Larrañaga: reunión con Mujica fue "necesaria porque se había crispado el clima político de cara al diálogo por la Educación"
Esta semana el senador del Partido Nacional Jorge Larrañaga y el presidente de la República, José Mujica, mantuvieron una reunión privada en un contexto de polémicas entre la oposición y el Gobierno por el alto índice de homicidios registrado en los primeros días del año. Luego de ese encuentro el líder del sector Alianza Nacional declaró que Bonomi "ha sido mejor ministro que los ministros del Interior de Tabaré Vázquez", al tiempo que Mujica reconoció que se había equivocado al afirmar que toda la oposición "pone palos en la rueda". En conversación con En Perspectiva, Larrañaga dijo que el motivo de su charla con el jefe de estado fue "necesario porque se había crispado el clima político de manera muy fuerte y amenazaba con una suerte de mayor tensión de cara al diálogo por la educación, cuya reunión está pactada para el 24 de enero próximo". El legislador aclaró que si bien es cierto que dijo que "Bonomi ha sido mejor, eso no significa expresar que Bonomi es un buen ministro ni darle apoyo ni aval", así como "tampoco significa que aceptemos la política de seguridad que lleva adelante el Gobierno, que carga con el reclamo de vastos sectores de la población". Por otra parte, Larrañaga informó que durante su reunión con el mandatario el tema central fue la Educación, y en relación al eventual acuerdo sobre esta materia dijo que se definirá "si el Gobierno sigue de rehén de los corporativismos en la conducción de la enseñanza pública o si, por el contrario, es posible un gran acuerdo nacional".
(emitido a las 10.08 Hs.)
EMILIANO COTELO:
En medio de las polémicas entre la oposición y el gobierno a propósito de la ola de homicidios y de la gestión del ministro del Interior, al comienzo de esta semana el líder de Alianza Nacional (AN), Jorge Larrañaga, tomó la iniciativa, llamó al presidente José Mujica y lo visitó en su chacra con la idea de limar asperezas.
Luego de la reunión, Larrañaga declaró que Bonomi "ha sido mejor ministro que los ministros del Interior de Tabaré Vázquez". Por otro lado, se supo que Mujica reconoció que se había equivocado al generalizar y decir días atrás que toda la oposición pone "palos en la rueda" y "no colabora en nada".
El encuentro generó la reacción del líder de Vamos Uruguay (VU), Pedro Bordaberry, quien, vía Twitter, advirtió: "Quedan claras las posiciones sobre seguridad: Mujica, Bonomi y Larrañaga por un lado; el resto por otro". Y luego enfatizó que los colorados creen que "el ministro y el subsecretario se tienen que ir".
¿Cuál fue el objetivo de la reunión pedida por Larrañaga a Mujica? ¿Qué resultados busca en este caso? ¿Cómo forma parte de ese tablero el Acuerdo Nacional por la Educación?
Vamos a charlarlo con Jorge Larrañaga.
JORGE LARRAÑAGA:
Sobre este tema cabe una definición de ciencia política: hay líderes conducidos y hay líderes que conducen. Yo creo que siempre, en el error o en el acierto, uno tiene que hacer lo que las convicciones lo intiman a hacer. Y en este caso pensamos que una reunión reservada, que después lamentablemente trascendió por la prensa...
EC - ¿No fue usted quien difundió la reunión?
JL - No, yo no difundí esa reunión. Cuando salimos había un canal afuera esperando al presidente y nos encuentra a nosotros.
EC - ¿Por qué fue que usted consideró necesario reunirse con Mujica?
JL - Lo consideramos necesario porque se había crispado el clima político de manera muy fuerte, y esto amenazaba con una suerte de mayor tensión de cara al diálogo por la educación, cuya reunión está pactada para el 24 de enero próximo. Además considerábamos absolutamente injusto, y teníamos que decírselo al presidente, que se expresara que desde la oposición estábamos haciendo un circo político, cuando se sabe que nuestro partido, nuestro sector ha sido el que más propuestas ha vertido con respecto al tema de la seguridad: Guardia Republicana, pasaje de militares a la policía, transformación de cuarteles en cárceles, Instituto Nacional de Rehabilitación, vacantes, abigeato, etcétera. Una cantidad de propuestas. Por lo tanto, tenemos derecho a criticar, y por eso fue que incluso tuvimos la iniciativa de pedirles al senador Moreira y al diputado Javier García que convocaran a la comisión permanente al ministro Bonomi. Entonces esta discusión es de ciencia ficción.
EC - Por el resultado que usted mismo ha resumido, da la impresión de que ambos, usted y Mujica, rebobinaron algo en sus posiciones. Mujica admitió que había cortado grueso en su crítica a la oposición. "No todos son iguales", dijo, y agregó: "Está claro que algunos colaboran con propuestas", y en esa categoría incluyó a AN. Por otra parte, usted reconoció que Bonomi es el mejor ministro del Interior que ha habido en los gobiernos del Frente Amplio (FA).
JL - No, por eso, estamos en una discusión de ciencia ficción, porque dentro de malas gestiones ministeriales decir que Bonomi ha sido mejor no significa decir nada, no significa expresar que Bonomi es un buen ministro, no significa darle apoyo ni aval. Tampoco significa que aceptemos la política de seguridad que lleva adelante el gobierno, que carga con el reclamo de vastos sectores de la población.
EC - ¿Qué significa? ¿Por qué dijo esa frase?
JL - Dije esa frase en el entorno de que tenía que reconocer en forma pública que de los ministros que había tenido el FA el mejor había sido Bonomi, sin perjuicio de sostener que su gestión era insuficiente y que estaba cayendo. Esto lo dicen fuera del gobierno, dentro del gobierno, que el comienzo de la administración Bonomi fue muy bueno, más allá de que dispone de recursos económicos y de todo el poder que significa tener mayorías parlamentarias.
Pero vamos a lo central. Hay que tener mucha más fuerza y mucho más coraje para dialogar que para pelear. Están en juego temas centrales: la seguridad por un lado, por otro lado la educación, que no pueden quedar en un enfrentamiento de los políticos arriba mientras la gente espera abajo. Esto me parece absolutamente central.
EC - Enseguida vamos a eso, a lo que usted califica como central. Pero antes, para terminar de despejar algunas dudas y discusiones que se han planteado en torno al capítulo seguridad pública, dice Pedro Bordaberry como primera reacción: "Quedan claras las posiciones sobre seguridad: Mujica, Bonomi y Larrañaga por un lado; el resto por otro". Y después, cuando usted le contesta que no sea pícaro, él, entre otras cosas, sostiene: todos los colorados "creemos que el ministro y el subsecretario se tienen que ir". ¿Ahí hay una diferencia entre AN y VU, Partido Colorado? ¿Su sector no está pidiendo la renuncia de la cúpula del Ministerio del Interior (MI)?
JL - Nosotros no hemos estado pidiendo la renuncia, hemos estado reclamando que el ministro concurra al Parlamento para contestarle al Parlamento qué está haciendo con la Guardia Republicana, con las vacantes, con el pasaje de militares a la policía, con nuevas cárceles, con medidas instrumentales para combatir la inseguridad, es decir, con todo lo atinente a la seguridad. Y nuestras expresiones para nada nos dejan en contradicción con la convocatoria que van a hacer los compañeros senador Moreira y diputado Javier García, quienes van a referirse con la firmeza y la dureza que los caracterizan interrogando al ministro en la defensa del bien común y en la defensa de los uruguayos que se sienten amenazados en sus vidas y en su propiedad. Esto es claro.
EC - Yendo a los hechos de los últimos días que precipitaron esta controversia, ¿usted entiende que en esta serie de homicidios que tanto han dado que hablar en el arranque del año, que en esos hechos hay una responsabilidad del MI?
JL - No sé si hay una coincidencia de hechos que han generado esa multiplicación de hechos delictuales que si se proyectaran en el año llevarían a un incremento, más allá de que cifras que ustedes mismos dieron en una entrevista con un sociólogo el otro día indicaban que los homicidios habrían descendido en el 2011 con respecto al 2010.
EC - Sí, ayer el sociólogo Rafael Paternain, quien dirigió el Observatorio de Criminalidad del MI, decía que en el 2011 los homicidios fueron menos que en el 2010 y que en el 2010 menos que en el 2009. Incluso señalaba que si se consideraba la comparación de los años recientes con los años de la década del 90, había una mejora, no grande, pero había una mejora en esa materia.
JL - Nosotros no estamos pidiendo la renuncia hasta tanto no escuchemos al ministro. Nuestro posicionamiento fue convocar al ministro, tuvimos esa iniciativa, porque nos preocupaba, y porque además la gente reclamaba. Si lo convocamos al ministro es porque lo convocamos, si no hay resultados parlamentarios trascendentes. Y si no lo convocamos es porque somos omisos. Me parece que hay que escuchar al ministro y evaluar en consecuencia. Este es el posicionamiento que hemos tenido. Más allá de que algún compañero pudo haber salido a decir que quizás Bonomi debía dar un paso al costado, el Partido Nacional (PN) como tal, institucionalmente, no reclamó la renuncia del ministro Bonomi.
Así que tampoco hay contradicciones institucionales dentro de nuestro partido, ni siquiera con las declaraciones que yo expresé con relación al ministro a la luz de la convocatoria para el próximo martes a la Comisión Permanente en régimen de comisión general. Esta discusión es una simplificación, se me pretende dejar en una posición cercana, de apoyo al gobierno, al ministro en materia de seguridad, cuando no lo es y cuando los hechos, los reclamos y las instancias parlamentarias que hemos tenido desde el 1º de marzo del 2010 hasta la fecha dan prueba de lo contrario.
EC - Usted está acusando al senador Bordaberry de simplificar el análisis.
JL - Sí, yo le contesté al senador Bordaberry en ese sentido. Pero es una polémica que no tiene sustancia.
EC - ¿Cómo cayeron su reunión con el presidente Mujica y los comentarios que hizo dentro del PN? Da la impresión de que también hay matices. Si uno mira las reacciones del Herrerismo, hay cierta perplejidad.
JL - Yo no polemizo con los compañeros. No sé por qué la perplejidad, siempre he sido un leal compañero en cuanto a poner en conocimiento y rendir cuentas de mis actos. No tengo que andar pidiendo permiso para reunirme con nadie en tanto y en cuanto no comprometí ni comprometo nada sin el aval de mi partido en representación de mi colectividad política.
EC - Sin embargo, por ejemplo, la diputada Ana Lía Piñeyrúa consideró que este diálogo Larrañaga-Mujica "es inadecuado y amerita que sea tratado en el Directorio del partido. Pasó por arriba del Directorio, estos temas deben tratarse desde el Directorio con Mujica y no individualmente. Este tema ya fue tratado y discutido cuando el doctor Luis Alberto Lacalle era el presidente del Directorio, y debe volver a tratarse", insistió.
JL - Eso se analizará en el seno del Directorio, no tenemos ningún problema. Es una discusión antigua ya la que tenemos, porque además si vamos a situaciones de actuación de referentes políticos fuera de la orgánica partidaria, han existido de todos lados. Así que es correcto, cada uno tiene derecho a expresar lo que piensa, se analizará tranquilamente en los ámbitos, en un clima partidario respetuoso, como siempre hemos procurado tener.
EC - Parece bastante claro que con respecto a la relación con el presidente Mujica y el gobierno hay dos grandes caminos y cada uno lo maneja a su manera. En el PN una cosa es Unidad Nacional y otra cosa es AN, y usted cuando entiende que debe reunirse con Mujica simplemente levanta el teléfono y lo llama, tiene su propia forma de encarar estos asuntos.
JL - Esa ha sido la tónica desde hace mucho tiempo, esa es la realidad.
EC - Pero el partido como que ha quedado dividido en esa materia, se admite que hay dos grandes manejos del asunto.
JL - No creo que haya quedado dividido, son matices que no generan dificultades dentro del partido, más allá de que a algunos les guste más o menos. Eso no es inconveniente, no representa dificultades, esa diversidad es una forma que hemos tenido siempre de encontrar los caminos de unidad, de compatibilizar. Así lo hicimos en gestiones anteriores cuando yo presidía el Directorio y el doctor Lacalle, integrante del otro sector, también mantenía reuniones, incluso con el anterior presidente de la República, y después sucedió también lo mismo. No son grandes líneas de división, sino más que nada son diversidades que hacen a un partido que no es un regimiento y que no tiene unanimidad en la forma de procesar sus relacionamientos.
Hay que tener suficiente fuerza en el sistema político como para no demorar la solución de los temas tres años más. Yo no tengo derecho a prometerle a la gente dentro de tres años lo que puedo hacer ahora y no hago. Entonces, si yo puedo hacer cosas ahora, en respuesta, más allá de que estamos en minoría parlamentaria, más allá de que no contamos con los votos en el Parlamento, tengo la obligación de hacer. Todo este tema del debate educativo lo llevamos adelante con voluntad desde hace muchísimo tiempo procurando encontrar un camino que defina en este país si el gobierno sigue de rehén de los corporativismos en la conducción de la enseñanza pública o si por el contrario es posible un gran acuerdo nacional en el que pongamos por delante el superior interés de los 550.000 niños y adolescentes que dependen del sistema público.
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EC - ¿Cuánto del tiempo de conversación se llevó el capítulo educación en la reunión con el presidente Mujica, sobre todo teniendo en cuenta la frase que yo citaba recién que dijo usted: "Que todo este tiroteo por el tema de la seguridad no termine hundiendo el pacto por la educación"? ¿Cuánto hablaron de educación el martes?
JL - La mayor parte del tiempo, o una buena parte del tiempo. Yo pretendo salvaguardar la posibilidad de acuerdo, que es lo que va a garantizar que ese acuerdo genere cambios reales en la Ley de Educación, en la defensa de los programas aprobados, en todo un tema sumamente importante, porque además le expresamos al presidente que el 24 era la última oportunidad, ya no hay más espacios.
EC - Esa es la próxima reunión, y usted dice que es la última.
JL - Yo digo que es la última oportunidad, ya estuvimos hablando en diciembre en dos veces, en la última el 28 de diciembre estábamos todos los representantes de los partidos, el presidente, el ministro de Educación y el secretario de la Presidencia y programamos esta para el 24. Además hoy empiezan a trabajar dos grupos de técnicos de todos los partidos, uno para la Universidad Tecnológica del Uruguay y otro para el tema de la autonomía de los centros, precisamente preparando el encuentro del 24, al cual tendrá que llegar el presidente con una definición de la fuerza política FA de si están o no de acuerdo en cambiar la Ley de Educación.
EC - Cuando usted dice que tiene que haber una definición dentro del FA sobre cambios a la Ley de Educación, ahí aparecen dos grandes temas que me gustaría profundizar. Primero, ¿cuáles son los cambios en la Ley de Educación que se vienen discutiendo?, ¿a cuáles alude concretamente?
JL - El principal es la integración de la conducción de la educación. Ahí se ha hablado de algunas fórmulas, incluso el presidente manejó una el 28 de diciembre pasado, darles doble voto al presidente del Codicen y a los de los organismos desconcentrados. Nosotros le agregamos que el gobierno tuviera un representante más para reforzar su representación. Pero a nuestro juicioy se lo expresé, como también se lo dijimos con el presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, en la reunión del 28 al presidente Mujica, debe haber cambios en la conducción, por ejemplo, del Consejo de Educación Secundaria (CES).
EC - Ese es un punto que ha dado que hablar en las últimas semanas. Porque cuando se analiza esta nueva etapa del Codicen y los consejos desconcentrados surgida de la Ley de Educación del gobierno anterior, en la que hay consejeros representantes del cuerpo docente, cuando se establece que esa nueva representación en los consejos es un obstáculo, ha complicado las cosas, han salido quienes sostienen que en los temas más candentes que hubo el año pasado el problema no fue con los consejeros representantes del cuerpo docente, llegó a haber problemas con los propios representantes políticos, con los propios representantes del oficialismo, incluso en el Codicen o los consejos desconcentrados. Por lo tanto, el planteo era: parecería que, además de eventualmente retocar la conformación institucional de los consejos, habría que cambiar a esos representantes nombrados por el propio Poder Ejecutivo que por lo visto no estuvieron en línea con lo que el presidente Mujica piensa en esta materia.
JL - Eso es lo que estamos esperando. Esto es lo que tendrá que resolver el presidente de cara al 24 de enero. Es como usted lo plantea.
EC - Un ejemplo concreto es el CES, dice usted.
JL - Lógico, allí los representantes del gobierno se juntaron con los representantes docentes, esa es la realidad. Además cabe recordar que el único representante de la oposición es Daniel Corbo en el Codicén, es uno en 14. Hay representación docente en el Codicen, hay representación docente en primaria, secundaria y UTU, pero no hay representación de la oposición en estos últimos tres organismos. Entonces es evidente que eso ha sucedido. Por eso, dentro de las definiciones que esperamos para el 24 están la de si hay voluntad para efectuar cambios en la Ley de Educación, y, por otra parte, si va a haber cambios reales en la integración de organismos como el CES, que a nuestro juicio tiene que tener cambios para darle un funcionamiento acorde con que el sistema político retome la conducción de la educación pública. Creo que eso es lo central.
EC - Tengo entendido que en la última cumbre el representante del FA, el presidente Jorge Brovetto, anticipó que el partido de gobierno no está dispuesto a aceptar cambios a la Ley de Educación.
JL - No, lo que dijo el presidente del FA, Brovetto, fue en alusión a la iniciativa de la representación de los docentes. Dijo que el FA no estaba dispuesto a hacerles perder la representación a los docentes en los organismos de la enseñanza. En ese sentido, nosotros también tenemos una posición concordante de mantener la representación docente. Por eso quizás podían surgir las ideas del doble voto del presidente y un representante más en los organismos para asegurar la conducción y los votos para algunas mayorías especiales necesarios para que, existiendo la representación docente con la doble condición de voz y voto, se pueda ejercer la conducción del sistema ejecutivo según los planes que las autoridades representativas del sistema democrático quieran imprimir al rumbo de la educación conjuntamente con otros acuerdos que tenemos que viabilizar en este entendimiento para de esa forma revertir una situación que todo el mundo ha sido unánime en considerar como muy mala por los resultados que tenemos.
EC - ¿Qué otros puntos ubica usted en la lista de más sensibles, más importantes para que logren un acuerdo ahora el 24?
JL - Está la autonomía de los centros educativos, el programa Promejora, que me parece que es un programa que llegó para instalarse. No es posible que haya sido objeto de un mensaje presupuestal en el presupuesto del año pasado enviado por el gobierno y por el Codicen y que ahora se vengan a oponer sectores corporativos gremiales conjuntamente con el CES y parte de la UTU.
Lo otro es la iniciativa del presidente con respecto a la Universidad Tecnológica del Uruguay. Ahí él tiene dificultades con la propia fuerza política FA en virtud de que está la iniciativa del Instituto Técnico Superior (ITS) en marcha, en proceso parlamentario, entonces puede colidir. Nosotros estamos abiertos a discutir una Universidad Tecnológica de la UTU instalada preferente y preponderantemente en el interior como forma de afianzar una educación en oficios que el país precisa en función de un desarrollo de la inversión. Estos son temas centrales.
Y también están todos los otros puntos vinculados a la formación docente, al profesor cargo y no taxi. Hay una cantidad de iniciativas que formarían parte del paquete en las cuales hay bastante entendimiento.
EC - Debo entender que en la reunión del martes usted repasó estos temas, los más críticos, con el presidente Mujica. ¿A qué conclusión se llegó? ¿Cómo fue la conversación?
JL - Estuvimos analizando los principales que le mencioné. El presidente dijo que iba a llegar con definiciones al 24.
EC - Pero también dijo que en este tipo de asuntos muchas veces tiene más coincidencias con la oposición que con el propio FA.
JL - Tendrá que buscarlas dentro del FA. Y el FA tendrá que resolver si queda atado a los corporativismos gremiales o si por el contrario rompe esas amarras, lleva adelante iniciativas y se alinea con su presidente. Creo que esas son las definiciones que resta por asumir y por tomar. Veremos qué pasa. Creo, sigo insistiendo, que el 24 es una fecha en que se termina, hemos insistido en esto porque de no haber insistido seguramente todo este diálogo se habría trasladado para el mes de febrero, para marzo. Y ahí sería completamente tarde porque vamos a entrar en una situación espinosa y complicada, con una gran conflictividad. Ya por la falta de elección de cargos vamos a tener problemas en lo que hace incluso a la fecha de comienzo de clases.
EC - ¿La fecha del 24 de enero, tan temprano en el año, es importante para usted, para la oposición eventualmente, por aquello del blindaje político, es decir, para que haya temprano, bastante antes del comienzo de los cursos, un mensaje fuerte de acuerdo de todos los partidos en torno a una serie de reformas que permita enfrentar lo que puede ser conflictividad, por ejemplo, a partir del proyecto Promejora?
JL - Un acuerdo político es básico y fundamental para el país. Le sirve al país, les sirve a los beneficiarios de la educación pública uruguaya, le sirve al gobierno y le sirve al sistema político. Ese blindaje político, ese acuerdo político de todos los partidos sería un elemento central, y además, al estar el presidente de la República y el presidente del FA, va a haber un compromiso muy fuerte. Y eso va a determinar en consecuencia que no se pueda seguir insistiendo con actitudes sindicales que van a contrapelo de la necesidad de cambiar en términos de la educación pública uruguaya. Esto ha sido un tema central de nuestra lucha y lo seguirá siendo, porque creemos que sin educación no hay futuro y la educación no puede esperar.
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Transcripción: María Lila Ltaif