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Palabras de Vázquez ante empresarios

Discurso de Tabaré Vázquez en el foro que mantuvo con empresarios el 20 de julio de 2004 en la Intendencia de Montevideo.

URUGUAY PRODUCTIVO

DR. TABARÉ VÁZQUEZ EN

ENCUENTRO CON LOS EMPRESARIOS

Amigas y amigos:

Quiero expresarles el agradecimiento del Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría por la respuesta que ustedes han dado a nuestra convocatoria.

Valoramos vuestra presencia en esta jornada y la asumimos como un reconocimiento y un compromiso:

  • un reconocimiento a esta fuerza política en tanto presencia insoslayable en la vida del país

  • y un compromiso con el Uruguay, que es lo que está por encima de nosotros mismos, de nuestra identidad personal o sectorial.

Sepan pues, que tenemos el firme propósito de corresponder adecuadamente a ese reconocimiento y a ese compromiso que constituyen las razones sustanciales por las cuales ustedes y nosotros estamos aquí.

Permítanme también anotar que este encuentro no es ni el principio ni el fin de ninguna historia sino que más bien es un hito en un proceso de diálogo que viene de lejos y que va más lejos aún.

Con muchos de ustedes hemos conversado personalmente en diversas ocasiones y la casi totalidad de ustedes –si no la totalidad- han mantenido contactos con distintas instancias de nuestra estructura funcional (órganos de dirección política nacional, bancada parlamentaria, unidades de la Comisión Integrada de Programas, etc).

También vienen participando en esta novedosa y auspiciosa iniciativa, el grupo denominado " INDUS " mediante la cual estamos estableciendo una nueva modalidad de relacionamiento, diálogo y articulación con los sectores productivos del país. No es poco lo que en este ámbito se ha hecho (a modo de ejemplo: en los últimos dos meses se desarrolló una intensa y fructífera agenda que abarcó reuniones de trabajo con aproximadamente 30 cámaras y grupos empresariales), pero es mucho más lo que aún puede y debe hacerse desde este Grupo.

Una actividad similar a este encuentro la realizamos el 18 de julio del año 2001, en vísperas de las dramáticas circunstancias económicas y sociales que vivió y cuyas consecuencias aún padece el Uruguay.

Aquí, entonces, no estamos entre desconocidos.

Podemos ser diferentes, pero nos conocemos.

Y más allá de las diferencias tenemos algo en común a lo cual en lo personal asigno especial importancia: somos uruguayos y queremos lo mejor para este país.

 

Amigas y amigos:

Precisamente porque no estamos entre desconocidos, porque todos manejamos información y porque tenemos una nacionalidad en común, creo innecesario detenernos en diagnósticos sobre la situación del país.

Todo sabemos que las secuelas de la crisis más larga y una de las más profundas de la historia nacional todavía están muy presentes y sobre todo que tendremos que pagarlas durante mucho tiempo.

Pero la crisis y sus consecuencias no puede ser una excusa para la resignación ni una coartada para saltar al vacío. Por el contrario, hemos de asumirlas como un impulso para ser más creativos, más precisos y sobre todo para producir los cambios que el país reclama desde hace ya demasiado tiempo.

Es obvio que no todos vivimos las actuales circunstancias de la misma manera y es evidente que quienes padecen sus aspectos más negativos, quienes sienten en carne propia el dolor del desempleo, la pobreza y la exclusión social no están en este recinto; sin embargo todos quienes aquí estamos conocemos esa realidad y nos sentimos conmovidos ante la misma.

Porque quien no se conmueva ante el sufrimiento de un semejante no es un buen uruguayo.

Y sabemos perfectamente que hablar de desarrollo en un país en el cual el 31% de su población vive en condiciones de pobreza o indigencia es un desafío.

Ese país es el Uruguay y ese desafío es nuestro desafío.

No es sólo la sensibilidad social, la obligatoria reacción ante la fractura injusta de nuestra sociedad, sino incluso una opción seria por el desarrollo sostenible, por recuperar en esta nueva época los valores de una sociedad más integrada social, cultural y humanamente.

 

Amigas y amigos:

Ustedes son empresarios. Con la misma ilusión, con la misma responsabilidad, con el mismo esfuerzo y hasta con la misma suerte con que otros compatriotas desarrollan su actividad laboral, ustedes encaran la suya.

Digámoslo claramente: para nosotros ustedes son parte de cualquier proyecto de un país en desarrollo, con justicia y con nuevas formas de sensibilidad social.

Yo quiero convocarlos, en nombre del Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría, a un nuevo emprendimiento.

Yo los invito a participar en un iniciativa llamada Uruguay en desarrollo y con cambios.

 

Amigas y amigos:

El futuro no está predeterminado. Es una realización humana.

Y esa realización humana no se construye prolongando inercialmente el pasado y el presente.

El futuro requiere cambios para consolidar lo que está bien, para corregir lo que está mal y para responder en clave de bienestar de la gente a las exigencias de un mundo cada día más exigente. Parece mentira que algo tan sencillo como esto genere tantas discrepancias e incertidumbres!!

Nosotros proponemos cambios.

Cambios auténticos; cambios responsables; cambios entre todos porque los cambios cuando son auténticos y responsables involucran a todos; cambios con sentido de la realidad pero también con sentido de nación en términos de corto, mediano y largo plazo.

Si tuviera que sintetizar en pocas palabras el cambio más importante que proponemos, diría que frente a la falta de estrategias y frente a la improvisación como estrategia, nosotros proponemos construir una estrategia nacional de desarrollo, un programa nacional de desarrollo.

Las políticas de la improvisación, de la falta de objetivos claros, de las reacciones tardías y de dejar en las manos del mercado las responsabilidades que son compartidas por el estado y por la sociedad, han fracasado aquí y en todo el mundo.

La política del "golpe del balde" en una época de baldes tan frágiles e inestables ha determinado que varios baldes nos hayan golpeado repetidamente en la cabeza. En la cabeza de todos los uruguayos generando pobreza, desconfianza e inseguridad.

La seguridad y la confianza en términos económicos se logran con objetivos claros a corto, a medio y a largo plazo y no sólo repitiendo siempre las mismas respuestas para las mismas preguntas.

La seguridad y la confianza se logran con reglas claras y transparentes para todos. Subrayo: transparentes para todos, porque la honestidad y la austeridad en un gobierno son valores importantes para el gobierno, para la política, para la economía y para las empresas.

La seguridad y la confianza se logran con políticos, con profesionales y con técnicos idóneos y previsibles en la ejecución de sus responsabilidades.

La seguridad y confianza se logran con instancias de diálogo y de gobernabilidad que no sólo involucren a los políticos – pues esta es una visión parcial y reductiva y podríamos decir ya superada en las sociedades modernas – sino formas institucionalizadas de diálogo entre los políticos, los agentes económicos, la sociedad civil, la academia. Consejo Nacional de Economía.

Ese es el auténtico cambio que el país reclama en materia de relacionamiento político, institucional y social.

Y el Encuentro Progresista- Frente Amplio-Nueva Mayoría está preparado para articularlo. Mejor que cualquier otro partido político en el Uruguay.

Amigas y amigos:

Las elecciones nacionales a realizarse el próximo 31 de octubre serán una instancia decisiva entre por un lado ese Uruguay cansino, solitario, anclado en su propio pasado (hermoso en muchos aspectos, pero pasado al fin ...) y resignado al futuro que presentan como inexorable sus actuales gobernantes, y por el proyecto de desarrollo productivo y sostenible que nosotros los progresistas impulsamos como estrategia de país.

Nuestra estrategia de desarrollo está sistematizada en cinco grandes áreas complementarias entre sí y que deben impulsarse de manera integral. Por ello hablamos de una estrategia de cambio y no de parches:

  1. El Uruguay social, porque la mayor riqueza de un país es su propia gente y porque la situación en este sentido compromete cualquier proyecto nacional. Además quiero reafirmarlo en forma personal y muy clara: un gobierno progresista que no atienda y revierta de manera radical la actual realidad social del país tal vez pueda ser gobierno, pero no será progresista. Y nosotros estamos comprometidos con un gobierno progresista.

    Tan comprometidos estamos con la tarea de revertir esta dolorosa situación que no solamente hemos elaborado propuestas sino que hemos realizados gestiones concretas.

    En tal sentido, estamos en condiciones de compartir con ustedes una muy buena noticia: en nuestra reciente gira internacional logramos para el país (no para nosotros ....) el apoyo de organismos internacionales de crédito para que el próximo gobierno de la República lleve adelante el Plan de Emergencia Social que tantos uruguayos y uruguayas reclaman y merecen.

  2. El Uruguay productivo, porque para emprender la senda de un desarrollo sostenible Uruguay necesita reorganizar su economía, mejorar su Estado, establecer reglas de juego claras entre éste y el mercado, recalificar el valor del trabajo, generar empleo, producir, competir y vender.

  3. El Uruguay innovador, como fórmula para hacer crecer la economía, promover tecnología y estimular la capacidad de emprendedora de nuestra gente.

    Ustedes saben que desde hace tiempo venimos proponiendo que el Uruguay sea un auténtico "Polo Tecnológico" del MERCOSUR.

    Estamos convencidos que ello es posible y que si lo logramos generará grandes posibilidades de trabajo y empleo altamente calificado para nuestra gente.

  4. El Uruguay democrático, porque nosotros creemos en la sociedad. No ignoramos su complejidad ni sus conflictos, pero no los dramatizamos sino que apuntamos a gestionarlos para articular un futuro común de la sociedad uruguaya. Esto es el pleno funcionamiento de todas sus instituciones, desde el Parlamento y su verdadero papel, la Justicia, los organismos de control. Pero además es la transparencia en el manejo de la información pública, es erradicar toda forma de clientelismo. La renovación y modernización del Estado no es sólo técnica y profesional, es funcional y es moral.

    Mejorar la gestión del Estado es mucho más que un conjunto de normativas; es sustancialmente una cuestión de voluntad política.

    Como también son una cuestión de convicción y voluntad política el reconocimiento al otro, el diálogo y la articulación entre todos para el bien común.

    Esta convicción y voluntad política marca claras y profundas diferencias con una forma de gobierno ya agotada y que, por cierto, no es la nuestra ....

  5. El Uruguay integrado a la región y al mundo. Tampoco ignoramos las complejidades de los procesos de integración, pero asumimos la integración regional como una verdadera estrategia de país. Porque un país con su propia estrategia de desarrollo está en condiciones para una participación activa y creadora en el Mercosur y a partir de allí a nivel internacional.

Estas son, telegráficamente enunciadas, las cinco dimensiones complementarias entre sí de nuestra propuesta.

Pero no solamente complementarias sino también unidas por un eje que se llama trabajo.

El trabajo como valor social, pero también como ética de vida.

El trabajo que genera prosperidad, pero que también genera confianza, transparencia, seguridad y solidaridad.

Todos lo sabemos: no basta la buena voluntad para generar empleo. El empleo ha de generarse como parte esencial de una estrategia de desarrollo y como tal del crecimiento económico y de políticas activas.

Nosotros no queremos empleos y trabajo de baja calidad porque eso no es un elemento de competitividad, eso es atraso y no tiene nada que ver con una competitividad auténtica y un desarrollo genuino.

 

Amigas y amigos:

Imposible desarrollar en esta intervención el esquema enunciado hace un instante.

Por lo tanto, y aún a riesgo de que la misma resulte un tanto parcial y fragmentaria, permítanme hacer algunas referencias a esa dimensión de nuestro proyecto que denominamos "el Uruguay Productivo".

Haremos esas referencias a partir de dos interrogantes que seguramente ustedes ya se están formulando: ¿Por qué? y ¿Cómo?

¿Por qué un Uruguay productivo e innovador?

Porque queremos poner la economía al servicio del ser humano, dejando atrás el economicismo que concibe a las personas como meros agentes económicos y que valora a la gente según lo que tiene o lo que puede consumir, para poner la economía al servicio de las personas.

Porque no hay proyecto de desarrollo nacional sin producción, sin innovación, sin un conjunto de metas e instrumentos que apunten en esa dirección. Esta será una experiencia nacional, y es la de todos los países que se desarrollan y crecen en forma sana.

Porque producción e innovación son dos claves de nuestro proyecto.

La producción y el trabajo son señas de nuestra identidad política y en esta nueva época de grandes cambios tecnológicos esa identidad, para seguir siendo tal requiere actualizarse con el progreso técnico.

En fin, porque para construir nación y encarar con éxito los desafíos y las posibilidades del mundo actual:

  1. hay que saber producir, saber vender y saber competir;

2) hay que innovar incorporando cada vez más conocimientos y tecnología

3) hay que optimizar el aprovechamiento responsable de los recursos naturales y materiales del país;

  1. hay que optimizar su capital social; porque la gente es la principal riqueza de un país

  2. hay generar empleos estables y de calidad; porque la mejor política económica y la mejor política social es que la gente tenga derecho a trabajar y ganarse dignamente la vida);

En tal sentido, nuestra propuesta no puede dejar lugar a dudas:

El Encuentro Progresista- Frente Amplio-Nueva Mayoría apuesta por un crecimiento económico productivo integral, equilibrado, de calidad y sostenible.

Integral en la medida en que supere falsas incompatibilidades tales como "Uruguay agroexportador o Uruguay de servicios", "Uruguay Natural o Uruguay Tecnológico", etc.

En nuestra propuesta de desarrollo productivo hay lugar para la biotecnología, los agronegocios, las tecnologías de la información y la comunicación, las industrias de la cultura y del turismo, etc.

Porque es cierto que ningún país es competitivo en todo; pero también es cierto que no es bueno limitar la competitividad a un único rubro.

Equilibrado en materia territorial. No queremos "zonas perdedoras" y departamentos "deprimidos" respecto a otros supuestamente "ganadores" y "exitosos". El desarrollo ha de ser equilibrado o no es desarrollo.

De calidad en tanto agregue el máximo valor posible a una producción nacional competitiva, basada en la defensa de los derechos intelectuales de quienes trabajan en la investigación, el desarrollo y la innovación aplicada a diferentes sectores e industrias.

Hablar de producción nacional calificada es hablar de educación.

La sociedad uruguaya sabe por experiencia propia lo que ello significa pues la cohesión y prosperidad que en algún momento alcanzó tuvo en el sistema educativo uno de sus principales puntos de apoyo.

Pero los momentos pasan y el Uruguay actual necesita un nuevo impulso educativo. En esta materia no se trata de renegar del pasado pero tampoco de ser rehén del mismo; se trata de crear condiciones para que nuestros niños vayan a la escuela y aprendan, de abatir la frustración y deserción a nivel secundario, de formar ciudadanos productivos .....

Sobre este asunto permítanme despojarme por un instante de mi condición de dirigente político y decirles algo como padre de tres hijos y docente de varias generaciones de estudiantes universitarios: me duele ver estudiantes y jóvenes profesionales preguntándose quién los empleará; quiero ver estudiantes y jóvenes profesionales preguntándose cuántos empleos ellos mismos podrán generar; y quiero ayudar a crear las condiciones para que puedan responder esa pregunta por la vía de los hechos.

Y quiero también ayudar a que todos los jóvenes uruguayos puedan plantearse esa pregunta, es decir, que la educación sea efectivamente un derecho que acompañe a todos los uruguayos durante toda la vida y les brinde igualdad de oportunidades.

Sostenible en términos medioambientales pero también sociales. Porque el desarrollo no es la opulencia de unos y la miseria de otros, y la pobreza no se combate instrumentando políticas públicas "para pobres".

Los pobres, amigas y amigos, no son objetos de caridad. Son sujetos de derecho. La pobreza no se combate con "medidas para pobres" sino con políticas de ciudadanía e inclusión social

Vayamos ahora a la segunda interrogante planteada anteriormente: ¿Cómo se hace ese "Uruguay productivo"?

En primer término: entre todos y progresivamente.

En la construcción de las naciones no hay milagros ni atajos. Tampoco pueden haber exclusiones.

Ese proceso de construcción colectiva tiene diversos ingredientes. Entre ellos uno que ya mencioné, que no se decreta, que es inmaterial y que al mismo tiempo es fundamental: la confianza.

Sé que alguna referencia que realizamos hace unos días a la confianza como factor clave en un proyecto de desarrollo provocó alguna reacción de malestar que lamentamos.

No obstante ello, volvemos a reiterarlo: la gravísima crisis que castiga a nuestro país y cuyas consecuencias, desgraciadamente, no será fácil remontar, tuvo como componente fundamental un severo déficit de confianza por parte de los agentes económicos, de los inversores, de los empresarios, de la inmensa mayoría de la sociedad uruguaya.

 

Recuperar esa confianza requiere el compromiso sostenido de todos.

Un compromiso que el Encuentro Progresista-Frente Amplio- Nueva Mayoría expresa en una estrategia de país, en un proyecto de desarrollo productivo sostenible que implica, entre otras líneas de acción, nueve que me interesa mencionar en esta ocasión:

  1. Generar un ambiente propicio para la actividad empresarial que beneficia al empresario pero que también beneficia a la sociedad

    La idea central que guiará la política de promoción y defensa de la producción nacional será el logro de estándares de competitividad sobre bases de estabilidad macroeconómica y mejoras permanentes en la productividad.

  2. Nuestro concepto de estabilidad macroeconómica comprende aspectos que hacen a las relaciones cambiarias, crediticias, de precios, de cumplimiento de los contratos, de mantenimiento de reglas de juego claras y de un adecuado marco de predecibilidad.

En el marco del objetivo general de transformación hacia un Uruguay productivo, la programación macroeconómica tendrá como objetivo específico asegurar la consistencia de la políticas monetaria, cambiaria y fiscal entre sí y con respecto a los objetivos de crecimiento económico y mejora en la equidad de la distribución del ingreso.

Permítanme ser más específico:

    1. en materia de política monetaria otorgaremos previsibilidad al valor de la moneda por la vía de procurar equilibrar la creación del dinero con la demanda, controlando la expansión de la base monetaria a los efectos de contribuir con la obtención de un nivel determinado de inflación. Esto significa avanzar hacia una política monetaria basada en metas de inflación las que, a su vez, deberán sintonizar con los objetivos de crecimiento y distribución del programa de cambios y enmarcados en las restricciones dadas por las definiciones en materia de política fiscal

      Un elemento fundamental en esa dirección es avanzar decididamente en la desdolarización de la economía.

    2. en materia de política fiscal nos orientaremos a operar tanto sobre la estructura de los ingresos como de los gastos del sector público, a los efectos de garantizar una estructura impositiva más eficiente y equitativa y un gasto público más sesgado hacia la atención de planes sociales prioritarios y de inversión pública.

En el marco de un proceso de reforma de la estructura tributaria y de gasto público guiado por los objetivos de crecimiento productivo, de inclusión social y equidad, el rol de la política fiscal estará orientado por la obtención de una trayectoria de equilibrio a largo plazo, lo que implica revertir la trayectoria explosiva de déficit fiscales acumulativos de las últimas administraciones.

En consecuencia, proponemos una política fiscal pautada por un manejo de sus instrumentos orientado a la atenuación del ciclo económico lo cual implica operar principalmente sobre la estructura del gasto y de los ingresos con el fin de fortalecer la capacidad exportadora, la demanda interna y los incentivos a la formalización y al incremento de la Quinquenal y el empleo.

No habrá aumento de la presión fiscal,sino , sino redistribución de la misma según criterios de racionalidad, equidad y eficiencia.

En ese marco, el principal instrumento sobre el que operará la política fiscal será el Presupuesto Nacional Quinquenal.

C) En materia de política cambiaria, cumpliremos con la razón de ser de la misma, que es disminuir la incertidumbre asociada a la evolución del tipo de cambio.

La experiencia indica que la fijación administrativa de un tipo de cambio o las restricciones de acceso al mercado generan distorsiones en la asignación de recursos y, en casos extremos, la operación de mercados negros que desestabilizan la economía a favor de especuladores.

 

Los lineamientos de política fiscal y política monetaria enunciados son consistentes con un régimen cambiario con mercado de libre acceso y con tipo de cambio flexible.

El manejo irresponsable de las finanzas públicas ( déficit fiscal). El sobreendeudamiento del Estado para cubrir esos déficit y el ancla o retraso cambiario fueron la triada sobre la que se asentó el actual desastre nacional. Esto nunca más

  1. El objetivo de la consistencia enunciado en el punto dos deberá impulsarse también en las negociaciones orientadas a profundizar la coordinación macroeconómica en el MERCOSUR, en la medida en que la ausencia de los mencionados equilibrios en la región compromete la posibilidad de obtenerlos en lo interno de nuestra economía (tan fuertemente ligada a la de nuestros vecinos).

  2. La estabilidad macroeconómica ha de estar al servicio del crecimiento y la equidad (y no al revés, como sucede actualmente), por lo que ha de incluir aspectos socioeconómicos, como los que hacen al empleo, el salario, las relaciones laborales y la convivencia social.

    (A esta temática me referiré al final de la presente enumeración)

  3. Una auténtica reforma del Estado. No se trata de más o menos Estado respecto al mercado, sino de un Estado más dinámico, calificado, inclusivo y eficiente tanto en la resolución de los problemas como en la asignación de recursos, prestación de los servicios públicos y creativo en la generación de oportunidades.

Un Estado proactivo ante los retos del futuro y capaz de articular al resto de los agentes económicos no es incompatible con un mercado comprometido con la sociedad.

Desde esta convicción promoveremos transformaciones que:

    1. Gestionen con la mayor eficiencia posible las actividades esenciales del Estado y aquellas que la ciudadanía quiera que se administren por el Estado.

    2. Disminuyan al mínimo posible la presión fiscal sobre la producción y el consumo.

    3. Estimulen políticas sectoriales de promoción que se inserten en la estrategia global de país productivo.

    4. Fomenten la inversión pública graduando el uso de recursos propios y créditos externos e incorporando al sector privado como concesionario en determinadas condiciones.

Tal inversión pública no deberá perder de vista el apuntalamiento a la competitividad de los sectores productivos, los que podrán apoyarse en una infraestructura estatal de amplia cobertura y costos de eficiencia como pilar para su propia eficiencia.

Transformaciones que:

  • Hagan más ágil y transparente el sistema de compras del Estado. Un sistema de compras que asigne prioridad a la industria nacional, que apunte decididamente a la transparencia y honestidad y que al mismo tiempo sea eficiente y sujeto a los debidos controles. En tal sentido, proponemos avanzar en la utilización de medios tecnológicos en el sistema de compras del Estado así como hacia la facturación electrónica de sus proveedores.

  • Racionalicen controles y acciones considera que imponen tasas por contraprestaciones que son inútiles, que no se brindan o se brindan deficientemente.

 

  • Disminuyan las elevadas tarifas de servicios públicos que hoy tanto encarecen el "costo país" y tanto limitan nuestra competitividad.

  • Permitan establecer y desarrollar el marco institucional necesario para la ejecución del programa estratégico hacia un Uruguay productivo e innovador. No es necesario crear nuevas estructuras, más bien se requiere trabajar en un re diseño de las actuales orientándolas hacia el apoyo a la producción nacional, establecer roles, asignar responsabilidades , fortalecer las capacidades gerenciales, etc.

No somos una empresa de demolición; más bien nos consta que hay mucho para construir, por citar apenas algunos casos, en los Ministerios de Industria, Ganadería y Agricultura y Trabajo y Seguridad Social; a nivel del LATU y del BPS; en la Dirección de Comercio Exterior, en la Dirección General Impositiva, en la Dirección de Aduanas, etc.

A modo de ejemplo: en lo que hace a la gestión y el control, implementar medios tecnológicos para el cruzamiento de la información entre la Dirección de Aduanas, la Dirección General Impositiva, los entes del Estado y las instituciones bancarias estatales.

  1. Promoveremos un diseño institucional adecuado para lograr un funcionamiento más eficiente de los mercados. La regulación debe establecer reglas de juego claras, enfocadas a preservar los intereses de los consumidores y respetar debidamente los derechos de propiedad.

    Y ese diseño ha de concretarse rápidamente. Sin precipitaciones, pero rápidamente.

  2. Políticas públicas orientadas a mejorar la tasa de expansión de largo plazo de la economía.

    En nuestra opinión, las políticas públicas deberán procurar incrementar el ahorro (privado y público) y la inversión.

    Ustedes bien lo saben: en Uruguay el gasto público es muy elevado en relación al PBI, por lo que una mejora en la calidad de dicho gasto permitirá un mayor ahorro público.

    Para el aumento de la inversión puede procurarse vías tales como políticas proactivas, pragmáticas y transparentes para atraer inversiones extranjeras, y la mejora del diseño institucional orientado a defender el interés general.

  3. Políticas de especialización y complementariedad productiva que, como expresamos anteriormente, superen falsos antagonismos como "Uruguay natural o Uruguay productivo" y promuevan sectores estratégicos tales como el agropecuario, la biotecnología, las tecnologías de la información y comunicación, las industrias culturales y el turismo, etc.

  4. Una fuerte apuesta a la integración regional, porque el sueño del "Uruguay solitario", de la "Suiza de América" y de la "linda casita en un mal vecindario" fue un sueño.

 

La realidad es otra e indica que lo que afecta a nuestra soberanía no es la integración sino el aislamiento, lo que nos debilita como nación no es marchar juntos sino quedarnos atrás.

Amigas y amigos:

En el cuarto de los nueve lineamientos que hemos enumerado dijimos que la macroeconomía ha de incluir aspectos socioeconómicos tales como el empleo, el salario, las relaciones laborales y la convivencia social.

Esto se vincula a algo que también ya hemos expresado: la necesidad de generar confianza, la pertinencia de articular intereses y voluntades a nivel de la sociedad para integrarlos en un proyecto común, el compromiso de dialogar con la sociedad.

Y esto, en nuestra opinión, ha de expresarse en un auténtico compromiso ciudadano para el desarrollo productivo sostenible.

Pero no es una opinión solamente. Por convicción y en cumplimiento de resoluciones adoptadas por las máximas instancias orgánicas del Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría estamos trabajando en el diseño de una propuesta de formato, metodología, contenido y alcance para un compromiso de esta naturaleza entre el Estado (el gobierno como tal y el sistema político), los agentes económicos y los trabajadores.

Una propuesta que a la brevedad presentaremos para su consideración. Porque este tipo de iniciativas trascienden la contingencia electoral y no se decretan: se construyen.

 

Amigas y amigos:

Tenemos muchas tareas por delante. Pero no partimos de cero ni estamos solos.

Podríamos recorrer una larga lista de acontecimientos que así lo indican, pero solamente enumeraremos algunas iniciativas en las cuales nosotros hemos participado o estamos participando.

  • En primer lugar, reitero, el proceso de diálogo con la sociedad en cuyo marco realizamos este encuentro.

  • En segundo lugar contactos con los Presidentes de los gobiernos de Argentina, Brasil y España; con funcionarios de gobiernos de otros países y organismos multinacionales; no para presentarnos sino para profundizar aún más nuestras coincidencias y visiones para una región y un mundo mejor; con cámaras empresariales e inversores extranjeros en nuestro país; con instituciones de investigación científica y desarrollo tecnológico, etc.

Con todos ellos dialogamos en clave de país y desde lo que somos: dirigentes de la fuerza política mayoritaria del país. Y cuando se es la primera fuerza política de país la obligación fundamental, la responsabilidad esencial es servir a los intereses generales de la sociedad.

Amigas y amigos:

No estar solo ni arrancar de cero es importante. Pero no es suficiente.

Nosotros (todos y cada uno de quienes estamos aquí, todos y cada uno de los uruguayos) tenemos la responsabilidad mayor en la tarea de convertir la aspiración de un Uruguay productivo en una realidad.

De los hombres y de las mujeres de este país, son la responsabilidad, el compromiso y el privilegio de trabajar duramente para lograr el objetivo de un desarrollo productivo sostenible.

De nosotros, en tanto fuerza política que aspira a ser gobierno y que está trabajando para ello.

El Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría quiere gobernar desde el respeto a sí mismo y el respeto a los demás , con el cambio y para la sociedad.

La gente, las uruguayas y los uruguayos exigen y merecen un gobierno de hombres y mujeres que se sientan igual a los ciudadanos, que escuchen, que dialoguen con ellos, que les rindan cuentas (y que las cuentas sean claras y cierren ....)

Un gobierno que respete los contratos asumidos por el país. Los compromisos asumidos en materia de servicio de la deuda pública, ; pero también los compromisos asumidos en materia de derechos civiles, sociales y políticos de la gente (por citar apenas dos ejemplos)

Y respecto al servicio de la deuda pública permítanme reiterar algo que ya hemos dicho y agregar algo importante que no hemos dicho:

  1. Reiteramos que en las actuales circunstancias y en las condiciones previstas de crecimiento, si nos corresponde ejercer las responsabilidades del gobierno, por una razón de elemental continuidad institucional cumpliremos las obligaciones contraídas por anteriores administraciones.

  2. Anunciamos que como resultado de gestiones realizadas en nuestros recientes contactos con los organismos internacionales de crédito, éstos han manifestado su acuerdo con nuestras Líneas Programáticas. Un programa que hemos elaborado con sentido y responsabilidad de país.

Sobre todos estos temas cuentan ustedes desde ahora con una referencia política y técnica que también nos interesa anunciar una vez más: el Cr. Danilo Astori, a quien hemos solicitado nos acompañe desde la titularidad del Ministerio de Economía y Finanzas en caso de tener que asumir responsabilidades de gobierno.

Un gobierno que asuma plenamente sus responsabilidades pero que no invada competencias ajenas ni se crea infalible o inmutable.

Un gobierno que sea sensible, eficiente y transparente. Reitero: sensible, eficiente y transparente.

Pero también ustedes, en tanto empresarios, tienen responsabilidades. En tal sentido, quiero decirles que coincido plenamente con algo que leí en un documento preparado por la Cámara de Industrias del Uruguay para las Primeras Jornadas de Debate Industrial realizadas en noviembre de 2003.

El documento se titula "Una estrategia de desarrollo industrial para el Uruguay" y en su página 16 expresa textualmente lo siguiente:

"... El punto de partida de la estrategia de desarrollo industrial debe reconocer explícitamente que el núcleo de la competitividad está dentro de las empresas y que ellas son las responsables últimas de su propio desempeño. Sin una mejora en la gestión empresarial, no hay medida pública que pueda tener efectos positivos duraderos.

Llegar a ser competitivo no quiere decir solamente buscar mejoras temporales capaces de aumentar la participación en el mercado por un corto período de tiempo, por la depreciación de la moneda o la reducción de salarios, modalidades que pueden llevar a postergar las opciones de más largo plazo por recorrer el camino equivocado hacia la competitividad.

Para mantener el crecimiento de largo plazo tiene que fortalecerse las ventajas competitivas y crear nuevas capacidades en el camino adecuado hacia la competitividad".

Reitero: compartimos totalmente el contenido de este pasaje.

Y como "compartir" quiere decir "participar uno en alguna cosa", sepan que en la realización de ese "Uruguay productivo" queremos buenos empresarios; empresarios innovadores y exigentes con todos y consigo mismos; empresarios que hagan buenos negocios pero que también creen buen empleo para la gente; empresarios comprometidos con sus empresas y con el Uruguay.

Amigas y amigos:

No pretendemos con esta ya bastante extensa exposición agotar todos los temas que nos interesa considerar con ustedes.

No faltarán oportunidades para hacerlo.

Ahora mismo abriremos un espacio para escuchar vuestras opiniones e interrogantes.

Pero más allá de esta jornada, es nuestro propósito seguir dialogando y trabajando juntos.

Además, en el correr de las próximas semanas realizaremos jornadas referidas al "Uruguay social", al "Uruguay productivo", al "Uruguay innovador", al "Uruguay democrático" y al "Uruguay integrado" a las cuales están desde ya invitados.

Amigas y amigos:

El Uruguay con que han soñado y sueñan tantos compatriotas puede ser realidad.

Nuestra propuesta de desarrollo productivo y sostenible reconoce en ustedes a agentes especializados y comprometidos.

Asume también la necesidad de continuar consolidando nuevas formas de relacionamiento, diálogo y articulación con los sectores productivos que ustedes integran y representan.

La experiencia del "Grupo Indus" referida al principio de nuestra intervención ha de ser también impulso y compromiso en la sistematización de propuestas sectoriales para la industria nacional en el marco de un proyecto y estrategia de país.

Es tiempo, pues, de reconocernos mutuamente y desde nuestras respectivas identidades, responsabilidades y competencias, trabajar juntos por ese Uruguay que tanto nos necesita y al que tanto necesitamos.

 

Muchas gracias

Montevideo, 20 de Julio de 2004

Salón Azul, Intendencia Municipal de Montevideo