Entrevistas

Senador Lorier (PCU) destacó coincidencias de objetivos con el presidente Mujica

Senador Lorier (PCU) destacó coincidencias de objetivos con el presidente Mujica

La semana pasada el presidente José Mujica se reunió con dirigentes de los principales sectores frenteamplistas. El senador por el Partido Comunista (PCU) Eduardo Lorier, quien asistió al encuentro, indicó a En Perspectiva que la intención fue "establecer un ámbito de conversación y de diálogo, que por ahora no se ha hallado, entre la fuerza política y el Gobierno". No obstante, destacó coincidencias de objetivos, fundamentalmente con respecto al mejoramiento de la educación y a la búsqueda de la equidad, y estableció ejemplos para demostrar que los recursos económicos necesarios para impulsar estas políticas existen y están disponibles. El legislador negó los supuestos entredichos con Mujica publicados en la prensa durante los últimos días e instó a no tener actitudes que puedan estimular a "fuerzas que existen en la derecha y también en la ultraizquierda que permanentemente juegan a ese elemento anárquico de cuanto peor, mejor".


(emitido a las 9.01 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El Partido Comunista (PCU) dejó en claro en estos días una serie de diferencias que tiene con el Gobierno encabezado por el presidente José Mujica.

La semana pasada los comunistas expresaron su posición contraria a algunos artículos del proyecto de Presupuesto y sus reparos con decisiones adoptadas a nivel económico.

Paralelamente, sindicalistas comunistas están al frente de algunos conflictos laborales fuertes, como el de la banca oficial, que preocupan al presidente José Mujica.

En medio de esta situación, el miércoles Mujica se reunió con dirigentes de los principales sectores frenteamplistas para reclamarles un mayor respaldo a la gestión del Gobierno.

***

EC - Uno de los que participantes en ese encuentro fue el senador y secretario general del PCU, Eduardo Lorier, con quien estamos en diálogo.

Yo decía que usted fue uno de los participantes en esa reunión que el presidente Mujica organizó el miércoles en la residencia de la avenida Suárez. También estaban Eduardo Fernández del Partido Socialista, Enrique Rubio de la Vertiente Artiguista, Daniela Payssé de Asamblea Uruguay, Carlos Gamou de la Corriente Acción y Pensamiento, y Heber Bouzes del MPP. En general, ¿qué le dejó ese intercambio?

EDUARDO LORIER:
Una muy buena impresión por la preocupación central que manejó nuestro presidente en esa reunión: impulsar la equidad.

EC - Durante el encuentro, según dicen las crónicas y quienes participaron, Mujica hizo un planteo muy terminante: "No se puede estar con un pie dentro y otro fuera (del Gobierno). O se está con los dos afuera o con los dos adentro".

EL - Es falso eso.

EC - ¿Es falso?

EL - Desde ya le digo que partimos de una premisa falsa. No se dijo eso.

EC - Pero palabras más, palabras menos, ¿ese fue el espíritu del planteo?

EL - No, no se dijo en absoluto eso.

EC - Usted vio los titulares en distintos diarios...

EL - ...Esos titulares son falsos, hay una intencionalidad clara de quien elabora el titular, porque no creo que nadie de los participantes en la reunión pueda haber dicho lo que no se dijo. Y evidentemente ante el hecho de que todos fuimos muy recatados en las opiniones, se puso lo que no era o lo que se suponía que podía ser. Pero tenga la plena, total, absoluta seguridad de que eso no se dijo.

EC - ¿Por lo tanto tampoco es cierta esa pregunta que en determinado momento usted le hizo a Mujica sobre si ese comentario del pie dentro o fuera era para usted?

EL - Es un invento total, absoluto. Un invento increíble, que busca ponernos en un tren de culpabilizados, de demonizados, de aislados o cercados, cuando ahí se habló de muchas otras cosas, pero eso nunca estuvo en la mesa, y menos esa pregunta. Se lo puedo decir con total seguridad porque soy el involucrado.

EC - Pero ¿sí existió una inquietud del presidente por que el oficialismo, por que los sectores del Frente Amplio (FA) se alinearan efectivamente detrás de la gestión del Gobierno?

EL - Lo que hubo en primer lugar fue la inquietud de establecer un ámbito de conversación y de diálogo, que por ahora no se ha hallado, de relacionamiento fuerza política-Gobierno. En ese plano se relataron distintos intentos existentes y se explicitó que esa era una forma más de buscar el intercambio y la libre expresión de todos nosotros con nuestro presidente.

Luego también se dijo que era importante alinearse o defender el Presupuesto, que en la visión de nuestro presidente era uno de los mejores presupuestos, y por lo tanto el FA debería tener más protagonismo en su defensa. Eso sí se dijo. Después yo no recuerdo que se haya dicho absolutamente nada de lo que las crónicas han inventado. Esas crónicas no dicen nada de la preocupación central del presidente, que no es nueva, que viene de consejos de ministros anteriores, de búsqueda de avanzar en distribuir mejor la riqueza, porque, como él mismo ha dicho, el mercado solo no reparte. Y si lo desvelan la falta de equidad y la pobreza, ese es uno de los temas claves, dijo que se van a buscar recursos, que ya están agendadas reuniones con el Ministerio de Economía y que se va a ver de qué manera avanzar para cumplir los compromisos que el FA ha asumido, es decir, bajar de 700.000 a 350.000 los pobres y reducir o eliminar la indigencia, que son unas 154.000 personas que no tienen ni para comer.

Yo rescato lo más positivo, lo mejor para nuestro pueblo, el presidente nos dijo "estamos buscando recursos" y los hay. Y nosotros insistimos mucho en de dónde sacarlos, porque eso es defender el programa del Frente. Cuando el presidente repite tres veces, en el cierre de su discurso, "educación, educación, educación", estamos con él, pero eso tiene que expresarse en el Presupuesto, porque hay partidas, hay elementos que vienen del quinquenio anterior que tienen que seguir profundizándose, que no pueden tener cortes, porque lo contrario implicaría que los programas dejen de operar, dejen de actuar, y eso sería un retraso muy importante. Por eso estamos trabajando a nivel presupuestal para ver de qué manera avanzamos tanto en el plano de la Universidad de la República como en el de la ANEP para que estas cuestiones tan centrales en el discurso de nuestro presidente y en el programa del FA sean efectivamente llevadas a la práctica.

EC - Implícitamente usted está marcando contradicciones entre el rumbo marcado al comienzo de esta gestión y lo que después se plasma en el proyecto de ley de Presupuesto.

EL - Si usted lo quiere poner como contradicción... Yo lo iba a poner como elemento que tenemos que solucionar y en el cual estamos implicados y comprometidos todos los senadores, y también estuvieron fuertemente implicados todos los diputados y creo que gran parte del equipo de Gobierno.

EC - La reunión del miércoles ocurrió mientras estaba en su apogeo y en la preocupación del presidente Mujica el conflicto en la banca oficial. Que no es el único, hay varios conflictos que inquietan al Gobierno y en particular al presidente Mujica. ¿De qué manera figuró ese asunto en particular en la conversación?

EL - Figuró como todos los elementos de coyuntura existentes, desde la situación internacional, con esta devaluación encubierta de Estados Unidos que nos va a afectar muchísimo, con caída del dólar, con ingreso de capitales especulativos, con burbujas inmobiliarias y de las materias primas, hasta los elementos vinculados a los conflictos que están en el tapete, y los límites –fue uno de los capítulos que se establecieron– que habría que colocar. En ese caso concreto en mi intervención dije que mucho antes que hablar de límites debemos hablar de las causas que tenemos para colocar esos límites, porque la izquierda siempre ha sido muy crítica, en el buen sentido de la palabra –rescatando lo que la palabra crítica quiere decir, de vernos con profundidad y de ver nuestro accionar bien–, para ver de qué manera no dejamos un vacío, cómo con nuestras actitudes, con nuestras acciones no hacemos el campo orégano a fuerzas que realmente quieren que todo vaya peor, porque comparten aquello de cuanto peor, mejor.

EC - ¿A qué fuerzas alude?

EL - Son fuerzas que existen en la derecha y también en la ultraizquierda –que no se diferencia de la derecha y por lo tanto son derecha–, que permanentemente juegan a ese elemento anárquico de cuanto peor, mejor. Y nosotros muchas veces, sin quererlo, por errores que debemos analizar, creamos posibilidades para el desarrollo fértil de tales cuestiones.

