Entrevistas

Javier García (PN): en ASSE, "la administración de la salud es lo que menos interesa"

Unos 60 directores y funcionarios de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), afines al Movimiento de Participación Popular (MPP), están dispuestos a renunciar a sus cargos si el presidente de la República, José Mujica, decide la remoción del presidente de ASSE, Mario Córdoba. Para conocer la visión de la oposición, En Perspectiva consultó al diputado por el Partido Nacional (PN) Javier García, quien opinó que esta situación "se ha transformado en una batalla campal por los cargos, en la que la administración de salud, que es el nombre del ente, es lo que menos interesa". En este sentido, García denunció que se trata de "una interna política descarnada y sangrienta, hecha sobre la atención de salud de más de un millón de uruguayos". El legislador interpretó que "el problema ya no es la emergencia sanitaria sino la emergencia de gestión" y dijo que "el presidente de la República tiene la obligación de poner freno a esta situación que está dilapidando recursos públicos".


(emitido a las 7.39 Hs.)

EMILIANO COTELO:
La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) aparece en estos días como uno de los asuntos que generan debate a nivel político en nuestro país. Sobre todo a partir de trascendidos que vienen del Gobierno luego de semanas y meses de noticias que hablaban de problemas en esa institución.

¿Qué es lo más nuevo? Que un grupo de 60 directores de hospitales y funcionarios de ASSE estaría dispuesto a renunciar en masa si se concretara la remoción del presidente del organismo, Mario Córdoba.

"Córdoba sigue siendo el presidente del directorio, afirman unos y otros funcionarios de ASSE como si hubieran acordado negar que la remoción del jerarca es casi un hecho", dice hoy una nota en el diario El País.

De hecho, el presidente de la República, José Mujica, analizó durante el fin de semana la salida de Córdoba y sus posibles sucesores aunque todavía no pidió formalmente la dimisión. Con el objetivo de incidir para que el presidente no concrete el pedido, unos 60 directores de hospitales y funcionarios de ASSE, todos designados en este período y afines al Movimiento de Participación Popular (MPP), estarían dispuestos a renunciar en masa. Entre ellos se menciona al gerente general de ASSE, Enrique Buccino y su adjunta en la dirección Alma Chiodi.

Según pudo saber El País, Buccino planteó esta posibilidad durante una reunión de la bancada de diputados del Espacio 609 en la que se resolvió apoyar a Córdoba y trabajar por su permanencia en el cargo. La bancada va a gestionar un encuentro con Mujica a efectos de expresar el respaldo.

Fuentes del Ministerio de Salud Pública (MSP) cercanas al ministro Daniel Olesker aseguraron que en esa cartera se quiere recuperar ASSE tras una seguidilla de conflictos, remociones y asignaciones de personas vinculadas al sindicato, a la Federación de Funcionarios de Salud Pública y quien es su representante en el directorio, Alfredo Silva.

Mujica ha planteado a sus allegados que está harto de Silva y sus maniobras en ASSE. Si el pedido de renuncia es para Córdoba, afirman, es porque a Silva –uno de los directores sociales electo y no designado– no se lo puede remover.

Hay tres posibles candidatos para ocupar la presidencia en lugar de Córdoba. Uno de ellos es Álvaro Villar, coordinador de neurocirugía del hospital de Tacuarembó, cercano al director de ese centro, Ciro Ferreira. Villar no es del MPP pero mantiene vínculos con integrantes del partido, según fuentes que cita hoy el diario El País.

Enrique Soto, otro de los nombres, presidente del Fondo Nacional de Recursos, es frenteamplista independiente y amigo personal del ministro Olesker. Fuentes del MSP dijeron que Olesker, que pertenece al Partido Socialista (PS), está muy solo en esa cartera y que quiere a Soto en ASSE como respaldo de su gestión.

