Entrevistas

Larrañaga también quiere a Iglesias, pero no como ministro

El precandidato nacionalista abogó por "convocar a los mejores de todos los partidos", suscribir el documento "Consenso Uruguay 2005", e incluso formar una delegación multipartidaria para encarar la deuda externa. Para Economía, mantiene su preferencia por un político.

(Emitido a las 07.50)

EMILIANO COTELO:
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, contador Enrique Iglesias, aparece tironeado desde distintos lados del espectro político. Ahora el diálogo es con el precandidato blanco que protagoniza esta carrera palmo a palmo hacia el domingo 27 de junio por la postulación del Partido Nacional a la Presidencia de la República en las elecciones de octubre. ¿También lo encontramos en el interior a esta hora?

JORGE LARRAÑAGA
Sí; hice un alto en San José, en viaje de Trinidad a Montevideo, bajo una lluvia impresionante.

EC - Nos llamó la atención que desde distintas precandidaturas se hablara en estas horas del contador Iglesias como ministro de Economía. El planteo que usted hizo en Rocha venía a partir de la idea de generar un gobierno de compromiso nacional si gana en octubre.

JL - Lo nuestro es mucho más que un nombre; nosotros no andamos quedándonos en la retórica ni en la discusión de un nombre. Ya desde las bases programáticas para un gobierno de compromiso nacional (libro que usted conoce y que hemos lanzado el 1º de marzo de este año) hemos hablado de compromiso nacional, de convocar a los mejores de todos los partidos, incluso este sábado me preguntaba con el público de una asamblea hermosa que tuvimos en Rocha "?Sería tan difícil convocar a los mejores blancos, a compatriotas de otras colectividades políticos como los senadores Atchugarry, Astori...?", y también mencionaba al contador Iglesias para integrar mi equipo. No el Ministerio de Economía, porque ya he expresado claramente que quiero un político al frente de ese ministerio.

EC - O sea que usted no maneja el nombre del contador Iglesias para el Ministerio de Economía.

JL - No; estaba mencionándolo como ejemplo de una integración multipartidaria. Hablamos de algo mucho más importante, que es un gobierno de compromiso nacional; buscan entendimientos, buscar la representación multipartidaria en los entes autónomos, servicios descentralizados, en el Tribunal de Cuentas, en la Corte Electoral... Lo adelantamos en el documento que lanzamos a la opinión pública en los primeros días de abril, "Consenso Uruguay 2005", que aspiramos a que, luego de pasada la instancia del domingo próximo, pueda ser firmado por todos los candidatos a la Presidencia de la República. Quizá no tengamos que esperar al mes de diciembre para llevar adelante una reunión con los organismos internacionales de crédito; quizá como ejemplo de concordia política cuando el país necesita coincidir y no debatir, al estilo de lo que muchas veces hacen ustedes en La Tertulia, donde hay gente de todos los partidos que alcanzan un entendimiento al final de una discusión; quizá en julio, a la vuelta de la esquina, podamos enviar una delegación de los principales técnicos de cada uno de los partidos para ir conversando con los organismos internacionales de crédito, más allá de las diferencias, más allá de los proyectos políticos...

EC - ¿Esa es una propuesta concreta suya, que ya en julio una delegación multipartidaria pueda viajar a Washington para empezar a trabajar en el problema de la deuda, sobre todo pensando en el año que viene, que está muy comprometido en materia de pagos?

JL - Está inserta en el propio Consenso Uruguay 2005 cuando hablamos del cumplimiento de los compromisos internacionales. Lo hemos dejado por escrito y nos parece una novedosa propuesta, porque habla de que podemos tener una suerte de tregua política, más allá de los proyectos y debates que puedan darse para la instancia de octubre y noviembre. Pero estaríamos contribuyendo grandemente con el país.

EC - En materia de incorporación a un eventual gobierno encabezado por usted de figuras ajenas al Partido Nacional, usted mencionó algunos nombres: al senador colorado Alejandro Atchugarry y al frenteamplista Danilo Astori.

JL - Lo hago a título de ejemplo; no es mi intención generar una utilización de estos estupendos compatriotas, que pueda afectarlos en sus respectivas internas...

EC - ¿Pero piensa en estas figuras por ejemplo para integrar el gabinete, para ser ministros en un gobierno suyo?

JL - Y si se pudiera dar, ¿por qué no? El senador Atchugarry es un hombre que aportó a la salida del país al frente del Ministerio de Economía en un tiempo muy difícil de la vida del país, es un gran articulador político; creo en el propio senador Astori, con quien siempre hemos tenido muy buena sintonía en la relación política. Lo digo a título de ejemplo: hay otros prestigiosos compatriotas de otras colectividades políticas, que podrían sumarse a lo que me parece esencial -lo otro es anecdótico- que es un gobierno de entendimiento, un compromiso nacional que genere una tregua... ¿Por qué no poder hablar bien de algún actor político que no pertenezca a nuestro partido?

EC - ¿Y cómo ve el hecho de que el doctor Tabaré Vázquez también piense en el contador Iglesias, incluso como ministro de Economía?

JL - Será un problema del doctor Vázquez. Yo no creo en la figura del contador Iglesias como ministro de Economía, ya he expresado que quiero a un político al frente de ese ministerio...

EC - Pero hablamos de la otra posibilidad: que el presidente de la República sea Vázquez.

JL - Será un problema del doctor Vázquez. Yo no le voy a proponer al doctor Vázquez al candidato al Ministerio de Economía; él tendrá su libertad.

EC - Porque Vázquez piensa incluso que Vázquez está hoy más cerca del EP-FA en sus propuestas económicas por la atención a las políticas sociales que a Lacalle y a otros candidatos, a excepción en parte de usted.

JL - Yo no voy a andar tironeando del saco a Iglesias para intentar a último momento, cuando faltan seis días de campaña electoral, apropiarme también de la figura del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo para sacar un puñado de votos más. No estoy para eso. Me parece que lo más trascendente es que el país se comprometa, que todos los partidos nos comprometamos a un gobierno de entendimiento, a tener una tregua política, a llevar adelante... Si algunos sectores políticos podemos coincidir tanto en que puede ser de importancia, ¿por qué no firmamos después de la interna el documento Consenso 2005 con las modificaciones que cada uno le pueda hacer para precaver al país en su incipiente proceso de recuperación económica del efecto electoral que tanto puede repercutir negativamente? ¿A qué esperar a diciembre, por qué no poder hacer ahora, en un gesto de entendimiento del país y de todos los compatriotas, de todos los sectores políticos, para por lo menos hacer algo concreto por el Uruguay, buscando canalizar una reprogramación del endeudamiento externo para que el país no tenga este condicionamiento para el año que viene?

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón