Arismendi: lo esencial del comunismo sigue vigente
La senadora Marina Arismendi afirmó que "las razones por las cuales definimos que la sociedad debe y puede cambiar profundamente siguen siendo válidas (...) En plena guerra fría definimos el camino de juntar a 'todos los orientales honestos' tras un programa para transformar la realidad". En otro orden, sostuvo que el Frente no ha definido la conytinuidad del sistema de Afap.
(Emitido a las 09.10)
EMILIANO COTELO:
¿Qué es ser comunista en Uruguay en pleno siglo XXI? ¿Cuánto espacio hay para este tipo de ideales dentro del Encuentro Progresista (EP)? ¿Qué se juega la lista 1001 en las elecciones internas del domingo 27?
Para responder estas y otras preguntas vamos a dialogar con la senadora Marina Arismendi, secretaria general del Partido Comunista del Uruguay (PCU). Usted es licenciada en Ciencias Sociales, y además maestra.
MARINA ARISMENDI:
Vamos a ordenarlo por su jerarquía: primero soy maestra, porque para mí es lo más importante; hice la licenciatura fuera del país y no hice nunca la reválida del título. Es decir que soy maestra, seguiré siendo maestra y estoy orgullosa de ser maestra.
EC - ¿Desde cuándo está dedicada plenamente a la política?
MA - Desde que comencé a nivel gremial en el liceo Rodó en 1961. Porque esa es la vida política, en el movimiento estudiantil, en los comités de apoyo a la Revolución Cubana en aquel momento; luego en el Instituto Normal... Comencé en el viejo instituto en la calle Cuareim, que desbordábamos; en mi clase éramos 51 y se dio una pelea, incluso dábamos clase en la plaza Libertad con excelentes docentes...
EC - Claro, preguntarle a usted cuándo empezó en política casi es una ingenuidad porque su familia estaba pautada por la política; su padre fue Rodney Arismendi, secretario general del partido durante tantos años, y uno de los principales teóricos del comunismo en los años en los que él ejercía directamente esa actividad.
MA - Y mi abuela materna era una emigrante, como tantos que venimos de inmigrantes, que para escándalo de su época, porque totalmente trasgresor, se puso a actuar en los comités de ayuda a España, contra el fascismo. Vamos por la cuarta generación, con mis hijas.
EC - Pero los tiempos han cambiado, concretamente por ejemplo cayó la Unión Soviética. ¿Qué significa ser comunista hoy, en el siglo XXI?
MA - La razón esencial por la que uno se hace comunista (se lo decía a unos jóvenes el otro día en una mesa redonda que me hacían la misma pregunta; algunos miembros de la UJC y otros amigos de ellos) hoy es la misma por la que me hice comunista de la UJC, al influjo naturalmente de la Revolución Cubana, pero fundamentalmente cuando todavía no tenía elementos teóricos que luego fui adquiriendo (que uno nunca termina de hacerlo), la base por la que hoy estoy totalmente comprometida hasta los tuétanos, es la injusticia social, terminar con la injusticia, cambiar, como dice La Internacional, "cambiar el mundo de base", la lucha por la justicia, la independencia, por la no injerencia, por la autodeterminación... Ayer se votó en Diputados finalmente -y esto me ha dolido montones, me ha dolido cuando se trató en el Senado, aspiraba a que no hubiera número en Diputados, ya que no hay número para otras cosas- mandar tropas en plan de guerra a Haití.
EC - Usted las visualiza como tropas en plan de guerra. Son tropas que integran una fuerza de Naciones Unidas, cascos azules.
MA - Son cascos azules en el Capítulo VII, que es "imposición de la paz"; no es como la situación del Congo.
EC - Volviendo a la pregunta que le hacía...
MA - Como salí a manifestar por Cuba y por Vietnam cuando era joven, el otro día salimos por Haití. Lamentablemente -ojalá no fuera así- las razones esenciales por las cuales uno ha definido que la sociedad tiene que cambiar profundamente y puede hacerlo, siguen siendo válidas. Digo lamentablemente porque ojalá hubieran caído -como dice normalmente- el campo socialista y la Unión Soviética y uno dijera "Salió el sol, el mundo es una maravilla y esa gente está viviendo fantástico en esos pueblos". Entonces nos haríamos la autocrítica, obviamente, y cambiaríamos. Pero no es así.
EC - Pero la pregunta de qué significa o qué implica ser comunista hoy en el siglo XXI apuntaba también a instrumentos. Por ejemplo, ¿qué vigencia tienen hoy conceptos como la dictadura del proletariado o el centralismo democrático?
MA - Tienen la misma vigencia que hace 43 años cuando nació la 1001. Estamos hablando de 1962, donde todo estaba muy vivo, muy fuerte, donde nosotros decíamos, hablando de la Unión Soviética, "Ahí está la prueba, la piedra de toque de nuestras ideas", para decirlo como lo solíamos decir. Sin embargo desde los años 1957-1958 el PCU, a partir de su XVI Congreso se planteó que para Uruguay (como somos marxistas partimos de la realidad, no de lo que yo quisiera que fuera sino de cómo es), para la historia de nuestro país, con todas esas tradiciones fantásticas, adelantadas en su tiempo, incomprendidas en su tiempo, como el ideario artiguista, como las ideas de Varela, como lo mejor de las tradiciones de los partidos llamados tradicionales, los partidos históricos... ¿Cuánto lleva cada uno de nosotros encima de nuestra conciencia nacional como uruguayos del Pepe Batlle, de Aparicio...?
EC - Indirectamente usted está defendiendo el spot del EP que se difundió el lunes por televisión y dio lugar a tanto debate.
MA - Yo no tengo la habilidad para hacer esas cosas, pero si yo hubiera hecho un spot hubiera hecho ese, porque eso es lo que decimos siempre, aspiramos a ser herederos de las mejores tradiciones.
EC - Entonces instrumentos como la dictadura del proletariado...
MA - Discúlpeme. Y cuando nos planteamos eso en 1957, 1958 -fíjese a qué fechas estoy yendo, a mediados de los 50, plena guerra fría- dijimos que para Uruguay el camino de juntar a lo que en aquel momento definíamos como "todos los orientales honestos" detrás de un programa para transformar la realidad. Así nació el Frente Izquierda de Liberación (Fidel), la 1001, en 1962. Nace también otra experiencia que yo siempre destaco porque no hay que hacer trampas a la historia, que fue la Unión Popular (UP), que si bien tuvo un destino distinto de la 1001, también aportó a la experiencia, aportó a que entendiéramos todos en 1971 que teníamos posibilidades de encontrar un camino común.
EC - La UP fue impulsada por el Partido Socialista con sectores blancos, Enrique Erro, por mencionar uno.
MA - Claro, todos hicimos experiencia. La 1001 sigue hasta el día de hoy, 43 años, pero también los lazos, los encuentros y desencuentros que hemos tenido, tanto con nuestros hermanos (nosotros decimos primos hermanos, la izquierda tradicional), nuestros compañeros socialistas como con sectores que hoy están en el Frente y en 1971 habían optado por otra vía, por otro camino.
EC - ¿Por qué cita esos antecedentes ante mi pregunta?
MA - Porque eso sigue siendo absolutamente válido. Tan estratégica es la herramienta FA que para nosotros comunistas está en el estatuto del partido respetar, cuidar y llevar adelante las resoluciones del Frente; no es una cosa casual, porque para nosotros en Uruguay el camino es, como decimos, de alcanzar el gobierno y empezar a transformar la realidad profundizando la democracia hacia algo que desde nuestro punto de vista -hay toda una elaboración teórica sobre ello- sería una etapa de democracia avanzada. Profundizar la democracia no es solamente -aunque lo abarca- un tema institucional; el proceso de descentralización de Montevideo, del que estamos enamorados los comunistas desde la 1001, y por el cual trabajamos denodadamente, es parte de eso, es transferir poder, es hacer que la gente participe, que se adueñe, se apropie del programa y del gobierno, que lo impulse, lo corrija y lo defienda, también ¿sabe por qué? Porque también los comunistas aprendimos lo que pasó en el campo socialista.
EC - O sea que la idea no es la dictadura del proletariado. No estoy hablando de lo que ocurriría en un gobierno del EP, si se diera el año que viene, está claro que estamos hablando de más largo plazo, de los objetivos a largo plazo de un partido como el suyo; tampoco en ese plano lejano figura la dictadura del proletariado.
MA - Rodney Arismendi (lo cito como secretario del partido, no como pariente) hace en su último trabajo, en 1989, en la revista Estudios, lo que para mí es la definición más acabada de la definición de democracia avanzada: dice que hay que llevar la democracia burguesa hasta sus límites. Llevarla hasta sus límites quiere decir eso, ir transformando. Sigo poniendo el ejemplo de la descentralización porque es un ejemplo que existe, no es un sueño.
EC - Que anda a los tropezones.
MA - Exactamente, que anda a los tropezones; por eso le decía, para nosotros es el pilar. Yo no diría a los tropezones, pero es otra historia, no nos da el tiempo, pero sí digo que no todos estamos enamorados del proyecto en el sentido estricto; usé la palabra por gusto, porque se dijo "los montevideanos no están enamorados". Primero tenemos que enamorarnos los que estamos al frente de ese proyecto. Nosotros sí, y trabajamos, porque es clave para el proyecto de país.
Sobre el tema de la dictadura del proletariado, para que no parezca que estoy esquivándolo, daría para una lindísima conversación, más larga y desde el punto de vista teórico, porque fíjese que los clásicos -esa es la única ventaja que tuve de hacer la licenciatura en la Carlos Marx- usan en ese momento el latinazgo "dictatura" tomando a Bolívar y lo explican, porque la palabra dominio o poder en alemán tenía una connotación brutal vinculada al militarismo, a la concepción prusiana, a todo lo que significó el belicismo y el guerrerismo; en ese momento ellos tomaban lo de Bismark, pero iban más atrás. O sea que buscan para esa definición una palabra que en su contexto tenía una connotación distinta al término en alemán. Para nosotros los uruguayos -y creo que para todo el Cono Sur, por lo menos, si no me voy más lejos- es evidente que la expresión "dictadura del proletariado" quiere decir que domine el proletariado; que sea la clase dominante, porque, como decían Marx y Engels es la única que no tiene nada que perder y por lo tanto al liberarse libera a todas las demás; se utilizó ese término, pero es una palabra que... nos sangran las heridas, a algunos nos sangran más que a otros además. A los comunistas... usted comprenderá, no es un problema de hacer competencia a ver quién tiene más muertos ni desaparecidos, pero como siempre he dicho, muchas veces en debates en el Senado cuando a algún senador de la coalición se le va la boca: nómbrenme un solo uruguayo que haya muerto a manos de un comunista; sin embargo yo puedo hacer una larguísima lista de muertos, desaparecidos, torturados por defender la democracia y esta Constitución con la que no estábamos de acuerdo (porque entre las cosas que hice en la actividad política de jovencita, cuando no votaba, fue juntar firmas para la reforma amarilla, que era la que se oponía a la reforma naranja, que es la actualmente vigente.
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EC - Repasando la plataforma electoral de la 1001, que está publicada en su página web, selecciono dos capítulos, empleo y educación. No sé si a usted le parece que son efectivamente capítulos prioritarios.
MA - Agrego uno que a lo largo y a lo ancho del país está en primer lugar en las preguntas de la gente: seguridad social.
EC - Vayamos por el lado de la seguridad social. ¿Qué es lo que ustedes impulsan?
MA - Nosotros impulsamos en primerísimo lugar el cumplimiento del programa del Frente. Y el programa del Frente dice que vamos a transformar lo que fue la reforma de la seguridad social, ir paulatinamente -dice el Congreso, porque no somos inconscientes- al régimen de solidaridad intergeneracional, donde además las pasividades (pero no sólo: la seguridad social abarca las asignaciones familiares, seguros de paro, cobertura materno-infantil, todo lo que en algún momento fue un orgullo para nosotros), sobre la base no del lucro, como es el caso de las AFAP, sino de la solidaridad intergeneracional.
EC - Pero hace muy pocos días los cabeza de lista de los distintos grupos frentistas en acuerdo con el doctor Tabaré Vázquez resolvieron que las AFAP no se tocan.
MA - Eso es un error de información. Yo le voy a decir que lamentablemente el diario El País sacó al otro día media página con el relato, bastante ajustado a la discusión, tengo que señalar que la periodista estaba en la puerta de Casa del Pueblo cuando salimos, tuvo un relato bastante fidedigno, pero es como las películas de detectives, para saber quién fue hay que preguntarse a quién le sirvió informar lo que había pasado. A mí no, porque en realidad no resolvimos esto. No podíamos haberlo hecho, no teníamos derecho a hacerlo nosotros, por más cabeza de lista que seamos.
EC - Pero el senador Astori decía ayer que efectivamente por ahí vinieron los acuerdos ese día.