EC - En el caso del conflicto en AEBU Banca Oficial no parece que estemos ante una movilización liderada por ese tipo de sectores a los que usted alude. En el caso de AEBU Banca Oficial la tendencia que controla el sindicato, la minoría mayor, es la 17, en la que hay dirigentes sociales comunistas y del MPP.

EL - Cada conflicto debe ser analizado particularmente, cada uno tiene su historia. Esto no es una historia ni de un día ni de un mes, hay una historia de más de cinco años de malos relacionamientos que como todos somos seres humanos explotan de una manera a veces desmedida. Tenemos que ver que se puede ser muy buen técnico pero muy mal dirigente de miles de personas a las cuales hay que saber tratar, comprender y escuchar.

EC - Sobre el conflicto en la banca oficial concretamente, ¿qué opinión tiene?

EL - Sobre eso estoy hablando, es un conflicto que tiene una larga historia de cinco años de mal relacionamiento que explota y que además tiene causas muy concretas que no fueron negociadas a tiempo y que recién ahora, después de varias mediaciones –en las que yo participé–, desemboca en lo que debió haber desembocado desde un primer momento, una mesa de negociación para solucionar estos problemas, que son reales.

EC - Para usted, ¿la gravedad de las medidas gremiales que se adoptaron, concretamente la distorsión de varios días del clearing de cheques, es razonable en comparación con la gravedad de los reclamos?

EL - Hay que ver la gravedad de las acciones y de las declaraciones de todas las partes para poder situarse. No estamos hablando de máquinas, somos seres humanos, entonces cuando las contradicciones vienen de mucho tiempo atrás, en algún momento estallan. Tampoco la soberbia o el no querer perder ni a la bolita sirven para solucionar este tipo de conflictos. Después es muy difícil de parar esta situación.

EC - ¿Quién se comportó con soberbia?

EL - Aquí hay actores no solo en el Banco República sino en varios lados que pueden comportarse con soberbia y complicar las relaciones entre trabajadores y los encargados de dirigir.

EC - Uno de los principales referentes del PCU dijo el sábado en el diario El País que el gran problema en el conflicto de la banca "es Calloia, que nunca quiere dar ninguna batalla por perdida".

EL - Habría que preguntarle a ese referente. Yo no me voy a referir con nombres propios.

EC - ¿Usted comparte esa opinión?

EL - No me voy a referir con nombres propios, prefiero dejarlo en los términos genéricos en que he valorado el conflicto.

EC - Curiosamente no desmiente un análisis como ese.

EL - Es mi estilo, no me gusta personalizar, no me gusta nombrar a nadie. Es la forma de ser de cada uno.

EC - ¿Cómo se entiende el hecho de que hoy la situación de mayor enfrentamiento del Gobierno no es con partidos o grupos de la oposición, sino con algunos sindicatos y con grupos del propio FA?

EL - No es cierto, el principal sostén de este Gobierno, desde sus inicios hasta ahora y hasta el final, van a ser las fuerzas sociales y políticas que usted supuestamente menciona como enfrentadas. Nosotros propusimos en esa reunión con el presidente un conjunto de medidas, porque creemos que con muy pocos recursos solucionamos un gran conjunto de temas, en primer lugar lo que le quita el sueño al presidente, que es la falta de equidad y la pobreza ante la enorme concentración de riqueza que se está produciendo.

En ese plano, en esa reunión decíamos –y después le entregamos un documento– que si el producto bruto interno, si la torta va a crecer bastante más de lo que se calculó en un primer momento para analizar las cifras del Presupuesto, ahí tenemos la posibilidad de mayores recursos para nuestro pueblo, para estos objetivos vinculados a la equidad, a la redistribución de la riqueza, al país productivo. Luego tomamos las palabras y el análisis –porque a veces con algunos compañeros hay que hacer así– de Javier de Haedo, de Michele Santo y de nuestro compañero Couriel acerca de los incentivos de más que le estamos proporcionando a la inversión extranjera directa.

