Entrevistas

Eduardo Bonomi: "Se necesita una interrelación estrecha entre los jueces y la Policía"

Eduardo Bonomi: "Se necesita una interrelación estrecha entre los jueces y la Policía"

La Policía y la Justicia de Maldonado llevan adelante un riguroso operativo de seguridad. Entre otras medidas, los limpiavidrios y malabaristas en los semáforos están prohibidos, y tampoco se permite personas viviendo en espacios públicos. Ante esto, muchos se preguntan por qué esa política no se sigue en el resto del país. Entrevistado por En Perspectiva, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, señaló que el caso fernandino no es comparable al de Montevideo y aseveró que en el departamento esteño existe una "estrecha" coordinación entre los efectivos policiales y los jueces. "A nivel nacional estamos promoviendo esa articulación, ese mejor relacionamiento entre la Policía y la Justicia", aseguró. El jerarca se refirió además a los avances de su cartera en cuanto a prevención del delito y resaltó el papel de la policía de proximidad y de la Dirección de Información e Inteligencia para tal fin.


(emitido a las 8.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"Si usted visita Maldonado, verá que no hay nadie viviendo en una plaza".

La frase pertenece al jefe de Policía de Maldonado, inspector mayor Juan Daniel Balbis, que el martes nos contaba aquí En Perspectiva sobre los planes en materia de seguridad para esta temporada de verano.

Es que la seguridad de Maldonado, en particular de Punta del Este, vuelve a ser noticia ahora por las medidas de prevención que se adoptan en función del movimiento turístico.

Por ejemplo en Maldonado no se permite que haya personas viviendo en espacios públicos, no se permite que se pida dinero en los semáforos. Además, se detecta a quienes deambulan en actitud sospechosa, se les solicita identificación y se los interroga sobre si tienen lugar de residencia y trabajo. "Cerca del 80% de esos detenidos confiesan que llegaron a esta zona con intenciones de delinquir", según dice la jueza en lo penal Adriana Graziuso.

Estos procedimientos, que para muchos pueden ser restricciones de la libertad individual, se basan estrictamente en las leyes vigentes y son la clave del sistema de prevención que se aplica en Maldonado en una coordinación muy aceitada entre la Policía y los jueces.

Cuando el martes hablábamos con el inspector Balbis, varios oyentes se preguntaban por qué esas normas no se aplican con el mismo rigor en todo el país, en particular en Montevideo. Es más, contaban ejemplos de esquinas ocupadas desde hace buen tiempo por personas que viven en ellas, o relataban inconvenientes con quienes limpian parabrisas de vehículos en algunos semáforos.

Hace exactamente un año, cuando se preparaba la instalación del Gobierno de José Mujica, entrevistábamos aquí En Perspectiva al hoy ministro del Interior, Eduardo Bonomi. Él se manifestaba de acuerdo con la prevención al estilo Maldonado y anunciaba planes para profundizar esa línea en todo el territorio nacional.

¿Qué pasó con aquellos propósitos? De eso es que vamos a conversar directamente con él en los próximos minutos.


***

Después de la entrevista del martes con el jefe de Policía de Maldonado, igual que pasó el año pasado cuando entrevistábamos a la jueza Adriana Graziuso, muchos oyentes en sus mensajes reclamaron que esas mismas políticas basadas en leyes nacionales se apliquen en otros lugares del país, y varios se preguntaban por qué Maldonado es una excepción. Algunos decían: "Claro, allá se sigue esa política más firme porque hay que proteger a los turistas más ricos. En cambio, acá en Montevideo los automovilistas tenemos que soportar el maltrato de los que piden monedas limpiando vidrios de los autos en Bulevar Artigas y Rivera". ¿Qué responde usted a ese tipo de inquietudes?

EB – Yo recuerdo una entrevista de hace un año a la jueza Graziuso sobre este mismo tema y lo primero que destacaba es que no era solo Maldonado. Ella había estado en el Chuy y allí había hecho lo mismo. Es decir, se trata de un criterio que utilizaba como jueza.

Y yo decía que los policías no detienen a nadie porque viva fuera del departamento, lo detienen por actitudes, por comportamientos sospechosos, los policías están entrenados para determinar comportamientos sospechosos. Tras el comportamiento sospechoso venían las preguntas: dónde vive, trabajo, etc. Se sumaba una serie de razones y luego el juez determinaba. No era la Policía la que determinaba si tenía que abandonar el departamento, era el juez.

Hoy en Maldonado hay una coordinación estrecha entre la Policía y los jueces y surgen determinadas cosas que son generales. Y luego surge también cómo se planifica desde el punto de vista policial, que son dos cosas distintas pero se pueden combinar. Nosotros a nivel nacional estamos promoviendo esa articulación, ese mejor relacionamiento entre la Policía y la Justicia.

EC – Sí, usted decía que acá está incidiendo de manera fuerte la actitud de una jueza, la doctora Graziuso, que se ha manejado de la misma forma en el Chuy y en Maldonado. Pero hay dos matices, la propia doctora Graziuso decía "estos criterios los manejamos todos los jueces de Maldonado, no soy yo sola". Y lo otro que aclaraba es que la Policía es quien marca los procedimientos, "cada vez que se detienen personas se da cuenta a los juzgados, se los indaga por falta de documentación, por actitudes sospechosas, tratamos de averiguar qué es lo que está haciendo". O sea que ella coloca el punto de partida en la Policía.

EB-  Sí, la Policía –insisto– lo hace de acuerdo a la actitud de la persona a la que se le pregunta qué está haciendo, no es porque no viva en el departamento. En aquel momento era un debate. Recuerdo un titular de un matutino que decía que habían detenido a dos o tres mujeres por no pertenecer al departamento. Yo fui a la nota, no al título, y las habían detenido por estar robando en un supermercado. Después que las detuvieron se supo que no eran del departamento. El modus operandi era bajar del ómnibus, ir a un supermercado, robar, tomar el ómnibus y volver a Montevideo, pero eso era accesorio, lo que estaba sucediendo era que estaban robando.

Entonces la Policía interviene por actitudes que llaman la atención y a eso le suman los demás elementos que componen el total de la situación. Y sí, la operativa la lleva antes la Policía, pero no todos los jueces actúan de la misma manera al tener la información que la Policía de Maldonado les proporciona.

EC – La doctora Graziuso, y el jefe de Policía en la entrevista de anteayer, insisten en que esta modalidad de prevención se apoya en leyes que están vigentes, básicamente dos: el Código Penal, en particular el capítulo sobre "faltas" –que quizás en otras ocasiones y en otros lugares no se usa tanto–, y la Ley de Procedimiento Policial. ¿Por qué no se actúa de la misma manera en Montevideo? ¿Por qué no se va con tanto rigor a ese tipo de faltas previstas en la legislación?

EB – Yo creo que algo de lo que sucede en Maldonado tiene que ver con que la gente que está en Maldonado no es de Maldonado. Probablemente si vamos a Montevideo es gente de Montevideo, entonces, ¿qué se hace con esa gente?

Por otra parte, recuerdo varias denuncias sobre la esquina de Bulevar Artigas y Rivera, y muchos de los que lavaban vidrios ahí están presos. No por limpiar vidrios, sino porque utilizaban la actividad para otras cosas. Están presos por rapiña, por receptación, o sea que la Policía intervino.

EC – Pero, a diferencia de lo que ocurre en Montevideo, en Maldonado lisa y llanamente no hay esa actividad, no está permitida.

EB – La ley no impide limpiar vidrios, el problema es cómo se hace. Yo me manejo en la calle y hay esquinas en las que los que limpian vidrios son bastante ejemplares y otras que son todo lo contrario. Entonces no se impide limpiar vidrios, el problema es cómo se hace eso.

EC – La doctora Graziuso sostenía que en estos casos se puede invocar una falta, la de mendicidad abusiva, o eventualmente un delito, el de violencia privada, según cómo actúen esas personas.

EB – Claro, por eso digo, es cómo se hace. El que aparece con la escobilla, el balde y pregunta si quiere que le limpie el vidrio no está cometiendo ninguna falta. Ahora, el que compulsivamente limpia y después pide es otra cosa. Pero es cómo se hace, no el que ofrezca lavar los vidrios.

EC – Pero en muchos casos el limpiavidrios ejerce una presión fuerte sobre el conductor, más todavía cuando se trata de conductoras mujeres.

EB – Sí, en muchos casos sí, en otros no. Yo digo que la actividad no es lo que está prohibido...

EC - ...Pero en Maldonado incluso se invocan hasta normas de tránsito municipales para quitar a las personas de los semáforos, porque hay un riesgo de accidentes.

EB – Pero esas normas no son las mismas que hay en Montevideo, porque la Intendencia de Montevideo en algún momento hasta pensó en regularizar la actividad de los que limpian vidrios en los semáforos. Esa es otra posibilidad, regularizarlo de forma tal que haya una normativa que cumplir y que esa normativa impida determinadas cosas.

EC – Son formas de violencia que no es la violencia más seria, la que más preocupa, pero muchas veces es la micro violencia. Y en algunos casos es directamente una actividad que oficia de "preparación-para". ¿Cuántas veces ha ocurrido que en un semáforo se marca un auto que después alguien en la esquina siguiente o en la otra aprovecha para robar rompiendo el vidrio, etcétera?

EB – Por eso insisto en que una cosa es limpiar vidrios, otra cosa es cómo se hace y si se agota la actividad en limpiar los vidrios o se utiliza como usted dice, como preparación de otra. Ese es el problema.

En Maldonado hay una coincidencia entre las normas municipales, la actitud de los jueces y la actitud de la Policía, que es distinta a la de Montevideo. Acá muchas veces la Policía detiene, lleva al juez, y los jueces tienen distintos criterios.

EC – Para mencionar un último aspecto, de estos que forman parte de las políticas en Maldonado y que llaman la atención por el contraste, ¿cómo se entiende que acá en Montevideo haya lugares que se hayan convertido en verdaderos asentamientos en medio de la ciudad, que siguen así durante meses y no se dispone el desalojo? Ocurre en distintas partes, lo ven ciudadanos, lo ven policías, por ejemplo en las puertas de entrada de edificios públicos y privados, en plazas públicas, debajo de un puente, debajo de un viaducto. ¿Por qué no se adoptan medidas en esas actuaciones?

EB – En el caso de edificios creo que se necesita la disposición judicial. En otros casos es desparejo, muchas veces se determina el desalojo, en otros casos no.

Pero estamos en una situación distinta, creo que es distinto lo que sucede en Montevideo. Yo lo dije antes, si en Maldonado el juez dispone que quien se traslada desde Montevideo vuelva a Montevideo, ¿después de Montevideo adónde va?, ¿adónde lo traslada. Hay un problema de otro orden. Tenemos la mayor cantidad de asentamientos, tenemos la mayor cantidad de problemas de ese tipo, no es igual que en el interior. Acá se necesita, y se está tratando de llevar adelante, otro tipo de política, de carácter social, no solo policial. Acá hay aspectos policiales, que los tiene que llevar adelante el Ministerio del Interior, y hay otros aspectos que tienen que equilibrarse.

EC – Pero por ejemplo en Maldonado, a partir de lo que dice la jueza, se aplican leyes según las cuales esas conductas implican la colisión con las normas establecidas. Por ejemplo, decía la jueza Graziuso que están en juego los delitos de usurpación y daño. Acá en Montevideo a nadie se le ocurre decir que se está usurpando una plaza porque una persona vive permanentemente en ella, hace sus necesidades, lava su ropa o incluso se encuentra borracha allí.

EB – Pero no es la Policía la que determina si hay usurpación o daño, es la jueza. Insisto, si en Maldonado alguien no tiene residencia en el departamento, no tiene trabajo en el departamento, se lo manda a Montevideo. ¿Adónde se lo manda en Montevideo si es de Montevideo? Hay un problema de otro orden.

EC – Pero existen políticas sociales en desarrollo.

EB – Existen, pero no han solucionado el tema todavía.

EC – Existen refugios, existen hogares.

EB – Es que si uno entra en esa no da abasto en los refugios y en los hogares. Me parece que estamos en una situación distinta.

Acá hay otra política de prevención, pero todas están basadas en lo mismo. Lo que yo decía hace un año es lo que nos está guiando ahora y nos va a guiar todavía más a partir del 1º de enero.

EC – De eso me gustaría hablar, pero permítame que termine con este punto que estábamos comentando. No me parece que haya que minimizar estas situaciones, porque seguramente no estamos hablando de un asesino ni de un ladrón –en principio–, pero sí estamos hablando de situaciones que incomodan mucho y hasta ejercen violencia en la vida de la gente. Por ejemplo, personas que para entrar en el edificio en el que viven en horas de la noche tienen que pasar por arriba de alguien que se instala allí todas las noches a dormir.

EB – Sí, eso no corresponde.

EC – O como veía hace pocos días en la placita de hamacas y juegos del Parque Rodó. Es una placita que está rodeada por un alambrado, y pegado al alambrado había dos adultos mayores tirados al lado de los niños, notoriamente borrachos, durmiendo, con mal olor, etcétera. Son situaciones complicadas que tendrían que tener algún tipo de actuación, ameritan una actuación para proteger a niños y familias en este caso.

EB – Sí, hay cosas que no corresponden. Cuando están en la entrada de un edificio obviamente no corresponde, y esto otro tampoco corresponde. Pero Maldonado es distinto a Montevideo. A mí me llamó la atención lo que decían la jueza y el jefe de Policía, que el 80% de los indagados admiten que fueron a Maldonado con intenciones de delinquir. Es decir, no están en un semáforo para limpiar parabrisas sino que están claramente como cuestión preparatoria de otra cosa. En Montevideo yo he visto mucha gente limpiando parabrisas que no están en otra, están tratando de tener un ingreso con esa actividad. Y hay gente que sí está preparando otra cosa. En determinado momento la situación de Rivera y Bulevar era así, por eso le digo que los que estaban en esa situación están presos. No es igual. A veces se comparan situaciones como si fueran iguales cuando no lo son, y tomar medidas iguales ante situaciones diferentes no es correcto.

Ahora, lo que está señalando de los que impiden el ingreso a edificios o determinada actitud ante niños puede ser que amerite una intervención distinta.

EC – Y estas situaciones en Montevideo son numerosas, no son casos aislados.


***


EC – En esa entrevista que teníamos con usted hace exactamente un año, cuando ya se sabía que usted iba a ser el ministro del Interior del Gobierno de José Mujica, usted anticipaba que la idea era más prevención, más disuasión, más represión y más sanción. Incluso la forma como usted describía las tareas de prevención que se iban a llevar adelante dio lugar a críticas, porque parecía demasiado drástica la política que se iba a seguir. ¿Qué ha pasado, cuánto se ha avanzado en esa dirección?

EB – Yo creo que avanzamos bastante, no solo en lo que hemos estado haciendo durante el año sino en lo que incluimos en el Presupuesto para hacer después, cuando tengamos recursos.

Hemos desarrollado fuertemente, y lo vamos a desarrollar todavía más, la policía comunitaria, la policía de proximidad, la que está en contacto con la gente. Y a partir de la policía comunitaria hemos tratado de desarrollar las mesas locales de seguridad y convivencia ciudadana, donde pueden participar la Policía, los vecinos, los comerciantes, organizaciones sociales e incluso delegados de otros ministerios (Desarrollo Social, Salud Pública, Educación y Cultura). Y que se planifique no la seguridad nacional o departamental sino la seguridad local, que se apoya en criterios nacionales y departamentales pero se aplica en la localidad.

Esto no lo hemos desarrollado de entrada, demoramos en nombrar el director nacional de las mesas locales, el ex diputado Edgard Bellomo. Pero ya hace unos cuantos meses que se está trabajando, se está desarrollando bastante, y ahora vamos a tener más recursos.

EC – En aquella entrevista usted insistía mucho en la importancia de la policía comunitaria. Un cuerpo que tiene antecedentes, porque existió en Gobiernos anteriores, luego tuvo marchas atrás y ahora pasa al revés: la idea de este Gobierno es desarrollarlo de manera fuerte no solo en Montevideo sino en todo el país.

EB – Sí, la policía comunitaria más fuerte está en Canelones, no en Montevideo. Y la hemos desarrollado más todavía, porque hemos tenido muchas invitaciones para hacer cursos de policía comunitaria y las hemos aceptado todas...

EC - ...¿Invitaciones que han venido de dónde?

EB – De Brasil, de Israel, de España, de distintos países. Y todos los que mandamos son de Canelones, hemos desarrollado su experiencia de forma tal que a partir de ahí luego la diseminemos en el resto del país.

EC – ¿Cuál es la importancia de la policía comunitaria en este esquema del que venimos hablando, qué papel juega el policía comunitario?

EB – El policía de proximidad es el que está en contacto con la población y el que le da la función a la comisaría. Tenemos que volver, por decirlo esquemáticamente, a lo que era el viejo guardia civil que estaba en el barrio, que conocía a los vecinos, que intercambiaba, y que de alguna manera se ganaba la confianza.

EC – Sabe que en estos 25 años haciendo el programa muchas veces escuché ese anuncio de ministros del Interior: volver al viejo guardia civil. Sin embargo, después eso por alguna razón o por otra se desarma, se desvirtúa.

EB – Sí, pero nosotros estamos haciendo todo un esquema. Tenemos una nueva función de las comisarías. Pensamos que entre la Jefatura de Policía de Montevideo y las comisarías existe un vacío demasiado grande. Teóricamente existen tres zonas administrativas y de control, pero eso no funciona demasiado bien. Esas zonas en lugar de ser tres tienen que ser por lo menos cuatro y tienen que ser absolutamente operativas, tienen que poder investigar, patrullar, hacer una serie de cosas. Y además que coordine lo que sucede en una zona. Parece increíble, pero hoy en tres o cuatro barrios cercanos puede haber distintos vehículos que no estén conectados entre sí. Entonces tiene que haber alguien que coordine todas las fuerzas en esa zona: motos, patrulleros, policía a pie, policía comunitaria. Y que cuando se dé una alerta todos la reciban, y no determinados patrulleros. Entonces tenemos que desarrollar ese segundo nivel que son las zonas con carácter operativo.

Y luego debemos tener un centro de comando unificado –que lo tenemos– que va a incorporar video vigilancia, tecnología. Eso lo estamos haciendo y lo vamos a terminar de hacer cuando tengamos los recursos que nos da el Presupuesto.

EC – Pero por ejemplo, concretamente, este año 2011 que se inicia con la Ley de Presupuesto ya vigente, ¿qué incremento va a permitir en cuanto a policías comunitarios?

EB – Va a permitir que en cada comisaría exista un número importante de policías comunitarios. Pero además va a permitir que crezcan sustancialmente la cantidad de motos de patrulleros que estén en la calle, que las cámaras de video vigilancia –que ya están actuando y no son menos de 180, en lugares clave del departamento– tengan no solo la capacidad de mostrar lo que está pasando sino que el centro de comando unificado tenga la capacidad de respuesta que hasta ahora no tiene. Eso es prevención.

Creo que el otro día el jefe de Policía de Maldonado le decía a usted que eso también se va a hacer en Maldonado...

EC - ...Sí, está casi terminado de instalar un sistema de cámaras de vigilancia en Punta del Este que después se va a extender a otros lugares del departamento: José Ignacio, la ciudad de Maldonado, etcétera.

EB – Sí, y nosotros lo estamos desarrollando a costo del Ministerio en Colonia y en Maldonado. Y estamos abriendo la posibilidad, en combinación con la iniciativa privada y las intendencias, de establecerlos en otros departamentos: Rivera, Río Negro, Paysandú, Salto, donde se considere que corresponde la combinación de un apoyo privado a las políticas del Ministerio. O sea, la instalación de cámaras con aporte privado y el control desde el centro de comando unificado por parte del Ministerio. Esto se hace así en otros países. La zona más segura de Argentina –que no se caracteriza por ser un país seguro– es Puerto Madero, y Puerto Madero tiene una combinación de esto por lo cual prácticamente hay delito cero.

Queremos desarrollar la posibilidad de vigilancia aérea nocturna, estamos en eso...

EC - ...¿Qué es la vigilancia aérea nocturna?

EB –  Un helicóptero con visión nocturna, que el Presupuesto nos habilita a comprar, u otro tipo de aparatos de vuelo que tengan visión nocturna. En este momento ya hemos recuperado dos aviones que fueron decomisados a narcotraficantes y que los juzgados dispusieron que se entregue al Ministerio del Interior.

EC - Es interesante esa novedad, ¿cuándo habrá vigilancia aérea nocturna en Montevideo, por ejemplo?

EB – El Presupuesto nos habilita, veremos cómo podemos avanzar, si preparamos alguno de los aviones o compramos un helicóptero nuevo. Estamos en eso, estamos decidiendo. Pero probablemente a partir del 2011 estemos resolviendo eso.

EC – En aquellas declaraciones suyas de fin del año pasado usted decía que para ir por el camino de más prevención, más disuasión, más represión y más sanción, había herramientas que era necesario fortalecer. Mencionaba a la policía comunitaria o de proximidad, mencionaba las mesas de convivencia y seguridad con la participación de los vecinos y mencionaba también a la Dirección de Información e Inteligencia. Con algunos comentarios que también dieron mucho que hablar, porque usted señaló que esa repartición debe dedicarse a detectar eventuales delincuentes y no a combatir organizaciones sociales de izquierda, como antes. ¿Qué se está haciendo a propósito de ese papel de la Dirección de Información e Inteligencia?

