El fallecimiento del disidente cubano Juan Soto García, supuestamente tras una golpiza de policías, aunque la versión oficialista decía que se debió a una pancreatitis.

Solari dijo que Soto, de 46 años "era un opositor pacífico que formada parte del polo anti totalitario, una pequeña agrupación del centro de la isla a la que también pertenece Guillermo Fariñas, quien fue distinguido el año pasado por el Parlamento Europeo, con el premio Andréi Sájarov la Libertad de Conciencia".

Según el periodista independiente Mauricio Vicente, Guillermo Fariñas calificó la muerte de Soto, como un asesinato". Fariñas emplazó al Gobierno cubano hasta el 26 de julio para que acepte las exigencias de la oposición en materia de derechos humanos, de no ser así retomará su huelga de hambre.

Solari dijo que quiere "contribuir a esa condena internacional".