Esos trabajos están basados en una encuesta a los inversores en la que se revela que el 72% de ellos habría hecho esas inversiones aun si no se les hubieran dado esos incentivos. Javier de Haedo dice que eso significa 370 millones de dólares por año que Uruguay les estaría dando de más a esos sectores, regalando por así decirlo. Se lo dijimos al presidente, porque no tiene por qué saberlo, de repente no maneja ese dato. Lógicamente, en una reunión en la que tenemos que hablar a calzón quitado dijimos esto. Además lo analizamos con nuestra propia cabeza, con nuestros propios números y manejando la encuesta; compartimos lo que dice.

Aparte, Uruguay tiene hoy 8.123 millones de dólares de reserva. Entonces, como a veces no se nos cree –como no se nos creyó cuando advertimos de la burbuja inmobiliaria en el 2005; mucha gente se reía y se burlaba–, citamos a Umberto della Mea, un hombre técnico, de un pensamiento muy alejado desde el punto de vista económico del nuestro, pero serio en sus análisis, que orienta el trabajo de dos estudiantes para recibirse de economistas en su tesis final que se denomina "Nivel precautorio óptimo en las reservas", sobre el nivel óptimo que tendrían que tener las reservas en Uruguay. Y establece ese nivel óptimo en 3.170 millones de dólares.

Pero con otros compromisos, y además con las limitaciones legales que tiene el Banco Central para que ese dinero pueda ser prestable al Gobierno central, que es el 10% del total del gasto del Presupuesto, póngale que hay unos 1.000 millones de dólares de libre disponibilidad. Nosotros le presentamos al presidente muy a comienzos de la gestión una propuesta de apenas 30 millones de dólares, y todos los actores políticos del país firmábamos que no toqueteábamos más esas reservas. Era para impulsar el Plan Juntos desde el comienzo del Gobierno, porque sabíamos que recién en el 2011 van a estar vigentes los dineros del nuevo Presupuesto. Porque la gente de los asentamientos no espera.

EC - Usted está enumerando una serie de fuentes de recursos a las que el Gobierno podría acudir.

EL - Cómo no; también las retenciones.

EC - Además de las que mencionó, proponen que se apliquen retenciones a las exportaciones agropecuarias, un tema que nos ha diferenciado de la República Argentina.

EL - Con 100 millones de dólares usted soluciona muchísimos problemas en este país. Hoy la lana, que hace un tiempo estaba en la lona, está con los valores máximos en 20 años; el precio de la tonelada de carne está a 2.939 dólares; el trigo está a 289; con los lácteos estamos batiendo récord de exportaciones, 420 millones de dólares. Es una verdadera lluvia de riqueza, son ganancias extraordinarias, rentas extraordinarias que están llegando a nuestro país, que proponemos compartir, con tres ventajas que señalan los economistas del Plan Fénix en Argentina. Primero, que permiten intentar aislar los precios internos de los sucesos internacionales, de las alzas internacionales, porque en Uruguay todo esto no es una cuestión solamente del campo, como Uruguay consume lo que exporta, el precio de la canasta básica de alimentos se ha ido por las nubes.

EC - ¿Por qué las detracciones a las exportaciones de productos agropecuarios permitirían aislar los precios internos de esos productos de lo que pasa en los mercados internacionales?

EL - Porque permiten manejar una masa de dinero para amortiguar las alzas de los precios internacionales. No estamos hablando de lo que hizo Kirchner en Argentina, 40, 35%, los técnicos tendrían que calcular el número correcto para que no se me vaya ningún argentino –si es que no quiero que se me vaya–, brasileño o de cualquier país. Ese número me tiene que permitir determinado ingreso para manejar el precio de la carne, de la leche, del pan, del pollo mismo, porque te dicen "si no podés comer carne, comé pollo", pero entonces analizame el precio del maíz, que es el principal alimento de los pollos, que vale en este momento el récord de 235 dólares la tonelada, y va para arriba. Entonces decime hasta cuándo el pollo va a seguir abajo o va a seguir subiendo. Y lo mismo el cerdo.

Es un problema generalizado. ¿Lo abordamos o no lo abordamos? ¿Qué hacemos? ¿Lo dejamos que siga subiendo? ¿Les rogamos a los frigoríficos no ya el asado del Pepe sino el hueso del Pepe, o vamos a un frigorífico nacional que para nosotros es la solución? No el viejo, el clientelizado, el que deshicieron de arriba abajo algunos para liquidarlo. Otro nuevo, moderno, que sería ya algo más profundo desde el punto de vista de lo que estamos planteando, aunque ya hay un artículo que genera una comisión que va a estudiar su viabilidad.

Estos son los temas que tenemos que ver. Además, ¿socialmente está tan mal compartir un poco de esa enorme riqueza que ni ellos mismos se imaginaban? Ya están hablando de que el novillo va a valer 1.000 dólares dentro de poco tiempo. Esto está bien, pero ¿solamente para algunos? ¿O también la sociedad puede compartir? Porque acá estamos hablando de la estabilidad de un proyecto que tiene que ser económico, pero también social y político.

***

EC - En el informe que usted le entregó la semana pasada al presidente de la República, José Mujica, entre otras cosas se analiza la última decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de volcar entre 600.000 y 900.000 millones de dólares para comprar bonos estadounidenses en los próximos meses. El PCU sostiene que esa medida traerá aparejada una devaluación de la moneda estadounidense y además implica perspectivas económicas muy negativas, en particular para países emergentes. Por ejemplo, hablan de que provocará invasión de productos de origen estadounidense, inundación de dólares, encarecimiento de nuestras exportaciones y hasta creación de burbujas especulativas.

Sin embargo a la hora de marcar posición con respecto al Presupuesto, ustedes no piden que haya una reducción del gasto público para tener una reserva a efectos de enfrentar eventuales situaciones complicadas, sino que, al contrario, reclaman más gastos, y reclaman, entre otras cosas, financiarlo con impuestos a varios de esos sectores que hoy están pasando por un buen momento pero que ustedes dicen que pueden verse y seguramente se van a ver afectados por estas medidas derivadas de la crisis global. ¿Cómo se entiende eso? ¿No hay una contradicción ahí?

EL - Para nada, porque se supone que durante un tiempo bastante importante los sectores que hoy están siendo beneficiados lo van a seguir estando, los que producen soja, lana, carne y leche durante un tiempo van a tener estos recursos o ganancias extraordinarias en virtud del análisis que le estoy haciendo. Son burbujas especulativas, y está comprobado que gran parte de esos precios deriva de los mercados a futuro, que son altamente especulativos. Ahora agreguémosles estos dólares de los cuales muchos van a ir a parar a esos mercados a futuro. Cuando estos recursos, cuando estas ganancias extraordinarias que ya hace tiempo que están por las nubes dejen de estarlo, no hay ningún problema, esto tiene que ser móvil, a la baja se sacan y chau. No es una cuestión inflexible. Por otro lado, desde el punto de vista teórico general ya sé cuáles son las argumentaciones: cuando estamos en un momento muy bueno hay que ahorrar, y cuando estamos en un momento muy malo no se puede gastar; entonces nunca se puede gastar.

EC - La izquierda reclamó en su momento, cuando era oposición, las políticas anticíclicas.

EL - Ni que hablar, pero nosotros tenemos una experiencia muy importante, no una cuestión teórica, que fue la de 2009. ¿Por qué nuestro PBI creció 2,9%?, ¿por qué fuimos el único país de América Latina que lo hizo mientras todos los demás tuvieron PBI negativo? ¿Dónde estuvo el milagro? Para nosotros estuvo en que teníamos salarios y pasividades reforzados y mejor inversión pública. Es decir que nuestro Gobierno, el primer Gobierno frenteamplista, se había preparado conscientemente para reforzar el mercado interno por si caía el mercado externo, como efectivamente cayó y se vio en su peor momento en el año 2009. Esa es la misma teoría que nos alumbra ahora, y está avalada por la práctica. Nosotros proponemos que mantener salarios y puntos de recuperación razonables, mantener pasividades, inversión pública, no es tan descabellado; si usted regala 370 millones de dólares a la inversión extranjera, pasemos eso a inversión pública en infraestructura y demás, no estamos diciendo hágase esto sin saber de dónde sacamos el dinero. El dinero está ahí.

