Entrevistas

Alianza Nacional y oficialismo aportan los votos para ratificar tratado constitutivo de la Unasur

Alianza Nacional y oficialismo aportan los votos para ratificar tratado constitutivo de la Unasur

El Senado uruguayo votó la ratificación del tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y se convirtió en el noveno país en hacerlo. Además del Frente Amplio, el otro sector que votó a favor fue Alianza Nacional (AN), dentro del Partido Nacional (PN). En conversación con En Perspectiva, el senador de AN Sergio Abreu expresó que "siendo irreversible el hecho de la ratificación [del tratado], lo importante es estar dentro de la organización y del nuevo esquema para tratar de crear las condiciones adecuadas". El legislador añadió que el tratado tuvo "un agregado que hizo Alianza Nacional, que fue aprobado por unanimidad, y que es la cláusula democrática de la Unasur para que la violación sistemática de los derechos humanos e inclusive cualquier tipo de ruptura democrática determine la suspensión inmediata de los estados miembros".


(emitido a las 07.41 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
"Unasur quedó constituida. Uruguay es el noveno país de la región en ratificar el tratado constitutivo de la Unasur. Felicitaciones a todos". Este es el twit que publicó anoche el canciller argentino Héctor Timerman a propósito de la aprobación en términos globales del tratado constitutivo de la Unasur en el Parlamento uruguayo.

EMILIANO COTELO:
De esta forma completa la cantidad de adhesiones necesarias para que el tratado regional entre formalmente en vigor.

La Cámara Alta votó afirmativamente por 20 en 26 el proyecto de ley por el que se aprueba el tratado que fue firmado en Brasilia en el año 2008. Acompañaron los senadores del oficialismo más Alianza Nacional, dentro del Partido Nacional (PN).

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EC – Estamos con el doctor Sergio Abreu, senador de Alianza Nacional, ex canciller durante el Gobierno del doctor Luis Alberto Lacalle. Queríamos saber cómo fue que resolvieron este voto de ayer en Alianza Nacional. Qué hacer frente a la Unasur ha sido un tema de debate fuerte dentro de la oposición en los últimos meses, y por lo visto también dentro del PN, porque Unidad Nacional votó en contra.

SERGIO ABREU:
Es más, en el Senado nosotros votamos en contra en la legislatura pasada.

EC – Exactamente, ¿entonces?

SA – Argumentamos que solamente Venezuela y Bolivia lo habían ratificado. También que el señor Néstor Kirchner estaba al frente y que su condición de diputado nacional y presidente del Partido Justicialista era incompatible con el secretario general de Unasur, porque la Convención de Viena lo establece. Además, Brasil, habiendo sido el padre de la idea, no la había acompañado con la propia Argentina, que no había ratificado todavía la Unasur. En ese sentido habíamos tenido discrepancias muy fuertes con Venezuela, sobre todo con el presidente Chávez, que había empezado a describir la relación con Colombia como que era la Israel de Sudamérica. Por otro lado, también está el refugio que [Chávez] le ofrece al presidente de Sudán por el tema de Darfur, tratando de desconocer la Corte Penal Internacional. Por todo eso, para nosotros no estaban las condiciones para poder seguir adelante con un tratado de esta naturaleza. Hoy en estas circunstancias había ocho ratificaciones: ya lo ha hecho Chile en una discusión muy interesante; Colombia, con una media sanción; Perú; y el resto de la mayoría de los países de América Latina excepto Brasil. Avanzando sobre este tema, y siendo irreversible el hecho de la ratificación [del tratado], lo importante es estar dentro de la organización y del nuevo esquema para tratar de crear las condiciones que nosotros entendemos adecuadas.

JAE – Claro, pero, ¿esos cuestionamientos que ustedes hicieron el año pasado siguen siendo los mismos o...?

SA – ...Cambiaron ñeque ahora había siete países ratificantes y estaba nada menos que Chile, Perú y Colombia con media ratificación. Además estaban todos los países que tienen cierta distancia en este tema respecto de las políticas de Venezuela, Bolivia o del grupo que se llama el ALBA. En ese sentido, la incorporación es con un agregado que hizo Alanza Nacional, que fue aprobado por unanimidad, y que es la cláusula democrática de la Unasur para que la violación sistemática de los derechos humanos e inclusive cualquier tipo de ruptura democrática determine la suspensión inmediata de los estados miembros.

EC – ¿En dónde estaría esa cláusula?