EB – En rigor yo veo que en las mesas hemos avanzado, en la policía comunitaria hemos avanzado, pero en lo que menos hemos avanzado es en esto. Estamos trabajando, probablemente el punto de inflexión lo tengamos ahora.

Pero voy a insistir con lo que dije en aquel momento, porque yo sé que produjo polémicas y lo que voy a decir quizá lo siga produciendo. Pero no nos pasó solo a nosotros, pasó en todos los países de la región, las dictaduras y las predictaduras llevaron a que la Policía tuviera un papel de defensa de la seguridad del Estado, más que de defensa de la seguridad de los ciudadanos. Cuando las dictaduras cayeron fue lo que más costó dar vuelta en todos los países, esto lo he hablado con gente de Brasil, de Argentina.

Tenemos un Gobierno de izquierda y los votantes de izquierda, a raíz de esa función que cumplió la Policía, no ven bien a Inteligencia. Yo creo que es un error de enfoque. La inteligencia y la información son instrumentos que deben servir para asegurar la normalidad de la vida cotidiana, entonces hay que usarlos.

Hemos trabajado, pero no es en lo que más hemos avanzado.

EC – ¿Pero entonces qué está haciendo hoy la Dirección de Información e Inteligencia?

EB – Hace información, hace inteligencia, pero creo que no lo desarrollamos suficientemente. Lo hace con la misma fuerza, con los mismos efectivos que tenía hace algún tiempo, y hasta ahora el desarrollo de eso no ha sido la prioridad.

La prioridad ha estado en la policía comunitaria, en las mesas locales, en los elementos tecnológicos que permiten avanzar, y creo que este año vamos a poner el acento en ese aspecto.

Y, evidentemente, si no hay quien prevea qué puede suceder, por dónde vienen las amenazas, no se actúa bien...

EC - ...Pero usted concibe el trabajo de la Dirección de Información e Inteligencia de esa forma que acaba de quedar planteada en su respuesta anterior, recién en su última expresión, hay como un análisis de tipo macro de las tendencias de la delincuencia...

EB - ...Eso es inteligencia, eso hay que hacerlo, pero también hay información y la información es de lo cotidiano. Son dos cosas distintas, una es recoger información que pueda ayudar a actuar antes que sucedan determinadas cosas; inteligencia es prevenir, prever qué puede pasar por el desarrollo económico, social y la incidencia del exterior, o sea un análisis de dónde están los focos de amenaza en cuanto a delincuencia en el país. Hay que combinar las dos cosas.

EC – Por lo tanto, a partir de la evolución que ha tenido esta idea, ¿que va a pasar con ese papel de la Dirección de Información e Inteligencia?

EB – El papel está claro...

EC - ...El asunto es que la dirección resulte efectiva.

EB – Exactamente. Nosotros hemos reestructurado varias cosas, esto no lo hemos reestructurado entonces trabajaremos en ese sentido.

EC - ¿Tienen plazos?

EB – Sí, a principios de este año pensamos entrarle a eso.


***

EC – Mientras usted hablaba de las tareas de inteligencia que es necesario realizar me surgían dos preguntas: en qué medida ustedes están previendo impactos en nuestro país de la toma de posesión que la Policía y el Ejército han llevado a cabo en las favelas de Río de Janeiro; o de fenómenos como el que se está dando en Buenos Aires, de la ocupación de grandes predios por masas de gente de muy bajos recursos, pero en buena medida inmigrantes también, con lo cual estamos hablando de un fenómeno que tiene su connotación regional. Más allá de que además, por lo visto, en los dos casos también tenemos que hablar de mafias como actores que juegan en ese tipo de comportamientos.

EB – Nosotros prestamos especial atención a lo que pasa con las mafias o el delito organizado internacional en otros países, porque generalmente se traslada hacia los costados. Esto mucha gente no lo cree, pero hace unos meses estábamos a la cabeza de los países más seguros de América junto con Chile y Costa Rica. Hoy estamos mejor que Costa Rica, no porque nosotros hayamos mejorado sino porque empeoraron. A Costa Rica llegó el corrimiento producido desde otros países cercanos, como México o El Salvador. Acá la Policía le dice "efecto globo", los mexicanos le dicen "efecto cucaracha", cuando se fumiga se van para los costados.

