Stirling concreta sus propuestas
Economista Fanny Trilesinski: Es difícil hablar de continuismo cuando Uruguay ha sufrido un terremoto, pero a pesar de la crisis hay que seguir determinados lineamientos que son correctos. Y además poner el énfasis en otros temas porque precisamente la crisis dejó secuelas muy negativas en lo social, o en regulaciones en las que no se pudo avanzar lo deseable. Ahora todos dicen que hubieran devaluado antes, pero con la economía dolarizada era una catástrofe.
(Emitido a las 08.30)
EMILIANO COTELO:
Rebajar del IVA, generalizándolo; eliminar impuestos de recaudación insignificante; rechazo al uso del tipo de cambio como herramienta antiinflacionaria. Ejemplos de una batería de propuestas económicas con las que el precandidato Guillermo Stirling en alguna medida "sorprendió" a la concurrencia al último almuerzo de ADM, el miércoles pasado. Un discurso que se repitió ayer, con algunos matices, frente a un grupo de empresarios argentinos en Buenos Aires.
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Vamos a repasar estas propuestas en diálogo con una de las asesoras del escribano Stirling en materia económica, la economista Fanny Trilesinsky, actual directora nacional de Comercio, que justamente participó en la disertación de ayer en la capital argentina.
Se habló mucho en estas últimas semanas de que al escribano Stirling le faltaban propuestas, pero el miércoles se despachó con una serie de medidas a implementar en caso de llegar al gobierno. ¿Por qué se resuelve darlas a conocer ahora, apenas 10 días antes de las internas?
FANNY TRILESINSKY:
Lo que estaba habiendo durante todo el tiempo previo era un trabajo y una discusión. Se las dio a conocer ahora. En realidad tampoco es que hayamos visto demasiadas propuestas de otros candidatos, así que no veo por qué sorprende; lo que había era también una serie de vaguedades; no veo cuál era el tema.
EC - ¿Cuál ha sido su rol en este proceso? Usted en definitiva no es una mujer del Partido Colorado (PC).
FT - Efectivamente.
EC - Y le tocaba articular entre la 15 y el Foro, por ejemplo.
FT - En realidad nos tocaba discutir con el candidato una serie de propuestas económicas, algunas de gente de la 15 y otras de gente del Foro; obviamente hay muchas cosas propias que fueron discutidas con el candidato.
EC - ¿Cómo muchas cosas propias?
FT - Claro: temas que ya están consensuados, que nadie los tenía que venir a decir; incluso si usted se fija bien va a ver que varias de las medidas que anunció no son medidas concretas sino ideas que de algún modo se están aplicando actualmente. Me refiero concretamente al proceso iniciado a partir de la crisis financiera para desdolarizar la economía; no es una idea nueva, es una idea que ya están teniendo hoy el equipo económico y el Banco Central (BCU), que están tratando de ir en esa dirección.
EC - ¿Cómo definiría usted el discurso en materia económica del escribano Stirling: como un discurso continuista? Un continuismo ¿con qué tipo de novedades?
FT - Es difícil hablar de continuismo cuando Uruguay ha sufrido un terremoto muy importante, hoy estamos en una situación muy diferente de la que teníamos hace cuatro o cinco años; en ese sentido se precisan medidas nuevas. Pero es bastante claro que hay determinados lineamientos y direcciones que a pesar de la crisis son correctos; hay que seguirlos y además poner el énfasis en otros temas porque precisamente por la situación crítica que vivimos han quedado secuelas muy negativas -concretamente en el tema social- o temas en materia regulatoria en los que no se ha podido avanzar todo lo que hubiera sido deseable.
EC - ¿Un par de ejemplos de cada uno de esos dos capítulos que mencionó?
FT - En el tema social es de toda evidencia que la situación de crisis económica, caída del Producto y caída de los ingresos ha afectado muy fuertemente a la sociedad uruguaya y hoy tenemos indicadores de pobreza preocupantes; no vamos a negar eso porque no vamos a negar la realidad.
También es cierto -es algo que hemos discutido mucho con el escribano Stirling- que los indicadores que se está tomando para medir este fenómeno sólo toman en cuenta los ingresos monetarios, entonces todo el esfuerzo que hizo la sociedad uruguaya, el gobierno uruguayo para mantener las redes de protección social durante la crisis no se toma en cuenta.
EC - Usted dice que no se toman en cuenta por ejemplo las canastas, ese tipo de ayudas que desde el Estado han llegado a los sectores con situaciones más complejas. Como no son plata, no son dinero, no figuran en esas estadísticas.
FT - Por supuesto que no cuestionamos la metodología que se aplica, pero hay que saber cómo es y qué quiere decir. Cuando uno dice que se duplicó el número de indigentes lo está midiendo en términos de plata, lo que no quiere decir que haya el doble de personas que no comen; comen porque hubo transferencia, ya sea canastas, comedores, etcétera. No es que ese sea el desiderátum, porque después nos dicen que nos gusta mandar a la gente a comer a los comedores; no es así, pero entre que la gente pase necesidades básicas como que le falte la comida y tenga un comedor o una canasta a los que recurrir, nosotros preferimos esto.
EC - ¿Y en cuanto a novedades en esta materia, a acciones a implementar de ahora en adelante?
FT - Ahí tenemos un problema; con la reactivación de la economía se apuesta a que se puedan ir mejorando los ingresos de la gente, pero también hay que hacer cosas. Por ejemplo la medida de rebaja del IRP, tan criticadas desde los ultraliberales hasta la ultraizquierda, va en la dirección de aumentarle los ingresos a la gente y por lo tanto mejoraría este indicador. Desde ese punto de vista hay cosas que se pueden hacer.
La extensión de la asignación familiar, que finalmente se reglamentó ahora, es otra medida que al ponerse en práctica termina afectando al indicador porque termina siendo un ingreso monetario para las personas más pobres. No solamente termina afectando al indicador, claramente repercute en los ingresos de la gente. Por ahí hay una línea más de profundización de las políticas sociales que ya afectan a nuestro núcleo duro de marginalidad, son medidas específicas cuya dirección ya está dada en la sociedad.
La tan denostada reforma educativa ha implicado la incorporación de niños de cuatro y cinco años a las escuelas y escuelas de tiempo completo. Esa es la línea prioritaria, nosotros consideramos que ahí está la clave, complementada con otros programas mediante los cuales se intente reinsertar en el mercado laboral y capacitar a las madres jóvenes, adolescentes, de todos niños que están en esta situación. Allí hay todo un paquete en el que se está trabajando.
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EC - Quizás el planteo más rupturista, autocrítico podría quizás calificarse, que se le escuchó estos días al escribano Stirling haya sido el de no volver a utilizar el tipo de cambio como instrumento de política antiinflacionaria. Parece haber allí un señalamiento de un error del pasado, en este caso no sólo de la propia administración Batlle sino también de gobiernos anteriores, como el segundo gobierno del doctor Sanguinetti e incluso el de Lacalle.
FT - En rigor esa política comenzó en Uruguay en el año 1990, lo que hubo luego fue un mantenimiento. El famoso atraso cambiario o la dispar evolución entre los precios internos y el tipo de cambio se generó en las primeras etapas -eso ha pasado en todas las experiencias de aplicación de estos planes-, luego hubo si se quiere un mantenimiento de la situación. Para decirlo en términos que todo el mundo pueda entender: no se genera más atraso cambiario o no se genera atraso cambiario todo el tiempo; se generó al principio y permaneció.
EC - Durante el segundo gobierno de Sanguinetti fue muy discutido si no había que "devaluar"; es más, en la campaña electoral hace cinco años los candidatos colorados decían: "Un gobierno colorado no va a devaluar". Había una insistencia en ese criterio, en ese instrumento.
FT - Pongámonos en esta situación: Uruguay es un país pequeño entre dos monstruos, quiere decir que su autonomía para fijar las políticas es relativa. Entonces teníamos a Argentina y Brasil con una política de ese estilo, por eso pudimos soportar toda la situación hasta el 13 de enero de 1999; los problemas empiezan allí, porque hasta ese momento el atraso cambiario de nuestros vecinos, que era quizás mayor que el nuestro, nos permitía exportarles bienes y servicios en cantidades superabundantes y tener, como tuvimos, un crecimiento muy grande en nuestra economía durante toda la década del 90. Esa es la realidad.
El problema se generó cuando Brasil devaluó, se generó para nosotros y para Argentina. Yo era de los que decían que no era una buena cosa devaluar; los que sostienen que había que devaluar en ese momento y ahora sacan pecho diciendo: "Yo lo venía diciendo desde antes" olvidan que los dolores de la devaluación son muy grandes; basta mirar a mediados de 2002 para ver lo que fueron. No es una medida aislada, nosotros tenemos una economía fuertemente dolarizada, con la gente fuertemente endeudada en dólares, por lo cual una devaluación era una catástrofe; además implica una caída del salario real, o sea esas dos cosas que ya vimos.
EC - Pero en definitiva hay una autocrítica.
FT - En definitiva hay una decisión de no volver a usar ese instrumento porque sabemos que no termina bien.
EC - Y en cuanto a la intención, el propósito de profundizar la desdolarización de la economía, un camino que en esta administración ya se empezó a transitar, ¿qué instrumentos nuevos se anuncian o se manejan?
FT - No instrumentos nuevos, seguir en este camino.
EC - ¿Por ejemplo?
FT - En esto hay que ser cuidadoso, este propósito implica dar los incentivos adecuados al sistema financiero para que capte depósitos y preste en unidades indexadas, que es una variable sobre la cual el BCU tiene mucho más control que sobre el dólar. Cosa que no es fácil, porque no es solamente cuestión de incentivos, hay que ir contra una cultura muy arraigada, de muchos años, donde el dólar apareció como moneda de transacciones corrientes en Uruguay. Es un camino que hay que recorrer, que hay que trabajar muy seriamente. Los chilenos, por ejemplo, hace muchos años que están en esto y han podido hacer un manejo mucho menos traumático del que podemos hacer nosotros. Hay que persistir en ese camino.
EC - Cuando entrevistábamos al escribano Stirling hace pocas semanas aquí En Perspectiva, en un momento del diálogo, y aludiendo en forma crítica a los precandidatos del Partido Nacional y el Encuentro Progresista, decía: "A mí no me van a escuchar hablar de rebajas de impuestos". Sin embargo en estas dos disertaciones de ayer y anteayer el tema apareció: eliminar 18 impuestos de escasa recaudación y por otro lado rebajar el IVA; ¿cómo se entiende?
FT - En rigor lo que no hay propuesto aquí es una rebaja de impuestos que pueda comprometer la recaudación. Hay por un lado una racionalización, porque tener impuestos que recaudan poco muchas veces no es eficiente porque uno termina gastando más en recaudar que lo que realmente rinden; me refiero a la administración y a los contribuyentes.
EC - Stirling recordó que hay siete impuestos que representan 93 por ciento de la recaudación impositiva y 18 que otorgan el restante 7 por ciento.
FT - Efectivamente; entonces por ahí una racionalización. Lo que hay es un compromiso muy fuerte de una mejora en la administración tributaria, camino que también se está empezando a recorrer ahora con una reforma de la DGI (estas son todas cosas que hace mucho tiempo que están planteadas y no se pudieron llevar adelante), y por otro lado un combate frontal a la evasión que además se ha incrementado producto de la crisis. Cuando uno tiene tasas muy altas de impuestos el estímulo a la evasión es muy grande; entonces hay que ser muy prudentes en el sentido de decir que el combate a la evasión es frontal, todos tenemos que pagar impuestos y en la medida en que eso se vaya logrando, se podrá ir logrando una mejora en la recaudación y se podrá empezar a bajar tasas. Hay que tener un muy buen ejército impositivo para reprimir la evasión y a la vez comprometerse a una rebaja de las tasas, ...
EC - Usted empieza a contestar lo que iba a preguntarle, que era: ¿cómo se puede hacer este tipo de anuncios si al mismo tiempo dice Stirling, como dijo: "Todos han prometido bajar el costo del Estado y nadie puedo hacerlo, lo que muestra que es difícil"? Como que el gasto no bajaría y sí se irían bajando tasas de impuestos o eliminando algunos de esos 18 que aportan el 7 por ciento de la recaudación de DGI.
FT - En la medida que aumente la gente que paga. La recaudación no se puede comprometer. Además hace cinco minutos en esta misma conversación le dije que había una prioridad muy grande en el tema social; para eso precisamos recursos, muchos de los cuales podrán venir de renovaciones de préstamos internacionales y otros tendrán que ser recursos genuinos. La prioridad es lo social, para eso va a ser necesario gastar dinero, entonces no se puede comprometer la recaudación, no se puede plantear impuestos nuevos o derogaciones de otros que comprometan la recaudación. Se podrá bajar las tasas en la medida que aumente la recaudación porque todos paguen.
EC - Más de un oyente puede estar pensando en este momento: esto que dijo Stirling y ahora está ampliando su asesora ya lo anunció en su momento el doctor Jorge Batlle antes de asumir y hasta ahora... ¿qué pasó?
FT - Lo que pasó fue un terremoto en Uruguay, entonces muchas cosas que se debieron haber hecho no se pudieron hacer porque hubo que dedicarse a tratar de que el país pudiera continuar funcionando. Hemos tenido una salida de la crisis financiera que es ponderada muy fuertemente en muchas partes del mundo. Lo que pasa es que nosotros los uruguayos no somos capaces de ver lo bueno que hacemos, sólo criticamos lo malo.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón