Entrevistas

Parlamento evaluará proyecto para formalizar a trabajadores independientes en situación de pobreza

Esta semana, la comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes estudiará un proyecto de ley que crea el Monotributo Social Mides, cuyo objetivo es formalizar los emprendimientos productivos generados por personas en situación de pobreza. Consultado por En Perspectiva, el diputado Gustavo Bernini, que preside ese ámbito de análisis, señaló que la iniciativa "pretende tener una lectura de la realidad y asumir no solo que hay un sector que es importante atender con las políticas sociales que ya están encaminadas, sino fundamentalmente que hay que tratar de superar esa etapa y pasar a una posterior que es la formalización". El legislador agregó: "La creación del monotributo fue un avance importante, y creo que con este proyecto de ley lo estamos perfeccionando. El gran desafío es tratar de llegar a ese universo [de personas], no solo desde el punto de vista de que es accesible económicamente sino también para romper un esquema cultural de exclusión social".


(emitido a las 8.46 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
El Gobierno se propone formalizar a los más pobres. Y lo hace con un proyecto de ley que crea el llamado Monotributo Social Mides, en un nuevo intento, en este caso del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), por formalizar a las personas con menos recursos económicos que trabajan por su cuenta, según publica esta mañana el diario El Observador.

El próximo miércoles, la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados comenzará a analizar los pormenores de esta iniciativa parlamentaria.

Vamos a recibir al diputado socialista Gustavo Bernini, presidente interino de esta comisión.

¿Cuáles son las características más importantes de este proyecto? Se lo pregunto porque el monotributo ya existe desde el año 2006, con una ampliación en 2007 después de la reforma tributaria, que apuntaba justamente a esto y cuyos resultados, aparentemente, no han sido muy impactantes hasta ahora.

GUSTAVO BERNINI:
Es similar en cuanto a su armado y sus características. Pero particularmente apunta a tener una lectura de la realidad, a asumir que hay un sector de la sociedad que realiza trabajos por su cuenta, con distintos tipos de emprendimientos que yo diría son casi de sobrevivencia, y que objetivamente el monotributo general, que fue un avance, no llega a este sector social. A partir del miércoles vamos a estar recibiendo al ámbito que trabajó sobre este tema, ámbito que estaba integrado por el gabinete social –que a su vez está integrado por el Mides, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Industria y el Ministerio de Economía– y también por otros sectores como el BPS o la propia Dirección Nacional de Aduanas, entre otros. Lo que pretende ese trabajo que vamos a comenzar a estudiar en el Parlamento es tener una lectura de la realidad y asumir no solo que hay un sector social que es importante atender con las políticas sociales que ya están encaminadas, sino fundamentalmente que hay que tratar de superar esa etapa y pasar a una posterior que es la formalización. Que a partir de un pequeño aporte pasen a estar integrados al sistema formal de la economía y de las relaciones económicas, tributarias y laborales del país. Y que fundamentalmente apunten a un sector que no tiene cultura de formalización, y no solo se logra que pasen a formar parte del universo de pequeñísimas empresas...

JAE - ...Justamente le iba a preguntar eso, porque en la nómina de actividades incluidas en el régimen que está vigente ya hay ladrilleros artesanales, pescadores artesanales, vendedores ambulantes, masajistas, feriantes, servicios sexuales, cuida coches, limpiavidrios, todo eso que ya se había manejado. O sea, ¿dónde está la ampliación que usted señala?

GB - La ampliación está dada en función de la propia experiencia que el Mides ha tenido a partir de los distintos programas de emprendedurismo que tiene el Mides, donde se ha detectado que por ejemplo ante los llamados, muestras y programas concretos, en universos de hasta mil emprendedores, el nivel de formalización es mínimo, no llega a un 5%. La dificultad no solo es económica, lo que de por sí ya implica un freno, sino también hasta cultural. Acá el objetivo es que, en vez de pasar a pagar lo que indica el monotributo general desde un principio, se comenzaría en progresividad: el primer año se pagaría un 25% de lo que correspondiera por cinco bases fictas de prestación; el segundo año se pasaría a un 50%; el tercer año a un 75% y el cuarto año a un 100%. Esto es un echar a andar de a poco, para que no solo se permita el acceso a la formalidad –con todo lo que implica en cuanto al acceso a políticas sociales– sino que también se vaya generando una cultura de formalización, porque entre otras cosas permitiría acceso al crédito o poder presentarse como proveedor ante llamados del Estado.

Esto simultáneamente coordinado con otro tipo de medidas, como políticas de crédito para microempresas, políticas de cooperativización de emprendedores o políticas que impliquen entre otras cosas la formación en las distintas actividades que pueda tener la gente aislada, permitiría dar un salto en calidad en lo que es un objetivo del Gobierno, que es no solo la formalización de la economía y de la producción sino fundamentalmente el cambio cultural que implica pasar a ser estar también incluido dentro de las políticas tributarias y las políticas sociales generales del Estado.

JAE - Veamos las condiciones. Se va a tomar al monotributista con un sueldo de 2.393 pesos por mes.

GB - Sí, se está hablando de cinco bases fictas. No he sacado el cálculo, pero puede ser que esté en torno a eso.

JAE - ¿Qué pasa con el Fonasa? Porque actualmente los que aportan al BPS sí tienen ese beneficio.

GB - Lo que pasa es que en este proyecto –que en lo personal tengo interés en tratar y aprobar en forma discutida pero con la mayor cantidad de consenso posible– el Fonasa no viene incluido desde el primer año sino que sería opcional a partir del pago de la diferencia. Nosotros vamos a hablar con el nuevo ministro, que asume el martes, para ver si es posible que comencemos ya a visualizar que al cuarto año, cuando se pague el 100%, no sea necesario pagar la diferencia que quedaría para llegar al acceso al Fonasa, sino que se dé en forma automática. Esto no viene en el proyecto pero tenemos voluntad política para hablarlo con el nuevo ministro del Mides y ver si es posible dar ese salto en calidad ya que, obviamente, dentro de las políticas inclusivas el acceso al Sistema Nacional Integrado de Salud sin lugar a dudas que es lo más importante.

JAE - Estaba mirando los datos del BPS y a diciembre del año pasado hay 16.000 monotributistas, lo que parece ser muy poco en relación a la población total.

GB - Sí, comparto la lectura. La creación del monotributo fue un avance importante, y creo que con este proyecto de ley lo estamos perfeccionando. El gran desafío es tratar de llegar a ese universo, insisto, no solo desde el punto de vista de que es accesible económicamente sino también para romper un esquema cultural de exclusión social. No va a ser fácil, pero el propio proyecto de ley plantea claramente que debe haber políticas activas de información para lograr llegar a ese universo y persuadirlo de que se formalice, en función de la conveniencia desde el punto de vista personal pero también desde la conveniencia del punto de vista de toda la sociedad uruguaya.

JAE - Sobre este punto, El Observador hoy recoge parte de la exposición de motivos de este proyecto y dice que el Gobierno reconoce que este rechazo a la formalización es resultado de las políticas públicas inclusivas que se vienen implementando, con buenos resultados, desde hace algunos años, permitiéndoles acceder a algunos de estos derechos con independencia de su condición de trabajador formalizado o no según el proyecto. ¿Esto qué quiere decir, que el Estado se va a poner más exigente para dar beneficios siempre y cuando el trabajador esté formalizado?

GB - Yo diría que es reconocer una realidad a partir del inicio de todo este proceso, recordemos lo que era Uruguay en 2005. Se tomaron políticas que en una primera instancia tenían un particular énfasis en la asistencia a conciencia por parte del Estado y de las políticas públicas. Desde hace bastante tiempo, ya estamos en una etapa de que haya contrapartidas. Este texto, en el artículo tercero, plantea que como contrapartida haya obligatoriedad en cuanto al acceso a la sanidad del núcleo familiar y a la pertenencia al sistema formal educativo de los hijos menores. Esto quiere decir que efectivamente estamos dando un salto de calidad dentro de estas políticas públicas que lo que buscan, sin lugar a dudas, es la inclusión social. Esto es notoriamente gradual y progresivo, estamos en una etapa superior que yo creo que es muy saludable.

JAE - En ese caso, el de la condición de dar el beneficio a cambio de que los hijos vayan a la escuela, hay que actualizar los programas informáticos porque hasta ahora, según lo han aceptado las autoridades de Primaria, no se controla si el hijo quien recibe la asignación familiar en realidad va o no a la escuela. Ese es otro aspecto.

GB – Sí. Y además, por primera vez tenemos bases de datos absolutamente coordinadas entre, por ejemplo, el Mides y el BPS. Hemos dado pasos enormes en esa materia. Yo le recuerdo que en el 2005 encontramos cientos y cientos de ciudadanos uruguayos que ni siquiera tenían cédula de identidad. Estamos apenas a cinco años de ese momento y ya estamos en una etapa de coordinación de bases de datos. Hemos avanzado muchísimo en lo que es la realidad histórica de nuestro país.


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