Nosotros tenemos que prestarle atención a eso. Sabiendo que no es lo mismo, porque en Brasil las mafias del narcotráfico operan sobre un mercado interno muy grande. Si de allá se vienen hacia acá, no vienen a un mercado interno tan importante. Uruguay es más un país de tránsito que de mercado; todo tránsito genera un mercado alrededor y eso es lo que hay en Uruguay. Para los que están acá puede ser atractivo, para los que vienen de Brasil es poco, pero pueden venir. Y pueden venir porque además acá tienen una tranquilidad para planificar lo que hacen allá.

EC – Entonces ese es un frente al que el Ministerio del Interior está atento.

EB – Sí.

EC - ¿Y el otro, el de modalidades de protesta social con ocupaciones pero con una cantidad de intereses mezclados, como lo que se vio en estas últimas semanas?

EB – Sí, yo iba a poner el acento en los intereses mezclados, porque ahí hay gente que ocupa, que se hace de predios y después los pone a la venta. Y esos no son los inmigrantes ni los que tienen algún componente de protesta social, sino que son los que aprovechan cualquier cosa para lucrar, aun una protesta social. Acá ha existido eso, en los asentamientos hay gente que ha tomado predios y después los vendió, pero en un nivel inferior. Entonces muchas veces se da un efecto imitación, igual que las barras bravas, que nos llegan del exterior. Nos preocupa en el sentido de que hay que prestarle atención.

EC – Esa era una de las razones por la cual yo le preguntaba hace un rato por cómo se está manejando en Montevideo situaciones que en Maldonado se manejan de manera muy estricta y se reprimen, como la ocupación de espacios públicos por determinadas personas. Da la impresión de que si en Montevideo se tiene criterios más laxos de alguna manera se puede estar pasando el mensaje de que hay tolerancia a ese tipo de manifestaciones.

EB – Yo relaciono esto con otra cosa. Nosotros estamos en un 6% de desempleo, es un desempleo muy bajo, estructuralmente muy bajo. Y hay actividades que prevén que en poco tiempo haya una carencia de entre 10.000 y 18.000 trabajadores, entonces se abren perspectivas de trabajo y ahí es donde hay que poner el acento en un montón de cosas que están sucediendo. Aun en las cárceles, hay que orientarlas para una inserción social que hasta ahora era más difícil. Creo que ahora se abren algunas expectativas y es lo que hay que trabajar.

Esto tiene dos aspectos: uno social, económico, laboral, y otro que es policial. Prestaremos atención a ese aspecto.

EC – Volviendo a lo que era el disparador de esta conversación, en Maldonado funciona claramente una coordinación entre la Policía, los fiscales, los jueces en lo penal y los jueces de paz. El Jefe de Policía decía anteayer: "Hace más de 20 días tuvimos una reunión en Jefatura con los tres jueces que van a estar durante la feria mayor, con los fiscales y con el cuerpo de oficiales de la Jefatura". Ahí está una de las claves. ¿Se está procurando esa misma sintonía en todos los departamentos del país?

EB – Lo estamos promoviendo desde el Ministerio y con el director de la Policía Nacional, estamos promoviendo la mejora en la relación de la Policía con los jueces y los fiscales.

Además se viene una reforma del Código del Proceso que va a trasladar la responsabilidad de la investigación del juez a los fiscales. Entonces habrá que afinar mucho más esa relación, porque la Policía, como auxiliar de la Justicia, va a tener que trabajar con los fiscales mucho más que con los jueces. Todavía no, pero se está en transición hacia eso.

Entonces estamos promoviendo exactamente esa actitud, y de un tiempo a esta parte eso ha tenido efectos. Desde la administración anterior –y en esta se sigue dando– hay una relación mucho más grande entre la gente que la Policía detiene y lleva ante el juez y los procesamientos, porque los jueces instruyen a la Policía en qué se requiere cuando se lleva a una persona al juez. Porque la Policía muchas veces lleva a alguien al juez absolutamente convencida de que es culpable, pero no es capaz de demostrar que es culpable, entonces el juez lo suelta. Y después se establece aquello de que "está policialmente aclarado pero...". No, no existe policialmente aclarado, tiene que dar los elementos para que un juez se convenza de que esa persona es culpable. Y eso se hace en interrelación estrecha entre los jueces y la Policía.


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Documento de Consenso de la Comisión Interpartidaria de Seguridad Pública

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