Entrevistas

Ope Pasquet: en lo que va de la gestión de Mujica la "confianza fue defraudada"

Ope Pasquet:  en lo que va de la gestión de Mujica la "confianza fue defraudada"

Hace poco más de dos meses asumió como Secretario General del Partido Colorado el senador Ope Paquet tras la renuncia de Pedro Bordaberry. El legislador señaló a En Perspectiva que en lo que va de la gestión del presidente José Mujica la "confianza fue defraudada". La difidencia, explicó, nace por la "imprevisibilidad del gobierno" y "que sigamos en la discusión [por ejemplo en la Educación] mientras pasa el tiempo". El cobro de un tributo a la tierra es otra diferencia que indicó el líder colorado: "60 millones de dólares parecen más bien una medida para satisfacer a un sector de la hinchada del gobierno que una medida de fondo para financiar un gran plan de infraestructura como el que necesita el país", concluyó.


(emitido a las 10.11 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Hace dos meses asumió la secretaría general del Partido Colorado (PC) sucediendo a Pedro Bordaberry.

Tiene por delante el primer congreso ideológico de esa fuerza política que se prepara para el mes de diciembre. Al mismo tiempo, su colectividad aparece cada vez más crítica de los pasos del gobierno y el manejo político que ha hecho el presidente José Mujica de varios temas delicados, por ejemplo las reglas de juego para la inversión.

¿Cómo se posiciona el PC dentro de la oposición? ¿Qué punto de vista tiene en el debate sobre nuevos tributos al agro? ¿Qué cambios pretende llevar adelante en su interna con ese congreso ideológico?
 
Estamos en comunicación con el senador Ope Pasquet, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PC.  

Empecemos por asuntos generales y después vamos al partido.

Hace unos días el senador Pedro Bordaberry escribió en una de sus columnas en internet: "Teniendo en cuenta que [a la oposición] se le pidió apoyo para atraer inversores, a los que [el gobierno] prometió no ponerles más impuestos, ¿cómo quedamos los que apoyamos al presidente cuando hacía promesas que deja de lado rápidamente?".

Como líder del PC, ¿cómo entiende que queda la oposición?

OPE PASQUET:
Siento que aquello en lo que confiamos no se ajusta a nuestras expectativas, que nuestra confianza fue defraudada. Pero no pensamos que esto responda a un propósito específico en este tema, sino que responde a un patrón general de conducta del gobierno, que una vez y otra también toma decisiones o formula anuncios de signo contrario a otras decisiones y otros anuncios en los que quienes hasta ese momento habían depositado su confianza habían creído. Casi permanentemente, casi todos los días, escuchamos versiones, noticias o anuncios que emanan a veces de la propia Presidencia de la República que dicen algo en contrario de lo que se había dicho el día anterior. Entonces creo que el tema más profundo no es la inversión o los impuestos, es la previsibilidad o imprevisibilidad del gobierno, lo cual me parece profundamente dañino y contrario a la expectativa de una oposición leal como la que hacemos nosotros, que está dispuesta a apoyar, que está dispuesta a respaldar, pero a la que no le gusta verse sorprendida, estar apoyando hoy una cosa y que mañana ocurra la otra.

EC - El nuevo tributo al agro, sobre todo a extensiones de más de 2.000 hectáreas índice Coneat 100, ¿es para ustedes una alteración de las reglas de juego? Estamos hablando de que recaudaría unos 60 millones de dólares al año.

OP - El año pasado votamos el presupuesto quinquenal, y votamos además, paralelamente, una serie de ajustes tributarios que el gobierno consideró necesario impulsar y que sancionó con sus votos y algún voto adicional de otros partidos, no del nuestro. Es razonable suponer que después de un primer año de esas características, con presupuesto y ajuste tributario, lo que queda por delante es un tiempo de tranquilidad en ese campo que permita la previsibilidad. Pero resulta que este año vino nuevamente el sarampión tributario, y después de que había lanzado un debate sobre temas tributarios, después de que había alentado la formulación de propuestas e iniciativas en ese terreno y de que se dio por concluida esa etapa, el presidente nuevamente se descuelga con una iniciativa en este campo.

