Ricardo Pascale (Politécnico del Uruguay): la cultura innovadora debe "empezar en la escuela".
En 2009 se inauguró en el Politécnico del Uruguay la primera Facultad de la Innovación del país, segunda en América Latina. En este momento cuenta con entre 150 y 200 alumnos y además contiene una Facultad de Ciencias Económicas y un Programa de Educación Continuada. El director académico de este centro de estudios terciarios de Maldonado, el contador público y doctor en Sociedad de la Información y el Conocimiento Ricardo Pascale, conversó con En Perspectiva y habló de los comienzos de la idea y de por qué se eligió al departamento de Maldonado para llevarla adelante. Dijo que Uruguay "ya puso a la innovación en la agenda de sus cosas" y que "es importantísimo recibir el conocimiento, pero también pasarlo por la realidad que tú tienes". En este sentido, Pascale, quien además es profesor grado cinco de la Universidad de la República, dijo que la cultura innovadora "tiene que ser una política nacional".
(emitido a las 10.14 Hs.)
EMILIANO COTELO:
En pocos años, Uruguay tendrá sus primeros licenciados en Innovación y Desarrollo de Negocios.
Estos nuevos profesionales surgirán del Politécnico del Uruguay, con sede en Maldonado, que abrió la primera Facultad de la Innovación que existe en el país y la segunda en América Latina.
Este centro de estudios terciarios, que se inauguró en 2009, ofrece también una Facultad de Ciencias Económicas, forma parte del Cluster Punta del Este Ciudad Universitaria y tiene como lema: "Ayudándote con el conocimiento a ayudarte a ti mismo".
¿Qué campo laboral pueden tener los licenciados en Innovación? ¿Qué le pueden aportar a las empresas uruguayas? ¿Cuál es la ventaja de la formación continua, que es otra de las áreas en este instituto? ¿De qué sirve la formación continua en un mundo cada vez más competitivo?
De todo esto vamos a conversar con Ricardo Pascale, que estuvo hace unos minutos en la Tertulia, fue presidente del Banco Central del Uruguay (BCU) en dos oportunidades, de 1985 a 1990 y de 1995 a 1996, es contador público, y además es doctor en Sociedad de la Información y el Conocimiento, graduado en la Universidad de Cataluña, en Barcelona, España.
¿Cómo surge la idea de fundar el Politécnico del Uruguay?
RICARDO PASCALE:
La idea surgió un poco antes con un querido amigo oriundo del departamento de Maldonado, el contador Luis Varela, un hombre joven, talentoso, que había hecho el grado en la facultad y después hizo dos grados juntos, lo que me llamó la atención. Uno fue en Administración de Empresas y una Maestría en Finanzas. Charlando, con Luis empezamos a concebir la idea de empezar a hacer algún tipo de actividad educativa en Maldonado.
EC - Ricardo Pascale también tiene toda una trayectoria en el área de la docencia.
RP - En la Universidad de la República.
EC - Docente grado 5 en la Universidad de la República.
RP - A la que amo mucho, por supuesto. Entonces decidimos empezar, y empezamos una especie de educación continuada. Empezamos a hacer cursos de un tema, de otro tema, y vimos que teníamos mucho éxito. La gente pedía cosas no tan enlatadas y no tan encorsetadas en las viejas profesiones, que siempre son muy importantes, que se habían instaurado en el país y muchas de ellas en el mundo en general. Pero el mundo ha evolucionado mucho más rápido. Nosotros tratamos de satisfacer esa necesidad. Eso nos impulsó a presentar el proyecto de nuestro instituto al Ministerio de Educación y Cultura (MEC), que está en proceso de análisis, como todas las universidades privadas e institutos universitarios privados, para su correspondiente estudio y eventual autorización.
EC - ¿Cuántos alumnos tiene a esta altura?
RP - Tiene una cantidad. Son varias carreras. Deben de ser más de 150, 200.
EC - ¿Por qué Maldonado como sede?
RP - Ya había un cierto ambiente universitario. Ya estaba la Universidad Católica, el Instituto Claeh, el Instituto Francisco de Asís. Era el único departamento que ya tenía un brazo. No es ajeno a todo esto el marco que Punta del Este significa, y el hecho de que para muchos es una segunda vivienda, se va transformando cada vez más en parcialmente primera vivienda, y en muchos casos en definitivamente primera vivienda. De hecho, en Uruguay, a veces nos molestan un poco las distancias, pero en cualquier país medio grande Punta del Este es un barrio de Montevideo.
EC - Metámonos en el instituto mismo. La propuesta del Politécnico del Uruguay tiene, en grandes líneas, tres focos: la Facultad de Ciencias Económicas, la Facultad de la Innovación (cada una de las cuales tiene cursos de grado, posgrado y maestrías) y, por otro lado, el Programa de Educación Continuada. Vamos a concentrarnos en uno de ellos, el que seguramente suena más original, eso de Facultad de la Innovación, la primera en Uruguay y ¿la segunda en América Latina, efectivamente?
RP - Sí.
EC - ¿Qué diagnóstico hicieron ustedes para plantear una facultad de este tipo?
RP - El diagnóstico surgió del siguiente hecho: hoy día vivimos una economía basada en el conocimiento. Eso se dice, se menciona, y a veces se mal menciona o se malinterpreta. Esto no es una anécdota. En realidad, los países que han desarrollado una economía basada en el conocimiento viven y se alejan cada vez más de los demás países, entre ellos Uruguay, por supuesto. Tenemos un rezago relativo con respecto a los países que en el año 55 estaban con nosotros, como España, Francia e Italia, u otros que vivieron un cambio mucho después, como Finlandia, que es un caso más paradigmático y más conocido. En 1989 se produjeron los fenómenos políticos que todos conocemos con la ex Unión Soviética. Ellos tenían una gran dependencia con la Unión Soviética. Era una economía casi pastoril, y dijeron: "No tenemos a quién venderle". Se juntaron y ahí empezó todo un proceso de decir: vamos a transformarnos, de una economía pastoril y de simplemente dejar que crezcan los árboles y venderlos, a una economía basada en el conocimiento.
Esta es la aplicación económica del conocimiento. Es generarlo, difundirlo y aplicarlo. Esa aplicación, la innovación, es la tesis que yo tengo de por qué el país se ha ido alejando. América Latina parece un pelotón de ciclistas con un embalaje de alguno en Tarariras, pero es un pelotón. Más o menos va todo igual. Y, Europa, en algunos casos es como una América Latina con mucho más abolengo y con mucha más historia. En buena medida, el mundo se ha redibujado por el conocimiento. Todo el mundo ve a China como un país, primero como una anécdota, después los chinos, pero no se dan cuenta de que hace 30 años que los chinos están educando 3.000 PhD por año en Estados Unidos, y que luego vuelven y difunden el conocimiento.
Pensar que China, simplemente porque tiene 1.000 y tantos millones de habitantes va a ser un país importante, sería un error mayor. El que vio todo esto, lo vio hace muchísimos años. Está aquella famosa frase de Deng Xiaopin. Estaban pasando de un sistema de economía a otro, y decía: "Estamos cruzando el río escuchando las piedras". Esas cosas de los chinos; pocas palabras que dicen un montón. Estaban cruzando el río, estaban pasando de una cosa a otra, pero allegro vivace ma non troppo, no nos compramos cualquier ideología. Estos países compraron ideologías mucho más rápidamente. La falta de profundidad y de historia te hace comprar con la novelería. Es importantísimo recibir el conocimiento, pero también pasarlo por la realidad que tú tienes.
EC - ¿Qué necesidades detectaron en el Uruguay de hoy que piensan intentar satisfacer con una Facultad de la Innovación?