MA - No: acuerdos, no. Vinieron las discusiones ese día, que no es lo mismo. Hoy lo digo porque por más que hemos jurado "omertá", hemos jurado silencio total, somos muy respetuosos de los acuerdos pero también dijimos en su momento, lo dijo otro compañero, que donde se saliera a polemizar o a decir otras cosas los demás también nos vemos liberados, porque si no se hace muy complejo esto. Habrá que escuchar al doctor Tabaré Vázquez el 20 en el acto y se verá.
EC - Usted alude al acto del próximo domingo.
MA - Claro, va a ser el acto que él va a hacer en Montevideo.
EC - El acto final en Montevideo antes de las elecciones internas.
MA - Exactamente.
EC - Usted dice que allí va a haber definiciones clave en materia, por ejemplo, de seguridad social, AFAP, que era sobre lo que yo la estaba consultando.
MA - Yo aspiro, justamente, porque lo que queda absolutamente claro para cualquier frenteamplista.... no sólo frenteamplista, para el Encuentro y para la Nueva Mayoría, porque los compañeros que representan a estas fuerzas políticas han acordado con lo que resolvió el Congreso, que es clarito; no tiene interpretaciones, no tiene dos lecturas, es tajante, claro. Paulatino, porque no somos irresponsables, no vamos a tirar el palo de la carpa. Una de las cosas que decimos y que dice el doctor Tabaré Vázquez permanentemente es que vamos a preservar los ahorros de los trabajadores, porque la gente no puso la plata allí porque quiso.
EC - En materia de educación, las bases del PCU en su programa en Internet...
MA - Diga "de la 1001", porque si no deja fuera a un par de grupos y no es correcto con ellos.
EC - Está bien, queda hecha la precisión. Las bases hablan de recuperar para el país la conducción de la enseñanza; eliminar la influencia del BID, Banco Mundial y las gerencias privadas; designar autoridades que cuenten con consenso social y se respalden en los mecanismos democráticos de elaboración técnica; revertir las reformas destructivas; destinar los recursos necesarios, de acuerdo con las recomendaciones de UNESCO. ¿Concretamente qué es lo que está detrás de este texto: desandar los cambios que se hicieron con la reforma que encabezó el profesor Germán Rama?
MA - ¿Sabe qué pasa? Desandar es una palabra muy suave, porque si sólo desandáramos no resolveríamos el problema. Desde el comienzo -yo entré en 1995 al Senado- lamentablemente una de las primeras cosas que se presentaron fueron las venias para el Codicen, que votamos divididos los senadores porque teníamos libertad de acción, y yo voté en contra y además fundamenté en sala que aunque cada uno de ellos tuviera hoces y martillos en sus glóbulos rojos igual votaba en contra, porque si tengo años de maestra y de sindicalista defendiendo la participación de los involucrados, de los realmente protagonistas, si estoy en contra de la repartija política en los órganos de conducción, no voy a votar la venia en el Senado, aunque sean fantásticos. En ese momento la discusión no era ni siquiera si Rama era bueno o malo, era un problema de concepción. Sigue siendo así.
En segundo lugar, hemos reclamado siempre para los organismos de la enseñanza el cogobierno y en los casos en que corresponda, como en el caso del Instituto Normal y del Instituto de Profesores Artigas (IPA) los Consejos Asesores y Consultivos (CAC), que fueron creados con la ley de emergencia de educación a la salida de la dictadura y sigue siendo la misma, y que en realidad, así como las Asambleas Técnico Docentes (ATD), no son tenidos en cuenta. Yo digo que no son tenidos en cuenta no por un problema de ley, porque la ley no prohíbe que el Codicen tenga en cuenta lo que producen las ATD, o sea que hay cambios que se pueden hacer sin necesidad de legislar.
EC - Esta es la opinión de la 1001. ¿Es textualmente así la posición del FA? No.
MA - Lo que votó finalmente el Congreso del FA, o lo que quedó vigente, porque no pudimos llegar a los dos tercios -usted sabe que el Congreso decide por dos tercios-, quedaron vigentes los congresos Zitarrosa y Tota Quinteros, o sea los anteriores, que todavía son más duros de lo que podía haber salido en este último, van mucho más a fondo porque el fervor y la indignación que había en ese momento con el tema educación eran mucho mayores.
EC - O sea que el tema todavía está para terminar de definirse.
