Las diferencias personales entre ambos dirigentes nacionalistas se pusieron en evidencia durante los 10 días de gestión de Villalba, cuando la intendenta estuvo de viaje.

Villalba asumió el mando y comenzó a tomar una serie de decisiones que no necesariamente fueron en el mismo sentido de lo que era la gestión de Peña.

En la tarde de este lunes El Espectador dialogó con el jefe comunal interino, quien volvió a su actividad privada al frente de una pequeña agencia de publicidad minuana. Según dijo Villalba, él fue "fiel custodio" del cargo de intendente –así lo dijo- hasta el viernes a la medianoche. Como a esa hora, Peña todavía no había regresado a asumir su cargo, Villalba se comunicó con el presidente de la Junta Departamental, Alcides Larrosa, y pasó esto:

"Lo que hicimos fue constatar que Adriana Peña no se hizo presente y comunicarnos con el presidente de la Junta Departamental faltando 15 minutos para terminar ese período. Nos comunicó que no tenía órdenes de Peña, que no sabía qué hacer, que se había tratado de comunicar y que no iba a venir, aparte se encontraba indispuesto. A lo cual le dijimos: 'Señor presidente: acá no es cuestión de lo que haga Adriana Peña, acá es cuestión de la Constitución de la República, del artículo 268, que manifiesta que el presidente queda custodio del cargo hasta que venga el intendente'. El juez no se hizo presente, la escribana tomó conocimiento de este hecho y llamó a la encargada jurídica de la intendencia y le manifiesta desconocer cómo se procede. Siendo la hora 2:27 se elabora un acta que sostenía que nadie asumía en la intendencia. Y yo si seguía en funciones estaba usurpando un lugar que no me correspondía porque la Junta había votado que yo podía estar en funciones hasta ese día".

Villalba no sabe cuánto tiempo quedó acéfala la Intendencia Municipal de Lavalleja, pero sí sabe que Adriana Peña abandonó el país el lunes 30 de mayo a las 13.40 en un vuelo de Iberia, siendo que la Junta la había autorizado a viajar a partir del martes. Eso indica, según Villalba, que ella no estaba en el país en el momento que él asumió.

Consultado sobre qué pensaba de la imagen que dejaba la dirigencia política del departamento con los entredichos con Peña, y sobre todo teniendo en cuenta las críticas de algunos ediles sobre este conflicto personal entre ellos. Villalba aludió a la falta de respaldo de sus correligionarios locales a su gestión: "Lamentablemente el Partido Nacional no estuvo presente. De los 18 ediles solamente quedaron en sala 7, el resto eran ediles del Partido Colorado y del Frente Amplio por lo cual creo que están mirando la paja en ojo ajeno porque ellos son directamente responsables porque son controladores y no han efectuado la misma como corresponde", dijo.

Villalba no ha hablado personalmente con Peña y ni siquiera sabía si ella había regresado o no al país. Dijo que el presidente de la Junta debió haber asumido él la intendencia o haber autorizado una prórroga de la licencia a Peña, y como no lo hizo, y la intendencia quedó acéfala, pidió una fuerte sanción para Larrosa.

En los 10 días que Villalba estuvo al frente de la Intendencia hizo varios cambios. Dijo que compró 150 lamparillas para combatir barrios inseguros y colocó 20 luminarias, hizo dos pistas de patines y dos canchas de básquetbol para hacer deportes en plazas; rellenó una cañada para evitar inundaciones y colocó un puente para unir dos barrios: el barrio Screw y el barrio Lavalleja; recuperó un monumento histórico –un molino viejo- que estaba tapiado, lo limpiaron, lo pintaron y reacondicionaron como museo y mirador turístico.

Todo esto, entre otras cosas: "Hicimos 21 obras, pequeñas, medianas y grandes que los ciudadanos ya están disfrutando. Atendíamos a los vecinos como correspondía, porque si vamos a buscar un voto a la gente en momento electoral cómo no vamos a atender a los vecinos cuando nos piden algo" , comentó.

También realojó algunas familias que estaban ocupando un asentamiento, familias a las que se les consiguió frazadas, colchones y ropa. Y además organizó charlas a modo de campaña de concientización: contra la violencia domésticas, manejar sin beber alcohol y campañas de vacunación, dijo.

"Estos 10 días han sido muy importantes y gracias al trabajo con la gente del municipio hicimos nada más que cumplir con nuestra obligación. Hubiera sido más sencillo no haber hecho nada, pero nuestro objetivo era trabajar porque para eso fuimos electos. No hemos hecho otra cosa que eso", concluyó Villalba.

El Espectador dialogó con la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña, quien dijo haber llegado al país el sábado a primera hora de la mañana. Este lunes de mañana tuvo reunión de directores y hay técnicos elaborando un informe sobre lo que se ha hecho en estos 10 días en que ella estuvo de gira por Europa.
   
Estas fueron las primeras reflexiones de Peña sobre lo que hizo Villalba al frente de la intendencia: "Nosotros estamos evaluando si las decisiones que se tomaron van o no dentro de la línea de trabajo. Tenemos mucho trabajo por delante, fueron 10 días en donde estuvimos en una tarea muy importante en Europa y estamos tratando de continuar en las tareas que correspondan", dijo.

Sobre los entredichos a propósito la eventualidad de que la intendencia haya quedado acéfala, puntualizaciones sobre horarios y reglamentos, Peña hizo estas aclaraciones: "La Intendencia nunca queda acéfala porque al titular la Junta me dio permiso de licencia para una misión oficial. Durante los días la junta llamó a mi sucesor. El día 10 de junio a las 12 de la noche el titular asume el cargo. A la noche del viernes vuelve a tener el cargo el titular", dijo.

Y remató: "Yo llegue el sábado de mañana y llamé a la Intendencia, como lo hago siempre. Desde el punto de vista legal, las apreciaciones que se han dado no son ciertas, el Intendente esté donde esté sigue siendo el Intendente, el que tiene funciones transitorias es el suplente. Esté donde esté, la responsable de la Intendencia soy yo", concluyó Peña.