Entrevistas

Astori apuesta a las transformaciones estructurales

Astori apuesta a las transformaciones estructurales

El anunciado ministro de Economía del EP-FA señala que un eventual primer gobierno de izquierda tendrá "muchos aspectos de transición a un proceso de otro signo". El canje de deuda no se toca: sería insensato modificar lo que está funcionando bien. Para el período 2005-2010, la opinión es una sola y es esta, afirmó.

(Emitido a las 09.13).


EMILIANO COTELO:
El anuncio fue hecho en Washington la semana pasada:

(Grabación)

TABARÉ VÁZQUEZ:
Para mí personalmente sería sin duda la mejor opción que tiene nuestra fuerza política nominar al compañero Danilo Astori como futuro ministro de Economía del país. Por su adhesión al programa, por su indiscutible solvencia y conocimiento de esa especialidad y por la calidad humana que lo adorna...

(Fin de la grabación)

EC - Luego el nombramiento se oficializó en Montevideo al comienzo de esta semana, entre lunes y martes.

El contador Danilo Astori será el ministro de economía en caso que el Encuentro Progresista (EP) gane las elecciones de octubre - noviembre y llegue por primera vez al gobierno.

La decisión generó complacencia en algunos sectores frenteamplistas, silencio en otros e incluso rechazo, el rechazo más cerrado por parte de la izquierda radical.

En el medio hubo todo tipo de especulaciones sobre los motivos que llevaron a Vázquez a optar, para un cargo clave de su gabinete, por alguien con quien ha tenido enfrentamientos notorios en los últimos años.

Vamos a conversar sobre estas dudas y otros temas con el propio senador de Asamblea Uruguay (AU) Danilo Astori, que ayer estuvo acompañando al doctor Vázquez cuando se presentó el programa económico del EP en un encuentro con empresarios en el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo.

***

Yo decía recién que su nombre como candidato a ministro de Economía se conoció en Washington, casi inmediatamente después de que el contador Enrique Iglesias respondiera negativamente a una propuesta del doctor Vázquez en el mismo sentido. Según trascendió, Vázquez le habría ofrecido a usted el cargo apenas un día antes, unas horas antes, concretamente en pleno vuelo desde Alemania hacia Estados Unidos. ¿A usted lo sorprendió el planteo?

DANILO ASTORI:
Para ser muy sincero debería contestar que desde cierto punto de vista sí y desde otros puntos de vista no. Hubo dosis de sorpresa, pero también me había hecho a la idea de que ese planteo podía llegar.

EC - El hecho de que Vázquez le pidiera a usted que lo acompañara en este viaje por España, Alemania y Estados Unidos, ¿era de algún modo un anticipo, una señal en esa dirección?

DA - Creo que sí, así fue dicho en este mismo micrófono, yo lo escuché y compartí ese juicio, ese anticipo que fue realizado. Fue lo que de alguna manera le dio previsibilidad a lo que en definitiva se concretó. La cuota de sorpresa fue quizás en cuanto al momento, a la etapa en la que se produce esta definición, bastante más temprano que en 1999. Debemos recordar que esta es la segunda oportunidad en que me toca recibir ese planteo.

EC - Sí; en aquella oportunidad, en 1999, el "nombramiento" ocurrió entre la primera y la segunda vuelta.

DA - Exactamente.

EC - O sea, ocurrió en noviembre.

DA - Exactamente. Hay muchas diferencias políticas, y nacionales diría yo, entre 1999 y 2004. Para empezar por lo principal, el país está hoy en una situación bastante diferente de la de 1999, viene de años muy traumáticos, muy dolorosos; desde el punto de vista político también hay una diferencia sustancial, hoy la izquierda tiene una altísima probabilidad de ganar la elección, lo cual no es ajeno a lo anterior, esto es a los momentos muy difíciles que tuvo que pasar el país y al descontento generalizado que existe en sectores muy importantes de la población. Y desde el punto de vista de la izquierda este anticipo, que tiene una cuota de sorpresa para mí...

EC - Si entiendo el razonamiento, usted dice que el país está saliendo de una crisis muy fuerte, hay descontento en un sector grande de la población, y por otro lado el EP llega a las elecciones de octubre ubicado con una intención de voto muy alta. ¿En definitiva usted está diciendo que lo que fue el balotaje hace cinco años podría adelantándose y ocurriendo en octubre y conviene entonces llevar ya claramente identificado al equipo económico para despejar incertidumbre, para generar confianza ahora? ¿De eso estamos hablando?

DA - No, no estaba elaborando un razonamiento, y mucho menos deductivo. Estaba planteando las diferencias, una de las cuales es este anticipo que yo ato a la pregunta anterior, a cuál había sido la dosis de sorpresa y cuál la de previsibilidad en esa definición. Simplemente estaba planteando esas diferencias porque creo que es importante ubicarse en el momento en que se produce, entre otras cosas para entender por qué este anticipo respecto de 1999.

EC - ¿Puede ser más directo o más claro en cuanto al motivo de un nombramiento tan temprano? ¿Por qué se necesitaba saber ahora que usted va a ser el ministro de Economía?

DA - Esto es también un proceso, aquí hay un esfuerzo de todos por alimentar y contribuir a una confluencia de posiciones, hay un esfuerzo sobre todo por parte del doctor Tabaré Vázquez de tener en cuenta incluso a quienes hemos defendido posiciones distintas en el Frente Amplio (FA) sobre temas importantes de la realidad nacional, lo cual a mi modo de ver las cosas es muy positivo porque la izquierda necesita consolidar sus planteos, sobre todo de cara al futuro, que es lo que más importa. Hoy importa mucho más cómo nos ubicamos respecto del futuro que un repaso de las diferencias en el pasado porque obviamente estamos ofreciendo a la ciudadanía un programa para convocar a su adhesión electoral y eso es lo que más importa; pero además es lo que más importa desde el punto de vista del país. Y hemos desarrollado una experiencia en ese sentido que -comentábamos fuera de micrófonos- comenzó en enero cuando por una decisión muy acertada se reanudaron los encuentros entre los diferentes sectores con el presidente del FA.

EC - Sí, esa reunión que se suele presentar como encuentro del presidente del EP con los cabeza de lista al Senado.

DA - Claro; además hay otros participantes, están el intendente de Montevideo, el vicepresidente del FA, el presidente de la Comisión Integrada de Programa. Es un espacio especialmente apto para reflexionar sobre los temas fundamentales del programa, para ponernos de acuerdo, para afinar posiciones. Apenas comenzó a desarrollarse este proceso se percibió claramente -a nosotros nos dejó muy contentos- la posibilidad de esa coincidencia, sobre todo en cuanto al futuro, en cuanto a cómo desarrollar nuestro trabajo programático, de campaña electoral sin duda y de anticipo sobre lo que sería un gobierno. Es un antecedente fundamental para entender la decisión que veníamos comentando.

EC - Usted dice que en enero comenzó ese proceso de aproximación Vázquez-Astori, Astori-Vázquez, que partió de un gesto del doctor Vázquez, porque fue él en definitiva quien resolvió que ese ámbito comenzara a funcionar.

DA - Claro, y encontró respuestas por parte de AU.

EC - Una AU que acababa de pasar por la experiencia del referéndum sobre la ley de asociación de Ancap...

DA - Exacto.

EC - ...una instancia en la que su sector se mantuvo casi en solitario en contra de la mayoría del Frente, apoyando la ley, lo que le costó quedar en una posición muy incómoda. Yo estaba repasando las declaraciones que usted hizo en Teveo, Televisión Nacional, en diciembre: "La relación con Vázquez es correcta -dijo-, pero para ser sincero, la campaña ha sido muy fuerte, siento que han quedado heridas entre ambos". Esto es lo que usted percibía a fin de año, no más.

DA - Sí, sí. Y creo que en el caso del doctor Tabaré Vázquez debe haber ocurrido exactamente lo mismo, porque en una campaña ocurren estas cosas. Pero en todo caso también hubo pasos dados desde AU a partir de enero. Recuerdo que cuando resolvimos el 3 de abril concentrar todas nuestras energías políticas en ayudar al FA a triunfar, estábamos también dando un paso de acercamiento, como lo dimos en el mes de mayo al festejar el primer decenio de AU y reafirmar nuestra decisión de contribuir al triunfo del FA y ayudar al mejor gobierno posible. Así que hubo un acercamiento que provino de ambos orígenes.

EC - ¿Y qué dice usted a propósito de las críticas que han surgido en torno al momento y la circunstancia en que se hizo este anuncio? Usted fue nominado como ministro de Economía de un eventual gobierno del EP en plena gira por el exterior y, peor aún dicen los críticos, cuando se llevaban adelante las reuniones con las autoridades de los organismos multilaterales y los inversores extranjeros. ¿Cómo valoraron ese riesgo de alentar interpretaciones del tipo: "Nombra a Astori porque tiene que hacer buena letra frente al Fondo Monetario (FMI)"?

DA - Varios comentarios. En primer lugar, obviamente hay que respetar todas las opiniones. En segundo lugar, como acabamos de oír en la grabación que se emitió al comienzo de esta conversación, cuando el doctor Tabaré Vázquez se refiere por primera vez al tema en el exterior, dice "en mi opinión personal", y agrega, en un pasaje que no fue emitido, que obviamente esto será consultado con las autoridades del FA, del EP.

El tercer comentario que quiero realizar es que la primera vez que se habló del tema fue dando una respuesta a una pregunta muy concreta que se hizo, que no se podía evadir. En una de las primeras reuniones con grupos empresariales muy importantes, no con los organismos internacionales sino con grupos empresariales muy importantes...

EC - Sí, la reunión que organizó el Citigroup.

DA - Exactamente; con presencia de consultores internacionales, de auditores, de consejeros en materia de inversiones, esto es un espectro muy importante de la vida de los negocios, con la presencia de jerarcas de Citibank de Uruguay que viajaron por el día especialmente a escuchar nuestras respuestas, se formuló directamente la pregunta: ¿cuál es el tipo, el modelo de ministro de Economía que elegiría el FA? Allí comenzó el doctor Vázquez a expresar su opinión, que luego también fue compartida con autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). No fue planteada públicamente, en el sentido amplio de la palabra; trascendió públicamente.

EC - Claro, pero era muy probable que trascendiera.

DA - Era altamente probable, no era una reunión chica, como bien fue dicho; además deberíamos hablar en plural, porque hubo más de una reunión relativamente numerosa al respecto. En todo caso, tal como fue anunciado por el propio presidente Vázquez, esto se planteó luego a las autoridades del EP el lunes en la mañana, el lunes en la tarde a las del FA y hubo una aceptación mayoritaria importante para mí.

EC - Pero usted, que estuvo en Washington, que participó de esa serie de reuniones, ¿qué dice a propósito de lo que en definitiva está en el fondo de esa crítica que yo citaba recién: el EP necesitaba "hacer buena letra" o, en términos menos severos, necesitaba trasmitir una sensación de confianza?

DA - Es que no fuimos a eso, ese es un juicio absolutamente injusto. Fuimos simplemente a hacer una experiencia importante para nosotros, a aprender, a conocer cómo nos ven afuera -creo que es un acto de responsabilidad hacerlo- y al mismo tiempo a compartir con actores fundamentales en la vida nacional de los próximos años, como son los organismos multilaterales de crédito y grupos empresariales a los que deseamos atraer para que este país invierta y crezca, el contenido de nuestros programas. Yo creo que es un acto de responsabilidad política, no un acto de rendir examen, hacer buena letra ni mucho menos. Simplemente es una experiencia que necesariamente hay que realizar. Quien crea que los organismos entrevistados y los grupos con los cuales comentamos nuestro programa son irrelevantes para Uruguay, se equivoca mucho. Esta es otra diferencia respecto de 1999...

EC - A ver...

DA - ...cuando también fuimos, con el economista Walter Cancela, a hacer un periplo muy similar. Uruguay hoy es mucho más dependiente de los organismos internacionales que hace cinco años, y lo es por la asistencia financiera que recibió -la más grande de su historia- en el invierno de 2002 para sortear aquella fenomenal crisis de retiro de depósitos que puso en serio riesgo a todo el sistema bancario del país. Por lo tanto, nos guste o no nos guste -la verdad es que a la inmensa mayoría de los uruguayos seguramente no nos gusta-, tenemos que conversar con esos organismos, de cuyas decisiones y al mismo tiempo negociaciones con el país, depende en gran medida el futuro, por lo menos cercano, de los uruguayos. Sería muy irresponsable ignorar esta realidad, decir "Cuando llegue el momento hablaremos". El momento va a llegar pronto, dicho sea de paso, gane quien gane. Desde el punto de vista del FMI -así lo planteé personalmente y me parece que es compartido por mis compañeros- al otro día de las elecciones -esta es una afirmación figurada- hay que ponerse a conversar inmediatamente, entre otras cosas porque hay un acuerdo en vigencia que vencerá el 31 de marzo, del cual dependen muchas decisiones de política económica.

En cuanto a los grupos empresariales, también son fundamentales en la vida del país. Si yo tuviera que elegir el objetivo número uno de la política económica de la izquierda en los próximos tiempos, serán la inversión productiva, el crecimiento y el aumento del empleo, porque de ese objetivo -por eso digo que es el número uno- depende todo lo demás. Sin inversión productiva, crecimiento y empleo todo el programa se viene abajo, absolutamente todo.

EC - Teniendo en cuenta las reacciones que se produjeron desde los sectores más radicales de la izquierda ante la decisión de Vázquez de confiarle el Ministerio de Economía en un eventual gobierno del EP, teniendo en cuenta comentarios como el de Juan Fernández, dirigente de la Corriente de Izquierda, que lo considera a usted "un pelotazo en contra", que lo ve como alineado con el gobierno y se ha preocupado por enumerar las distintas instancias en las que usted votó junto con los representantes del Poder Ejecutivo, teniendo en cuenta ese tipo de reacciones, ¿no se imagina que puede ser compleja su gestión como ministro, en la hipótesis del triunfo de Vázquez, que le puedan venir presiones y resistencias fuertes de su propio partido político?

DA - Con el mayor de los respetos, porque no me gusta subestimar las opiniones de nadie, estoy seguro de que, de llegar al Ministerio de Economía mi tarea va a ser muy compleja, pero no por opiniones como las mencionadas en la pregunta, sino por las dificultades propias de la situación del país, por estarse ocupando un ministro de Economía de temas en los que seguramente puede haber más de una postura, por haber una multiplicidad de obstáculos a sortear, por todas esas razones seguramente la tarea será muy compleja. No es una tarea personal sin embargo, es una tarea de equipo. El FA cuenta con excelentes profesionales en el área de la economía, una parte importante de la gestión -la primera diría yo- será conformar ese equipo y encarar colectivamente y con mucha convicción las tareas a realizar desde el Ministerio de Economía de un primer gobierno de izquierda en el país, que va a tener muchos aspectos de transición entre un proceso que tuvo a todas luces otro signo y que nos proponemos cambiar, transformar en sus principales destinos de aquí en adelante. Un primer gobierno de izquierda tendrá mucho de transición, pero las transiciones son complejas, sin duda, entonces contesto afirmativamente la pregunta, pero no por la razón expuesta.

EC - ¿No teme a resistencias, a rebeliones dentro del Frente o desde el movimiento sindical, no necesariamente desde la mayoría del PIT-CNT, pero sí de los grupos más radicales?

DA - No, sinceramente no temo rebeliones y, respetando mucho las opiniones como la mencionada en la pregunta, no creo que se cuente una afirmación de ese tipo entre las principales dificultades a afrontar por un ministro de Economía de la izquierda.

***

EC - Continuamos, ahora con la compañía de los integrantes de la tertulia de los miércoles. Están con nosotros Conrado Hughes, el economista Gabriel Papa, el doctor Juan Miguel Petit y Alejandro Ferreiro, periodista, conductor de Planetario.

Estamos conversando con el contador Astori a propósito de esa "designación" que se produjo la semana pasada en Washington, que luego se oficializó aquí en Montevideo y en especial fue planteada anoche, en estos términos, por el doctor Tabaré Vázquez, en el encuentro desarrollado en el Salón Azul de la Intendencia con empresarios nacionales.

(Grabación)

TABARÉ VÁZQUEZ:
Sobre todos estos temas cuentan ustedes desde ahora con una referencia política y técnica que nos interesa anunciar una vez más: el contador senador Danilo Astori, a quien hemos solicitado nos acompañe desde la titularidad del Ministerio de Economía y Finanzas en caso de tener que asumir responsabilidades de gobierno, con todo el equipo de eminentes profesionales universitarios en el terreno de la economía que están trabajando en nuestra Comisión de Programa.

(Fin de la grabación)

Ese puede ser el pie para la última pregunta que me quedaba a mí: de ahora en adelante cuando usted habla, ¿quién habla: habla Astori o habla el EP? Recién decía Vázquez: es una referencia, la referencia en esta materia para la izquierda en esta materia para la izquierda en esta campaña electoral. Pero siguen produciéndose cortocircuitos, continúa habiendo enfoques distintos. La semana pasada, sin ir más lejos, usted decía en Washington que el canje de deuda, la política que se ha venido desarrollando con la deuda pública, ha sido beneficiosa para el país, "entendemos que ha sido beneficiosa para el país, Uruguay es hoy un país confiable y al mismo tiempo es visto con una perspectiva muy diferente de la de Argentina". Sin embargo el jueves en el semanario Búsqueda el doctor Vázquez retornaba con su visión crítica sobre el canje de deuda y alertaba incluso que las consecuencias negativas de esa operación todavía están por verse. ¿Entonces?

DA - Ante todo la reiteración de un marco general. Estamos todos, en este caso ambos protagonistas mencionados en la pregunta, en un esfuerzo de buscar confluencia de opiniones con referencia al futuro. Ese es el escenario general. Que tuvimos diferencias en el pasado no es un secreto para nadie, me parece bien que, si cada uno está convencido de una opinión respecto de un tema nacional, que la mantenga, sea coherente con sus convicciones, pero no creo que se den las condiciones para hablar de cortocircuitos porque lo que hoy asume importancia central para mí es la referencia al futuro, nosotros estamos programando un eventual gobierno, si es que la ciudadanía lo decide así, y en cuanto al futuro no hay ninguna diferencia con respecto a la deuda.

EC - Pero, por ejemplo, el doctor Vázquez dijo en el reportaje de Búsqueda: "El impacto negativo del canje de deuda todavía no se vio, se va a ver cuando venzan los plazos, ahí se va a ver -eso es el futuro, ¿no?-, vamos a ver qué hace Uruguay, si está en condiciones de renovar una negociación de este tipo o realmente tiene que transitar otro camino". Ahí estamos hablando de enfoques distintos en adelante.

DA - Sí, de un futuro que trasciende bastante al próximo período de gobierno. Recordemos que los primeros vencimientos se producirán, a partir de este canje realizado, después de este período de gobierno. Y en cuanto al período de gobierno sobre el cual estamos trabajando ahora, no hay dos opiniones: el canje de deuda no se toca, va a seguir funcionando como hasta ahora porque sería insensato modificar este camino que en este momento está funcionando bien, le ha dado respiro al país, como también se lo darán las nuevas condiciones que seguramente negociará con los organismos financieros internacionales, acerca de cuya respuesta hemos tenido indicios muy importantes en este viaje, característica absolutamente permanente y común a las respuestas que hemos obtenido, al clima que hemos percibido, a la actitud que los jerarcas de los organismos expusieron en nuestras visitas. Concretamente, lo que me importa es que para el período de gobierno 2005-2010, que es en el que tenemos que concentrar nuestra atención, la opinión es una sola acerca de este instrumento, y es la que acabo de dar.

EC - ¿De ahora en adelante cuando usted habla, habla el equipo económico del FA?

DA - Procuraremos que haya coincidencia entre la persona, el equipo y la organización político-partidaria. En ese esfuerzo estamos todos, no sólo yo, los demás también.

EC - Vamos con las preguntas de los integrantes de la mesa. Juan Miguel en primer lugar.

JUAN MIGUEL PETIT:
Yo tenía un apunte previo parecido a lo que planteaba Emiliano. En caso de que el FA-EP ganara las elecciones sería la primera vez que el Ministerio de Economía estaría ocupado no por un técnico o un político, que los ha habido, como De Posadas, Mosca, que estaban en la actividad política, no solamente en la técnica, sino por un político de primera línea que inclusive fue candidato a la Presidencia dentro de su propio partido. Lo cual implica que es algo más que un administrador de la economía, es alguien que tiene ideas propias para todas las áreas de la temática nacional.

DA - Digamos que para unas cuantas, para todas no.

JMP - La convivencia debería darse en un espectro muy amplio. Mi pregunta era, justamente por eso, que si el ministro de Economía es alguien que no solamente quiere manejar la economía sino que tiene, como lo has trasmitido en muchas entrevistas, una idea de reformas y cambios, y por otro lado, si bien Tabaré Vázquez tiene un discurso bastante duro, por ejemplo cuando señala esa frase de que se van se van, los que están en el gobierno se van y que la coalición ha sido responsable de los males que tiene el país, cualquier cambio estructural, de fondo, apunta a que se van a necesitar mayorías, no solamente parlamentarias, diría que políticas y hasta culturales. ¿Tú crees que el EP estaría en condiciones de cogobernar con los partidos que hoy están en el poder, con algunos de ellos? Y cuando digo los partidos, no los sectores más progresistas o dirigentes más progresistas, sino con los partidos, llamar a los partidos a cogobernar.

DA - Es una pregunta muy buena. Ante todo un comentario general: me parece que tener, como tú decías, ideas sobre algunos temas no económicos, aunque no sobre todos por lo menos sobre algunos, ayuda, en el sentido de poder contribuir, no sólo desde el punto de vista económico, a ir configurando esa confluencia de opiniones y actitudes en un próximo gobierno. Que va a ser distinto a estar en la oposición, los gobiernos siempre plantean dificultades y espacios de maniobra estrechos que conducen a una renovación y madurez quizás aceleradas con respecto a cuando se está en la oposición, porque se ve la realidad tal cual es, con mucha más dureza que cuando se está del otro lado del mostrador. Eso también ayuda.

EC - ¿Esa renovación y esa madurez se aceleran incluso en la campaña electoral previa a una elección en la que se tienen altas posibilidades de ser gobierno?

DA - Por lo que se está viendo, también; hago este primer comentario. El segundo comentario es que -lo uno con la reflexión que Emiliano acaba de pronunciar- en estos meses previos Tabaré Vázquez ha dicho reiteradamente, aquí y en el exterior, que aun ganando en primera vuelta, si se diera esa opción, la izquierda va a tener una actitud de búsqueda de entendimientos y acuerdos con las demás fuerzas políticas. Lo ha dicho reiteradamente. Nosotros venimos proponiendo esta actitud desde hace tiempo, pero hoy está teniendo no solamente nuestro respaldo sino el del propio candidato a la Presidencia. Somos conscientes de que Uruguay necesita transformaciones tan profundas que no se pueden hacer con una mitad del país gobernando en contra de la otra, sino que hay que convocar a acuerdos y consensos que amplíen las bases de sustentación política de la propuesta.

ALEJANDRO FERREIRO:
Todos los uruguayos sabemos -algunos más, otros menos, según la cercanía con el tema; en mi caso estoy más lejos- que en Uruguay, por la estructura económica y por cómo estamos armados desde hace años, el sector de la ganadería es fundamental a la hora de dinamizar la economía del país. Hoy el sector ganadero está pasando por un buen momento, producto quizás, según algunos analistas, entre otras cosas y fundamentalmente, de la devaluación adoptada por este gobierno que ahora está mostrando en ese terreno por lo menos, sus frutos y se habla de una reactivación. Algunos analistas también sostienen que la reactivación se podría haber generado antes y podríamos estar en el segundo o tercer año de reactivación si hubiera sido hecha antes, si este gobierno no se hubiera demorado. Usted unas década atrás escribió un libro que se llamaba "El cambio tecnológico en la ganadería uruguaya", o sea que en ese análisis de los cambios tecnológicos en aquel momento sacó una foto de la realidad e hizo sus comentarios al respecto. La pregunta es la siguiente: ¿usted considera que los cambios que se generaron en todo este tiempo desde que escribió el libro hasta ahora, que ahora concretamente, motivo de seta devaluación, están acentuados, son cambios que hay que sostener, que hay que timonear hacia otro lado? La devaluación, en todo caso, ¿fue un mecanismo dinamizador que usted si hubiera sido ministro de Economía de este gobierno hubiera hecho antes, hubiera hecho después o no hubiera hecho?

DA - Hay muchos temas importantes en esa pregunta. Más que concentrar mi atención en la devaluación, quiero hacerlo en el cambio de régimen de política cambiaria que se produjo en el invierno de 2002, cambio que considero beneficioso. Precisamente otro ámbito que me parece hay que mantener sin cambios dramáticos es la política monetaria y cambiaria que tiene hoy el país, porque creo que es acertada, flexible, que al mismo tiempo impide que se generen situaciones como las que tuvieron un efecto destructivo tan importante sobre la economía uruguaya. Siempre hablo en estos últimos tiempos de esa trilogía letal que hubo entre déficit público, deuda para financiar déficit y tipo de cambio fijo. Eso destruyó al país, destruyó a varias economías de América Latina y nunca más se puede volver a repetir. Desde el punto de vista de un eventual gobierno de la izquierda, la izquierda no va a repetir esa experiencia.

En cuanto a si lo hubiéramos hecho antes, es un poco difícil señalarlo, me parece que la política monetaria y cambiaria no se manejó bien antes del invierno de 2002, se perdieron oportunidades. Había una especie de brete generado en el país desde mucho tiempo atrás, el país necesitaba una corrección cambiaria pero al mismo tiempo sabía que si la hacía generaba problemas muy graves de endeudamiento en moneda extranjera. Por eso hablo de brete, por eso hablo de situación difícil de desmontar. Luego se desmontó a la fuerza y de la peor manera posible. Entonces quizás habría que haber elegido el momento antes de la decisión que se tomó, pero no era fácil hacerlo, lo reconozco, no era fácil elegirlo.

Una frase final: la ganadería ha avanzado mucho, me parece que eso tiene mucho que ver también con factores externos favorables, que ojalá se mantengan. Hay que seguir apuntalando esta tendencia, creo que todavía quedan cosas por hacer en el ámbito tecnológico, en la investigación, en la extensión, en la incorporación de nuevos procedimientos de trabajo y de manejo del ganado a nivel de la explotación. Hay que seguir por ese camino. Todo esto se relaciona con la política agropecuaria concebida en su conjunto.

GABRIEL PAPA:
En distintas entrevistas has planteado esta afirmación: "Queremos que la izquierda gane y que haga un gobierno de izquierda".

DA - Exacto.

GP - En los 90 las sucesivas políticas económicas formatearon una cierta economía y una cierta sociedad, una cierta forma de la economía y la sociedad, con ganadores y perdedores. Ganadores y perdedores que después de la crisis donde las pérdidas se distribuyeron a su vez no se distribuyeron entre todos por igual. La izquierda siempre ha reconocido que en las sociedades hay conflictos de intereses y en función de los mismos plantea determinados parámetros de equidad. En ese sentido -es una pregunta amplia-, ¿en qué metas e instrumentos de política económica se está pensando para combatir la pobreza y mejorar la distribución del ingreso, tan fuertemente afectada?

DA - Cuando me refiero al gobierno de izquierda, quiero señalar que estoy pensando fundamentalmente en las transformaciones estructurales que nos proponemos realizar, una de las cuales tiene que ver con tu pregunta, pero no es la única. Las enumero rápidamente -disculpen la síntesis-. En primer lugar Uruguay necesita definir un modelo de especialización productiva y apoyarlo como línea de Estado, como línea permanente de trabajo; ese ha sido el secreto de todos los países exitosos del mundo, parecidos o diferentes de Uruguay. Los cambios en el sistema financiero, que tienen que ser muy hondos, en la estructura, en la gestión, en los productos financieros, en los instrumentos que se utilizan para recuperar la confianza en la moneda nacional. La reforma del Estado, tarea compleja, llena de procesos a desarrollar en la administración central, en los gobiernos municipales, en las empresas públicas. La reforma tributaria, reforma que tiene que estar orientada por los criterios de justicia y eficiencia, de aptitud para premiar el esfuerzo productivo. Los cambios en la política exterior del país, definiendo un modelo de inserción estable, cuestión de Estado si las hay, y manteniéndolo más allá de gobiernos y partidos que se sucedan en el gobierno. Las políticas sociales, con un criterio estructural, que significa una cadena cuyo primer eslabón son la inversión, el crecimiento y el empleo, no hay otra. Hoy le decía a Emiliano, en la primera parte de esta entrevista, que sin inversión, empleo y crecimiento todo el programa se viene abajo, todo, no hay posibilidad de hacer ningún programa, ni de transformación, ni siquiera de mantenimiento de la situación actual. Hay que crecer y para eso hay que invertir y naturalmente crear puestos de trabajo. Es el primer eslabón de la cadena estructural de la justicia, de una política social de redistribución de ingresos y de equidad en las oportunidades. Naturalmente desde este punto de vista tendrá que haber un programa de emergencia para cuya práctica hay crecientes posibilidades por razones externas e internas. Las externas: ese clima de querer ayudar al país que hay en el exterior; el país está muy respetado en el exterior, está distinguido en el exterior. Y utilizo la palabra distinguido con intención, porque se lo diferencia de otros procesos que se han vivido no muy lejos de aquí.

EC - Argentina, concretamente.

DA - Eso se valora enormemente. Y una razón interna: la situación fiscal está mejorando, por suerte, y ojalá se mantenga. La recaudación tributaria está aumentando en términos reales 20 por ciento con respecto al año pasado, tremendo porcentaje de aumento. Eso da aire para practicar un programa de emergencia, que no es ninguna solución a la pobreza, vamos a entendernos. Los programas de emergencia son paliativos, analgésicos para calmar el dolor del que está sufriendo más, pero la política social, de justicia, equidad y redistribución del ingreso estructural vendrá con el crecimiento. Instrumentos, obviamente todos: el tributario, el crediticio, el gasto público, la política de gasto público es un instrumento fundamental de equidad y redistribución del ingreso, pero sobre la base de estos parámetros. Finalmente, algo que cierra la lista de grandes transformaciones estructurales, recuperar para el país la prioridad de la formación educacional, el desarrollo científico y tecnológico.

CONRADO HUGHES:
Ya lo analizamos el otro día, en La Tertulia de la semana pasada, qué impresión teníamos sobre lo que implicaba la propuesta de Tabaré Vázquez de ofrecerle el Ministerio de Economía potencial a Danilo y yo ya emití mi juicio, dije que me parece que el doctor Vázquez acierta y muy bien. Algunas declaraciones, no sólo las que hizo hoy de mañana, de Danilo, sobre la importancia de la inversión como la fuerza impulsora, la driving force del crecimiento, me parecen fundamentales, y no vine acá a levantarle centros a la olla.

Voy a plantearte desde el punto de vista político una preocupación que obviamente tenemos el común de los ciudadanos. Danilo Astori se ha ido distinguiendo en el perfil de la izquierda nacional como una voz que no es exactamente igual a otros coros y a su vez que tiene -por una razón de ética, lo decís en más de una declaración- la convicción de que no hay que callar ciertas cosas, que hay que decirlas y no hay que prometer el cielo después del 5 de marzo ni hay que hacer promesas absurdas, que hay que discutir los temas y que has probado que acatás la disciplina partidaria, lo que no quiere decir que calles tu punto de vista. Todo eso le ha dado un perfil a AU y ahora que estás en la carrera ya nominado para integrar ese equipo económico, para liderarlo, AU fue un gran fenómeno político en la elección de 1994, en la de 1989 no existía, tú fuiste candidato en todas las listas del Frente y optaste tu banca al Senado por la que había sacado más votos, pero fue un gran boom y llegó a tener entre 12 y 14 diputados.

DA - 17.

CH - Arriba del 40 por ciento del voto.

DA - 44,5.

CH - Hoy las últimas señales mostrarían que AU es más o menos el 5 por ciento de la opinión pública nacional, esa podría ser la representación. Pero es un one-man show, si no está Danilo Astori porque está dedicado a coordinar las actividades de programa, ¿qué va a ser de AU, porque eso es muy importante para los apoyos que el día de mañana tenga el ministro de Economía?

EC - Sí, recuerdo declaraciones del senador Alberto Cid de hace pocos días manifestando su preocupación por un debilitamiento de la posición electoral de AU a partir de este cambio.

DA - Les agradezco la pregunta, que es muy buena. En primer lugar quiero decirles que AU, aunque a veces por razones de exposición pública se perciba menos, tiene un muy buen equipo de gente, un muy buen equipo de compañeros y compañeras que estoy seguro van a seguir brindando el mejor de sus esfuerzos. En segundo lugar, yo no voy a abandonar a AU, voy a seguir trabajando a muerte para que este sector que, a mi juicio y con mucho respeto, está trabajando con mucha convicción por la renovación de la izquierda y va a seguir trabajando porque ese es su objetivo fundacional, trabajar para contribuir a la renovación de la izquierda, sea cada vez más fuerte, se consolide. Yo voy a hacer campaña por AU en los próximos meses, porque voy a volver a ser candidato al Senado y voy a estar junto a mis compañeros haciendo esta campaña y procurando obtener -que quede clarísimo- la mayor votación posible para AU. Así que tendré más trabajo, pero lo voy a hacer. Naturalmente, seguiré muy convencido de que en el trabajo colectivo de compañeros y compañeras de AU podrá generarse siempre una contribución para seguir un proceso que a nuestro juicio, con avances, retrocesos, alegrías, sinsabores, dolores de cabezas varios y surtidos, está avanzando. Me refiero al proceso de renovación.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón