Entrevistas

Pasquet: "No podemos pretender imponerle a Argentina y Brasil que acepten el arancel externo común sin modificaciones"

Pasquet: "No podemos pretender imponerle a Argentina y Brasil que acepten el arancel externo común sin modificaciones"

En diálogo con En Perspectiva, el senador por el Partido Colorado Ope Pasquet dijo que espera que la comisión especial creada por el Mercosur para estudiar el ingreso de Venezuela en el bloque sea "una forma cortés de no decirle que no a Uruguay en su propia casa y de darle un entierro de lujo a una propuesta absolutamente reñida con el derecho internacional". Expresó que si Paraguay no da su consentimiento no se puede incluir a Venezuela, y que si Uruguay, Estado chico también", va a proponer "pasarle por encima al otro Estado chico que no consiente algo, estamos preparando el terreno para que mañana se prescinda de nuestra voluntad". Por otro lado, Pasquet dijo que Brasil y Argentina llevan a cabo medidas "neoproteccionistas", "que es la respuesta que ellos consideran adecuada ante la crisis", y opinó: "Vista la cuestión en términos políticos y realistas, yo creo que nosotros no podemos pretender imponerles a Argentina y a Brasil que se ajusten estrictamente al arancel externo común sin modificaciones y que no apliquen una estrategia proteccionista que ellos creen que es la adecuada".


(emitido a las 10.32 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El doctor Ope Pasquet es abogado. En el primer gobierno del doctor Julio María Sanguinetti fue subsecretario de Relaciones Exteriores. Hoy es senador del Partido Colorado e integra el sector Vamos Uruguay, y además se desempeña en este año como secretario general del partido.
 
EC - Usted había sido uno de los dirigentes de la oposición preocupado cuando trascendió que el presidente Mujica impulsaba un mecanismo alternativo que permitiera el ingreso formal de Venezuela al Mercosur, pese a que en realidad ese ingreso está demorado porque falta la aprobación del Parlamento paraguayo. Se sabe que esa fórmula no prosperó y que en su lugar lo que se resolvió fue la creación de un grupo de diálogo de alto nivel que va a considerar la incorporación de nuevos estados al Mercosur y que en particular tendrá entre sus tareas dialogar con los legisladores paraguayos, según explicaba más temprano el subsecretario Roberto Conde. ¿Qué dice usted de este cambio?

OPE PASQUET:
Yo tengo la esperanza de que esa comisión de alto nivel sea una forma elegante de rechazar el planteo del Gobierno uruguayo y permitir que el tiempo vaya diluyendo el asunto, a ver si se disuelve esto y se olvida el papelón. Yo creo que esto es un papelón.

Creo que la iniciativa del gobierno uruguayo está absolutamente reñida con el derecho internacional, que compromete principios básicos del derecho internacional y que el solo hecho de haber planteado esto que se planteó por parte del gobierno uruguayo lesiona gravemente ese prestigio que los uruguayos hemos querido cultivar siempre, de ser un estado respetuoso del derecho internacional y celoso de su observancia.

Con esto nos llevamos puestas normas básicas. En primer lugar la norma del tratado de Asunción que dice que la incorporación de nuevos miembros debe ser resuelta por unanimidad de los estados partes. Esa unanimidad requiere que todos manifiesten su voluntad y cada Estado manifiesta su voluntad de acuerdo con las normas de su derecho interno. En este caso es la constitución de cada Estado la que dice cómo se aprueban los tratados. Y tanto la constitución nuestra como la de Paraguay, como la de la generalidad de los estados latinoamericanos dice que los tratados son negociados por el Poder Ejecutivo y luego aprobados, si es el caso, por el Parlamento de cada estado. La propuesta uruguaya apunta a sortear el escollo de que el Parlamento paraguayo no quiere aprobar esa modificación del Tratado para darle entrada a Venezuela, y entonces resolvemos nosotros por nuestra cuenta que tenemos que prescindir del Parlamento paraguayo y buscar una fórmula, una especie de arreglo entre amigos para que los representantes de los poderes ejecutivos sustituyan la falta de consentimiento del Parlamento de Paraguay.

EC - ¿Cómo se lauda un "impasse" como este que ha quedado planteado? Porque ahora se elige este camino,  el de una comisión, un grupo de diálogo de alto nivel. El doctor Lacalle recién señalaba que también discrepa, que no le parece adecuado, que si él fuera un parlamentario paraguayo se sentiría ofendido porque vinieran de afuera a preguntarle por qué no vota o vota y para "presionarlo" a esos efectos. ¿Usted qué dice?

OP - Yo digo que acá no se trata de laudar un "impasse", se trata de respetar las normas. Si Paraguay no presta su consentimiento, no se puede darle entrada a Venezuela, punto.

EC - Tengo un mensaje de un oyente, Pedro, que dice "no es justo que cinco senadores de la minoría de Paraguay, son minoría hasta en su país, con un punto de vista diferente al del presidente paraguayo, estén bloqueando la voluntad de todos los presidentes y de los demás parlamentos de Brasil, Argentina y Uruguay".

OP - Esa es la norma que nos obligamos a respetar, eso está en el Tratado de Asunción. Si vamos a dejar de respetar las normas cuando alguien diga "esto no es justo" o "aquello tampoco", entonces ya no es la licencia, el derecho, sino que es la concepción subjetiva que de la Justicia tenga cada uno y es cualquier cosa. Me parece que esto no es un planteo atendible. Que hayan cinco senadores, yo no sé si son cinco, si son cuatro o son diecisiete.

El asunto es que el Parlamento paraguayo no vota y eso hay que respetarlo. Será mañana la ciudadanía paraguaya la que tendrá que elegir otros parlamentarios, la que les exija a los parlamentarios otra conducta o no. Es un asunto interno de Paraguay que debe resolver el Paraguay. Cuando suscribimos el Tratado de Asunción y creamos el Mercosur, los cuatro miembros acordamos que para recibir a nuevos miembros teníamos que estar los cuatro de acuerdo. Entonces no se trata de que como hay uno que está en contra y es un estado chico, porque si esto lo hace Brasil a nadie se le ocurre prescindir de la voluntad de Brasil.

Yo le pregunto a la audiencia si Brasil estuviera en contra a alguien se le iba a ocurrir llevarse por delante a Brasil, o con Argentina lo mismo. Acá la discusión empieza cuando es Paraguay o mañana cuando sea Uruguay eventualmente.

Entonces si nosotros mismos, estado chico también, vamos a proponer pasarle por encima al otro estado chico que no consiente algo, estamos preparando el terreno para que mañana se prescinda de nuestra voluntad, de la unanimidad en el caso de admitir el acceso a un nuevo miembro o del consenso si se tratara de eso.

EC - ¿Comparte el camino del grupo de diálogo de alto nivel?

OP - Yo insisto, quiero creer que este camino es una forma cortés de no decirle que no a Uruguay en su propia casa y de darle un entierro de lujo a una propuesta absolutamente reñida con el derecho internacional. El artículo 46 de la convención de Viena sobre derecho en los Tratados dice que son nulos los tratados cuando un estado presta su consentimiento de manera manifiestamente violatoria de su derecho interno. Saltarse el parlamento, no estamos hablando de nada menos que eso, es incurrir en una causa manifiesta objetiva de nulidad de acuerdo con el derecho internacional. Esa es la propuesta que hizo Uruguay, es una vergüenza.

EC - Doctor Pasquet, otro de los temas que se trató y se resolvió: "Se autoriza a los Estados parte a elevar de forma transitoria las alícuotas del impuesto de importación por encima del arancel externo común para las importaciones originarias de extrazona. Estas elevaciones de las alícuotas del derecho de importación no podrán superar en cada Estado parte la cantidad de 100 posiciones arancelarias". Esta es una medida que surge a iniciativa de Brasil, preocupado por lo que puede ser una "avalancha de importaciones predatorias", ese fue el término que utilizó la presidenta Dilma Rousseff, previniendo consecuencias de la crisis que afecta a Europa y a Estados Unidos.

OP - La posición brasileña así como la posición de Argentina son bien conocidas, se han embarcado en estrategias llamadas "neoproteccionistas", que es la respuesta que ellos consideran adecuada ante la crisis. Vista la cuestión en términos políticos y realistas, yo creo que nosotros no podemos pretender imponerles a Argentina y a Brasil que se ajusten estrictamente al arancel externo común sin modificaciones y que no apliquen una estrategia proteccionista que ellos creen que es la adecuada. Lo que digo es que frente al planteo que hacen Argentina y Brasil en defensa de su interés tal como ellos lo ven, nosotros tendríamos que plantear lo nuestro también.

EC - Uruguay reclamó que efectivamente se cumpla con la libertad de comercio dentro del Mercosur, que se levanten las trabas que a cada rato aparecen y algunas de las cuales incluso todavía están vigentes. La respuesta fue positiva por el lado de Brasil, por el lado de Argentina no fue ni positiva ni negativa. Según decía el subsecretario Conde, eso va a haber que continuar negociándolo.

OP - Es la vieja historia, vamos a continuar negociando que se cumpla un tratado que está vigente, pero yo iba más allá de eso. Reclamar el cumplimiento del Tratado de Asunción y de todas las normativas derivadas es orden. Pero Uruguay tiene que ir más allá tiene que plantearse como objetivo recuperar su soberanía comercial, nosotros estamos atados por decisiones del Mercosur que nos obligan a negociar en bloque frente a terceros estados que no nos permiten llegar a acuerdos de comercio que nosotros consideramos que son ventajosos para nosotros y no estamos de acuerdo con los demás estados en el mismo sentido. Entonces por eso un día que quisimos tener un TLC con los EEUU vino Celso Amodina a decirnos que eso no lo podíamos hacer ni nos convenía tampoco. Yo creo que en esta hora de sinceramiento del Mercosur cuando nos están diciendo los grandes que no pueden con el arancel externo común tal como está pactado, que necesitan modificarlo y aumentarlo, planteemos también nosotros que necesitamos salir a recorrer otros mercados para ver si podemos celebrar acuerdos con otros países para contemplar de esa manera su interés comercial. Algunos académicos que han trabajado en esos temas desde hace tiempo como Marcel Bayan, por ejemplo, han planteado esto, lo han desarrollado con muy buenos fundamentos y yo creo que esa debe de ser la respuesta uruguaya frente al medio proteccionismo brasileño y argentino. Allá ustedes si creen que es el camino, nosotros queremos negociar acuerdos comerciales con otros estados sin tener que pasar por el filtro del Mercosur que se ha revelado muy eficaz para impedir negociaciones con terceros estados.

EC - En la previa se había hablado de la posibilidad de que Uruguay solicitara algo de esto. Por lo visto, en los hechos no terminó ocurriendo.

OP - No porque al contrario, Uruguay parece, digamos, participar de esta dinámica de protección y cupos y comercio administrado yo no creo que sea lo mejor para el país. Me parece que el camino nuestro tiene que ser el otro. Pero no para chocar con los otros países, sino para decir "bueno, si Argentina y Brasil entienden que este es el camino vamos a aceptarlo, vamos a prestar nuestra voluntad y nuestro consentimiento para que ellos puedan hacer lo que estiman que necesitan hacer ante una crisis que nadie puede negar, pero con el mismo criterio que nos habiliten a nosotros para recorrer nuestro propio camino". El Mercosur iba a ser una plataforma para negociar con el mundo, fíjese que hemos tenido acuerdos de libre comercio con Israel, con Egipto y ahora con los palestinos y ahí terminó la negociación con el mundo, por lo demás ha sido no una plataforma para negociar sino un parapeto para evitar las negociaciones.

EC - Para terminar, otro tema destacado en esta cumbre. El presidente Mujica confirmó ayer que todos los países del Mercosur coincidieron en que van a prohibir que buques con bandera de las Islas Malvinas o de las Falkland Islands, recalen en los puertos de la región. Incluso más temprano el secretario Cot decía que Uruguay no fue el primero que adoptó este criterio, que antes ya lo había hecho Chile según se dio a conocer en el día de ayer.

OP - Mire yo voy en la misma línea de razonamiento. A Argentina le interesa eso, muy bien, pero a nosotros nos interesan otras cosas. Nos interesan por ejemplo que los buques de la armada argentina no interfieran con los pesqueros de bandera  española, por ejemplo, que operan en el puerto de Montevideo y que luego quieren ir a pescar al Atlántico Sur que eso es lo que ha estado ocurriendo. Lo que pasó el fin de semana pasado. Entonces yo digo, si el Mercosur está de acuerdo y la Unasur están de acuerdo en que no operen en el puerto del Atlántico Sur los buques de banderas Malvinas, entonces muy bien, pero que nos garantice Argentina a nosotros que sí somos solidarios con ella en ese sentido ella va a respetar escrupulosamente a los buques de todas las demás banderas que quieran operar en el puerto de Montevideo que es lo que a nosotros nos corresponde plantear.

Mañana sean buques de banderas británicas, españolas o de cualquier bandera no van a ser acosados por radio, ni se pretenderá abordarlos tampoco cuando vengan al puerto de Montevideo, que eso es lo que acaba de pasar y ahí está el tema. Porque si se tratara solo de los buques de banderas Malvinas digo eso es un tecnicismo me parece una cuestión menor y si Uruguay puede tener ese gesto de solidaridad con Argentina sin causar un perjuicio demasiado grave a sus intereses. Pero lo que tienen que exigir a cambio es el compromiso firme de Argentina de no interferir con los buques de otra bandera como la española que por ejemplo insisto, cuyos buques están siendo acosados, molestados cuando vienen a operar la puerto de Montevideo y no se puede asumir el compromiso sin el otro esto es una relación digamos de va y viene, doy para que me des. Solidaridad política con Argentina si pero cuando asumimos un compromiso que nos va a costar millones de dólares que se comprometa también Argentina y que cumpla en ese sentido que vengo señalando y hay que decirlo porque eso es lo que está pasando y porque las intromisiones argentinas en el espacio territorial uruguayo no son hechos aislados en la tapa de El País de hoy está que la gendarmería argentina persiguió a un automóvil y lo detuvo y o revisó ocho kilómetros en el territorio uruguayo en el departamento  de Salto. En la interpelación el otro día al canciller Almagro le señalé si podría contradecirme si hubo si un guardacostas argentino en los meses de junio, julio y agosto de este año 2011 se instaló frente al puerto de Nueva Palmira en interrogaba por radio a los buques fondeados en el puerto de Nueva Palmira que querían operar en el. Hay una conducta argentina de desconocimiento de la jurisdicción uruguaya y me parece que a la hora de ser solidarios con el reclamo argentino por las Malvinas lo menos que podemos reclamar firmemente es que se respete íntegramente nuestra jurisdicción en todo sentido.

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