Entrevistas

Cardoso (PN): "Un partido es la posición de múltiples dirigentes confrontando y conviviendo"

Cardoso (PN): "Un partido es la posición de múltiples dirigentes confrontando y conviviendo"

Un grupo de diputados e intendentes nacionalistas explora la posibilidad de formar un nuevo movimiento político en el Partido Nacional (PN). Por el momento, se trata de "un espacio de reflexión con la idea de conversar", según explicó el diputado José Carlos Cardoso. Entrevistado por En Perspectiva, el representante rochense manifestó que su fuerza política "necesitaba abrir más sus porteras, ser mucho más abierto" y que ésta se ha quedado atrás en algunos temas, como la legalización del aborto, del autocultivo de marihuana o el concubinato. El legislador herrerista agregó que el partido presenta dificultades para relacionarse "con otra intermediación que la sociedad tiene hoy" por lo cual debe repensar el lenguaje con el que se comunica. Además, dijo que "tener múltiples opiniones no significa estar enfrentados" y que "la identidad no se pierde por recuperar posiciones diversas". "Si alguien me dice que yo ando buscando la eficacia electoral de mi partido, coincido, es verdad, de eso se trata. Si no, ¿qué estamos haciendo en un partido político?", reflexionó.


(emitido a las 10.07 Hs.)


EMILIANO COTELO:
¿En el Partido Nacional (PN) hay lugar para un tercer espacio, además de los que encabezan Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga?

Un grupo de diputados e intendentes nacionalistas está explorando esa posibilidad. José Carlos Cardoso, Ricardo Berois, Rodrigo Goñi, Pedro Saravia, Armando Castaingdebat y Carlos Enciso son algunos de los nombres que participan en esto que por ahora definen como "espacio de reflexión" y que se viene reuniendo desde el mes de enero pasado.

A partir de las lecciones que dejó el año electoral de 2009, proponen que el PN tenga una apertura mayor y vuelva a ser un partido policlasista. Según el diputado Cardoso, el Frente Amplio (FA) ha querido condicionar a los blancos mandándolos al rincón: "Ustedes representan la pareja casada, católica y con dos hijos". Cardoso se rebela y advierte: "No puede ser que los blancos representemos eso".

Pero además se la juegan en un asunto muy debatido entre los partidos tradicionales: "Si dos partidos como el blanco y el colorado tienen puntos de referencia importantes, relevantes, sobre la vida del país, que son conjuntas, ¿por qué no tener una expresión electoral conjunta?".

¿Cómo se planta este grupo en la interna blanca? ¿Cuáles son sus próximos pasos?

Vamos a conversarlo con el diputado José Carlos Cardoso, maestro, rochense y herrerista. Tiene 52 años, ha sido diputado por Rocha electo por el Herrerismo en tres períodos; fue candidato a intendente de Rocha en los años 2000, 2005 y 2010; fue subsecretario de Educación y Cultura durante el Gobierno de Jorge Batlle en el período 2000-2003; fue consejero de Educación Primaria durante el Gobierno de Luis Alberto Lacalle, en el período 1992-1994.

Por ahora, ¿cómo le llaman al grupo?, ¿Reflexión Nacional?

JOSÉ CARLOS CARDOSO:
Así nos convocamos, como un espacio de reflexión con la idea de conversar.

EC - El grupo tomó estado público este verano, en enero, cuando usted invitó a figuras de diferentes sectores del PN a un asado en su casa de La Paloma, unos días antes de ese otro asado tradicional que habitualmente lo tenía a usted como anfitrión, del Herrerismo y después de Unidad Nacional (UNA). ¿Por qué se dio ese giro?, ¿por qué primero ese otro asado?

JCC - En primer lugar, esto es el fruto de un trabajo que ya habíamos empezado a hacer el año pasado, que nos permitió, en una gira que el PN organizó por todo el país, tomar contacto con toda la dirigencia partidaria y evaluar que el partido necesitaba abrir más sus porteras, ser un partido mucho más abierto de lo que hemos sido hasta ahora, pegarle un sacudón a la interna partidaria y eventualmente ser mirados desde fuera con una expectativa que no teníamos.

Nos pareció que esto no puede dejarse para los años electorales, no es un tema electoral exclusivamente. Es un tema de posicionamiento del partido en la opinión pública, de posicionamiento y referencia sobre los temas de la vida del país, por lo tanto había que comenzar lo antes posible. Enero parecía ser un lindo momento, y lo hicimos, lo hicimos con la libertad que nos da trabajar en política dentro del PN.

EC - ¿Cuánto incidió en que dispararan ahora estos contactos el malestar que parece que a usted le causó el hecho de que fuera Luis Lacalle Pou quien terminara seleccionada dentro de UNA para presidir la Cámara de Representantes este año?

JCC - En la movida no tuvo ninguna incidencia, fue una de las tantas batallas que uno va teniendo en la vida política. Eso se resolvió el año pasado, yo voté por Luis Lacalle Pou a la presidencia de la Cámara.

EC - ¿Quedó conforme con esa decisión? ¿No tenía credenciales usted para eso?, ¿no estaba de por medio eso?

JCC - Creí que podía, pero no soy de cobrar cuentas, me pareció que me había ganado ese lugar. Los compañeros hicieron una forma de elección que se resolvió el año pasado, resolvieron otra cosa, el Herrerismo además no defendió esa posición íntegramente, no defendió que fuera alguien del perfil herrerista, y se logró de esa manera. No guardo rencores ni tengo problemas, como no los tuve para la integración de la lista al Senado.

EC - Esos resquemores, esos dos temas que acabamos de mencionar, son los que llevan a algunos dentro del PN a pensar que lo que hay acá es una jugada suya –y de otra gente– para conformar una lista propia al Senado en el año 2014.

JCC - Esa es la primera reacción para limitar el espacio: "Ustedes lo hacen por cosas bastante menores, por cosas poco significativas". No es cierto, la gente que está en esto, el intendente Castaingdebat y otros compañeros, no está ni por asomo pensando en esto, y mucha otra gente que no tiene agrupaciones electorales pero tiene presencia en la vida partidaria ha ido sosteniendo esto, pero en las conversaciones que hemos tenido, que han sido varias, en ningún momento ha habido temas de posicionamiento.

Sí ha habido temas de lenguaje partidario, temas como cómo nos han ido poniendo en un rincón, cómo nos han reducido a ser un partido del 22 % de la opinión pública, que representamos solamente algunas cosas y no todos, cómo aquel partido abierto, policlasista, totalizador de la opinión pública que fuimos hasta el año 89, que fue el mejor año, el más rutilante del PN, en el que demostrábamos que éramos opinión pública de verdad, ha pasado a esto en que el Frente ocupa toda la cancha, es todo, es blanco y negro, arriba y abajo, rico y pobre, todo, y nosotros somos algo de la porción de la opinión pública. No puede un partido con vocación de ganar atarse a eso y creer que va a ganar elecciones.

EC - Me llama la atención que usted diga que no lo convence, que se rebela contra "el posicionamiento en el que nos han ubicado". ¿Por qué es el FA el que ha ubicado al PN en ese estereotipo de "ustedes representan la pareja casada, católica y con dos hijos"?

JCC - Porque nosotros hemos asumido ese rol, pero además el FA ha jugado estratégicamente bien, ganó dos elecciones de corrido con mayoría parlamentaria, no es menor lo que ha hecho el Frente en el Uruguay. Parte de esos éxitos es hacer que los partidos que se le oponen queden arrinconados en la opinión pública y nos asignen un rol, a partir de un fenómeno de comunicación política, de insistencia sobre determinados temas. Recordemos, primero fue blanquicolorado durante mucho tiempo, mucho tiempo éramos los blanquicolorados como la cosa mala, era un membrete que identificaba algo malo, blanquicolorado, una cosa difusa, sin perfiles. También nosotros en el PN hemos, por nuestras propias posiciones, y por insistir en ellas, hemos ido retrocediendo en la opinión pública.