A esta altura uno no sabe cuál va a ser la propuesta, porque en el gobierno todavía no hay acuerdo, se dice que se está buscando una fórmula que componga las ideas del presidente y las del vicepresidente. Veremos qué resulta de todo eso. Lo cierto es que estamos otra vez discutiendo impuestos, después de haberlo discutido un par de veces en este último tiempo que le señalé. Y eso no es bueno desde ningún punto de vista; piénsese lo que se piense sobre el fondo en materia de política tributaria, creo que sensatamente coincidiremos en que no podemos estar revisando el régimen todos los años.

EC - ¿Con cuál de las dos posiciones que han quedado planteadas en el seno del gobierno se identifican más ustedes?

OP - Habría que examinar la propuesta una vez que se concrete, pero mi primera impresión –aquí hablo a título estrictamente personal– es que parece más sensato lo que está proponiendo Astori, que va más en línea con las líneas generales del régimen tributario vigente.

EC - ¿Les preocupa el problema de la concentración de la tierra, que para el presidente Mujica es el motivo de este cambio tributario?

OP - Nos preocupa el problema en sí, pero no creemos que estas medidas que el presidente anuncia sean herramientas útiles para resolverlo. Hay quienes sostienen que van a producir el efecto contrario, porque van a significar un peso grande para gente que tiene poco ingreso, porque sus campos son de inferior calidad, etcétera, y van a permitir que quienes tengan campos con mayor aptitud productiva y mayores ingresos compren más aún. Hemos escuchado las dos campanas, tampoco está claro esto desde el punto de vista de la concentración de la tierra.

Tampoco me parece que sea significativo desde el punto de vista de la recaudación, si es que con esto se piensa financiar un gran plan de obras públicas, esas obras de infraestructura que el país reclama. 60 millones de dólares parecen más bien una medida para satisfacer a un sector de la hinchada del gobierno que una medida de fondo para financiar un gran plan de infraestructura como el que el país necesita.

Yo he leído en la prensa por otro lado que en el campo del Instituto Nacional del Empleo y la Formación Profesional (Inefop) se han ido recaudando aluvionalmente unos 50 millones de dólares que hasta ahora no han tenido destino. Entonces la preocupación es qué se hace con eso, si se deja de recaudar. Nos damos el lujo de que estén sobrando 50 millones y por otro lado se anuncia con clarines que se van a recaudar 60 para financiar las obras de infraestructura. Es evidente que no cierra una cosa con la otra, y en general me parece, con el debido respeto, poco serio todo esto.

EC - Visto más globalmente el escenario político, y en particular el parlamentario, como senador, ¿cómo analiza la forma como se está procesando el debate, los temas que están arriba de la mesa?

OP - Lo analizo con preocupación por esto que estamos comentando, por las contradicciones, los cambios de rumbo y la generación de problemas desde el propio ámbito del gobierno. Parece que cuando no hay problema no hay agenda. Por ejemplo, nos pasamos enfrascados en la discusión a propósito de la anulación de la ley de Caducidad...

EC - ...Llevó varios meses.

OP - El eufemismo que prefiere usar el oficialismo es la interpretación de la ley de Caducidad, todos sabemos que era la anulación. Nos pasamos por lo menos seis meses con eso. Escenario de múltiples contradicciones, idas y venidas, que determinó la postergación de otros temas. Ahora ese tema está en estado de latencia, no sabemos cómo va a manifestarse posteriormente, entonces nos encontramos con que prácticamente no hay agenda. En el Senado, por ejemplo, los temas del orden del día de hoy, que fueron introducidos a último momento porque ayer hasta media tarde se decía que no iba a haber sesión, son dos temas de relleno, la designación de alguna escuela con el nombre de algún ciudadano. Está muy bien, hay que hacerlo, pero no son los temas centrales de la agenda del país.