Hay un tercer nombre en danza, el de Miguel Fernández Galeano, que pertenece al PVP, también integrante del Espacio 609. Fernández Galeano es consultor de la Organización Panamericana de la Salud y hasta fines de julio se encuentra en Sevilla, España. Su candidatura respondería al vínculo con Tabaré Vázquez.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Por otra parte, Últimas Noticias habla hoy de que el gerente Enrique Buccino y su adjunta María Miralles están vaciando sus oficinas y que Córdoba no asistió ayer a las dependencias del Edificio Libertad, que es la sede actual de ASSE.

EC – Un cúmulo de versiones. Hay de todo circulando a propósito de ASSE, incluyendo el análisis crítico que se hace del funcionamiento de ese organismo en el Frente Líber Seregni, cuya agrupación de salud estuvo examinando esta coyuntura el pasado viernes.

JAE – ¿Cuál es la visión de la oposición en torno a esta situación? Estamos con el diputado Javier García, del Partido Nacional (PN). ¿Qué reflexiones está recogiendo a partir de estas versiones que están circulando?

JAVIER GARCÍA:
Lo de ASSE es un escándalo. Esto me hace acordar a una frase acuñada a principios del siglo XX cuando las revoluciones civiles: "Se sublevó el Gobierno". Aquí hay un ejercicio de presión de una parte del Gobierno contra el propio Gobierno, y específicamente contra el presidente de la República. Aparentemente hay un grupo de directores y personas que tienen cargos designados en esta administración que están anunciando amotinarse contra una decisión del presidente. Es una cosa insólita. Cargos que están designados a dedo por el dedo del presidente, ahora, cuando ven la posibilidad de que se remuevan algunas autoridades de ASSE, le dicen que no se van a ir, que se tienen que quedar y que no puede tocar a ninguno. Es una cosa escandalosa. [Esto] se ha instalado en el seno de la salud pública uruguaya, y lo más triste de todo es que este juego de poder se hace en una de las áreas más sensibles de una sociedad como es la atención de salud de los sectores más humildes, de los sectores que se atienden en salud pública. Se ha instalado una brutal lucha por el poder y por los cargos. Se traduce en lo que sucedió en este año para atrás desde que se asumió este período, que es una remoción de cargos de todo tipo y color, designado por el anterior Gobierno del mismo partido. Es una interna política descarnada, sangrienta, hecha sobre la atención de salud de más de un millón de uruguayos.

JAE – ¿A usted le consta que esté jugando esta amenaza de renuncia masiva? Porque, a su vez, el PN tiene un representante en el directorio de ASSE.

JG – Quien, generalmente, ha votado en contra de las decisiones de estas remociones, justamente porque no le corresponde ni al director nacionalista de ASSE ni a la oposición meterse en la lucha del poder de los propios sectores internos, ya no sólo internos del Frente Amplio (FA) sino internos de adentro de sectores del FA. Es una cosa nunca vista en el manejo político. ¿Se acuerda cuando decían que ASSE era un club político? Este es un comité de base, club y súmele todos los baluartes partidarios que se le pueda ocurrir. Se ha transformado en una batalla campal por los cargos, en la que la administración de salud, que es el nombre del ente, es lo que menos interesa. Después se tienen las consecuencias que se tienen, cuando hoy tenemos un sector público de salud que ha multiplicado su presupuesto, ha disminuido enormemente la cantidad de pacientes a asistir y ha empeorado la calidad de la asistencia. Cuando lo que no importa es la gestión de la salud y lo que importa es el poder, pasan estas cosas.

EC – En su análisis, ¿cómo está incidiendo la conformación del directorio de ASSE? Estamos hablando de un directorio de cinco miembros: tres de designación política y dos procedentes de los sectores sociales. Estos últimos son Alfredo Silva, integrante en representación de los trabajadores, y Wilfredo López, integrante en representación de los usuarios.

