Entrevistas

Diputada Verónica Alonso: "Es necesaria una política nacional de alcohol" para luchar contra el consumo abusivo

Diputada Verónica Alonso: "Es necesaria una política nacional de alcohol" para luchar contra el consumo abusivo

La diputada por el Partido Nacional (PN) Verónica Alonso presentó en el Parlamento una serie de medidas que buscan combatir el consumo abusivo de alcohol. En conversación con En Perspectiva, la legisladora dijo que según la más reciente Encuesta de Hogares realizada por la Junta Nacional de Drogas, uno de cada tres jóvenes tuvo una o más intoxicaciones agudas con alcohol en los últimos 15 días. Alonso expresó que "es necesaria una política nacional de alcohol" y que "hay leyes dispersas, muchas veces superpuestas, y el tema se mira de una manera fragmentaria". Algunas de sus propuestas son: considerar el alcoholismo como una enfermedad crónica; profundizar el control y fiscalización del consumo de alcohol en lugares donde se realizan actividades dirigidas a menores; prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública; restringir los patrocinios en los eventos deportivos y juveniles; restringir la publicidad; y establecer con obligatoriedad la implantación de programas en los ámbitos educativos.


(emitido a las 10.12 Hs.)

EMILIANO COTELO:
¿A usted le parece bien que se aumenten los impuestos a las bebidas alcohólicas, incluso a la cerveza, para desalentar su consumo masivo? ¿Comparte la idea de prohibir el consumo de alcohol en la vía pública?

Esas son algunas de las propuestas que realizó en el Parlamento la diputada del Partido Nacional (PN) Verónica Alonso en el marco de una serie de informes que fueron presentados por miembros de todos los partidos que integran la Comisión Especial de Adicciones.

Para saber más sobre estas iniciativas y sugerencias que planteó la diputada, que ahora sigue su diálogo con el Gobierno en busca de una política amplia de combate al consumo abusivo de alcohol, para saber en qué términos, vamos a charlarlo con ella.

Usted integra la Comisión Especial de Adicciones de Diputados, y en el informe que presentó días atrás en esa comisión, como presentaron los demás partidos, me llamó la atención que hizo foco especialmente en el alcohol y en propuestas para reducir su consumo. ¿Por qué le preocupa esta parte de las adicciones?

VERÓNICA ALONSO:
Porque este es un tema que nos tiene que preocupar a todos, en este caso no solamente lo hablo como legisladora, lo hablo en especial como ciudadana y como madre preocupada por un cambio que ha habido en nuestra sociedad. Si uno analiza el consumo abusivo de alcohol, uno ve que cambiaron las pautas de consumo, las pautas culturales, y hoy empiezan a consumir los niños, a los 12 años empiezan a consumir. Y ya no son solamente niños, porque antes estaba dividido en el género, consumían los varones pero no las nenas, pero hoy son niños y niñas en la misma proporción.

Las encuestas de la Junta Nacional de Drogas (JND) y el Observatorio Uruguayo de Drogas nos dicen algo que nos tiene que alertar con luz roja, y si hubiera un color más fuerte también: dicen que el alcohol es la droga más consumida en nuestro entorno, pero además de la que más se abusa y la que más problemas nos trae, tanto sociales como sanitarios. Por ejemplo, interviene en accidentes de tránsito en un porcentaje altísimo. Por suerte ahora hay una política de Unasev de seguridad vial. En ese sentido felicitamos las restricciones y la tolerancia cero, y creo que hay un inicio de toma de conciencia, pero el consumo abusivo genera problemas importantes en lo que tiene que ver con violencia doméstica, algo a lo que nuestro país no está ajeno, sino que tiene datos espeluznantes. Y problemas de salud, sin duda.

Tengo algunos datos que me gustaría trasmitirle a la audiencia, porque son datos que, insisto, más que preocuparnos nos tienen que ocupar. La última Encuesta de Hogares que hizo la JND nos da que los jóvenes de entre 13 y 15 años, estamos hablando de secundaria, y de privados y de públicos, porque uno tiende a pensar que esto ataca a un sector de la población...

EC - No, es clarísimo que no.

VA - Esto atraviesa a toda la sociedad. Según esta encuesta –esto es lo curioso y lo preocupante–, uno de cada tres jóvenes en los últimos 15 días tuvo por lo menos uno o más episodios abusivos, es decir, intoxicaciones agudas con alcohol. Es más que una borrachera, quizás no llega a un coma etílico, pero muchos de ellos terminaron en emergencias médicas. Y nos da más datos, por ejemplo con respecto a la población carcelaria: el consumo de drogas abusivo de mayor prevalencia es el alcohol. Uno cree que quienes están privados de libertad no tienen acceso, pero se traspasan los controles. Ese es otro tema a rever: el control y la fiscalización en los sistemas penitenciarios. Y sobre los menores infractores, de los que tanto se habla y que tanto nos preocupan como problema social, el estudio de población juvenil del año 2010 nos dice que en los últimos 12 meses el 38% de estos menores infractores, muchos de ellos en situación de calle, ha consumido cocaína, el 38% ha consumido pasta base y el 75% consumió alcohol de manera abusiva.

Además, otra cosa que se desprende de esto es esa relación droga-delito, que es un tema relativizado en muchos casos, el Gobierno lo ha relativizado bastante, pero la encuesta nos da que uno de cuatro jóvenes cometió al menos una infracción bajo los efectos del alcohol. Y lo más significativo es que de estos la mitad declara que no habría cometido el delito si no hubiera estado bajo los efectos del consumo abusivo.

EC - Cuando presentó el informe, usted sostuvo: "Si el Gobierno apuntó a una política de reducción en el consumo del tabaco con resultados exitosos, también deberíamos apuntar a una política en el consumo del alcohol" que debería seguir el "mismo camino" que lo que se hizo en ese otro rubro. ¿Para usted son comparables las dos cosas, el consumo de alcohol y el consumo de tabaco?

VA - Las dos son drogas socialmente aceptadas y son lícitas, legales. Muchas veces lo legal transfiere esa sensación de seguridad y de creer que no está tan mal. Yo creo que son similares. Después del tabaco, el alcohol es la droga que causa más muertes y efectos nocivos en la salud, por lo tanto claro que son comparables.

EC - En esta materia no hay un convenio marco de la Organización Mundial de la Salud. Esa es una diferencia importante.

VA - Exactamente, pero creo que es necesaria una política nacional de alcohol. Hoy hay leyes dispersas, muchas veces superpuestas; el tema se mira de una manera fragmentaria. Hay que darle una mirada mucho más amplia. A veces creemos que con una norma se soluciona, pero esto excede un marco normativo. Por supuesto, hay una responsabilidad del Estado. Nosotros como legisladores tenemos la responsabilidad de establecer un marco normativo que regule, que restrinja –ahora vamos a hablar de nuestras propuestas con respecto a esto–, pero también tiene que haber una responsabilidad de las familias. Acá hay un tema cultural, un tema de comportamientos y un tema de toma de conciencia de nosotros como padres.

A mí me generaban curiosidad algunas de las investigaciones, entonces empecé a ahondar sobre todo cuando se investigaba en las familias, qué decían los padres con respecto a esto. Y hay un dato relevante, un padre dice en estas investigaciones que hizo la junta: "Yo no quiero que mi hijo se drogue, entonces le doy unos pesos para que se tome una cerveza o se tome un vino". Malentendiendo el concepto, porque el alcohol es una droga, y una droga de alta peligrosidad. Estamos hablando de consumo abusivo, quiero aclararlo, consumo agudo, consumo problemático. El alcohol tiene un grado de peligrosidad 1, al igual que la cocaína y que la heroína en cuanto a los efectos nocivos del consumo problemático. La marihuana, por ejemplo, tiene un grado de peligrosidad 3. Lo digo para visualizarlo, porque como está socialmente aceptado, como está legalizado, lo que más me preocupa es que empezamos a ver como normal y empezamos a naturalizar ese consumo problemático del alcohol y sobre todo las consecuencias que genera.

***

EC - Hace falta una política de Estado destinada a reducir el consumo de bebidas alcohólicas, eso dice usted haciendo la comparación con las medidas que se han ido implementando a propósito del tabaco. ¿Por qué no plantea un resumen, un punteo de por dónde van las principales iniciativas, y después profundizamos en ellas?

VA - En primer lugar, considerar el alcoholismo como una enfermedad crónica y recurrente, por lo tanto que sea entendida como un problema de salud pública. El Sistema Nacional Integrado de Salud tiene que brindar respuestas específicas, cosa que hasta hoy no hace, y generar instancias de intervenciones breves, como por ejemplo la consulta. Ese es un primer punto que es importante porque el Ministerio de Salud Pública (MSP) también tiene un papel a jugar en esto.

En segundo lugar, que se prohíba la venta de alcohol en lugares donde se realizan actividades dirigidas a menores, donde por supuesto está prohibida la venta a menores, pero lamentablemente faltan control y fiscalización. En ese sentido, el INAU también tiene una responsabilidad en cuanto a los controles de esa prohibición que hoy no es tal.

EC - ¿A qué tipo de locales se refiere?

VA - A los locales bailables, pero también a los locales comerciales, por ejemplo estaciones de servicio o bares. Es importante el cumplimiento de esta prohibición y la sanción. Lamentablemente esa sanción queda en nada. Creo que hay que ser muy estrictos en el cumplimiento de esa prohibición de venta a menores y, por supuesto, en la sanción posterior.

En tercer lugar, que se prohíba el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. Vemos permanentemente, cada vez con mayor frecuencia, jóvenes que se congregan en las calles para tomar bebidas, lo cual muchas veces genera, sobre todo a altas horas de la noche, disturbios, situaciones de violencia, que además llevan a alteraciones en el barrio, alterando a los vecinos que pretenden vivir en un lugar tranquilo y apacible. Esto genera muchas veces altercados en el entorno cercano, con lo cual quizás no sea una medida muy simpática, pero es necesaria por lo que hoy estamos viviendo.

Un punto importante es restringir los patrocinios en los eventos deportivos y juveniles. Hoy hay un mensaje contradictorio; se promociona una bebida alcohólica en un evento deportivo que se supone que promueve la salud y la vida sana. Es importante restringir esto, por el mensaje que les estamos dando a los jóvenes.

Restringir la publicidad. Estoy convencida de que si restringimos la publicidad en los medios, vamos a enlentecer ese favorecer el consumo a los jóvenes, porque esto está dirigido a los jóvenes. Muchas veces el mensaje que les damos en la publicidad es: el que toma es el ganador, el que se gana a las muchachas en el baile. Hay que empezar a generar la conciencia de que el que toma no es el más vivo. Estamos hablando del consumo problemático. Con esto no pretendemos promover ni la abstinencia ni la prohibición. Quiero hacer esa salvedad porque no promovemos que no exista el tomar en eventos sociales, pero no de la manera en que lo hacen los jóvenes.

Establecer con obligatoriedad la implantación de programas en los ámbitos educativos. Desde primaria, la prevención y la educación tienen que estar desde el vamos en una política nacional de alcohol. Es importante trasmitirles a los jóvenes –y por supuesto a las familias, por lo que decíamos hace unos minutos– en el currículo escolar contenidos obligatorios en lo que tiene que ver con la prevención, la importancia de la vida sana, pero además lo que significa el efecto nocivo del consumo problemático del alcohol.

También nos parece importante un punto práctico que tiene que ver con modificar el artículo 46 del Código Penal, porque hoy cuando se comete un delito bajo los efectos del alcohol esa ingesta se considera un atenuante, mientras que si se comete el delito bajo los efectos de cualquier otro estupefaciente, de cualquier otra droga, esa ingesta es considerada un agravante. Ahí es necesario equiparar, si se comete el delito bajo los efectos del alcohol que también sea considerado un agravante.

Son medidas que van a ayudar. Lo venimos planteando junto con el Gobierno desde el año pasado. Por suerte el Gobierno ha escuchado y se ha hecho eco de estas propuestas. Esperamos ir camino a una política nacional de alcohol, que es necesaria.

EC - Una de las medidas que ustedes proponen es aumentar los impuestos a las bebidas alcohólicas y que con esos recursos se cree un centro nacional de rehabilitación y reinserción de consumidores problemáticos y adictos dentro del MSP. ¿Esa medida está en el listado?

VA - Esa medida está entre las propuestas. Estamos evaluándola. Por supuesto es una medida que siempre es efectiva para reducir el consumo. Nosotros vamos por reducir el consumo, es decir, reducir la oferta y la demanda. Esa medida está entre las propuestas que vamos a dialogar y discutir con el Gobierno esperando que la mayoría de ellas sea contemplada.

EC - Desde la audiencia viene el comentario enseguida: "¿Cómo? ¿Más impuestos? Otra vez impuestos. La solución otra vez son los impuestos", dice Celia.

VA - Creo que hay otras medidas, dejé esa afuera...

EC - Me llamó la atención que la dejara afuera porque la había visto en los documentos.

VA - Nombré esas porque creo que son más importantes que cargar a los ciudadanos con más impuestos. Ya tenemos suficientes impuestos como para seguir cargando.

EC - Además aparece otra objeción con respecto a esa medida, que es que, como usted misma señaló en más de una ocasión en esta entrevista, no todo el consumo de bebidas alcohólicas es abusivo. Entonces, ¿por qué quien consume una cierta bebida de manera normal, de manera no peligrosa, tiene que pagar más por ella, por qué tiene que pagar esa recarga de impuestos que está destinada a compensar los efectos del consumo masivo, del consumo excesivo?

VA - Por eso lo mencionaba. Mencioné los puntos que a mi entender son los más importantes y los que me gustaría que estuvieran contenidos en una política nacional de alcohol. Sobre los impuestos quiero mencionar algo que sí me parece que el Gobierno tiene que poner arriba de la mesa, que nosotros lo hemos planteado: que si pretende llevar adelante una política nacional de alcohol tiene que ser coherente, porque hoy el Gobierno está subsidiando la cerveza.

EC - Ese es un detalle que muchas veces pasa desapercibido.

VA - Pero no es menor. Hoy existe un subsidio a la cerveza nacional. El Gobierno paga 13 millones de dólares a Ambev, que es quien produce la cerveza en nuestro país (Patricia, Pilsen...), subsidia la producción. Esa medida tiene que empezarse primero a reducir y luego a ser eliminada. Si pensamos elaborar una política nacional en contra del consumo de alcohol, no podemos tener un subsidio a la cerveza. Podemos subsidiar el pan, la leche, pero no la cerveza. Entonces planteamos entre las propuestas que le presentamos al Gobierno que se elimine ese subsidio.

EC - En cuanto a las medidas de restricción a la comercialización de bebidas alcohólicas que mencionó, ¿podemos pasar en limpio a qué alude, sobre todo qué cambiaría con respecto a lo que está vigente? Usted decía que lo primero es que se cumpla lo que ya rige; ¿qué es lo que rige hoy? Está prohibido vender bebidas alcohólicas a menores de 18 años y está prohibido comercializar bebidas alcohólicas en supermercados, almacenes, estaciones de servicio en horario nocturno para público en general. Eso es lo que está vigente. Usted entiende que no se está cumpliendo.

VA - Eso es lo que está vigente, pero acá siempre pasa que existen las normas pero no se cumplen.

EC - ¿Cómo se hace para que estas normas se cumplan?

VA - Esa es la pregunta del millón.

EC - Se requiere un batallón de inspectores recorriendo el país. ¿Cómo se hace?

VA - Distintas delegaciones del INAU que tienen que ver con el tema que vinieron a la comisión nos planteaban: "No tenemos la cantidad de recursos humanos, no tenemos los recursos, sabemos que no estamos haciendo lo que deberíamos". Recursos hay, recursos económicos el Gobierno tiene, por suerte, en este período que estamos viviendo. Entonces hay que ser eficiente en la asignación de los recursos y poner tantos controladores como sea necesario. Si hay voluntad política para establecer una política nacional de alcohol ponerle énfasis donde haya que ponerle. El INAU tiene que ser estricto con la fiscalización y el control. Por eso decía, las normas existen.

Tampoco vamos a creernos que por establecer un marco normativo esta situación va a cambiar; va a cambiar en la medida en que las normas estén y sean cumplidas. Y cuando no sean cumplidas, se apliquen las sanciones correspondientes, que es esa pata que termina faltando siempre, que es la que la gente nos reclama. En todos los temas nos pasa lo mismo; existe la norma pero no se termina cumpliendo, y cuando no se cumple, la sanción queda en un simple rezongo o alguien que reclama por su cumplimiento, pero sanciones estrictas no hay.

EC - ¿Debería avanzarse en estas prohibiciones? Ustedes han llegado a manejar la posibilidad de establecer que no se venda este tipo de bebidas en bares, restaurantes y casinos entre las once de la noche y las seis de la mañana.

VA - Esa había sido una propuesta inicial que después no quedó en el informe. Propuestas en ese sentido yo he escuchado incluso del secretario de la JND, que también ha ido en ese camino de plantear, como en España, que no se vendan bebidas después de las 10 de la noche. Son todas medidas que vamos a apoyar.

EC - Que tampoco se vendan en un restaurante.

VA - En los restaurantes sí, estoy hablando de las propuestas que le he escuchado a Julio Calzada, el secretario de la JND. Nosotros estamos de acuerdo. El tema es que yo quiero medidas posibles, concretas, que la gente las vea, las visualice y las sienta en el día a día, porque todo es perfectible, pero a veces por irnos a lo perfecto, a un modelo que queremos que sea perfecto, no hacemos lo posible. Yo quiero ir a lo que podemos hacer que sea eficiente. Esas medidas a veces son difíciles de instrumentar, por lo que decíamos recién, porque instrumentamos esa medida de no vender después de equis hora y después no hay controles, no hay una fiscalización ni hay una sanción a quien no cumple. Ahí empieza ese camino que termina en un retroceso en vez de en un avance.

EC - En algunos países se ha prohibido que las bebidas con una graduación alcohólica por encima de 20 sean vendidas a menores de 21.

VA - Estados Unidos, por ejemplo.

EC - O sea, volver más estricto este tema de límites de edades para ciertas bebidas, para las más fuertes.

VA - Para el whisky, no para la cerveza.

EC - ¿Llegaron a considerar esta posibilidad?

VA - La analizamos, después no estuvo en el informe final, por lo que dijimos, nosotros no promovemos la abstinencia ni la prohibición. Aquella medida prohibicionista de la ley seca tan famosa en Estados Unidos no dio los resultados que se esperaban. No vamos por ese camino; vamos por el camino del consumo responsable; el tema es cuál es el límite de esa responsabilidad, y ahí sí tiene que intervenir el Estado en una mejor fiscalización y un mejor control. Ahí también tiene que intervenir la familia, que tiene un papel muy importante para desempeñar. Ahí escapa al Estado. Muchas veces las familias le traspasan la responsabilidad al Estado. Por ejemplo, en una de esas investigaciones que leíamos una madre dice: "Estoy preocupada porque mi hijo sale de noche y sé que consume, y sé que está tomando alcohol. Entonces el Estado tiene que hacer algo". Hace un traspaso de responsabilidad. La responsabilidad es del Estado. Cuando la primera responsabilidad es de nosotros como padres, el primer lugar es la casa, el control que los papás hacemos y lo que conocemos de nuestros hijos, dónde van, qué hacen, qué no hacen. Lo que decía hace un rato. No alcanza con una norma.

EC - Dos precisiones a propósito de otras medidas que mencionó. Por ejemplo, restringir los patrocinios de eventos deportivos y juveniles; ¿qué quiere decir "restringir"? ¿El Pilsen Rock no se podría hacer?

VA - No es bueno que una bebida alcohólica promocione nada que tenga que ver con actividades juveniles y deportivas.

EC - Y en cuanto a la publicidad de bebidas alcohólicas, ¿qué habría que hacer, qué están proponiendo?

VA - Proponemos, en primer lugar, que en los horarios centrales no se trasmita publicidad que tenga que ver con el consumo de bebidas alcohólicas. Además, en todos los mensajes publicitaros de bebidas alcohólicas, así como en las etiquetas –siguiendo una política como la que se hizo con el tabaco– advertir obligatoriamente acerca de los perjuicios que ocasiona a la salud el consumo problemático de alcohol.

EC - Usted mencionó al pasar en más de una ocasión que este es un documento del PN, pero que están dialogando con el Poder Ejecutivo, con la JND, que en su momento anunció que estaba por salir un paquete de medidas, una política en esta materia. ¿Cuánta proximidad hay? ¿Cómo sigue esto ahora?

VA - En la tarde de ayer estuve con el presidente de la junta, que en este caso es el prosecretario, Diego Cánepa, y también con el secretario, Julio Calzada, con quien tenemos una excelente relación y hemos venido conversando desde la comisión. Quedamos en tener una instancia de discusión la semana que viene para poder avanzar. Lo importante en esto es buscar aquellos puntos que nos unen por encima de los que nos separan. Indudablemente, tenemos puntos que quizás no nos encuentren, pero hay que trascender eso si queremos llegar a una política nacional de alcohol, que es la intención de todos. Tenemos que trascender esos puntos que nos separan y buscar aquellos que nos unen, que en este tema del alcohol son más.

EC - ¿Cuánto falta para que haya algo concreto en esta materia? ¿Qué es lo que se sabe?

VA - Ese tiempo no lo disponemos nosotros. Nosotros venimos planteando desde el año pasado, le hemos exigido al Gobierno que más que anunciar, inicie. Porque viene anunciando desde el año pasado, incluso desde el Gobierno anterior. Yo recuerdo a Jorge Vázquez siendo presidente de la JND y al entonces ministro interino Galeano planteando una política nacional de alcohol que no prosperó. Y este Gobierno de Mujica también viene haciendo anuncios desde el año pasado. Desde el Parlamento vengo insistiendo en que más que anunciar tienen que iniciar la política, acciones concretas. Nosotros hemos presentado estas propuestas y esperamos poder iniciar esa política a corto plazo, porque voluntad política entiendo que hay.

EC - Claro, pero probablemente también hay contrapesos. Gustavo, de La Paloma, dice: "La industria del alcohol es tan poderosa como la del tabaco. Suerte en esa lucha". Este mensaje viene con algo de ironía y de escepticismo.

VA - Sí, muchas veces se plantea el poder que pueden tener las corporaciones como la del tabaco y la del alcohol. Yo hago estas propuestas porque no tengo presión de nadie y lo puedo decir con total libertad. Esto es importante practicarlo y es importante hacerlo.

EC - Pero ¿han dialogado con la industria, por ejemplo?

VA - A la Comisión de Adicciones han venido todas las delegaciones, entre ellas la de Fábricas Nacionales de Cerveza, que ha venido haciendo un estudio y un trabajo sobre responsabilidad social, que es un tema importante para las empresas que comercializan y que producen alcohol. Lo hemos venido conversando en el ámbito de la comisión.

EC - No ha habido un contacto directo entre usted, por ejemplo, o el PN, y estas industrias.

VA - Yo hasta ahora no me he reunido con ninguna de las industrias. En el ámbito de la comisión sí, y la JND calculo que también habrá tenido instancias con las empresas. En mi caso particular no.

***

EC - El tema ha despertado mucho interés en los oyentes, tengo una enorme cantidad de preguntas y de comentarios; da para otra charla todo este tráfico de mensajes.

Están, por ejemplo, los que dicen: "¿No creen que se está interviniendo demasiado en las costumbres de las personas?". Y están los que hacen notar que el propio Estado produce alcohol, "si hay voluntad con el tema, lo primero que tendría que ocurrir sería que el Estado, a través de Ancap, dejara de producir bebidas alcohólicas".

¿Qué dice sobre ese punto?

VA - Es verdad, por eso digo que tiene que haber una política coherente, y en ese sentido el Gobierno tiene que ser coherente con esa postura de iniciar una política nacional de alcohol. Por eso mencionábamos el tema del subsidio. Tiene que eliminarlo para que no haya incoherencia entre su práctica y su hacer.

EC - ¿Ha llegado a plantear que Ancap deje de producir alcohol y bebidas alcohólicas?

VA - Nuestro partido no. Hemos planteado la eliminación del subsidio a la cerveza. Por ahora no lo hemos planteado, pero tendremos instancias de discusión y de análisis con la junta y con el Gobierno.

***

Transcripción: María Lila Ltaif

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