Entonces, o tenemos unos líos fenomenales que genera el oficialismo en su propia interna o tenemos falta de agenda porque no hay un rumbo claro. Eso sí, lo que no falta son anuncios presidenciales y medidas que levantan gran polvareda pero cuya sustancia es mínima. Ahora, por ejemplo, se instaló la cuestión del arresto a los generales, que si está bien, que si está mal, que esto y que aquello. En la visión general del país eso significa muy poco o nada. Me preocupa que las cosas funcionen de esta manera. Tenemos un horizonte fantástico, un horizonte económico bueno, el país ha venido creciendo desde hace años, podríamos estar discutiendo las grandes líneas del país del futuro.

EC - ¿Hay proyectos en el Parlamento que deberían estar discutiéndose ahora y que se han retrasado?

OP - Si no los hay tendría que haberlos. Hay algunos, por ejemplo estos que estamos discutiendo en materia de seguridad, que han ido avanzando, traumáticamente en algún caso; ayer la sesión de Diputados terminó abruptamente y a los gritos. Algunas cosas se están plateando, pero uno siente que en temas de la mayor importancia –me refiero específicamente a la educación– seguimos en deuda, y no en deuda con la ejecución, que a un año y poco de gobierno es lógico que no haya resultados concretos para exhibir, pero seguimos en deuda con las grandes orientaciones. Tengo la impresión de que el gobierno sigue, a un año y pico de su instalación, como esas palomas mensajeras que se sueltan y dan vueltas en el cielo antes de tomar un rumbo. Siguen dando vueltas las palomas y no sabemos para dónde van a ir en temas como el de la educación, que es absolutamente central, y en particular en un tema como la educación secundaria, en el que todos sabemos que está el déficit más grande y no solo no hay orientaciones claras sino que hay contradicciones de bulto, importantes.

EC - El senador Jorge Larrañaga le propuso al presidente Mujica la convocatoria a una cumbre de todos los partidos políticos para evaluar lo que se ha avanzado, o no, en cuanto a los acuerdos en materia educativa que se lograron el año pasado con el consenso de todas las fuerzas. ¿Esa le parece una buena forma de desbloquear esto?

OP - Puede ayudar, pongamos todos buena voluntad y ayudemos. En el PC preparamos 50 medidas que a nuestro juicio servirían para mejorar el estado de la educación. El director del Codicen, el profesor Seoane, tuvo la gentileza de visitar el CEN, allí expuso algunas ideas que están considerando y nosotros le hicimos entrega de nuestras 50 medidas para que evalúe si le parecen bien; habrá algunas buenas, otras malas, otras regulares, pero es un aporte. Yo intenté visitar al ministro de Educación y Cultura, pero por razones de agenda del ministro no fue posible hacerlo, entonces le hicimos llegar por correo nuestras 50 propuestas. El gobierno las tiene, están a disposición. El Partido Nacional (PN) ha planteado las suyas.

Todos queremos ayudar, absolutamente todos, pero hay tareas que son del gobierno en el sentido amplio. Hay que dar el primer paso y marcar una orientación, no podemos seguir en estado de asamblea nacional a ver cómo destrabamos, para dónde vamos, qué ideas tiene cada uno, porque van un año y pico del período de gobierno y hay que concretar, porque los plazos de un período de gobierno visto desde la perspectiva individual de los chiquilines que entran al liceo son irrepetibles, nunca más van a tener cinco años para hacer su educación secundaria, es ahora, para cada uno es ahora, y estamos demorando una barbaridad, y repito, no solo no hay ideas claras, sino que hay ideas contradictorias.

