefinidos bajan a 12 por ciento.

Es decir que el Partido Nacional crece a expensas del Partido Colorado y de los indefinidos.

EC - La ficha técnica de esta encuesta, a grandes rasgos...

OAB - La Encuesta Nacional Factum hace una encuesta puerta a puerta, cara a cara, representativa de todo el país, del 100 por ciento del electorado, tanto urbano como rural; comprende 896 casos y el relevamiento se terminó el domingo 16 de mayo.

Remarcamos la concepción de Factum, sobre todo ahora que vamos a entrar en el análisis del Partido Nacional, en cuanto a que las encuestas como tales tienen un límite que permite proyectar algo hacia adelante, permite ver el momento, ver la película para atrás y proyectar algo; pero eso tiene un límite y nunca hay que confundir una proyección que permite dar científicamente las encuestas de lo que vulgarmente se llama el "olfato" que puede tener alguien que se dedica a analizar. Se recomienda no dar nunca ese paso: Rafael Bayce dice que no hay que trasladar la autoridad que se tiene por la aplicación de un método científico a cosas en las que ya no se está aplicando ese método científico, sino meras percepciones que pueden ser más afinadas que las de quien no se dedica a esto, pero que no están respaldadas en los métodos científicos. Nosotros no damos ese paso.

EC - De modo que lo que estamos viendo es la foto, en todo caso la foto como culminación de una secuencia de antecedentes.

OAB - Exactamente.

EC - Si te parece, nos concentramos en la interna del Partido Nacional, que es la más movida, la más atractiva, la que viene más peleada.

OAB - Es "la" competencia interna, el Partido Nacional es el único en que en términos reales se dirime la candidatura presidencial. Esta afirmación puede molestar a algunos candidatos del Partido Colorado, pero todas las cifras son muy contundentes en cuanto a que en el Partido Colorado les puede ir mejor o peor a los otros candidatos en relación a Stirling, pero no está en duda que con el apoyo de la 15 y el Foro no hay una verdadera competencia interna.

El Partido Nacional tiene hoy la cuarta parte de todo el electorado. Aclaremos que no estamos hablando del que va a ir el 27 de junio; incluso estas cifras, las primeras que vamos a dar, corresponden a ese 25 por ciento que responde a la pregunta: "Imagine usted que hay elecciones el próximo domingo; ¿a qué partido político votaría", y luego: "Dentro de ese partido, ¿a qué candidato presidencial?". Estamos imaginando un escenario hoy, no el 27 de junio ni el 31 de octubre, punto uno; y segundo, estamos haciéndole una pregunta a todo el electorado, como si el voto fuera obligatorio.

EC - Sí, porque en octubre el voto es obligatorio.

OAB - En octubre es obligatorio, entonces esas primeras cifras que damos ahora corresponden a ese escenario, que nos va guiando más hacia octubre que hacia ahora, aunque obviamente esta interna del Partido Nacional no va a seguir a octubre porque el esquema no lo permite.
En ese esquema, ese 25 por ciento se compone de la siguiente manera.

EC - Larrañaga: 13 y medio puntos porcentuales
- Lacalle: 9 y medio
- Indefinidos (dentro del Partido Nacional): 2
- Total: los 25 puntos porcentuales que registra el Partido Nacional si hoy hubiera elecciones nacionales, con voto obligatorio.

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OAB - Este es el escenario de una elección nacional. Un punto porcentual del electorado nacional son aproximadamente 23.000 votos; estamos partiendo de la base de que el total de votantes en octubre puede andar en 2:300.000, quizás un poquito más.

Pero el 27 de junio tenemos unas elecciones a las que se les llama internas y son medio complicadas, por eso quizás sea mejor hablar de elecciones primarias, que tienen la características de ser, primero una elección general, en las que se convoca a todo el Cuerpo Electoral, es decir a todos los habilitados para votar; en segundo lugar es una única elección donde el votante va y elige listas y candidatos de un partido político cualquiera, no hay un cuarto secreto ni una mesa de votación para cada partido, ni hay una afiliación, por lo tanto es una elección general, primaria, de predefinición de candidatos.

EC - Pero con voto voluntario.

OAB - El tercer elemento es que la concurrencia es voluntaria, lo cual es un cambio sustancial respecto de plebiscitos, referéndum, elecciones nacionales y municipales, por lo tanto es un comportamiento electoral atípico en este Uruguay de las últimas décadas.

EC - Entonces hay una pregunta clave a los efectos del análisis: ¿cuánta gente va a votar el 27 de junio?

OAB - Acá tenemos cosas muy complicadas. Nosotros tuvimos una primera experiencia de esto el 27 de abril de 1999, pero en aquel entonces lo que importaba era cuánta gente iba a votar, porque se suponía que dentro de determinados parámetros no iba a diferir demasiado la competencia entre partidos de lo que se daría hacia una elección nacional. El Partido Nacional tenía una competencia harto fuerte, que ya venía planteada desde hacía cuatro años, básicamente Lacalle - Ramírez - Volonté, a quienes se había sumado en su momento Ramos, que era un desprendimiento de la fórmula Volonté - Ramos. En el Partido Colorado la competencia 15-Foro era un dato, el Foro estaba representado por Luis Hierro y era una competencia muy cabeza a cabeza, tanto que se definió por 2 puntos porcentuales de todo el electorado nacional, lo cual no es "apenitas" pero tampoco es holgado. Y en el EP-FA, que era el que tenía la menor de todas las competencias, igual, más que la duda de si ganaba Vázquez, qué fuerza hacía Astori, lo cual creaba todo un gran condicionamiento.

Ahora tenemos una única competencia realmente atractiva para el electorado más distante. Al electorado militante le importa la competencia del Partido Colorado básicamente por el predominio entre el Foro y la 15, que va a definir la candidatura a vicepresidente y tanto en el Foro como en la 15, particularmente en Montevideo, el orden o el armado de las listas a diputados y va a influir en algo en el armado de las listas al Senado; por lo tanto hay un gran interés, pero en los círculos más activos, que no son tan grandes.

El EP-FA no eligen autoridades nacionales, el candidato a vicepresidente de la República ya está acordado, las listas son armadas por cada grupo, por cada sector de acuerdo a criterios predefinidos en los que influye poco o nada la elección del 27 de junio; en algunos departamentos del interior va a importar la elección del candidato a intendente y en Montevideo es puramente simbólica, en casi todo el país es simbólica: es ver quién le gana a otro en una pole position hacia la carrera del 31 de octubre.

En el Partido Nacional tenemos la disputa de hegemonía de dos grandes bloques, yo diría la histórica disputa entre el Herrerismo y los no herreristas, expresada en la disputa por la candidatura presidencial entre Lacalle y Larrañaga, pero también se van a marcar votos para confeccionar listas a Diputados y en el caso de Alianza Nacional va a influir y mucho en relación al Senado. Pero además en el Partido Nacional, que es el partido que tiene siempre mayores chances de ganar la mayor cantidad de intendencias, se definen las precandidaturas a las intendencias municipales. Se definen en los tres partidos, pero sin duda el que tiene más intendencias en disputa es el Partido Nacional, en segundo lugar el EP-FA y el Partido Colorado sin duda tiene menos chances a intendencias, por lo tanto esa competitividad va a quedar concentrada en menos departamentos.

EC - La pregunta era cuánta gente va a votar.

OAB - Esto lleva a que ya no importe tanto el dato de cuánta gente va a votar, que más o menos se estima que puede ser la mitad del electorado, quizás un poquito más. La pregunta clave es: puede votar la mitad, pero ¿cuántos van a votar en el Partido Nacional? Porque probablemente no vote exactamente la mitad de lo que está dando hoy cada uno de los tres partidos, que sería el 24% en el Frente, el 12% en el Partido Nacional y el 7% en el Partido Colorado. Probablemente en el Partido Nacional vote proporcionalmente muchísimo más cantidad de gente. Ese es un primer dato.

Un segundo dato es si todos los que ahora votarían en el Partido Nacional están dispuestos a votarlo el 31 de octubre, o si hay gente que hoy se ve atraída a votar dentro del Partido Nacional pero no hacia el 31 de octubre.

En principio tenemos dos escenarios que surgen claramente de las encuestas y un tercero que se está avizorando.

El tercero es que vote mucha más gente de la que hoy dice que es seguro o probable que va a votar al Partido Nacional, pero eso todavía no se ha decantado en las cifras, son atisbos.

Luego tenemos el escenario de la gente que dice que es seguro o probable que va a votar al Partido Nacional, eso está dando un 18 por ciento del total del electorado, es decir casi las tres cuartas partes de lo que vota el Partido Nacional. En este caso la relación Larrañaga-Lacalle queda 9% a 7 y medio por ciento. Larrañaga baja de 13 y medio por ciento a 9%, Lacalle de 9 a 7 y medio por cioento, y los indefinidos son el uno y medio por ciento.

Y tenemos un segundo escenario, el más restrictivo de todos, que en general es el que se dio en las elecciones internas anteriores: fueron sólo los que decían que su voto era seguro. Nos parece que es lo menos probable en el Partido Nacional, por eso de que no va a ser simétrico, no va a ser igual en todos, que vayan todos los que dicen que es seguro. Los que hoy dicen que es seguro que van a votar al Partido Nacional son el 13 por ciento, de los cuales Larrañaga tiene 6 y medio por ciento, 5 y medio Lacalle, y hay un 1 que está seguro de que va a votar al Partido Nacional pero todavía no sabe a quién.

Veamos qué está ocurriendo. Primero la diferencia, si hubiera voto obligatorio Larrañaga ganaría por 4 y medio puntos; en el escenario que hoy es el más amplio gana por un punto y medio, y en el escenario más reducido por un punto.

Esto quiere decir algo muy fuerte y claro.

EC - Quiere decir que Lacalle y Larrañaga se la están jugando fuerte en estas próximas semanas.

OAB - Se la están jugando fuerte y en planos diferentes.

EC - Veamos cuál es el campo de uno y otro.

OAB - Primero, Larrañaga. Es bastante claro que Larrañaga, que tuvo un fenomenal crecimiento de diciembre a la fecha, que pasó de 4 a 13 y medio puntos porcentuales en todo el electorado nacional, ha tenido un gran crecimiento de opinión, pero una opinión que tiene distintos grados de compromiso, la mayoría es lo que se llama pura opinión. Sin duda el gran desafío que tiene Larrañaga es traducir la opinión en votos; como se dice muchas veces el objetivo fundamental más que convencer y seducir es motivar, a la gente ya le gusta Larrañaga, ya tiene una opinión y le parece que sería el mejor presidente, el tema es crear los elementos para que esa persona se sienta motivada para ir a votar y traducir en hechos esa opinión, lo cual siempre es un problema lograr el 27 de junio, con voto voluntario, en medio del invierno, en las peores condiciones para una elección.

EC - Eso para Larrañaga. ¿Para Lacalle?

OAB - Para Lacalle la situación es la inversa. En diciembre tenía el 7 por ciento, hoy llega al 9, es decir que tiene un electorado sólido de base y luego crece un poco. Ese electorado le da para una buena disputa, sobre todo si hay baja votación; más bien tiene que tratar de aumentar su base. Si lo de Larrañaga es traducir en votos una opinión que ya tiene y por lo tanto motivar, lo de Lacalle es aumentar la opinión a su favor y convencer para aumentar su electorado. Claramente se plantean aquí dos estrategias distintas: "Convénzase de votarme" y "Usted que ya está convencido, no se duerma, vaya a votar, es importante". Son dos estrategias diferentes.

Veamos el otro problema. Dijimos que votaría el 13 por ciento de todo el electorado, votaría el 18, pero hay indicios de que pueden ser más de ese 18 por ciento los que voten al Partido Nacional. Y eso que pase de 18 ¿puede ser del 25% de todo el electorado, de la gente que hoy dice que en octubre estaría dispuesta a votar al Partido Nacional? ¿O pueden venir votos de otro lado, lo que se llama el voto extrapartidario?

EC - Que es el gran fantasma en este tipo de elecciones.

OAB - En realidad el término está mal usado, no es voto extrapartidario porque nadie se cuela donde no debe, las reglas son que es una elección general donde cada cual vota donde quiere y no se dice en ningún lado: "Si usted vota a alguno luego tiene la obligación moral de seguir votándolo en octubre". El sistema puede ser muy ilógico, pero lo crearon así; entonces de acuerdo a las reglas cada cual puede votar donde quiera sin que eso tenga ninguna connotación negativa.

El fantasma es que se dice que podría haber mucho voto extrapartidario. Uno ve que hay tanto gente colorada como frenteamplista a la que le gustaría votar en octubre a su respectivo partido pero que se siente atraída con la mejor buena fe a incidir en la única elección, a decir: "Si este es el único partido que se juega yo quiero participar, no quiero quedar fuera". En general esa gente reacciona por afinidad, no por un cálculo de probabilidades en un juego muy rebuscado y un razonamiento laberíntico; afinidad quiere decir que a los frenteamplistas les gusta más Larrañaga y al grueso de los colorados le gusta más Lacalle, aunque es verdad que esto no es una regla: hay colorados que prefieren a Larrañaga y frenteamplistas que prefieren a Lacalle.

EC - Incluso hay frenteamplistas que prefieren a Lacalle para que gane la interna...

OAB - Estoy hablando por afinidad, en función de otro tipo de ejes, por ejemplo forma estructurada de manejar el gobierno, concepción del papel del partido político, etcétera.

Luego está el voto por contraafinidad, el voto laberíntico; el frenteamplista que dice "Larrañaga puede concitar una adhesión y ganarle al FA, entonces lo mejor es evitar que triunfe y votar a Lacalle".

EC - Sí, el frenteamplista que piensa que el mejor escenario para Tabaré Vázquez es enfrentar a Lacalle, entonces votemos al Partido Nacional para que gane Lacalle.

OAB - Y algunos colorados piensan que Lacalle es un enemigo muy duro para el Partido Colorado, no así Larrañaga, porque en una segunda etapa Stirling puede ser potenciado y es más fácil ir contra Larrañaga... Esos razonamientos se oyen, creo que todo el mundo los ha oído, diría que se oye más a nivel de frenteamplistas. ¿Pero es realmente una actitud que se va a traducir en hechos o es de esas fantasías como cuando uno dice "Qué lindo sería comer en este momento una torta con mucha crema y frutilla", pero no lo piensa hacer a las nueve y media de la mañana? ¿O es algo que realmente está pensando con seriedad: "Dentro de media hora me voy a comprar una torta con crema y frutilla"? Es decir, en qué plano está esto, dentro de la fantasía o de la traducción actitudinal. Realmente es algo muy difícil, supera a las encuestas detectar la posibilidad de que se dé en términos masivos (porque no estamos hablando de que lo hagan tres personas); es prácticamente indetectable.

Esto introduce una interrogante más hacia estas elecciones. Lo cierto es que también estamos viendo lo que es haber diseñado un sistema, que sin entrar a la discusión de fondo, política, tiene muchos errores técnicos, fue muy mal pensada y uno de sus errores es que fue pensada teniendo en la cabeza algo que ya no era así cuando se discutió: que todos los partidos iban a tener el mismo tipo de intensidad en la competencia para que la competencia de un partido no generara un atractivo en desmedro de los otros dos. Ya en la segunda vez que se pone en práctica el sistema esto cae y un partido no sólo concentra toda la atención sino que puede captar votos exclusivamente para dirimir la candidatura partidaria y no sabemos en qué dirección, si por afinidad o por retorcimiento, para decirlo en términos muy toscos y muy claros.

EC - ¿En definitiva?

OAB - Hoy el escenario es claramente muy favorable a Larrañaga sobre Lacalle, en varios escenarios siempre está por encima: en uno muy holgadamente, en otro ya con una diferencia muy estrecha y no decisiva, y va a depender -queda un mes exacto hoy de campaña electoral, termina en la medianoche del 24 de junio- del bombardeo por televisión, por radio, actos y giras por todo el país. Va a ser decisivo para Larrañaga consolidar lo que tiene y motivar a la gente, convocarla a ir a votar para que no hable bien de él pero se quede en su casa, sino que hable bien y vaya a votar, y para Lacalle tratar de aumentar y achicar o eliminar esa diferencia para cambiar la correlación el 27 de junio.

Yo diría que es una elección favorable a Larrañaga hoy, pero hacia el 27 de junio no está todo dicho y quedan interrogantes abiertas.