Couriel: Es "difícil" para el Frente Amplio "apoyar" y "controlar" al Gobierno
El próximo sábado se reunirá el Plenario del Frente Amplio, instancia en la que se discutirá el resultado electoral pasado, el funcionamiento de la estructura partidaria y la situación de los comités de base. Anticipando dicha jornada, el senador Alberto Couriel compartió algunas reflexiones. Entrevistado por En Perspectiva, el legislador del Espacio 609 sostuvo que la integración del actual gabinete ministerial es fruto de "una especie de cuoteo proporcional integral" que no comparte. Asimismo, consideró que la coalición de izquierda tiene "una dirección débil", que el rol de los comités de base debe replantearse y que resulta "indispensable" que el Gobierno incorpore frenteamplistas no sectorizados. "Hagamos el análisis, y hagámoslo constructivamente, con la mayor fraternidad, sabiendo que la unidad del Frente Amplio fue y es indestructible", exhortó.
(emitido a las 09.00 Hs.)
EMILIANO COTELO:
"El Frente Amplio (FA) no está en condiciones de controlar la gestión del Gobierno frentista".
Aunque a muchos pueda sorprenderlos, la frase pertenece a un legislador del propio oficialismo, al contador Alberto Couriel, senador del Espacio 609.
En un par de columnas publicadas en el diario La República, Couriel realizó un diagnóstico muy crítico del funcionamiento actual de la coalición de izquierda.
Según Couriel, "los organismos de dirección" del FA "son muy débiles", los comités de base están "sobrerrepresentados" y en la estructura actual "no hay lugar" para discusiones de fondo sobre actualización programática o ideológica.
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EC - Sobre estos temas vamos a conversar con el contador Alberto Couriel.
Estas dos columnas que usted acaba de escribir son un aporte para el Plenario Nacional del FA que se realizará el sábado próximo. Hay tres grandes puntos en la agenda: la evaluación del resultado electoral pasado; la organización, el análisis del funcionamiento de la estructura, y los comités de base. ¿Con qué expectativas va a ese plenario?
ALBERTO COURIEL:
Con expectativas optimistas. Primero, porque el FA es una fuerza política realmente excepcional. Cuando uno anda por el exterior sobre todo, no hay país donde no le pregunten en qué se basó el Frente, cómo hace para tener 40 años de unidad de la izquierda, qué capacidad que tiene para tener unidad. Y yo diría que la unidad es parte de la cultura política de la izquierda uruguaya, es muy difícil ver esto en otras partes del mundo. Y esa unidad se construyó, por ejemplo con la creación de los comités de base del año 71, adonde iban los comunistas, los socialistas, los democratacristianos, los que venían de los partidos tradicionales, los no sectorizados, los independientes, y se fue construyendo una unidad con un grado de creatividad impresionante. Yo no me olvido, yo iba a dar charlas a los comités de base en el año 71, sobre todo charlas de economía, para las que tenía que adaptar mi lenguaje para que las amas de casa, los trabajadores, los jubilados me pudieran entender. Uno sentía allí un ambiente de gran creatividad. A veces para llegar al barrio pensaban dar clases de matemática, en dar vacunas. Yo creo que esa unidad fue y es indestructible.
Yo tengo 20 años de parlamentario, y la vivo todos los días, vivo en forma cotidiana esa unidad. La bancada parlamentaria siempre está dispuesta a acordar, a votar siempre unida, la unidad en la acción es un elemento absolutamente clave en el Frente. Y esto es lo que me da optimismo, creo que la unidad es indestructible y nos va a ayudar a empezar a resolver. No es sencillo, son desafíos no fáciles para el Frente.
EC - En el artículo de ayer usted sostiene que es necesario que el FA encare una actualización programática y también una discusión ideológica a la luz de las transformaciones que se dan en el campo nacional e internacional.