Por un lado, tenemos el criterio que promueve la profesora Bianchi, la directora del Bauzá, que dice "vamos a exigir más, no vamos a ser tan benévolos en materia de inasistencias, queremos que vengan a clase y que estudien", lo cual me parece de sentido común. Pero por otro lado, el reglamento de secundaria va en el otro sentido, facilitar las promociones, aumentar el cupo de inasistencias, y la senadora Topolansky cita a la Comisión de Educación a la profesora Bianchi a ver cómo es esto de exigir más, ¿qué va a pasar con los que no puedan satisfacer esas mayores exigencias? El criterio, en una figura de evidente peso e importancia en el esquema de gobierno es: exijamos menos, así los de más atrás no quedan rezagados, sino que como todos quedan más atrás no hay rezagos. Nosotros discrepamos frontalmente con esa manera de ver las cosas, y nos preocupa que se esté discutiendo esto y que sigamos en la discusión mientras pasa el tiempo, y en un tema que todos identificamos como crucial el país sigue sin avanzar y sin rumbo.

***

EC - Usted asumió el cargo de secretario general del CEN del PC hace dos meses y 10 días, el 5 de abril. Lo hizo reemplazando al senador Pedro Bordaberry, que renunció con la idea de propiciar la rotación en esa responsabilidad.

¿Cómo es esta nueva etapa en su carrera política? ¿Cuál es el perfil de la gestión que lleva adelante como secretario general?

OP - Cambió la secretaría pero el liderazgo político es el mismo, es el liderazgo que decidió la ciudadanía colorada en las elecciones internas y lo ejerce Pedro Bordaberry. Yo procuro seguir trabajando en la misma línea y ser consecuente con las ideas que he defendido siempre –usted me ha escuchado más de una vez hablar del funcionamiento orgánico y democrático del partido– y ejecutar las tareas que la Convención ha señalado para este año, que son básicamente dos. Por un lado, la recolección de firmas para impulsar la reforma constitucional en pro de mejorar el estado de la seguridad pública, cosa que está siendo ejecutada por los sectores partidarios más que por la autoridad orgánica del partido, y por otro lado hacer este año el primer congreso ideológico del PC. Muchas veces en nuestra historia hemos hecho programas de gobierno, pero por distintas razones nunca nos hemos dedicado a hacer un alto en el camino cuando faltan varios años para las elecciones todavía y discutir no ya qué medidas concretas podrían tomarse a partir de un 1.º de marzo en el futuro, sino cuáles son nuestras orientaciones básicas hoy.

EC - Esa posibilidad de un congreso ideológico existe, está flotando en el PC desde hace años, ha habido varios empujes en esa dirección pero todavía no se había concretado. ¿Por qué ahora sí?

OP - Porque ahora la Carta Orgánica sancionada en el 2007 prevé que haya un congreso que funcione en dos momentos, en los primeros años de un período de gobierno, como ahora, y después de la interna y antes de las elecciones, para elaborar, entonces sí, el programa de gobierno. Pero ahora, cuando falta bastante para las elecciones, cuando no tenemos esa urgencia espantosa del tiempo electoral, podemos dedicarnos a discutir con tranquilidad y con profundidad, hasta donde seamos capaces de tenerla, temas que son los núcleos o las bases de las medidas que vendrán después a la hora de programar la acción de gobierno.

EC - Veamos algunos ejemplos. ¿Cuáles son esos núcleos del debate ideológico que tiene pendiente el PC?

OP - El otro día en la Convención aprobamos la creación de ocho secretarías técnicas que van a ir discutiendo estos núcleos. La primera de esas secretarías, por ejemplo, procura ubicar al batllismo en el marco del pensamiento político contemporáneo, resignificar hoy su definición de siempre como democrático, republicano, liberal. Esas cosas las venimos repitiendo de generación en generación, pero no alcanza con repetirlas, hay que recrearlas en el pensamiento de cada uno y decir cómo las interpretamos hoy, qué significan hoy.

EC - ¿Va a haber algún cambio en ese sentido?

OP - Yo no espero que digamos que dejamos de ser ni demócratas, ni republicanos, ni liberales, pero vamos a decir qué entendemos hoy por esas cosas. Me parece que esto tiene muchísimo significado y contenido. Por ejemplo, el tema de lo que puede y no puede la mayoría en un régimen de gobierno constitucional ha sido puesto en el tape en estos meses. ¿La mayoría puede saltarse las normas del Estado de derecho porque es mayoría? Y si no se salta las reglas del Estado de derecho, si se mantiene dentro de la Constitución, ¿hay temas que estén vedados para la mayoría? Y en ese caso, ¿quiénes son los iluminados que puedan resolver lo que las mayorías no puedan resolver?

EC - Cuando habla de mayorías, habla de la ciudadanía, de la mayoría de la ciudadanía.

OP - Hablo de la mayoría ciudadana y hablo también de la mayoría parlamentaria, cuáles son los límites, si es que hay alguno.

EC - Porque el debate que se dio muy fuerte, al que usted alude, es el debate a propósito de qué alcance tenían los pronunciamientos populares respecto a la Ley de Caducidad en el referendo del año 89 y en el plebiscito de reforma constitucional del 2009.

OP - Exactamente. Otro debate que se dio es que la mayoría parlamentaria del oficialismo presentaba un proyecto de ley de obvia, grosera, crasa inconstitucionalidad y frente a los reparos que en ese sentido esgrimíamos los opositores, retomando lo que habían dicho todos los profesores que habían pasado por las comisiones asesoras del Parlamento, la respuesta del oficialismo era "si les parece que es inconstitucional, vayan a la Suprema Corte de Justicia a quejarse". ¿Es legítimo que la mayoría actúe así? Es apenas un ejemplo de las tantas cosas que hay para discutir: ¿hasta dónde llega el rol, la legitimidad de las mayorías?, ¿cuál es su relación con el régimen constitucional?, etcétera.

Republicanismo, lo repetimos todos, ¿qué quiere decir? Nos preocupa promover la participación de los jóvenes en la vida del partido, hacemos elecciones juveniles, la última vez votaron más de 30.000. ¿Esos muchachos saben de qué hablamos cuando hablamos de republicanismo? Si salimos a preguntar por ahí, "muchachos, ¿qué es el republicanismo, qué es el Estado de derecho?", ¿alguien la tiene clara? ¿Cómo esperamos que la tenga clara? Yo no tengo esa expectativa, lo confieso, pero creo que no podemos decepcionarnos si no hacemos nosotros un esfuerzo por explicar, por difundir, por hacer que cada generación recree la conciencia de lo que es el republicanismo, los valores que defiende, para qué está y cómo tiene algo que ver con la vida del hombre común.

EC - De nuevo, ¿cómo podemos aterrizar ese debate, o las herramientas del republicanismo en el siglo XXI?

OP - Hay grandes campos para aterrizar el debate. Todo el tema del funcionamiento de la justicia es un campo propicio para esto. Ahora tenemos en el Parlamento un proyecto de reforma del Código del Proceso Penal, ahí hay mucho para hacer. Pero hay otros temas que se han planteado en estos días, por ejemplo hasta dónde llega el deber de imparcialidad de los jueces, ¿es un deber ético solamente, o es también un deber jurídico? Como ciudadanos, ¿qué tenemos derecho a esperar de la conducta pública de los jueces? Porque si el juez que va a arbitrar esta noche el partido Peñarol-Santos es visto en una manifestación callejera de la hinchada aurinegra, creo que los de Santos van a protestar, van a decir "este juez no nos puede cobrar a nosotros, salió a festejar con la hinchada de Peñarol", y aunque nosotros digamos que esto ocurrió fuera del estadio, que el juez no estaba en ejercicio de sus funciones, que simplemente estaba como extranjero disfrutando de una vista de nuestra ciudad, no nos van a creer.

Sin embargo los jueces penales sí pueden participar en manifestaciones públicas como la Marcha del Silencio del 20 de mayo, y la Suprema Corte de Justicia dice "se ha incumplido un deber ético, pero no hay más nada que hacer". Desde el punto de vista republicano ¿eso está bien?, ¿nos parece que así deben ser las cosas? Yo creo que no, que se equivocó la Corte, que hay un deber jurídico. Como parece que el tema no está claro, presenté un proyecto de ley en el Senado el otro día, estableciendo expresamente el deber de imparcialidad y concretando algunos de sus alcances, diciendo por ejemplo que los jueces deben abstenerse de toda conducta que permita suponer a un observador imparcial que han dejado de ser ellos imparciales en las causas en las que deben ser fallar. Son temas lindos para discutir sin apuro y sin la presión de las circunstancias.

Vamos a discutir sobre educación también, no solamente las medidas concretas que alguien pueda plantear, sino grandes cuestiones de concepto, ¿hasta dónde llega, hasta dónde debe llegar la autonomía de la educación? ¿Es autonomía respecto de los grandes fines de la educación, o en un régimen democrático la gente cuando vota tiene derecho a votar también por los grandes lineamientos de la educación que quiere para sus hijos? Yo soy partidario de esta segunda alternativa, creo que la autonomía es para la gestión, para la gestión técnica, administrativa, las orientaciones pedagógicas, pero me parece que el pueblo a través del sufragio tiene derecho a determinar los grandes fines de la educación.

Y de paso entrémosle a esta cuestión de si la educación debe estar independizada, separada de los requerimientos del mercado de trabajo, porque contemplarlo sería una forma de concesión al perverso neoliberalismo, o si en un país donde la educación secundaria hace agua por todos lados y los muchachos desertan y los que completan enseñanza secundaria son más o menos la tercera parte de los que tendrían que completarla de repente el tema está en que la educación no es percibida como relevante y como útil y podríamos resolver ese problema si buscásemos acercarla más a los requerimientos de un mercado de trabajo en el que por otro lado los empresarios dicen que no tienen a quién contratar. Me parece que estas son las cosas que tenemos que discutir. Y hay muchas otras.

EC - Desde la audiencia le preguntan si dentro de ese debate ideológico figura de qué manera el PC se va a plantar frente al derecho a la vida. La pregunta viene a cuento de que acaba de presentarse en el Parlamento un proyecto de ley de un diputado, justamente de su sector, Vamos Uruguay (VU), para la despenalización del aborto. Un proyecto que, se sabe, no comparten todos, ni siquiera en el propio VU. ¿Entonces?

OP - Seguramente ese tema ha de estar, la idea no es esquivar ninguno. Y va a estar ese como van a estar muchos otros también altamente polémicos. Algunos que a mí personalmente me interesa mucho plantear: creo que tenemos un debate cultural pendiente, nuestra sociedad hoy no está alentando, destacando como tendría que hacerlo los valores que tienen que ver con la cultura del trabajo, de la superación personal, del esfuerzo, de la asunción de riesgos. Me parece que no valoramos la figura del emprendedor, y que además la vemos exclusivamente en el campo económico-empresarial.

Yo presenté un proyecto de ley al Parlamento el año pasado proponiendo crear un Día del Emprendedor para celebrar la actitud del que toma iniciativas, forma equipos, agrupa recursos para llevarlas adelante, asume riesgos, en cualquier ámbito en que lo haga, puede ser empresarial, deportivo, científico, cultural, lo que fuere. Me parece que es una actitud a valorar en una sociedad en la que uno ve que lo que predomina es lo contrario, es el apego a la seguridad, la condena de la competencia, la búsqueda del mínimo común denominador y la preocupación sobre todo para evitar que alguien pueda quedar rezagado y no la preocupación por impulsar a los que van adelante, que creo que son los que tiran del carro y nos empujan a todos.

Estas cosas tenemos que discutirlas. ¿Va en contra del valor igualdad, tal como lo entendemos los uruguayos, o tenemos que redefinir un concepto de igualdad que haga lugar a las diferencias entre las virtudes y los talentos que nuestra Constitución reconoce, y buscar la manera de alentar en los muchachos esa cultura del esfuerzo, de la superación, del emprendimiento? El PC no ha tenido estos debates históricamente, y me parece que estamos en un debe ahí. Y tal vez la sociedad uruguaya tampoco los haya tenido y tengamos que preponer estas cosas.

EC - El sábado durante la Convención se aprobó un planteo para que ese congreso ideológico discuta en particular la posibilidad de rebajar a 16 años la edad mínima para votar en las elecciones nacionales y otras consultas populares. ¿Se incorpora esta idea como complemento, como contrapeso de la reforma constitucional que se está impulsando para que se baje a 16 años la edad de imputabilidad para los delitos graves?

OP - Son ideas que da la impresión de que se asocian naturalmente, uno dice "bajamos la edad para esto, bajamos la edad para aquello". Yo desconfío de esas simplificaciones, creo que hay que pensarlo bien, que para algunas cosas puede ser razonable bajar la edad pero para otras tal vez no. Estudiémoslo, discutámoslo en el congreso. Pero nos pasamos todo el siglo XX con una edad para ser imputable penalmente, que eran los 18 años, como siguen siendo hoy, y otra edad para adquirir la plena capacidad civil, que eran los 21 años. Y a nadie le rechinó que se requiriesen más años para tener capacidad civil que para ser imputable penalmente. Y menos edad para casarse, 12 años para las mujeres y 14 para los varones. O sea que es falso que la misma edad deba valer para todo. Y hay otra edad para ser edil, otra para ser diputado, otra para ser senador, el orden jurídico uruguayo reconoce distintos límites por razón de edad, no veo ninguna razón para ir a una regla única. Pero me parecería sensato, a mí personalmente, que se pudiese votar desde los 16 años para elegir gobiernos departamentales o concejos municipales, y me parece que en principio es bueno mantener los 18 para las elecciones nacionales.

Son todas cosas que tendremos que discutir, como muchas otras que normalmente no discutimos porque no tenemos tiempo. Ahora sí tenemos tiempo y pensamos discutir de acá hasta fin de año, porque lo que va a ocurrir en diciembre va a ser que votaremos, ahí decidimos, pero de acá a fin de año discutiremos.

EC - ¿Es posible que todo el PC se ponga de acuerdo en torno a estas cuestiones ideológicas?

OP - Si es posible lo dirá la votación, pero si no ocurre así no hay ningún drama.

EC - ¿Qué pasa si no hay unanimidad en torno a ciertas ideas?

OP - A mí me alarmaría que hubiera unanimidad respecto de todo.

EC - Pero entonces, ¿cuál es la ideología del partido?

OP - El partido tiene grandes lineamientos en los cuales nos reconocemos todos, y después distintos matices o interpretaciones de cada lineamiento que dan lugar a los matices y corrientes que debe tener un partido democrático. No es ninguna preocupación ni motivo de alarma; repito, al contrario, me preocuparía la unanimidad. Y esta una preocupación que algún compañero ha planteado: no vamos a buscar salir del congreso con una especie de catecismo dogmático que diga "pensamos esto, esto y aquello, y el que no diga amén a todo esto no es colorado, no es batllista". Pensamos salir con una visión de la sociedad, del país, de su lugar en el mundo y de lo que hay que hacer definida en grandes lineamientos, en grandes orientaciones, con espacio para que haya interpretaciones en algunos temas, no en todos. Es decir, en materia de adhesión al Estado de derecho no podemos admitir a nadie que diga "yo no creo en el Estado de derecho, creo en la voluntad de las minorías iluminadas". Ese en el PC no tiene lugar. Pero el que nos diga "en este tema que ustedes plantean, que es el equilibrio entre el crecimiento económico y el respeto al ambiente", un tema absolutamente central, hay algunos que son más desarrollistas y otros que son más ecologistas. Con eso hay que convivir.

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Transcripción: María Lila Ltaif