RP - Tú has visto que la innovación ya está en la agenda del país. Con distintos énfasis y todo lo que tú quieras. De repente, alguien puede suponer que está tan enfatizado...
EC - Hay una Agencia Nacional de la Investigación y la Innovación (ANII).
RP - Exacto. Hay un Gabinete Ministerial. El país ya puso a la innovación en la agenda de sus cosas. Cuando yo estudié y sigue siendo así, la innovación era un pequeño capítulo o aspecto de una carrera que duraba muchos años. Me fui dando cuenta de que el destino, a esta altura el de nuestros hijos y nuestros nietos, no pasa solo por definir de una vez por todas en qué economía iba a estar; si iba a estar en la vieja economía de las masas. Hacemos soja. Si la soja viene bien y se vende bien en el exterior, no nos olvidemos de que la innovación en la soja la tuvieron que traer los argentinos, que los teníamos enfrente. Enfrente, no en la China.
EC - En ese caso, la cabeza innovadora vino de afuera.
RP - Vino de afuera. Es una de las cosas que podemos tomar, adoptar innovaciones.
EC - ¿Qué es un profesional en la innovación?
RP - La innovación es la explotación exitosa de una nueva idea, en el sentido de crear valor. La idea tiene que ser novedosa. Tiene que ser una nueva idea pero tiene que explotarse. Si no, queda como una idea o como una invención. Eso se toma y se aplica al ámbito económico para generar un bien o un servicio. Este, por ejemplo, es un programa innovador. A veces, la gente asocia innovación con productos, con una mayonesa nueva que no tiene colesterol y ese tipo de cosas. Pero la innovación está en la organización, en el marketing. Es el caso de Amazon. ¿A qué se debe este tema de la innovación, que se pone tan arriba del tapete y del conocimiento? A la irrupción masiva de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en el último cuarto del siglo pasado. Las TIC arrancan y son mucho más que internet, mucho más que una anécdota.
EC - ¿Qué puede hacer un licenciado en Innovación en una empresa?
RP - En vez de saber cuándo va a morir, porque está trabajando en la economía de las cantidades, puede hacer abrir la cabeza, transformarla. Va a inculcar que el mundo cambia, que nada es permanente y que se tiene que estar innovando a los efectos de crear más valor. La única forma que tenemos de hacerles crecer el ingreso sustantiva y sostenidamente a los uruguayos y a los latinoamericanos cada país tiene su tema es ingresar a un valor único. Tenemos que ir hacia cosas que otros no hacen. No cosas gigantescas o fantásticas, sino, como tú decías recién: los argentinos nos enseñaron a plantar. ¿Qué pasó acá con la vid? Hay que preguntarle a algunos de los grandes empresarios del vino. No se sabía cómo se plantaba. Plantaban al revés, mal. No tenían los aspectos sanitarios que tenían que tener. En fin, era un tema de conocimiento aplicado a esto. Este conocimiento es el que ayuda. Las TIC ayudan a la innovación. A veces, las TIC se usan como una anécdota: internet, chatear... Me parece maravilloso, forma parte del entretenimiento del que nunca tenemos que olvidarnos, pero la potencia de las TIC está en su capacidad de generar conocimiento.
EC - ¿Qué hace el licenciado en Innovación, una vez recibido e instalado en una empresa? Construir una cultura de la innovación en esa empresa.
RP - Exactamente. Cambiarle la cabeza.
EC - En esa empresa, que también puede ser una dependencia del Estado, una dependencia pública, un Ministerio, un instituto del Estado.
RP - Ni hablar. La innovación se aplica across the border. Hay que cambiar esa idea para que esa empresa siga creciendo, y que la tercera generación no termine vendiéndola porque no entendió que el mundo había ido hacia un mundo de la innovación y ellos no podían. Y habían crecido, los padres eran dos, los hermanos eran dos o tres, después tuvieron 40, qué sé yo, son 30 o 40. Entonces la empresa creció por 30 o 40 y no innovó.
EC - Carlos Maggi se quedó y está escuchando.
CARLOS MAGGI:
Pienso en una frase que se me hizo eslogan: los grandes países venden ideas nuevas y los países subdesarrollados venden frutos del país. Esa es la cuestión. Si nos quedamos solamente en frutos del país, cada vez vamos a estar más lejos.
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EC - ¿Cuántos años son en la Licenciatura en Innovación?
RP Cuatro. Modernamente, se ha ido tendiendo a achicar el grado y dejar el avance del conocimiento para los posgrados, que es tan rápido.
EC - ¿Para qué tipo de estudiantes está pensada?
RP - Para cualquier egresado de cualquier rama de enseñanza secundaria. Lo que precisa es una cabeza innovadora y nada más.
EC - Aparte de la licenciatura, ustedes ofrecen también una Maestría en Innovación. ¿Cuál es la diferencia?
RP - En la maestría hay una mayor profundización de las ideas. Ahí, muchos de ellos son profesores del exterior, docentes de todos lados, de España, de Italia, de Estados Unidos, de Argentina hay alguna gente muy buena, de Brasil, de Chile. La maestría ya implica un estadio un poquito más alto de conocimiento, y además muy aplicado.
EC - ¿Cómo es esto?
RP - Muy learning by doing (aprendiendo haciendo). Todos sabemos que cuando uno habla al otro le queda un 10%. Todo eso está estudiado. Pero cuando además de hablar uno lo tiene que hacer, le va a quedar el 40%. Y, si además después lo hace realmente, ahí empieza... La Maestría en Innovación tiene un alto componente de talleres. Además de refrescar y profundizar en los conceptos, se trata de ver esos conceptos aplicados.
EC - ¿Quiénes pueden acceder a esa maestría? ¿Un ingeniero, un contador, un abogado, un ingeniero químico...?
RP - Sí, médicos, hay de todo. Lo que nunca tuvimos, no sé por qué pero ojalá que venga alguno, es odontólogos. Lo demás, sí. Esperemos que vengan algunos rápidamente. Hay ingenieros, ingenieros químicos, biotecnólogos.
EC La sociedad uruguaya está atrasada en materia de cultura innovadora. ¿Alcanza con formar en este asunto a nivel terciario?
RP - En mi opinión, que no es más que la opinión de un ciudadano, esto es como una vacunación ante una epidemia: no se puede vacunar una manzana. Si vacunás una manzana, esa manzana está bien, pero la barre que todo el resto no está vacunado. Tiene que ser una política nacional, una política de Estado. El caso de Finlandia no fue que a tres finlandeses se les ocurrió salir a transformarse en una economía basada en el conocimiento y en 15 años transformaron el país en un país muy próspero. Primero tiene que haber consenso entre las personas que tienen la gran conducción a su cargo.
Yo soy muy optimista en todo eso. En los años 85-90 me pasó que parecía que no íbamos a salir adelante, pero entre las figuras de aquel momento, como el doctor Julio María Sanguinetti, Wilson Ferreira Aldunate y el general Liber Seregni, había una coincidencia, entre otras cosas, en que había una democracia frágil que había que sacar adelante. Y la sacamos adelante. La gente percibió que en las cabezas estaba esa idea clara. Esto tiene que empezar en la escuela, en el liceo. Tiene que formar parte de la cultura nacional. No solamente mencionar la palabra innovación. Como te decía recién: este programa es un ejemplo vivo de innovación en Uruguay.
EC - ¿Ustedes están en algún diálogo o en algún tipo de intercambio o de iniciativa de ese tipo para llevar esta formación a la primaria?
RP - Estamos mucho más humildes que eso. Pero sí, opino que estas políticas tardan mucho tiempo en calar en un país si no se hace más masivamente y con la convicción de que es el camino. Si no estamos convencidos...