SA – En el segundo artículo dice: "Recomiéndase al Poder Ejecutivo para que firme un protocolo adicional que establezca claramente la cláusula democrática". Esa cláusula democrática es la que nosotros incorporamos al Mercosur. Ya lo hizo la Unasur en Georgetown hace dos días porque Chile también hizo ese planteo. Nosotros acompañamos esa preocupación desde la oposición, no desde el oficialismo, que no había hecho ningún tipo de posicionamiento en este sentido. Con estas condiciones y con la idea de que la participación del Uruguay tiene que ser activa y nosotros también controlar y apoyar al Gobierno en los casos en que podamos coincidir. El hecho irreversible está. Nosotros tenemos que jugar o estar dentro de esta organización para tratar de aportar nuestros elementos de principios. También algunos aspectos que hacen a la naturaleza específica de esta organización. La Unasur no es igual a las demás porque no es un organismo comercial ni de integración comercial, sino un foro político de coordinación que tiene una visión sudamericana. Pero en esa agenda nosotros también tenemos que ser fieles defensores de lo que significa nuestra visión de no intervención, autodeterminación y solución pacífica de las controversias.

JAE – Uno de los argumentos que se manejó en contra de este tratado en la sesión de ayer y en otras oportunidades es que Brasil quiere ejercer un poder hegemónico en la región y de algún modo contrarrestar el que México realiza en otras organizaciones. ¿Qué dice usted al respecto de esto?

SA – Hay dos aspectos. Brasil fue el de la idea. Viene planteando la parte sudamericana incluso del propio protocolo de Ouro Preto en 1994 en Mercosur, que quería extenderlo a Sudamérica. Eso era por razones de competencia comercial con México en función de que son fuertes países industriales y Brasil estaba muy enojado con México por haber firmado el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos (EEUU). Sumado a esto, México no estaba de acuerdo con que Brasil no hubiera extendido al resto de los países de la ALADI la obligación que tenía de los beneficios en función de la aplicación de una cláusula que se llama de la nación más favorecida. Es decir, México, al firmar con EEUU, no extendió los beneficios que le dio EEUU al resto de sus países. Después se sumó Venezuela con otra intención y ahí justifica de alguna manera la reticencia brasileña por no firmar todavía, porque Venezuela comienza a ser sudamericana en función de un enfrentamiento de carácter político con los EEUU, tratando de buscar el enemigo o el causante de todos los males. Ojalá yo tuviera un enemigo al que le exportara 50.000 millones de dólares anuales en petróleo. Pero ese es otro tema. Entonces, estos dos temas se han planteado en una consistencia de competencia de liderazgo. Por un lado está Brasil, que lo quiere mirar desde el punto de vista comercial y sobre todo de su expresión geopolítica. Por el otro está Venezuela, que quiere incorporar una línea ideológica a lo que llama el eje  bolivariano. Ese eje no es compartido por todos los países y ahora comienza a ser confrontado y enfrentado desde el punto de vista de su posicionamiento con la ratificación y la incorporación de varios países más que no coinciden con esa orientación. El propio senado chileno dice: "se acompaña sin mengua de los otros organismos internacionales y en particular sobre la base de que no significa el protagonismo o el acatamiento de determinados lineamientos de algunos países o de algún país en particular".

EC – Quizás la pregunta elemental en esto sea: ¿para qué la Unasur? Se lo consulto a partir de expresiones del ex presidente de Ecuador, Rodrigo Borja, que fue el primer secretario general de la Unasur en 2008 por muy poco tiempo, en las que declaró a la agencia EFE que le parece bien la ratificación del tratado constitutivo por Uruguay pero criticó que la estructura carezca de carácter ejecutivo. "Existen en América Latina abundantes foros que sirven de tribuna a los presidentes pero lo que se necesita es una institución que no reproduzca la espesa retórica en torno a la integración, sino que produzca obras concretas", dijo Borja.

SA – En eso estamos todos de acuerdo. Ayer decía en el Senado que he estado en infinidad de velorios de organismos internacionales pero nunca he presenciado ningún entierro. Es decir, son todos fantasmas ambulantes los que han fracasado, que vienen con los lodos de una nueva burocracia. Pero ese es un tema de la realidad. Este tema es un foro de cooperación política de carácter intergubernamental y se decide por consenso. Uruguay puede bloquear cualquier tipo de decisión que le parezca inconveniente. Pero también es un foro en el que hay, por ejemplo, dos o tres materias que son importantes en Sudamérica, como el famoso IRSA (infraestructura, comunicaciones y energía) y también un foro de cooperación del Ministerio de Defensa Nacional. No estamos descubriendo la pólvora. Pero es cierto que en función de esta retórica que se va sucediendo, los países tienen que ser muy custodiosos en sus derechos y en sus intereses, los pequeños sobre todo. Porque a veces, al no participar de estos temas que pueden ser ocasionales, terminan quedando problemas insolubles o repercusiones irreversibles a la suerte de los países. Yo prefiero estar adentro ahora y prefiero estar buscando resultados concretos, como dijo Arturo Valenzuela en la cena que tuvimos, delante de la senadora Topolansky y algunos invitados más. La pregunta fue: "¿qué opina del Mercosur?", y el representante de los EEUU contestó que "todo lo que haga América Latina y América del Sur por fortalecerse me parece muy bien. Lo único que yo recomiendo es que el día que puedan concretar algo lo festejen".

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