JG – Con el mayor de los respetos para todas las personas, porque esto no pasa por temas personales. Creo si usted muestra al representante de los usuarios en algún lugar, no hay un solo usuario de salud pública ni del mutualismo que lo conozca. No ha sido electo por ningún usuario, por nadie que haya sacado un ticket ni una hora para un médico en una mutualista o en un hospital. Todos sabemos que fueron designaciones estrictamente político-partidarias. El del dirigente sindical también. Y todos sabemos a la interna en el sistema político que en el oficialismo se dice que el que manda en ASSE es el director sindical y todo su sector sindical. Que a su vez también tiene una interna. No sabe a los niveles que se ha llegado. Cuando suceden estas cosas y se abandona el objetivo, que debe ser la administración de salud, se llega a las situaciones como la que pasó a fin del año pasado y como pasó hace una semana, que hay que decretar consuetudinaria y reiteradamente la emergencia sanitaria porque esa gente no tiene tiempo de dedicarse a atender la salud de los uruguayos porque está todo el día metido en la interna política. Entonces, cuando usted declara la emergencia porque tiene operaciones atrasadas, pide cuatro meses y después pide cuatro meses más; el problema ya no es la emergencia sanitaria sino la emergencia de gestión. Lo que no sabe es gestionar.

JAE – ¿Cuál es la posición del PN frente a esta situación que usted describe?

JG – Usted se imagina  que la oposición en su conjunto, que tiene minoría parlamentaria, tiene muy limitadas las herramientas jurídicas y constitucionales...

EC – ...Pero el escribano Alejandro Draper en el directorio de ASSE, que es representante justamente del PN, es uno de los tres integrantes del directorio nombrados políticamente. ¿Qué actitud está teniendo, cómo se está moviendo?

JG – Está teniendo una actitud de no involucrarse en una interna que no le corresponde.

EC – ¿Y en estos días?

JG – La de trabajar en materia de la administración de temas de salud. Él no participa de esa interna política que se está dando. Este es un tema estrictamente interno del oficialismo.

EC – ¿Y a nivel parlamentario, por ejemplo?

JG – Cuando vienen decisiones tales como remociones, cuando él ve que eso responde a una interna política no se involucra, no vota remociones en virtud de que entra un sector y sale otro, porque no corresponde y hace muy bien en tener esa actitud. Su pregunta era qué hace el PN. Tanto el diputado Antonio Chiesa, presidente de la Comisión de Salud de Diputados, como el diputado Pablo Abdala, han convocado hace horas atrás al ministro, que todavía no ha dado señales de concurrir al Parlamento. Estamos esperando que lo haga a la brevedad, porque hay que ponerle freno a esta situación. Los han convocado por otro de los fenómenos, como es el caso del Instituto del Cáncer, lo que era el Instituto de Oncología, donde se apagan las heladeras, se pierden centenas de miles de dólares en medicación quimioterápica y no pasa nada.

JAE – Pero volviendo a la interna de ASSE y al directorio, en algún momento se insistió –y fue dicho con preocupación por el presidente Mujica– que por un lado el director Córdoba y por el otro el representante del PS, Ángel Peñalosa, no votaban juntos algunas decisiones a la interna de ASSE. ¿Se sigue dando esa situación?

JG – Por lo que yo tengo enterado, se da como cuando en matemáticas aprendimos combinaciones de tanto tomados de tanto. Hay veces que votan unos combinados, otros después en otras combinaciones, de acuerdo a cómo venga la interna del día y de acuerdo a quién le toque ganar y perder ese día. Es una cosa escandalosa que hay que parar. El presidente de la República tiene la obligación de poner freno a esta situación que está dilapidando recursos públicos. Porque la plata de los uruguayos, que está destinada a la atención de salud de los más humildes, no se puede utilizar para definir internas políticas. A dedicarse a atender la salud de la gente, a parar con la política adentro de ASSE y a  empezar a tratar a los uruguayos como corresponde. Hay que parar este tema. Hay pocos antecedentes en la historia del Uruguay de que un grupo de designados a dedo le avisen al presidente que no los puede mover. Se ha llegado ya a un nivel que no tiene antecedentes en los anales de la política uruguaya. O importa la salud o importa la política.

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