MA - No, está definido; desde la Mesa se proclamó claramente que al no haber dos tercios para modificar los congresos anteriores, quedan vigentes. El tema es muy claro: vamos a tener mucho para reparar, lamentablemente, todos los inventos que se han hecho, fundamentalmente en enseñanza media, planes diversos, los muchachos que llegan a la Universidad o a quinto o sexto con niveles absolutamente disímiles, según el tipo de liceo al que hayan ido o les haya tocado en suerte, según tal o cual barrio, es una barbaridad. Eso no se repara en un día.
Tenemos docentes formados como fábrica de churros, uno atrás del otro, como aquella película The Wall, que salían todos, pero es gente joven, que tiene ganas, que tiene vocación, y teniendo ganas y vocación estoy absolutamente convencida de que se le pueden dar los instrumentos; porque se la mandó a la guerra con un escarbadientes. En este momento la realidad, tanto de escuela... el otro día lo decía un compañero, el doctor Lescano, de la Comisión de Programa, que decía que no se ha considerado en realidad y deberíamos hacerlo con mucha más fuerza, el papel de contención afectiva, alimentaria, de todo que han hecho los maestros y maestras de este país durante toda esta época tan crítica, porque hay que escuchar a las colegas en qué condiciones trabajan; colegas que ellas mismas no tienen para terminar el mes, ellas mismas tienen niños con problemas. Entonces hay que hacer un trabajo en primer lugar que jerarquice, que dignifique a los docentes, que los reconozca, les dé herramientas y naturalmente un sueldo digno. Para eso los dineros de la UNESCO; eso está votado por el Congreso del Frente.
EC - Para terminar, en esta materia, educación...
MA - Usted me deja hablar de educación y llenamos el programa.
EC - ...¿ustedes piensan que hay que tomar medidas con los frenteamplistas que hayan participado de la reforma impulsada por Rama, que hay que excluir de los cargos de jerarquía en la educación a esos profesionales? Porque eso se discutió en el Congreso del FA. No hay una resolución todavía.
MA - Sí, sí, hay la resolución vigente del Congreso pasado.
EC - ¿Qué dice?
MA - Dice que aquellos mal llamados frenteamplistas que han estado... No estamos hablando del profesor, el maestro, el director o el inspector que está involucrado porque la reforma está vigente, de eso hemos dado pruebas, lo hicimos después de la dictadura; después de la dictadura los únicos que exigimos como gremio que dieran concurso fueron los inspectores.
EC - ¿Hacia quiénes va el cuestionamiento entonces?
MA - Va a aquellos que están en cargos de gobierno, de conducción y de represión. En el Congreso pasado me tocó argumentar sobre ese tema, y quiero decirlo con toda claridad: en la vida, en la vida política más o igual quizás, hay momentos en que uno pasa límites que no tienen retorno, o que son de difícil retorno. Se puede discrepar en los contenidos de la educación; se puede discrepar, como discrepamos toda la vida y hemos debatido en congresos, en lo que sea, en seminarios, sobre los rumbos, sobre los contenidos, sobre todo, hasta sobre los principios, hasta sobre la filosofía de la educación, yo respeto al que piensa distinto. Pero cuando se pasa la raya y se sanciona a estudiantes, como en esta maldita acta que tiene, que hay que derogar, se sanciona a docentes, es una línea de difícil el retorno.
EC - Usted dice que esa exclusión ya está vigente, porque viene de un congreso anterior y no se derogó.
MA - Es tan simple como esto: si nosotros defendemos, y así lo decimos, la participación de los protagonistas... Yo me imagino que el gobierno frenteamplista no va a nombrar a dedo a las autoridades del Codicen. Incluso no necesita cambiar la ley, así como hicimos con los secretarios de Juntas Locales en el primer gobierno de Tabaré, cuando no teníamos todavía la normativa; y como se hace ahora, los ediles se votan en las coordinadoras y después el intendente los designa, designa a los que nosotros votamos, no a otros, no a los que a él le parece. Y no se viola la ley porque la ley no lo prohíbe.
EC - ¿En este caso?
MA - En este caso es igual, después vamos a tener que ir a una ley de congreso pedagógico; esta ley de emergencia en la educación está desde 1985. Eso necesita un proceso, proceso que no van a hacer los legisladores solos, tendrá que discutir todo el cuerpo docente; tendrán que discutir los estudiantes donde corresponda, no los escolares; debemos involucrar a los padres y las madres. Además en Uruguay se hace con los docentes o no resulta; tenemos que enamorar a los docentes, a los uruguayos en general. Queremos enamorar primero a los uruguayos para que el 27 de junio vayan a votar por el cambio.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón