De unos 150 millones de dólares ahora quedó debiendo 25 millones 300 mil dólares a pagar en 15 años.

Así lo explicó a El Espectador el intendente canario, Marcos Carámbula: "Hemos mandado a la junta departamental un proyecto de resolución que permite en función de que un grupo de inversores privados ha comprado la deuda de Canelones, el 85% de la deuda hemos negociado con ese grupo de tal manera que la deuda original hoy esta mas de 120.000.000 de dólares y en la actualización se va a 150.000.000 de dólares, la hemos convenido en 25.300.000 a pagar. Fue lo que siempre dijo la Intendencia. Vamos a pagar este volumen de deuda en 15 años, con un año de gracia en unidades indexadas y con un interés del 7%", sostuvo el jefe comunal.

De 125 millones de dólares de deuda quedará debiendo 25 millones mediante una fórmula de fideicomiso. "Hemos acordado con ese mismo fideicomiso que generamos llevarlo hasta 30.000.000 de dólares que nos permiten con el mismo concepto cancelar lo que nos queda, pagando el capital. Es decir que hoy hemos reducido en un 80% la deuda. Ahora eso se conforma un fideicomiso, va a la junta departamental, se aprueba este concepto, va al tribunal de cuentas y a partir de ahí un fideicomiso, que genera un fideicomiso publico abierto que genera valores con la deuda de Canelones", agregó Carámbula al tiempo que añadió que "en todos los casos nosotros nos comprometimos con el grupo inversor, si es que la junta departamental está de acuerdo, a pagar de esa manera, en 15 años con uno de gracia, se va a cobrar de la cobranza descentralizada de la Intendencia y la garantía que va a actuar es la partida del 2-14 que viene del Gobierno Nacional al Gobierno Departamental".

El grupo inversor es un grupo de capitales nacionales e internacionales que se presentó ante la intendencia hace ya varios meses y exhibió la documentación que los avalaba como los dueños de la seña del crédito de la comuna.

Empezaron a negociar y llegaron a un acuerdo. Las deudas son con cinco empresas constructoras y gestionadora de residuos, que son: Hernández y González, empresa Díaz-Álvarez, Cliba, Rojio y Tracoviax.

Carámbula también explicó en qué le repercutía esto al contribuyente canario. Al respecto señaló que "le va a sacar una gran carga que más tarde o más temprano iba a pagar la Intendencia de Canelones, y al pagar la Intendencia lo paga el contribuyente".

"Una deuda que era impagable se vuelve una deuda razonable en función del capital inicial porque al finalizar nuestro contrato se pactaron intereses capitalizables, multas que además estaban en marcha todos los juicios que ya tienen sentencia que llevaron la deuda original de 30.000.000 a 120.000.000 de dólares y en segundo lugar una Intendencia saneada en este sentido puede encarar sus planes de inversión con otra tranquilidad. Nosotros hemos recuperado el crédito, no teníamos crédito, recuperamos el crédito con la banca privada, se canceló la deuda que había con Itaú, y estamos en línea de crédito aceptada por el Banco República y al mismo tiempo esto nos permite encarar una Intendencia a futuro con un criterio de viabilidad que hoy no tenia", sentenció.