El proyecto del oficialismo fue presentado el miércoles en el Senado y fue suscrito por la mayoría de sus legisladores. Solo no firmaron Rodolfo Nin Novoa (Alianza Progresista) y Carlos Gamou (CAP-L), que de todos modos anunciaron que acompañarían con su voto a la mayoría. Carlos Baráibar, por su parte, dijo que no apoyaría la iniciativa. Pero con este panorama el FA cuenta con los votos para aprobarlo.

Mónica Xavier, socialista y fuerte impulsora de años de la despenalización del aborto, le dijo al semanario Búsqueda que desconocía el resultado porque "las presiones eran muy fuertes".

Y dijo que ahora se trata de cambiar el aborto como una práctica anticonceptiva más a que se tome como el último recurso cuando falló algún procedimiento o el embarazo no es deseado.

El Espectador dialogó con el senador Carlos Gamou (quien tomó el lugar de Fernández Huidobro, tras su renuncia), quien explicó por qué acompañará la votación, aunque no la comparte.

Gamou aclaró que no acató por disciplina partidaria, sino que decidió acompañar a la "abrumadora" mayoría de su sector y a los votantes del sector, dijo. "Es una cuestión de representatividad", dijo.

"Tratamos de reflejar en nuestros votos y nuestros dichos la opinión generalizada que hay en la masa de votantes. Incluso evidentemente a nivel de la CAP-L hay una abrumadora mayoría que está a favor del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, por lo tanto yo estoy representando, no estoy acá haciendo lo que a mí me parece. La razón por la cuál yo no firme el proyecto fue porque de alguna manera quiero dejar claro que yo no lo estoy impulsando, en todo caso lo voy a votar por creer –pese a mi opinión personal-, que es lo que la mayoría de los casi 80.000 votantes que tuvo la CAP-L quieren", comentó.

Ahora el proyecto de ley irá a la Comisión de Salud y luego será derivado a una cámara para luego pasar a estudio de la otra.

Para Gamou, esta vez todo parece indicar que el proyecto será votado. "Acá no es un tema de disciplina partidaria, hay diferencias que cruzan todas las bancadas, pero le mentiría sino le dijera que mí percepción personal es que esta vez el proyecto se va a aprobar", indicó.

El proyecto de la senadora Xavier establece que toda mujer mayor de edad puede interrumpir su embarazo antes de las 12 semanas de gestación, plazo que no se respetará si es producto de una violación, si está en peligro la salud de la mujer o el hijo o "si existieran malformaciones graves en el feto, incompatibles con la vida extrauterina".

Las menores deberán contar con el consentimiento de uno de sus responsables legales, y en caso de no haber acuerdo entre los padres o el tutor, el médico podrá pedirle autorización a un juez luego de consultar a la adolescente para practicarle el aborto.

Además, sostiene que todos los institutos públicos y privados habilitados por el Ministerio de Salud Pública estarán obligados a realizar abortos. Habrá  que ver qué pasa con el Círculo Católico, por ejemplo, que podría poner reparos en este sentido.

En caso de que el médico se acoja a la objeción de conciencia, "las instituciones médicas deberán asegurar el concurso de personal calificado para garantizar" el aborto.

Pero no es el único proyecto de ley en el tapete que pretende despenalizar el aborto. El diputado de Vamos Uruguay, Fernando Amado, tiene el propio. Amado explicó a El Espectador algunas de las diferencias entre su proyecto y el frentista.

"En primer lugar tiene una diferencia en cuanto a los menores. El proyecto que estamos presentando habilita la posibilidad de que a partir de los 16 años las mujeres que tengan la intención de realizarse un aborto dentro de las 12 semanas, puedan ir sin el consentimiento de los padres. Esto tiene que ver con una línea de coherencia que venimos siguiendo en distintos temas, en cuanto a que entendemos que a partir de los 16 años deberían los ciudadanos y las ciudadanas tener la posibilidad de tener todos los derechos y obligaciones inherentes al ser ciudadano, sin tener privaciones o suspensiones en algunos derechos", explicó el diputado.

Cuando Amado habla de coherencia con respecto a que después de los 16 años la chica no deba tener el aval de sus padres, alude indirectamente a la intención de bajar la edad de imputabilidad.

Amado sostiene que el proyecto de la socialista Xavier tiene una contradicción en cuanto a los plazos: si bien determina que sería legal un aborto antes de las 12 primeras semanas de gestación y 18 semanas para los casos especiales, esto se contradice en el último artículo del proyecto.

"Si esa es la intención tiene un error a mi juicio muy importante que es que en el último artículo, el número 15, que deroga a los artículos 325, 325 bis y 328 del Código Penal, lo que establece de hecho lo que barre con todos los plazos anunciados en los primeros artículos del proyecto. Para que se entienda: al sacar del Código Penal de raíz estos artículos y no modificarlos, dejarlos con los plazos que estamos hablando de 12 semanas y de 8 para casos especiales, en la práctica no está sancionada esa situación. Por lo que, en realidad, una mujer podría hacerse un aborto a los 7 meses y un juez no tendría posibilidad de tomar el caso y aplicar ninguna sanción. Sería letra muerta", dijo.

Para él es un error de redacción. "Yo no podría apoyar una legalización del aborto más allá de los plazos que estamos hablando", dijo". "En mi proyecto los plazos son vitales: las 12 semanas y las 18 semanas solo para tres casos: violación, causas graves de salud para la madre o causas de salud para el feto", agregó.

Consultado sobre los dichos de Pedro Bordaberry, líder del sector al que él pertenece, respecto a que no apoyará este proyecto de ley de despenalización del aborto, Amado dijo:

"La opinión de Pedro es conocida, no es nueva. En realidad, no porque lo presente alguien de su partido no significa que va a acompañar. Este tema, además, yo diría que es muy especial, sensible, porque toca otras aristas de los políticos y que lo apoyan y lo acompañan los diferentes sectores de la población según sus valores religiosos, morales y filosóficos. O sea que eso no violenta ninguna situación sino que simplemente es un punto en el cual no estamos de acuerdo y es natural que así suceda", comentó.

Todavía no hay fecha para que estos proyectos se consideren en el Parlamento.

El propio Amado suponía que sería presentado primero el de Xavier, considerando que le es un tema muy caro y fue frustrado cuando Vázquez vetó los artículos que aprobaban la despenalización del aborto.

Ambos consultados dijeron que seguramente antes de fin de año algunos de estos proyectos serían aprobados. Y dan por descontado que no contará con el veto presidencial de Mujica, que ha dicho que no es partidario de vetar leyes sancionadas en el Poder Legislativo.