AC - En los hechos siempre ocurre eso, si tú mirás el programa del año 71, se basaba en tres elementos centrales: la reforma agraria, la nacionalización de la banca y la nacionalización del comercio exterior. Y se basaba en un proceso de planificación indicativa en que la intervención del Estado era muy fuerte. Los procesos históricos significan modificaciones, estamos en el mundo del conocimiento, de grandes cambios tecnológicos, y el programa se tiene que ir adaptando y rearmando en función de las nuevas realidades, no se pueden cerrar los ojos frente a esto.
EC - Ahí es que aparecen algunas de sus observaciones, de sus críticas a lo que pasa con el FA desde el punto de vista de su estructura actual. Usted hace esta advertencia:
"¿En qué ámbitos se va a dar esta discusión programática e ideológica? No hay lugar ni ámbito de discusión posible en la estructura del Frente Amplio. Los organismos de dirección son muy débiles y no tienen una adecuada representación. No se dan discusiones ni análisis con el nivel adecuado a un movimiento político que está en el Gobierno. Los sectores políticos no están representados por sus principales dirigentes. Los comités de base tienen una sobrerrepresentación. Por ello el FA no está en condiciones ni de apoyar ni de controlar la gestión del Gobierno frentista".
¿Cómo es esto? ¿Cuáles son las carencias que usted detecta en la estructura?
AC - Es absolutamente así. El tema de la dirección del Frente es viejo, no es de hoy, es de hace muchos años. Por eso hace un tiempo, antes de que el Frente fuera Gobierno, se encontraron algunos mecanismos de diálogo y de resoluciones no formales, no institucionales, que eran los cabezas de lista. Tabaré tenía mucho liderazgo, y ahí íbamos los cabezas de lista de cada uno de los sectores políticos, y la discusión tenía profundidad; iban las principales figuras, el grado de unidad también era muy alto, el grado de fraternidad era muy alto. El Frente en este momento tiene una dirección débil, las principales figuras no van a la Mesa Política, el nivel de la discusión es más limitado.
EC - Por tanto ahí ni siquiera se puede dar esa discusión ideológica o de programa que está pendiente.
AC - Se va a dar, en algún momento se va a dar, tenemos que encontrar un ámbito de discusión más adecuado. Por ejemplo, la bancada de senadores está en condiciones perfectamente de dar esa discusión con el mayor nivel posible, con un grado de representación muy alto, pero ahí están solo los sectores políticos, y una cosa que fue muy importante en la historia del Frente es la relación coalición-movimiento.
EC - Aclaremos ese término.
AC - Coalición quiere decir que se juntaron en una alianza que se basó en un programa determinado los distintos sectores políticos, comunistas, socialistas, democratacristianos, ahora Asamblea Uruguay, Vertiente, Espacio 609. Esa es la parte de coalición de los sectores políticos. Y movimiento eran los comités de base, que fueron fantásticos en el pasado y a los que sigue yendo gente muy querida, luchadores de toda la vida, que hacen un trabajo en el barrio, o los comités de base funcionales. Han perdido horizontes porque el punto clave es que los jóvenes no van, eso es lo preocupante. Esto significa que la parte de movimiento requiere alguna transformación, cambios, actualización, modernización.
EC - No solamente pasa que los jóvenes no van, usted también anota que de hecho los comités base terminan controlados por militantes sectoriales.
AC - Muchas veces ocurre eso, muchas veces uno siente que el representante del comité de base, más que representar a su comité de base o a la coordinadora o a la departamental, está representando a su partido político. Muchas veces ocurre eso, es verdad. Entonces uno siente que en la parte de movimiento hay necesidad de generar transformaciones. Estamos en el mundo del conocimiento, de internet, de Twitter, de Facebook, del correo electrónico, en la campaña electoral última aparecieron elementos de esta naturaleza, el banderazo, la convocatoria a la rambla de Montevideo. Ahí también están los jóvenes, y esos jóvenes tienen que tener un grado de participación mucho mayor en la estructura institucional del Frente. Los comités de base, con todo el cariño que les tengo, seguirán existiendo pero no tienen horizonte en la medida en que los jóvenes no van.
EC - ¿Van a seguir existiendo, o al revés, hay que bajar esa cortina e inventar otras formas de participación?
AC - Es imposible bajar la cortina. Son compañeros de gran esfuerzo, de mucha lucha, muy queribles, yo los quiero mucho, y no los quiero cerrar de ninguna manera. Pero no pueden tener ese grado de representación, tendrán que combinarse con otras formas de participación de la sociedad, de los jóvenes, capaz que sobre la base de las nuevas tecnologías. Mi generación resolvió que eran los comités de base, hoy los jóvenes dicen "yo a los comités de base no voy, quiero participar de otra manera". Y es muy importante que participen, que participen en la acción política permanente que caracteriza a la parte de movimiento del FA. Es una cosa extraordinariamente importante. Primero por la democracia, el Frente defiende la democracia a muerte, lo ha demostrado en estos Gobiernos nacionales en los que se han garantizado los principios básicos, se intenta profundizar cada vez más la democracia, con más derechos a los ciudadanos, y la democracia requiere de partidos fuertes.
En el Uruguay hay partidos fuertes, el Partido Colorado (PC), el Partido Nacional son partidos muy fuertes, y el FA requiere también fortalecerse. La manera de fortalecerse es incorporar a estos jóvenes con nuevos mecanismos. Nosotros inventamos los comités de base, los jóvenes tendrán que encontrar una nueva forma de incorporarse a las instituciones del FA. Si me preguntás exactamente de qué manera, no te lo sé decir, yo quiero que sean los propios jóvenes los que encuentren las mejores salidas para poder participar en las instituciones del Frente, para tener mayor grado de influencia en el poder de decisión, que hoy no tienen, en las decisiones fundamentales del FA, en esta actualización programática, en esta actualización ideológica. Y me parece muy importante también incorporar a los frentistas no sectorizados, que son muchos.
EC - Usted destaca en su artículo que en la estructura que hoy tiene el FA los frenteamplistas independientes, los frenteamplistas no sectorizados se han quedado sin espacio. Es más, dice que los frentistas independientes "no son respetados por sus compañeros frentistas sectorizados". ¿Cómo es eso?
AC - Muchas veces ocurre eso. Para empezar, en los nombramientos a los principales cargos políticos los independientes no aparecen, los no sectorizados no aparecen. Y no es que no los haya, el Frente tiene gente estupenda, de mucho nivel, pero no está en los sectores políticos, eso limita, debilitada sus posibilidades de participación.
EC - Usted destaca que en el gabinete actual solamente hay un frenteamplista independiente, que es el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre.
AC - Claro. De alguna manera Mujica, que está haciendo una presidencia a mi entender extraordinariamente exitosa las críticas que recibía de fuera y de dentro del Frente han amainado, ha tenido una capacidad de diálogo, de búsqueda de acuerdos y de encontrar elementos de unidad nacional que le hace bien al Uruguay, que le hace bien a la democracia va a tener que encontrar también elementos para buscar gente del mejor nivel que no está sectorizada para incorporarla. Es absolutamente indispensable, yo quiero que esos frentistas tengan un grado de participación mucho mayor que el que tienen en la actualidad. Le haría mucho bien al Frente que toda esa gente tan valiosa pudiese tener un grado de participación mayor, que antes de pronto tenían vía los comités de base y hoy no tiene porque no va a los comités de base.
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EC - El senador Couriel insistía en que es fundamental para el Frente preservar la unidad, una unidad que, decía, está firmemente anclada en esa firme condición de coalición y movimiento. Pero esto tiene hoy sus problemas, la parte de movimiento, que se expresa a través de los comités de base, está en crisis, los comités de base no están funcionando adecuadamente, en particular han perdido buena parte de los jóvenes que los caracterizaban en el pasado. Además, los no sectorizados tienen una presencia escasa o nula en la estructura del Frente, y eso implica que después no tengan presencia en cargos de Gobierno, ya que no hay grupos que los respalden y los promuevan.
Hay varias críticas en su planteo, pero esas críticas van también a los sectores. Usted cuestiona que siga habiendo 27 sectores dentro del FA, y reclama que los partidos y grupos del Frente se autoevalúen porque también están en crisis. ¿Cuáles son esas carencias en el caso de los sectores?
AC - Los sectores verán cómo encontrar mecanismos para que la dirección del Frente tenga más fortaleza. Hay cosas que tienen que ver, por ejemplo, con las designaciones en cargos políticos. La confianza política es un elemento clave, pero hay que combinarla con el nivel, con la calificación, con la capacitación. Te pongo un ejemplo, en el año 1985 yo trabajaba con el general Liber Seregni, y el Gobierno del PC resolvió darle al Frente seis cargos en los entes autónomos y servicios descentralizados, y el criterio que tomamos con Seregni fue: busquemos los frentistas más calificados, los que más conocen, los que tienen mejor formación y más experiencia para los cargos correspondientes. Fuimos a buscar al doctor Macedo al Banco de Seguros, al ingeniero Nunes a AFE, al ingeniero Anaya para ANTEL, al ingeniero Olivera par ANCAP, al contador Young para el Banco de la República. El criterio era: son frentistas, son de confianza política, pero fundamentalmente tienen una extraordinaria capacidad para cumplir esas funciones con gran eficiencia. Hay que retomar eso, yo siento que algunas designaciones son muy buenas, pero otras no.
EC - Usted hace un juicio muy severo, dice: "Muchas veces [los sectores] designan para cargos políticos muy relevantes a integrantes de su partido político que no tienen la adecuada y suficiente preparación para cumplir los roles para los que fueron elegidos".
AC - Así me llegan las denuncias.
EC - Y agrega esto otro: "No nos parece positivo que se sigan designando comisarios con capacidad de controlar pero sin ninguna capacidad de gestionar".
AC - Es verdad, es absolutamente así, así nos llegan las preocupaciones de muchos frentistas que nos cuentan que en determinadas instituciones estatales más bien van controlar desde el punto de vista sectorial que a tener la mejor gestión posible, y muchas veces son afectados frentistas de toda la vida, muy calificados, muy capacitados, que como no pertenecen a ningún sector quedan más débiles en sus posibilidades de acción, de trabajo, de gestión en esas instituciones estatales. Es una cosa que tenemos que revisar.
EC - Entre los oyentes frentistas hay varios mensajes por este lado. Sabina, por ejemplo, dice: "A los frentistas los van a recuperar cuando se hagan las cosas bien, que el más capaz vaya al cargo y no se vaya por la tan criticada durante años cuota política".
AC - Yo comparto lo que dice Sabina, lo digo claramente, en la integración del gabinete ministerial hay una especie de cuoteo proporcional integral, tantos votos, tantos cargos. Eso no es bueno para el Frente, las experiencias históricas así lo determinan. Son criterios que se tienen que modificar, porque de pronto hay un ministerio que le correspondió a un partido, pero no tiene por qué corresponderle toda la vida si no tiene las personas más adecuadas, más calificadas para cumplir esa tarea. Desde ese punto de vista no me gusta el cuoteo político proporcional integral, como le llamo a la forma en que se resolvió el gabinete ministerial. Por favor, hay ministros de estupendo nivel, sin ninguna duda, les tengo enorme respeto a todos ellos, pero de pronto el Frente pudo haber tenido gente de otro nivel, más calificada, para determinados ministerios o para determinados entes autónomos o servicios descentralizados, pero esa gente no pudo ser tenida en cuenta porque no está sectorizada.
EC - Usted dice más, dice: "Los sectores no forman cuadros políticos porque no hay escuelas de formación".
AC - Es verdad, es así. Históricamente hubo partidos que tenían una formación estupenda, se formaban en el propio partido, y hoy eso está muy debilitado, no tengo absolutamente ninguna duda. En mayo nos metieron una lucecita, perdimos algunas intendencias, hubo una cantidad de votos en blanco en Montevideo y Canelones, entonces hagamos la reflexión, hagamos el análisis, y hagámoslo constructivamente, con la mayor fraternidad, sabiendo que los elementos de unidad son indestructibles en el Frente. Eso me da una enorme tranquilidad, una enorme alegría y es lo que me da optimismo para encontrar salidas. Las críticas son para reflexionar, he leído documentos que están llegando al Frente con críticas relativamente similares. De manera que hay muchas cosas comunes en estas críticas que de pronto nos ayudan a encontrar una salida mejor para el futuro del Frente.
EC - Le leo algunos mensajes de la audiencia.
Dice Eduardo, a propósito de los jóvenes: "No quiero participar cosiendo banderas ni volanteando la rambla, los jóvenes tenemos ideas y buenas".
Martín, de Malvín, a propósito de lo que usted decía de las nuevas tecnologías, las formas de comunicación, las redes sociales, dice: "En Facebook, por ejemplo, es sumamente notoria la presencia de una derecha juvenil militante". Como que la izquierda estaría en una posición débil ahí, con poca presencia en esa materia.
Quique, de Lagomar, dice: "Imposible fortalecer al FA con Brovetto como presidente".
¿Cómo incide este factor? ¿Incide el hecho de que el presidente actual del FA, Jorge Brovetto, no sea el líder claro de la coalición como fueron en su momento Seregni y Vázquez?
AC - El problema es mucho más profundo, mucho más importante; las características de los sectores, las características del movimiento, la necesidad de la actualización ideológica, la necesidad del vínculo con la sociedad. Eso es mucho más importante que la presidencia del Frente, la presidencia del Frente va a ser la consecuencia. Y no olvidemos que hace un tiempo Brovetto se había despedido como presidente del Frente, pero el Frente no encontró una salida mejor.
EC - Ese es uno de los problemas del Frente, los bloqueos en los que cada tanto cae a la hora de tomar decisiones trascendentes.
AC - Porque en última instancia, muchos de sus estatutos derivan del año 1971, cuando por primera vez en la historia del mundo se pudieron unir, tener una alianza, el Partido Comunista y el Partido Demócrata Cristiano, entonces había que poner mayorías muy exigentes para poder tomar resoluciones. Esas mayorías exigentes en muchas ocasiones todavía se mantienen, no tiene ningún sentido que haya mayorías de esa naturaleza. El sábado el Frente va a iniciar la tarea de reflexión, no es que el sábado vayamos a resolver todos estos puntos. Mi esfuerzo es ayudar a que el Frente vuelva a tener la fortaleza que tuvo en el pasado; está haciendo un Gobierno espléndido, tiene un papel fundamental en los cambios históricos que Uruguay requiere, y por eso con todo cariño estoy haciendo este esfuerzo crítico sobre mi partido político.
EC - Usted dice que el Frente está haciendo un Gobierno espléndido, pero al mismo tiempo sostiene: "El Frente no está en condiciones ni de apoyar ni de controlar la gestión del Gobierno".
AC - Como movimiento político.
EC - ¿A qué se refiere? ¿Cuál es esta preocupación?
AC - Si usted tiene una dirección muy débil, esa dirección no puede hacer las movilizaciones políticas que se hacían en el pasado, que muchas veces puede requerir como apoyo el Gobierno del Frente. Y tampoco está en condiciones de decir "el congreso resolvió estas bases programáticas, estas líneas programáticas". Entonces es bueno que la fuerza política diga "estamos llevando, nos estamos corriendo, estamos en la buena línea de acción gubernamental" en función del programa, con toda la flexibilización que eso requiere, porque una cosa es lo que uno escribe y otra cosa la realidad, o los cambios que se pueden dar en la realidad coyuntural. Desde ese punto de vista, si usted no tiene una dirección fuerte, si no tiene condiciones de discusión, si no tiene ámbitos buenos de discusión dentro del Frente, es muy difícil que pueda apoyar o que pueda controlar a su propio Gobierno.
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Transcripción: María Lila Ltaif