Herbert: "Que el oficialismo no sea mayoría en la Corte es una reforma constitucional de hecho"
Llevó 15 años que los integrantes de la Corte Electoral y del Tribunal de Cuentas volvieran a renovarse. La solución fue designar como presidentes a personas que no tuvieran actividad partidaria pública. En la Corte Electoral el nuevo titular es el doctor Ronald Herbert, con lo que por primera vez el partido de gobierno no tiene mayoría en el directorio de este organismo. "Ese es el gran cambio institucional. Si esto se mantiene como algo que debiera ser, es una reforma constitucional de hecho", señaló a En Perspectiva. Además, opinó sobre la posibilidad de implementar el voto electrónico y otras maneras de modernizar el sistema de conteo electoral.
(emitido a las 9.05 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Parecía uno de esos temas en los cuales nunca iba a haber acuerdo. Pero finalmente se logró el consenso necesario entre el gobierno y la oposición, y pudo renovarse la integración de la Corte Electoral y del Tribunal de Cuentas, que venía de 1995.
Una de las claves para destrabar la situación consistió en designar como presidentes de esos organismos de contralor a figuras independientes de los partidos políticos con las cuales no tuvieron objeciones las diferentes colectividades.
En el caso de la Corte Electoral, el "nombre mágico" fue el del doctor Ronald Herbert, un prestigioso abogado con una extensa actividad profesional y una larga trayectoria docente.
El doctor Herbert estará al frente de un organismo que cada vez que se acerca una elección da lugar a ciertos debates. Por ejemplo, cuántas veces se ha discutido por qué los resultados en la noche de la elección los dan las empresas encuestadoras y no la propia Corte Electoral.
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EC - Para conocerlo más de cerca y saber cuáles son algunos de los lineamientos que van a pautar su gestión, recibimos al doctor Ronald Herbert, nuevo presidente de la Corte Electoral.
¿Cómo recibió la noticia de que su nombre podía ser la clave para destrabar la negociación de la renovación de la Corte Electoral, que ya se había frustrado en dos períodos de gobierno, en 2000 y en 2005?
RONALD HERBERT:
Como usted se puede imaginar, con una gran emoción y un gran honor, un honor maravilloso. Eso fue tema de ni pensar.
EC - No se lo esperaba.
RH - No, en absoluto.
EC - ¿Cómo es? ¿Usted no tiene alineamiento partidario, o lo tiene pero no lo hace público?
RH - Por supuesto que voto, pero no tengo actividad partidaria.
EC - Cuando recibió el ofrecimiento, ¿tuvo que pensarlo unos días, o aceptó de inmediato?
RH - ¡Nada! De inmediato, un tema de estos no se piensa, no hice el menor cálculo de nada.
EC - ¿Por qué aceptó? Explíquelo un poco mejor.
RH - Porque es un deber ciudadano. Yo pertenezco a una generación que vivió una democracia estupenda, perfecta, y conocí otros momentos, entonces por supuesto que aprecio esa propuesta, la mismísima propuesta, ya no la designación, la aprecié en toda su dimensión. Es un honor impactante.
EC - Usted tiene 70 años; en su lugar y a esa edad, otra persona podría decir: "¿Para qué me voy a meter en este lío? Ya es tiempo de ir descansando".
RH - No era mi plan, nunca fue mi plan ir descansando en estos momentos, de manera que ese argumento no me servía. De todas maneras fue impactante, para mí fue impactante, porque a su vez era inopinado.
EC - ¿Cuáles eran sus planes? Me dejó con esa curiosidad.
RH - Yo era director de la Defensoría Pública en lo Penal, además integro un estudio jurídico y tengo actividades varias no remuneradas, soy presidente del Tribunal de Honor del Colegio de Abogados, tengo actividad gremial en otros aspectos, soy senador de la Unión Iberoamericana de los Colegios de Abogados. En fin, tenía para entretenerme mucho. Soy presidente de los Colegios y Órdenes de Abogados del Mercosur, así que tenía y tengo; esto es lo que más preocupa, que justamente me llegó en una coyuntura de mucho trabajo en otros aspectos. De todas maneras el honor era lo máximo que podía esperar a esta altura de mi vida.
EC - Usted tiene una larga trayectoria profesional y académica, ya mencionó algunos ejemplos, a los que agrego algunos datos: ejerce la abogacía desde 1967, es miembro fundador de la firma legal Herbert, Ramírez, Xavier de Mello & Abal desde 1996; ha sido director de la Defensoría Pública en lo Criminal de Montevideo desde 1981 hasta hoy.
RH - Hasta el 6 de julio, como no puedo desempeñar dos cargos públicos, ese día renuncié.
EC - Fue profesor grado 5 de Derecho Internacional Privado de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República entre 1977 y 1994, fue profesor titular de Teoría del Derecho y luego de Derecho Internacional Privado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Montevideo entre 2000 y 2009, cuando renunció por razones de edad.
RH - Sí, es una costumbre, sobre todo europea pero también americana, que los profesores se retiren a una determinada edad, que puede ser 65 o 70 años. Yo cumplía 70 en enero, entonces renuncié en diciembre; a partir del 23 de enero debía renunciar al cargo.
EC - Fue presidente del Tribunal de Honor del Colegio de Abogados del Uruguay en varios períodos, 2003-2005, 2005-2007, 2007-2010, 2010-2012; hoy estaba en esa responsabilidad.
RH - Sí.
EC - Fue presidente del directorio del Colegio de Abogados del Uruguay (1999-2003), presidente del directorio de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de los Profesionales Universitarios del Uruguay de 2005 a 2009, de la que ahora era director prosecretario. Ha sido miembro del Grupo de la República Oriental del Uruguay de la Corte Internacional de Arbitraje de La Haya, y es miembro de la Lista de Árbitros del Protocolo de Olivos para la Solución de Controversias entre los Estados Partes del Mercosur.
No hice un recorrido completo, apenas un punteo. Y veo que en esa trayectoria tan amplia y destacada, curiosamente, los asuntos electorales no figuran para nada.
RH - Exactamente.
EC - ¿No es eso un déficit para esta responsabilidad que ahora asume?
RH - Si se tratase de un ente comercial o industrial diría que se trata más que de un déficit de una falta de responsabilidad de mi parte. A quienes hemos mamado y recibido por ósmosis desde la escuela pública, que mucho empeño se ponía en ello, la educación en la democracia, en los actos electorales, etcétera, el tema es cuestión de dedicarle mucho tiempo. Pero yo sabía que mi designación no se debía a mis conocimientos, sino a un tema de depósito de confianza, y obviamente eso era lo que pesaba.
EC - ¿Qué análisis se ha hecho en estas primeras reuniones de la Corte Electoral en cuanto a prioridades? ¿Qué tipo de gestión se viene en estos cinco años?
RH - Para tranquilidad de todos, la Corte Electoral es un organismo con un prestigio que ha ganado históricamente, a pesar de su integración netamente política. Esto es un tema que todos pueden comprobar. No es fácil dirigir su funcionamiento, según me he dado cuenta en las primeras reuniones, en virtud de que es un organismo altamente politizado; en este momento es el único organismo donde se declara la filiación política, así que, excepto yo, todos los demás han declarado.
EC - Esta integración tiene una particularidad: al haberse buscado su nombre como figura de consenso, por primera vez en mucho tiempo no sé si no en la historia de la Corte Electoral el oficialismo no tiene mayoría.
RH - Ese es el gran cambio institucional, en eso va el honor de mi designación y todo lo demás. Pero no hay que olvidar que es mucho más que eso, porque institucionalmente nunca en la historia, y espero, supongo que a partir de este momento va a quedar así haremos todo el esfuerzo posible para que esto sea una experiencia exitosa, el partido de gobierno no tiene mayoría en la Corte Electoral.
EC - Es un cambio muy fuerte.
RH - Eso es maravilloso en una democracia como la nuestra. Y en eso radica el gran cambio institucional. Instrumentalmente, como hay un número impar, el presidente es imparcial o tiene el depósito de la confianza para resolver asuntos si resultase que hay empate, pero lo notable es que en el directorio hay cuatro integrantes del partido de gobierno y cuatro de la oposición, sea el porcentaje que fuere de votos obtenidos.
EC - Esto marca una nueva era en la Corte Electoral.
RH - Sin duda, en eso radica este tema. De hecho es una modificación constitucional; si esto se mantiene como algo que debiera ser, como en este momento todos los partidos políticos se han puesto de acuerdo en que debiera ser, es una reforma constitucional de hecho.
EC - Esta digresión importante venía a cuento de lo que usted señalaba a propósito de cómo son las reuniones de trabajo.
RH - En primer lugar, la Corte Electoral tiene facultades notables, propias de un poder, de decisión, etcétera, y las ha utilizado muy bien, pero no es el órgano que define la política electoral, sino el Poder Legislativo, de manera que hay que saber distinguir muy bien las facultades que corresponden a uno y a otro. La Corte Electoral ejerce la jerarquía de la justicia electoral, decide en cuestiones discutibles en algunos aspectos, pero no define el sistema electoral.
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EC - Desde la audiencia, y a propósito de algunas de las preguntas que yo le hacía, Óscar, que conoce de derecho y que da la impresión de que lo conoce muy bien a usted, dice: "Para el cargo en la Corte Electoral, el doctor Herbert tiene las mejores condiciones posibles: sensatez, respeto, ecuanimidad, honradez. Fue la mejor elección".
RH - Vio que esta emoción no es gratuita; le agradezco infinitamente al oyente.
EC - La semana pasada, cuando en la Tertulia del jueves se analizó el hecho político trascendente de que se lograba la renovación de la Corte Electoral, más allá de que se valoraba este acuerdo y se reconocía que la Corte Electoral uruguaya es intachable en cuanto a las garantías que ofrece en el procesamiento de los votos, se plantearon algunas objeciones sobre su desempeño público, objeciones no a la forma en que se hacen las elecciones sino a la forma en que se comunica, y objeciones sobre alguna modernización pendiente.
Por ejemplo, Esteban Valenti decía:
(Audio Esteban Valenti.)
"Nadie discute que en Uruguay la Corte Electoral es depositaria de una parte importante de la transparencia electoral, que es fundamental. Pero necesitamos mucha más eficiencia, mucha más tecnología. En las últimas elecciones los resultados han sido muy lentos. Si no fuera por las encuestadoras, cosa que no se puede aceptar como concepto, no tendríamos los resultados adecuados en el momento adecuado".
(Fin.)
EC - ¿Qué dice de esta inquietud?
RH - Este es un debate que seguramente en esta nueva integración se va a dar, se debe dar. Pero yo no tendría una posición tan absoluta con respecto a ese problema técnico. Esta es una opinión personal mía que obviamente podrá ser destruida por quienes tienen más experiencia, pero cuando se habla de una modernización del sistema normalmente se piensa en voto electrónico o algo por el estilo. Ese tema es medio complicado, porque el sistema que actualmente rige y que siempre rigió es un control inmediato en el escrutinio primario en las propias mesas. Cuando ese control se ejerce por mucha gente el sistema democrático gana en cristalinidad, y cuando se cambia por un sistema informático, que es dominado normalmente por los tres o cuatro que lo manejan, la cristalinidad, no importa cuáles sean las garantías del sistema informático, siempre está en tela de juicio.
EC - De todos modos, con respecto a los sistemas de voto electrónico, por lo que tengo entendido siempre cabe la posibilidad de ese control en las mesas, porque al menos algunas de las variantes que existen implican que además de emitir el voto electrónico se emita un voto impreso, una papeleta que va a parar a la urna y que después se verifica.
RH - Pero puede dar lugar a contradicciones, por errores, que la papeleta sea una y el voto electrónico sea otro. Le recuerdo una famosa elección en México, la de Salinas de Gortari, en la que cayó el sistema en un momento muy difícil. El voto electrónico lo veo para países muy grandes donde no hay posibilidad de efectuar este escrutinio primario en los lugares más alejados, por falta de personas preparadas o lo que sea. Esto ha sido un orgullo de Uruguay, hasta la última mesa receptora está en condiciones de ser armada y de ser llevada adelante y de hacer un cómputo cristalino. Por supuesto, se podrá mejorar mucho en otros aspectos, pero no tiene por qué ser exactamente el voto electrónico.
EC - A eso iba, porque en la mesa del jueves cuando se hablaba de esta insatisfacción no se apuntaba al voto electrónico, sino a que sea la Corte la que anticipe resultados. Así lo señalaba el politólogo Daniel Chasquetti, y lo dijo otro tertuliano, Daniel Buquet. Daniel Buquet decía:
"La Corte Electoral es excesivamente formal y jurisdiccional, y no entiende que además tiene una función sociopolítica. ¿Por qué tienen que ser las empresas encuestadoras las que dan a conocer primero quién será el próximo presidente? Porque la Corte Electoral entiende que no puede decir nada hasta que no esté contado el último voto del último circuito. Esta es una concepción demasiado formal y que tiene que ver con una percepción de sus autoridades de que los estudios sociológicos no tienen nada que ver con la Corte Electoral. En México, el Instituto Federal Electoral contrata dos y hasta tres empresas que hacen un conteo rápido, basado en lo cual es el instituto el que a conocer los resultados anticipados de las elecciones cuando termina la veda".
¿Qué dice de esta otra posibilidad?
RH - Por supuesto, no vamos a descansarnos en lo que ha sido históricamente, sino que buscaremos la forma. Si hoy día cuando todas las regiones tienen la posibilidad de acceso informático, todas las mesas, apenas realizado el escrutinio primario, pudieran escanear el acta y enviarla directamente a la Corte Electoral, progresaríamos enormemente. No sé por qué eso no se hace en este momento, será por falta de sistema informático que lo permita. En todo caso sería mucho más factible, más barato, etcétera, que cualquier otro sistema. Y si las actas escaneadas se pueden enviar a la Corte Electoral en esas condiciones cosa que veremos, todavía no he hecho las preguntas correspondientes, a medianoche todas las actas tienen que estar en la Corte Electoral, faltarán muy pocas. En ese aspecto, como en todo el sistema de controles informáticos, supongo se podrá adelantar enormemente.
En lo que respecta al hecho de que la Corte no haya querido proporcionar información o haya sido muy cuidadosa en este aspecto, se debe a la gran responsabilidad de la función que cumple. Supongo que es así. A ningún miembro de la corporación le gustaría decir en un determinado momento: "De acuerdo con nuestro conteo, esta es la tendencia". Es una responsabilidad muy grande.
EC - En la tertulia del jueves, el politólogo Daniel Chasquetti reclamaba además otros cambios.
(Audio Daniel Chasquetti.)
"Espero que la Corte Electoral se renueve, se acerque a la población, a la ciudadanía, que se haga mucho más cristalina, que abra sus datos, que no los cierre a los periodistas, como hace en las elecciones. Hay una lista grande de petitorios a la nueva Corte".
(Fin.)
EC - Chasquetti se refiere al acceso a la página web el día de las elecciones. Según han dicho varios politólogos, es un problema el hecho de que solamente puedan acceder a los datos quienes tienen la contraseña que da la Corte Electoral. El común de los ciudadanos no puede acceder a ellos y por lo tanto no puede enterarse de alguna información que le interese, por ejemplo, como votó una determinada lista en una determinada localidad, etcétera.
RH - Cierto. Ayer mismo me contacté con ese problema en virtud de una petición que hizo un ciudadano en su momento. Aparentemente el sistema informático no resiste la gran cantidad de peticiones que se harían sobre información.
EC - Eso puede solucionarse.
RH - Claro, es un tema de informática. Aparentemente el tema que hasta este momento venía influyendo en eso y el tema de las contraseñas no más de 500, con prioridad para los medios, lo que prácticamente excluye al ciudadano común de hacer su consulta propia se debe a un tema informático que supongo que se podrá solucionar en el futuro.
EC - Es cuestión de invertir en recursos más potentes.
RH - Exactamente, es cuestión de invertir. Entonces uno se pregunta: ¿qué es mejor, invertir en este tipo, ahora que tenemos esta cristalinidad, en estas mejoras informáticas, o invertir en un sistema electrónico de voto en un país donde no es necesario, un país chico, con tres millones de habitantes y dos millones de votantes, donde se hace un escrutinio in situ? Es una cuestión de preferencia.
EC - Usted se inclina por invertir en mejorar el sistema informático para hacerlo más transparente y para que más gente pueda acceder a la información.
RH - Todo lo que sea mejorar la transparencia tiene que ser prioritario para la Corte Electoral.
EC - Una última inquietud que surgía de los politólogos que integran las tertulias: decía Buquet:
"La Corte casi no hace promoción ciudadana. En otros países, las autoridades electorales hacen promoción en los medios explicando cómo se vota, a quién, cuándo, etcétera. Y en tiempos en que no hay elecciones, hace promoción para que la gente se inscriba. Aquí prácticamente no ocurre eso. Solamente se hizo en las últimas elecciones para explicar un poco la elección de los municipios, etcétera".
RH - Lo estoy anotando. Y aclaro que el lunes se inicia un nuevo período de inscripción electoral, así ya paso el aviso y ya alguna publicidad va a tener. Pero tomo nota porque son cosas que hay que tratar.
EC - ¿Otras inquietudes que usted o ustedes los ministros tengan sobre la mesa?
RH - El funcionamiento en general. Es un organismo algo pesado porque es altamente politizado, está preparado para un funcionamiento de a tres, porque hay tres fuerzas políticas relevantes, lo que ha impedido en el pasado una especie de gerenciamiento que le sacaría mucho trabajo a la corporación, a la Corte. La Corte decide algunas cuestiones muy administrativas, modificaciones de licencias, licencias especiales. Esto lo estamos tratando y lo estamos tratando de solucionar ya.
EC - ¿Le falta reforma del Estado a la Corte Electoral?
RH - Es un poco diferente, porque el control partidario es fundamental, es un organismo politizado por antonomasia, por esencia. Cuando le dije que se declaraba el partido político al que se vota, no me refería solo a los miembros de la Corte, me refiero a todos los funcionarios que trabajan en la Corte. Es un órgano politizado, es el único donde es necesario hacer esta declaración desde el primero hasta el último, desde el portero hasta los directores.
EC - ¿Cuál podría ser la solución?
RH - Eso no tiene nada que ver con la solución que estamos pensando, que podría ser que la secretaría letrada resolviera asuntos de menor cuantía, en una especie de gerenciamiento ad hoc, también con la mesa. Hemos decidido conformar una pequeña comisión que indique cuál sería la forma, que estudie durante un lapso menor, un par de meses, una forma. Así iremos progresando en lo que respecta al funcionamiento.
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Transcripción: María Lila Ltaif