Astori: el EP-FA "debe aumentar su campaña en cantidad y calidad"
Para el líder de Asamblea Uruguay: Una mala votación el 27 de junio puede desmoralizar a los frenteamplistas de cara a octubre. En 1999 muchos adherentes del Frente votaron a Batlle en la interna colorada, y luego Batlle ganó las nacionales. Es necesario unificar el discurso, ser más prolijos en la exposición programática, e incentivar el voto dentro del partido.
(Emitido a las 09.07)
EMILIANO COTELO:
En el Encuentro Progresista (EP) hay sectores preocupados por la marcha de la campaña electoral. Por un lado se ve a los simpatizantes frenteamplistas poco motivados a votar el 27 de junio, y por otro se observa cómo la carrera entre Jorge Larrañaga y Luis Alberto Lacalle ha vuelto muy atractiva la elección interna del Partido Nacional (PN).
Mientras tanto, la intención de voto por el PN sigue creciendo y la adhesión al FA quedó en el 48 por ciento, cuando a fines del año pasado había superado holgadamente el 50 por ciento.
¿Qué está ocurriendo? ¿Habrá sido contraproducente la decisión de Astori de no competir con Tabaré Vázquez por la candidatura presidencial? ¿O hay otros factores incidiendo? ¿Qué pasa si la votación del EP es muy baja en junio? ¿Cómo se logra motivar a los simpatizantes de izquierda?
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Vamos a dialogar con el senador Danilo Astori. ¿Asamblea Uruguay comparte esa inquietud, esa preocupación por la marcha de la campaña electoral del EP-FA?
DANILO ASTORI:
Para ser exactos, más que preocupados por la campaña, estamos un tanto preocupados porque no vemos que se asigne a esta elección de junio la importancia que tiene.
EC - No ven que se la asigne ¿quién, quiénes?
DA - Por parte de los frenteamplistas en su conjunto, no quiero identificar a nadie porque en realidad no sería justa mi afirmación. Me parece que en términos generales desde el FA no se viene asignando la relevancia, la jerarquía que tiene esta elección interna. Y cuando digo el FA no estoy pensando en los dirigentes, estoy pensando en términos generales en los adherentes del FA.
EC - Este tema estuvo en la agenda de la Mesa Política el lunes pasado y trascendió que también había estado, ese mismo día, en una reunión que Tabaré Vázquez mantuvo con los primeros senadores de los distintos grupos del EP.
DA - No; estuvo en la Mesa Política. Lamentablemente no puedo opinar sobre el desarrollo que tuvo el análisis, aunque supongo cuál fue, porque no estuve presente.
EC - ¿En la otra reunión sí?
DA - Sí, pero en realidad el tema no se discutió, se discutieron aspectos de análisis y precisión en cuanto a propuestas programáticas y comunicación de esas propuestas.
EC - ¿No estuvieron las encuestas de por medio?
DA - No; sinceramente no. El tema es que el FA tiene que asignar a esta elección una importancia mayor y redoblar su trabajo en estas cuatro semanas que están quedando, porque me parece que el resultado a obtener en junio es muy importante, es el antecedente más relevante para la elección de octubre.
EC - En la reunión de la Mesa Política del lunes, por lo menos si uno se atiene a las crónicas que se publicaron en la prensa al día siguiente, algunos dirigentes expresaron su temor de que si el FA no es el partido más votado el 27 de junio se instale entre los frenteamplistas una especie de sentimiento de derrota.
DA - Yo comparto absolutamente esa preocupación; es más, vengo intentando advertir sobre esta posibilidad desde hace mucho tiempo. Esto no tiene nada que ver con que haya o no competencia por la candidatura presidencial...
EC - A eso iba a ir en la próxima pregunta, a un análisis de las causas. Pero volviendo a esto, para usted, ¿cuál es la importancia del 27 de junio para el Frente, pese a que no tiene una carrera por la candidatura presidencial?
DA - Reitero que me parece que es el antecedente más importante hacia la elección de octubre, porque el resultado de junio -y estoy hablando de los resultados partidarios considerados en su conjunto, esto es los votos que obtenga cada partido todos sumados- ya no constituye un sondeo de opinión, forma parte de una realidad: son los votos, son las expresiones de adhesión que recibió cada organización partidaria. Es verdad que se trata de una elección con voto no obligatorio, lo que la torna aun más difícil, por añadidura en una época del año no muy propicia para el voto optativo, y es un verdadero desafío, porque me parece que este resultado es una proyección de fortaleza o de debilidad electoral hacia la elección de octubre.
Yo decía que comparto totalmente el juicio, el comentario sobre lo que se planteó en la Mesa Política porque de obtener un resultado débil el Frente estará proyectando una imagen de derrota, estará comenzando a convencer a sus adversarios de que es posible derrotarlo. En caso contrario, en caso de obtener una buena votación -y quiero decir que para mí una buena votación no sólo es tener la primera entre los partidos, sino al mismo tiempo por una diferencia considerable, confirmando lo que dicen los sondeos de opinión-, estará proyectando una imagen de fortaleza electoral que estará más allá de los sondeos de opinión, de las encuestas, de los análisis políticos, integrando la realidad, no una hipótesis de trabajo. Por eso creo que el resultado es absolutamente importante, y si no va a estar este razonamiento -insisto, pero sé que llegarán las preguntas-: la comparación con 1999 es decisivamente importante, porque ese año vivimos una experiencia para mí muy negativa -me estoy refiriendo al FA en su conjunto- que, en caso de repetirse en 2004, nos puede traer problemas.
EC - Sí, en 1999 el EP fue la fuerza menos votada.
DA - Fue la segunda; la primera fue el PC, con una interna atractiva, tal como ocurre hoy en el PN. Los analistas políticos, con los estudios que hicieron, incluyendo análisis o encuestas a boca de urna, pudieron demostrar que miles de frenteamplistas participaron en esa interna del PC, sumando su voto a la candidatura del actual presidente de la República, y el Frente terminó perdiendo la elección nacional ...a manos del PC.
EC - O sea que de alguna manera el resultado de abril de 1999 fue un adelanto de lo que terminó ocurriendo en la elección nacional. Ese es el temor ahora, de que si no se vota bien en junio se traslade algo de ese sentimiento para octubre.
DA - Con un agravante que no es posible dejar de lado: junio está mucho más cerca de octubre que abril: hay un período más estrecho, menos tiempo de recuperación y por eso, por todos estos antecedentes, creo que hay que mejorar mucho el trabajo de campaña electoral en estas cuatro semanas.
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EC - ¿Cuáles son las causas? Porque esta frialdad de los frenteamplistas a propósito de las elecciones internas del 27 de junio, eso que ustedes perciben, se da cuando simultáneamente las encuestas muestran un par de cosas: el crecimiento del PN, que sigue aumentando en intención de voto y ya anda por el 25 por ciento si tomamos la última encuesta Factum, y en el caso del EP-FA un debilitamiento, llegó a estar cómodamente por arriba del 50 por ciento el año pasado y ahora está en el 48. Cuando se suman las dos cosas, yo pregunto -causas posibles, a ver qué dice usted-: uno, el hecho de que no hay en el EP-FA competencia por la candidatura presidencial; dos, el hecho de que en el PN la carrera Lacalle-Larrañaga es muy atractiva e incluso tienta a algunos frenteamplistas a incidir en ese pleito; tres, errores cometidos por el EP, por ejemplo las famosas declaraciones del economista Carlos Viera sobre la posibilidad de incrementar la carga tributaria del agro; y cuatro, el hecho de que la situación del país ya no sea tan crítica como el año pasado, cuando el EP-FA logró sus mejores guarismos, ha comenzado a sentirse la recuperación económica y ya no habría tanto efecto castigo al gobierno puntual. ¿Qué dice usted?
DA - Lo primero que digo es que todos los factores reseñados en la pregunta son de recibo.
EC - ¿Usted cree que todos están incidiendo?
DA - No; estoy queriendo significar que son de recibo, son analizables, dignos de análisis, naturalmente en una consideración que no tiene evidencia como para demostrar la fuerza de cada uno.