Esto es reforzar, mantener, porque si se nos caen los mercados externos y la única defensa que vamos a tener en el país, como ya se comprobó –y que se desmienta si fue así, todos aquellos que hacen de las variables monetaristas el centro de sus vidas y quieren que el país siga en ese camino y así nos han enterrado varias veces, si esto no fue real y efectivamente lo que nos permitió salir de la crisis en el año 2009–, es que tuviéramos salarios al alza, que tuviéramos un fuerte mercado interno, y hoy en todos lados se reconoce. El propio documento transcribe algunos análisis de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), donde se dice que es necesario equilibrar cada vez más las exportaciones con los mercados internos, y no hacer todas las apuestas a las exportaciones, como ha sido el eje de los modelos neoliberales.

EC - Ese mercado interno entre otras cosas depende de los puestos de trabajo que generen las inversiones extranjeras, que este Gobierno y los anteriores han promovido fuertemente. En la medida en que ustedes proponen aplicarles a varios de esos sectores de actividad nuevas tributaciones, ¿eso no puede llevar a que esas inversiones se retiren o no sigan viniendo, que es algo que se espera?

EL - En esto hay que ser muy científico, muy serio. Usted coloca el número justo –tenemos los técnicos para hacerlo–, aquel número que permita que compartan con la sociedad uruguaya pero que mirando para Argentina, para Brasil, para Paraguay, no tengan estímulo para irse; el capital es así, no anda con chiquitas ni con cuestiones sociales de por medio, quiere ganancias. Entonces usted le deja una ganancia –si es que seguimos implementando ese modelo como válido– que no los estimula a irse porque no van a ganar más en Argentina, ni en Brasil, ni en Paraguay, se quedan acá, pero les ponemos algo que implique compartir y permitir amortiguar las alzas de los precios de los productos que exportamos, que oh casualidad en Uruguay son los que comemos; no pasa así en Chile, donde lo que se exporta es cobre principalmente, pero aquí es carne, leche, trigo, arroz, todos esos productos que componen nuestra dieta familiar. Y para eso pretendemos esta mínima colaboración. Usted lo puede hacer científicamente, no al voleo ni con un número cualquiera que se le ocurra.

EC - ¿Cuándo se van a discutir estas propuestas del PCU?

EL - Está prevista una nueva reunión, hemos planteado la necesidad de la presencia del presidente de la fuerza política, el compañero Brovetto, porque nos parece muy importante que también desde allí se dinamice la discusión y se traslade; y de las bases también. Fue una discusión muy buena la del otro día, más allá de las cuestiones de forma, que creemos que se pueden mejorar perfectamente ante la flexibilidad de nuestro presidente. Fue una reunión bien de bien.

EC - ¿El presidente va a convocar a una nueva reunión?

EL - Está prevista, esto no es un ámbito que se haya creado...

EC - ...Se lo pregunto porque la discusión del Presupuesto en la Cámara...

EL - ...No, esto sería extrapresupuestal.

EC - La segunda votación del presupuesto ya está muy cercana.

EL - Esto es algo extrapresupuestal, es una discusión que tiene que ver con otros elementos. Lo del Presupuesto es otro tema, ahí tenemos otra posición, algunos nos acusan de perfilismo.

EC - Sí, ha habido varios comentarios en ese sentido provenientes de sectores del Frente Líber Seregni.

EL - Cuando nos opusimos al tratado de libre comercio con Estados Unidos también éramos perfilistas, y los que ahora nos acusan de perfilistas decían "hay que hacer un tratado de libre comercio con Estados Unidos". Yo no voy a entrar en esa polémica, también éramos perfilistas cuando queríamos que en vez de 6.400 el monto mínimo no imponible fuera de 8.000 y después de 14.000. Éramos perfilistas cuando no queríamos que se aplicara el IMESI al vino porque nos ponía en contra a todos los pequeños productores rurales de Canelones. Igualmente cuando las cooperativas tenían impuestos en la reforma tributaria y nos rodeaban el Palacio, y nosotros nos oponíamos. Si eso es ser perfilista, somos perfilistas, en el buen sentido de la defensa del programa del FA, e incluso más, de los compromisos que nuestro presidente asumió tanto cuando dijo educación, educación, educación, como cuando dijo ahora que su principal desvelo, lo que no lo deja dormir por las noches, es la falta de equidad y la pobreza.

***

Transcripción: María Lila Ltaif