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EC - Tengo varios mensajes de oyentes. Por ejemplo, Carlos dice desde España: "Estoy terminando mi Maestría en Psicobiología en España, y la verdad, esta carrera de la que hablan me encantó".
Mario dice: "Tengo un hijo que cursa sexto Científico con notas brillantes. Me interesa el instituto. ¿Cómo hago para comunicarme?".
Hay un sitio web al que es fácil acceder.
RP - Sí: www.politecnico.edu.uy.
EC - Hablando de la oferta del Politécnico del Uruguay, me gustaría saber cómo se inscribe en ella este ciclo de conferencias que va a dictar Carlos Maggi. Este ciclo que terminó en un libro que fue el que estuvimos comentando en la media hora final de la Tertulia. Es un ciclo de conferencias sobre la economía y la cultura del Uruguay, que está previsto se desarrolle todos los miércoles del 17 de agosto al 30 de noviembre. Son tres horas cada vez en el Politécnico del Uruguay. ¿Dónde encaja en las carreras del Politécnico?
RP - En las carreras que están en la Facultad de Ciencias Económicas. La carrera se llama Licenciatura en Economía y Finanzas Aplicadas. Uno puede preguntarse: ¿y esto qué es?, ¿es un economista? Tiene que ver con la historia de nuestra facultad, básicamente. Nuestra facultad arrancó como Escuela de Comercio y formando contadores en 1932. De ahí que el título de contador acá tenga mucha fuerza. Mucho más que en otros países. Luego vinieron algunos economistas prominentes, con Luis Faroppa a la cabeza, nuestro querido Enrique Iglesias y otros, y pasa a estudiarse economía dentro de eso. Esa primera economía, como había que empezar a dar todo, fue más bien macroeconomía. Es decir, las grandes variables agregadas, que el déficit fiscal esté controlado, que los grandes equilibrios macro estén bien. En eso se centró y se sigue centrando el debate. Si uno mira, la coyuntura de hoy en día es que la inflación subió tanto, bajó esto, subió lo otro... Hoy día ya sabemos que no tenemos que tener déficit fiscal. Si no, que le pregunten a Estados Unidos.
EC - Ese aprendizaje costó pero está muy asentado.
RP - Es una lección que ya está asentada. Hoy, el partido se juega en la microeconomía que integran los mercados, en la forma de funcionar los mercados y las unidades económicas. Esa carrera se refiere a la parte de microeconomía aplicada. Dentro del contexto de esa carrera me pareció muy importante, y a Luis Varela también, que si no conocés la historia hay cosas que no podés explicar, te estás salteando un capítulo enorme. Entonces, dentro de esa carrera hay una materia en la cual el profesor es Carlos, que es Historia Económica del Uruguay. Hay cosas que hoy se explican por la historia económica del Uruguay. Carlos tiene eso a su cargo. ¿Y qué pasa? Cuando pusimos este curso curricular la gente en Maldonado empezó a llamar: "Yo quiero hacer el curso".
EC Entonces, por un lado, va a funcionar como una materia, y por otro va a ser un ciclo abierto de conferencias.
RP - Abierto para todos. Gente ya madura, gente que quiere saber, y la figura de Maggi ya la conocemos, es más que respetado.
EC - Carlos tiene un buen rating.
RP - Esa es la idea. Está inserto allí y es un curso. "Yo quiero hacer el curso", dice la gente.
EC - También va a poder hacer ese curso gente que no está cursando la carrera.
RP - Nuestra cabeza está por eso; la idea de difundir cosas.
EC - Así que, Carlos, suerte en esta nueva experiencia, con 89 años.
CM - Falta me hace.
EC - Repito: estas conferencias comienzan el 17 de agosto y van a ser todos los miércoles de 18 a 21 horas en el Politécnico de Maldonado, en una casona que también vale la pena conocer, la Casona de Gorlero.
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Transcripción: María Lila Ltaif