Vayamos por partes. Me parece que la inexistencia de competencia por la candidatura presidencial no tiene un peso significativo. Por dos razones, en primer lugar porque en esta misma elección de 2004, en este mismo proceso electoral, antes de que Asamblea Uruguay tomara la decisión de no competir no había análisis, sondeo, encuesta, comentario político que no diera por seguro ganador de una interna de esta naturaleza al doctor Tabaré Vázquez.
EC - Sí, pero de todos modos una competencia podría incentivar la votación, desde el lado de sus partidarios que quisieran demostrar el peso político que su figura tiene dentro del Frente...
DA - Puede ser.
EC - ...e incluso del otro lado, los vazquistas a ultranza que quisieran demostrar que usted pesa muy poco dentro del Frente. Era de alguna manera un incentivo.
DA - Puede ser, no lo descarto. En cuanto al posible voto extrapartidario, la verdad es que en una interna del FA considero que tiene muy pocas posibilidades porque comparto el análisis de que el votante extrapartidario, cualquiera sea, en cualquier partido, es un votante que quiere incidir en la decisión, quiere con su voto provocar un determinado resultado que desea. Y si todo el mundo dice que va a ganar un candidato, como ocurrió en este caso, entonces es muy poco factible que haya voto extrapartidario en una cantidad significativa.
Pero si este antecedente no resultara suficiente nos podemos remitir al de 1999, cuando sí hubo competencia y el Frente ni siquiera alcanzó la primera votación, como veníamos comentando antes. Así que considero que la inexistencia de competencia por la candidatura presidencial no tiene un peso destacable, significativo.
EC - ¿El hecho de que sí se vuelva atractiva la competencia Larrañaga-Lacalle?
DA - Es un peligro. Es un peligro en el sentido bueno, constructivo del término, porque puede resultar un imán para que votantes frenteamplistas, tal como ocurrió en 1999, se acerquen a esa interna pretendiendo definir. En este caso lo creo más factible que al revés; creo que es más factible que frenteamplistas se sientan tentados a participar en la interna del PN que a la inversa, o sea que votantes blancos o colorados se definan o se inclinen a participar en la interna frenteamplista. Lo considero así porque un voto frenteamplista en la interna del PN hoy contribuye a decidir, y ese es el peligro. Y yo quiero aprovechar...
EC - ¿Cómo convence a los frenteamplistas de que no vayan por ese camino?
DA - Con el mismo razonamiento que veíamos antes. Creo que todo frenteamplista, con la mejor intención, con la mejor buena fe, que hoy participe en una interna ajena a la de su partido, está conspirando contra el interés electoral del FA, por las razones que di antes: porque está contribuyendo a debilitar la votación del Frente y a proyectar esa imagen de debilidad electoral que se generaría en caso de una votación débil.
EC - Vayamos a los otros factores que le mencionaba.
DA - Los otros factores me parece que tienen más peso. En primer lugar la autocrítica que es necesario formular sobre errores que estamos cometiendo o hemos cometido en la campaña.
EC - Ese era el problema de arrancar el año con un posicionamiento tan alto como el que tenía el FA a fines de 2003, ¿no?
DA - Es probable.
EC - La pregunta era: ese guarismo por encima del 50 por ciento, ¿se puede aguantar, se puede subir? Muy difícil; lo que podía ocurrir era...
DA - ...que bajara.
EC - ...que bajara. Y de alguna manera los errores, en una campaña tan larga como esta, siempre pueden darse y se dieron, hubo errores del FA.
DA - Vamos a entendernos: no es una situación excepcional, en una campaña es muy fácil cometer errores. No pretendo disminuir la carga de los que hemos cometido nosotros, pero es muy fácil, porque hay una gran presión; en segundo lugar, si una fuerza de izquierda está con alta probabilidad de llegar al gobierno por primera vez en la historia del país esa presión se multiplica, es obvio, no hay una sino muchas lupas examinando lo que se dice, lo que se escribe, lo que se plantea, las consignas de campaña... y entonces hay que tener mucho cuidado.
Por eso una de las necesidades que estoy planteando a partir de este elemento es que no sólo hay que atender a la intensidad de la campaña en estas cuatro semanas, sino a su calidad. Y para mí su calidad tiene mucho que ver con la coherencia en el discurso, con la necesidad de tener una sola voz, no por una sola persona sino en cuanto al criterio de análisis de los diferentes temas que están en la campaña.
EC - ¿Eso fue uno de los asuntos a discutir el lunes pasado en esa reunión de Vázquez con ustedes, los cabeza de lista?
DA - Seguramente una preocupación central fue esa: estuvimos analizando diferentes aspectos de las propuestas programáticas que se vienen discutiendo en el país, no sólo por nosotros, por todos los candidatos; los temas que el oyente se podrá imaginar: la producción, el empleo, las acciones a poner en práctica para incrementar la inversión, etcétera. Aquí hay un punto bien considerable.
EC - Para usted el episodio Viera no fue un hecho menor.
DA - No quiero focalizarme sólo en ese episodio, porque cargar las tintas solamente sobre...
EC - Yo lo menciono como un ejemplo, nada más.
DA - Está muy bien, pero si yo me refiriera sólo a ese yo estaría cargando las tintas especialmente en ese episodio. Creo que hubo varias situaciones en las que es preciso mejorar nuestro discurso, y estoy seguro de que lo podemos hacer.
DA - Creo que no ha llegado el momento de identificar, entre otras cosas porque estoy seguro de que eso multiplicaría la posibilidad de cometer errores, no tengo la mínima duda, ahí sí que las presiones aumentarían considerablemente. Creo que ese tiempo no ha llegado.
EC - ¿No?
DA - No, hoy hay que concentrarse en el contenido de las propuestas.
EC - Porque uno de los problemas es a quién hay que escuchar en temas económicos dentro del Frente, es un problema serio.
DA - Pero el Frente tiene excelentes profesionales que están trabajando en esta área, que lo están representando; personalmente quiero decir que me siento muy bien representado política y profesionalmente por ellos. Ellos están dando respuestas en ámbitos diferentes de opinión, como ocurrió recientemente en Argentina, y me parece bien, me parece muy bien que sean ellos quienes estén dando esas respuestas.
EC - El último factor que yo mencionaba para el análisis, el hecho de que la situación del país no sea tan crítica como lo fue y terriblemente en 2002, que quizás fue el fondo del pozo, o incluso en el año pasado, 2003, cuando recién se empezaba a salir. ¿Cómo incide el hecho de que la recuperación se esté notando?
DA - Es un factor igualmente considerable. El gran desafío que tiene el FA es en primer lugar reconocer que esto es así.
EC - No es fácil reconocerlo para muchos dirigentes del FA.
DA - Es probable, no quiero manifestar un juicio al respecto; pero creo que hay que reconocerlo, hay que reconocer que la producción está creciendo, que lo más probable es que Uruguay en este año 2004 registre un importante porcentaje de crecimiento en la producción, no usual en el país, no común en el país, cuando se está esperando un crecimiento de entre 7 y 9 por ciento... Digo 9 porque la Facultad de Ciencias Económicas ha pronosticado este guarismo y el gobierno y los organismos internacionales vienen trabajando con el otro, con el 7. De todas maneras sea uno o el otro, o uno intermedio, es un guarismo muy alto para Uruguay, para la historia de Uruguay, no obstante el hecho de que estamos partiendo de una base muy deprimida. Hay una conducta exportadora excelente, hay un incremento del empleo que no se puede despreciar, aunque como el desempleo sigue siendo muy alto los salarios no han crecido y esto dificulta el derrame de los efectos positivos hacia la población en su conjunto.
El segundo desafío es interpretar esto y señalar, por ejemplo, que no obstante nuestro deseo de que se profundice y se mantenga esta evolución positiva de las variables económicas, no puede ser esta una nueva coartada en la historia de Uruguay que nos lleve a postergar las grandes transformaciones que el país necesita. Eso es lo que tenemos que compartir con la población: ni los cinco años entre 1998 y 2003 son la crisis de Uruguay sino un agravamiento de la misma, ni esta recuperación actual es la superación de la crisis.
La recuperación existe, Dios quiera se mantenga, se profundice y llegue a la gente, porque la gente la necesita. Pero cuidado: si nuevamente por este comportamiento favorable que estamos teniendo dejamos de hacer los cambios que necesitamos en el sistema financiero, en el Estado, en el sistema tributario, en la política exterior, en las políticas sociales, estaremos escribiendo un nuevo capítulo en esta historia de Uruguay en la que se han sucedido períodos de bonanza, períodos de depresión -historia en la cual los de bonanza son cada vez más cortos y los segundos son cada vez más largos y más profundos- y Uruguay seguirá recorriendo este camino de variaciones permanentes sin solucionar sus problemas.
Esta es la interpretación que, me parece, tenemos que compartir con la gente, incluso como parte de esta campaña electoral.
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EC - ¿Qué hace o puede hacer su fuerza política para incentivar a sus seguidores a que efectivamente participen en la elección del 27 de junio?
DA - Desde el punto de vista cuantitativo, intensificar el trabajo. En el interior se viene haciendo un buen trabajo, se está recorriendo todo el país.
EC - Hay una queja: que falta campaña en Montevideo y que falta Vázquez en particular en Montevideo.
DA - El problema es que a veces no se puede estar en todos lados. De todas maneras creo que hay que tener más presencia en Montevideo, estoy de acuerdo con esa propuesta que deriva un poco del análisis que hizo la Mesa Política. Hay que desarrollar mayores acciones, en número, en intensidad, de presencia en todo el país y particularmente en Montevideo, pero además hay que seguir haciendo un importante esfuerzo por comunicar con la mayor precisión posible las propuestas programáticas del Frente...
EC - "Emprolijar" el discurso, por decirlo de alguna manera.
DA - ...y hacerlo más coherente. Sí; creo que todavía se puede mejorar mucho desde este punto de vista en el sentido de tener un solo concepto y comunicarlo con la mayor claridad posible. Eso está incidiendo, sobre todo ha pesado en los últimos números de opinión pública, y puede llegar a pesar muchísimo en esta estación inmediata que tenemos el 27 de junio para obtener el buen resultado del que hablábamos hoy y ni que hablar con respecto al objetivo político mayor de octubre.
EC - La última pregunta viene de la audiencia y tiene que ver con el 27 de junio. En las elecciones internas lo que se elige son las convenciones.
DA - Las convenciones, nacional y departamentales.
EC - Pero en el caso del FA esas convenciones no tienen ninguna función...
DA - Es verdad.
EC - ...solamente están para cumplir con la ley, porque las decisiones se toman en otros organismos, en el plenario, en el Congreso, en la dirección del EP-FA, ahora también Nueva Mayoría. Pregunta un oyente: ¿no sería buena cosa asignarles funciones, asignarles importancia, utilidad real a esas convenciones para que de ese modo tuviera interés la elección?
DA - No tengo la menor duda. Comienzo por hacer una pequeñísima salvedad: la integración de las convenciones departamentales ha tenido y va a tener algún peso -utilizo especialmente esta expresión- en la selección de los candidatos a intendentes municipales, seguramente. Porque en las realidades departamentales el resultado que se obtenga de la integración de esta convención, decida o no, va a ser de peso para seleccionar candidatos que seguramente también en el caso del FA van a ser múltiples en muchos departamentos.
EC - Eso en las convenciones departamentales.
DA - En las departamentales.
EC - En la nacional, no.
DA - No, no es así. Coincido primero en el diagnóstico y luego en la inquietud con nuestro oyente porque, entre otras cosas, soy de los que creen que hay que ir modificando la estructura de dirección del FA, en el sentido de acercarla más, no sólo a los militantes entendidos en el sentido estricto de la palabra, sino también a la gente que adhiere al camino de esta organización política con su voto, hay que acercarla más al votante. Creo que eso va a contribuir a democratizar más el funcionamiento interno del Frente.
EC - Pero de aquí al 27 de junio eso no es factible.
DA - No, estoy opinando con criterio de futuro. Y quizás, coincido también, no lo citamos entre los factores de análisis hoy, pero puede estar jugando en detrimento del interés que todos quisiéramos darle a esta elección.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Caterina Notargiovanni