Gandini: propuesta de balotaje para elecciones departamentales "es más una jugada de pizarrón que una necesidad de la gente"
En diálogo con En Perspectiva, el diputado de Alianza Nacional Jorge Gandini indicó que la propuesta de reforma constitucional lanzada por Vamos Uruguay para que se establezca el balotaje en las elecciones departamentales y la representación proporcional en las juntas departamentales no es aconsejable porque alarga innecesariamente el proceso electoral. Si bien dijo que todavía no tiene una "opinión definitiva" sobre el tema, consideró que la iniciativa "no es oportuna" y "parece más una elaboración de las cúpulas políticas que un reclamo de la gente". El legislador opinó que "si la motivación es [que el Partido Nacional o el Partido Colorado ganen la Intendencia de] Montevideo, reformar la Constitución de la República para aplicarla en todo el país me parece un exceso". Y subrayó: "Los cambios tienen que ser otros. Son más de nuestra cultura política, que no hemos sabido adaptarnos al sistema electoral nuevo, que cambiar las reglas para que se adapten a nuestra cultura".
(emitido a las 9.20 Hs.)
EMILIANO COTELO:
¿Qué eco tuvo la propuesta lanzada en el fin de semana por Vamos Uruguay (VU) para una reforma de la Constitución que establezca el balotaje en las elecciones departamentales, y que además introduzca la representación proporcional en las juntas departamentales, en lugar del sistema vigente, que hoy asigna la mayoría al partido que accede a la intendencia?
¿Cómo ha caído esta idea sobre todo entre los partidos de la oposición? Esa era la pregunta determinante, porque cabía esperar que en el Frente Amplio (FA) el rechazo predominara. Pero en la medida en que una de las razones para impulsar esta reforma son las dificultades que tienen el Partido Colorado (PC) y el Partido Nacional (PN) para desplazar al FA de la Intendencia de Montevideo, en particular, ¿cómo respondieron los blancos?
"La mayoría del PN considera inconducente e inapropiada esta propuesta", dice hoy el diario El Observador. Ayer el directorio del PN resolvió de todos modos que pondrá a consideración de los 12 intendentes del partido esta iniciativa, que hasta el momento solo recogió el apoyo del diputado Javier García, de Alianza Nacional (AN), quien en octubre del año pasado había pensado un borrador con estas mismas características.
Estamos en diálogo con el diputado Jorge Gandini, también perteneciente a AN, presentado públicamente como aspirante a la candidatura a la Intendencia de Montevideo, que fue de los primeros que salieron a responderle "no" a Pedro Bordaberry el mismo sábado.
¿Cómo explica esta diferencia de criterios que ha quedado planteada dentro de AN? Usted ya conocía la idea de su colega y compañero Javier García.
JORGE GANDINI:
La idea de Javier no había sido planteada en ningún momento en el sector. Conocía un reportaje que Últimas Noticias le hizo hace unos meses en el que lanzó esa idea, pero no conocía ningún borrador. Fue una idea personal, respetable como todas. Tampoco conozco a fondo, más que por Twitter primero y luego por algunas declaraciones públicas, la propuesta del PC, de VU, que todavía me deja muchas dudas. Por eso, y con todo respeto, para dar una opinión definitiva hay que hacer un análisis más de fondo y hay que discutirlo internamente. Eso va a hacer el directorio. Yo tengo una visión inicial respecto al tema y me gustaría además conocer cuál es la motivación que lleva a VU a presentar esta propuesta.
EC - ¿Cuáles son, en principio, sus reparos? Usted no está hablando de rechazo. Entiendo que habla más de dudas que de rechazo. ¿Cómo es el tema?
JG - En principio, la memoria es frágil y hay que ayudarla. Todos los partidos salimos del proceso electoral pasado hablando de buscar alguna fórmula para achicar las elecciones. Salimos hablando incluso de la posibilidad de ir al sistema del voto cruzado, que en las elecciones nacionales se votara también la municipal, pero pudiendo separar las hojas y votar a un partido para un cargo y a otro para el otro, de modo de achicar el proceso. Porque llegamos con un enorme estrés electoral, con un cansancio de la gente y del propio sistema, que lleva a que los primeros seis meses de gobierno haya una campaña electoral incluida. Por eso habíamos pensado en esto.
Esto agrega otra elección, vamos a cinco elecciones. Seguramente a finales de 2013 todos los partidos estaremos aprontándonos para largar la campaña electoral, y luego en 2014 tenemos en junio internas, en octubre nacionales, en noviembre balotaje, en mayo del 2015 las departamentales y municipales, y ahora habría otra elección más. Esa es la primera resistencia.
La segunda: la gente no nos pide más elecciones, la gente no nos dice "hagan balotaje", no nos dice "hagan otra elección para ganar". La gente quiere resultados, quiere que hagamos las cosas bien, y en Montevideo nos pide que iniciemos el proceso por el camino largo desde ya y no esperemos a último momento. Pero no nos pide más elecciones. Por eso esto me parece más una elaboración de las cúpulas políticas que un reclamo de la gente. Y además Constitución que tenemos vigente tiene 13 años de aplicación, se aplicó por primera vez en el 99, y ya la estamos revisando, quizás mirando cómo nos va a cada uno en la fiesta. No me parece oportuno.
El otro reparo es que si la motivación es Montevideo, reformar la Constitución de la República para aplicarla en todo el país me parece un exceso de modificación del sistema pensando en lo que puede suceder en un departamento donde creo que los cambios tienen que ser otros. Son más de nuestra cultura política, que no hemos sabido adaptarnos al sistema electoral nuevo, que cambiar las reglas para que se adapten a nuestra cultura.
EC - El senador Ope Pasquet cuando lo entrevistábamos ayer decía que la motivación no es exclusivamente Montevideo, que en todo caso Montevideo es un ejemplo de las inquietudes que están detrás de este planteo.
JG - Yo le podría poner el ejemplo de Salto, donde el PC ganó la elección porque la gente hizo el balotaje directamente con el actual sistema. O de Paysandú, en el sentido inverso. En Salto gobernaba el FA, Coutinho se posicionó como el competidor y los blancos lo votaron, el PN en Salto sacó 13% nada más, porque hubo un corrimiento hacia aquel que podía ganar, se polarizó la elección y fue una suerte de balotaje en primera vuelta. En Paysandú pasó lo mismo con Bertil Bentos, un intendente frenteamplista fue desplazado por un candidato blanco al que votaron ciudadanos de otros partidos. La matemática demuestra que esos corrimientos incluyen ciudadanos del FA de la intendencia frenteamplista, porque el sistema actual tiene la sabiduría de dar una enorme libertad, y la gente cumple con su compromiso, cumple con su partido en las elecciones nacionales, pero cuando llega el momento de votar a su administrador departamental puede modificar ese voto y hay muchos ejemplos que demuestran que así lo hace.
EC - Ayer el senador Pasquet se refería a ese tipo de situaciones, pero lo hacía con preocupación. Decía: "De esta manera procuramos evitar los perjuicios que el régimen electoral departamental causa a los ciudadanos y a los partidos políticos. A los ciudadanos porque los pone en el brete de votar según su corazón o según su razón. En varios departamentos la circunstancia electoral se presenta de tal manera que hay uno de los partidos que se perfila como favorito y otro que se perfila como el enemigo, entonces el ciudadano que pertenece a otro partido, dice si sigo lo que me dice el corazón y voto a mi partido, me quedo fuera de la decisión importante, que es entre el favorito y el enemigo, entonces en busca del voto útil deja de votar a su partido y se va a incidir en la disputa donde se va a elegir el intendente". Es lo que usted señalaba, un balotaje anticipado. "Pero ese balotaje anticipado agregaba perjudica al partido del que es simpatizante ese ciudadano, porque, como este ciudadano decidió votar a otro partido, su partido tiene menos votos a los efectos de la conformación de la Junta Departamental."
JG - Sí, eso es la primera parte, eso es lo que busca el balotaje. Hay un favorito y uno que le disputa, eso es lo que pasa a la segunda vuelta. El razonamiento de Pasquet lleva a mirar el problema desde el interés del PC, al que le va mal en casi todas las intendencias. Pero lo que deberá hacer el PC, como nosotros en Montevideo y en otros departamentos, será mejorar para tratar de ser el favorito y que la gente lo vea como el favorito.
Lo que yo no entiendo de la propuesta del PC es que es muy difícil hacer convivir el sistema de balotaje que rige para la Presidencia de la República donde los partidos eligen por elecciones internas un candidato único y eligen de forma directa, la gente en las internas vota al candidato con un sistema de balotaje a la intendencia, en que los partidos pueden ir hasta con tres candidatos, y además la gente no vota en las internas al candidato a intendente, sino que sale de los acuerdos de las convenciones elegidas en las internas. Y cuando salen tres, van hacia un partido, pero van al balotaje tres personas. ¿Quién pasa a la segunda vuelta, el lema más votado o la persona que tuvo más votos? Porque puede darse el caso de que una persona, la más votada en un partido y la que tiene el primer lugar, va al balotaje, y en el otro partido hay un candidato único que sacó digamos 100.000 votos, pero va el otro partido que sacó 120.000 votos, pero el más votado tiene 50.000. ¿Quién va, el que tiene 100.000 voluntades trás él en persona, o aquel partido que por acumulación la vieja acumulación de sublemas, como eran tres, tuvo 120.000 pero la persona que es candidato tuvo menos?
Para sincerar el tema deberíamos ir a que en la interna la gente vote el candidato que quiere, como hace para presidente, y además sea uno, porque si no, hacer convivir los dos sistemas es bastante traído de los pelos. Por eso le decía que quiero ver lo que está proponiendo el PC de fondo. En principio me suena más a una jugada de pizarrón que a una necesidad de la gente para poder decidir con más libertad. Reitero: la gente nunca nos pidió esto, yo no escuché nunca jamás que nos pidiera que reformáramos el sistema para llegar a ese tipo de acuerdos. Me suena mucho a adaptar el sistema a nosotros, en vez de adaptarnos nosotros a un sistema que recién empieza a tener vigencia.
EC - ¿Tampoco considera necesario introducir la representación proporcional en la Junta Departamental?
JG - Ese es un tema interesantísimo. La representación proporcional existe en el Parlamento nacional, ahí existe el sistema democrático que reposa en la división de poderes, y hay un rol del Parlamento no solo de legislar, de hacer las leyes nacionales, sino de controlar al Poder Ejecutivo y en lo que tiene que ver con el equilibrio. En el plano departamental el Ejecutivo es un administrador cuya tarea principal es hacer obras y brindar servicios. No me parece que deba estar permanentemente referido a lograr acuerdos en la Junta Departamental para hacer mayorías y gobernar. El sistema funciona bien, no hemos tenido quejas al respecto, el intendente tiene las mayorías, el régimen requiere mayorías especiales para tomar determinado tipo de decisiones, le permite a la oposición con un tercio, con 11 ediles, convocar a cualquier intendente y a cualquier director, exige responsabilidades por métodos que no son de mayorías absolutas.
Me parece que el régimen así funciona, si lo hiciéramos al revés, el intendente debería estar permanentemente zurciendo mayorías para ejecutar obras o para tomar decisiones. Y a ese administrador, que tiene que ser básicamente un ejecutor eficaz, lo ataríamos de manos. En principio, tampoco me parece que este régimen ayude a la buena gestión, sino que puede ayudar a los partidos que pierden, que pueden tener algún edil más. Pero no a la buena administración, que es lo que tenemos que custodiar. Y lo digo desde el departamento de Montevideo, donde los blancos gobernamos una vez. No es por ahí que tenemos problemas.
EC - De todos modos, pese a estas reservas, como usted las definía, ¿va a tener algún tipo de reunión, está previsto algún tipo de encuentro con VU para discutir esta idea?
JG - En lo personal tengo la idea de tener alguna entrevista informal. Pero además el directorio del partido va a convocar a los 12 intendentes y el partido va a tener información de primera mano antes de esa reunión. El tema sigue en debate, me parece sano que así sea, no creo que sea bueno descalificar propuestas, sino por el contrario, discutirlas.
Claro, esto tiene un gran riesgo, que ya apareció: cuando uno pone la reforma del sistema electoral arriba de la mesa a la luz de la conveniencia o de los números que uno saca, los demás hacen sus contrapropuestas de acuerdo a su conveniencia. A lo mejor volverán el voto epistolar o el voto consular y otras modificaciones, como dijo ayer la senadora [Lucía] Topolansky, que convienen al Frente. Porque esto no es puro, vamos a no engañarnos, esto se analiza con la seriedad que merece pero siempre mirando cómo le va a cada uno en la fiesta. Entonces el Frente dice: "Bueno, discutamos eso, pero ¿por qué no discutimos el voto consular?", porque el Frente supone que tiene mayoría si logra que quienes están en el exterior voten. Nos vamos a un debate que no es necesario sobre cómo nos va en la próxima elección y dejamos de hacer las cosas que tenemos que hacer para que nos vaya bien en la próxima elección.
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Transcripción: María Lila Ltaif