Hay un ejemplo que nos pinta de cuerpo entero: la ley de caducidad. La ley de caducidad en el año 86 fue votada por un lado por el Partido Colorado (PC) con una única posición, a favor, por otro lado por el FA con una única posición, en contra, y el PN estuvo en el medio de la cancha con las dos posiciones, votamos dividido en el Senado, dividido en Diputados, estaba Wilson presente. Fuimos a un plebiscito en abril del 89, éramos verde y amarillo, yo estaba en una esquina con el amarillo, y otros compañeros –Ana Lía Piñeyrúa, tantos– estaban en la otra esquina con el verde. No éramos un partido totalizador, ese partido ganó la elección en el 89. No era un partido que la gente advirtiera contradictorio, al revés, era un partido que abrazaba la diversidad de la opinión pública, hasta en sus contradicciones, porque esa posición era contradictoria. Alguien nos dijo: "Ustedes están locos, ¿cómo defienden dos posiciones totalmente contradictorias?". Nadie nos pasó esa factura y ganamos la elección.

Sin embargo hoy, 20 años después, tenemos posiciones únicas y el Frente tiene todas las posiciones, hasta en la ley de caducidad tienen dos posiciones, hay quienes creen que hay que mantenerla, dejarla como está, y quienes creen que hay que eliminarla y sacarla del ordenamiento jurídico. Este es un ejemplo, pero puedo poner varios que nos retroceden en la opinión pública.

EC - ¿Cuáles son los temas que a usted le preocupa que hoy sean de posición única en el PN? Mencionó uno.

JCC - Hay temas vinculados básicamente a las cuestiones sociales. Es ahí donde me parece que hemos perdido perfil, en ser abarcativos de más opinión. Porque la opinión pública es el reflejo de la multiplicidad de ideas, incluso dentro de nuestras familias, tenemos posiciones distintas dentro del ámbito familiar y sin embargo convivimos. Los partidos tienen que ser reflejo de eso, tener múltiples opiniones no significa estar divididos o enfrentados.

Le voy a poner otro ejemplo en el que desde mi punto de vista el PN llegó tarde. El concubinato en el Uruguay está reconocido socialmente desde hace más de 20 años, está aceptado socialmente, las familias  casadas con un rito de la organización familiar tienen hijos en pareja, y los  aceptan y los quieren igual, porque tienen otro formato de relación social. El PN tuvo enormes dificultades para discutir este tema, se nos decía que era una forma de destruir la familia. Nos aproximamos tarde a un tema que estaba resuelto en la sociedad y abrazamos una posición muy conservadora en una sociedad que ha cambiado. Esta es una sociedad totalmente distinta de aquella a la que le hablábamos hace 30 años. Aquella era una sociedad de clase media, con muchas características como las que tú planteaste al principio; esta de hoy es totalmente distinta, está segmentada en forma diferente en lo social, en lo económico, en la estructuración, en la organización familiar. Es otra sociedad.

EC - Otro tema sería la despenalización del aborto, por lo que ustedes han comentado.

JCC - Por supuesto. Yo parto de la base de que hay gente que vota por el PN y comparte aumentar la despenalización del aborto; ¿o no? ¿Entonces tendríamos que posicionar al partido con una única posición? No estoy diciendo que lo voy a votar, estoy diciendo que si aparece alguien en el PN con esa posición no podemos hacerlo callar la boca, no podemos decirle "ah no, esta es una posición de principios para el PN", porque no lo es. Se ha colocado como una cuestión de principios y no lo es, no está en la posición de principios hablar sobre determinados tipos de despenalización, en este caso del aborto. No abrimos los brazos para abarcar a gente que vota al PN y tiene esa posición, respetar esa diversidad, el partido tiene que acompañar y que respetar la diversidad. Después laudamos dentro las mayorías, por supuesto que laudamos, como lauda el Frente.

EC - Ese es un punto importante, los oyentes dicen que no entienden muy bien eso de que haya distintas posiciones en torno a un tema. ¿Cómo funciona después?, ¿cómo se procesan esas diferencias dentro del partido?

JCC - Como se procesaban antes, se lauda debatiendo. Por supuesto que hay mayorías, en el PN hay una mayoría muy importante que habla, que se expresa, que lo hace con total libertad, por ejemplo en el tema del aborto, en contra de aumentar la despenalización. Despenalización que ya existe, estamos hablando de otra despenalización; ya existe la despenalización, pero se quiere ampliar más. Y hay otros que están a favor pero no lo expresan.

EC - Usted no dice que dentro del PN no haya diversidad de opiniones, de hecho la hay, está mencionando temas en los que hay diversidad de opinión.

JCC - Pero no se expresa.

EC - Percibe que hay una especie de censura oficial para determinadas posiciones, por ejemplo en el tema de la despenalización del aborto.

JCC - El partido transforma algunas posiciones en posiciones casi principistas cuando no lo son, nuestros principios pasan por otros lados. La concepción del PN respecto a su carta de principios está claramente escrita y diseñada. Pero en la cultura nacional, en la estructuración de la sociedad, ha habido cambios que el PN debe entender; por eso hablamos mucho del lenguaje con el que nos comunicamos, de nuestra relación con la estructura social. Tenemos dificultades para relacionarnos con otra intermediación que la sociedad tiene hoy. Los partidos políticos ya no son el eje exclusivo de representación de la gente, hace 30 años la gente se hacía representar por el diputado, veía todos los problemas vinculados al poder y al Gobierno con un legislador. Ahora no, ahora hay otra intermediación, por ejemplo las ONG, que se ocupan de todos los temas, de la más amplia diversidad de la sociedad. ¿Cuál es nuestro relacionamiento con ellas? No tenemos comunicación, tenemos una escasez de lenguaje con ellas y para entender esa otra forma de funcionamiento social. Este es un cambio que el PN tiene que hacer.

El Frente lo ha hecho, trabajó mucho en ese campo, como trabajó mucho en el campo cultural, abriendo y teniendo mucha mayor flexibilidad. Después resuelve como revuelve. ¿Cómo resolvió el Frente el tema del aborto? Veamos lo que pasó en el período pasado: el presidente de la República, el candidato único de ese partido, tomó una decisión y vetó el artículo clave de esa ley, y dentro tenía, como todos vimos, posiciones totalmente contrarias. ¿Qué tiene que ver Mónica Xavier con el ministro Lescano, un democratacristiano en contra de la despenalización del aborto, militante contra la despenalización del aborto y una militante exactamente por lo contrario? Sin embargo conviven y resuelven el tema dentro del Frente. Y conviven con un presidente que se opuso a esa cuestión. ¿Esto no es convivencia en un tema? Yo miro eso como un reflejo de esa diversidad que desde mi punto de vista el PN ha reducido.

EC - También es cierto que el PN y el PC cuestionan esa diversidad del FA con expresiones como la de "colcha de retazos". ¿Entonces? ¿Ahora le sirve a un blanco o a un grupo de blancos que su partido sea una colcha de retazos?

JCC - No es una colcha de retazos, quiero recuperar a mi partido en la diversidad.

EC - Porque otra pregunta podría ser: si el partido adquiere toda esa amplitud que usted reclama...

JCC - ...Recupera, debe recuperarla.

EC - Si el partido adquiere, recupera, tiene toda esa amplitud, ¿no pierde identidad? ¿Cuál sería en ese caso la identidad nacionalista?

JCC - La identidad no se pierde por recuperar posiciones diversas, eso es la búsqueda de una polarización en la que desde mi punto de vista nos equivocamos. Es creer que abrazándonos a posiciones únicas somos más claros ante la opinión pública. Es mucho más fácil tener una posición clara para que la gente visualice que estás en determinada posición. Eso le puede pasar a un dirigente, le pasa a un dirigente dentro de un partido, está bien que el dirigente asuma posiciones, que las muestre, que presente su posición ante la opinión pública. La gente sabe "este señor defiende esta posición". Pero el partido es una cosa mucho más grande, mucho más amplia, mucho más compleja, mucho más viva, no es la posición de un dirigente, es la posición de múltiples dirigentes conviviendo, confrontando dentro del partido.

Si no, vamos a caer, como estamos cayendo en un proceso de 10 años, en que hay un partido que totaliza la opinión pública. Ese es el objetivo que el Frente ha logrado, totalizar todas las opiniones en todos los temas. No ha habido asunto de la vida del país en los últimos años en que el Frente no haya tenido todas las posiciones. En lo económico tiene las dos posiciones, Lorier y Astori. Ese reduccionismo al que nos convocan a nosotros pero ellos hacen en amplitud desde mi punto de vista juega un rol muy importante en las definiciones políticas en una sociedad. Y el PN, que ha tenido históricamente diversidad, desde mi punto de vista ha retrocedido en eso. Por eso queremos abrir, golpear en esa dirección, abrir el partido a formas mucho más diversas del pensamiento político.

EC - Ahí usted entiende que tiene que ir la discusión poselectoral del PN. Ustedes han criticado que algunos de los planteos que se han hecho luego de estas reuniones de reflexión que organizó el partido el año pasado han ido más a cuestiones de forma y no al contenido.

JCC - Se han dado respuestas de forma, y algunas finalmente de contenido. Por ejemplo, el documento que presentó el presidente del directorio, que es un documento bien articulado y que es el reflejo de un dirigente que tiene mucho conocimiento de la estructura y del funcionamiento del partido. Lacalle va por su segunda reforma en la vida del partido, la anterior la hizo él también, la redactó él y el partido la acompañó, e hizo modificaciones, la creación de la Comisión Delegada es de su puño y letra. Y Lacalle nos da ahora una nueva reforma de la vida del partido, que yo creo que es buena, la acompaño, pero me parece que no alcanza, que es solamente la mecánica partidaria: cuántas veces se reúne la Convención, cómo se reúne, cómo funciona, cómo tomamos decisiones. Eso está muy bien, pero queda todo un campo de reperfilamiento del PN y sus opiniones en la opinión pública, cómo jugamos en la opinión pública, el relacionamiento con la estructura social, la recuperación de nuestro vínculo con la cultura nacional en la que también hemos sido hostigados y no hemos tenido respuestas adecuadas en los últimos tiempos. Esta es otra cuestión, es otro campo de ideas que desde mi punto de vista es en el que más hay que trabajar.

***

EC - Charlamos con él a propósito de este grupo que por ahora se define como Reflexión Nacional, en el que convergen diputados e intendentes provenientes de las dos grandes corrientes del partido, de UNA y de Alianza Nacional (AN). El grupo está preocupado por el encasillamiento en el que dicen ha caído el partido, que le ha restado amplitud; dicen que hay que introducir un nuevo lenguaje en la vida del partido, tratar de ayudar a entender una realidad social que es distinta. "Es necesario que el PN tenga perfiles suficientes para representar más de lo que representa hoy, si no, caemos en la simplificación en la que el partido ha caído, o caemos en un discurso repetitivo de décadas pasadas. Muchas veces el PN le habla a una clase media que no existe, muchas veces le hablamos a una plaza vacía", ha llegado a decir el diputado Cardoso.

A partir de expresiones como estas y de las que usted tenía en la primera parte de la entrevista, vienen varios mensajes de los oyentes. Por ejemplo este de Jorge, que dice: "Pero entonces me quedo pensando que es una clara postura electoralista, lo que se desprende claramente es: la estrategia del FA le permitió ganar dos veces las elecciones, vamos a hacer lo mismo".

JCC - No, no vamos a hacer lo mismo. Yo trabajo en la vida política, en la vida interna de mi partido y en la vida política nacional, y creo que el PN es un muy buen instrumento que necesita más eficacia electoral. Si alguien me dice que yo ando buscando la eficacia electoral de mi partido, coincido, es verdad, de eso se trata. Si no, ¿qué estamos haciendo en un partido político? No creo que el PN sea un partido referencial, no somos el Partido Verde alemán, que representa determinadas concepciones limitadas estructuralmente y que no tiene ningún cambio ni ninguna vocación de gobernar Alemania. Nosotros tenemos la vocación de ganar y de gobernar el Uruguay. Y somos un partido policlasista, abierto; siempre lo fuimos, era un partido en el que convivían el estanciero y el peón rural.

EC - "Era", dice usted.

JCC - Era, eso lo hemos ido perdiendo.

EC - Ya no es policlasista.

JCC - Hemos ido reduciendo. Por lo tanto lo tenemos que recuperar, y lo podemos recuperar. Si ello me lleva a ganar las elecciones, por supuesto, los partidos son instrumentos de Gobierno.

EC - También hay mensajes de frenteamplistas: "Soy frenteamplista y estoy de acuerdo, el tema no es no tener posiciones únicas, sino cómo se elaboran. La diversidad es fundamental".

JCC - Exactamente, esa es mi postura, cómo se elabora y cómo se discute después dentro del partido. Pero ese es un proceso que viene. Yo creo mucho en la discusión dentro de mi partido, la discusión dentro del partido es buena, lo que veo ahora es que cuando nos ponemos en torno a una mesa la discusión no tiene diversidad, cuesta abrir esa discusión.

EC - ¿Ustedes están creando una corriente alternativa a las dos grandes ramas que hoy tiene el partido, las encabezadas por Jorge Larrañaga y Luis Alberto Lacalle?

JCC - Ese es un enorme desafío. Primero decir: nosotros nos plantamos creando un grupo y después empezamos a hablar, empezamos a hablar y finalmente termina, si esto cuaja, en un grupo. Empezamos por ese camino, empezamos a hablar y vamos a ver; llevamos 60 días, hemos hecho varias reuniones, muy buenas, muy ricas. En las reuniones tenemos dos componentes, el de compañeros que tienen agrupaciones, que vienen del campo electoral, de la lucha electoral, y otros que no vienen de la lucha electoral. Yo diría que son mitad y mitad, gente que viene a aportar puntos de vista, enfoques. ¿Terminará en un movimiento? Es probable, es muy probable, lo definiremos lo antes posible, en la medida en que esté claro, porque tampoco es una aventura personal, yo no estoy planteando una aventura personal, "síganme que yo voy para algún lugar", esto es una construcción. Desde mi punto de vista también es un elemento que juega en un cambio de la dirección partidaria.

Yo estoy de vuelta en aquello de que los dirigentes dirigimos a la gente, los dirigentes somos los que dirigimos: ustedes me siguen, que yo sé para dónde voy. Ese tiempo ya pasó, hoy la dirección partidaria y la conducción política son transadas, es una transacción entre la opinión, los ciudadanos y nosotros. No voy atrás de la gente, no voy al grito del aplauso ligero y fácil, pero tampoco me creo en el posicionamiento de "síganme que yo sé para dónde voy". La gente no se banca eso. "¿Seguirte?, ¿para dónde? Vamos a discutir para dónde vamos." Hay una transacción permanente, ese es el nuevo dirigente político de estos tiempos, el que va transando la conducción, escuchando, cediendo cuando tiene que ceder, retomando cuando tiene que retomar, aportando su punto de vista, pero teniendo un oído muy cercano a esa sociedad de múltiples colores. La sociedad hoy tiene muchos colores y para representarla hay que parecérsele, un partido que no se parece a la sociedad no puede ganar.

EC - Pero ¿está implícito que para ustedes se han agotado los liderazgos de Lacalle y Larrañaga?

JCC - No, Lacalle tiene vigencia y Larrañaga también, pero no totalizan el partido, no completan esta diversidad que desde mi punto de vista el partido necesita y por lo tanto estamos dispuestos a agregar. No andamos diciéndole a nadie que se vaya, ni que se baje, ni que renuncie, ni que abandone, nada, ni a Lacalle, ni a Larrañaga, ni a nadie. Aquí nadie tiene que abandonar, tenemos que agrandar la mesa.

EC - Haciendo como hacen este análisis públicamente, planteando las objeciones como las que usted acaba de realizar a propósito de lo que significan Lacalle o Larrañaga en el partido hoy, ¿cómo es que siguen perteneciendo a sus respectivos grupos?, ¿cómo es que usted sigue en UNA?, ¿cómo es que Rodrigo Goñi continúa en AN? ¿No están incómodos, no han tenido conversaciones en las que los dirigentes, Lacalle o Larrañaga, les manifestaran malestar por lo que están armando?

JCC - Malestar no me ha manifestado nadie. Es probable que la convivencia de funcionamiento sectorial en algún momento se haga incompatible con esto, eso es verdad, pero como nosotros no nos estamos peleando con nadie, no estamos haciendo de esto una pelea contra Lacalle, una pelea contra Larrañaga, sino que estamos promoviendo un debate, a los que nos están mirando les cuesta mucho enfrentarnos, porque ¿por qué los vamos a pelear? Es probable que en algún momento el funcionamiento orgánico de los sectores que integramos tenga un cambio. Y de hecho ya lo ha tenido, porque hubo un intento de conformar autoridades en UNA y no cuajó porque no había ambiente para que eso se mantuviera tal cual se había reflejado el año pasado. Fue una prueba de que el horno no estaba para bollos, no estaban las cosas para mantener y replicar los mismos que estábamos, ya había dentro el germen de algo nuevo y había que respetar ese cambio. Y lo haremos sin portazos, yo no creo en el portazo.

EC - Concretamente, ¿para usted Luis Alberto Lacalle sigue siendo su líder?

JCC - Lo respeto, le tengo un enorme cariño, he trabajado con él y por él durante mucho tiempo, he aprendido mucho de él, creo que tiene un rol en el PN muy importante, pero, como dije hace unos días, estamos dispuestos a desafiar también los liderazgos, agregar otras miradas, otro enfoque, otras caras, otros puntos de vista a la vida partidaria.

EC - O sea, usted ya no se siente representado por el liderazgo de Lacalle.

JCC - Es una pregunta incómoda.

EC - Muy incómoda.

JCC - Porque yo tengo por él un enorme respeto, por su intelecto, por el gobierno que hizo, que fue muy buen gobierno, pero en los tiempos que corren hay que agregar otra cosa. Y me parece que la idea también es no pedirle a alguien que se vaya, ni que salga, ni que ya no es, sino poner en consideración de esa opinión pública y de la opinión dentro del partido un nuevo punto de vista y ver si esto tiene fuerza dentro de la vida partidaria.

EC - No me contestó sí o no...

JCC - Es una pregunta incómoda.

EC - Pero implícitamente me parece que usted avala la afirmación que yo hice.

JCC - Dejémoslo así.

EC - Dos preguntas a propósito de temas que están en la vuelta, a ver cómo se posiciona este grupo Reflexión Nacional. Con respecto a la campaña de recolección de firmas que impulsa el PC para un plebiscito en procura de una reforma constitucional que introduzca una serie de medidas relativas a los menores infractores, entre ellas nada menos que la rebaja de la edad de imputabilidad de 18 a 16 años para delitos graves, ¿ustedes tienen posición? ¿Cómo la están viendo?

JCC - De las tres medidas que propone el plebiscito que patrocinó Pedro Bordaberry, dos se van a resolver esta tarde, la Asamblea General aprobará esta tarde dos medidas, dos ya han cuajado. Si fue por la velocidad con la que Pedro puso en marcha la recolección de firmas, muy bien, habrá sido, también ayudó para que el FA finalmente terminara de cerrar el acuerdo en la Asamblea General. Pero de las tres medidas dos se aprueban esta tarde.

Respecto a la baja de la edad de imputabilidad, creo que es renga. Si yo creo que un joven puede ser criminalizado a los 17 años, también tengo que creer que puede votar, ¿por qué no? ¿Así que yo solamente lo miro desde el punto de vista de la penalización y de la sanción, pero no de sus derechos? Nos tendríamos que aproximar en una reforma constitucional a bajar la edad para todo; hoy un chico de 17 años no es el chico de 17 años de hace 50 años, eso está clarísimo. Quien tiene hijos –yo tengo hijos que ya pasaron esa edad– sabe que a los 17 años un muchacho tiene entendedera suficiente, si comete un delito sabe que lo está cometiendo. Pero también puede votar por un parlamentario.

En cambio estamos legislando solo para 300, por eso creo que es renga. Son 300, 350 los jóvenes infractores en el Uruguay. Lo que está haciendo Pedro en la campaña de recolección de firmas es golpear las políticas gubernamentales de seguridad que han sido pésimas, y la gente está votando contra la inseguridad. Si aprietas a cada uno de los ciudadanos y le preguntas "¿tú crees realmente que el problema se va a resolver con esto?", seguramente te dirá "no, pero yo quiero firmar en contra de lo que han hecho, porque el país está inseguro". Como casi todos los plebiscitos del 85 hasta la fecha, este es contra el Gobierno.

EC - Y usted en particular, ¿qué hace?, ¿firma o no firma?

JCC - Firmar solamente por la despenalización o por la criminalización de los jóvenes me resulta un poquito incómodo, yo preferiría firmar para hacer que un joven a los 16 años se haga responsable de todo, también de sus delitos. Pero me queda muy corto no pensar en los 100.000 jóvenes de 16 y 17 años que no cometen delitos.

EC - ¿Despenalización del autocultivo de marihuana?

JCC - Creo que sí porque es una enorme contradicción lo que vive el país. Que usted pueda consumir marihuana en cualquier lugar pero no la pueda comprar ni producir es una hipocresía. Usted puede tomar cocacola, pero no la puede comprar, nadie se la puede vender, ni la puede producir; tomar puede. ¿Cómo la voy a tomar si no la puedo comprar ni producir? Salgamos de la hipocresía, que alguien pueda producirla, que se la produzca individualmente. No lo veo mal, me aproximo a ese tema con cierto grado de lógica y de entendimiento de que es mucho más real y más serio ponerlo así que como está actualmente. Si no, tendríamos que ir al otro extremo, penalizar también el consumo, entonces si usted está fumando un porro aquí, yo lo puedo denunciar y usted estará cometiendo un delito.

EC - Leí sus declaraciones en Opinar; ¿entiende que blancos y colorados deben votar juntos en la próxima elección?

JCC - En la próxima elección me parece que no hay condiciones todavía, porque dentro del PN hay oposición a eso y dentro del PC me parece que también. Esa es otra de las cosas insólitas, el Gobierno de Lacalle tuvo cinco ministros colorados, el Gobierno de Batlle tuvo cinco ministros blancos, nosotros gobernamos, yo goberné con el presidente Batlle y en políticas de educación no tuve grandes diferencias con él; estuve en el Ministerio de Educación. Parece que podemos gobernar, pero hay que votar divididos. Voten separados, divididos, pero gobernamos juntos. En un balotaje fuimos exitosos con Batlle pero no lo repetimos, porque se pierde identidad.

La identidad de los partidos fundacionales está fuera de discusión, la identidad de mi partido no está en discusión, como tampoco la del PC. ¿La gente no nos empezará a exigir también efectividad electoral, ser efectivos electoralmente? ¿Por qué no podemos irnos aproximando sucesivamente a formas que nos permitan hacer que lo que hemos hecho, que es hacer coaliciones con ministros, compartir el gabinete en términos muy relevantes, no en términos minúsculos? Cinco ministros del otro partido en un Gobierno vaya si es una identidad gubernativa. Y si podemos tener identidad gubernativa, ¿por qué no podemos tener identidad a la hora de votar, y votar a través de un mecanismo, que habrá que pensar, como lo han hecho en otras partes del mundo partidos que se asociaron, cómo votar para ser efectivos electoralmente?

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Transcripción: María Lila Ltaif


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